miércoles, 19 de noviembre de 2014

Ayotzinapa, entre marginalización y violencia de Estado; a cuarenta años del asesinato de Lucio Cabañas. Por Eynel Pilatowsky. Publicado en Los Hijos de la Malinche http://www.loshijosdelamalinche.com/opinion/ayotzinapa-entre-marginalizaci%C3%B3n-y-violencia-de-estado-18112014

Por Eynel Pilatowsky

La violencia sistemática e impune que se apodera de nuestro país nos despoja como individuos de nuestro pacto social, dejándonos completamente vulnerables. La desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa nos lastima como sociedad. La posible explicación sobre su desaparición proporcionada por el procurador resulta aterradora.  “México, me dueles” se han dejado leer miles de pancartas en las marchas multitudinarias. Los acontecimientos violentos en contra de los normalistas nos dejan perplejos, imposibilitando el tránsito del dolor desgarrador a una comprensión racional de los hechos. Racionalizar lo ocurrido exige despojarnos de nuestra capacidad afectiva de indignación, y no hay nada peor para una sociedad que perder la capacidad de indignación. Cuando dejemos de indignarnos, no tendremos nada.
Por otro lado, demonizar el acontecimiento como incomprensible y fuera de la capacidad del raciocinio implica una aceptación de la barbarie como tal, ignorando las causas estructurales que se esconden detrás de la abominable desaparición de los 43 jóvenes, el asesinato de seis y la aparición de tantos cuerpos en fosas comunes, que murieron en el anonimato. Estos acontecimientos terroríficos no son hechos aislados producto de la crueldad y la locura humanas. Son la consecuencia racional de una lógica económica que ha golpeado al campo mexicano por más de doscientos años.
Las normales rurales de Guerrero tienen una historia combativa. Pareciera que intrínseco al nombre del estado está la personalidad de muchos de sus habitantes. Un ejemplo de esta historia es Lucio Cabañas, un estudiante egresado de la normal de Ayotzinapa, posteriormente profesor de la escuela de Atoyac y líder del Partido de los Pobres en Guerrero, quién a final de los años sesenta, indignado por la masacre de varios de sus compañeros en la manifestación del 18 de mayo de 1967, dejaría la protesta pacífica para comenzar a organizar la guerra de guerrillas.
Basado en la teoría revolucionaria del Che Guevara, Lucio Cabañas, como tantos otros guerrilleros en Latinoamérica, consideraban que esperar las condiciones adecuadas para que se encendiera la revolución podía mermar la lucha. El “foquismo” guevarista planteaba que las condiciones debían ser propiciadas a través de pequeños asaltos, principalmente contra el ejército,  que poco a poco debilitarían al Estado.
La “Guerra Sucia,” como es conocido el movimiento campesino, es el resultado de un proceso histórico de marginalización del sector rural que comenzara treinta años antes del estallido de la guerrilla en Guerrero. Ante el auge industrial de los años treinta y cuarenta, se implementó en México un plan económico conocido como el “Desarrollo Estabilizador”. En paralelo a otros países latinoamericanos, los intelectuales, industriales y gobernantes mexicanos creían que el desarrollo económico sólo se lograría protegiendo a la industria local de la competencia internacional. Mediante la sustitución de importaciones industriales, modelo productivo que imperó en México hasta los años setenta, se protegió, a través de incentivos fiscales, aranceles, y beneficios sociales, a todo el sector industrial, incluidos a los trabajadores obreros. Con la convicción ideológica de que era la industria, no el campo, la que llevaría a México al desarrollo, se terminó de consolidar en las zonas urbanas el desprecio por lo rural y lo indígena heredado desde la colonia.
A finales de los años sesenta, el modelo proteccionista implotó, pero la crisis fue mitigada por el boom petrolero. A pesar del decrecimiento en el sector productivo, el aumento en los precios internacionales del petróleo permitió al gobierno mantener la contención social. Los “petrodólares” ayudaron a palear la transición de un modelo proteccionista a la apertura del mercado orquestado por la clase capitalista sin una clara oposición de las clases medias. Por otra parte, la crisis económica no fue tan aguda como en el resto de Latinoamérica, lo cual explica por qué en aquellos países hubo movimientos contestatarios mejor organizados.
En este contexto, la guerilla guerrerense surge como respuesta a la crisis en el sector más golpeado por el “Desarrollo Estabilizador” y excluído del boom petrolero. Lucio Cabañas y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, nombre de la organización de lucha, buscaban la instauración de los principios plasmados en el ideario del Partido de los Pobres. Su objetivo principal era la socialización de los medios de producción hasta ese momento controlados por las “clases capitalistas.” Exigían un gobierno formado por los trabajadores y el fin de la estructura vertical latifundista que explotaba al campo. Lucio Cabañas muere en diciembre de 1974 en uno de los muchos enfrentamientos entre el ejército y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento. Su asesinato estuvo acompañado de un discurso incriminador: Había muerto el peligroso guerrillero. 
La muerte de Lucio simboliza la muerte de todos los otros movimientos sociales. A finales de los setenta comienza la transformación “liberalizadora” del país, proceso que dura más de treinta años y está vigente hasta nuestros días. Políticamente, se transitó a una apertura del sistema partidista a través de la cual grupos diferentes al PRI ganaban representación. Económicamente,  se terminó con el modelo de sustitución de importaciones. También el agro mexicano se vio obligado a competir con productos extranjeros, muchos de ellos genéticamente modificados. Debido a la emigración a Estados Unidos de millones de campesinos muchos cultivos quedan abandonados y las comunidades comenzaron a depender del envío de remesas, aniquilando a la producción agrícola del país.
Con el cambio de siglo, un nuevo sector productivo se apoderó del campo. Hasta los noventa, el narcotráfico mexicano estaba controlado principalmente por dos cárteles, divididos geográficamente. Con la fragmentación de las organizaciones delictivas, surgen en México nuevas estructuras ocupacionales. Los cárteles, que producen dinero no sólo del narcotráfico, sino del cobro de plazas, de la reventa de armas, del cobro por cruce de fronteras, entre otras actividades, ofrecen una oportunidad de trabajo a los millones de campesinos desplazados, incluidos muchos de los más de dos millones de deportados de Estados Unidos que al regresar ya no tienen tierra, ni productos, ni mercado.
Pasamos de los “petrodólares” a los “narcodólares. ” El desarrollo en este sector ha sido tan prolífero que financia campañas de todos los partidos y apoya gobiernos en todos niveles. Estado y crimen están co constituidos. La realidad de nuestro país no es una historia de buenos y malos, sino un problema sistémico de violencia que soporta nuestra economía. No hay un aumento en las exportaciones petroleras, las remesas decayeron con la crisis en Estados Unidos y la violencia ha frenado al turismo. La relativa estabilidad económica de México se la debemos, en gran medida, al narcotráfico, que ofrece millones de empleos en el sector informal.
Detrás de nuestro goce urbano coexiste en México un campo azotado por los procesos modernizadores. Es en las escuelas normales rurales, como la de Ayotizinapa, donde convergen los sectores más lastimados del país: el agrícola y el educativo.  Es ahí donde se cultivan las condiciones objetivas necesarias para alzar la voz.
Desafortunadamente, en México las voces contestatarias se silencian violentamente. Esta reacción estatal se presenta como el resultado de las acciones del enemigo construido discursivamente. Lo que en los años setenta asesinó a Lucio Cabañas como “guerrillero,” hoy calla a los 43 desaparecidos y a los muchos otros asesinados como el resultado de las actividades “criminales.” La violencia que vivimos no es consecuencia de la locura humana, aberrante e inexplicable, sino de un proceso histórico cuyo objetivo ha sido perpetuar el bienestar económico de las clases dominantes.  
Los últimos acontecimientos nos desgarran como sociedad y nos aterrorizan como individuos. A casi cuarenta años del asesinato de Lucio Cabañas sorprende  dónde estamos parados. Aquel Estado autoritario que mataría a balazos a los guerrilleros es hoy cómplice  de la desaparición y presunto asesinato de 43 estudiantes. Es un Estado que asesina al servicio del capital, legal e ilegal, reivindicado por las voces que se privilegian de este sistema y temen por su status quo.
La aceptación de este hecho resulta agobiante.Implica reconocer que las causas estructurales de la violencia están fincadas en un sistema de desigualdad que beneficia a unos, mientras excluye a otros porque no, #NoTodosSomosAyotzinapa. La paz sólo se construye a partir de la igualdad económica, igualdad que únicamente puede lograrse afectando directamente a la población urbana privilegiada. Es esta población que, en los últimos días, hemos visto indolente; más agobiada por las marchas que por los motivos que las generan. 
 ¿Qué podemos hacer? La pregunta que nos hacemos muchos que, a diferencia de Lucio Cabañas, no estamos dispuestos a iniciar la lucha armada. Ahora más que nunca, como sociedad debemos conservar la indignación colectiva cuestionando lo que nos vulnera evitando la normalización de la violencia. Como individuos, debemos atrevernos a reconocer nuestro dolor; preguntarnos cómo y desde dónde nos beneficiamos en este esquema y evitar las prácticas con las que reproducimos la desigualdad, el desprecio y la enajenación social.

*Agradezco infinitamente a Marián Gulías Ogando por las pláticas y reflexiones que hicieron posible la conclusión de este artículo.

lunes, 15 de septiembre de 2014

El acercamiento de José Vasconcelos al Nazismo y su dirección de la revista El Timón.

Publicado en La Revista Estudios: Filosofía Historia y Letras del ITAM número 110.
Mauricio Pilatowsky


1.       Presentación

     En el primer semestre de 1940 Europa se encontraba en los inicios de lo que se habría de conocer como la Segunda Guerra Mundial; en México el Presidente Lázaro Cárdenas terminaba su gestión. En esos momentos la guerra europea estaba muy lejos de las calles de la Ciudad de México por las que circuló una publicación que se llamaba El Timón, Revista Continental cuyo director era José Vasconcelos. Han pasado más de setenta años desde entonces y este episodio sigue enterrado en la Hemeroteca Nacional, oculto entre los anaqueles y restringido para su consulta esperando que el tiempo termine de desintegrar su recuerdo.
            José Vasconcelos es considerado en la historiografía oficial uno de los próceres de la educación en México, y no sin razón, ya que al final de la revolución impulsó una campaña de alfabetización, promovió bibliotecas públicas y fue el impulsor del muralismo mexicano. Sin embargo la lectura de su texto La Raza Cósmica, su trabajo intelectual al servicio de los nazis y sus apoyos a Franco o los regímenes dictatoriales en América Latina nos llevan a cuestionar los valores humanistas que se le adjudican por sus defensores.
            No es nuestra intensión abordar en este breve ensayo todos los aspectos que envuelven la polémica en torno a la persona y la obra de José Vasconcelos, nos limitaremos a recoger algunos de los elementos más relevantes que encontramos en la revista El Timón  y trataremos de entenderlos a partir de su ubicación en el contexto histórico del México de 1940.
2.       Información sobre la publicación:
     Héctor Orestes Aguilar en un ensayo que tituló: Ese olvidado nazi mexicano de nombre José Vasconcelos[1] nos ofrece un estudio muy completo de la publicación, recogeremos algunos de los datos que nos proporciona; en cuanto a su presentación nos comenta:
Su proyectado nicho de mercado era el mismo que el de los magazines de moda y las revistas deportivas. Su presentación era muy semejante a las de las publicacio­nes semanales en boga por esos años en Estados Unidos: formato tabloide, por­tada a colores, 48 páginas impresas en offset que utilizaban al menos tres familias tipográficas diferentes y ocho planas enteras de publicidad; en cuanto a la distribución de contenidos, se favorecía la fluidez de la lectura con un orden basado en el equilibrio entre la longitud y la densidad de los materiales escritos: un editorial, seis secciones fijas, diez articulistas invitados en promedio, una serie de “cartones de la guerra”, caricaturas políticas, columnas irregulares de moda, deportes, salud, consejos para la vida familiar, un apartado literario y una miscelánea variable sobre cine, religión, ciencia, ópera, filatelia, toros, escultu­ra y pintura. Ya que los periódicos de la época costaban en promedio 3 centavos, podemos decir que Timón, por contenido, precio (50 centavos) y periodicidad (semanal), cabalmente era un lujo destinado para la alta clase media.[2]

La revista se publicó semanalmente del 22 de febrero al 15 de junio de 1940, en total 17 números. La razón por la que dejó de publicarse fue la censura, por órdenes del gobierno se prohibió su edición. El responsable era José Vasconcelos y también aparece como el editor y aporta algunos ensayos, los otros colaboradores eran simpatizantes del nazismo y del franquismo, pero también de otras ideologías que aceptaban colaborar. Entre los que se destacan podemos encontrar a: Andrés Henestrosa, Alfonso Junco, Eduardo de Otañon, Rafael Aguayo Spencer, David Niño Arce, Adolfo León Osorio, Guillermo Haro, Gabriel García Cuevas, Carlos Roel, Islas Bravo, Efraín Ancona Rosas, Antonio López Estrada, José Calero, Fernando de Euzcadi, Wilhem Ziegler, Enrique Monasterio, Francisco Struck, Jorge Paganael, Pable Herrera Carrillo, Raymundo Pardo, Francisco Margal, El Dr. Atl, María Elena Sodi de Pallares, Teodoro Schumacher y Francis de Miomadre.
La revista no era autofinanciable se requirió de un fuerte subsidio para mantenerla.   Hector Orestes Aguilar encontró que el dinero provenía directamente de Alemania de su maquinaria de propaganda ; para llegar a esta conclusión cita un informe confidencial que obra en el Archivo General de la Nación, [3]  según explica, en el apartado dedi­cado a la “Propaganda destinada a Mexicanos” inciso ‘Publicaciones Propias’:

      La tercera y a la vez más hábil publicación de esta naturaleza es la nueva revista “Timón” cuyo director es José Vasconcelos y cuyo “gerente” (pero extra-oficialmente en funciones de director) es el cubano César Calvo. El periódico dedica el 80% de su espacio a propagar las tesis alemanas. En el número antepasado se publican fotogra­fías de un fraternal téte-á-téte entre Vasconcelos y Dietrich.[4] La presentación de la revista es excelente, y después de “Hoy” es la más costosa de México. Todavía no tiene circulación ni anuncios que valgan la pena, por lo que es casi totalmente costeada por la Legación Alemana. César Calvo ha dicho públicamente que la revista “Timón” tiene todo el dinero que necesita para mucho tiempo. El compañero Rubio ha sabido que la Legación Alemana se ha comprometido a pagar el costo de la revista durante seis meses, para encarrilarla.[5]

Del contenido hablaremos más adelante, lo que queda claro fue que Vasconcelos, al ser el director general de la revista, conocía perfectamente de dónde provenía el financiamiento y por lo que sabemos hoy en día la postura de Hitler con respecto a la propaganda era muy clara y no dejaba margen para la “libre expresión”, en otras palabras podemos estar seguros que el Ulises Criollo recibía instrucciones precisas de lo que debía publicar. Sobre el título de la revista sabemos lo que escribió el propio Vasconcelos en el primer número:
      En las marejadas y torbellinos del momento actual, más que época alguna, hace fal­ta, a la nave de los destinos colectivos, un timón que la dirija en la marcha. Pero el ma­nejo del timón supone conocimiento de la ruta, firmeza de puño y audacia de la voluntad.[...] Por el momento nuestro interés reside en el debilitamiento de la hegemonía an­glosajona en el Planeta. [...] Detrás de nuestras fracasos se ha alzado sonriente el poinsetismo, más poderoso cada día. Por eso mismo nues­tro esfuerzo combativo ya no se limitará al presente y a la situación local, sino que buscará más bien la raíz de nuestros males para prender en ella el fuego purificador.[6]

    3.   Contexto Mexicano
     El escenario político en México durante el primer semestre de 1940 correspondía al último año de la presidencia de Lázaro Cárdenas quién había expropiado el petróleo a las compañías norteamericanas y británicas el 18 de marzo de 1938; esto es un factor importante que nos ayuda a comprender porque Vasconcelos y sus colaboradores pensaron que la propaganda antibritánica tendría buena recepción.  Para justificar la expropiación el gobierno cardenista utilizó una estrategia nacionalista que se acompañó de una postura anti sajona, un buen caldo de cultivo para el fomento de una germanofilia. A esto habría que añadirle lo que nos comenta Alicia Gojman con respecto a la relación de México con Alemania en esos años.

El acercamiento temporal entre los dos países, a raíz de la expropiación petrolera en 1938, fue posible por el distanciamiento que hubo entre estados Unidos y nuestro país y por el boicot inglés. La postura de Roosvelt permitió un mayor marco de acción política al gobierno mexicano, y la actitud intransigente de las compañías expropiadas obligó a los mexicanos a vender su crudo al mejor postor, que en esos momentos fue el Tercer Reich.[7]
      
       Para 1940 ya había en México espías alemanes que trabajaban con simpatizantes mexicanos. Lázaro Cárdenas le dio instrucciones al Secretario de Gobernación para que investigara a estos grupos. [8] Hoy sabemos que el gobierno Alemán consideraba a México un punto estratégico dada su colindancia con los Estados Unidos y por su petróleo, de ahí que haya invertido en la infiltración de agentes y reclutamiento de simpatizantes locales;[9] Vasconcelos fue uno de ellos y sin lugar a dudas uno de los más importantes.
4.    Contexto Mundial
     Ya se ha señalado que tan sólo se pudieron publicar 17 números de la revista antes de ser retirada por el gobierno, y fue del 22 de febrero al 15 de junio de 1940. Para comprender el giro que tomó la propaganda para la que fue creada la revista es importante tener muy presente lo que estaba sucediendo en Europa. El ejército alemán invadió Polonia en septiembre de 1939 forzando a Inglaterra y Francia a responder. Debemos puntualizar que Hitler había firmado un pacto de no agresión con Stalin el 23 de agosto de 1939 y que los Estados Unidos no entraron a la guerra hasta diciembre de 1941, México entró a la guerra del lado de los norteamericanos el 22 de mayo de 1942.
       Estos datos son importantes para comprender cómo se manejaba la propaganda Nazi. El enemigo en esos momentos era Inglaterra, sí bien había una fuerte antipatía hacia los Estados Unidos por razones estratégicas no se le atacó francamente, los alemanes no estaban interesados en ese momento en abrir ese frente; algo similar sucedía con la Unión Soviética, al tener firmado un pacto de no agresión no querían provocarlos.
       Otro aspecto que podemos observar en esos cinco meses del año 1940 fue la velocidad con la que las tropas alemanas se apoderaron de la Europa Occidental; conquistaron Dinamarca y Noruega en abril y Luxemburgo, Holanda, Bélgica y Francia en mayo. En la historia militar se conoce la estrategia utilizada para este éxito militar como blitzkrieg o <<guerra relámpago>>, a diferencia de la Primera Guerra Mundial donde las tropas estaban atrincheradas y los avances eran muy lentos, en el inicio de la Segunda Guerra Mundial, los militares alemanes utilizaron unidades bélicas motorizadas como tanques, vehículos blindados, cañones sobre ruedas, y apoyo aéreo para una rápida y eficiente movilización.  En pocos meses, los británicos vieron como los alemanes estaban muy cerca de invadirlo y lo que los separaba era el canal de la mancha.
       Estos datos son relevantes porque nos explican el sentimiento de triunfo que prevalecía entre los aliados mexicanos de los nazis; Vasconcelos y sus colaboradores veían muy próxima la victoria de los alemanes y esperaban ser recompensados por su participación. Las ambiciones presidenciales del Ulises Criollo, frustradas en 1929, podrían verse realizadas si los germanos ganaban la guerra.
5.       Algunos de las líneas ideológicas de la revista
      A continuación presentaremos en forma breve algunos de los aspectos de la propaganda nazi realizada por Vasconcelos como editor y de su círculo de colaboradores.

5.1.  Catolicismo

     El catolicismo conservador de José Vasconcelos fue un factor determinante en sus posturas políticas desde su infancia, tal y como lo relata en sus memorias.  En ellas narra que cuando era niño se fueron a vivir al norte del país y que existía un miedo a que los indios apaches secuestraran a los niños por lo que su madre le decía: Si vienen los apaches y te llevan consigo, tú nada temas, vive con ellos y sírvelos, aprende su lengua y háblales de Nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros y por ellos, por todos los hombres.  Lo importante es que no olvides;  hay un Dios Todopoderoso y Jesucristo, su único hijo.  Lo demás se irá arreglando solo.”[10] Ya de adulto nos encontramos otra clara manifestación de su postura católica y de su admiración por la empresa de la conquista española; en el discurso que pronunció cuando fue nombrado Rector de la Universidad Nacional en 1921 relacionó el proyecto educativo con la evangelización, fue en ese momento en el que se acuño el conocido lema “Por mi raza hablará el espíritu”. Entonces dijo lo siguiente:

      Seamos los iniciadores de una cruzada de educación pública, los inspiradores de un entusiasmo cultural semejante al fervor que ayer ponía nuestra raza en las empresas de la religión y la conquista […]esto que teóricamente parece muy sencillo es, sin embargo, una de las más difíciles empresas, una empresa que requiere verdadero fervor apostólico.  Para resolver de verdad el problema de nuestra educación nacional, va a ser necesario mover el espíritu público y animarlo de un ardor evangélico, semejante, como ya se ha dicho, al que llevara a los misioneros por todas las regiones del mundo a propagar la fe[11]

En el número siete de la revista Vasconcelos reivindica el Fascismo de Mussolini y el nacionalsocialismo de Hitler desde una postura católica. Sus argumentos son interesantes porque primero descalifica a los franceses por haber hecho una revolución liberal, la cual, según él, permitió que los países hicieran reformas religiosas. Para el editor de la revista El Timón, el liberalismo anticlerical debe entenderse como el causante del “tumor capitalista”.  Como conclusión lo que propone es un retorno a la estructura católica tradicional tal y como la planteaba Franco. De aquí podemos colegir cuál era el proyecto político que planteaba para México en caso de que los nazis triunfaran. Por eso lo que escribe en la revista, y que a continuación reproducimos se titula La expectativa.

            La expectativa
     Y todos los pueblos del mundo tendrán que agradecer a Mussolini y a Hitler el haber cambiado la faz de la historia, el habernos libertado de toda esa conspiración tenebrosa que a partir de la Revolución Francesa, fue otorgando el dominio del mundo a los imperios que adoptaron la Reforma en religión, la engañifa del liberalismo en política. Un liberalismo que les dio, nos dio a todos, como tumor el capitalismo.[…]
Comprenderemos por fin que, a menos de esperar a que nuestra patria torne a ser cristianizada, pero en inglés y por misioneros irlandeses, deberemos dejar en libertad al clero católico para que sea él quien continúe, en español, la cruzada civilizadora que ya en el siglo dieciocho estuvo a punto de crearnos una patria?[12].

Lo que en esa época era importante para Vasconcelos y sus colaboradores era presentar al nazismo como un movimiento católico y pretender desmentir los argumentos donde se le presentaba como antirreligioso. Uno de los colaboradores llamado Fernando de Euzkadi en el número 12 de la revista escribió un artículo titulado judaísmo vs catolicismo: quince millones contra dos mil millones en donde presenta una extraña vinculación entre la expulsión de los judíos de España a finales del siglo XV y el antisemitismo de Hitler. Lo que escribe es lo siguiente:

 […], cuando los Reyes Católicos, con clarividencia magnifica del peligro, los expulsan para siempre de España [al judío]. Se mar­charon; pero conservaron las letras de cambio a largo plazo, que habían de co­brarse […]
Alemania fue Meca fácil para el judaísmo. […] Fue el judaísmo germano el que, pactando tenebrosamente con las grandes organizacio­nes bancarias y políticas, permitió una paz vergonzosa y refrendó unas deudas de guerra, que iban de bolsillo en bolsi­llo, hasta llenar las arcas, al final de la cadena, de las grandes empresas judaicas. […]
El Fuehrer de la Magna Alemania [Hitler], cla­rividente hombre de acción, no tuvo tem­blores en el pulso ni debilidades en la conciencia cuando repitió el gesto gallardo de Isabel y de Fernando.
[…] La cruzada antisemí­tica, no es airón flotante al viento de una religión. Es el valladar sólido de siglos de civilización, es la lucha por las convicciones que mansamente oímos en la cuna de labios maternales, es la gallardía de la virilidad ante la bajeza zigzaguean­te del reptil.[13]

      Está presente el tema del antisemitismo, del que hablaremos con mayor amplitud más adelante. Lo que nos parece importante destacar es la forma en la que se construye una narrativa histórica que justifica la expulsión de los judíos que hicieron los reyes católicos y de ahí se reivindican también las acciones antisemitas del tercer Reich. Si bien es cierto que todavía no se había iniciado el exterminio masivo ya para entonces los alemanes habían comenzado su plan de deportaciones persecución y expropiaciones. El contenido religioso no deja de estar presente cuando al final de la cita vemos como se asocia a los judíos con “el reptil” haciendo alusión a la serpiente que tienta a Eva en el paraíso para que convenza a Adán a pecar y frente a este se presenta al nazi con su “gallarda virilidad”.

5.2.  Vasconcelos a favor del fascismo y contra la democracia demócrata:

      La postura de Vasconcelos a favor del fascismo y contra la democracia es un tema que la historiografía oficial mexicana ha querido borrar; se hace siempre hincapié en la derrota que sufrió en las elecciones de 1929 frente a  Pascual Ortiz Rubio quien era el candidato de Calles.  Lo que encontramos en El Timón desmiente por completo la postura oficial, en el número cinco y como parte de su valoración del fascismo alemán crítica la democracia asociándola con lo que los antisemitas de la época llamaban mafias judeomasónicas. Lo que escribió entonces fue lo siguiente:

       Ante el destino:

       Los acontecimientos bélicos se pre­cipitan con tal rapidez, que nada puede pronosticarse con una hora de anticipación. Pero lo que sí va apareciendo evidente, aun para los empecinados, es el triunfo de Ale­mania sobre sus rivales.
[…]
Hasta las piedras saben ya, que la democracia quedó enterrada desde el día en que los principales pueblos de la época entregaron sus destinos, ya no a la libertad del su­fragio, como en las pequeñas repúblicas medioevales de Italia, o de España, sino de las maffias [sic] judeomasónicas que han venido explotando el afán y la angustia, la inocencia y la desventura de las naciones.
[…] Desde una desunión y anarquía parecidas a la que hoy padecemos las naciones españolas de América. Alemania se levantó a la voz de sus poetas y sus filósofos para constituir lo que será, ya ma­ñana, el primer imperio de la época.[14]

En este pasaje se puede ver como José Vasconcelos habla del fascismo y la agresión de Hitler como la construcción de un imperio frente a lo que estábamos viviendo en Hispanoamérica lo cual describe como "desunión y anarquía".  Otro elemento digno de destacar es su aseveración de la inminente victoria de Alemania, lo cual coincide con lo que ya se había expuesto anteriormente. Lo que refleja este extracto son dos cosas; que Vasconcelos y sus colaboradores veían próximo el triunfo nazi lo cual los llevaría al poder, y que lo que pensaban instaurar en México era un régimen de corte fascista. 
Para reforzar esta aseveración encontramos un artículo en el número 15 de la revista donde agrega otro elemento a lo anteriormente expuesto y es su emulación por el franquismo que era más cercano a sus creencias católicas conservadoras que el nazismo pero que seguía siendo un estado de corte fascista y aliado de Hitler. En este ensayo reitera su convicción de la inminente victoria de Alemania y en ese sentido prepara a la población mexicana a recibir con buen agrado a lo que descrito como el nuevo Imperio Germano.

Vivir engañado, Debemos estar preparados para el futuro

No se nos oyó cuando advertimos hace pocos años, que el mosaico de los partidos republicanos españoles perdería la guerra que llevaba adelante Franco. Y de igual manera, ante el conflicto europeo actual, no ha faltado quien se irrite por la seguridad con que nosotros enfocamos, desde el principio, la situación internacional. […]
Porque desde el principio creímos que ganaría Alemania, nos hemos dedicado a preparar los ánimos para la actitud que habrá de adoptarse al final del conflicto.
[…]
Decirle por lo mismo a una nación, que va a suceder tal cosa, que va a ganar Alemania y que se prepare para aprovechar ese evento hasta donde pueda ser aprovechable, no es hacer propaganda por Alemania.[15]

Por supuesto que la última línea del texto no es más que una confirmación de lo que niega; frente a nosotros un clara muestra de un panfleto propagandístico financiado directamente por el aparato de propaganda nacionalsocialista. Lo que no podemos perder de vista es el momento en el que se escriben estas líneas; el número 15 fue distribuido en el mes de junio de 1940 para entonces los alemanes ya habían invadido Francia y se especulaba sobre la posibilidad de que Inglaterra frenara su avance.
5.3.   Propaganda nazi
      El régimen nacionalsocialista estaba construido a partir del culto y seguimiento de su líder Adolfo Hitler; su figura se asociaba con la de un  redentor que llegó para salvar al mundo de sus males. Ya que la revista estaba financiada por los alemanes y su propósito era hacer propaganda, uno de los aspectos centrales era la exaltación de la personalidad del Füerer. Uno de los colaboradores de Vasconcelos, Antonio Islas Bravo dedicó un artículo completo a esta función, con el título;   Adolfo Hitler en el número 15 escribió lo siguiente:

      Ese hombre es Adolfo Hitler, el destinado por la Providencia, como éste mismo lo ha afirmado tantas veces, para sacar a su pueblo de la esclavitud y llevarlo, al cumplimiento de sus altos destinos. Cuando las pasiones políticas, desencadenas hoy por causa de la guerra, hayan sido apagadas, cuando todas las conciencias hayan llegado a su equilibrio y el pensamiento universal se eleve sobre la miseria humana, será unánime el reconocimiento hacia Hitler. […] Hitler salvando a Alemania ha salvado un sector imprescindible en la obra del progreso del mundo.
     […] Inglaterra y sus aliados están frente a un hombre: el más grande de todos los siglos, y frente a un pueblo, el más poderoso de la historia. [16]

            En donde podemos encontrar el matiz religioso en estas loas al dictador es cuando se menciona que ha sido enviado por la providencia para sacar a su pueblo de la esclavitud; se le equipara a Moisés en el libro de Éxodo. El discurso va dirigido al pueblo mexicano y lo que se busca es trasmitir es la voluntad del líder alemán de buscar la emancipación de los oprimidos. En el siguiente número de la Revista, otro de los colaboradores, Francisco Struck continuo con el mismo discurso y se encargó de complementarlo señalando a los culpables del deterioro de las condiciones que hicieron necesaria la intervención del salvador. “Hitler es la escoba de Dios que está barriendo de la superficie de la Tierra todo lo malo que se había acumulado durante siglos, pero sobre todo, la concepción judaica del mundo de aprovechar a la humanidad diezmando sus legítimas riquezas mediante la usura y la creación de valores ficticios.”[17]

5.4.  Antisemitismo

      El antisemitismo fue un tema recurrente que apareció en la revista editada por Vasconcelos. No es de extrañar en una publicación financiada por los nazis; ya lo hemos visto en varias de las citas que hemos presentado, hay también caricaturas donde esto puede observarse. Encontramos una mezcla de las descalificaciones utilizadas generalmente por los antisemitas, la de haber sido los asesinos de Dios, su carácter de usureros, la de conspiradores internacionales para apoderarse del mundo o la de ser dueños de los medios y controlar la información. En un artículo escrito por el mismo Vasconcelos con el título Contra los planes ocultos, la luz de la verdad, y que escribió en el número 16 podemos leer:

      Los estorbos a la circulación de las revistas que no son del agrado del judaísmo, fue una de las causas deter­minantes del antisemitismo alemán. Durante muchos años, un monopolio de los kioskos de publicaciones, permitía a cierta maffia berlinesa excluir de la cir­culación, condenar a extinción a todos aquellos órganos de publicidad que caían bajo la corona del Sanedrín. […]Ya no es hoy la acción guberna­mental quien se opone, sino la audacia de ciertas maffias [judíos] que aprovechan la hospitalidad del país para enriquecerse a costa de los trabajadores y en seguida para poner mordaza disimulada a las pu­blicaciones independientes.[18]

       A la propaganda antisemita se sumó otro aspecto fundamental, evitar que el gobierno mexicano recibiera a los refugiados judíos que huían  de la persecución nazi. Según una investigación que realizó Daniela Gleizer, justo en el primer semestre de 1940 el gobierno mexicano se decidió aceptar a los refugiados españoles republicanos que huían del franquismo[19] ya para agosto se les autorizó y miles de ellos lograron entrar al país.  Lo que sucedió con los judíos fue diferente “Del total de medio millón de refugiados que intentaron escapar de la suerte que les esperaba dentro del Tercer Reich, México recibió durante los años que corresponden al nazismo cerca de 2000.” [20]
       Vasconcelos utilizó la revista El Timón como un medio de presión para que el gobierno mexicano les negaras el asilo a los refugiados judíos. Más allá de la influencia efectiva de la publicación,  lo que nos parece importante es destacar la posición del Ulises Criollo en este debate. En el número 8 escribe un artículo con el título ¡Hay que hacer limpieza! Donde se pronuncia al respecto:

       […]el buen tino de los países que, como Alemania, han sabido lanzar un torrente de desinfectante sobre estas gentes[judíos], poniéndolas en las fronteras y obligándolas a que busquen otros horizontes y otros ambientes para su equívoco modo de vivir. […]Hace pocos días se ha hablado de la expulsión de gentes llegadas de no sé qué judería, permitiéndoles contraer matrimonio, fuera de toda ley, con súbditas mexicanas. No podemos consentir que este país […] se transforme en la cloaca máxima de todos los detritus que arrojan los pueblos civilizados […] ¡Hay que hacer limpieza a tiempo, porque quizá después sea tarde!>>[21] 

            En estas líneas podemos observar su lenguaje agresivo y de descalificación de carácter antisemita; los llama detritus que significa desperdicio resultado de la descomposición y al asociarlo con la palabra cloaca los asocia con los desechos humanos. Otro elemento que podemos observar proviene de las leyes raciales promulgadas en Núremberg por los nazis el 15 de septiembre de 1935 donde se prohibía el matrimonio entre alemanes cristianos y judíos. Esto puede entenderse como un anuncio de lo que se proponía hacer si los alemanes ganaban la guerra ya que en México no existía ninguna ley que prohibiera el matrimonio entre miembros de religiones distintas. A la luz de lo que sucedió años después la frase “¡Hay que hacer limpieza!” no puede considerarse solamente una expresión desafortunada.

5.5.  Anti-indigenismo

     En el imaginario colectivo, Vasconcelos es considerado un defensor del mestizaje y por lo mismo sorprende a muchos el que se le considere un racista. Esta percepción responde a la interpretación equivocada que se le ha dado en la historiografía oficial a su texto La Raza Cósmica[22] en donde sugiere que la humanidad debe aspirar a la formación de una quinta raza que supuestamente sería el producto de la mezcla de las que él entiende por las otras cuatro: "la blanca", "la roja", "la amarilla" y "la negra"[23].  La razón por la que afirmamos que la interpretación oficial distorsiona la propuesta original se basa en lo que escribe el autor en este texto.
       Lo que sostiene es que gracias a las mixturas existe un proceso de “depuración”, que permite que las “inferiores” reciban los atributos de las “superiores” y  se alcance una raza cósmica con atributos universales. Este proceso de “depuración”, según Vasconcelos, obedece al gusto estético, él considera que la elección de la pareja para el matrimonio va conservando lo bello y descartando lo feo. Lo estético está determinado también por lo económico; la belleza, riqueza y educación son elementos que se relacionan en oposición a la fealdad, miseria e ignorancia.   La selección por medio del buen parecer, la ubicación social y la educación va permitiendo que se alcance un ideal de perfección que desemboca en lo que vendría a ser la quinta raza:
      Donde manda la pasión iluminada no es menester ningún correctivo.  Los muy feos no procrearán, ¿Qué importa entonces que todas las razas se mezclen si la fealdad no encontrará cuna? La pobreza, la educación defectuosa, la escasez de tipos bellos, la miseria que vuelve a la gente fea, todas estas calamidades desaparecerán del estado social futuro.  Se verá entonces repugnante, parecerá un crimen el hecho hoy cotidiano de que una pareja mediocre se ufane de haber multiplicado miseria.   El matrimonio dejará de ser consuelo de desventuras, que no hay por qué perpetuar, y se convertirá en una obra de arte[24].

En este "racismo estético" no hay una misma manera de valorar a cada raza, según el Ulises Criollo “los tipos bajos de la especie serán absorbidos por el tipo superior.  De esta suerte podría redimirse, por ejemplo, el negro, y poco a poco, por extinción voluntaria, las estirpes más feas irán cediendo el paso a las más hermosas”.[25] En este sentido vemos como no está hablando de una mezcla equitativa de todas las razas aunque afirme que propone una “raza síntesis o raza integral, hecha con el genio y con la sangre de todos los pueblos y, por lo mismo, más capaz de verdadera fraternidad y de visión realmente universal”[26] ya que sostiene que “quizá entre todos los caracteres de la quinta raza predominen los caracteres del blanco, pero tal supremacía debe ser fruto de elección libre de gusto y, no resultado de la violencia o la presión económica.”[27]
       En la revista El Timón, escrita quince años después de La raza cósmica, las posturas racistas de Vasconcelos se expresan en forma más radical y sin ambigüedades como pudimos constatar cuando se refiere a los judíos. En el número 10, y con el título Indigenismo político, escribe un artículo donde se pronuncia con respecto al indigenismo; afirma que “en México el problema de 1a educación del indio se vuelve desconsolador, si se reflexiona en que no acertamos a dar escuela a toda la población infantil de las ciudades principales, mucho menos podemos atender la educación rural, de la cual es el indio porción [sic] la más difícil de alcanzar, si no es que también la más numerosa.”[28] Es interesante este comentario si recordamos que en 1921 impulso una ambiciosa campaña de alfabetización  en la que llegó también a las áreas rurales y la que le granjeo un reconocimiento en la historiografía oficial. La forma en la que lo presenta da la impresión de reconocer que su campaña no tuvo éxito y desalienta a los que se lo propongan.
       Como parte de sus consideraciones sobre la imposibilidad de educar a los “indios” encontramos una postura antirrevolucionaria en el Ulises Criollo que responde a la ideología fascista que inspiraba la publicación. En esta faceta vemos como sus posturas antidemocráticas se acompañan de una descalificación de las revoluciones como medios para conseguir cambios sociales y en el caso de México el sostiene que los “indios” mal educados se vuelven una amenaza para la estabilidad; nos comenta que “de nuestra impotencia para educar a las masas rurales, procede ese pavo­roso riesgo que cada revolución agrava, en vez de corregir, el riesgo implíci­to en el hecho de que se arme y gane el poder, la porción impreparada, que por lo mismo, en vez de construir logra únicamente destruir.”[29]
       De acuerdo a los mismos programas de los nazis y de los fascistas italianos hay una invitación a que el proletariado se sume a la causa. Lo que le agrega Vasconcelos tiene que ver con su racismo y su exaltación de la cultura española ya en 1925 en la multicitada Raza Cósmica escribió: “nosotros no seremos grandes mientras el español de la América no se sienta tan español como los hijos de España.”[30] En este artículo hace una diferenciación entre el proletariado mestizo de las ciudades y los “indios” de las zonas rurales.

     De allí también que, quien va mereciendo con mayor justicia que el indio la piedad de los observa­dores, es precisamente toda esta leve capa de sangre española o semiespañola que constituye nuestra clase media de ciudad y campo. Clase con más nece­sidades que el indio y tan proletarizada, y a veces más aún que el aborigen. […]
      Pues a propósito de esta tan pregonada explotación del indio, cabe aclarar que no existe hoy en México clase acomo­dada que se dedique a explotar indios o criollos, como no sea la clase de los políticos y los líderes. Lo cierto es que nadie explota al indio con preferencia de otro sector de la población. La calamidad principal del indio está en la po­breza de sus tierras, la escasez de su técnica y su miseria.[31]
    
      Lo que también podemos observar en esta postura antiindigenista de Vasconcelos es su profunda admiración por el proyecto colonial español y en particular por la evangelización. “Por otra parte, el desamparo del indio y su ignorancia han aumentado desde que quitamos a la Iglesia el derecho de educar y con ello interrumpimos la labor gloriosa de tres siglos de coloniaje que logró ella sí, la incorporación del indio a lo mexicano, es decir, a lo español mismo.”[32] La conclusión en este rubro es que de haber triunfado los alemanes el que fuera Rector de la Universidad Nacional y Secretario de Educación hubiera restablecido el sistema de privilegios que tenía la Iglesia Católica antes de la Reforma. 
6.    El Vasconcelos de la posguerra
     Al finalizar la segunda guerra mundial Vasconcelos no abandonó sus posturas, al contrario se radicalizó aún más. Prueba de ello es un prólogo que escribió en el año de 1955 al libro de Salvador Borrego Derrota Mundial; Supracapitalismo y Marxismo en Pareja Globalizadora[33]. En este libro lo que se argumenta es que lo sucedido en La Segunda Guerra Mundial no es lo que todos conocemos, que los aliados distorsionaron todo e inventaron una versión ajena a la realidad. Según se relata, Alemania nunca quiso invadir Polonia, que los que realmente sucedió fue que “el movimiento político judío decidió asirse firmemente del último obstáculo y convertirlo en un ‘casus belli’ para desencadenar la guerra entre Alemania y los países occidentales. La comunidad israelita radicada en Polonia jugó en esa maniobra un papel decisivo.”[34] 
     Otra de las cuestiones que se sostienen en este texto es la negación del Holocausto que se presenta como una invención de los judíos, el argumento es que durante la guerra, los judíos buscaron debilitar la moral de los alemanes por medio de “pinturas estrambóticas, la música sensualista, los bailes vulgares, la pornografía y las teorías disolventes y debilitadoras de los valores morales eternos.” Es entonces, según este texto “cuando a los líderes hebreos se les impidió seguir realizando esa hábil política, sus monopolios de propaganda gritaron mundialmente que eran objeto de persecución.[35] Así como estas afirmaciones, el libro acusa a los judíos de haber conspirado para unir a norteamericanos, ingleses y rusos contra los alemanes, italianos y japoneses. Se recurre a la acusación de utilizar sus recursos y la prensa y de ser prácticamente los líderes del bolchevismo.
     Vasconcelos escribe el prólogo a la segunda edición y en el comenta que “la obra de Salvador Borrego E., que hoy alcanza su segunda edición, es una de las más importante que se hayan publicado en América.”[36] Y más adelante agrega:
     “La difusión del libro de Borrego es del más alto interés patriótico en todos los pueblos de habla española. Herederos, nosotros, de la epopeya de la Reconquista que salvó el cristianismo de la invasión de los moros, y de la Contra –Reforma encabezada por Felipe II, que salvo al catolicismo de la peligrosa conjuración de luteranos y calvinistas, nadie está más obligado que nosotros a desenmascarar a los hipócritas y a contener el avance de los perversos.[37]

7.       Conclusiones
     En 1940 José Vasconcelos fue un colaborador de los nazis en México, recibió financiamiento y apoyo logístico para promocionar la ideología nacionalsocialista y preparar el terreno para una eventual conquista alemana. En sus postulados queda claro que era fascista, anti demócrata, anti indígena, católico fundamentalista y antisemita.  
     Como lo señalamos al inicio de estas líneas, los hechos están a las vista de todos. A los que buscan rescatarlo aduciendo la temporalidad del documento frente a la exaltación de su contribución en el pasado como educador humanista y democrático, basta con leer lo que escribe en La Raza Cósmica  en 1925, o en sus discursos y memorias, para confirmar sus posturas racistas y católicas fundamentalistas desde entonces. Para los que sostienen que hubo un cambio después de la Segunda Guerra Mundial hemos presentado su prólogo al libro de Borrego donde se confirman sus posturas racistas, antisemitas y de un catolicismo conservador de extrema derecha.
     No es nuestra intención reducir la obra de este autor a ese momento de su vida; por esta razón invitamos al lector a que lea las otras obras de su autoría así como sus memorias para que pueda percatarse que hay una continuidad en su manera de pensar. Queda abierta una pregunta que no tendrá nunca respuesta: ¿Qué hubiera sucedido con Vasconcelos si Hitler hubiera ganado la guerra? Sólo queda especular que nuestro ilustre Ulises Criollo se sentiría orgulloso del lema que acuñó para la UNAM. ¡Por nuestra raza hablará el espíritu!





[1] Héctor Orestes Aguilar; Ese olvidado nazi mexicano de nombre José Vasconcelos Istor: revista de historia internacionalAño 8, Nº. 30, 2007, págs.148-157. Quiero agradecer a Priscila Pilatowsky por haberme proporcionado esta referencia bibliográfica.
[2] Ibid.  152
[3] “El nazismo en México”, expediente 704.1/174-1, reporte de los inspectores PS-10 y PS-24 con fecha del 23 de mayo de 1940. Grupo documental: Archivo Administrativo Lázaro Cárdenas. AGN.
[4] Hace referencia al número 12 de Timón, del 11 de mayo de 1940, p. 2. “Dietrich” es Arthur Dietrich, antiguo Ortsgruppenleiter del Partido Nacional .Socialista Obrero Alemán en México, agregado de prensa de la Embajada Alemana y el agente más importante en todo lo concerniente a propaganda, espionaje y sabo­taje en el país (nota de Héctor Orestes Aguilar).
[5] En H. Orestes Aguilar, op.cit. pp. 156-157
[6] “Timón se define”, en la revista Timón, volumen I, número 1, 22 de febrero de 1940, p. 5.
[7] Gojman Alicia, Camisas, escudos y desfiles militares; Los Dorados y el antisemitismo en México (1934-1940), prólogo de Friedrich Katz, 2000, México, UNAM, Fondo de Cultura Económica,  p.268
[8] Ibid. p. 284.
[9] A. Gojman, “Judíos y alemanes durante la Segunda Guerra Mundial en México. Lugares de descanso y esparcimiento, distintos enfoques, en  A. Gojman (coord.) La Memoria Archivada; Los Judíos en la Configuración del México Plural, 2011, México, UNAM, CDICA, ,. pp. 257-280 Ver también Cedillo Juan Alberto, Los Nazis en México, 2007, México, Debate.
[10] J. Vasconcelos, Ulises Criollo, prólogo de Sergio Pitol, 2001, México, Editorial Porrúa,  p.5
[11] J. Vasconcelos Discursos 1920-1950, 1950, México, Ediciones Botas, , p.12
[12] José Vasconcelos, La expectativa, en Timón Revista Continental, Vol. 1-num 7-México D.F. 6 de abril 1940, p.5
[13] Fernando De Euzkadi,  judaísmo vs catolicismo: quince millones contra dos mil millones, en Timón Revista Continental, Vol. 2-num 12-México D.F. 11 de mayo 1940, p.34-35
[14] José Vasconcelos, Ante el destino, en Timón Revista Continental, Vol. 2-num 14-México D.F. 25 de mayo 1940, p.5
[15] José Vasconcelos, Vivir engañados , Debemos estar preparados para el futuro,  en Timón Revista Continental, Vol. 2-num 15-México D.F. 1 de junio 1940, p.5
[16] Antonio Islas Bravo, Adolfo Hitler, en Timón Revista Continental, Vol. 2-num 15-México D.F. 1 de junio 1940,
[17] Francisco Struck, Hitler, en Timón Revista Continental, Vol. 2-num 16-México D.F. 8 de junio 1940 p.22
[18] José Vasconcelos, Contra los planes ocultos, la luz de la verdad, en Timón Revista Continental, Vol. 2-núm 13-México D.F. 18 de mayo 1940, p.11
[19]  Gleizer Daniela, El exilio incómodo.; México y los refugiados judíos 1933-1945, 2011, México, COLMEX, UAM,.  pp.180-183
[20] Ibid. p.307
[21] José Vasconcelos, ¡Hay que hacer limpieza!, en Timón Revista Continental, Vol. 1-num 8-México D.F. 13 de abril 1940, p.44
[22] Vasconcelos José, La Raza Cósmica, 2001, México, Editorial Porrúa,
[23] Ibid. p.5
[24] Ibid. p.26
[25] Ibid. p. 27
[26] Ibid. p. 17
[27] Ibid. p. 21
[28] José Vasconcelos, Indigenismo político, en Timón Revista Continental, Vol. 1-num 10-México D.F. 27 de abril 1940, p.7
[29] Ibidem
[30] Vasconcelos, La raza cósmica, op. cit. p. 7.
[31] José Vasconcelos, Indigenismo político, en Timón Revista Continental, Vol. 1-num 10-México D.F. 27 de abril 1940, p.7
[32] José Vasconcelos, Indigenismo político, en Timón Revista Continental, Vol. 1-num 10-México D.F. 27 de abril 1940, p.7
[33] Salvador Borrego, Derrota Mundial; Supracapitalismo y Marxismo en Pareja Globalizadora, 1955, México, Tipografías Editoriales.
[34] Ibid. p.121
[35] Ibid. p.308-309
[36] José Vasconcelos, Prólogo a la segunda edición en Borrego, op. cit. p. 5
[37] Ibid. p.6