tag:blogger.com,1999:blog-29011142811797003722024-03-05T07:08:26.007-08:00Mauricio PilatowskyMauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.comBlogger67125tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-76537988640654714312024-01-19T08:38:00.000-08:002024-01-19T08:47:25.989-08:00Entrevista sobre la enseñanza de la filosofía<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5TI6EiNmdcSUkZ22qFkopa0CKFdLioC9kRQKkLnoA9qY5-itDuQDY4nVaA4tXvu8_zL6z7DwOR5C-1abnD-nFBbdlxjwkanJPYQzOTXywhgKqvzqRe9tSKggkIOcg45Jq-tXuLiLnw8phY4kE1oSJv0m0hS9SRm5raxPgDx7K8tv95p5inXPAOgNRlHmp/s3988/IMG_20240117_153618270~2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2384" data-original-width="3988" height="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5TI6EiNmdcSUkZ22qFkopa0CKFdLioC9kRQKkLnoA9qY5-itDuQDY4nVaA4tXvu8_zL6z7DwOR5C-1abnD-nFBbdlxjwkanJPYQzOTXywhgKqvzqRe9tSKggkIOcg45Jq-tXuLiLnw8phY4kE1oSJv0m0hS9SRm5raxPgDx7K8tv95p5inXPAOgNRlHmp/s320/IMG_20240117_153618270~2.jpg" width="320" /></a></div><br />La entrevista está en YouTube. <p></p><p>Esta es la liga para entrar</p><p><a href="https://www.youtube.com/watch?v=-a1rPSPD6Wg&t=5s">https://www.youtube.com/watch?v=-a1rPSPD6Wg&t=5s</a> </p>Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-33872107727064099512023-09-07T09:35:00.000-07:002023-09-07T09:35:39.709-07:00Discurso en la ceremonia de reconocimiento por 25 años en la UNAM<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm;"><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Estimado Dr. Manuel Martínez Justo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm;"><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Director de La Fes Acatlán<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm;"><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Estimados funcionarios de nuestro plantel<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm;"><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Queridas y queridos colegas e invitados.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Agradezco mucho la oportunidad de dirigir estas palabras, es un verdadero
honor, y ya que hablo en nombre de mis compañeros, que, como yo, cumplen 25
años de antigüedad, espero lograr expresar una experiencia compartida. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Aunque recibo este reconocimiento por 25 años, yo inicié mi labor docente
en 1982. Tuve que interrumpirla por un tiempo, pero mis recuerdos de nuestra
FES se remontan a hace 41 años, cuando era todavía ENEP y nos sentíamos
entonces que todo estaba por venir y nosotros éramos los responsables de
traerlo, viendo los resultados, nos podemos sentir muy orgullosos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Esta ceremonia nos permite hacer un recuento de lo que ha significado ser
parte de esta comunidad, en lo personal ha sido un privilegio que agradezco. La
UNAM se convirtió en un segundo hogar donde tuve la oportunidad de ser alumno,
maestro y funcionario. Siento que le debo mucho a nuestra casa de estudios por
lo que procuro, en la medida de mis posibilidades, retribuir con mi trabajo y
seguir formando a las nuevas generaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Muchas son las situaciones que nos han tocado vivir como universitarios y
no habría suficiente tiempo para recordarlas por lo que me detendré,
únicamente, en lo que vivimos recientemente. Cuando pensamos que ya lo habíamos
visto todo, nos sorprendió la pandemia del <b>Covid 19</b>, está terrible
enfermedad se llevó a muchos familiares, colegas y amigos. Que sean estas
palabras también una oportunidad para recordarlos. A la corta distancia ya comenzamos
a entender lo que significó está situación en nuestro ámbito, la verdad es que
no nos quedó otro remedio que reinventarlo todo: las clases, los exámenes, las
asesorías, las juntas y hasta los convivios, los transmitimos por internet,
algo absolutamente impensable hace muy poco tiempo. Mudamos el aula y la
oficina a la casa, todos entramos a los hogares de los demás, ¡Qué extraña
paradoja! <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ya que estando más distantes
que nunca, invadimos las zonas más íntimas de la privacidad. Pasarán muchos
años hasta que podamos entender todos los efectos que tuvo esta pandemia en
nuestras vidas y particularmente en el sistema educativo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Ahora, en estos días, vemos como se nos ofrece una nueva reforma a todo el
sistema educativo. Los discursos políticos se acompañan de opiniones de
especialistas y de no tan especialistas, las posturas ideológicas a favor y en
contra se confrontan movilizando afectos y cargando el debate de emociones que
terminan empañando las reflexiones puntuales. Como académicos estamos
involucrados porque de lo que se está hablando es de nuestra función primordial:
la formación de nuevas generaciones. Para hablar de la actual reforma de la
educación invitaré a un fantasma, el de un gran filósofo mexicano, <b>Samuel
Ramos</b>. Como todos ustedes saben él también fue profesor de la UNAM y fue el
director de la Facultad de Filosofía y Letras en 1944, a él le debemos una de
las grandes obras de la filosofía mexicana: </span><i>El perfil del hombre y la
cultura en México</i> escrita en 1934.<span style="mso-ansi-language: ES;"> <span lang="ES"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La razón por la que lo invoco, en esta oportunidad, es porque en el año de
1941, hace más de ochenta años, Ramos se hacía las mismas preguntas que nos
hacemos nosotros en cuanto a la relación entre las ideologías políticas y la
educación. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En una disertación que tituló
<i>Veinte años de educación en México</i> podemos leer lo siguiente: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 6.0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De una cosa estoy convencido, y es de que no salvaremos la crisis con
doctrinas importadas, con fórmulas hechas de antemano. Nos guarda una tarea
difícil, pero ineludible: la de crear nuestras propias normas y doctrinas. A
esa labor hay que aplicarnos incansablemente, sin preocuparse de si nos llaman
revolucionarios o reaccionarios, que al fin ésas son etiquetas engañosas, meras
ficciones políticas. Lo importante es pensar objetivamente en los problemas del
país, no en función de nuestros intereses ni pasiones personales. Mientras
vivamos del plagio y la imitación de lo extranjero, estamos perdidos. El
destino de un país no depende más que de sí mismo, de su potencialidad de
inteligencia y voluntad bien aprovechada y disciplina. No debemos intentar ya
resolver nuestros problemas de cultura y educación a ciegas, porque sería
imperdonable reincidir en los mismos errores. Demos una prueba de madurez de
pensamiento reconociendo honradamente nuestros fracasos y convirtámoslos en
normas de lo que no debemos hacer. De ello depende la salvación de México.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ACATL%C3%81N/25%20a%C3%B1os/Discurso%20por%20los%2025%20a%C3%B1os%20de%20m%C3%A9rito%20universitario.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Impresiona la
vigencia de esta reflexión, parece que fue escrito hoy, esa es la virtud de los
grandes pensadores que pueden leer el porvenir a partir de interpretar su
presente. Lo que podemos responderle a Ramos es que estamos buscando la manera
de corregir nuestros errores, que después de años de recibir instrucciones de
organismos internacionales, de instrumentar sus teorías y aplicar sus
políticas, hemos vuelto a colocar al profesor en el centro del aula.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Con el paso de los años, comprendimos que la educación
es, primordialmente, tarea de los profesores y que, con todo respeto a los
administradores de la educación, nosotros sabemos que en la relación entre el
docente y el alumno es donde se produce el proceso de formación. Teorías van y
otras vienen, las ideologías transitan de una visión a otra, surgen nuevas
tecnologías que ofrecen sustituirnos por algoritmos y pantallas. La pandemia
nos demostró que la relación personal y presencial es insustituible porque la
educación es uno de los vínculos humanos más importante y no puede estar
determinada por la lógica del instrumento. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">No me dejarán
mentir si afirmo que ser maestro implica un reto permanente, nunca está uno lo
suficientemente preparado, jamás termina uno de sorprenderse con los aportes y
ocurrencias de los alumnos. Para nosotros lo que da valor a nuestro trabajo es
la mirada incrédula del alumno que descubre en nuestras palabras un nuevo
hallazgo que lo sorprende y maravilla. Quién de nosotros no tiene presente a la
maestra o el maestro que marcaron nuestras vidas y a quienes les estaremos
eternamente agradecidos. Como reconocimiento a los que nos formaron y
obsequiaron generosamente su sabiduría, recibo esta medalla que nos es otorgada
el día de hoy.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¡Muchas Gracias!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Santa Cruz
Acatlán a 6 de septiembre de 2023<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ACATL%C3%81N/25%20a%C3%B1os/Discurso%20por%20los%2025%20a%C3%B1os%20de%20m%C3%A9rito%20universitario.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Ramos Samuel, <a name="_Hlk144551267"><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Veinte años
de educación en México</span></i></a><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">, </span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Imprenta
universitaria, México 1941. p. 95</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-5725326860977185182023-06-09T12:42:00.000-07:002023-06-09T12:42:02.917-07:00Identidad, identificación y apropiación del lenguaje. Una aproximación a la deconstrucción derridiana del psicoanálisis freudiano. Mauricio Pilatowsky<p> Publicada en: <b>Horizontes Filosóficos,Revista de Filosofía, Humanidades y Ciencias Sociales</b>. Número 12. 2022-2023 páginas. 5-24.</p><p> Centro de estudios en Filosofía de las ciencias y Hermenéutica filosófica del Comahue. Facultad de Humanidades Universidad Nacional del Comahue. </p><p><br /></p><p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 0cm left 7.1pt 14.2pt; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Presentación</span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Uno de los temas centrales de la reflexión
filosófica ha sido el de la <i>identidad</i>, en particular cuando se busca
definir al <i>ser</i> a partir del lenguaje. En los orígenes del pensamiento
griego, encontramos que Parménides afirmaba que: “es una misma cosa el pensar
con el ser”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. En otra tradición, la
hebrea, nos encontramos que el texto bíblico responde de manera enigmática
cuando se interroga sobre la relación entre <i>nombrar</i> y <i>ser</i>. En el
libro de <i>Éxodo</i>, cuando se describe la manera en la que Jehová se le
revela a Moisés a través de una zarza ardiente, nos encontramos con un diálogo
fascinante donde el elegido le pregunta al todopoderoso cuál es su nombre y la
respuesta que recibe es: “<i>eheie hasher heheie </i>[soy el que seré]” <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Han pasado miles de años y nos seguimos
cuestionando sobre este tema sin tener una respuesta única y definitiva lo cual
da cuenta de lo complejo que resulta hablar de las <i>identidades</i> cuando
pretendemos nombrar lo <i>uno</i> y diferenciarlo de lo <i>otro</i>. Lo que
resulta paradójico es que, a pesar de esta dificultad, hablamos de ellas como
si nos refiriésemos a entes reales cuya existencia está fuera de todo
cuestionamiento. Así se constituyen las naciones y los nacionalismos, las
comunidades religiosas y sus distintas adscripciones. Podemos también observar
cómo se hace referencia a los denominados <i>géneros</i> que establecen
diferencias entre lo <i>masculino</i> y lo <i>femenino</i>. En nuestra sociedad
se crean grupos donde el factor que aglutina es lo que hemos definido como <i>identidad</i>.
La configuración de estos espacios colectivos está mediada por una carga
afectiva en donde se genera afinidad entre los que se identifican entre sí y
distanciamiento con aquellos que son considerados diferentes. En ciertas
circunstancias estas demarcaciones contienen dosis de violencia que en extremos
genera discriminación, enfrentamientos, persecuciones, guerras y exterminios.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><a name="_Hlk112156098"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Más allá de representar un
asunto epistemológico, que pretenda precisión en la utilización del término, lo
que nos interesa es lo relativo a su funcionamiento como factor de inclusión y
a su vez de exclusión. </span></a><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Las
prácticas de aglutinamiento siempre se acompañan de mecanismos de diferenciación;
no existe nación que no tenga frontera ni un dios único que no compita con
otros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta distribución del <i>nosotros</i>
y los <i>otros</i>, que no perdona a nadie, se instrumenta con violencia, a
veces de forma clara y manifiesta, pero la mayoría de las veces, de forma muy
sutil, por lo que el odio y el rechazo, que siempre la acompañan, no se pueden
identificar fácilmente. En el nacionalismo se resaltan los elementos
imaginarios<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> que identifican a los
propios, pero sin exhibir abiertamente las políticas de segregación a los
considerados extraños.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los monoteísmos
hacen lo mismo: se refieren a la humanidad como un todo, pero resaltando el
amor de su Dios por sus creyentes y sin terminar de reconocer que esto implica
la exclusión de los que ellos consideran infieles.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><a name="_Hlk112156187"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Para comprender el
funcionamiento de estos procesos sociales es pertinente detenernos en una breve
revisión del proceso psíquico de identificación en la formación del <i>sujeto</i>
y la adquisición del lenguaje que lo coloca en el espacio colectivo. Para este
propósito retomaremos las investigaciones del psicoanálisis centrándonos en los
escritos de Sigmund Freud. En la segunda parte analizaremos algunos aspectos de
la propuesta de Jacques Derrida en donde aborda el tema de las identificaciones
desde la filosofía; lo que presenta es un análisis del funcionamiento del
lenguaje que define como <i>deconstrucción</i> y que complementa lo que
descubre el psicoanálisis. </span></a><span style="mso-bookmark: _Hlk112156187;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></span></p>
<span style="mso-bookmark: _Hlk112156187;"></span>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 0cm left 7.1pt 14.2pt; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Identidad o identificación</span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Se habla de <i>identidades</i> para referirse
a las adscripciones de los individuos que se consideran parte de algún
colectivo o se autodefinen a partir de los elementos que ofrece alguna
tradición cultural; es así como se entienden las identidades nacionales,
religiosas o culturales. Esta forma de describir el proceso de identificación,
que se produce en el sujeto, nombra la acción de <i>identificar</i> con el
término que alude al resultado de ésta: <i>identidad</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta sustitución no es producto de un error o
de falta de atención, sino que surge de un deseo de apropiarse de lo externo,
de convertirlo en una supuesta verdad esencial, de objetivarlo de tal manera
que consiga borrar el origen desconocido de la acción que lo generó. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">La palabra <i>identidad</i>, utilizada para
describir el proceso de <i>identificación</i>, confunde la acción con su
resultado, un movimiento con un objeto. El psicoanálisis nos brinda las
herramientas para comprender cómo se da este proceso en el desarrollo de la
conciencia individual y colectiva; la deconstrucción derridiana desvela el
mecanismo por medio del cual se genera esta transmisión por medio del lenguaje.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 0cm left 7.1pt 14.2pt; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">El psicoanálisis</span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">El psicoanálisis surgió en el campo de la
medicina y se enfocó, en primera instancia, en el tratamiento de afecciones
mentales y emocionales, conforme se fue desarrollando se extendió a otras áreas
de la experiencia humana y ha servido para comprender distintos ámbitos de la
cultura. Una parte central de sus investigaciones está dirigida a la
comprensión de la formación de la consciencia de los individuos y de los
elementos que pueden atribuirse al colectivo al que pertenecen.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">A partir de los análisis clínicos se ha podido
conocer cómo se forma y opera el aparato psíquico. Sigmund Freud, fundador del
psicoanálisis, fue un médico que se especializó en el estudio de las funciones
mentales; fue un precursor que tuvo muchos seguidores que han continuado con
esta rama de la ciencia. Es este sentido, para abordar esta metodología, es
importante no perder de vista el marco disciplinar en el que surge y se mueve,
ya que los términos que se emplean describen funciones del organismo y su campo
de estudio está conformado por las experiencias de los que acuden a las
terapias.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Durante la exploración
psicoanalítica el paciente, bajo la dirección del analista, va descubriendo
fragmentos de su pasado, reviviendo emociones que tenía olvidadas, y superando
miedos y angustias que lo enfermaban.</span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: list 0cm left 7.1pt 14.2pt; text-indent: -1.0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El inconsciente </span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Gracias a esta rama de la medicina se pudo
determinar que los seres humanos tenemos un sistema de conocimiento complejo
donde existen una <i>zona</i> en la que se almacenan recuerdos que no pueden
recuperarse fácilmente por la consciencia. Para comprender esta división, el
psicoanálisis habla de la existencia de un <i>inconsciente</i> que funciona de
manera distinta al <i>consciente</i> y cuya exploración es fundamental en el
tratamiento de las patologías. Freud lo explica de la siguiente manera:</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">La diferenciación de lo psíquico en conciente<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> e inconciente es la
premisa básica del psicoanálisis, y la única que le da la posibilidad de
comprender, de subordinar a la ciencia, los tan frecuentes como importantes
procesos patológicos de la vida anímica. Digámoslo otra vez, de diverso modo:
El psicoanálisis no puede situar en la conciencia la esencia de lo psíquico,
sino que se ve obligado a considerar la conciencia como una cualidad de lo
psíquico que puede añadirse a otras cualidades o faltar (Freud, S, 1993, Vol
XIX, p.15)</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">El descubrimiento del inconsciente, como parte
fundamental de la psique humana, es una de las grandes aportaciones del
psicoanálisis. A partir de este hallazgo fue posible identificar el origen de
muchas patologías que afectan la vida emocional y se han podido atender y
revertir sus efectos destructivos. Lo que se va descubriendo en el trabajo
clínico, por medio de una técnica de análisis de lo que el paciente le
transmite verbalmente al analista, son aquellos factores que permanecían
ocultos a la consciencia y que, al aflorar y ser comprendidos, curan.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para poder acceder a esta parte de la psique
se recurre a la interpretación de sueños, recuerdos, <i>lapsus</i> y
asociaciones donde se van rompiendo las barreras que evitaban que estos
contenidos fueran accesibles a la consciencia.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Lo que descubrió el psicoanálisis fue que en
el inconsciente se alojan todos los recuerdos que el consciente no puede tener
presentes sin una adecuada elaboración y que son mantenidas ahí a partir de un
mecanismo de defensa que recibe el nombre de <i>represión</i>. “Llamamos <i>represión</i>
[esfuerzo de desalojo] al estado en que ellas se encontraban antes de que se
las hiciera concientes, y aseveramos que en el curso del trabajo psicoanalítico
sentimos como <i>resistencia</i> la fuerza que produjo y mantuvo a la represión”
(Freud, S. 1993, Vol. XIX, p.16). El análisis de la estructura psíquica revela
que sin esta función sería imposible para el ser humano el poder desarrollarse en
todos los ámbitos de su vida y que, de no presentarse anomalías o situaciones
particularmente traumáticas, la gran mayoría podría vivir una vida plena
gracias a que su aparato represor lo mantiene alejado de aquello que podría
perturbarlo e incluso destruirlo<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">En el caso de las personas que sufren
malestares emocionales que pueden presentarse como angustia, depresión,
ansiedad, trastornos de personalidad, melancolía u obsesiones –por citar
algunas de estas dolencias– lo que sucede es que el mecanismo de represión no
funciona adecuadamente y se requiere tratamiento. En estos casos se puede
observar cómo lo reprimido en el inconsciente encuentra maneras de irrumpir en
la consciencia de modo parcial y caótico, enfermando así a la persona. En la
terapia psicoanalítica se busca restablecer el mecanismo de control que permita
encausar aquello que no puede ser reprimido. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Para poder explicar los procesos que se
observan en la práctica psicoanalítica se habla de <i>zonas</i> o <i>lugares</i>
de la estructura psíquica, pero no debemos olvidar que estas definiciones <i>tópicas
</i>están relacionadas con <i>funciones</i> dinámicas (Freud, S., 1993, Vol
XIX, p.21) que explican el tránsito de una a la otra.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al respecto comenta Freud que “todo nuestro
saber está ligado siempre a la conciencia.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Aun de lo inconciente sólo podemos tomar noticia haciéndolo conciente.”
(<i>Idem</i>). De acuerdo con esta forma de comprender las funciones psíquicas
existe un constante tránsito de un área a la otra a partir de un <i>puente</i>
que se define como <i>preconsciente </i>(<i>Idem</i>). Un hallazgo fundamental
del psicoanálisis es el papel del lenguaje en este sistema de transferencias.
Las palabras, cuando son pronuncian, movilizan energías que están en el
inconsciente, de ahí que se puede definir esta terapia como cura por la
palabra.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">La explicación de esta dinámica se enfoca en
el desarrollo mismo de la psique. El recién nacido es asistido por un adulto que
lo alimenta, cobija y limpia: todas estas acciones, cargadas de estímulos
sensoriales, se acompañan de palabras. La recepción del lenguaje en esta fase
produce una asociación entre las percepciones acústicas y las funciones
orgánicas fundamentales. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt;">Estas representaciones-palabra son restos mnémicos;
una vez fueron percepciones y, como todos los restos mnémicos, pueden devenir
de nuevo concientes. Antes de adentrarnos en el tratamiento de su naturaleza,
nos parece vislumbrar una nueva intelección: sólo puede devenir conciente lo
que ya una vez fue percepción <i>cc</i>[conciente]; y, exceptuados los
sentimientos, lo que desde adentro quiere devenir conciente tiene que intentar
trasponerse en percepciones exteriores.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Esto se vuelve posible por medio de las huellas mnémicas. (Freud, S.,
1993 Vol. XIX, p. 22) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: list 0cm left 7.1pt 14.2pt 21.3pt; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Huellas mnémicas y lenguaje. </span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Antes de abordar lo relativo al lenguaje nos
parece pertinente ahondar en aquello que el psicoanálisis entiende por <i>huella
mnémica</i>. Freud, en sus investigaciones sobre la función del sueño
–publicadas como <i>La interpretación de los sueños </i>(Freud, S. 2002, Vols.
IV y V)–, la define de la siguiente manera:</span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> “</span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">De las
percepciones que llegan a nosotros, en nuestro aparato psíquico queda una
huella que podemos llamar «huella mnémica». Y la función atinente a esa huella
mnémica la llamamos —«memoria».” (Freud, S. 2002, Vol. V, p. 531) Existen
infinidad de percepciones que el individuo registra a lo largo de su vida y
solo algunas dejan una marca en el inconsciente, sólo aquellas “que nos
produjeron un efecto más fuerte” (Freud, S. Vol. V, p. 533). La razón por la
que algunos estímulos quedan registrados con mayor intensidad está relacionada
con una función orgánica donde la memoria es determinante. Para subsistir, el
animal hombre requiere de bebidas, alimentos y calor; su carencia genera
sufrimiento que desaparece con su satisfacción. Cuando vuelve a presentarse la necesidad,
la psique reconoce el dolor de la sed, el hambre o el frío y lo asocia con el
placer que produce su mitigación, así es como Freud explica este proceso y
entiende el <i>deseo</i>. </span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Un componente esencial de esta vivencia es la
aparición de una cierta percepción (la nutrición, en nuestro ejemplo) cuya
imagen mnémica queda, de ahí en adelante, asociada a la huella que dejó en la
memoria la excitación producida por la necesidad. La próxima vez que esta
última sobrevenga, merced al enlace así establecido se suscitará una moción
psíquica que querrá investir de nuevo la imagen mnémica de aquella percepción y
producir otra vez la percepción misma, vale decir, en verdad, restablecer la
situación de la satisfacción primera. Una moción de esa índole es lo que llamamos
deseo; la reaparición de la percepción es el cumplimiento de deseo, y el camino
más corto para este es el que lleva desde la excitación producida por la
necesidad hasta la investidura plena de la percepción.</span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Nada nos impide suponer
un estado primitivo del aparato psíquico en que ese camino se transitaba
realmente de esa manera, y por tanto el desear terminaba en un alucinar. Esta
primera actividad psíquica apuntaba entonces a una <i>identidad, perceptiva,</i>
o sea, a repetir aquella percepción que está enlazada con la satisfacción de la
necesidad. (Freud, S., 2002, Vol. V, pp. 557-558)</span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Después de haber aclarado a qué se refiere
Freud con el término <i>huella mnémica</i> retomaremos lo relativo al lenguaje
y a qué se refiere cuando afirma que la representación palabra es un resto
mnémico<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los estímulos que llegan al sujeto en las
primeras etapas de su vida dejan su impresión y van configurando la estructura
psíquica. Los sentidos van percibiendo lo que llega del exterior para ser
articulado en el interior de la vida anímica. Lo que se ve, se escucha, se
huele y se siente va dejando su marca y, a partir de lo que se percibe se
configura el conocimiento, tanto en el consciente como en el inconsciente. Las
palabras que se escuchan se reciben como estímulos acústicos, dentro de la
infinidad de sonidos que la consciencia registra ya que en los primeros
momentos no existe <i>significado</i>.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Con el crecimiento, aquellos registros
acústicos primarios que se expresaron con palabras y que estuvieron asociados
con otros estímulos pasan a ser enlaces entre la consciencia y lo que permanece
reprimido en el inconsciente. Tomemos como ejemplo la palabra <i>mamá,</i> que
es de los primeros fonemas que escucha y luego reproduce el bebé. La palabra es
pronunciada por la misma madre cuando atiende a su hijo, cuando lo alimenta, lo
limpia y abraza. Cuando el pequeño emite el sonido <i>mamá</i>, que articula
como palabra, realiza una de las operaciones más complejas del aparato psíquico
en el que asocia el vocablo con las satisfacciones sensoriales que quedaron
registradas como huella. En este sentido, la palabra que se reproduce en la
consciencia se conecta con aquellas sensaciones que quedan reprimidas en el
inconsciente.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Lo que descubrió el psicoanálisis fue que los
pacientes, cuando describen sus afecciones, relatan sus sueños, reproducen sus
recuerdos y analizan sus experiencias verbalizando, están conectando su
consciencia con el inconsciente a partir de las huellas mnémicas de la
representación palabra. La cura consiste en ir liberando, por medio de la pronunciación,
las energías inconscientes que quedaron reprimidas. Para explicarlo retomemos
el ejemplo del paciente que relata un recuerdo o un sueño y habla de su madre
diciendo <i>mi mamá.</i> Lo que acompaña a la emisión del vocablo son todas las
cargas afectivas reprimidas en el inconsciente, están todas las sensaciones
primarias como hambre, sed o frío, pero también el rastro de su satisfacción y
del deseo lo cual va saliendo a flote por medio de la asociación con las otras
palabras que integran el relato. El proceso analítico consiste en poder
verbalizar todas aquellas energías reprimidas en el inconsciente y que enferman
al paciente. Al poder nombrarlas se hacen conscientes y se facilita su
atención.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: list 0cm left 7.1pt 14.2pt 21.3pt; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>Yo</i>, <i>ello</i> y <i>superyó</i></span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Para explicar el funcionamiento del aparato
psíquico, Freud habla de otra forma distinta de caracterizar las funciones y
que complementa la división entre consciente e inconsciente: las denomina: <i>yo</i>,
<i>ello</i> y <i>superyó</i> (Freud, S. 1993, Vol. XIX, pp.1-66).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La primera corresponde a la organización e
integración consciente, la segunda está conformada por las pulsiones y la
tercera a la de la <i>represión</i> de la que hablamos anteriormente. Para
poder comprender a cabalidad cómo se produce el proceso de identificación a
partir de la <i>representación palabra</i> es conveniente recuperar algunos
elementos de estas funciones.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Cuando uno se refiere a uno mismo como <i>yo</i>
se está realizando una operación compleja donde se agrupa y sintetiza lo que
identifica como propio separándolo de lo ajeno o extraño. Este posicionamiento
se realiza de manera consciente, pero contiene elementos que se relacionan con
el inconsciente y que corresponden, de acuerdo con esta caracterización, al <i>ello</i>
donde las pulsiones se reprimen por el <i>super yo</i>. Uno de los elementos
centrales que le adjudicamos al <i>yo</i> es el de la capacidad de controlar
las pulsiones. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">La represión evita que las pulsiones y traumas
amenacen al <i>yo</i>, este mecanismo es el que Freud denomina <i>superyó</i>.
En uno de sus libros, en donde describe cómo el hombre controla sus pulsiones
para vivir en sociedad, explica las características de esta función, lo hace
abriendo una pregunta: “¿De qué medios se vale la cultura para inhibir, para
volver inofensiva, acaso para erradicar la agresión contrariante?” (Freud, S.
2004, Vol. XXI, p.119) Y la respuesta que da es que: “la agresión es
introyectada, interiorizada, pero en verdad reenviada a su punto de partida;
vale decir: vuelta hacia el yo propio” (<i>Idem</i>). Lo que experimenta el
individuo cuando surge un deseo en donde lo pulsional, que se encuentra en el <i>ello</i>,
busca irrumpir y destruir así el equilibrio del <i>yo</i>, es una sensación
dolorosa e inhibidora que Freud define como <i>sentimiento de culpa</i>. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 42.55pt; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Llamamos «conciencia de culpa» a la tensión entre el superyó que
se ha vuelto severo y el yo que le está sometido. Se exterioriza como necesidad
de castigo. Por consiguiente, la cultura yugula el peligroso gusto agresivo del
individuo debilitándolo, desarmándolo, y vigilándolo mediante una instancia
situada en su interior, como si fuera una guarnición militar en la ciudad
conquistada. (Freud, S., 2004, Vol. XXI., pp.119-120) </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 42.55pt; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">El <i>yo</i> se constituye a partir de la
represión de las pulsiones que están en el <i>ello</i> por medio del <i>superyó</i>.
Para poder realizar nuestras actividades, mantener vínculos sociales, realizar
proyectos y procurar una vida satisfactoria, debemos controlar los deseos y los
impulsos que amenazan nuestra integridad y la de los que nos rodean. Desde el
estrato pulsional, los <i>otros</i> se nos presentan como rivales potenciales u
objetos de deseo que, de no ser por la instancia inhibidora, tenderíamos a
agredir o abusar de ellos. De manera consciente nos reprimimos con la sensación
de controlar, aunque sea parcialmente, las demandas pulsionales.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 42.55pt; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">La importancia funcional del yo se expresa en el hecho de que
normalmente le es asignado el gobierno sobre los accesos a la motilidad. Así,
con relación al ello, se parece al jinete que debe enfrenar la fuerza superior
del caballo, con la diferencia de que el jinete lo intenta con sus propias
fuerzas, mientras que el yo lo hace con fuerzas prestadas. Este símil se
extiende un poco más.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así como al
jinete, si quiere permanecer sobre el caballo, menudo no le queda otro remedio que
conducirlo adonde este quiere ir, también el yo suele trasponer en acción la
voluntad del ello como si fuera la suya propia. (Freud, S., 1993, Vol. XIX,
p.27)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><a name="_Hlk92185959"></a><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">El resultado del control de las pulsiones que ejerce el <i>yo</i>
por medio del <i>superyó</i> se entiende, a nivel consciente, como <i>consciencia
moral</i>, en donde lo permitido se considera <i>bueno</i> y lo prohibido <i>malo</i>.
Los valores morales, que guían la vida de los individuos y regulan la
convivencia social, son producto de <i>representaciones palabra</i> fijadas en
la conciencia en los primeros años de la vida. La voz de la madre fija los
parámetros de la moral cuando asocia lo bueno con su complacencia y lo malo con
su rechazo. La incorporación de la figura del padre, introducida por la madre,
tiene la función de personificar la instancia del <i>superyó</i> y traducir el
sentimiento de culpa en miedo a la autoridad. Dicho de otra manera, las
represiones de lo pulsional se convierten en leyes que establece el padre y
cuyo cumplimiento obedece al miedo de ser castigados por él. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La ley del padre</span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">El descubrimiento de la <i>figura del padre</i>, introducida por
la voz de la madre, y su relación con la represión del deseo le permitieron a
Freud comprender el funcionamiento del <i>superyó</i>. Relacionó la exploración
que hizo del desarrollo de la civilización a partir del tabú del incesto
(Freud, S., 2002, Vol. XIII) con lo que aparecía en las terapias: la
vinculación entre deseos y angustias que se manifestaban como miedos a la
retaliación, donde la <i>figura del padre</i> aparecía como amenaza. En
realidad, esta personificación obedece a una <i>representación palabra</i> de
la respuesta inconsciente negativa en forma de sentimiento de culpa, donde la
represión opera para proteger al sujeto. La ley moral, que se verbaliza a
partir del lenguaje, tiene su origen en la misma estructura de la psique, a
esto se refiere Lacan cuando dice que la Ética:</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Comienza en el momento en que el sujeto plantea la
pregunta sobre ese bien que había buscado inconscientemente en las estructuras
sociales -y donde, al mismo tiempo, es llevado a descubrir la vinculación
profunda por la cual lo que se le presenta como ley está estrechamente
vinculado con la estructura misma del deseo. Si no descubre de inmediato ese
deseo último que la exploración freudiana descubrió bajo el nombre de deseo del
incesto, descubre qué articula su conducta de manera tal que el objeto de su
deseo se mantenga siempre para él a distancia (Lacan, J., 2007, p.96) </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">No se trata de una prohibición que hace el padre real o de una
amenaza de retaliación si se viola el tabú del incesto; ésta sería una
explicación burda e incorrecta de lo que el psicoanálisis entiende por <i>superyó</i>.
La ley moral responde, más bien, al mecanismo psíquico por medio del cual
evitamos que nuestras pulsiones nos destruyan y la manera en la que, por medio
de <i>representaciones palabra</i>, se articulan estos mecanismos como
prohibiciones que se configuran como leyes. Lacan (2007, p.11) lo explica de la
siguiente manera:</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">La experiencia moral como tal, a saber, la referencia a
la sanción, coloca al hombre en cierta relación con su propia acción que no es
sencillamente la de una ley articulada, sino también la de una dirección, una
tendencia, en suma, un bien al que convoca, engendrando un ideal de conducta.
Todo esto constituye también, hablando estrictamente, la dimensión ética y se
sitúa más allá del mandamiento, es decir, más allá de lo que puede presentarse
con un sentimiento de obligación. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">El psicoanálisis nos permite comprender cómo funciona el aparato
psíquico y el papel de la represión de las pulsiones en la configuración del
sujeto y su interacción colectiva. Su acercamiento al tema, como ya se mencionó
anteriormente, es desde la clínica y se sustenta en el material que aparece en
el análisis de los pacientes. Es en este ámbito en donde se ha descubierto el
funcionamiento de la consciencia y el lugar que ocupa el inconsciente; es
también en este terreno donde se pudieron determinar las condiciones que
permiten la adquisición y desarrollo del lenguaje y de la formación de la
conciencia moral. Todo este aprendizaje ha permitido trascender el plano del
análisis individual para pasar al análisis del lenguaje como expresión
colectiva.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 0cm 14.2pt; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">La deconstrucción derridiana</span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">La transición de lo individual a lo colectivo en el estudio
psicoanalítico de la cultura se fundamenta en el papel del lenguaje y de su
transmisión por lo que, en el desarrollo de sus investigaciones, se abordaron
los aspectos relativos a las narrativas que constituyen la consciencia
colectiva. Uno de los pensadores que se abocó al estudió del vínculo entre
identidad y lenguaje fue el filósofo Jacques Derrida. Su aproximación, a
diferencia de la del médico, no parte de la clínica ni del testimonio de los
pacientes, sino más bien del estudio de los textos, lo que lo conduce por una
ruta de exploración distinta. Lo que podremos constatar a continuación, cuando
comparemos las conclusiones de ambos, son sus afinidades en lo relativo al tratamiento
del tema de la <i>identidad</i>.</span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: list 0cm left 7.1pt 14.2pt 21.3pt; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Confesar lo inconfesable</span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 200%; margin-top: 12.0pt; text-indent: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jacques Derrida desarrolló
una filosofía en donde, a partir de un análisis deconstructivo del lenguaje,
logró establecer la manera en la que se instrumentan los mecanismos de
dominación por medio de las identificaciones y cómo se transmiten a partir de
las palabras. En este sentido afirmaba, en un texto que se publicó en 1996 con
el título <i>El monolingüismo del otro, o la prótesis de origen</i>: “</span><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Toda cultura es originariamente
colonial. No consideremos únicamente la etimología para recordarlo. Toda
cultura se instituye por la imposición unilateral de alguna “política” de la
lengua. La dominación, es sabido, comienza por el poder de nombrar, de imponer
y de legitimar los apelativos” (Derrida, J. ,1997, p.12) </span><span lang="ES" style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Derrida nació en El-Biar Argelia en 1930, que
en esa época era una colonia francesa. Su familia era parte de la comunidad
judía marginada tanto por musulmanes como por cristianos. Durante la Segunda
Guerra Mundial fueron víctimas de discriminación por el régimen pronazi. Unos
años después del fin de la guerra, en 1952, viajó a París, en donde estudio
filosofía; ahí vivió y murió en el 2004. Para comprender su postura con
respecto a sus identificaciones recuperaremos un fragmento de la conferencia
que presentó en un <i>Coloquio de intelectuales judíos de lengua francesa</i>
que se desarrolló en París en 1998; en esa ocasión se refirió al tema de la
siguiente manera:</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">“A
propósito del «declararse judío», prefiero confiarles, y quizá confesar, que
esas necesidades filosóficas que se me han impuesto en primer término a través
de la modesta experiencia de alguien que, antes de convertirse en lo que llaman
ustedes un «intelectual judío de lengua francesa» fue un joven judío de la
Argelia francesa entre tres guerras (antes, durante y después la Segunda Guerra
Mundial, antes, durante y después de la llamada Guerra de Argelia). En un país
en el que el número y la diversidad de comunidades históricas eran tan amplios
como en Jerusalén, de Este a Oeste, ese niño judío sólo podía soñar en una
pacífica multipertenencia cultural, lingüística, nacional, incluso, a través de
la experiencia de la no – pertenencia; separaciones, rechazos, rupturas,
exclusiones. Si no me prohibiese a mí mismo todo discurso largo en primera
persona (pero ¿puede haber un « vivir juntos » que no sea entre
« primeras personas »?), describiría el movimiento contradictorio
que, en el momento del celo antisemita de las autoridades francesas en Argelia
durante la guerra, ha empujado a un niño, expulsado del colegio sin comprender
nada, a sublevarse, para siempre, contra dos maneras de « vivir
juntos »: a la vez contra la gregariedad racista, y así, la segregación
antisemita, pero también, más oscuramente, más inconfesablemente sin duda,
contra el encierro de conservación, de autoprotección de una comunidad judía
que, pretendiendo <i>naturalmente, legítimamente</i>, defenderse, constituir o
reconstituir su conjunto frente a esos traumatismos, se replegaba sobre sí
misma, afanándose en lo que yo resentía ya como una especie de comunitarismo
exclusivo, incluso funcional. Creyendo empezar a comprender lo que podía querer
decir «vivir juntos», el niño del <a name="_Hlk107652128">que hablo tuvo que
romper entonces, de forma tanto irreflexiva como reflexiva, por los dos lados,
con esos dos modos de pertenencia exclusivos, y en consecuencia excluyentes.</a><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span style="mso-bookmark: _Hlk107652128;"><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="mso-bookmark: _Hlk107652128;"> </span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk107652128;"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En esta
confesión, el filósofo anunció que abordaría el tema de las identificaciones y
su relación con el lenguaje desde el análisis de su biografía, lo cual deja
claro que para él estas cuestiones debían ser revisadas por el sujeto
investigando su propia genealogía en la formación de su <i>yo</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En este sentido vemos como el método
deconstructivo propuesto por Derrida coincide con el psicoanálisis en el papel
del autoanálisis. Todos estos datos biográficos son relevantes ya que, como lo
expuso él mismo, vivió siempre en una suerte de exilio lingüístico, donde
aquello que lo hacía <i>ser</i>, refiriéndose al lenguaje, era, al mismo
tiempo, aquello que lo enajenaba. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: list 0cm left 7.1pt 14.2pt 1.0cm; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Derrida y el<i>
monolingüismo del otro</i></span></b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">En
el texto <i>El monolingüismo del otro</i>, citado anteriormente, y hablando de
sí mismo en tercera persona, Derrida afirmaba lo siguiente: “El monolingüe del
que hablo habla una lengua de la que está <i>privado.</i> El francés no es la
suya. Debido a que está por lo tanto privado de <i>toda</i> lengua y ya no tiene
otro recurso –ni el árabe, ni el berebere, ni el hebreo, ni ninguna de las
lenguas que habrían hablado los ancestros–.” (Derrida, J., 1997, p.101) </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">El punto de partida de Derrida, dada su propia
experiencia, es la de enajenación y apropiación simultanea del vehículo
formador de la identidad: la lengua.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Como veremos a continuación, la escritura
derridiana se elaboró a partir de la enunciación de un sistema complejo de
paradojas y aporías en las que se exhibía lo <i>no dicho en lo dicho</i>. Para
comprender esta forma de expresión habrá que considerar la teoría
psicoanalítica del lenguaje que expusimos anteriormente y en la cual se expone
como las palabras, que se van integrando en la formación del <i>yo</i>,
reprimen y liberan, inhiben y subliman las energías que surgen del
inconsciente. Al nombrar se ejerce la dominación, pero también se establece una
suerte de resistencia frente a la pretensión de establecer una verdad. La
manera en la que Derrida reprodujo este movimiento paradójico que genera todo
enunciado discursivo es lo que entiende por <i>deconstrucción</i> ya que en él
se evidencia la imposibilidad de imponer un sentido único. Es así como el
filósofo, de manera deconstructiva, explicó su exilio-morada del lenguaje, que,
viviendo siempre de afuera, lo constituía. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;"><span lang="ES">“Soy monolingüe.” Mi monolingüismo mora en mí y lo llamo morada; lo
siento como tal, permanezco en él y lo habito. Me habita. (1997, p.13) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; mso-list: l2 level1 lfo2; tab-stops: list 0cm left 14.2pt 42.55pt; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">Nunca se habla más que una sola lengua.</span></i><span lang="ES"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; mso-list: l2 level1 lfo2; tab-stops: list 0cm left 14.2pt 35.45pt 42.55pt; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">Nunca se habla una sola lengua</span></i><span lang="ES"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; mso-list: l1 level1 lfo3; tab-stops: list 0cm left 14.2pt 35.45pt 42.55pt; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">Nunca se habla más que una sola lengua, o más bien un
solo idioma</span></i><span lang="ES"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt; mso-list: l1 level1 lfo3; tab-stops: list 0cm left 14.2pt 35.45pt 42.55pt; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">Nunca se habla una sola lengua, o más bien no hay idioma
puro</span></i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-style: italic;"> (1997, pp.
20-21)</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="margin-top: 12.0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 200%; margin-top: 12.0pt; text-indent: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-style: italic;">La situación en la que
vivió, y su muy particular experiencia, lo llevaron a tomar esta distancia con
respecto a la adquisición y uso del lenguaje, condición que definió como: <i>monolingüismo
del otro</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El que hablaba era <i>él</i>,
pero al mismo tiempo, al pronunciar cada palabra la identificaba con <i>lo otro</i>,
que le venía de afuera; dicho de otra manera, afirmaba que uno no tenía más que
una lengua, la propia, y al mismo tiempo reconocía que era impuesta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El
monolingüismo del otro sería <i>en primer lugar</i> esa soberanía, esa ley
llegada de otra parte, sin duda, pero también y en principio la lengua misma de
la Ley. Y <span style="mso-bidi-font-style: italic;">la </span>Ley como Lengua.
Su experiencia sería aparentemente <i>autónoma,</i> porque debo hablar esta ley
y adueñarme de ella para entenderla <i>como si</i> me la diera a mí mismo; pero
sigue siendo necesariamente -así lo quiere, en el fondo, la esencia de toda
ley- <i>heterónoma.</i> La locura de la ley alberga su posibilidad
permanentemente en el hogar de esta auto-heteronomía. (Derrida, J., 1997, p.58)</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 200%; margin-top: 12.0pt; text-indent: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-style: italic;">Se podría argumentar que
el caso específico de Derrida no es representativo de la condición humana y por
lo mismo no deja de ser anecdótico. Sin embargo, lo que encontró el
psicoanálisis en sus investigaciones, como lo expusimos anteriormente, es que
la adquisición del lenguaje en los primeros años de vida se produce al asociar
los estímulos acústicos externos con los procesos fisiológicos internos,
proceso que deja huellas y orienta la manera de comportarse. Viene de <i>otra
parte</i> y se instaura como propia, se recibe como ley externa </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">heterónoma</span></i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-style: italic;"> y se adopta como propia </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">autónoma.</span></i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-style: italic;"> Este proceso se presenta en todas
las personas por lo que las reflexiones autobiográficas del filósofo no se
restringen a su situación individual. Lo que sí sucedió, en su caso, es que las
condiciones especiales que vivió le permitieron tener una perspectiva distinta
a la de la mayoría de las personas que no experimentan el distanciamiento con
la lengua que hablan. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 200%; margin-top: 12.0pt; text-indent: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-style: italic;">La experiencia de ser un
exiliado de su propia lengua llevó a Derrida a evidenciar un mecanismo similar
con otros elementos constitutivos de la cultura con los que nos identificamos.
Por medio de la <i>palabra</i>, que presuponemos que surgió en nosotros pero
que en realidad nos viene de afuera y se nos impone como ley, se nos fomenta el
nacionalismo y la religión, o se nos adscribe en cierta tradición y se nos
reconoce una determinada ciudadanía.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Este proceso, que el filósofo define como <i>colonizador</i>, aludiendo
al ámbito político, opera desde el interior de la subjetividad a partir del uso
de la lengua <i>propia</i> que nos viene de <i>otro</i>. </span><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El
monolingüismo impuesto por el otro opera fundándose en ese fondo, aquí por una
soberanía de esencia siempre colonial y que tiende, reprimible e
irreprimiblemente, a reducir las lenguas al Uno, es decir, a la hegemonía de lo
homogéneo. Se lo comprueba por doquier, allí donde esta homo-hegemonía sigue en
acción en la cultura, borrando los pliegues y achatando el texto. Para ello, el
mismo poderío colonial, en el fondo de su fondo, no necesita organizar
iniciativas espectaculares: misiones, religiosas, buenas obras filantrópicas o
humanitarias, conquistas de mercados, expediciones militares o genocidas.<a name="_Hlk105147934"> (Derrida, J., 1997, p. 58) </a></span><span style="mso-bookmark: _Hlk105147934;"></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyTextIndent" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En la
revisión deconstructiva que presenta Derrida se encuentra con aquello que Freud
ya había entendido: que todo proceso civilizatorio se acompaña de un componente
de violencia y que, para que el <i>yo</i> se entienda en la <i>hospitalidad</i>
de su propia casa, debe advertir que la <i>hostilidad</i> del <i>otro</i>
también lo constituye. Por medio de un rastreo filológico nos muestra cómo en
el mismo lenguaje podemos encontrar las marcas o huellas de esta realidad
paradójica en la que solamente puede producirse <i>identidad</i> en el
reconocimiento de su <i>otredad</i> y que la certeza de <i>lo propio</i> está
condicionada por la presencia amenazante de <i>lo ajeno</i>. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Nuestra cuestión es siempre la
identidad. ¿Qué es la identidad, ese concepto cuya transparente identidad
consigo misma siempre presupone dogmáticamente en tantos debates sobre monoculturalismo
o el multiculturalismo, sobre la nacionalidad, la ciudadanía, la pertenencia en
general? Y antes que la identidad del sujeto, ¿qué es la ipsidad? Ésta no se
reduce a una capacidad abstracta de decir “yo” [“<i>je”</i>], en una cadena
donde el “<i>pse</i>” de <i>ipse</i> ya no se deja disociar del poder, el
dominio o la soberanía del <i>hospes</i> (me refiero aquí a la cadena semántica
en obra tanto en la hospitalidad como en la hostilidad: <i>hostis, hospes,
hosti-pet,posis, despostes,^ potere, potis sum, possum, pote est, potest, pot
sedere, possidere, compos,</i> etcétera).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> </span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: list 0cm left 14.2pt 1.0cm; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mal de archivo</span></b><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Después de haber abordado el papel del lenguaje en la
formación de las identificaciones, Derrida se ocupó también de aquello que
Freud definió como huellas mnémicas, recurriendo a su análisis deconstructivo
del lenguaje en un texto que tituló <i>Mal de archivo: una impresión Freudiana </i>(1997a).
El libro fue el resultado de una polémica que surgió a partir de lo que el
historiador </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Yosef Haim Yerushalmi escribió en su libro: </span><i><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">El Moisés de Freud: judaísmo terminable e interminable </span></i><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">(Yerushalmi, 1996)<i> </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>publicado
en 1991.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Lo
que se aborda en este fecundo debate es el tema del psicoanálisis y la
identidad judía y que parte del análisis de lo que escribió Freud en su último
libro titulado <i>Moisés y la religión monoteísta</i> (Freud, S., 2004, Vol.
XXIII)<i>,</i> publicado en 1939. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En este trabajo podemos observar como la aproximación
filosófica de Derrida complementa lo que la mirada del médico descubrió en su
consultorio. Al referirse a los hallazgos del psicoanálisis con respecto a la
formación de la identidad y lo que se impone como obligación de <i>ser</i>,
afirmó que </span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES;">“<i>por una parte,</i> nadie ha aclarado mejor que Freud
eso que hemos llamado el principio arcóntico del archivo, lo que en el archivo
supone no como <i>arkhé</i> originario sino el <i>arkhe</i> nomológico de la
ley, de la institución, de la domiciliación, de la filiación. Nadie ha
analizado mejor que él, vale decir también deconstruido, la autoridad del
principio arcóntico.”(Derrida, J., 1997a, p.102) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">El análisis filológico concuerda con los diagnósticos médicos
que permiten el tratamiento de las enfermedades de carácter mental o emocional;
en los dos acercamientos metodológicos el tema de las identificaciones ocupa un
lugar central. En el análisis deconstructivo del lenguaje que realiza Derrida
lo que surge es muy revelador ya que muestra cómo todo proceso, individual o
colectivo, que tiene como propósito buscar la «identidad» en un determinado
origen o principio, está determinado por un mandato que obliga a recordar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt;">“No
comencemos por el comienzo, ni siquiera por el archivo. Sino por la palabra
« archivo » - y por el archivo de una palabra tan familiar. <i>Arkhé</i>,
recordemos, nombra a la vez el <i>comienzo</i> y el <i>mandato</i>. Este nombre
coordina aparentemente dos principios en uno: el principio según la naturaleza
o la historia, <i>allí donde</i> las cosas <i>comienzan </i>–principio físico,
histórico u ontológico-, mas también el principio según la ley, <i>allí donde </i>los
hombres y los dioses <i>mandan, allí donde</i> se ejerce la autoridad, el orden
social, <i>en ese lugar</i> desde el cual el <i>orden</i> es dado – principio
nomológico.” (1997a, p.9) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Desde esta perspectiva se podría afirmar que la configuración
de las <i>identidades</i> a partir de las <i>identificaciones</i> responde
siempre al llamado de una <i>voz</i> que nos instruye desde el interior de
nuestra conciencia pero que viene de afuera, de un <i>otro</i> que alucinamos
como <i>propio</i>. La obligación de <i>ser</i> y la exigencia de <i>pertenecer</i>,
que acompañan las reivindicaciones religiosas, comunitarias o culturales son
mandatos arcónticos que al obedecer nos enajenan. La necesidad de escapar a
este mecanismo, y al no poder conseguirlo, volver compulsivamente a intentarlo,
repitiendo el ciclo una y otra vez, es lo que Derrida denomina <i>mal de
archivo</i>:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Lo turbio del archivo se debe a un mal de
archivo. Nos puede el (mal de) archivo <i>(Nous sommes en mal d’archivé).</i>
Escuchando el idioma francés, y en él el atributo «mal de», que nos pueda el <i>(mal
dé)</i> archivo puede significar otra cosa que padecer un mal, una perturbación
o lo que el nombre «mal» pudiera nombrar. Es arder de pasión. No tener
descanso, interminablemente, buscar el archivo allí donde se nos hurta. Es
correr detrás de él allí donde, incluso si hay demasiados, algo en él se
anarchiva. Es lanzarse hacia él con un deseo compulsivo, repetitivo y
nostálgico, un deseo irreprimible de retorno al origen, una morriña, una
nostalgia de retorno al lugar más arcaico del comienzo absoluto. Ningún deseo,
ninguna pasión, ninguna pulsión, ninguna compulsión, ni siquiera ninguna
compulsión de repetición, ningún «mal-de» surgirían para aquel a quien, de un
modo u otro, no le pudiera ya el (mal de) archivo.(p.98) </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">La búsqueda de un origen o principio que nos defina como
sujetos y como miembros de un colectivo y una tradición, nos conduce a un lugar
donde lo que se exhibe es lo contrario a lo esperado, es decir la inexistencia
de todo aquello que se supone debería estar. La <i>voz interna</i> donde el<i>
yo </i>se reconocía como<i> uno </i>se termina identificando con <i>lo externo</i>,
<i>lo otro</i> aquello que, desde el exterior me mandata a <i>ser</i> lo que
estoy obligado a <i>ser</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así lo
entendió Derrida en lo relativo a sus propias identificaciones, lo podemos
constatar en las palabras que pronunció en el <i>Coloquio de intelectuales
judíos de lengua francesa</i> que citamos anteriormente. Como lo anuncia el
título del encuentro, se le invitó por considerarlo un <i>judío</i> que hablaba
francés y él aceptó la invitación. No negó que fuera judío o francoparlante,
pero problematizó sus identificaciones aclarando que en su niñez: “tuvo que
romper entonces, de forma tanto irreflexiva como reflexiva, por los dos lados,
con esos dos modos de pertenencia exclusivos, y en consecuencia excluyentes.
(Derrida, J., 2002, pp. 162-3) Y, sin embargo, a pesar de haber roto, se
presentaba ahí.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: list 0cm left 21.3pt; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La apropiación como resultado de la
deconstrucción. <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Con su presentación en el coloquio, Derrida aceptó la
paradoja inherente a todo proceso de identificación. Como lo expuso en su
participación, la manera de abordar el <i>mal de archivo</i> debía partir del
reconocimiento propio de la necesidad psíquica “</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">buscar el
archivo allí donde se nos hurta”. Él no podía ocultarse a sí mismo que, con la
palabra <i>judío</i>, con la que se le llamaba desde una voz exterior, se
detonaba el mecanismo interno que le ordenaba <i>serlo</i> y advertía que su
negación traería como consecuencia una retaliación producida por el sentimiento
de culpa. Algo similar le sucedía con la lengua francesa con la que elaboraba
sus pensamientos y expresaba sus ideas, concientemente reconocía que le fue
impuesta, la identificaba con lo exterior, lo ajeno y la opresión, pero era la
única que tenía y no podía dejar de pensar, hablar y escribir por medio de ella.
Para los judíos argelinos no había otra posibilidad:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En cuanto a la lengua, en sentido restringido,
ni siquiera podíamos recurrir a algún sustituto familiar, a algún idioma
interior a la comunidad judía, a una especie de lengua de retiro que hubiera
asegurado, como el yiddish, un elemento de intimidad, la protección de una
“casa propia” contra la lengua de la cultura oficial, una ayuda complementaria
en situaciones sociosemióticas diferentes. El “ladino” no se practicaba en la
Argelia que yo conocí, en particular en las grandes ciudades corno Argel, donde
estaba concentrada la población judía. (1997, pp.77-78)</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La solución que propone
Derrida es la <i>deconstrucción</i>: una toma de distancia, una suerte de
desdoblamiento en la que el sujeto, <i>desbarata</i> la lengua que lo busca
enajenar, la <i>reconfigura</i> y se apropia de ella. Este proceso es factible
por la manera en la que opera el lenguaje, en su sentido antinómico, paradójico
y aporético, que señalamos anteriormente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La “escritura”, sí: entre otras
cosas, se designaría así cierto modo de apropiación amante y desesperada de la
lengua, y a través de ella de una palabra tan interdictoria como interdicta (la
francesa fue ambas cosas para mí), y a través de ella de tomo idioma
interdicto, la venganza amorosa y celosa de un nuevo adiestramiento que intenta
restaurar la lengua, y creo que reinventarla a la vez, darle por fin una forma
(en principio deformarla, reformarla, transformarla), y de tal modo hacerla
pagar el tributo de la interdicción o, lo que sin duda viene a ser lo mismo,
satisfacer ante ella el precio de la interdicción.(1997, p.51) </span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Por medio de la escritura,
el filósofo se apropia de la lengua materna que le fue transmitida desde el
exterior como suya, haciendo alusión al terreno del erotismo se refería a este
proceso como “apropiación amante y desesperada” de la palabra prohibida. Para
comprender lo que esto significa entendamos que la interdicción de la que
hablaba en esta conferencia se relaciona con el uso del idioma francés en el
que le habló su madre pero que era la lengua del antisemita que lo marginaba y
le negaba sus derechos. Las palabras tenían una resonancia cargada de
ambigüedad, eran las voces amorosas de casa y al mismo tiempo los sonidos del
odio y la exclusión. El adulto se rebela y desconoce el <i>edicto</i> que
pretende expulsarlo de su propia lengua y como “venganza amorosa” se convierte
en un artífice de la palabra adentrándose en sus secretos y mostrando que nadie
puede adjudicarse su derecho de propiedad. El judío argelino se apropia del francés
y lo deconstruye de tal manera que nadie puede adjudicárselo en una apropiación
excluyente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En el caso concreto de
Derrida entendemos que se refería a la relación con la lengua del colono
francés antisemita, pero podemos ver como su reflexión buscaba alcanzar un
plano universal entendiendo su experiencia individual como un caso extremo de
aquello que le sucede a todas las personas<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
En la mayoría de los casos no resulta para nada evidente que el lenguaje que se
habla tiene un origen exterior y se transmite como mandato arcóntico; sin
embargo, para el filósofo, el mecanismo de identificación por medio de la
palabra opera, como lo entendió el psicoanálisis, por la manera en la que se
adquiere el lenguaje en la infancia independientemente de los entornos
sociales. Lo que sucedió en su caso concreto fue que su experiencia de
marginación lo confrontó con aquello que no resulta tan evidente para la gran
mayoría que no sufre una exclusión tan radical.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La deconstrucción derridiana
debe entenderse como una reconfiguración de las <i>identificaciones</i> a
partir de la apropiación del lenguaje. Pensamos, hablamos y escribimos por
medio de palabras que, desde que las adquirimos, nos dicen quiénes <i>somos</i>
a partir de qué <i>no somos</i>, está contradicción nos persigue siempre y nos
conduce al <i>mal de archivo</i>, a la delirante compulsión de inventarnos un
origen que <i>sabemos</i> (inconscientemente) que no existe. Derrida nos abre
una manera de entendernos como los artífices de este lenguaje particular que,
desde lo no dicho, nombra todo lo que elegimos <i>poder ser</i> en constante
rebelión con la obligación de <i>tener que ser</i>. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 0cm left 7.1pt 14.2pt; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Conclusiones:</span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Después de esta breve revisión de lo que
significa la <i>identidad</i>, tanto para el psicoanálisis como para la
deconstrucción, podemos comprender mejor porque este tema ha ocupado las
reflexiones de los hombres de distintas tradiciones culturales a lo largo de
milenios y también por qué no existe una repuesta definitiva a los
cuestionamientos que suscita. Como pudimos constatar las creencias
generalizadas en la existencia de sustratos reales para las identidades
culturales, nacionales o religiosas se sostienen en imaginarios. En las
tradiciones religiosas se le adjudica a un ente metafísico la elección de sus
fieles mientras que los nacionalistas recurren a componentes químicos de la
sangre o fuerzas espirituales secularizadas, tenemos también a los que buscan
cimentar sus identificaciones en factores como el territorio, la lengua o las
expresiones culturales. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Lo que pudimos colegir de nuestra exploración
es que la manera en la que opera el aparato psíquico produce un efecto de
búsqueda compulsivo e inagotable de un objeto de identificación que
inconscientemente se sabe inexistente. El análisis del funcionamiento del
lenguaje se suma a esta conclusión y encuentra que, en la palabra transmitida,
se reproduce esta operación definida como <i>mal de archivo</i>. La adquisición
del habla y su transmisión reproducen este mecanismo que impone una obediencia
sin cuestionamiento al origen incierto con el que se nos mandata la
identificación: debemos creer en ese dios único, amar a la patria y ser dignos
herederos de la sangre que corre por nuestras venas.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-top: 12.0pt;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Lo que también pudimos aprender de estas
aportaciones teóricas es la manera de enfrentarnos a estos dispositivos por
medio del mismo lenguaje que los articula. La apropiación de la palabra nos
permite enfrentar la irracionalidad con la que opera el mandato inconsciente,
al <i>nombrar lo innombrable</i> desaparece el espectro del <i>padre</i>
amenazador permitiéndole al <i>yo</i> decidir sobre su destino. La
deconstrucción del lenguaje nos permite identificar la violencia que encierra
el mandato arcóntico y apropiarnos de la lengua que nos fue impuesta para
transformarla en un llamado a la hospitalidad.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 200%; margin-top: 12.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 0cm left 14.2pt; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">6.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Bibliografía citada:</span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Anderson,
B. (1993) <i>Reflexiones sobre el origen y la difusión del Nacionalismo</i><b>,
</b>traducción de Eduardo L. Suárez, Fondo de Cultura Económica, México, 1993. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;"><i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Éxodo</span></i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">, 3- 13-14, en (1983) <i>Humash Ha-Mercaz: Libro de la Torah y las
Haftarot</i><b>, </b>con traducción, comentario, explicaciones introducción y
glosario<i> </i>por<i> </i>Rabbi Meir Matzliah Melamed<b>, </b>Centro Educativo
Sefaradí de Jerusalem<b>, </b>Jerusalem.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">Derrida, J. (2002) “Confesar- Lo
Imposible. « Retornos »Arrepentimiento y Reconciliación<i>”</i> en,
Reyes Mate (ed.) (2002) <i>La Filosofía después del Holocausto</i><b>, </b>edición
confiada al cuidado de Alberto Sucasas, versión castellana de Patricio
Peñalver, Riopiedras Ediciones, Barcelona. pp. 149-181.<span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">________ (1997) <i>El Monolingüismo del otro, o la
prótesis de origen</i><b>, </b>traducción de Horacio Pons, Manantial, Buenos
Aires.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">_________ (1997a)</span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"> <i>Mal de archivo; Una
impresión Freudiana</i><b>,</b> Traducción de Paco Vidarte, Editorial Trota,
Madrid.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Freud, S.
(2004) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El malestar en la Cultura</i>, en,
<i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Obras completas</span></i>, <i>vol.
XXI,</i></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"> </span></b><a name="_Hlk110337888"><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-latin;">ordenamiento,
comentarios y notas de James Strachey, con la colaboración de Anna Freud,
traducción de José L. Etcheverry</span></a><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-latin;">,</span><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Amorrortu
Editores, Buenos Aires.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">________
(1993), <i>El Yo y el Ello,</i> en, <a name="_Hlk109991649"><i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Obras completas, volumen XIX</span></i>, </a></span><span style="mso-bookmark: _Hlk109991649;"><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-latin;">ordenamiento, comentarios y
notas de James Strachey, con la colaboración de Anna Freud, traducción de José
L. Etcheverry, </span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk109991649;"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Amorrortu Editores, Buenos Aires.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">_________
(2002) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La interpretación de los sueños, </i>en,
</span><i><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Obras completas</span></i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">, </span></b><i><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-latin;">volúmenes IV y V,</span></i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"> </span></b><a name="_Hlk110337093"><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-latin;">ordenamiento, comentarios y notas de James Strachey,
con la colaboración de Anna Freud</span></a><span style="mso-bookmark: _Hlk110337093;"><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">, <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">traducción de José L. Etcheverry</span></span></span><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-latin;">, </span><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Amorrortu
Editores, Buenos Aires.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">__________
(2004)<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Moisés y la religión monoteísta</i>,
en <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Obras Completas,</span></i> <i>Vol.
</i></span><i><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">XXIII</span></i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">, </span><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-latin;">ordenamiento, comentarios y notas de James Strachey,
con la colaboración de Anna Freud</span><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">, <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">traducción
de José L. Etcheverry</span></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">, Amorrortu Editores, Buenos
Aires.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt;">___________
(2002a), <i>Tótem y Tabú, </i>en<i> Obras Completas</i><b>, </b><i>volumen XIII</i>,
ordenamiento, comentarios y notas de James Strachey, con la colaboración de
Anna Freud<i>,</i></span><span style="mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-weight: bold;"> </span><span lang="PT-BR" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-weight: bold;">traducción de José L. Etcheverry, </span><span style="font-size: 12.0pt;">Amorrortu Editores<i>, </i>Buenos Aires<i>.</i></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Hobsbawm,
E. ( 2000) <i>Naciones y nacionalismo desde 1780</i>, Crítica, Barcelona.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Lacan,
J. (2007) <i>La Ética del Psicoanálisis 1959 – 1960</i>, en, <i>El seminario de
Jacques Lacan Libro 7</i>, Texto Establecido Por Jacques-Alain Miller
traducción de Diana S. Rabinovich, Ediciones Paidós, Buenos Aires – Barcelona
México.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Parménides
(1962) <i>Poema, fragmento 3,</i> versión de<i> </i>García Bacca, J.P.<i> El
poema de Parménides</i>, México.</span><b><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pilatowsky, M (2014) <i>Las voces desterradas,</i></span>
<i><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">reflexiones en torno a los imaginarios judíos. </span></i><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Prólogo
de Alberto Sucasas<i>, </i>Plaza y Valdés Fes Acatlán, México.</span><b><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Yerushalmi, Y. H. (1996</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-language: ES-TRAD;">)</span><span class="NotaalpieCursiva"><span style="color: black; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-language: ES-TRAD;">
El Moisés de Freud; judaísmo Terminable e Interminable, </span></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Traducción Horacio Pons, Nueva
Visión, Buenos Aires.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Mauricio Pilatowsky Braverman<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Calle
Parral #78, interior 502. Colonia Condesa, Alcaldía Cuauhtémoc, CDMX, CP.
06140.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><a href="mailto:mauripila@gmail.com"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">mauripila@gmail.com</span></a><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><a href="mailto:mauripila@comunidad.unam.mx"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">mauripila@comunidad.unam.mx</span></a><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;"><a href="http://mauriciopilatowsky.blogspot.com/"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">http://mauriciopilatowsky.blogspot.com/</span></a><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 18.0pt; mso-add-space: auto;"><b><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<a name="_Hlk109987008">Parménides, <i>Poema, fragmento 3,</i> versión de
García Bacca,<i> </i>J. P. García Bacca (1962)<i> El poema de Parménides, </i>México</a>.<i><o:p></o:p></i></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<a name="_Hlk109987645111"><i>Éxodo</i>, 3- 13-14</a>. Consultamos la siguiente
versión: <a name="_Hlk109991051111"><i>Humash Ha-Mercaz: Libro de la Torah y
las Haftarot</i>, con traducción, comentario, explicaciones, introducción y
glosario<i> por </i>Rabbi Meir Matzliah Melamed (1983), Centro Educativo
Sefaradí de Jerusalem, Jerusale</a>m<b>.<o:p></o:p></b></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Ver: Anderson, B. (1993), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Reflexiones
sobre el origen y la difusión del nacionalismo</i>, traducción de Eduardo L.
Suárez, Fondo de Cultura Económica, México y Hobsbawm, E. (2000) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Naciones y nacionalismo desde 1780,</i>
Crítica, Barcelona.<a name="_Hlk109988928111"></a><o:p></o:p></p>
<p class="MsoFootnoteText"><o:p> </o:p></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>En
las citas, se respetará la ortografía de las palabras<i> inconsciente</i>,<i>
consciente</i> y <i>consciencia </i>utilizada por los editores en español de
las obras completas de Freud.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Debemos considerar que el suicidio es un caso extremo de autodestrucción, pero
no es la única expresión de este tipo de patologías. En muchos casos se
observan situaciones en donde las personas se causan daño haciéndose heridas,
colocándose en situaciones peligrosas o dañándose, dejando de comer o
haciéndolo en exceso.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Ver apartado anterior.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<a name="_Hlk110080132111">Derrida, J. (19989) “Confesar- Lo Imposible.
« Retornos »Arrepentimiento y Reconciliación<i>”</i> en, Reyes Mate
(ed.) (2002) <i>La Filosofía después del Holocausto</i><b>, </b>edición
confiada al cuidado de Alberto Sucasas, versión castellana de Patricio
Peñalver, Riopiedras Ediciones, Barcelona, pp. 149-181</a>. pp. 162-3.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ponencia presentada en el « <i>Colloque
des intellectuels juifs en langue francaise</i> » (París), diciembre 1998.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<a name="_Hlk107826581111"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Ver
Derrida, J., 1997, p. 27</span></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">.
En el texto original se incluye la siguiente nota: “</span>Es ésta una cadena
que, como es sabido, Benveniste reconstituye y muestra en varios lugares, en
especial en un magnífico capítulo consagrado a “L’ hospitalité” [“La
Hospitalidad”] (en 1983, <i>Vocabulaire des institutions indo-européenes, </i>t.
1, París, Minuit, 1969, págs. 87 y sigs.) Madrid Taurus, capítulo al que tal
vez vuelva en otra parte de manera más problemática o inquieta”.<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">
Este tema es ampliamente tratado en: <a name="_Hlk110248994111">Pilatowsky, M.
(2014) “Identidad, historia y psicoanálisis; Derrida y Yerushalmi debaten sobre
el Moisés de Freud”, en <i>Las voces desterradas,</i></a></span><span style="mso-bookmark: _Hlk110248994111;"> </span><span style="mso-bookmark: _Hlk110248994111;"><i><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">reflexiones
en torno a los imaginarios judíos. Prólogo de Alberto Sucasas, </span></i></span><span style="mso-bookmark: _Hlk110248994111;"><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">Plaza y Valdés Fes Acatlán, México,</span></span><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin;">
pp.133-143.</span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/HORIZONTES%20FILOSOFICOS/Identidad,%20identificaci%C3%B3n%20y%20apropiaci%C3%B3n%20del%20lenguaje..docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
En México podemos comprender el sentido que le da Derrida al francés si lo
aplicamos al español.<o:p></o:p></p>
</div>
</div>Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-81105833155531145382023-04-23T10:31:00.000-07:002023-04-23T10:31:02.895-07:00Españoles y judíos en México: dos experiencias distintas de exilio. <p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Publicado en: <span style="text-align: left;">Antolín Sánchez Cuervo, Mauricio Pilatowsky y Leonardo
Senkman (EDS:)) </span><i style="text-align: left;">Exilio, ciudadanía y deber de memoria: Perspectivas iberoamericanas,</i><span style="text-align: left;">
Siglo XXI, Anthropos, UAM, México, 2021. p.p. 83-117</span></p><p class="MsoFootnoteText"><o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Mauricio Pilatowsky.</p>
<p class="MsoListParagraph" style="mso-list: l8 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><b>Presentación:<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">Lo que a
continuación se presenta es una reflexión sobre dos experiencias colectivas que
convergieron en México: la de los judíos provenientes de una diversidad de
países y culturas y la de los españoles que llegaron en varias épocas y bajo
distintas circunstancias. En el primer caso analizaremos la inmigración en
términos de la tradición diaspórica milenaria; en el segundo estudiaremos el
caso coyuntural del exilio<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como un
incidente más de la trayectoria colonial española y su expresión cultural
denominada<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>hispanismo.</i> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">La comparación
responde a una interrogante que nos hacemos en el presente al revisar la
participación de ciertos grupos de inmigrantes en la configuración de sus
imaginarios históricos. La persecución de los judíos europeos durante la
Segunda Guerra Mundial y el exilio de los republicanos españoles después de su
derrota en la Guerra Civil los hizo coincidir en tiempo y espacio. La imagen de
los barcos anclados en el puerto de Veracruz en 1939 con miembros de ambos
colectivos esperando ser acogidos será parte del imaginario nacional cada vez
que se trate este tema. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo que sucedió
es que el presidente Cárdenas les negó la entrada a la mayoría de los judíos
mientras que permitió que los españoles se quedaran<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, por esta razón la
comparación no puede hacerse si nos limitamos a esos individuos en concreto. Lo
que planteamos es una revisión más amplia de las dos tradiciones que se ven
atravesadas por las condiciones históricas concretas: la de las distintas
expresiones identitarias tanto en la de los judíos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como la de los españoles.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: right 441.9pt; text-align: justify;">En
el caso de la diáspora judía en México veremos cómo lo acontecido en la Shoah
no transformó en lo fundamental la experiencia diaspórica post ilustrada <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y en cuanto a lo español veremos como la lógica
del colonialismo, que podría resumirse con el término <i>hispanismo</i>,
desembarcó y se asiló en un México que a pesar de su independencia política del
imperio nunca consiguió desterrarlo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; mso-list: l8 level1 lfo2; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Lo 2. Los judíos, exilio y
la diáspora.<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin-left: 54.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l8 level2 lfo2; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -54.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La inmigración a
México<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify;">La
inmigración judía a México se produjo a principios de siglo XX; algunos
sostienen y con razón que hubo presencia judía en este territorio desde la
Conquista en 1521 ya que en los contingentes españoles venían <i>judaizantes </i>o<i>
cripto judíos</i>, quienes estuvieron presentes desde entonces.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Estos individuos tuvieron que
llevar su judaísmo de manera oculta y por lo mismo no se organizaron como
comunidad: fue hasta 1914 cuando surgió la vida institucional judía.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.9pt; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt 21.3pt 1.0cm 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La inmigración de los judíos hacia México
dio inicio a fines del siglo XIX, a partir de la declaración tanto de
Maximiliano de Habsburgo como posteriormente de Benito Juárez de la libertad de
cultos en 1860. La necesidad de emigrar no siempre coincidió con la
disponibilidad de un lugar adonde hacerlo en condiciones favorables. A lo largo
de las primeras décadas del siglo XX la inmigración fue aceptada y
eventualmente alentada por los regímenes revolucionarios. Fueron años en los
cuales la mayor parte de los inmigrantes provenían de países como Siria,
Grecia, Polonia, Rusia, Hungría, Checoslovaquia, Lituania, Alemania, Francia,
Holanda y Austria.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.9pt; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt 21.3pt 1.0cm 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify;">En
el año de 1921 en los Estados Unidos se limitó el ingreso de los inmigrantes provenientes
de la Europa Oriental lo cual llevó a muchos judíos de estos países a inmigrar
a México.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Se calcula que en 1921 había
en total<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>2000 judíos en México para 1924
ya eran 9500;<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
estos datos dan idea del flujo migratorio en estos años. En 1926 Plutarco Elías
Calles promulga una nueva ley de inmigración y comienzan las restricciones que
irían en aumento.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 7.1pt 14.2pt 21.3pt 1.0cm 35.45pt; text-align: justify;">Durante
el gobierno de Calles se agregó a la lista de indeseables a los gitanos (1926)
y a las poblaciones de origen árabe (1927). Esta última prohibición se hizo
pública a través de un acuerdo que apareció en el Diario Oficial el 15 de julio
de 1927, en el que prácticamente se prohibía la inmigración de trabajadores de
origen sirio, libanés, armenio, palestino, árabe y turco, […]. Esta limitación
afectaría a la inmigración judía de origen árabe y sefardí que provenía de
Medio Oriente (Siria, Líbano, Palestina) y de otros territorios que también
habían pertenecido al recientemente desmembrado imperio otomano (Turquía y
Grecia, principalmente).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify;">Durante
el cardenismo se limitó aún más la entrada de los judíos que a partir del
ascenso de Hitler al poder buscaron refugio; de los 500,000 mil solicitantes
México recibió aproximadamente a 2000.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Es difícil determinar el
número exacto de la población en México que se sigue considerando parte de este
grupo y parte de esta dificultad tiene que ver con los elementos de su
identificación. El elemento que generalmente se toma como factor distintivo es
el religioso, pero en el caso de este colectivo nos encontramos con un sector
que a pesar de no profesar esta confesión se siguen considerando parte del de
él. En la actualidad se calcula que su número total en toda la República
mexicana asciende a alrededor de 70,000.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 54.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l8 level2 lfo2; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -54.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Características de la inmigración judía<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify;">La
población judía en México está conformada casi en su totalidad por
descendientes de inmigrantes de muchos países que llegaron fundamentalmente en
la primera mitad del siglo XX. Generalmente se les identifica por su religión
lo cual no es del todo exacto porque no todos los que se consideran judíos son
practicantes. Incluso podemos encontrar miembros de este colectivo que se
definen como agnósticos o ateos y no por eso se excluyen. La explicación de
esta situación es pertinente porque está relacionada con su postura ante el
exilio y su vinculación con el surgimiento de una idea de nación en la
modernidad. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify;">No
todos los judíos que inmigraron a México llegaron de Europa. Muchos llegaron de
varios confines de lo que otrora fue el Imperio Otomano; particularmente de
Estambul, Esmirna, Damasco y Alepo. Estas comunidades se vieron afectadas por
los procesos europeos ya que la colonización de estas tierras se acompañó de la
instauración del proceso ilustrado y además porque al llegar a México tuvieron
que adaptarse a estas dinámicas. Por esta razón podemos hablar de un proceso
similar para todos los descendientes de los inmigrantes.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin-left: 1.0cm; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l8 level2 lfo2; mso-pagination: none; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -1.0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">2.3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Los antecedentes históricos<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin-left: 90.0pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l8 level3 lfo2; mso-pagination: none; tab-stops: 14.2pt 1.0cm 35.45pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -90.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">2.3.1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span lang="ES" style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></i></b><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La Ilustración</span></i></b><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La “Ilustración” es el nombre con el
que la historia de occidente “bautizó” su voluntad de entenderse sin la
necesidad de recurrir a lo divino. Es también el término con el que se define un
proceso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>emancipatorio;<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[11]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> no
sólo remite a un evento histórico, sino también a un episodio de la vida
política europea en el que se escenificó una revolución, tanto en el sentido
político como en el conceptual, y que tuvo lugar a finales del siglo XVIII. La
propuesta que surgió en la oposición al Absolutismo buscó responder a la “igualdad”
desde la “vigilancia” crítica de la razón. El reto consistió en ofrecer una
nueva concepción del poder donde estos principios pudieran conservarse e
incluso procurarse.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 90.0pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l8 level3 lfo2; mso-pagination: none; tab-stops: 35.45pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -90.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">2.3.2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Los judíos y la Ilustración<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Para
comprender la situación de los judíos en la actualidad es importante entender
los antecedentes históricos que determinaron su marco de identificación. Antes
de la Ilustración los judíos vivían segregados. Esta política generalizada debe
entenderse dentro de un abanico de situaciones; desde un extremo donde se
presentaban expulsiones, conversiones forzadas y matanzas, a una convivencia
pacífica de intercambio y aceptación. Entre estos dos extremos existía una
realidad donde<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se toleraba su presencia
y se les permitía vivir dentro de restricciones particulares. A lo largo de los
siglos los judíos sobrevivieron en este universo cristiano dentro de los
límites que, en cada caso, se iban estableciendo. La propuesta emancipatoria
surgió en el seno de la sociedad cristiana. La libertad fue una concesión del
opresor ante las demandas del oprimido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 90.0pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l8 level3 lfo2; mso-pagination: none; tab-stops: 35.45pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -90.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">2.3.3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Los contextos teológicos</span></i></b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Para
comprender esta situación es necesario recordar que las dos tradiciones
refieren a un mismo origen y aluden a un mismo texto sagrado: <i>La Biblia</i>.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> Los cristianos se entendían
como continuadores del judaísmo, fundamentaban su religión en la interpretación
de sus textos considerando que Jesús es el Mesías<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>
anunciado en ellos. Los judíos, en cambio, se oponían a esta lectura y no
reconocían<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al redentor. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">2.3.4</span></i></b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">.<b><i> La lectura cristiana</i></b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Cuando el cristianismo pasó
de ser una fe perseguida a la religión del Imperio Romano en la Europa Medieval,<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> los judíos fueron
segregados por negar a Cristo.<sup> </sup>Desde el discurso teológico no eran
acreedores del perdón universal<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn15" name="_ftnref15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> que otorgaba la fe en
Cristo como el Dios encarnado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La
aplicación social y política fue la de una segregación de las estructuras
sociales que se regían por los principios cristianos.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn16" name="_ftnref16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>
La tolerancia a los judíos se fundaba en la esperanza de que admitieran su
error o en la profecía de que vivirían para atestiguar que siempre estuvieron
equivocados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; text-align: justify;"><b><i><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">2.3.5. La
lectura judía<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; text-align: justify;"><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La explicación judía para su
desventurada condición, a partir del primer siglo de la era cristiana, nada
tiene que ver con Jesús o con la nueva doctrina. La <i>Galut </i>o diáspora se
produjo después que los romanos sometieron la rebelión judía en Palestina. Junto
con la destrucción del Segundo Templo en el año 70 D. C. se exilió a los
líderes políticos y religiosos, con lo cual se destruyó la entidad nacional
judía.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn17" name="_ftnref17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[17]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; text-align: justify;"><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La dispersión de las sectas de
cristianos por todo el Imperio Romano responde al mismo patrón de las judías,
ya que en un principio no existía una ruptura. Con la destrucción del centro
político y religioso, y sin la conducción de sus líderes, los grupos de judíos
fueron construyendo una nueva forma de explicar y dirigir su vida;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mientras que los judíos-cristianos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>crearon una nueva religión con un nuevo
centro político y religioso, los judíos se organizaron en torno a una cultura
diaspórica y a una vida en el exilio.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En
la interpretación judía, la <i>Galut</i> representa un castigo y una
posibilidad de expiación. De acuerdo con esta explicación los judíos que
vivieron en la tierra de Israel no cumplieron con las obligaciones que su ley
les exigía, se dejaron corromper por el poder, la ambición, y la entrega a los
placeres materiales.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn18" name="_ftnref18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[18]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Los judíos le dieron una
explicación expiatoria a su segregación y sufrimiento, relacionando esto con su
carácter singular como pueblo elegido. Como resultado de esta nueva lectura
desplazaron los centros de autoridad de las estructuras político religiosas de
su vida como nación en su Estado antes del exilio al estudio de las escrituras
y a la adaptación de las leyes escritas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; text-align: justify;"><b><i><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">2.3.6.</span></i></b><b><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>La salida del gueto</i><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Un
espacio emblemático donde se materializó la lectura teológica cristiana en el
“tratamiento” de los judíos y que coincidió con la explicación metafísica que
hicieron estos últimos de su condición fue el gueto<i>. </i>Este espacio se
comprende como sinónimo de reclusión, aislamiento o negativa a la integración;
por lo mismo se utiliza para señalar una inclinación contraria a lo universal,
a la apertura y a la convivencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">El origen
de la palabra al parecer es italiano: viene de <i>ghetto</i> (fundiciones), que
describe la ubicación del gueto de Venecia<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn19" name="_ftnref19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>
pues éste se encontraba cerca de las fundiciones. Este gueto se hizo
tristemente célebre por la comedia de Shakespeare (1564-1616)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>El Mercader de Venecia</i>.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn20" name="_ftnref20" style="mso-footnote-id: ftn20;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> El término describía un
espacio físico dentro de las ciudades medievales donde vivían los judíos. En
cada una de las poblaciones se destinaban algunas calles dentro de una misma
zona para que ahí vivieran solamente los judíos. Al comienzo de la Edad Media
se agrupaban por sus propias necesidades religiosas y sociales;
“posteriormente, en el período del gueto, la convivencia enclaustrada les fue
impuesta por una legislación.”<sup> </sup></span><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn21" name="_ftnref21" style="mso-footnote-id: ftn21;" title=""><sup><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></sup><!--[endif]--></span></span></sup></a><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l1 level3 lfo5; mso-pagination: none; tab-stops: 1.0cm; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -54.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">2.3.6.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span lang="ES">La emancipación napoleónica<o:p></o:p></span></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">A finales
del siglo XVIII y principios del XIX se produjo un cambio en esta relación y
fue en la figura de Napoleón que se personifico el proceso. Para él, el sistema
autonómico judío representaba un riesgo estructural dentro de su Imperio
Ilustrado.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn22" name="_ftnref22" style="mso-footnote-id: ftn22;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> Por imposición se convocó a
una simulación de parlamento judío, el “Gran Sanedrín”, en París en febrero de
1807; a este evento acudieron rabinos de muchas partes de Europa. La
emancipación forzada se extendió a grandes sectores de la Europa Occidental.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn23" name="_ftnref23" style="mso-footnote-id: ftn23;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> Ante la presión, los
líderes judíos tuvieron que renunciar a la autonomía en lo referente a leyes civiles,
comerciales y políticas; se comprometieron a servir en el ejército, renunciando
al cumplimiento de las leyes religiosas que dificultaran su servicio.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn24" name="_ftnref24" style="mso-footnote-id: ftn24;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Con una
nueva estrategia política e ideológica, la judería europea fue “emancipada” y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>recibió la libertad condicional con más
promesas que soluciones, pues fue obligada a renunciar a su protección<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en contra de su voluntad autónoma. Las
“puertas” del gueto se “tiraron” desde afuera y sus habitantes fueron
“arrojados” a un mundo que distaba mucho de ser ilustrado. “La imagen de la
“fractura de la estructura” representa lo que sucedió a la sociedad tradicional
a mediados del siglo XVIII en Francia (Alsacia), en Alemania, en Bohemia, en
Moravia y, después de una o dos generaciones, también en Hungría. En los
lugares en donde actuó y se extendió el movimiento ilustrado y de ciudadanización.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn25" name="_ftnref25" style="mso-footnote-id: ftn25;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l1 level3 lfo5; mso-pagination: none; tab-stops: 35.45pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">2.3.7.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>El desmoronamiento de las estructuras
comunitarias judías; el doble sentido del término “emancipación”</i><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 35.45pt; text-align: justify; text-autospace: none;"><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En su
propuesta positiva la Emancipación se entendió como la universalización de los
derechos civiles, políticos y comerciales; dicho de otra forma, como la
cancelación de todas las medidas restrictivas y discriminatorias. De acuerdo
con los principios ilustrados, era inadmisible que en una sociedad existieran
ciudadanos de segunda clase; “todos los hombres tienen los mismos derechos” así
reza el “coro igualitario” de los emancipadores ilustrados. Para fines
prácticos este lema significaba el cambio estructural de la relación del poder
hacia la minoría judía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En el
ámbito de los derechos civiles significaba quitar las restricciones medievales.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn26" name="_ftnref26" style="mso-footnote-id: ftn26;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> Con respecto al libre
tránsito y asentamiento el judío podía abandonar el gueto y vivir en dónde le
pareciera, también podía viajar libremente como cualquier otro ciudadano; podía
comprar en cualquier tienda, vestirse como todos, casarse con quien fuese su
elección, acudir a los tribunales para solucionar sus conflictos, tenía derecho
a gozar de la protección de la ley y era libre de profesar su religión. En
cuanto a sus derechos políticos se supone que los judíos podían aspirar a
ocupar cualquier puesto dentro de la burocracia o a participar de los procesos
democráticos, ya sea como elector o como candidato. “En todo caso, la
“Emancipación” se convirtió en la consigna de los combatientes liberales por la
causa judía, que arguyeron que la Emancipación judía significaba dejar sin
efecto las limitaciones políticas impuestas a una minoría religiosa a la que se
había hecho sufrir debido a su rebeldía.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn27" name="_ftnref27" style="mso-footnote-id: ftn27;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En el
aspecto comercial o profesional, la Emancipación parecía ofrecer el fin a las
prohibiciones: el mercado laboral debería abrirse para el judío, las
universidades recibirían estudiantes judíos y los profesionistas egresados
podrían ejercer sin restricciones. En el comercio, la propuesta no podía ser
menos abierta: todos los ramos de la industria, los servicios y el comercio
podían ser atendidos por judíos. “Pero cuando comenzó a ser vista la sociedad
como una composición de individuos que gozaban de movilidad social; la
participación de los judíos en un número limitado de ocupaciones fue
considerada anormal.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn28" name="_ftnref28" style="mso-footnote-id: ftn28;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En el
universo de los derechos, las bondades de la Emancipación significaban una bendición
para la minoría judía. La posibilidad de vivir en libertad, con garantías y protección
legal significaba el fin del sufrimiento milenario, la promesa de una
convivencia pacífica y respetuosa. Si bien en otras épocas y lugares se alcanzó
esta situación, nunca se reguló jurídicamente de tal manera que no dependiera
de condiciones contingentes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Sin
embargo, desde la perspectiva de grandes sectores de la sociedad cristiana, el
término “emancipación” seguía remitiendo al contexto teológico de la
evangelización, en otras palabras, se entendía el “contrato de libertad” con
cláusulas implícitas, y supuestamente aceptadas por ambas partes. “Para muchos
cristianos, (...) la emancipación de los judíos no era considerada por ellos
como la fase final de un proceso, sino como el primer paso hacia el bautismo de
los obstinados, que debía ser la única rúbrica definitiva de su total
asimilación a la sociedad circundante.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn29" name="_ftnref29" style="mso-footnote-id: ftn29;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>
Antes de ser considerados ciudadanos de primera y recibir todos los derechos
prometidos, los judíos debían renunciar a sus antiguos “privilegios autonómicos
comunitarios”: rechazar sus sistemas judiciales comunitarios, sus
procedimientos civiles, desconocer a sus autoridades tradicionales y repudiar
los elementos de su fe que no compaginaran con la sociedad cristiana en esta
lectura de la Ilustración.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Es
importante remarcar que el desarrollo histórico del proceso emancipatorio se
presentó de acuerdo a este mecanismo. Los derechos prometidos se fueron otorgando
en forma gradual e incompleta mientras que las exigencias de renunciar a las
particularidades culturales y religiosas se fueron volviendo cada vez más
intensas. Mientras más se integraban los judíos a la sociedad cristiana, más
evidentes aparecían las particularidades y más fuertes eran las presiones para
que renunciasen a ellas. Estas presiones venían de sectores intolerantes que
conservaban la formula contextual teológica donde universalidad significaba
evangelización. Desde la perspectiva de la mayoría cristiana, las
reivindicaciones de particularidad de los judíos “violaban” las bases del
acuerdo que permitía el ingreso a la sociedad. “Todos los que propugnaban la
emancipación exigían la asimilación, es decir, el acoplamiento y la recepción
por parte de una sociedad, considerados o bien condición preliminar de la
emancipación judía o como su consecuencia automática.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn30" name="_ftnref30" style="mso-footnote-id: ftn30;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>
En los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>países de la Europa Occidental se
presionó a los judíos para que renunciaran a sus tribunales comunitarios, para
que abandonaran sus costumbres en cuanto a la alimentación; se les pedía que
trabajaran en sábado, lo cual iba en contra de su religión, se les condicionaba
su participación dentro de empresas, universidades o puestos de gobierno a su
cristianización.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 4.25pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l1 level3 lfo5; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -4.25pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">2.3.8.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">El compromiso con el proyecto ilustrado como garantía exclusiva de
supervivencia.</span></i></b><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 4.25pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Desde la
óptica de la minoría judía, el proceso emancipatorio planteado por la
Ilustración debía examinarse con una actitud precavida y diferenciadora. Todo
lo referente a los derechos y libertades era bienvenido y se entendía como
extensión de las manifestaciones de tolerancia con las que los judíos se
encontraron a lo largo de su historia dentro de la sociedad cristiana. En
cuanto a las condiciones que había que cumplir para recibir los derechos, la
postura fue de precaución y recelo. Esta actitud debe entenderse también a la
luz de la experiencia histórica del desencuentro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Los
judíos ya no contaban con una comunidad orgánica que los orientara para poder adaptarse
a esta nueva situación. Sin el marco tradicional dejaron de tener una forma de
vida donde la particularidad se manifestara<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>prácticamente. Como resultado se creó una población que buscaba
parecerse a la mayoría, integrarse, social y políticamente, pero conservando
una particularidad que pasó a ser más de corte psicológico que cultural. En su
negativa a cristianizarse, los judíos asimilados mostraron una oposición vital
a las estrategias homogeneizadoras; al defender su derecho a la diferencia se
convirtieron en una amenaza para todo sistema totalizador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Por un
lado, la Emancipación los empujaba a sumarse al proyecto de una humanidad
universal<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en el sentido laico de la
salvación evangelizadora; por el otro, los rechazaba por no querer renunciar a
sus particularidades y aceptar la conversión laica. Para ser aceptado como
hombre, el judío debía dejar de ser judío, pero si lo intentaba hacer sin
asimilarse se le colocaba en un “subgrupo” humano junto con otros “subgrupos”
igualmente discriminados y perseguidos. Esta dinámica negativa fue radicalizando
la intolerancia antisemita:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo “judío”
dejó de ser una religión, una nación o un pueblo, y pasó a definir un defecto,
una anomalía o un vicio. “Los judíos habían podido escapar del judaísmo
mediante la conversión; de la judeidad no había escape. Además, un delito
tropieza con el castigo; un vicio sólo puede ser exterminado.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn31" name="_ftnref31" style="mso-footnote-id: ftn31;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Los
judíos, por su parte, reaccionaron de diferentes formas: una parte decidió
cristianizarse para poder obtener su emancipación completa, otra buscó
construir un gueto “conceptual” donde las “paredes” consistían en prohibiciones
y radicalización de los rituales religiosos, este se definió como “ortodoxo”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn32" name="_ftnref32" style="mso-footnote-id: ftn32;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>, otra se pronunció por una
definición nacionalista de la cuestión judía, de aquí nació el movimiento sionista.
Un grupo reducido conformado por pensadores y estudiosos se caracterizó por su
identificaron con los principios de la Ilustración, su propuesta fue buscar una
solución para la situación a partir de los principios de la razón donde no
tuvieran que cristianizarse para poder integrarse a la sociedad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 54.0pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l1 level3 lfo5; mso-pagination: none; tab-stops: 21.3pt 35.45pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -54.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">2.3.9.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">El judaísmo sin Dios</span></i></b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La
Ilustración condujo a un sector importante de los judíos a vivir una cierta
paradoja: por un lado buscaron asimilarse a la cultura cristiana reproduciendo
la mayoría de sus hábitos, costumbres y formas de vida pero por el otro se
resistieron a llegar a una conversión al cristianismo. Al adoptar la
cotidianidad de los cristianos asimilados rompieron con muchas de las reglas
rituales judías: dejaron de comer comida <i>Kosher</i>, trabajaron los sábados,
se vistieron con las indumentarias gentiles, se casaron con parejas cristianas,
a sus hijos ya no los educaron en la tradición judía, aprendieron los idiomas
locales, etc. Ya que la religión judía se práctica a partir de todos estos
rituales y de forma colectiva, al dejar de cumplir con los mandamientos se
produjo una ruptura con esta tradición. La conversión al cristianismo fue un
fenómeno muy común en esta población pero para algunos existía un rechazo a la
cristianización que les impedía hacerlo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Por otra
lado la violencia del antisemitismo creciente ya no refería las creencias y por
lo mismo no se podía frenar mediante la conversión sino que apuntaba más bien a
lo que se definió como <<raza>>, en donde lo judío se definía y
trasmitía de forma genética por lo que los asimilados que querían integrarse a
la sociedad no eran aceptados y quedaban en un no-lugar que de alguna manera se
constituía la <<condición judía>. Sartre lo define de la siguiente
manera: “Como acabamos de comprobar, y contrariamente, en efecto, a una idea
muy extendida, no es el carácter judío el que provoca el antisemitismo, sino
que, y por el contrario, es el antisemita el que crea al judío;” <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn33" name="_ftnref33" style="mso-footnote-id: ftn33;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> y lo crea cuando primero lo
cuestiona por su particularidad y le exige su integración al colectivo
universal y después, cuando éste lo trata de hacer, es rechazado aduciendo una
incapacidad fisiológica de integración creando una identidad vacía de contenido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 6.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">“Así pues, los datos sobre la cuestión nos indican
que: una comunidad histórica concreta es en primer lugar una comunidad <i style="mso-bidi-font-style: normal;">nacional y religiosa</i>; más, la comunidad
judía, que fue ambas, se ha vaciado poco a poco de estas características concretas.
De buen grado la denominaríamos una comunidad histórica abstracta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 6.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">(…) Lo que une a los hijos de Israel no es ni su
pasado, ni su religión ni su tierra. Pero si todos ellos tienen un nexo común,
si todos merecen su nombre de judío, es porque comparten su situación común de
judíos, es decir, porque viven en el seno de una comunidad que los tiene por
tales.” <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn34" name="_ftnref34" style="mso-footnote-id: ftn34;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l1 level3 lfo5; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">2.3.10.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Las posiciones de los judíos en México</span></i></b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Los descendientes de los inmigrantes judíos en México reprodujeron las
distintas variantes que hemos expuesto anteriormente: unos se asimilaron
convirtiéndose al catolicismo, otros se organizaron a partir de la ortodoxia,
un grupo se identificó con los valores universales y se sigue considerando
judío sin practicar la religión y por último existe una identificación con el
proyecto sionista. Para los descendientes de los inmigrantes de origen judío y
que llegaron de una diversidad de culturas y naciones no existe un consenso en
cuanto a su factor de identificación con el judaísmo. Sara Sefchovich,
investigadora de la UNAM, lo describe de forma testimonial de la siguiente
manera:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En
mi juventud participé en un grupo que se preguntaba si éramos mexicanos judíos
o judíos mexicanos y qué venía primero si la mexicanidad o la judeidad y
recuerdo algunas respuestas a estas preguntas […] Por ejemplo, las de quienes
nos recordaban que esto ya se había discutido en la Alemania de entreguerras
cuando muchos judíos se empezaron a considerar “alemanes de religión mosaica” y
que los nazis de todos modos mataron por igual a los judíos que se reconocían
como tales que a los que no[…].<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En
el otro extremo, estaban quienes decían que era posible y hasta necesario
abandonar completamente al judaísmo y lo judío y sobre todo a la comunidad
judeo-mexicana.[…]<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Y
es precisamente en este punto que las preguntas se reiteran y repiten: ¿Cómo se
determina esto? ¿Por la mamá que te parió? ¿Por el rabino que te validó? ¿Por
el marido con quien te casaste? ¿Por la comunidad que te considera? ¿Por los
rituales que cumples? ¿Por los temas que estudias?<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn35" name="_ftnref35" style="mso-footnote-id: ftn35;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La fractura identitaria producida en los judíos a
partir de la Ilustración se reprodujo con todas sus variantes en los que se
asentaron en México durante el siglo pasado; incluso en aquellos que llegaron
de países musulmanes como Turquía o Siria ya que por medio de la colonización
europea se instrumentó una dinámica similar a la de los países cristianos. La
escasa inmigración durante la Segunda Guerra Mundial no tuvo ningún impacto es
esta situación que, de hecho y con sus variantes, se continúa hasta hoy en día.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo5; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 35.45pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Los españoles en
México, de la Conquista al hispanismo cultural.<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 35.45pt; text-align: justify;"><b><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l7 level2 lfo6; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>Antecedentes históricos<o:p></o:p></i></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify;">La presencia de los españoles
en México se remonta al año de 1521 cuando Hernán Cortés conquistó estas
tierras.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A partir de ese momento lo que
se inició fue una colonización que duro hasta 1810, año en el que se produjo el
movimiento de Independencia. Durante estos siglos la demografía se convirtió en
un tema complejo. Por un lado estaban los pobladores que pertenecían a una gran
variedad de culturas y a los que los conquistadores catalogaron de forma
arbitraria como <i>indígenas</i>; por otro los mismos españoles divididos en
dos grupos: los que llegaban de Europa conocidos como <i>peninsulares</i> y los
ya nacidos aquí de padres españoles y que se llamaban <i>criollos. </i>Otro
grupo importante fue el de los pobladores de África y sus descendientes que
originalmente fueron traídos como esclavos para trabajar en las empresas
coloniales. Durante todos estos siglos los diversos colectivos se fueron
mezclando ya que existía una relación entre los orígenes étnicos y el
escalafón. Los colonizadores se ocuparon de establecer un catálogo que
caracterizaba escrupulosamente a cada origen y combinación.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify;">La colonización de lo que los
conquistadores denominaron la<i> Nueva España,</i> que después de la
Independencia se conocería como México, se apoyó de distintas estrategias: la
militar, la instauración de la fe católica en lo que se conoce como <i>evangelización</i>
y la cultural que tuvo como eje central la imposición del idioma español. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 0cm 7.1pt 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify;">Con respecto a la primera es
importante señalar que para lograr sus objetivos se buscaron los apoyos de
grupos locales que se unieran a las batallas contra el imperio azteca; sin
embargo, después de conseguir la victoria los españoles sometieron también a
sus aliados, quienes fueron asimismo colonizados. En el ámbito religioso el
proceso de cristianización se instrumentó a partir de una suerte de sincretismo
del catolicismo con las creencias prehispánicas; se construyeron iglesias sobre
los antiguos templos derrumbados y se adaptaron imágenes y ritos; la más
emblemática de estas figuras fue sin lugar a dudas la de la Virgen de
Guadalupe.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn36" name="_ftnref36" style="mso-footnote-id: ftn36;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
A pesar de existir un sincretismo los elementos cristianos se convirtieron en
dominantes y por medio de la Inquisición se persiguieron y condenaron las
prácticas consideradas paganas. La imposición del español como idioma del
imperio fue uno de los mecanismos más eficientes e implacables de la
colonización, fue sin lugar a dudas un elemento amalgamador que consiguió
convertir a millones de personas en hispanohablantes. A la fecha existen todavía
hablantes de las lenguas indígenas pero se encuentran dispersos y su poder
comunicativo es limitado y se van extinguiendo poco a poco. De la mano del
idioma se colonizó el horizonte cultural identificando a los colonizados con
los desarrollos científicos y artísticos de la metrópoli desde esta perspectiva
podemos afirmar que el <i>hispanismo</i> fue uno de los ingredientes
fundamentales de esta empresa “civilizatoria”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">La lucha de la
Independencia de México en 1810 terminó con la Colonia española desde el punto de
vista político pero los mecanismos coloniales siguieron operando en la
configuración del imaginario colectivo. Hay que recordar que los principales
líderes de este movimiento fueron españoles criollos que ante la invasión
francesa de España reclamaron su autonomía; desde este punto de vista podemos
afirmar que no hubo realmente un rompimiento con los aspectos culturales del
colonialismo. Uno de los ejemplos más representativos de estos posicionamientos
ideológicos del criollismo español es el de Fray Servando Teresa de Mier. <span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Como
parte de sus argumentos a favor de la independencia de España, Mier nos
presentó una visión muy particular de la historia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En un sermón que pronunció en 1794 se
confrontó con la versión oficial de la aparición de la Virgen de Guadalupe a
Juan Diego, a continuación un fragmento del mismo:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 9.5pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-size: 9.5pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 28.25pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">La imagen
de Nuestra Señora de Guadalupe no está pintada sobre la tilma de Juan Diego
sino sobre la capa de Santo Tomás Apóstol de este reino. [...]</span><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Mil
setecientos cincuenta años antes del presente, la imagen de nuestra Señora de
Guadalupe ya era muy celebre y adorada por los indios ya cristianos, en la cima
plana de esta sierra de Tenayuca donde la erigió templo y colocó Santo Tomás.
[...]</span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Apostatas
los indios muy en breve de nuestra religión maltrataron la imagen que
seguramente no pudieron borrar, y Santo Tomás la escondió hasta que 10 años
después de la conquista apareció la Reina de los Cielos a Juan Diego pidiendo
templo, y le entregó la última vez su antigua imagen para que la presentase
ante el señor Zumárraga. [...]</span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
imagen de Nuestra Señora de Guadalupe es pintura de los principios del siglo
primero de la Iglesia, pero así como su conservación su pincel es superior a
toda humana industria, como que la misma Virgen María se estampó naturalmente
en el lienzo viviendo en carne mortal.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn37" name="_ftnref37" style="mso-footnote-id: ftn37;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="color: black; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: major-latin;">[37]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> </span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Esta fábula que presenta Fray Servando
Teresa de Mier pretende sustentar el reclamo independentista en una suerte de
autoctonía del cristianismo en México y con esto desacreditar la empresa
evangelizadora que los colonizadores peninsulares presentan como argumento
justificador de lo que denominan empresa civilizatoria. Lo paradójico en esta
apología de lo prehispánico es que se hace desde una visión donde la creencia
católica se universaliza de tal manera que requiere de un movimiento
absolutamente anacrónico en el que se inventa un nuevo mito que lleva a la
propia María a encontrarse con los “indígenas” en el siglo I. Esta fábula que
construye Teresa de Mier contiene también un episodio que recuerda la postura evangelizadora,
en un lugar comenta: “Apostatas los indios muy en breve de nuestra religión
maltrataron la imagen que seguramente no pudieron borrar”. La supuesta
apostasía de los indígenas que los lleva a desconocer la aparición de Jesús,
Santo Tomás y la Virgen María hace hincapié en la negativa a reconocer la
verdad y de ahí que se justifique su maltrato. Desde la perspectiva del católico,
incluso de aquel que reivindica la formación de una nación independiente, el
aspecto de la universalidad excluyente del cristianismo sigue vigente como en
el caso de Fray Servando Teresa de Mier.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">La
Revolución Mexicana fue uno de los eventos más importantes de la historia
nacional. En el año de 1910 se inició lo que sería prácticamente una guerra
civil que culminaría en 1921. En esta lucha nos encontramos con representantes
de las distintas ideologías de la época y miembros de todos los estratos sociales
y culturales; lo interesante es que al final de la conflagración el hispanismo
se convirtió en factor de unificación y elemento central en la configuración de
México pos revolucionario. La figura más representativa de este periodo fue sin
lugar a dudas José Vasconcelos, considerado en la historiografía oficial como uno
de los próceres de la educación en México y no sin razón, ya que al final de la
revolución impulsó una campaña de alfabetización, promovió bibliotecas públicas
y fue el impulsor del muralismo mexicano. Estudió Derecho en la Ciudad de
México, activó en el Ateneo de la Juventud, en 1920 fue nombrado rector de la Universidad
Nacional y un año después fungió como Secretario de Educación Pública hasta
1924. </span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Para
Vasconcelos el proyecto de nación mexicano debe verse como continuación del
proyecto colonial español en contra del sajón; en <i>La</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Raza Cósmica </i>de 1925 escribe:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 27.0pt; margin-right: 29.2pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 396.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Nosotros
no seremos grandes mientras el español de la América no se sienta tan español
como los hijos de España.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo cual no
impide que seamos distintos cada vez que sea necesario, pero sin apartarnos de
la más alta misión común.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así es menester
que procedamos, si hemos de lograr que la cultura ibérica acabe de dar todos
sus frutos, si hemos de impedir que en la América triunfe sin oposición la
cultura sajona.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn38" name="_ftnref38" style="mso-footnote-id: ftn38;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[38]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 27.0pt; margin-right: 29.2pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 396.0pt; text-align: justify;"><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La
empresa cultural que impulso Vasconcelos tuvo una enorme influencia y marcó una
dirección en lo que sería la consolidación del proyecto nacional. En las
misiones educativas que impulsó en todo el país se enseñaba el español por
medio de textos clásicos y la alfabetización tuvo un efecto homologador que
buscaba erradicar la diversidad lingüística que se manifestaba en el habla de
idiomas prehispánicos. Este hispanismo cultural contenía también elementos
católicos y en este sentido se podría entender como una continuación del
proyecto colonial. Así lo consideraba el mismo prócer de la educación mexicana;
en el discurso que pronunció al ser nombrado rector de la Universidad Nacional
dijo lo siguiente:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 27.0pt; margin-right: 29.2pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 396.0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Seamos
los iniciadores de una cruzada de educación pública, los inspiradores de un
entusiasmo cultural semejante al fervor que ayer ponía nuestra raza en las
empresas de la religión y la conquista […]esto que teóricamente parece muy
sencillo es, sin embargo, una de las más difíciles empresas, una empresa que
requiere verdadero fervor apostólico.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Para resolver de verdad el problema de nuestra educación nacional, va a
ser necesario mover el espíritu público y animarlo de un ardor evangélico,
semejante, como ya se ha dicho, al que llevara a los misioneros por todas las
regiones del mundo a propagar la fe.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn39" name="_ftnref39" style="mso-footnote-id: ftn39;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">[39]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Estás ideas de Vasconcelos
recogen un sentir general de la población mexicana. Después de varios siglos de
colonización los españoles lograron crear un imaginario donde la población
asumió que su identificación colectiva debía contener los ingredientes
fundamentales del hispanismo: catolicismo, idioma español y color de piel
blanco. La pugna de los criollos con los peninsulares y su reivindicación de
privilegios llevaron a la formulación de un imaginario criollo que variaba del
peninsular en ciertos aspectos que podríamos resumir de la siguiente forma: se
aceptó un catolicismo sincretizado con algunos rituales y figuras prehispánicas
como el <i>Día de Muertos</i> y la <i>Virgen de Guadalupe</i>; se concedió que
en el idioma se incluyeran ciertos “modismos” mexicanos y se inventó la
categoría racial del <i>mestizo</i> que a final de cuentas permite una cierta
coloración café del blanco hispano. Vasconcelos también introduce este aspecto
en su campaña educativa y lo explica en su ya citada obra <i>La Raza Cósmica.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Con respecto a la raza lo que
sostiene es que<i> </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">“los tipos
bajos de la especie serán absorbidos por el tipo superior.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De esta suerte podría redimirse, por ejemplo,
el negro, y poco a poco, por extinción voluntaria, las estirpes más feas irán
cediendo el paso a las más hermosas”.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn40" name="_ftnref40" style="mso-footnote-id: ftn40;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[40]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> En
este sentido vemos como no está hablando de una mezcla equitativa de todas las
razas aunque afirme que propone una “raza síntesis o raza integral, hecha con
el genio y con la sangre de todos los pueblos y, por lo mismo, más capaz de
verdadera fraternidad y de visión realmente universal”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn41" name="_ftnref41" style="mso-footnote-id: ftn41;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[41]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> ya que
sostiene que “quizá entre todos los caracteres de la quinta raza predominen los
caracteres del blanco, pero tal supremacía debe ser fruto de elección libre de
gusto y no resultado de la violencia o la presión económica.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn42" name="_ftnref42" style="mso-footnote-id: ftn42;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[42]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a></span></span><span lang="ES" style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> </span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Para está selección que llama estética nos propone el “buen gusto”:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 26.95pt; margin-right: 36.85pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Donde
manda la pasión iluminada no es menester ningún correctivo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los muy feos no procrearán, ¿Qué importa
entonces que todas las razas se mezclen si la fealdad no encontrará cuna? La
pobreza, la educación defectuosa, la escasez de tipos bellos, la miseria que
vuelve a la gente fea, todas estas calamidades desaparecerán del estado social
futuro.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se verá entonces repugnante,
parecerá un crimen el hecho hoy cotidiano de que una pareja mediocre se ufane
de haber multiplicado miseria.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El
matrimonio dejará de ser consuelo de desventuras, que no hay por qué perpetuar,
y se convertirá en una obra de arte<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn43" name="_ftnref43" style="mso-footnote-id: ftn43;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[43]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>.</span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Cuando llegaron los exiliados republicanos
españoles a México en 1939 se encontraron con una sociedad que se identificaba
con los elementos que constituían este hispanismo criollo y se les recibió a
partir de estas valoraciones. En un discurso pronunciado por el General Lázaro
Cárdenas justificando su admisión al país vemos cómo los ingredientes del
hispanismo criollo operaban en el imaginario nacional mexicano:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><<por considerar […] que se trata de una
aportación de fuerza humana y de raza afín a la nuestra en espíritu y en
sangre, que fundida con los aborígenes contribuyó a la formación de nuestra
nacionalidad.>> [Considerándose, además, que] <<se llegarán a
estimar en todo el país los beneficios que recibe México con la aportación de
esas energías humanas que vienen a contribuir con su capacidad y esfuerzo al
desarrollo y progreso de la Nación.>><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn44" name="_ftnref44" style="mso-footnote-id: ftn44;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[44]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La adaptación de este grupo de exiliados siguió el
mismo cauce que la de los otros <i>peninsulares</i> que llegaron desde la
Conquista. Las diferencias ideológicas con aquellos afines al franquismo y que
ya vivían en México se fueron limando para ceder a la integración dentro de una
vida comunitaria donde lo hispano se terminó imponiendo como factor homogeneizador.
A la fecha la comunidad española en México mantiene colegios, centros
comunitarios, sociales y deportivos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Es importante destacar la invaluable contribución
de este exilio en el desarrollo cultural de México; en diversas áreas de la
ciencia y el arte los intelectuales y académicos republicanos participaron
activamente. Sin demeritar en lo más mínimo este aspecto no lo trataremos aquí
porque lo que nos interesa es identificar el papel del colonialismo hispanista
y determinar si en estos exiliados existió o no un rompimiento con esta lógica
para poder hacer una comparación con la dinámica diaspórica de los inmigrantes
judíos. Para comprender este proceso de integración revisaremos algunas de las
reflexiones de los pensadores republicanos que inmigraron a México.<b><i><o:p></o:p></i></b></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin-left: 45.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l7 level2 lfo6; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -45.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">3.2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Destierro o transtierro: Gaos, Sánchez Vázquez y
Nicol.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">3.2.1.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>José
Gaos el transterrado<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Un término que se convirtió en una lugar común para
la gran mayoría de los exiliados españoles que llegaron a México fue el de <i>transtierro</i>
en oposición al de <i>destierro</i> y que acuñó José Gaos, uno de los filósofos
más renombrados de este colectivo. En lo que presentó como <i>Confesiones de
desterrado</i> y que escribió en 1994 dice lo siguiente:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 45.0pt; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">El factor
fundamental fue aquí, sin duda, el no haberme sentido en México en ningún
momento, desde el de arribo hasta éste mismo, propiamente <i>desterrado. </i>Desde
aquel primer momento tuve la impresión de no haber dejado la tierra patria por
una tierra extranjera, sino más bien de haberme trasladado de una tierra de la
patria a otra; […] En todo caso, y en una comida que nos dieron los profesores
de Filosofía y Letras a los compañeros españoles incorporados a la Universidad
Nacional, obligado a hablar, y queriendo expresar cómo no me sentía en México <i>desterrado,
</i>sino... , se me vino a las mientes y a la voz la palabra <i>transterrado, </i>que
sin duda resultó ajustada a la idea que había querido expresar con sinceridad,
y debía de ser la de una realidad no sólo auténtica, sino más que puramente
personal pues hizo fortuna: desde entonces la he encontrado utilizada varias veces
y no sólo en México ni por solos españoles y mexicanos.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn45" name="_ftnref45" style="mso-footnote-id: ftn45;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[45]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 45.0pt; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La razón por
la que Gaos siente que su paso de un país a otro no fue un desgarro o una
fractura está relacionada con lo que anteriormente explicamos: la afinidad
cultural que existe entre España y México como consecuencia del colonialismo
hispano. “La lengua es factor decisivo en todo caso de cambio de tierra, pero
quizá para nadie como para el intelectual.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn46" name="_ftnref46" style="mso-footnote-id: ftn46;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[46]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Aquí
Gaos define al idioma español como elemento amalgamador. Algo similar ocurre
con la religión católica y la transmisión de un pasado cultural externo que en
México se inculcó como propio. A esto habría que añadir que el gobierno
mexicano y la Universidad Nacional Autónoma de México lo recibieron en
condiciones muy favorables; le dieron un espacio para continuar impartiendo
cátedra con un nivel de vida privilegiado como él mismo confiesa.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn47" name="_ftnref47" style="mso-footnote-id: ftn47;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[47]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">El concepto
de <i>transtierro </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>da cuenta de la
manera en la que se consiguió transformar el imaginario colectivo mexicano que
llegó a reproducir un espacio en donde las profundas diferencias culturales y
las huellas de la violencia colonial se colocaron en un segundo plano y lo que
se impuso fue el éxito del colonialismo hispano. Lo que sorprende a Gaos y le
permite afirmar que México es una continuación de España<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no es producto de una identificación que
surgió del libre convencimiento en los mexicanos sino más bien el resultado de
una aculturación violenta que sigue operando en el imaginario nacional. El
filósofo español no alcanza a valorar este proceso en su justa dimensión pues
llega incluso a hablar de la llegada de los españoles a México como si nunca
hubiera habido una Conquista ni una brutal colonización. En las mismas <i>Confesiones
</i>escribe<i>:<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Mas antes,
si me permiten la expresión, se venía como funcionario del imperio en la
colonia. Y antes, primeramente, se había venido como misionero evangelizador,
conquistador, explorador, descubridor -y siempre a hacer fortuna. En suma,
desde hace casi cuatro siglos y medio estamos los españoles viniendo a México,
y en considerable proporción para quedarnos en él, para cooperar a la formación
de la nueva nación mexicana: a la luz de lo cual, los motivos de la venida
parecen lo cambiante, lo accidental; la venida misma, lo persistente, lo <i>esencial.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn48" name="_ftnref48" style="mso-footnote-id: ftn48;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[48]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a></i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Gaos hace
una lista de los motivos por la que los españoles han venido a México a lo
largo de cuatrocientos años: evangelizar, explorar, descubrir, conquistar, y
“siempre hacer fortuna”, y luego agrega “a cooperar en la formación de la nueva
nación mexicana”. Es una afirmación interesante ya que coloca en la misma
lógica el “evangelizar” con el “conquistar”, el “explorar” con “hacer fortuna”
y todo ello como una contribución a la “formación de la nación mexicana”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al hablar de cooperación en la formación da la
impresión de una empresa donde ambas partes participan en igualdad de
condiciones y no da cuenta de lo que realmente sucedió: que mediante una
violenta colonización se implantó una cultura y se destruyeron las que estaban
en el país conquistado. A partir de esta distorsión de la historia Gaos puede
proponer una ficción como la del transtierro donde “funde” lo español y lo
mexicano en una sola nación:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Generalizada esta manera de concebir
las patrias, da hacia el futuro una visión más grandiosa aunque la del mito
vasconceliano de la raza cósmica: las patrias no serían sendos territorios
ocupados estáticamente por sendas razas o pueblos en dominios a perpetuidad
mutuamente excluyentes; serían más bien espíritus colectivos en formación
dinámica en unos u otros territorios destinados a fundirse en la Humanidad,
pero no por desaparición en un espíritu uniforme, que quizá sea una
contradicción en los términos, sino por armonización en una polifonía de
valores humanos” <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn49" name="_ftnref49" style="mso-footnote-id: ftn49;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[49]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La visión
idílica del humanismo que propone Gaos donde se produce una “armonización en
una polifonía de valores humanos” nada tiene que ver con los mecanismos que
utilizó el Imperio Español en su conquista, colonización y explotación de las
culturas que habitaban en estas tierras ni con los procesos de una Inquisición
implacable y muy eficiente en la persecución de lo que llegaba a considerar una
desviación de las directrices imperiales católicas. Para que los españoles
puedan sentirse “transterrados” fue necesario primero desterrar a los
pobladores nativos arrancándolos de raíz de su propio mundo y convertirlos en
extranjeros en su propia tierra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Lo que
acompaña esta reconstrucción imaginaria de la presencia española en México es
una lectura del sistema político que le toco vivir absolutamente idealizado.</span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> En sus
confesiones escribe: “</span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Por mi
parte, tengo que confesarles que frecuentemente pienso: si a la República se le
hubiera dado tiempo para desarrollar una política tan original, por adaptada a
las circunstancias nacionales como la de México, con su peculiarísima
conjugación de presidencialismo y gobierno para el pueblo, de socialismo de
Estado e iniciativa privada...”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn50" name="_ftnref50" style="mso-footnote-id: ftn50;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[50]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> En
esta confesión nos encontramos con una visión de lo que fue la dictadura de
partido que instrumento el PRI en México como un ideal político al que hubiera
podido aspirar la Republica Española de no haber sido derrotada por Franco. Este
es otro testimonio más de cómo en vez de cuestionar la falta de democracia, la
terrible represión y la existencia de un sistema injusto de privilegios, Gaos
le agradeció al régimen que lo asiló con una apología imperdonable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 63.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l4 level3 lfo8; tab-stops: 14.2pt 21.3pt 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -63.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">3.2.2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Eduardo
Nicol emigración y no transtierro<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Uno de los representantes
más connotados del exilio republicano fue el filósofo Eduardo Nicol; su postura
frente a la propuesta gaosiana de entender el exilio como transtierro es
crítica, pues no considera que este término sea afortunado. En alusión directa,
aunque sin nombrarlo, se refiere a Gaos y afirma que se considera emigrado:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">“porque somos emigrados; no somos transterrados. El
transterrado es un desheredado. La palabra no está mal, y puede emplearse de
buena fe. Pero si la emplea un filósofo, debe examinarse en sus aplicaciones;
porque entonces ya pretende ser un concepto que designaría la condición común
de los emigrados. Y entonces es una falsedad.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn51" name="_ftnref51" style="mso-footnote-id: ftn51;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[51]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En un texto
donde analiza la Filosofía Hispanoamericana Nicol aborda los temas referentes a
la Conquista, la Colonia, las independencias y las revoluciones que constituyen
un factor determinante para comprender las opiniones de los pensadores de este
vasto continente lingüístico y cultural. El filósofo presenta a España y sus
antiguas colonias de América y Asía ya independizadas como una unidad donde se
manifiestan sus diferencias a partir de un proyecto común. Nos deja claro que
estás posturas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>deben entenderse más como
<<ideologías> que como <<ciencia>> <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn52" name="_ftnref52" style="mso-footnote-id: ftn52;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[52]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
debido a que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>existe un componente
nacional y reconoce que en su identificación personal hace que se involucren a
partir de un elemento afectivo que no figura en las otras investigaciones
filosóficas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Faltaría,
pues, a esta norma si pretendiese empeñarme a fondo en unas opiniones como las
que voy a exponer, aunque las crea firmemente verdaderas. También pudiera
decirse de ellas que están inspiradas por una <i>philía </i>de la verdad; pero
este amor se complica con otra suerte de <i>philía</i> o <i>filiación</i> que
no permite ser tan desinteresado. Es la afiliación a esos países de la
comunidad hispánica, es la participación en los esfuerzos que hacen por
encontrarse a sí mismos, por conocer y regular sus destinos (España inclusive,
a pesar de su larga historia). <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn53" name="_ftnref53" style="mso-footnote-id: ftn53;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[53]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En su
presentación Nicol hace una valoración de la relación entre los países que
conforman este continente cultural donde resignifica el proceso colonizador a
partir de una visión que nos acerca a lo que denominamos anteriormente <i>hispanismo
criollo</i> ya que existe una reivindicación de la independencia política pero
a partir de una identificación con los elementos que constituyen el hispanismo:
lengua, religión y tradición cultural. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Es así como
explica los movimientos de Independencia; para comprender su postura recordemos
que en el año de 1808 Napoleón invadió España y fue entonces cuando se produce
la ruptura de algunas de las colonias en América, ese fue el caso de México que
lo hizo en 1810 ante el vació de poder que se genera con esta situación. Lo que
sostiene es que lo que motivo esta lucha no fue un espíritu emancipatorio
frente al colonizador sino más bien una “solidaridad de los movimientos
populares de América y de la metrópoli contra la monarquía impuesta de José
Bonaparte”.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn54" name="_ftnref54" style="mso-footnote-id: ftn54;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[54]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> La lectura
que hace de la Independencia es en parte cierta ya que los criollos
efectivamente reclaman sus derechos sin dejar de reivindicar los elementos
fundamentales de la cultura española; sin embargo, lo que no considera Nicol es
que para los millones de indígenas y mestizos la emancipación del yugo colonial
tenía un sentido completamente diferente, solo así puede comprenderse lo que
dice a continuación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Por lo que se
refiere a Hispanoamérica, la situación no se entiende si no se toma en cuenta
la parte eficacísima que tuvo España misma en el movimiento de Independencia.
El mito es la cara sublime de la verdad histórica. Pero el mito no es el hecho,
sino precisamente la sublimación que sufren los hechos cuando se advierten sus
limitaciones. Tal vez fuera más acorde con los hechos históricos decir que los
pueblos de América no reclamaron de España la independencia de sus destinos,
sino que fueron abandonados por España a sus destinos.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn55" name="_ftnref55" style="mso-footnote-id: ftn55;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX;">[55]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En esta
explicación, que se asemeja más a la reconstrucción de un mito que a la verdad
histórica, se habla de un “abandono” como si el padre dejase de hacerse cargo
de sus inmaduros hijos o como lo dice el mismo Nicol “sucede con los pueblos lo
mismo que con los adolescentes: el afán de liberarse de tutelas se manifiesta,
a veces con violencia reactiva, antes de que la personalidad se haya formado y
pueda dar pruebas de sus capacidades de autonomía.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn56" name="_ftnref56" style="mso-footnote-id: ftn56;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[56]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Esta
postura paternalista que ve a los autóctonos como niños o primitivos que
necesitan ser educados lleva al filósofo a una apología de la Conquista y de la
Colonia, aunque estos procesos hayan sido acompañados de violencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Lo que
sostiene Nicol es que “la colonización fue algo más, algo sustantivamente
diferente de una empresa de ocupación militar y dominio político y económico.
En un sentido radical, las colonias nunca pudieron perderse, porque nunca
fueron de España”. <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn57" name="_ftnref57" style="mso-footnote-id: ftn57;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[57]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Esta
afirmación es desconcertante si consideramos que la conquista y colonización de
América fue una empresa que cobro la vida de millones de seres humanos, despojo
a los habitantes de sus recursos y los sometió a una explotación que enriqueció
a España. Entre las cuestiones que el filósofo distorsiona está la del elemento
racista que fue uno lo de los componentes centrales del proceso colonizador. A
este respecto nos dice que “</span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">durante la Colonia no hubo, ni <i>de jure</i> ni
<i>de facto</i>, una situación de antagonismo racial.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn58" name="_ftnref58" style="mso-footnote-id: ftn58;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[58]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Esta aseveración es insostenible frente a la verdad histórica a la que le
dedicamos unas palabras al principio de estas reflexiones. Agregaremos además que
todos los estudios revelan lo contrario: el racismo fue uno de los componentes
centrales de la empresa colonizadora española que construyó en su imaginario
social un sistema complejo y sofisticado de clasificación racial donde se
ordenaban los grupos en “castas”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">De acuerdo
con la condición legal, en la sociedad colonial los españoles ocupaban el
primer puesto, seguidos por los indios y, en tercer lugar, las castas de mezcla
y los negros esclavos. […] El Nuevo Mundo obedecía, en cuanto a sus estructuras
de poder, al doble principio aristo/etnocrático que hemos comentado anteriormente.
Además, en esta sociedad étnicamente dividida, cada una de las castas se distinguía
por sus funciones económicas, su vestimenta, privilegios legales y
discriminaciones residenciales.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn59" name="_ftnref59" style="mso-footnote-id: ftn59;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[59]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La discriminación de indígenas, esclavos negros y de los que nacían como
“mezcla” de estos grupos originales fue uno de los efectos negativos de la
colonización y tenía una repercusión social, política y económica cuyos efectos
continúan aun después de las independencias y de los procesos revolucionarios
como pudimos ver en las propuestas de Vasconcelos. En su afán de presentarnos
un hispanismo humanista, amoroso e incluyente Nicol hace una verdadera
caricatura de la colonización y afirma que: “por lo demás, el régimen llamado
colonial no se caracterizó precisamente por una política de discriminación
racial”.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn60" name="_ftnref60" style="mso-footnote-id: ftn60;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[60]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> La lectura que hace de la
conquista, sometimiento, explotación y devastación económica y cultural es la
de un proceso civilizatorio donde la fuerza empleada se justifica por la
supuesta aspiración moral que acompañó a los colonizadores. “La acción de
España en América, su dominio político en ella, si así quiere decirse, no representó
nunca una opresión del hombre sobre el hombre, fundada en una discriminación
racial, sino al contrario. La unidad humana se logró efectivamente desde el
siglo XVI. En verdad, ella fue el signo, la justificación moral y jurídica, el
ideal mismo de la colonización.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn61" name="_ftnref61" style="mso-footnote-id: ftn61;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[61]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
</span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La manera en la que el filósofo exiliado describe
la Conquista y la Colonia se inscribe en el discurso del hispanismo que Sánchez
Vázquez, a quien analizaremos a continuación, identifica con el nacionalismo y
que a nombre de un proyecto imperial en donde lo español se entiende como valor
universal se justifican las atrocidades cometidas. Para Nicol el ingrediente
católico se suma al del lenguaje y en claro desconocimiento de las vejaciones
que indígenas y negros sufrieron propone que “a esa comunidad del espíritu y de
la sangre, del verbo encarnado (que fue, marquémoslo bien, para que lo
entiendan igualmente los españoles, revelada por la Independencia, y no
escindida por ella), la llamaríamos hispanidad.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn62" name="_ftnref62" style="mso-footnote-id: ftn62;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[62]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 63.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l4 level3 lfo8; tab-stops: 14.2pt 21.3pt 35.45pt 42.55pt; text-align: justify; text-indent: -63.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">3.2.3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Sánchez
Vázquez<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 63.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt 35.45pt 42.55pt; text-align: justify;"><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Frente a
estas posturas de Gaos y de Nicol, en donde se da continuidad al hispanismo
criollo, tenemos la de Adolfo Sánchez Vásquez, uno de los pensadores más
críticos que llegó en este grupo de refugiados republicanos españoles. Su
formación marxista le permitió identificar los elementos negativos de toda
postura nacionalista y a partir de esta perspectiva tuvo una visión distinta
del exilio y el destierro. En un texto dedicado a analizar estos temas recoge
el término acuñado por José Gaos para su estudio y al respecto abre con lo que
define como “dos consideraciones indispensables”. “La primera es que, como
veremos en seguida, los términos “destierro” y “transtierro” designan dos modos
de darse, o interpretarse, el episodio histórico, real, del exilio”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn63" name="_ftnref63" style="mso-footnote-id: ftn63;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[63]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Ya
nos anuncia que el término de Gaos no describe un sentir general en todos los
que fueron víctimas del franquismo y “La segunda es que estos dos modos de ser
se refieren a un espacio y tiempo concretos: México en los años que van de 1939
a 1975, en que el exilio llega objetivamente a su fin al desaparecer en España
las condiciones políticas que lo determinaron.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn64" name="_ftnref64" style="mso-footnote-id: ftn64;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[64]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> En
esta segunda consideración deja claro que su acercamiento a lo sucedido responde
a una perspectiva marxista, es decir que el exilio fue un suceso concreto que
debe entenderse desde las condiciones materiales que lo produjeron y haciendo
una clara separación de esta migración con las otras de españoles que vinieron
a México desde la Conquista. En este sentido marca una clara diferencia con lo
expuesto por Gaos en donde integra todas las variantes de inmigración.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Para Sánchez
Vázquez la terrible experiencia que sufrió no puede y no debe idealizarse y en
este sentido nos dice que “el exilio es un desgarrón que no acaba de
desgarrarse, una herida que no cicatriza, una puerta que parece abrirse y que
nunca se abre.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn65" name="_ftnref65" style="mso-footnote-id: ftn65;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[65]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> En esta
condición muy difícil poder desarrollar una postura política crítica ya que la
distancia y el dolor tienen un efecto anímico que nubla la capacidad de discernir
lo real de lo imaginario; considera que el desterrado “al perder su tierra, se
queda aterrado”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn66" name="_ftnref66" style="mso-footnote-id: ftn66;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[66]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Así es
como describe lo que vio en la generación que llegó junto con él a México:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La idealización y la nostalgia, sin embargo, no se
dan impunemente y cobran un pesado tributo, que pocos exiliados dejan de pagar:
la ceguera para lo que le rodea. Sus ojos ven y no ven; viendo esto, ven
aquello, mirando el presente, ven el pasado. Y lo que durante algún tiempo
puede alimentar el fuego de la poesía (ha habido una excelente poesía del
destierro) es fatal en política, pues no se hace política en el aire, sino con
los pies bien afirmados en tierra.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn67" name="_ftnref67" style="mso-footnote-id: ftn67;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[67]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Esta ceguera
de la que habla el filósofo marxista tuvo muchas expresiones y se reflejó tanto
en la lectura que se hizo de la misma guerra en España como de la situación
concreta de la sociedad mexicana en donde buscaron integrarse. Con respecto a
lo primero la posición de Sánchez Vázquez es contundente: la razón por la que
fueron exiliados fue fundamentalmente política y hace hincapié en que describir
el golpe de estado franquista<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con el
término <i>guerra civil</i> busca borrar lo que realmente sucedió, ya que
coloca a los dos bandos en una mismo plano atenuando la responsabilidad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de los golpistas y sus aliados fascistas en
Europa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Como tampoco se justifica la tendencia a confundir
los colores, las voces y los pasos al presentar la guerra más bien “incivil”
—así la calificó, apenas desatada, Unamuno— como una guerra entre hermanos,
igualmente brutales o igualmente nobles, como si los agresores y los agredidos,
los verdugos y las víctimas, fueran igualmente culpables o inocentes. Con ello
se pretende ocultar que la sangrienta Guerra Civil le fue impuesta al pueblo
español por el fascismo nacional y extranjero, y que aquél, al resistir la
agresión en las condiciones más desventajosas, no hacía más que cumplir con lo
que su dignidad exigía.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn68" name="_ftnref68" style="mso-footnote-id: ftn68;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[68]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La España que triunfo en la guerra y que los
exilió fue la que buscó dar continuidad al proyecto imperial terminando con la
democracia y restituyendo la alianza con la Iglesia Católica. Para los
triunfadores el proyecto colonizador se recuperó con la apología de la
evangelización y la visión del hispanismo como legado cultural y civilizatorio.
Sánchez Vázquez identifico en la generación de exiliados republicanos un
acercamiento al hispanismo, aunque hace la diferenciación entre “la doctrina
franquista de la ‘hispanidad’ y el ‘bueno’”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn69" name="_ftnref69" style="mso-footnote-id: ftn69;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[69]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. En
esta segunda acepción del españolismo lo que se remarca es el aspecto
humanista: la España “quijotesca”. “España como valor supremo ante la otra
España que la niega y, más allá de ella, como valor universal en un mundo […]
de “doblez, iniquidad y alevosía”. Españolismo, pues, de signo diametralmente
opuesto al de la “hispanidad”, pero españolismo al fin.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn70" name="_ftnref70" style="mso-footnote-id: ftn70;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[70]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Sánchez Vázquez hace una diferencia entre <i>hispanismo </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y<i> españolismo</i> para distinguir la forma
en la que los exiliados republicanos dan expresión a sus sentimientos
nacionalistas aunque no está muy convencido de que aún en el considerado
“bueno” se consiga salir de los efectos negativos del nacionalismo. En este
sentido hace una lectura del término <i>transtierro:<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Podría pensarse que la visión gaosiana del exilio permite escapar de
este nacionalismo, dado que —de acuerdo con esa visión— el exiliado se siente
"transterrado’’ en tierra ajena y ésta se le presenta como propia. Ahora
bien, si se le presenta así, es porque en ella encuentra lo perdido, o sea, lo
que hay de español en la tierra ajena. Vale decir: se siente transterrado por
lo que con ella le identifica: su españolidad, y no por lo que le diferencia:
su componente prehispánico o indígena. En consecuencia, lo que hace vivir al
exiliado en su nueva tierra en plan definitivo, sin la obsesión del retomo y
con el sueño de otra vida en su "patria de origen”, es el haberla
encontrado en la tierra que le acoge o “patria de destino". En suma, si el
desterrado cierra los ojos a la tierra de asilo por sentirse ajeno o extraño,
el transterrado los abre justamente por lo que hay de propio, de español en
ella. Nacionalismo, al fin —como decíamos—, en un caso y otro, por diferentes
razones, aunque ambos tengan en común su oposición al de la “hispanidad".<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftn71" name="_ftnref71" style="mso-footnote-id: ftn71;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">[71]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 40.5pt; mso-add-space: auto; mso-list: l4 level2 lfo8; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -40.5pt;"><!--[if !supportLists]--><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">3.3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></i><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Del exilio al transtierro otro episodio del
hispanismo criollo<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Las posturas
de estos tres filósofos con respecto al exilio y a su asilo en México son muy
representativas de las distintas visiones que encontramos en los miles de
españoles que llegaron a nuestro país con la victoria del franquismo. Por
supuesto que existe una gran variedad de experiencias y posicionamientos y no
podemos pretender clasificarlos en forma esquemática; sin embargo, sí podemos
establecer ciertas líneas generales que nos ayuden a comprender lo que fue uno
de los episodios más importantes de la actualidad política de ambas naciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Lo que
expone Gaos representa el sentir de una porción importante de los exiliados que
llegaron a México y que se definen como <i>transterrados;</i> nos referimos a
los que se identifican con México a partir de los componentes hispanistas que
son parte central de la configuración de lo mexicano. En esta postura
encontramos una reivindicación de la cultura española arraigada en nuestro país
y un distanciamiento de los elementos que provienen del pasado precolombino. En
estas personas la elaboración de su condición de exiliados se da a partir de
una identificación con los elementos culturales hispanos de los dos países y a
partir de lo cual llegan afirmar que no se sintieron desterrados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Otro
ingrediente importante en este grupo tiene que ver con la manera en la que
valoraron su integración al país donde la postura del gobierno mexicano fue
determinante. Ya que a muchos de ellos se les brindó una acogida ventajosa en
distintas instituciones oficiales respondieron con un agradecimiento que en
ocasiones se convirtió más bien en una apología del sistema político
posrevolucionario. A pesar de haber sido vencidos y exiliados por un sistema
político antidemocrático y que enarboló la bandera nacionalista española no
fueron capaces de desarrollar una crítica al sistema antidemocrático y opresivo
del gobierno mexicano y tampoco se distanciaron del nacionalismo español. Como
resultado lo que sucedió fue que se sumaron al proyecto político del PRI y se
integraron al segmento más privilegiado de la sociedad haciendo suyas las
posturas liberales de los criollos. Más cercanos a las ideas Ilustradas sus
posturas republicanas se mantuvieron en lo referente al anticlericalismo y la
oposición a las ideas del Imperio Monárquico. Es en ese sentido que se pudieron
identificar con la ideología y las prácticas de sistema mexicano
posrevolucionario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Otro grupo
importante de los refugiados elaboró su exilio de la manera en la que lo hizo
Eduardo Nicol. En este sector encontramos también una recuperación del
catolicismo como factor de identificación. No nos referimos únicamente a la fe
sino también a la institución. En este grupo existe una justificación de la
colonización como empresa evangelizadora lo cual se acompaña de una
descalificación de lo prehispánico por sus “primitivismo” y “barbarie” y una
lectura civilizatoria y humana de la participación española. Para este grupo de
exiliados su adaptación a México implicó una participación en este proceso
civilizatorio que inicio con la Conquista. Lo paradójico de esta postura es que
en ocasiones podemos encontrar en estos exiliados republicanos un hispanismo que
se acerca más a las ideas conservadoras que a las liberales lo cual sólo puede
entenderse a partir de los sentimientos nacionalistas donde la religión, la
lengua y la cultura son un ingrediente fundamental.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Por último
tenemos a muchos refugiados que, como lo hizo Adolfo Sánchez Vázquez,
entendieron su exilio en su dimensión histórica y política e identificaron los
elementos del nacionalismo español que formaron parte de la ideología
franquista que los derrotó y condujo al destierro. Estos individuos se
distanciaron del hispanismo y aplicaron esta crítica para cuestionar las
políticas opresoras que se desarrollaron en España y en México. Para este
sector todo discurso que alimentara prácticas de exclusión y dominación fue
cuestionado; su visión crítica los llevó a un entendimiento de la colonización
como un proceso político, económico y social que sirvió a una elite que
continuó colonizando el imaginario español y mexicano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 27.0pt; mso-list: l4 level1 lfo8; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Conclusiones<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">El análisis
de los movimientos migratorios de judíos y españoles a México nos enseña que
fueron procesos distintos y obedecieron a dinámicas difíciles de comparar. El
encuentro de refugiados a mediados del siglo pasado difícilmente puede ser
comprendido como una experiencia parecida. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Para los
judíos su condición de inmigrantes se entendió en las claves de una experiencia
diaspórica milenaria y su integración a la realidad mexicana se inscribió en
una tradición en la que la “mudanza” territorial constituía uno de sus
ingredientes. En este colectivo se reprodujeron las distintas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>formas de construcción identitaria de todo
grupo judío en la modernidad posilustrada: la asimilación, la ortodoxia, el
sionismo y el desarrollo de un pensamiento crítico de manera individual.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">El exilio
español debe comprenderse a partir del encuentro con un México que los recibió
como españoles y buscó integrarlos a partir de políticas en donde su origen fue
determinante tal y como lo sustentó en su momento el presidente Lázaro Cárdenas.
En su proceso de integración se encontraron con el <i>hispanismo criollo</i>
presente en la configuración del nacionalismo posrevolucionario y con un
gobierno que brindó muchas facilidades y en ocasiones privilegios. El resultado
fue que la mayoría de estos refugiados dejaron atrás su crítica al nacionalismo
español y sus posturas democráticas y terminaron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>defendiendo el sistema de dominación
antidemocrático priista y el hispanismo en sus diversas expresiones que en
varios casos los llevo incluso a una apología de la Colonia. Otro sector estuvo
compuesto por individuos que pudieron identificar el carácter represivo de la
dictadura de partido único y su manejo de los ingredientes hispanistas lo cual
los condujo a una postura crítica a toda forma de nacionalismo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La
comparación de estás dos experiencia migratorias nos permite comprender, además
de las particularidades de cada una de ellas, la manera en la que se configuran
los imaginarios nacionales en México. Mientras que los judíos se encontraron
con un país donde lo judío pasa más por un dato folclórico lejano o un tenue prejuicio
de origen religioso, los españoles fueron acogidos por un imaginario prohispano
que habita en la conciencia de los mexicanos y que les fue “tatuado” con los
dos instrumentos “civilizatorios” del colonialismo imperial español: la espada
y la cruz. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 27.0pt; mso-list: l4 level1 lfo8; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">5.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i>Bibliografía citada. </i><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Arendt Hanna, <i>Los
Orígenes del Totalitarismo, </i>Madrid, Taurus Ediciones<i>, 1974</i>.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i>Enciclopedia Judaica
Castellana; En Diez Tomos</i>,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tomo V,
México, 1949. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Gaos José, “Confesiones de
transterrado”, <i>Revista de la Universidad de la Universidad de México</i>,
Número 521, junio 1994. México. pp. 3-9.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Gleizer Daniela, “De la
apertura al cierre de puertas: La inmigración judía a México durante las
primeras décadas del siglo XX” en <i>Historia Mexicana, vol. LX, núm. 2,
octubre-diciembre, 2010</i>, pp. 1175-1227, El Colegio de México, A.C. Distrito
Federal, México.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>______________, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">México Frente a la inmigración de refugiados
judíos 1934-1940</span></i>, CONACULTA, INAH, Fundación Eduardo Cohen, México,
2000.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">6.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Gojman Alicia, <i>Judaizantes
en la Nueva España: Catálogo de documentos en el <b>Archivo General de la
Nación.</b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>México, FES Acatlán UNAM
y Backal Editores, México, 2006.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">7.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>____________ (Coord.), <i>100
años de vida institucional judía en México; Mosaico de experiencias y reflexiones
(1912-2012).</i> México, FES Acatlán UNAM, CEDICA, 2013.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">8.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>__________, “Introducción”
en Alicia Gojman (Coord.),<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>La Memoria
Archivada: Los judíos en la configuración del México Plural,</i> FES Acatlán
UNAM, CEDIJUM, Comunidad Ashkenazí de México, México, 2011. p. 14 <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">9.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;">Hirsch Rafael S., <i>The Nineteen Letters About
Judaism</i>, Feldheim Publishers Jerusalén-Nueva York, 1995. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">10.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;">Katz Iacob, <i>Exclusiveness
and Tolerance; Studies in<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jewish-Gentile
Relations in Medieval and Modern Times</i>, Nueva York, Berhrman House, 1961.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><i><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">11.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>________,<b><i> </i></b><i>H´et
lajkor ve h´et<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>leh’itbonen; masah’
h’ist´orit h’al darco shel beit Ishrael mehaz´ zeható meharzove h´ad shubo
helea</i><b> </b><i>(Tiempo para Investigar y Tiempo Para Reflexionar; Un
Ensayo Histórico sobre el pueblo de Israel, desde su Salida de su Tierra hasta
su Retorno)</i>, Jerusalén, Mercaz Salman Shazar, 1999.<b> </b>pp.48-53. <b><i><o:p></o:p></i></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">12.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>________, “<i>La
Emancipación Judía y los Estudios Judaicos”, </i>en <i>Dispersión y Unidad, </i>No.
15, Organización Sionista Mundial, Jerusalén, 1975, pp. 118-126<b>.</b> p. 119.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">13.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>_______, <i>Masoret ve
mashber; h’ajebrah’ h’ayeh’udit ve mozaeh’i yemei h’abeinaym (Tradición y
Crisis; La Sociedad Judía al final de la Edad Media), Jerusalén, Mosad Bialik,
1963<b>. </b></i>p. 264. La traducción del hebreo es nuestra responsabilidad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">14.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Muguerza Javier, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Kant y el Sueño de la Razón<i>”,</i> en: <i>Kant:
de la Crítica a la Filosofía de la Religión, En el Bicentenario de La Religión
en los Límites de la Mera Razón</i>, Barcelona, Anthropos y UAM, 1994. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">15.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Nicol Eduardo, <i>El
problema de la filosofía hispánica, </i>edición de Luis de Llera, FCE Ediciones
Espuela de Plata, México, 2008.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">16.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>___________, “La fase
culminante del descontento” en <i>Revista de Hispanismo Filosófico, publicada
por la Asociación de Hispanismo Filosófico, </i>Núm. 4 octubre, 1999- pp. 47-58.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">17.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Pilatowsky Mauricio, “La
virgen de Guadalupe: ícono en la configuración de los imaginarios mexicanos”
en: Mauricio Pilatowsky (Coord.) <i>La configuración de la Nación Mexicana: Un
proyecto de inclusión exclusión</i>, pp.259-275, México, UNAM, 2013.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">18.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Sánchez Vázquez Adolfo, <i>A
tiempo y destiempo: Antología de ensayos, </i>prólogo de Ramón Xirau, Fondo de
Cultura Económica, México, 2003. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">19.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Sartre Jean-Paul, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Reflexiones sobre la cuestión Judía</span></i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">,</b> Traducción del francés por Juana
Salabert, Barcelona, Seix Barral, 2005.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">20.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Sefchovich Sara, “¿Por qué
al margen?” en Alicia Gojman (Coord.), <i>100 años de vida institucional judía
en México,</i> pág. 220-227. México, FES Acatlán UNAM, CEDICA, 2013.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">21.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Fray Servando Teresa de
Mier, “<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Sermón Guadalupano</span> <span style="mso-bidi-font-style: italic;">1794”<i>, en: Los imprescindibles; selección
y prólogo Héctor Perea</i></span>, Ediciones Cal y Arena, México 1997. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">22.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Stallaert Christiane, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Ni una gota de sangre impura; La España
inquisitorial y la Alemania nazi cara a cara</span></i>,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Galaxia Gutenberg, Barcelona 2006. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">23.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Shakespeare William, “El
Mercader de Venecia”<i>, </i>en <i>Obras Completas de William Shakespeare</i>, pp.
1045-1089. Madrid, Aguilar, 1961, <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">24.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;">Vasconcelos José, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Discursos 1920-195</i>0,<b> </b>México,
Ediciones Botas, 1950</span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">, </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 27.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l9 level1 lfo9; text-align: justify; text-indent: -27.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">25.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>______________, <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">La
raza Cósmica</span></i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">, <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Editorial Porrúa</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">, </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">México</span>. </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 27.0pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Daniela Gleizer, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">México Frente a la
inmigración de refugiados judíos 1934-1940</span></i>, CONACULTA, INAH, Fundación
Eduardo Cohen, México, 2000.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Alicia Gojman, <i>Judaizantes
en la Nueva España: Catálogo de documentos en el <b>Archivo General de la
Nación.</b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>México, FES Acatlán UNAM
y Backal Editores, México, 2006.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Alicia Gojman (Coord.), <i>100
años de vida institucional judía en México; Mosaico de experiencias y
reflexiones (1912-2012).</i> México, FES Acatlán UNAM, CEDICA, 2013.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Alicia Gojman, “Introducción”
en Alicia Gojman (Coord.), <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>La Memoria
Archivada: Los judíos en la configuración del México Plural,</i> FES Acatlán
UNAM, CEDIJUM, Comunidad Ashkenazí de México, México, 2011. p. 14<i><o:p></o:p></i></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> “Como resultado directo de la
promulgación del Acta de Cuota de 1921, que constituía la primera ley en la
historia estadounidense que limitaba cuantitativamente la inmigración, y del
Acta Johnson, de 1924, la demanda de entrada de judíos a México aumentó
sensiblemente”. Daniela Gleizer, “De la apertura al cierre de puertas: La inmigración
judía a México durante las primeras décadas del siglo XX” en <i>Historia
Mexicana, vol. LX, núm. 2, octubre-diciembre, 2010</i>, pp. 1175-1227, El
Colegio de México, A.C. Distrito Federal, México,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>p.1191<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid</span></i><span lang="EN-GB">. p.1204<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB">p.1207<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB"> p.1210<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid.</i> p.1217<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
http://www.enlacejudio.com/2012/03/23/segun-el-inegi-67400-personas-se-declaran-judias-en-mexico/<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: -7.1pt;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Javier Mugerza, “Kant y el Sueño de la Razón<i>”,</i> en: <i>Kant: de la
Crítica a la Filosofía de la Religión, </i><i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En el </span>Bicentenario de La Religión en los
Límites de la Mera Razón</i>, Barcelona, Anthropos y UAM, 1994,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pp.125 –159, p. 130<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn12" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: -7.1pt;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Debemos aclarar que los judíos llaman Biblia a lo que los Cristianos consideran
solo una parte y que denominan<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>El
Antiguo Testamento</i> la segunda llamada <i>El nuevo Testamento</i> es para
ellos también parte de la <i>Biblia </i>y es rechazada por los judíos.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn13" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 7.1pt; text-indent: -7.1pt;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> La traducción griega de
Mesías es Cristo.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn14" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> En el año 323 D.C. el
Emperador Constantino se convierte al cristianismo, que se instaura como la
religión oficial del Imperio Romano.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn15" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref15" name="_ftn15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De acuerdo con las interpretaciones que
hicieron de los evangelios, los que sostenían esta forma de segregación.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn16" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref16" name="_ftn16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"> Iacob Katz, <i>Exclusiveness and Tolerance;
Studies in<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jewish-Gentile Relations in
Medieval and Modern Times</i>, Nueva York, Berhrman House, 1961. p. 4.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn17" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref17" name="_ftn17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Iacob Katz,<b><i> </i></b><i>H´et
lajkor ve h´et<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>leh’itbonen; masah’
h’ist´orit h’al darco shel beit Ishrael mehaz´ zeható meharzove h´ad shubo
helea</i><b> </b><i>(Tiempo para Investigar y Tiempo Para Reflexionar; Un
Ensayo Histórico sobre el pueblo de Israel, desde su Salida de su Tierra hasta
su Retorno)</i>, Jerusalén, Mercaz Salman Shazar, 1999.<b> </b>pp.48-53. <b><i><o:p></o:p></i></b></p>
</div>
<div id="ftn18" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref18" name="_ftn18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Iacob Katz, “<i>La Emancipación
Judía y los Estudios Judaicos”, </i>en <i>Dispersión y Unidad, </i>No. 15, Organización
Sionista Mundial, Jerusalén, 1975, pp. 118-126<b>.</b> p. 119.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn19" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref19" name="_ftn19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <i>Enciclopedia Judaica
Castellana; En Diez Tomos</i>,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tomo V,
México, 1949. p.68<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn20" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref20" name="_ftn20" style="mso-footnote-id: ftn20;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> William Shakespeare, “El
Mercader de Venecia”<i>, </i>en <i>Obras Completas de William Shakespeare</i>,
Madrid, Aguilar, 1961, pp. 1045-1089. Lo calificamos de “desafortunado” por que
reproduce el estereotipo del judío que maneja el antisemitismo. Al final de la
comedía Shylock, el prestamista judío, recibe el perdón del cristiano
misericordioso a cambio de su conversión al cristianismo.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn21" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref21" name="_ftn21" style="mso-footnote-id: ftn21;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"> Iacob Katz, <i>Exclusiveness and Tolerance</i>,
<i>op. cit</i><b>.</b>, pp. 132-3. </span>La traducción del inglés es nuestra
responsabilidad<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn22" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref22" name="_ftn22" style="mso-footnote-id: ftn22;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Simón Dubnov, “El precio de
la Emancipación – El decreto de 1806”<b>, </b>en<b> </b><i>Historia Universal
del Pueblo Judío,</i> Tomo VIII, pp. 55-69, Buenos Aires, Editorial S. Sigal,
1951.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn23" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref23" name="_ftn23" style="mso-footnote-id: ftn23;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <i>Ibidem.</i><b><o:p></o:p></b></p>
</div>
<div id="ftn24" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref24" name="_ftn24" style="mso-footnote-id: ftn24;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><b> </b><i>Ibidem. </i><o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn25" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref25" name="_ftn25" style="mso-footnote-id: ftn25;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Iacob Katz, <i>Masoret ve
mashber; h’ajebrah’ h’ayeh’udit ve mozaeh’i yemei h’abeinaym (Tradición y
Crisis; La Sociedad Judía al final de la Edad Media), Jerusalén, Mosad Bialik,
1963<b>. </b></i>p. 264. La traducción del hebreo es nuestra responsabilidad.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn26" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref26" name="_ftn26" style="mso-footnote-id: ftn26;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Iacob Katz, <i>H´et lajkor<b>,</b></i><b>
</b><i>op. cit</i><b>. </b>pp. 53-59. El autor presenta las condiciones<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de los judíos, en los ámbitos social, político
y económico, antes del periodo de la Emancipación.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn27" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref27" name="_ftn27" style="mso-footnote-id: ftn27;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Iacob Katz, “La Emancipación
judía y los estudios judaicos”,<i> op. cit</i><b>. </b>p. 121.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn28" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref28" name="_ftn28" style="mso-footnote-id: ftn28;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Iacob Katz, <i>Masoret ve
mashber<b> , </b>op. cit</i><b>.</b> pp.298-299. La traducción del hebreo es
nuestra responsabilidad.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn29" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref29" name="_ftn29" style="mso-footnote-id: ftn29;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Iacob Katz, “La Emancipación
judía y los estudios judaicos”<i>, op. cit</i><b>. </b>p.122.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn30" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref30" name="_ftn30" style="mso-footnote-id: ftn30;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Hanna Arendt, <i>Los
Orígenes del Totalitarismo, </i>Madrid, Taurus Ediciones<i>, 1974.</i><b> </b>p.107.<b><o:p></o:p></b></p>
</div>
<div id="ftn31" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref31" name="_ftn31" style="mso-footnote-id: ftn31;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Arendt, <i>op. cit</i><b>. </b>p. 140.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn32" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref32" name="_ftn32" style="mso-footnote-id: ftn32;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Para ilustrar como surge
este movimiento y cuales son sus argumentos ver: Rafael S. Hirsch <i>The
Nineteen Letters About Judaism</i>, Feldheim Publishers Jerusalén-Nueva York,
1995. <o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn33" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref33" name="_ftn33" style="mso-footnote-id: ftn33;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Sartre Jean-Paul, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Reflexiones sobre
la cuestión Judía</span></i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">,</b>
Traducción del francés por Juana Salabert, Barcelona, Seix Barral, 2005.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>p.159<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn34" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref34" name="_ftn34" style="mso-footnote-id: ftn34;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid. </i>p.75<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn35" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref35" name="_ftn35" style="mso-footnote-id: ftn35;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Sara Sefchovich, “¿Por qué al margen?” en Alicia Gojman (Coord.), <i>100 años
de vida institucional judía en México;</i> <i>op.cit.</i> pág. 220-227. p.222<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn36" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref36" name="_ftn36" style="mso-footnote-id: ftn36;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Este tema fue ampliamente tratado en: Mauricio Pilatowsky, “La virgen de
Guadalupe: ícono en la configuración de los imaginarios mexicanos” en: Mauricio
Pilatowsky (Coord.) <i>La configuración de la Nación Mexicana: Un proyecto de
inclusión exclusión</i>, México, UNAM, 2013. pp.259-275.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn37" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref37" name="_ftn37" style="mso-footnote-id: ftn37;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> Fray
Servando Teresa de Mier, “<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Sermón
Guadalupano</span> <span style="mso-bidi-font-style: italic;">1794”<i>, en: Los
imprescindibles; selección y prólogo Héctor Perea</i></span>, Ediciones Cal y
Arena, México 1997. p. 27<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn38" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref38" name="_ftn38" style="mso-footnote-id: ftn38;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
José Vasconcelos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">La raza Cósmica</span></i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">, <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Editorial Porrúa</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">, </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">México</span>. p.<b> </b></span>7-8.<span style="mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn39" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref39" name="_ftn39" style="mso-footnote-id: ftn39;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial",sans-serif;"> </span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">José
Vasconcelos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Discursos 1920-195</i>0,<b> </b>México,
Ediciones Botas, 1950</span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">, </span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">p.12</span><span style="font-family: "Arial",sans-serif;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn40" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref40" name="_ftn40" style="mso-footnote-id: ftn40;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
José Vasconcelos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">La raza Cósmica</span></i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">op.cit.</i></span> <span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">, </span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">p. </span>27<span style="mso-bidi-language: AR-SA;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn41" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref41" name="_ftn41" style="mso-footnote-id: ftn41;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[41]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-GB">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB"> p. 17<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn42" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref42" name="_ftn42" style="mso-footnote-id: ftn42;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[42]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-GB">Ibid.</span></i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="EN-GB"> </span></b><span lang="EN-GB">p. 21</span></span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Arial",sans-serif; mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn43" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref43" name="_ftn43" style="mso-footnote-id: ftn43;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[43]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-US;"> <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-bidi-font-weight: bold;">Ibid. </span></i><span lang="EN-US" style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">p.26</span></span><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn44" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref44" name="_ftn44" style="mso-footnote-id: ftn44;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[44]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Gral. Lázaro Cárdenas al abrir el
Congreso sus sesiones ordinarias, el 1 de septiembre de 1939, </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>citado en Luis González y González, (recop.) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los presidentes de México ante la nación.
Informes, manifiestos y documentos de 1821 a 1966. </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">En: Daniela Gleizer, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">México
Frente a la inmigración de refugiados judíos 1934-1940, op. cit.</span></i></span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;"> p. 83</span><o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn45" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref45" name="_ftn45" style="mso-footnote-id: ftn45;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[45]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
José Gaos, “Confesiones de transterrado”, <i>Revista de la Universidad de la
Universidad de México</i>, Número 521, junio 1994. México. pp. 3-9, p.4.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn46" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref46" name="_ftn46" style="mso-footnote-id: ftn46;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[46]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibídem.<o:p></o:p></i></p>
</div>
<div id="ftn47" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref47" name="_ftn47" style="mso-footnote-id: ftn47;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[47]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> “Nosotros recibimos un
sueldo con el que pudimos hacerlo; es decir: nosotros fuimos los primeros
profesores universitarios de carrera o de tiempo completo en México, años antes
de que se fundara la institución para los mexicanos -y para los españoles, pues
desde que se fundó se nos ofrecieron y concedieron las plazas en los mismos
términos y números que a los mexicanos.” <i>Ibid.</i> p.p. 4-5<i>.<o:p></o:p></i></p>
</div>
<div id="ftn48" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref48" name="_ftn48" style="mso-footnote-id: ftn48;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[48]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid. </i>p.7<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn49" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref49" name="_ftn49" style="mso-footnote-id: ftn49;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[49]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid. </i>p.8<i><o:p></o:p></i></p>
</div>
<div id="ftn50" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref50" name="_ftn50" style="mso-footnote-id: ftn50;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[50]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid.</i> p. 6.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn51" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 14.2pt; text-indent: -14.2pt;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref51" name="_ftn51" style="mso-footnote-id: ftn51;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[51]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Eduardo Nicol, “La fase
culminante del descontento” en <i>Revista de Hispanismo Filosófico, publicada
por la Asociación de Hispanismo Filosófico, </i>Núm. 4 octubre, 1999- pp.
47-58.<i> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>p.53<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn52" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 14.2pt; text-indent: -14.2pt;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref52" name="_ftn52" style="mso-footnote-id: ftn52;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[52]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Eduardo Nicol, <i>El
problema de la filosofía hispánica, </i>edición de Luis de Llera, FCE Ediciones
Espuela de Plata, México, 2008. p.94<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn53" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref53" name="_ftn53" style="mso-footnote-id: ftn53;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[53]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid</span></i><span lang="EN-GB">. p.95<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn54" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref54" name="_ftn54" style="mso-footnote-id: ftn54;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[54]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid</span></i><span lang="EN-GB">. p.99<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn55" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref55" name="_ftn55" style="mso-footnote-id: ftn55;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[55]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid</span></i><span lang="EN-GB">. pp. 98-99<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn56" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref56" name="_ftn56" style="mso-footnote-id: ftn56;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[56]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid</span></i><span lang="EN-GB">. p. 97<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn57" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref57" name="_ftn57" style="mso-footnote-id: ftn57;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[57]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB"> p. 106<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn58" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref58" name="_ftn58" style="mso-footnote-id: ftn58;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[58]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB"> p. 143<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn59" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref59" name="_ftn59" style="mso-footnote-id: ftn59;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[59]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Christiane Stallaert, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Ni una gota de
sangre impura; La España inquisitorial y la Alemania nazi cara a cara</span></i>,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Galaxia Gutenberg, Barcelona 2006. Pp.
324-325<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn60" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref60" name="_ftn60" style="mso-footnote-id: ftn60;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[60]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Eduardo Nicol. <i>Op. cit. </i>p. 156<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn61" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref61" name="_ftn61" style="mso-footnote-id: ftn61;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[61]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid.</i> p. 163<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn62" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref62" name="_ftn62" style="mso-footnote-id: ftn62;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[62]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid.</i> p. 166<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn63" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref63" name="_ftn63" style="mso-footnote-id: ftn63;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[63]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Adolfo Sánchez Vázquez, <i>A tiempo y destiempo: Antología de ensayos, </i>prólogo
de Ramón Xirau, Fondo de Cultura Económica, México, 2003.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>p.590<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn64" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref64" name="_ftn64" style="mso-footnote-id: ftn64;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[64]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibídem.</i><o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn65" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref65" name="_ftn65" style="mso-footnote-id: ftn65;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[65]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid. </i>p.570<i><o:p></o:p></i></p>
</div>
<div id="ftn66" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref66" name="_ftn66" style="mso-footnote-id: ftn66;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[66]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibídem.<o:p></o:p></i></p>
</div>
<div id="ftn67" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref67" name="_ftn67" style="mso-footnote-id: ftn67;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[67]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibídem.</i><o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn68" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref68" name="_ftn68" style="mso-footnote-id: ftn68;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[68]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid.</i> p.577<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn69" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref69" name="_ftn69" style="mso-footnote-id: ftn69;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[69]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid. </i>p.598<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn70" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref70" name="_ftn70" style="mso-footnote-id: ftn70;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[70]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibídem.<o:p></o:p></i></p>
</div>
<div id="ftn71" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/EXILO%20CIUDADAN%C3%8DA%20Y%20DEBER%20DE%20MEMORIA/El%20Exilio%20espa%C3%B1ol%20y%20la%20Di%C3%A1spora%20jud%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref71" name="_ftn71" style="mso-footnote-id: ftn71;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[71]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>Ibid. </i>p. 599<o:p></o:p></p>
</div>
</div>Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-81234788081547145392022-10-20T09:05:00.001-07:002022-10-20T09:05:41.907-07:00Max Aub, the exile who returns to the diaspora<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 283.2pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">The same intolerance that
threw you out of Cologne… For the same cause, for the same reasons. Have you
ever heard this cry? “We shall not allow our blood to mix with an impure one!”
Doesn’t it ring a bell?<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 283.2pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">(Max Aub, <i>San Juan</i>)<o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 9.0cm; text-align: right;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Introduction<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">This essay approaches a writer who, in his work, left
a vivid testimony of his own experience. Max Aub, a Spanish republican exile
who took asylum in Mexico was also the heir to another heartbreaking
experience: he was an assimilated Jew. Based on one of his most relevant texts
about exile—<i>San Juan</i>—we shall reflect on the issue of the Spanish
republican one and also on Aub’s own personal experience dealing with it. The
reading of this play, in which he seeks to reproduce the distressing experience
of those exiles who navigated from port to port in the hope of finding refuge,
transmits to us what thousands of exiles lived in those years and what Aub
himself experienced. The disconcerting matter about this tragedy is that the
characters are not Spanish republicans but, rather, Jews fleeing Nazism. The
reason for this choice is enigmatic. One might expect an exiled Spanish
republican writer, who talks about his own experience, to recreate the
situation of his compatriots fleeing Francoism and not that of the Jews. To
approach this problematic it is necessary to understand what exile meant for
Aub and his way of expressing this significance in this emblematic work. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">In order to understand the
deep significance of this tragedy and the author’s reason to address the issue
of exile based on the Jewish experience and not on the Spanish one, we shall
reflect on what it meant to be a diasporic Jew as a way to differentiate it
from the experience of the sheer political exile. First, we shall expose, in a
schematic way, how we understand the Jewish diaspora and what the text
represents in this millenary tradition. Continuing with this reflection, we
shall review Aub’s positions concerning the central themes of politics,
society, and culture. In this sense, it should be remembered that he was a
multifaceted writer: in addition to novels, plays and poems, throughout his
life he wrote articles for many newspapers, including the most renowned ones.
Before analyzing <i>San Juan</i>,<i> </i>we shall stop at these journalistic
pieces to determine what the author thought about nationalisms, religious
beliefs and sectarian appropriations of literature. For de purpose of</span><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;"> illustrating this
condition—which we identify as diasporic—we shall stop at Aub’s reflection on
two authors with whom he identified: Franz Kafka and Heinrich Heine. In these
two great writers he saw his own desire reflected: to make literature an
instrument of criticism and a source of hope. In 1964, on the occasion of its
publication in Spain, Aub wrote: “<i>San Juan</i> still represents the idea
that I have of my time’s literature; it does not and cannot go without being a
chronicle and a denunciation” (Aub 1998: 225–226).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES-MX;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
His literary analyses of these two writers explain the denunciation he has in
mind when he retrospectively refers to this play while in exile during the
Spanish Civil War. After exposing all the elements that make it possible to
differentiate exile and diaspora and that help us comprehend how Aub understood
his role as a writer, we shall go on to analyze his work <i>San Juan</i> to
determine why this great Spanish writer chose as traveling companions the
stateless Jews, whose fate had nothing to do with the Spanish Civil War.</span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Spanish Republican Exile and Jewish Diaspora<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">The terms <i>exile </i>and <i>diaspora </i>refer to different
phenomena, although not entirely disconnected. The first one alludes to the
condition of a person or a collective that is expelled from their place of
residence and cannot return to it because of external reasons. The second one
refers to the dispersion of a community or its members in different places who,
despite their spread, do not lose the link with their origin. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>There
are countless experiences of exiles throughout history and each of them
responds to very particular circumstances. In this reflection we shall focus on
what has been defined as the Spanish republican exile, which originated from
the coup led by Francisco Franco in 1936. The military uprising led to a
three-year war that ended with the establishment of a dictatorship and the expulsion
of many republicans. Mexico provided refuge for thousands of these exiles,
among whom was Max Aub, who arrived in 1942.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>The
term <i>diaspora </i>also refers to different collective experiences. In this
essay we shall focus on what is known as the Jewish diaspora.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
During the first century, the Romans quelled the Jewish rebellion in Palestine,
destroyed the Second Temple, and expelled the Jews, beginning what the Hebrew
tradition knows as <i>galut</i>:<i> <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: .1pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">The Jews gave
an expiatory explanation for their segregation and suffering, relating them to
their unique position as the chosen people. As a result of this new
interpretation, they shifted the centers of authority: from the
political-religious structures (of their life as a nation in their State before
exile) to the study of the scriptures and the adaptation of the written laws
(in order to rule a nation that lived in exile) (Pilatowsky 2008: 59).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">This adaptation to the life in exile has specific
characteristics and elements and has have—and still has—many interesting ways
of expressing itself. Now we shall describe some of these elements, as they are
related (generally) to Aub’s conception of his own life and experiences and
(specifically) to his play <i>San Juan.</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Elements of the Jewish diaspora reflected in Aub’s
work<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">The policies implemented by Western governments in the
late eighteenth and early nineteenth-centuries under the directive of achieving
equality for all citizens dismantled the areas where the Jews were confined and
sought to assimilate them into society. However, they did not focus on changing
the prevailing measures of exclusion in Christian society. This supposed
emancipation did not achieve its objective and, rather, generated a rejection
that resorted to a biological imaginary. The concept of <i>race</i> replaced
that of <i>faith</i> and modern antisemitism took the place of medieval
anti-Judaism. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">The transition from medieval anti-Judaism to modern
antisemitism did not allow religious conversion to achieve a true integration.
The discrimination against converts and their descendants continued. The reason
the Nazis murdered Christians, agnostics, and atheists was because their
grandparents had been Jews: according to racial laws this condition—Judaism—was
transmitted by blood. In the case of Jews who had renounced their faith and who
sought to assimilate into Christian society, there was an ambivalent
relationship with respect to Judaism as they sought to erase its traces and, at
the same time, recognized that they were not fully accepted. Aub’s parents were
in this situation, as they have tried to assimilate completely, but failed. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Another aspect that characterized Jewish diaspora since
the Enlightenment was the rise of Orthodox Judaism. The change in religious
practices that it fostered with the aim of facing massive conversion to
Christianity focused on the radicalization of differentiating elements such as
clothing. Access to unauthorized press and literature was restricted by the
religious authorities, and there was a prohibition of social exchanges with the
Christian majority as well. Along the same lines, marriage with non-Jews was
condemned and the norms for conversion to Judaism were hardened. The ascription
to a community where its members’ lives were regulated—as the Orthodox
communities did and still do—implied an exclusion of those who were not willing
to participate. Aub considered this demand a form of exclusion as reprehensible
as any other. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">Another
solution found by the Jewish collective to the paradoxical situation posed by
the breakdown or their traditional ways was the adoption of nationalism. There
were different expressions of this nationalism; the one that finally prevailed
was the one that identified the land of the current State of Israel as the
place for the concentration of the Jewish diaspora. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">The
resignification of the text is one of the most important elements of the Jewish
diaspora. George Steiner describes the condition of the diasporic people:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: .1pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">On the other hand, assuredly, writing has been the indestructible
guarantor, the “underwriter”, of the identity of the Jew: across the frontiers
of his harrying, across <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>the centuries,
across the languages of which he has been a forced borrower and <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>frequent master. Like a snail, his
antennae towards menace, the Jew has carried the house of the text on his back.
What other domicile has been allowed him? (Steiner 1985: 7–8)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">We can find examples of
diasporic Jews—who, as Steiner describes them, carry their house of text on
their back—in all forms of knowledge, in the different expressions of art and
in the diversity of political reflections. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>What Steiner argues is that in the diasporic experience
the relationship with the text acquired very particular characteristics among
which prevailed “the mystique of fidelity to the written word, the reverence
bestowed on its expositors and transmitters” ( ibid.: 17). According to this
author—who also assumed his citizenship within this territory—in the transition
to modernity contents were secularized, but the devotion for the truth was not
lost, as well as the admiration for beauty or the demand for justice: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">It
is these which have made so many Jewish men and, more recently, women most native
to modern intelligence. It is these that have generated the provocative
pre-eminence of the Jew in modernity, be it humanistic or scientific. The
“bookish” genius of Marx and of Freud, of Wittgenstein and of Lévi-Strauss, is
a secular deployment of the long schooling in abstract, speculative commentary
and clerkship in the exegetic legacy (ibid.).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">Many of these figures
abandoned Jewish religion or even declared themselves atheists, critical of all
forms of exclusive communitarianism. They distanced themselves from Jewish
centers and did not identify with Zionism; in search of inclusive universality,
they clung to the text with a devotion that did not admit concessions. In this
territory we can perfectly locate Max Aub who dedicated his life to writing,
where he always embraced truth, beauty and justice as his highest values. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Max Aub’s biographical note<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Max Aub was born in Paris on June 2, 1903. His father,
Frederick William Aub Marx, came from Bavaria and his mother, Susana Mohenwitz,
was born in France, but her family was of Saxon origin. Both his parents had
Jewish origins, but they had already separated from religion and raised Max in
agnosticism. During the first years of his life “he faced for the first time
the bitter xenophobic insults of <i>sales juifs! </i>which he would never
forget” (Meyer 2007: 11). His family moved to Spain in 1914 for his father’s
business. From a young age, Aub learned German and French, and very soon also
Spanish. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>In
1920 he finished high school, a significant period for him, since when asked
about his nationality, he always replied: “one is from where one studies high
school” (ibid.: 233).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> This
statement can be understood as a recognition of the determining factor that his
adolescent experience was, but it is also a questioning of what the great
nationalistic ideals mean. For Aub it is only a circumstantial element that
determines his identification as a Spaniard. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">He joined the <i>Partido Socialista Obrero Español </i>(PSOE,
Spanish Socialist Workers’ Party) in 1928; throughout his life he considered
himself a socialist and identified with democratic Marxism. From 1936 to 1937
he was sent to France as Cultural Attaché of the Spanish Embassy. After the
coup of 1936 he had to leave Spain and was interned in various concentration
camps and prisons in France and Algeria until 1942, when he got his release and
was welcomed by the Mexican government; the play <i>San Juan </i>refers to this
moment in his life. Throughout his life, he visited many countries<i>, </i>where
he was invited to give courses and lectures; we shall highlight only two of
them that are related with our subject: he traveled to Israel in 1966 and to
Spain in 1969 and 1972. He died in Mexico City, shortly after his last trip to
Spain, on July 22, 1972. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Max Aub’s position towards exclusive identifications<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Any attempt to ascribe Aub to a religious, national
or, cultural tradition ends up reproducing the complexity and even
inappropriateness of this task. To begin with, his name is included in the list
of Spanish republican exiles that arrived in Mexico; however, when reading his
reflections on this experience, this identification becomes questionable.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
The Mexican imaginary also includes him, since, in 1956, he received citizenship;
however, this ascription is also questioned by him. Some of the scholars who
address his personality identify him as Jewish because of his ancestry, but, at
the same time, point out that he did not receive any religious education and
that he remained on the margins of the community life and did not identify
himself with Zionism. Aub himself, in his diaries, alludes to what it meant to
have been left out of identity classifications and how writing gave him the
strength to face this situation: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: .1pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">What a harm
has not done to me, in our closed world, not belonging anywhere! Being <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>named as I am named, with a first and last
name that can be from one country or another […] In this hours of closed
nationalism, being born in Paris and being Spanish, having a Spanish father
born in Germany, a Parisian mother but also of German origin and with a Slavic
last name, and speaking with that French accent that tears my Spanish apart,
what a harm has it not done to me! The agnosticism of my
parents—freethinkers—in a Catholic country like Spain, or their Jewish ancestry
in an anti-Semitic country like France, what annoyances, what humiliations has
it not caused me! What a shame! I have drawn some of my strength to fight
against so much ignominy (Meyer 2007: 19).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">In this passage, it can be seen how this condition of
not belonging anywhere pushed him to exclusion and caused him even harm. The
only place where he found refuge was the text. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Later on, we shall return to
Aub’s relationship with writing and how, for him, it represented a place of
identification; but first, and in order to understand what he describes as the
damage of not belonging anywhere, we shall observe his considerations on his
identification with the Jewish, the Spanish and the Mexican. Regarding his
relationship with Judaism, Aub makes the following reflection after returning
from a trip to Israel in 1966:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: .1pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">I thought I was somewhat Jewish, not because of the blood (which, poor
thing, what does it know about that?), but because of my ancestors’ religion—my
parents did not have it—and I came here with the idea of resenting something, I
don’t know what, of facing myself. And there was nothing. I have nothing to do
with these people more than with others, as I have nothing to do with the
Germans, or the Poles, or the Japanese, or the Argentinians. My ties are with
the Mexicans, the Spaniards, the <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>French
and, perhaps a little, with the English. Perhaps more with the Spaniards, but
maybe only with those of my time. I am not Jewish at all. I am sorry, but I
cannot cry, they are strangers to me, as much or more than the Norwegians or
the Turks (ibid.: 29).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES-MX;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">This consideration clears
any doubt: he did not feel any particular closeness to the Israelis, neither
based on the religion of his ancestors, nor from a definition of biological
nature, nor in relation to the national element. What is interesting to
highlight here is his recognition of a concern that required clarification,
since he comments that he believed he was somewhat Jewish. The confession of a
need to examine his emotional identifications with respect to the Jewish
element, as expressed in his account, refers to the existence of something that
was present in him and that he identified as Jewish and of what he could
finally get rid of after the trip. It is difficult to decipher what that
something meant. What Aub wrote in other texts leads us to suppose that what
aroused that feeling was the antisemitism he suffered throughout his life. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">Regarding
nationalisms, a mention should be done in relation to a conference he gave in
1963,<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES-MX;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
where he clearly spoke out against them. In it, he questioned any national
appropriation of literature based on the language in which it was written:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">Perhaps
tomorrow, for the sake of common markets, languages will again depend on
themselves and not on geography—that is, on nationalism. There will be no
reason to speak of Belgian or Swiss literature if in fact there is no longer,
economically, with their borders, Belgium or Switzerland. And the English will
be what is spoken in English, and the Spanish what is spoken in Spanish. It is
my long-term hope against nationalism, a cancer that still gnaws—day and
night—our world (</span><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Meyer 2007</span><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">: 735–44).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES-MX;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">To reinforce this
statement, another of Aub’s remarks regarding Spanish nationalism can be read:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: .1pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">We Spaniards are extraordinary because a Genoese Jew discovered America,
because a German king founded the empire, because thanks to an English general
we resisted Napoleon, because with the help of multicolored communists and
anarchists of all kinds during three years we fought other Spaniards, helped by
uniformed Germans and Italians (ibid.: 849).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES-MX;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;">From these words we can
conclude that Aub did not conceived himself as a Spanish writer in the
nationalistic sense of this term. Although he recognized that his language of
expression was Spanish, he rejected being considered a Hispanic author. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Aub’s criticism of all
nationalisms did not exclude the Mexican one: “the truth is that we are a
handful of people with no place in the world. In Mexico, despite being Mexican,
they do not consider us as such. Here we can only live in silence” (ibid.).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Also, in the article “La cultura en México”<i> </i>[The culture in Mexico]
(1963), he stated: “Since the beginning (Death to the<i> gachupines</i>!), nor
recognizing Spain (<i>sic</i>). Neither Franco nor, tomorrow, whoever. The
Malinche, unforgettable. Absurd at first glance. But a rationalist who wants to
love Mexico must give up many things. This is the only way to preserve oneself”
(Meyer 2007: 716).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Aub
was neither Spanish, nor Jewish, nor Mexican, he was, rather, a citizen of the
world who adopted a language different to his native one and used it to
describe, in his writings, a culture filled with pieces of many others which he
considered part of his own. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Max Aub and the text as territory of permanent
residence</span></b><span lang="EN-GB" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Aub, unlike many of the Spanish republican exiles who
arrived in Mexico, did not see this episode of his life as something that
reinforced his religious or national identifications. In his writings we find
rather a critical distancing from them. The aspect of his life nurtured by this
experience was his conviction that writing can be used as a tool to fight
injustice and to build a better world.</span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>In a piece written in 1962 and
entitled <i>Homenaje a los que nos han seguido </i>[Homage to those who have
followed us] (<i>Revista de la Universidad de México</i>, 1962), Aub presents a
reflection on the link between exile and writing. What can be read there are
the considerations of a man in his seventies who chooses to understand his
life, and particularly his exile, from a writer’s perspective:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">It is difficult to talk about
the homeland when one gets old far away from it because, what is it like, even
knowing how it is? There are no other images than those brought by the
encouragement—or the discouragement—of others’ words. They recount and they do
not end. Without great variations, optimistic and non-optimistic ones can only
agree that the only visible thing of the old seed of freedom that, in its
day—by the force of things—we incarnate are students and writers. Too much
honor for those of us who only know how to write (Meyer 2007: 656–657).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Aub considered himself a member of a group that he
identified as ‘a writers’ fraternity’. While in exile he learned to appreciate
this fraternity and the people he considered its members; he thought of the
writers of yesteryear as his masters and guides, and the ones to come were
valuable for him because they represented a hope for the present and the future
of literature, which was the path Aub saw to escape as established and
exclusive identifications, including that imposed to him by Franco’s
dictatorship:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Even if we do not want to, we
are all one. From others we come to others. We are always children of the best.
If you scratch my bark, you will find the sap of Cervantes, Quevedo, Galdós,
and even the humors—good or bad—of Ortega, and those of Tolstoy and Martin du
Gard. (And in the worst poet those of Bécquer, Rubén, Juan Ramón, without considering
Gil Vicente, Garcilaso, Lope, Quevedo or Jorge Manrique.)</span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">They wanted to rip us out of
Spain, without success. There, more alive than ever, Antonio Machado, Federico
García Lorca, Miguel Hernández and the living that I name, in the blood of the
new ones (Meyer 2007: 657).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">This account gives us examples of the members of that
writers’ fraternity which Aub considered so important. Also, in Aub’s work it
is possible to find literary analyses that allow us to understand more clearly
the value he placed on writing. We shall address just two very illustrative
examples of his analyses: that of the literatures of Franz Kafka (1883–1924)
and that of Heinrich Heine (1797–1856).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Kafka<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Aub’s reflections on Kafka’s life and work are
centered in two aspects with which he identifies: his distancing of nationalist
and religious affiliations and the emancipatory function of writing. In 1948,
he wrote a sequence of three articles in which he presented, in a very
synthetic way, his analysis of the author’s literature. In “<i>El Proceso de
Franz Kafka</i>”<i> </i>(Franz Kafka’s Process, <i>Últimas noticias</i>, March,
9 1948), he comments on the staging of a theater adaptation of <i>The Process. </i>After
addressing the adaptation, he goes on to analyzing the psychology of the
writer: “Kafka spent his painful life accusing himself of the ‘crime of being
born’. <i>The Process</i> is nothing more than this trial. His hero ignores the
reason of the persecution to which he is subjected by beings that are both real
and ghostly” (Meyer 2007: 290).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn15" name="_ftnref15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Aub
interprets the novel as the expression of the feeling that accompanied the
author throughout his life. The representation of an absurdity where a judicial
process does not require the concrete specification of the crime alludes to
Kafka’s personal condition but acquires its universal literary value when he
describes the way in which society operates: “Judges have been the subject of
bloody ridicule since the administration is the administration, with its
bureaucracy and its mountains of files. But Kafka’s bitter irony has gone
further: he has completely dehumanized them” (ibid.: 291).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn16" name="_ftnref16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a></span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>In
the second article of this series,<i> </i>“<i>Drama de nuestro tiempo</i>”
[Drama of our time] (<i>Últimas noticias</i>,<i> </i>March 10, 1948), he
continues with his reflection on <i>The Process</i> and among other things he
affirms that: “Kafka always fled from himself, even from his own body, from
health to illness. Life was for him ‘a perpetual deviation that does not even
allow one knowing it is deviating’” (Meyer 2007: 292).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn17" name="_ftnref17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
There is a clear allusion to the writer’s tuberculosis, but Aub’s description
goes beyond that. He talks about Kafka’s position on life in general: “only the
author’s work and life make the trance clear: his hero’s punishment is due,
above all, to his loneliness” (ibid.).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn18" name="_ftnref18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a></span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>In
the last article of the series, <i>El sacrificio de Abraham </i>(Abraham’s
sacrifice, <i>Últimas noticias</i>, March 12,<i> </i>1948), Aub resorts to
Kafka’s diary to explain the link between the author and his work:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: .1pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">“I
assumed—writes Kafka—my time’s denial… I have no right to fight it but, in a
certain way, I represent it.” Crucified between Christianity and Judaism he
only glimpses the possibility of saving himself by “creating himself.” “It was
not laziness, ill will, or clumsiness that led me to fail in everything: family
life, friendship, marriage, profession, literature, but the absence of soil, of
air, of law” (ibid.: 293).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn19" name="_ftnref19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Aub interprets Kafka’s work as the paradoxical
expression of the messianic feeling of diasporic Judaism where, without soil,
air, and law, writing becomes the last resort to dream of a better world. In
that sense he quotes the Czech writer: “‘Writing is praying’—he even said ‘God
does not want me to write’” (Meyer 2007: 294).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn20" name="_ftnref20" style="mso-footnote-id: ftn20;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
This is how we can understand Kafka’s determination to represent his time’s
negative aspect, despite feeling like a failure, since, according to Aub: “he
still harbored a messianic hope, the same one abandoned, in the negative sense
and that will end up drowning them, by the existentialists greatly influenced
by him” ( ibid.: 293).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn21" name="_ftnref21" style="mso-footnote-id: ftn21;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Heine<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Heine was an author with whom Aub identified in a
particular sense. In an article published in 1956, <i>Notas acerca de Enrique
Heine. Homenaje a Enrique Heine </i>[Notes about Heinrich Heine. Homage to
Heinrich Heine] (<i>Novedades</i>, May 6, 1956), Aub recovers some notes he had
taken at a conference that he gave that same year, along with María Douglas, on
February 17 at an event commemorating the poet’s centenary. In a few lines he affirms
that: “the greatness of Heine, like that of all important writers, lies on his
power of rebellion. He rebelled against his times’ society, against his
country, against the one that sheltered him, against God” (Meyer 2007: 550).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn22" name="_ftnref22" style="mso-footnote-id: ftn22;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
In Heine, Aub saw an author who managed to touch his readers regardless of
borders, languages, or beliefs, precisely because he did not feel attached to
any of these. “Heine was always a foreigner because he never felt his feet step
on solid ground. He always had the sensation of being in the air. Perhaps that
is why his poetry is so winged, so out of nowhere, so universal, so well
understood by everyone” (ibid.: 546).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn23" name="_ftnref23" style="mso-footnote-id: ftn23;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a></span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Heine was born in Germany,
into a Jewish family. He converted to Christianity in order to survive in a very
inhospitable environment for the Jews. Aub emphasizes this motivation when he
states that: “he wanted to be a Protestant and married in the Catholic Church.
Surely he wanted to ‘alternate’, to blend together with indifferent people,
perhaps to live unnoticed as was the dark and deep desire of so many
Israelites” (ibid.).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn24" name="_ftnref24" style="mso-footnote-id: ftn24;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
According to Aub, Heine’s conversion did not have a religious inspiration and
it did not mean an approach to God in any of his expressions: “It is not
surprising that Heine never took well-established religions seriously; he
demonstrated it with his conversion to Protestantism, with his Catholic
marriage without a new baptism. He died as he lived, skeptical, despite those
who want to suppose that his <i>Hebrew melodies </i>represent a return to his
family’s religion” (Meyer 2007: 546–547).<span class="FootnoteAnchor"> <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn25" name="_ftnref25" style="mso-footnote-id: ftn25;" title=""><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a></span></span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">In the opinion of Aub, Heine
exemplifies the condition of the Jews who sought, unsuccessfully, to break away
from their heritage, but without really wanting to assimilate into Christian
society. In another article (“Heine”, <i>Excelsior</i>, July 8, 1956) Aub rejects
the attempts to judaize Heine by identifying his claims for social justice as a
characteristic of the Jewish tradition present in him. He states: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">“War against injustice,
reigning stupidity and evil,” he wrote to Inmermann, at the beginning of his literary
life. A background of this magnitude is enough to take on the rest of humanity,
even without being Jew. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Social justice, as promotion
of the literary, may be Hebrew leaven, although, if it were, it would be
necessary to recognize that the push is not its, but that of its persecutions.
Heine writes to Moser, before leaving the country, that the reason he was
leaving was “less the desire to wander the world, than the martyrdom of my
personal situation—for example, Jewishness is not going away, no matter how
much I wash myself” (Meyer 2007: 565).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn26" name="_ftnref26" style="mso-footnote-id: ftn26;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Aub identifies with Heine for many reasons: for his
posture towards religion, his questioning of nationalisms, his fight against
injustices and, above all, his quest to find in writing the art that allows people
to continue longing for coexistence exempt from exclusions or exiles. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><i><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">San Juan</span></i></b><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Based on the analysis done to this point, a hypothesis
can be ventured regarding Aub’s motives to write <i>San Juan, </i>a tragedy
where he attempts to talk about his exile as a Spanish republican by referring
to the experience of the Jewish exiles fleeing Nazism. We can affirm that the
play <i>San Juan</i> reflects the diasporic experience more than the political
exile. Throughout this text we have highlighted Aub’s distancing from identity’s
elements that were important for other Spanish republican exiles, such as
religion, nation, language or political ideologies. With his writing, he
managed to recreate the situation of the Jews, who no longer had a place to
return to, and who could only hope for a better world, one where limitations in
the national borders did not end up exterminating them. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">We can thus answer the
question with which we opened this text: why <i>San Juan</i>’s characters<i> </i>are
Jews and not Spanish republicans? As we mention at the beginning, this tragedy,
written in 1943, short after Aub arrived in Mexico, is placed in a ship where a
group of Jews travel, while fleeing the Nazis, searching a place of refuge.
This fiction must be read as the literary elaboration of a personal experience.
Aub himself commented on the matter:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">As for what prompted me to
write this tragedy—in addition to considering it to some extent representative
of one of the phases of our times’ drama—was simply the reading of the event
briefly recounted in a newspaper. I had the set before me in the hold of “Sidi
Aicha”, the ship in which the Vichy France deported me to the Sahara (Aub 1998:
245).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn27" name="_ftnref27" style="mso-footnote-id: ftn27;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Although this work is part of the author’s writings on
the vicissitudes of the Spanish Civil War, we find in it a situation that could
be understood as alien to this historical event, for the central character’s
exile is not related to Franco’s coup. The only way to understand why the
author decided to express his personal exile with a fiction where the
characters were Jews is by understanding that he identified himself with them,
and not with the Spanish republicans. In this sense it is important to note
that the Spanish war is mention in the play only in an incidental way. In the
first act we read:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">GUEDEL: Are there news?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">RABBI: Nothing. Nothing. The
Captain has not returned. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">ABRAHAM: Send fifty dollars’
worth of telegrams! Fifty dollars’ worth of herring would be better!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">GUEDEL: What does the radio
says?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">RABBI: The Spanish republicans
have started an offensive by the Ebro (Aub 1998: 139).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn28" name="_ftnref28" style="mso-footnote-id: ftn28;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">The allusion to this historical event, which the
author put in the words of a rabbi, is not in line with the story and, also,
has no follow-up in it. The plot focuses, rather, on the tragic condition of
the Jewish exiles. Aub recognized that the tragedy is inspired by the
experience of his own exile and asylum search, so we can say that he felt
closer to these Jews than to his Spanish compatriots, although without ceasing
to refer to this aspect of his identity. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Aub’s identification with the
Jewish condition is also reflected in another dialogue in the play, when one of
the characters rebukes a young communist with the following words: “Stop right
now. You are not here as a communist, but because of your sad ancestry. You
will say: ‘what does it has to do with it?’ You blind! Are you not here? No!
You live in a fantasy world. Do you know what you are? Some disgusting
idealists...” (ibid.: 136).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn29" name="_ftnref29" style="mso-footnote-id: ftn29;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> In
this passage we see how the author makes a clear difference between those who
were exiled for their political ideas and positions and the Jews, who were
persecuted only for being Jews. It does not cease to surprise that in his
literary expression he highlights the Jewish condition over political factors,
as he himself was exiled for being a republican. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Unlike Spanish republican
exiles, not all the Jews fleeing Nazism had participated in politics, many had
not fought in a war, nor were all persecuted for their ideas or actions, but
for their condition. And for the same reason—their condition—they were rejected
in most countries where they asked for refuge. In his play <i>San Juan</i>, Aub
reproduces that feeling or powerlessness and injustice. One of the characters
comments:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">BERNHEIM: What a danger we
represent to humanity! Huh? What a danger to America! What a danger to England!
What a danger to Turkey! Six accountants, one-hundred-forty merchants,
fifty-three lawyers, two rabbis, twenty farmers, one-hundred odd shop
assistants, three stage directors, six journalists, two-hundred old men and
women who are totally wiped out, thirty-five children…! Is Brazil not big
enough? Is there no room in Palestine anymore? What a danger are these
fugitives of the Nazis! (ibid.: 147).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn30" name="_ftnref30" style="mso-footnote-id: ftn30;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">This quote sums up everything that has been said so
far about the Jewish condition. Here can be seen how characters with such
different professions come together because of their stateless situation and
how their fate is not defined. There is a banker, representing the Jewish
bourgeoisie, a communist militant, representing the proletarian sector and the
social fighters, a rabbi, representing the religious element; also Palestine is
mentioned, a reference to the aspirations of Jewish nationalism. Hopelessness
unifies the passengers of the <i>San Juan</i>, as expressed by one of them:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">CARLOS: What you want are
children, of course, children. You are in the age. For what? So that they flee,
like us, from town to town, from hour to year, and that not only the right hand
is ashamed of the left one, but the right of the right. Are you not enough? You
want more and more. As long as I live, no (ibid.).<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftn31" name="_ftnref31" style="mso-footnote-id: ftn31;" title=""><span class="FootnoteAnchor"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteAnchor"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Nevertheless, a character who is not present on this
ship, where despair is prevalent, is the writer. As we were able to identify in
his analyses of Kafka and Heine—two diasporic Jews—there is always a
possibility of hope, even in the most extreme conditions. In this sense, the
tragedy <i>San Juan</i> is the work, on the one hand, where the extreme
condition of the Jews persecuted by the Nazis is represented and, on the other,
where Aub places a possibility of hope, for it denounces the evil and seeks to
fight against it. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Conclusions<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Max Aub was a writer whose talent allowed him to
express himself in all literary genres: novels, plays, poems, and essays. His
commitment to justice represented an incorruptible search for truth; this is
what he identified as the mission of the writer. Throughout his life he
distanced himself from nationalistic claims over languages and from any
religious expression. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">The historical and personal
circumstances that he experienced made him a Spanish republican who, along with
thousands of his comrades, ended up settling in Mexico, where he lived most of
his life. What was unique about his experience, what distinguished him from
most of Spanish writers and intellectuals who suffered exile, was the factor of
his Jewish diasporic condition. This is how it can be explained why in his work
<i>San Juan</i>, written during the Spanish Civil War and where he sought to
transmit his experiences of this historic event, he reproduced the situation of
a handful of Jews fleeing Nazism, which was not related to what happened in the
Iberian country. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">In his way of understanding
the Jewish condition as a radical expression of exile, Aub, using Steiner’s
expression, understood himself as ‘a snail with his antennae alert towards
menace’. With that safe-conduct he went from a circumstantial exile to the
diasporic condition, where he could finally obtain universal citizenship, the
one granted only to the guardians of the text. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-MX;">REFERENCES</span></b><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -35.45pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Aub, M. (1964), “</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-MX;">De la literatura de nuestros días y de la española en
particular”, <i>Cuadernos Americanos</i>, 23 (3): 262–272. </span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -35.45pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Aub, M. (1998), <i>San Juan, </i>edited
by Manuel Aznar Soler, Madrid: Pretextos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -35.45pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Mate, R. (2019), </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-MX;">‘Un exilio poco republicano’, <i>El Periódico, </i>7
May.</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">
</span><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">Available online: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -35.45pt;"><span lang="ES"><a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20190507/articulo-opinion-reyes-mate-un-exilio-poco-republicano-guerra-civil-7442895"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;">https://www.elperiodico.com/es/opinion/20190507/articulo-opinion-reyes-mate-un-exilio-poco-republicano-guerra-civil-7442895</span></a></span><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US;"> <span class="MsoHyperlink">Accessed on January 10,
2021.</span></span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -35.45pt;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-MX;">Meyer, E. (2007), <i>Los
tiempos mexicanos de Max Aub. Legado periodístico (1943–1972)</i>,<i> </i>Valencia:
FCE.</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -35.45pt;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-MX;">Pilatowsky, M.
(2008), <i>La autoridad del exilio: una aproximación al pensamiento de Cohen,
Kafka, Rosenzweig y Buber</i>, México: UNAM.</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -35.45pt;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-GB;">Steiner, G.
(1985), ‘Our Homeland, the Text’, <i>Salmagundi, </i>66: 4–25.<o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> The original says: “La misma intolerancia que os echó de Colonia… Por
el mismo motivo, por las mismas razones. ¿No ha oído nunca este grito?: ‘¡No
consentiremos que nuestra sangre se mezcle con otra impura!’ ¿No le suena?”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “<i>San Juan</i> representa todavía la idea que tengo de la literatura
de mi tiempo; no pasa ni puede pasar de ser crónica y denuncia.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"> In the history of the Jewish people
two exiles should be specially recalled: the one that is known as Babylonian
exile in the late sixth century BCE, and the Roman exile in the first century
CE, which lasted until the creation of the current State of Israel. The term <i>diaspora
</i>generally refers to the latter. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"> “Se es de donde se hace el
bachillerato.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"> “It is undeniable that many exiles
lived in exile as a sacrifice for the Republic, hoping that one day it could
yield results in republican restoration. A few, like María Zambrano or Max Aub,
however, thought that with exile, a way of understanding the State was closed
and another opened, one that had nothing to do with the past” (Mate 2019). </span><span lang="ES">Translation is mine.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “¡Qué daño no me ha hecho, en nuestro mundo cerrado, no ser de ninguna
parte! El llamarme como me llamo, con nombre y apellido que lo mismo pueden ser
de un país que de otro. […] En estas horas de nacionalismo cerrado, el haber
nacido en París y ser español, tener padre español nacido en Alemania, madre
parisina, pero de origen también alemán y de apellido eslavo, y hablar con ese
acento francés que desgarra mi castellano ¡qué daño no me ha hecho! El
agnosticismo de mis padres</span><span lang="ES" style="mso-fareast-language: ES-MX;"> – </span><span lang="ES">librepensadores</span><span lang="ES" style="mso-fareast-language: ES-MX;"> –, </span><span lang="ES">en un país católico
como España, o su prosapia judía en un país antisemita como Francia ¡qué
disgustos, qué humillaciones no me ha acarreado! ¡Qué vergüenza! Algo de mi
fuerza – de mis fuerzas –, he sacado para luchar contra la ignominia.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Creí tener algo de judío, no por la sangre (que, pobrecita, ¿qué sabe
de eso?), sino por la religión de mis antepasados – mis padres no la tuvieron
–, y vine aquí con la idea de que iba a resentir algo, no sé qué, que me<i> iba
</i>a enfrentar conmigo mismo. Y no hubo nada. No tengo que ver con estas
gentes que no sea lo mismo que con los demás, como nada tengo que ver con los
alemanes, ni con los polacos, ni con los japoneses, ni con los argentinos. Mis
ligazones son con los mexicanos, los españoles, los franceses y, algo tal vez,
con los ingleses. Tal vez más con los españoles, pero sólo quizá con los de mi
tiempo. No tengo nada de judío. Lo siento, pero no puedo llorar, me son
extraños, tanto o más que los noruegos o los turcos.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"> ‘De la literatura de nuestros días y de la
española en particular’<i> </i>[On literature of our days and on Spanish
literature in particular]. </span><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">This lecture was delivered in the Sociedad de Cultura Española<i> </i>in
December 1963 and published a year later in <i>Cuadernos Americanos </i>(1964:
262–272)<i>.</i></span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Tal vez mañana, por mor de los mercados comunes, los idiomas
dependerán otra vez de sí y no de la geografía – es decir, del nacionalismo –.
No habrá razón de hablar de literatura belga o suiza si de hecho dejan de ser,
económicamente, con fronteras, Bélgica o Suiza. Y lo inglés será lo hablado en
inglés; y lo español será lo hablado en español. Es mi esperanza, para dentro
de mucho tiempo, en contra del nacionalismo, cáncer que roe – de día y de noche
–, todavía nuestro mundo.”</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Los españoles somos extraordinarios porque un judío genovés descubrió
América, porque un rey alemán fundó su imperio, porque gracias a un general
inglés resistimos a Napoleón, porque con la ayuda de comunistas multicolores y
anarquistas de todas clases combatimos durante tres años a otros españoles
ayudados por uniformados alemanes e italianos.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “La verdad es que somos un puñado de gente sin sitio en el mundo. En
México, a pesar de ser mexicanos, no nos consideran como tales. Aquí no podemos
vivir más que mudos.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn12" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Desde el principio (¡Mueran los gachupines!), no reconocer a España.
Ni a Franco ni, el día de mañana, a quien sea. La Malinche, inolvidable.
Absurdo a primera vista. Pero un racionalista que quiere amar a México debe
renunciar a muchas cosas. </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;">Sólo así se salva uno.”<i> </i>In Mexico, the term <i>gachupín </i>(plural:
<i>gachupines</i>) is used to pejoratively refer to the Spaniards. Malinche is,
in Mexican imaginary, the woman who helped Hernán Cortés as a translator; she
was also, allegedly, his mistress. <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn13" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Es difícil hablar de su patria cuando uno se hace viejo lejos de
ella, porque ¿cómo es, aun sabiendo cómo está? No hay más imágenes que las
traídas por el aliento – o el desaliento –, de las palabras ajenas. Cuentan y
no acaban. Sin grandes variaciones optimistas y los que no lo son coinciden en
que lo único visible de la vieja semilla de la libertad que, en su día – por la
fuerza de las cosas –, encarnamos, son estudiantes y escritores. Demasiada
honra para los que sólo sabemos escribir.” <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn14" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Aunque no queramos, todos somos unos. De otros venimos a otros.
Siempre somos hijos de los mejores. Si rascáis mi corteza hallaréis la sabia de
Cervantes, de Quevedo, de Galdós, y aun los humores – buenos y malos – de
Ortega, y los de Tolstoi y los de Martín du Gard. (Y en los del peor poeta, los
de Bécquer, Rubén, Juan ramón por no traer a cuenta y cuento a Gil Vicente, a
Garcilaso, a Lope, a Quevedo o a Jorge Manrique). Quisieron arrancarnos de cuajo
de España, sin lograrlo. Allí más vivos que nunca, Antonio Machado, Federico
García Lorca, Miguel Hernández y los vivos que nombro, en la sangre de los
nuevos.” <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn15" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref15" name="_ftn15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-language: ES-MX;"> “Kafka pasó su dolorosa vida acusándose del ‘delito de haber nacido’. <i>El
proceso</i> no es otra cosa que este juicio. Su héroe ignora el porqué de la
persecución de la cual es objeto por seres a la vez reales y fantasmagóricos.”</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn16" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref16" name="_ftn16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Los jueces han sido motivo de burlas sangrientas desde que la
administración es la administración, con su burocracia y sus montañas de
expedientes. Pero la amarguísima ironía de Kafka ha ido más lejos: los ha
deshumanizado por completo.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn17" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref17" name="_ftn17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Kafka huyó siempre de sí mismo, aun de su propio cuerpo, de la salud
a la enfermedad. La vida fue para él ‘una perpetua desviación que no permite
siquiera saber que se desvía’.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn18" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref18" name="_ftn18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Sólo la obra, y la vida del autor, deja el trance claro: el castigo
de su héroe se debe, ante todo, a su soledad.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn19" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref19" name="_ftn19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “‘Asumí – escribe Kafka – la negación de mi tiempo… no tengo derecho a
combatirlo, pero, en cierta manera, lo represento.’ Crucificado entre el
cristianismo y el judaísmo sólo vislumbró la posibilidad de salvarse
‘creándose’. ‘No fueron la pereza, ni la mala voluntad, ni la torpeza las que
me llevaron a fracasar, en toda cosa: vida de familia, amistad, matrimonio,
profesión, literatura, pero sí la ausencia de suelo, de aire, de ley.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn20" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref20" name="_ftn20" style="mso-footnote-id: ftn20;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “‘Escribir es rezar’ – llegó a decir ‘Dios no quiere que escriba’.” <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn21" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref21" name="_ftn21" style="mso-footnote-id: ftn21;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “abrigaba todavía una esperanza mesiánica, en la misma que han
abandonado, en el plan negativo, que acabará por ahogarlos, los
existencialistas, en quien tanto ha influido.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn22" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref22" name="_ftn22" style="mso-footnote-id: ftn22;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “La grandeza de Heine, como la de todos los escritores que cuentan,
depende de su potencia de rebeldía. Se rebeló contra la sociedad de su tiempo,
contra su país, contra el que lo albergó, contra Dios.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn23" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref23" name="_ftn23" style="mso-footnote-id: ftn23;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Heine fue siempre extranjero porque nunca sintió que sus pies pisaran
tierra firme. Siempre tuvo la sensación de estar en el aire. Tal vez por eso su
poesía es tan alada, tan de ninguna parte, tan universal, tan bien comprendida
por todos.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn24" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref24" name="_ftn24" style="mso-footnote-id: ftn24;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “Quiso ser protestante y se casó por la Iglesia católica. Seguramente
quería ‘alternar’, confundirse con gente indiferente, tal vez vivir inadvertido
como fue el oscuro y profundo deseo de tantos israelitas.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn25" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref25" name="_ftn25" style="mso-footnote-id: ftn25;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “No es de extrañar que Heine no tomara nunca en serio las religiones
bien ordenadas; lo demostró con su conversión al protestantismo, con su
matrimonio católico sin otro nuevo bautismo. Murió como vivió, escéptico, a
pesar de los que quieren suponer que sus <i>Melodías hebreas</i> representan
una vuelta a la religión familiar.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn26" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref26" name="_ftn26" style="mso-footnote-id: ftn26;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “‘Guerra a la injusticia, a la estupidez reinante y al mal’, escribía
a Inmermann, al principio de su vida literaria. Un bagaje de esta envergadura
es suficiente para echarse encima al resto de la humanidad, aun no siendo
judío. La justicia social, como fomento de lo literario, tal vez sea levadura
hebrea, aunque, si así fuera, habría que reconocer que el empuje no es suyo,
sino de sus perseguidores. Heine escribe a Moser, antes de expatriarse, que lo
que le echaban eran ‘menos las ganas de vagar por el mundo que el martirio de
mi situación personal–por ejemplo, lo judío que no se me quita por mucho que me
lave’.” <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn27" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref27" name="_ftn27" style="mso-footnote-id: ftn27;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “En cuanto a lo que me motivó a escribir esta tragedia – a más de
considerarla hasta cierto punto representativa de una de las fases del drama de
nuestro tiempo –, fue sencillamente la lectura del suceso escuetamente contado
en un periódico. El decorado lo tuve ante mí en la bodega del ‘Sidi Aicha’,
barco en el cual los franceses de Vichy me deportaron al Sahara.” <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn28" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref28" name="_ftn28" style="mso-footnote-id: ftn28;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “GUEDEL: ¿Hay noticias? RABINO: Nada. Nada. El Capitán no ha vuelto.
ABRAHÁM: ¡Ponga usted cincuenta dólares de telegramas! ¡Más valdrían cincuenta
dólares de arenques! GUEDEL: ¿Qué dice la radio? RABINO: Los republicanos
españoles han empezado una ofensiva por el Ebro.”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn29" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref29" name="_ftn29" style="mso-footnote-id: ftn29;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">“Para la burra. No estás
aquí por comunista, sino por tu triste ascendencia. Dirás: ‘¿qué tiene que
ver?’ ¡Oh, ciego! ¿No estás aquí? ¡No! Vives en las nubes. ¿Sabéis lo que sois?
Unos asquerosos idealistas...”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn30" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref30" name="_ftn30" style="mso-footnote-id: ftn30;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “BERNHEIM. ¡Qué peligro representamos para la humanidad! ¿Eh? ¡Qué
peligro para América! ¡Qué peligro para Inglaterra! ¡Qué peligro para Turquía!
¡Seis contables, ciento cuarenta comerciantes, cincuenta y tres abogados, dos
rabinos, veinte agricultores, ciento y pico dependientes de comercio, tres
directores de escena, seis periodistas, doscientos viejos y viejas que ya no
pueden con su alma, treinta y cinco niños…! ¿Es que el Brasil no es bastante
grande? ¿Ya no cabe nadie en Palestina? ¡Qué peligro estos huidos de los
nazis!”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn31" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/BERLIN/Final%20version%20Pilatowsky%20Max%20Aub,%20the%20exile.docx#_ftnref31" name="_ftn31" style="mso-footnote-id: ftn31;" title=""><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="FootnoteCharacters"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> “CARLOS. Lo que quieres son hijos, claro, hijos. Estás en la edad.
¿Para qué? Para que vayan huyendo, como nosotros, de pueblo en pueblo, de hora
en año, y que no solamente se avergüence la mano derecha de la izquierda, sino
la derecha de la derecha. ¿No te basta contigo? Quieres más, más… Mientras yo
viva, no.”<o:p></o:p></span></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><br /></span></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span lang="ES">Traducción del español por Claudia Larios Padilla.</span></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span lang="ES">Publicado en: Cynthia Gabbay Ed. <i>Jewish Imaginaries of the Spanish War, In Search of Poetic Justice</i>, Bloommsbury Academic, New York, 2022, pp. 76-91</span></p>
</div>
</div>Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-72315292876889226252022-10-15T08:10:00.000-07:002022-10-15T08:10:35.722-07:00Entre la memoria crítica y la empática: un peinado a contrapelo de la narrativa latinoamericana.<p> </p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-style: italic;">El anhelo de paz y justicia: los disensos sobre la historia y la
memoria.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En los
países que conforman el vasto continente latinoamericano escuchamos un clamor
generalizado: ¡Paz y Justicia! Este reclamo colectivo expresa un consenso que
en el plano discursivo parecería no presentar fisuras y que se ha convertido en
una consigna que nos unifica como sociedad. Líderes políticos de todos las
facciones, funcionarios del gobierno, representantes de obreros, campesinos y
empresarios, los medios de comunicación sin importar sus políticas editoriales,
dirigentes de organizaciones civiles y de grupos indígenas, académicos,
estudiantes, intelectuales, artistas, sacerdotes, militares y diplomáticos, por
citar algunos de los más importantes, concuerdan que para poder transitar a una
forma de vida más armónica se requiere reconocer las injusticias del pasado,
atender las exigencias del presente y proyectar un futuro de paz para todos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En esta
formulación se presenta una situación ideal donde se pretenden resolver desde
los imperativos del presente las injusticias del pasado para generar un acuerdo
que permita contener la violencia y ofrecer una posibilidad para la paz. Podemos
suponer que la mayoría de los integrantes de la sociedad estarían de acuerdo con
esta propuesta ya que el anhelo de paz y el sentido de justicia se podrían
considerar aspiraciones valoradas positivamente. En este sentido podríamos
suponer que a partir de una correcta instrumentación de las políticas en el
presente y un reconocimiento de las injusticias cometidas en pasado podríamos
abrigar la esperanza de una futura convivencia pacífica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
realidad, sin embargo, transita por otras vías ya que no sólo no existe un
acuerdo sobre la manera de organizar nuestro presente y tampoco lo hay cuando buscamos
recuperar el pasado con la intención de hacerle justicia a las víctimas. Las
discrepancias con respecto a las políticas en la actualidad llegan a
manifestarse como conflictos y tienen su proyección en la definición de lo
acontecido y en las interpretaciones sobre el significado de la memoria. En
este sentido, todo anhelo de paz debe partir de un reconocimiento de estas
visiones encontradas que se disputan los derechos de herencia con respecto al
sufrimiento. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En los
últimos años hemos sido testigos de un debate sobre la forma de recuperar lo
que se ha entendido como la historia de nuestras naciones: por un lado, tenemos
la visión de los historiadores y por el otro, la de aquellos que sostienen que
la aproximación debe hacerse desde la ‘memoria’ y defienden que la única forma
de evitar que los males ocurridos se repitan es recuperando el testimonio de
las víctimas, reconocer su sufrimiento y hacerles justicia. A continuación,
analizaremos la última propuesta desde la perspectiva que nos plantean algunos
de sus más importantes promotores, para pasar luego al estudio de los dos
momentos considerados <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fundacionales</i> en
la narrativa de lo que se ha denominado Latinoamérica: el de la Conquista y el
de la Independencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-style: italic;">Historia, memoria y memoria crítica.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Walter
Benjamin fue un filósofo alemán víctima del nazismo, tuvo que salir de Alemania
para refugiarse en Francia y cuando ésta fue ocupada por Hitler buscó huir,
pero al no poder cruzar la frontera hacia España terminó quitándose la vida. En
sus <i>Tesis sobre la filosofía de la historia,</i> publicadas después de su
muerte, advierte del peligro que conlleva la utilización de la historia en la
justificación de las políticas del presente a partir de la prefiguración de un
futuro emancipador pero que en la realidad nos conduce a la destrucción.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A este dispositivo imaginario donde el pasado
y el futuro se articulan para justificar la violencia en el presente lo define
como <i>progreso<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a></i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para este filósofo la tarea del historiador
materialista debe consistir en desarticular este complejo mecanismo. Así es
como lo expone en la tesis número 7: <o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">7</span></b><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">LA HISTORIA, ESCRITURA DE LOS VENCEDORES<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">O POR QUÉ TODO DOCUMENTO DE CULTURA LO ES TAMBIÉN DE BARBARIE<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 269.35pt; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Considerad cuán oscuro y
helador es este valle que resuena a lamentos<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 269.35pt; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">(Brecht, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La ópera de tres centavos</i>)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Fustel de Coulanges recomienda
al historiador que quiera revivir una época, que se quite de la cabeza todo lo
que sepa sobre lo que ocurrió después. Mejor no se puede describir el método
con el que ha roto el materialismo histórico. Es el método de empatía. Nace de
la desidia del corazón, de la acedía, que da por perdida la posibilidad de
adueñarse de la auténtica imagen histórica, esa que brilla fugazmente. Los
teólogos de la Edad Media la consideraban causa profunda de la tristeza.
Flaubert, que la conocía bien, escribe: ‘Pocos se imaginan cuánta tristeza fue
necesaria para resucitar Cartago’. La naturaleza de esa tristeza se hace más
evidente cuando se plantea la pregunta de con quién entra en empatía el
historiador historicista. La respuesta es que, innegablemente, con el vencedor.
Ahora bien, quienes dominan una vez se convierten en herederos de todos los que
han vencido hasta ahora. La empatía con el vencedor siempre les viene bien a
quienes mandan en cada momento. Para el materialista histórico, con lo dicho ya
es bastante. Quien hasta el día de hoy haya conseguido alguna victoria, desfila
con el cortejo triunfal en el que los dominadores actuales marchan sobre los
que hoy yacen en tierra. Como suele ser habitual, al cortejo triunfal acompaña
el botín. Se le nombra con la expresión de bienes culturales. El materialista
histórico tiene que considerarlos con un aire distanciado. </span><span lang="DE" style="mso-ansi-language: DE; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">[<i>Sie werden im historischen Materialisten mit einen distanzierten
Betrachter zu recchen haben</i>]. </span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Todos los bienes culturales que él abarca con la
mirada tienen en conjunto, efectivamente, un origen que él no puede contemplar
sin espanto. Deben su existencia no sólo al esfuerzo de los grandes genios que
los han creado, sino también a la servidumbre anónima de sus contemporáneos. No
hay un solo documento de cultura que no sea a la vez de barbarie. Y si el
documento no está libre de barbarie, tampoco lo está el proceso de transmisión
de unas manos a otras. Por eso el materialismo histórico toma sus distancias en
la medida posible. Considera tarea suya cepillar la historia a contrapelo.
(Walter Benjamin en Mate, 2006, pág. 130)</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En esta
tesis el filósofo alemán identifica el elemento que guía al ‘historiador
historicista’ en su forma de recuperar el pasado; nos dice que su método es la ‘empatía
con el vencedor’. La utilización de este recurso emocional tiene como finalidad
que los habitantes del presente se identifiquen con los vencedores en el pasado
y no con las víctimas que se encontraban entre los vencidos o que resultaron
afectadas sin haber sido parte del conflicto. Benjamin recurre a la psicología
para explicar la manera en la que se escribe la historia desde la perspectiva
de los vencedores y que define como el ‘cortejo triunfal’<i> </i>que ‘acompaña’<i>
</i>el botín y que él identifica con la expresión de ‘bienes culturales’,<i> </i>a
lo que se apela es a la tristeza. El filósofo nos dice también que este
sentimiento surge ante la imposibilidad de saber que fue lo que realmente
sucedió, como una expresión emocional de impotencia que es recogida por el
vencedor, invitando a superarla al identificarse con la alegría del victorioso.
Benjamin regresará sobre esta idea en su tesis IX al describir al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ángel de la historia</i>:<i> </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt;">El ángel de la </span>historia
tiene que parecérsele. Tiene el rostro vuelto hacia el pasado. Lo que a
nosotros se presenta como una cadena de acontecimientos, él lo ve como una
catástrofe única que acumula sin cesar ruinas sobre ruinas, arrojándolas a sus
pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer los
fragmentos. Pero desde el paraíso sopla un viento huracanado que se arremolina
en sus alas, tan fuerte que el ángel no puede plegarlas. El huracán le empuja
irresistiblemente hacia el futuro, al que da la espalda, mientras el cúmulo de
ruinas crece hasta el cielo. Eso que nosotros llamamos progreso es ese huracán.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">La
imagen de un ‘ángel de la historia’ impotente difícilmente podría simbolizar al
materialista histórico en el que Benjamin depositaba la responsabilidad de una
auténtica transformación de la sociedad, pero tampoco al historiador
historicista que sólo ve datos donde el ángel ve ruinas. Al parecer, lo que el
filósofo simboliza es el peligro de utilizar la empatía como recurso para
responder ante el pasado cuando no se ‘toma distancia’ de éste, pues implica
caer en la impotencia y la tristeza y sólo poder ver ruinas y dolor. Es
entonces que aparecen las promesas de un futuro redentor, un ‘legítimo
heredero’ del botín de los vencedores que ofrece una salida a la melancolía en
la ficción del progreso. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Reyes
Mate es un filósofo español contemporáneo que se ha especializado en el
pensamiento judío en general y en el de Benjamin en particular. Su interés por
esta corriente del pensamiento está motivado por lo sucedido en Europa durante
la Segunda Guerra Mundial y de manera especial con lo que se ha denominado como
Holocausto, <i>Shoah</i> o Auschwitz. Muy influido por su maestro Metz recupera
la tesis de Adorno donde sostiene que el imperativo de toda filosofía debe ser
que Auschwitz no se repita<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Es en este sentido que Mate formula su concepto de <i>memoria</i>:<i> </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Que
no se repita Auschwitz significa, de entrada, tenerlo presente, es decir,
recordarlo; por eso el nuevo imperativo no se traduce en una máxima de acción,
sino en algo previo, esto es, en el deber de recordar. De repente el pasado se
carga de exigencia moral. El pasado no debe ser recordado solo <i>more
historico,</i> sino también <i>more ethico.</i> Ahora bien, no hay que
moralizar en exceso el pasado porque se trata de eso y de algo más. Adorno no
dice que el nuevo imperativo consista en recordar para que no se repita -eso
es lo que todo el mundo dice y repite-, sino en reorientar el pensamiento y la
acción para que la barbarie no se repita. Recordar es re-pensar. (2018, pág.
14) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 16.65pt; margin-top: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Lo que nos propone Reyes Mate es que re-pensemos a partir
de la memoria, es aquí donde recurre a Benjamin y a sus citadas <i>Tesis sobre
filosofía de la historia</i>. </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">De acuerdo a su interpretación, para ‘peinar la historia a contrapelo’ debemos
dirigirnos al pasado con un cambio de empatía: ya no por los vencedores ahora
por los vencidos. El filósofo español propone que la identificación con las
víctimas del pasado, que desarticularía la empatía con los vencedores, debe
generarse a partir del sufrimiento. “</span><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Si
queremos profundizar en el bien, tenemos que partir del sufrimiento y si queremos
pensar la verdad, también” (Mate, 2018, pág. 14). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En esta
interpretación de Benjamin que nos ofrece Reyes Mate establece dos maneras de
recuperar el pasado: ya sea a partir de la empatía con los vencedores, que se
traduce en la historia historicista, o el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">deber
de memoria</i> que surge al sentir empatía con el sufrimiento de las víctimas
del pasado (Mate, 2018). Esta lectura que busca responder a la barbarie del
Holocausto se desvía de lo que Benjamin realmente proponía: este autor sugiere
como antídoto a la historia del vencedor no es la identificación con los
vencidos sino ‘tomar distancia’ para ‘peinar la historia a contrapelo’. Lo que
no queda claro en la propuesta del filósofo español es cómo ‘re-pensar’ por
medio de la memoria ya que sólo se puede pensar a partir de los conceptos y no
de los sentimientos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Benjamin no dice
mucho más, no explica en qué consiste esta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">toma
de distancia</i> por lo que habrá que seguir en la dirección que traza con sus
imágenes filosóficas. El método del historiador materialista, a diferencia del
historicista, debe evitar transitar exclusivamente por las emociones ya que el
fomento de la tristeza termina avalando el triunfo de los vencedores y el
acompañamiento del ‘desfile triunfal’ o la impotencia paralizante del ángel
melancólico. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Si no es por medio
de las emociones podemos deducir que la tarea le corresponde a la razón, pero se
trata de una racionalidad crítica y no especulativa. Para comprender esta
diferencia recuperemos lo que Adorno y Horkheimer señalan en su estudio sobre
la <i>Dialéctica de la Ilustración</i> publicado pocos años después de la
muerte de Walter Benjamin.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">El
juicio filosófico tiende a lo nuevo, y sin embargo no conoce nada nuevo,
puesto que siempre repite sólo aquello que la razón ha puesto ya en el objeto.
[...] Lo que existe de hecho es justificado, el conocimiento se limita a su
repetición, el pensamiento se reduce a mera tautología. Cuanto más
domina el aparato teórico todo cuanto existe, tanto más ciegamente se
limita a repetirlo. De este modo, la Ilustración recae en la mitología, de la
que nunca supo escapar. (1994, pág. 80) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="color: black; font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La razón
especulativa o lo que los filósofos de la Escuela de Frankfurt denominan
‘aparato teórico’ sólo considera verdadero lo que puede comprobarse con las
reglas lógicas que se elaboran con los axiomas en los que se fundan las mismas
reglas, de ahí su circularidad tautológica. De acuerdo a este funcionamiento
del pensamiento todo aquello que queda fuera de este movimiento de validación
no debe considerarse objeto de estudio del pensamiento filosófico. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">El análisis de
pasado que desarrollan los historiadores a partir de sus ‘aparatos teóricos’
cae en esta dinámica autorreferencial ya que es a partir de ciertos principios
metodológicos determinados <i style="mso-bidi-font-style: normal;">a priori</i>
que se hace la selección e interpretación de los documentos y las narrativas.
Antes de comenzar la revisión, el historiador ya determinó que elementos deben
buscarse y cómo organizarlos. En esta dinámica no hay posibilidad de recuperar
lo que escapa al método, antes de comenzar a explorar ya se conoce de alguna
manera el resultado. La ‘novedad’ queda reducida a nombres, fechas, lugares,
estadísticas que terminan organizándose en un guión que ya estaba de alguna
manera predeterminado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La razón crítica
busca escapar de esta dinámica autorreferencial de la especulación teórica
recuperando lo contingente, lo irreductible al modelo tautológico. Es aquí
donde el sufrimiento de la víctimas, del que habla Adorno en la cita que nos
presenta Reyes Mate,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>adquiere relevancia.
Y para comprenderlo debemos recuperar un fragmento de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“<span style="mso-bidi-font-style: italic;">tesis 7”</span></i> de
Benjamin cuando escribe que “todos los bienes culturales que él abarca con la
mirada tienen en conjunto, efectivamente, un origen que él no puede contemplar
sin espanto. Deben su existencia no sólo al esfuerzo de los grandes genios que
los han creado, sino también a la servidumbre anónima de sus contemporáneos”. El
autor nos remite sin lugar a dudas a la experiencia de la explotación al hablar
de la ‘servidumbre anónima’ de aquellos sobre los que se cimienta la
civilización; sin embargo, la parte crítica aparece en la siguiente afirmación:
“no hay un solo documento de cultura que no sea a la vez de barbarie. Y si el
documento no está libre de barbarie, tampoco lo está el proceso de transmisión
de unas manos a otras”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Benjamin es muy
contundente en esta afirmación al señalar que en todo proceso civilizatorio hay
explotación y sufrimiento, pero nos deja claro que en esta dialéctica los
elementos de cultura y de barbarie son inseparables y va más allá al afirmar
que lo mismo ocurre con la trasmisión; es decir, con el lenguaje y por lo tanto
con la misma razón. Dicho con otras palabras cuando hacemos memoria recurrimos
a la razón que opera con la dialéctica cultura-barbarie. Nada escapa a este
movimiento ni siquiera la ‘memoria’ ya que ésta es factible sólo a partir de la
recuperación de los testimonios que, a final, son transmisión. El lenguaje y la
articulación racional de palabras y conceptos son las únicas vías por las que
puede transitar la memoria de las víctimas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">De vuelta a la
propuesta de una razón crítica que pueda romper el doble peligro: el de la
empatía y el de la violencia tautológica de la razón especulativa recuperemos
lo que sostienen Adorno y Horkheimer:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Cada
progreso de la civilización ha renovado, junto con el dominio, también la
perspectiva hacia su mitigación. Pero mientras la historia real se halla
entretejida de sufrimientos reales, que en modo alguno disminuyen
proporcionalmente con el aumento de los medios para abolirlos, la
realización de esa perspectiva depende del concepto. Pues éste no se
limita sólo a distanciar, en cuanto ciencia, a los hombres de la naturaleza,
sino que, además, en cuanto autorreflexión del pensamiento que en la
forma de la ciencia permanece atado a la ciega tendencia económica,
permite medir la distancia que eterniza la injusticia</span><span style="color: black; font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">. (1994, pág. 83) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="color: black; font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 31.2pt;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Lo que sostienen
estos pensadores de la Escuela de Frankfurt es que en el ‘concepto’ y en la
elaboración teórica se encuentran los dos elementos: el de la dominación y el
de la perspectiva de su abolición. Las experiencias reales de sufrimiento sufren
una transformación en el discurso del vencedor; se minimizan, trasvolaran e
incluso se pretenden borrar<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. La dialéctica se presenta en
la misma transmisión ya que el vencedor al buscar borrar las huellas del
sufrimiento causado da cuenta de su postura crítica frente al acto mismo y al
presentarse como agente civilizatorio reproduce la contradicción que abre la posibilidad
de terminar con el dominio<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 31.2pt;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">A partir de estas
precisiones es posible concluir que es por medio de la razón crítica que
podemos ‘peinar la historia a contrapelo’, y que recurriendo al análisis
deconstructivo de las narrativas de los vencedores es factible recuperar el
sufrimiento que conlleva todo proceso civilizatorio. A esta forma de estudiar
el pasado la denominaremos ‘memoria crítica’<i> </i>que se distingue de la forma
tradicional de hacer memoria porque parte del reconocimiento de los peligros
que conlleva la utilización de los sentimientos para generar una empatía con
las víctimas y como mecanismo utilizado por los dominadores que se erigen como
representantes de las víctimas y a su nombre se presentan a ‘cobrar el
testamento’. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 31.2pt;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Uno de los
elementos fundamentales que deben acompañar la memoria crítica es la definición
de lo que entendemos por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">víctima </i>en
cuanto merecedora de justicia. Esta condición de víctima está determinada por
una situación específica en un contexto singular y complejo. Si nos limitamos a
la pura identificación de las personas que resultaron afectadas no podemos
discernir claramente cuando se ha cometido una injusticia ya que en una
conflagración hay ‘víctimas’ de ambos lados sin importar quiénes fueron los agresores
y cuáles los agredidos. Tan lo fueron, los que murieron a manos de los nazis
como los propios soldados alemanes que fallecieron en los combates o en los
ataques de las distintas resistencias. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 31.2pt;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Sin embargo, para
‘peinar a contrapelo’ por medio de la memoria crítica es necesario hacer
distinciones, aquí la pura identificación del sufrimiento no es suficiente, por
lo que se hace necesario analizar críticamente los pormenores que llevaron a la
situación específica estableciendo los márgenes de responsabilidad y el grado
de inocencia. Esta tarea se complica cuando vemos que en cada situación
concreta es difícil determinar cuándo una persona amenazada por su opresor
colabora en el crimen<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 31.2pt;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Courier New"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Por medio de lo
que hemos definido como ‘memoria crítica’ podemos ‘peinar a contrapelo’ la
historiografía historicista con la que se configura el pasado de nuestras
sociedades en Latinoamérica, analizar la barbarie que acompaña el proceso
civilizatorio, identificar el ‘botín en el desfile triunfal de los vencedores’
y buscar cómo podría ser un futuro en el que podamos vivir mejor. A
continuación, trazaremos algunas líneas en esta dirección como un ejercicio,
que lejos de pretender ser exhaustivo, busca ilustrar las aplicaciones de esta
manera crítica de ver el pasado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 23.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 7.1pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-style: italic;">Las situaciones históricas concretas.</span></b><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 7.1pt 14.2pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El imaginario Latinoamericano<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Es
pertinente aclarar a que nos referimos cuando agrupamos a más de seiscientos
millones de personal bajo el término ‘Latinoamérica’ lo que representa por sí
misma una abstracción problemática. Estamos hablando de un enorme colectivo que
identificamos de acuerdo a un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">imaginario</i>,
entendiendo este término como lo hace el historiador Benedict Anderson cuando
al hablar de una entidad política dice que “e</span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">s <i style="mso-bidi-font-style: normal;">imaginada</i> porque aun los miembros de la
nación más pequeña no conocerán jamás a la mayoría de los miembros, no los
verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la
imagen de su comunión</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">” (1993,
pág. 23). Hay comunidades reales conformadas por individuos que se conocen
como: la familia, los compañeros de un salón de clase o un equipo deportivo,
los vecinos o quienes trabajan juntos, pero los millones de habitantes de ‘Latinoamérica’
es imposible que puedan llegar a conocerse. Lo que señala el historiador es que
a pesar de no tener un contacto directo los miembros de una comunidad imaginada
se sienten ligados entre sí por lazos afectivos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Eric Hobsbawm,
otro historiador inglés, está de acuerdo con la definición de Anderson y la
complementa cuando define cómo se consigue socialmente que los individuos de un
colectivo imaginado establezcan lazos emocionales con desconocidos. Lo hacen
por medio de un sustrato protonacional <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el
cual define de la siguiente forma:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 6.0pt; text-align: justify;">¿Por qué y cómo
un concepto como el ‘patriotismo nacional’, tan alejado de la experiencia real
de la mayoría de los seres humanos, pudo convertirse en una fuerza política tan
poderosa tan rápidamente? Es obvio que no basta con remitirse a la experiencia
universal de seres humanos pertenecientes a grupos que se reconocen unos a
otros como miembros de colectividades o comunidades y, por ende, reconocen a
otros como extranjeros. El problema que tenemos delante se deriva del hecho de
que la nación moderna, ya sea como estado o como conjunto de personas que
aspiran a formar tal estado, difiere en tamaño, escala y naturaleza de las
comunidades reales con las cuales se han identificado los seres humanos a lo
largo de la mayor parte de la historia, y les exige cosas muy diferentes. Utilizando
la útil expresión de Benedict Anderson, diremos que es una ‘comunidad
imaginada’ y sin duda puede hacerse que esto llene el vacío emocional que deja
la retirada o desintegración, o la no disponibilidad, de comunidades y redes
humanas<i> reales</i>, pero sigue en pie el interrogante de por qué la gente,
después de perder las comunidades reales, desea imaginar este tipo concreto de
sustituto. Puede que una de las razones sea que en muchas partes del mundo los
estados y los movimientos nacionales podían movilizar ciertas variantes de
sentimientos de pertenencia colectiva que ya existían y que podían funcionar,
por así decirlo, potencialmente en la escala macropolítica capaz de armonizar
con estados y naciones modernos. A estos lazos los llamaré ‘protonacionales’<span style="font-size: 12.0pt;">. (2000, pág. 55) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-weight: bold;">Re-pensar la Conquista como momento fundacional del imaginario latinoamericano
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">De
acuerdo a esta definición identifiquemos cuales son los elementos protonacionales
con los que se configura en forma imaginada la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">nación latinoamericana</i>. Por un lado, podemos señalar las lenguas
ibéricas, aunque con sus limitaciones ya que hay también hablantes del francés,
del inglés y de una enorme variedad de lenguas precolombinas. Tampoco lo es
exclusivamente el factor étnico o cultural ya que lo que impera en este aspecto
es la diversidad; la variedad de pobladores que se encontraban en estas tierras,
antes de la llegada de los europeos, vieron llegar a los conquistadores y con
ellos a los esclavos africanos que trajeron para la explotación. Inmigrantes de
todos los continentes se han ido sumando a esta demografía multicultural que se
diversifica aún más con las mezclas. Tampoco podemos reducir el factor de
identificación a la fe católica ya que entre los pobladores encontramos
creyentes de todos los cultos, manifestaciones de sincretismo donde rituales
precolombinos o africanos siguen practicándose y no podemos dejar fuera a los
latinoamericanos agnósticos o ateos. Con respecto al territorio diríamos que la
división en naciones que reivindican sus fronteras dificulta utilizar este
factor como elemento de comunión.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a></span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Para
determinar cuál es el elemento protonacional que sirve como amalgama en la
configuración de la ‘nación latinoamericana’ sería conveniente recuperar las
narrativas sobre su gestación como nación. En el ‘imaginario colectivo’ de los
millones de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>habitantes de ‘nuestro’
vasto territorio existe un referente común que aglutina a todos a pesar de las
diferencias: el hecho de haber sido conquistados y colonizados por invasores
europeos en el siglo XVI<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
La mayoría de los territorios fueron ocupados por españoles y portugueses, y a
pesar de la presencia minoritaria de franceses, ingleses, y holandeses en algunos
territorios<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, en la narrativa el referente
es a los países de la península ibérica donde quedan excluidos Estados Unidos
de Norteamérica y Canadá<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Los
idiomas, los elementos “raciales”, las expresiones religiosas o el territorio
por sí mismos no son factores determinantes en la configuración de la identidad
latinoamericana, el elemento imaginario amalgamador de identificación para los
millones de habitantes de este continente cultural hace referencia más bien a su
genealogía. Los latinoamericanos somos hijos de la de una violencia original y
a un acto de injusticia. Lo primero tiene que ver con la conquista misma que,
como toda campaña de esta naturaleza, cobró la vida de millones de habitantes;
y lo relativo a la injusticia se desprende de lo primero ya que la colonización
se consiguió por medio del despojo, el sometimiento, la explotación y la
imposición de normas, valores y creencias de los conquistadores.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
misma fundación de la entidad colectiva imaginada se encuentra signada por la
violencia. En este sentido se podría decir que nuestra hermandad imaginaria se
configura a partir de una ‘cultura que es a su vez una manifestación de la
barbarie’. El clamor de justicia, cuando hace referencia a la Conquista y la
Colonia, confronta a los distintos sectores de acuerdo a su posición con
respecto a la narrativa del origen. Para los descendientes de los pobladores
precolombinos y de los que fueron traídos como esclavos de África el anhelo de
una hermandad latinoamericana no puede imaginarse sin el reconocimiento y la reparación
de las injusticias causadas por los colonizadores y sus herederos; mientras que
para los que se identifican con los colonizadores la mirada al pasado enfatiza
los aspectos culturales y relativiza la injusticia a partir de las aportaciones
civilizatorias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">De
acuerdo a la narrativa historicista el elemento fundacional del imaginario
latinoamericano es la Conquista que de acuerdo a la tesis de Benjamin se podría
identificar como el ‘desfile triunfal de los vencedores’, su ‘patrimonio
cultural’. Una memoria que busque deconstruir esta visión para ‘peinar a
contrapelo’ la narrativa colonialista debe recuperar el sufrimiento de las víctimas
lo que nos llevaría a una empatía con las culturas precolombinas. Existen
muchos planteamientos políticos que transitan en ese sentido y que sostienen
que debemos recuperar las manifestaciones culturales de lo que se ha denominado
‘pueblos originarios’. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Para
los defensores de esta visión empática con los ‘indígenas’ la justicia consiste
en la recuperación de las lenguas, construcciones, tradiciones, vestimentas, usos
y costumbres, etc. En todos los países se han creado instituciones
gubernamentales y organizaciones civiles que se abocan a lo que consideran debe
ser el ejercicio de la memoria.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En estas
políticas vemos como se genera una empatía con el sufrimiento y se capitaliza
para mantener el sistema de dominación instrumentado desde el poder. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
memoria crítica a diferencia de la empática debe ‘tomar distancia’ y cuestionar
el imaginario con el que se configura lo latinoamericano.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo primero es revisar críticamente el
supuesto momento fundacional que se elabora a partir de la visión de los
vencedores ya que lo sucedido en el siglo XVI efectivamente fue una conquista,
pero ésta no puede entenderse desde la dicotomía ‘europeos-indígenas’. En el
continente llamado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">América</i> -el puro
nombre responde a la visión de los vencedores- habitaban cientos de colectivos
con una gran diversidad de manifestaciones culturales que no pueden entenderse
agrupados en una unidad y etiquetados con un mismo nombre. Lo segundo
importante de señalar es que en este territorio la dialéctica entre cultura y
barbarie de la que habla Benjamin determinaba un complejo sistema de dominación
y servidumbre donde también encontramos víctimas y victimarios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">A su
llegada, los conquistadores se encontraron con grandes y poderosos imperios
como el Azteca, el Maya o el Inca que tenían sometidos a otros pueblos que
habían conquistado y sin la ayuda de estos grupos no hubieran podido vencer. Una
memoria empática que convierte a todos los conquistados en víctimas termina
cometiendo una injusticia con los millones de pobladores que sufrieron la
dominación de los imperios derrotados por los conquistadores. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
otro lado, nos encontramos que, en la narrativa de los que se consideran
herederos de los conquistadores, éstos se presentan como liberadores generando,
por ejemplo, una empatía con las víctimas de los aztecas para justificar la
colonización<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Estas narrativas describen
los rituales sacrificiales donde los vencidos eran inmolados para generar un
rechazo a los que lo realizaban y a partir de este sentimiento justificar la
Conquista y la Evangelización. Uno de los ejemplos de este manejo empático lo
encontramos en los argumentos empleados por</span> J<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">uan Ginés de Sepúlveda en 1550:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">A lo que dice: que por librar
de muerte a los inocentes que sacrificaban era justa la guerra, pero no se debe
hacer porque de dos males se ha de escoger el menor, y que son mayores los
males que se siguen desta guerra que las muertes de los inocentes: muy mal hace
su señoría la cuenta, porque en la nueva España a dicho de todos los que de
ella vienen y han tenido cuidado de saber esto: se sacrificaban cada año mas de
veinte mil personas: el cual numero multiplicado por treinta años que ha que se
ganó y se quitó este sacrificio: serían ya seis cientos mil: y en conquistarla
a ella toda: no creo que murieron más numero de los que ellos sacrificaban en
un año. Y también por esta guerra se evita la perdición de infinitas ánimas de
los que convertidos a la fe se salvaran presentes y venideros. Y como dice Sant
Agustín en la Epístola 75. Mayor mal es que se pierda un ánima que muere sin
baptismo: que no matar innumerables hombres aunque sean inocentes. (Ginés de
Sepúlveda en Bartolomé de las Casas, 1965, pág. 315) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La memoria empática con el sufrimiento de las
víctimas de la violencia no alcanza para comprender la dialéctica entre cultura
y barbarie y termina avalando el discurso de los vencedores tal y como advertía
Benjamin en sus <i>Tesis sobre filosofía de la historia</i>. En cambio, si
tomamos distancia por medio de una memoria crítica podemos ‘peinar a
contrapelo’ y sin hacer una calificación en cuanto al sufrimiento de todas las
víctimas podemos re-pensar lo sucedido buscando que las injusticias no se
repitan. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Desde
esta perspectiva debemos cuidarnos de idealizar el pasado de los llamados
‘pueblos originarios’ y cuestionar las políticas que, en lugar de buscar cómo
mejorar las condiciones de marginación en las que se encuentran, se dedican a
la reconstrucción artificial de un folclorismo cultural que apela a la
nostalgia de un pasado que nunca existió. El historiador </span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Serge Gruzinski
nos advierte que “tanto la arqueología como la historia prehispánicas han
olvidado, frecuentemente, que la mayoría de los testimonios que conservamos de
la época precortesiana fueron elaborados y redactados en el contexto trastocado
de la naciente Nueva España y que, antes que nada, ofrecen un reflejo de esa
época” (1980, pág. 10). </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De igual forma debemos analizar críticamente
los discursos que generan empatía con las víctimas de los imperios
precolombinos para justificar la Conquista, la Colonia y la Evangelización. Como
veremos a continuación, en la configuración de los estados nación
latinoamericanos se habla de un segundo momento fundacional el de sus
respectivas independencias y desde estas narrativas se vuelve a reconstruir la
‘memoria de las víctimas’.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">Re-pensar las Independencias en el imaginario latinoamericano<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En las
narrativas historicistas sobre la configuración del imaginario latinoamericano el
tema de las independencias nacionales se presenta como un segundo momento fundacional
de la identidad colectiva; se entiende como el fin del colonialismo y el inicio
de una vida colectiva autónoma en términos ilustrados. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En los manejos políticos de estos episodios se
recurre a la exaltación de las gestas heroicas de los llamados ‘próceres’ y se
les rinde homenaje año con año.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A
continuación revisaremos desde las herramientas de la memoria crítica algunos
aspectos de estas narrativas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
mayoría de los países latinoamericanos, o por lo menos los que se han
considerado más importantes, iniciaron su independencia a principios del siglo
XIX<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La razón por la que estos movimientos
acontecieron en los mismos años se explica por lo que sucedió en Europa con la
invasión napoleónica de España (hay que tener presente que Napoleón impone a su
hermano José como monarca de España y las Colonias el 7 de julio de 1808). Las
causas más profundas tienen que ver con la situación de los españoles nacidos
en américa y sus descendientes conocidos como ‘criollos’ que fueron
discriminados por los peninsulares desde la conquista. Las ideas ilustradas de
los revolucionarios franceses y de los colonos en norteamericanos inspiran a
los líderes de los movimientos latinoamericanos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El historiador David Brading llega a la
siguiente conclusión: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La invasión napoleónica a España y la imposición
del rey José destruyeron la unidad del mundo hispánico. En apenas dos años las
colonias americanas se vieron encendidas por la rebelión y la guerra civil,
cuando un siglo antes las posesiones de ultramar habían permanecido como
simples espectadoras ante la guerra de sucesión en España. ¿Qué provocó esta
reacción tan diferente ante lo que era con mucho el mismo acontecimiento?
Primero, la tendencia fue atribuir el cambio a la influencia de las ideas de la
Ilustración y al ejemplo de las revoluciones francesa y norteamericana. Posteriormente,
se inició la búsqueda de razones internas. El mismo éxito del régimen borbón
generó su decadencia. La expulsión de los jesuitas, la sin igual eficiencia de
la explotación fiscal de las colonias, la tendencia a desplazar a la élite
criolla del poder, el ataque a los privilegios del clero, la nueva ola de
inmigración proveniente de la Península, la revigorización de la economía y la
administración: todos estos factores y más todavía se consideran como
suficientes para haber creado un resentimiento entre los criollos, que los
condujo a aprovechar la oportunidad que ofrecieron los acontecimientos de 1808-1810
para obtener la autonomía. (1980, pág. 43) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Las
independencias en los países latinoamericanos deben entenderse como el
resultado de una separación de los descendientes de los conquistadores de la
metrópoli y no como una emancipación de los pobladores originarios o de los
esclavos que fueron traídos encadenados de África. No se trata solamente de una
cuestión identitaria, más bien tiene que ver con la dinámica misma de la Conquista
ya que los criollos reivindican sus derechos a partir de un doble discurso:
frente a los conquistados se presentan como sus herederos y frente a los
peninsulares como nativos de América. Es así como lo presenta Fray Servando
Teresa de Mier uno de los líderes de la independencia mexicana: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¡Americanos! Tenemos sobre América el derecho mismo
que tengan los indios originarios de la Asia como todo el género humano, el que
tienen todas las naciones en sus países, el de haber nacido en ellas, cultivado
la tierra, edificado y defendido sus pueblos: tenemos el mismo derecho que nos
da la injusticia de los españoles europeos, que por haber nacido allí nos
quieren considerar como iguales sino en palabra: tenemos el derecho de las
castas, que han sido excluidas del censo español en la Constitución, porque
dicen los europeos que su representación está embebida en la nuestra: tenemos
el derecho de los indios, porque como paisanos tenemos el derecho nato de
protegerlos contra el bárbaro derecho que se arrogaron los españoles de
declarar en pupilaje eterno a la mitad del mundo para darle su protección que
nadie le pedía. (1997, págs. 577-578)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Las luchas de independencia en Latinoamérica deben
entenderse como movimientos que promueven los criollos a partir de la
reivindicación de sus derechos frente a los peninsulares donde los indígenas,
los afroamericanos y los mestizos, en todas sus complejas variantes, son
‘invitados’ a participar con reservas. Esta discriminación se establece a partir
de los argumentos que conforman el reclamo independentista y que emplean los españoles
nacidos en América para separarse del proyecto colonizador. Por un lado, se apela
al derecho de conquista para justificar su posición frente a los pobladores
originales, pero por el otro, se apela al derecho de haber nacido en el nuevo
continente, en donde se equiparan imaginariamente con los indígenas. La
discriminación hacia los afroamericanos tiene otros matices ya que se les
considera extranjeros, lo cual explica que se les excluya del imaginario latinoamericano<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Los criollos, para poder consolidar su poder, tuvieron
que enfrentar a los europeos que no renunciaron fácilmente a sus intereses y al
mismo tiempo buscaron mantener sus privilegios frente a los indígenas y a los
afroamericanos. De lo primero tenemos constancia en las narrativas sobre las
independencias donde se conmemora e incluso se festeja el fin del colonialismo mientras
que lo segundo no aparece nunca registrado en los discursos nacionalistas y más
bien se ‘disfraza’ en la supuesta emancipación universal promovida por los
libertadores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">La configuración de la nación latinoamericana a partir de
las narrativas independentistas es instrumentada por los criollos que son una
minoría de la población pero se encuentran en la parte más alta de la jerarquía
económica y social y por lo mismo cercanos a los círculos religiosos. Para
movilizar a las masas y buscar integrarlos como nación imaginaria las elites
criollas se encontraron un lugar en la historia colonial como víctimas del
opresor peninsular y defensores de los derechos de los indios. Dentro de este
discurso la evangelización se recupera en términos de un humanismo que buscó
rescatar a los indios y emancipar a los esclavos frente a un colonialismo explotador
ajena al verdadero espíritu del cristianismo. “Los principales temas del
patriotismo criollo surgían a partir de la búsqueda de derechos autónomos. El
español americano halló en la historia y en la religión los medios simbólicos
que le permitían rechazar el status colonial” (Brading, 1980, pág. 43). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Una de las figuras a las que se recurre para articular
esta memoria empática es la de Fray Bartolomé de las Casas que a mediados del
siglo XVI se convirtió en un defensor de los derechos de los llamados ‘indios’.
En lo que se conoce como “<span style="mso-bidi-font-style: italic;">La junta de
Valladolid”<i> </i></span>(1550) mantuvo un debate con </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Juan Ginés de Sepúlveda que citamos
anteriormente y en el argumentó lo siguiente:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En el año de mil e quinientos
y diez y siete se descubrió la Nueva España, y en el descubrimiento se hicieron
grandes escándalos en los indios y algunas muertes por los que la descubrieron.
En el año de mil e quinientos e diez y ocho la fueron a robar e a matar los que
se llaman cristianos, aunque ellos dicen que van a poblar. Y desde este año de
diez y ocho hasta el día de hoy, que estamos en el año de mil e quinientos y
cuarenta e dos, ha rebosado y llegado a su colmo toda la iniquidad, toda la
injusticia, toda la violencia y tiranía que los cristianos han hecho en las
Indias, porque del todo han perdido todo temor a Dios y al rey e se han
olvidado de sí mesmos. Porque son tantos y tales los estragos e crueldades,
matanzas e destruiciones, despoblaciones, robos, violencias e tiranías, y en
tantos y tales reinos de la gran tierra firme, que todas las cosas que hemos
dicho son nada en comparación de las que se hicieron; pero aunque las dijéramos
todas, que son infinitas las que dejamos de decir, no son comparables ni en
número ni en gravedad a las que desde el dicho año de mil e quinientos y
cuarenta y dos, e hoy, en este día del mes de septiembre, se hacen e cometen
las más graves e abominables. Porque sea verdad la regla que arriba pusimos,
que siempre desde el principio han ido cresciendo en mayores desafueros y obras
infernales. (Bartolomé de las Casas, 1965, págs. 64-65)</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 23.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La figura de Bartolomé de las Casas es
recuperada por la memoria empática de la historiografía criolla ya que la
defensa de los derechos de los indígenas que expone se sostiene en una <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>visión cristiana siendo parte del proceso
evangelizador. En sus relatos se sigue la dinámica que expone Walter Benjamin
en su <i>Tesis 7</i>: primero genera una empatía con el sufrimiento de las
víctimas (indígenas) y luego propone como solución su conversión al
cristianismo lo cual a final de cuentas es parte del ‘patrimonio cultural de
los vencedores’. La memoria crítica nos permite ‘peinar a contrapelo’ esta
narrativa a partir de lo que realmente sucedió; a pesar de los argumentos la
situación de los indígenas ya cristianizados no cambio y Fray Bartolomé de las
Casas terminó avalando la explotación de los negros, aunque al parecer después
se arrepintió. </span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">El análisis de este importante periodo de la historia a
partir de la memoria crítica nos confronta con una situación compleja donde es
difícil establecer con claridad quiénes fueron los perpetradores y quiénes las
víctimas. La élite criolla consiguió independizarse de Europa para poder gozar
de los antiguos privilegios de los peninsulares para lo cual generó un
imaginario donde se presentaban como los precursores de la emancipación de toda
la nación donde se incluían a los indígenas y a los afroamericanos. En la
realidad las desigualdades económicas y sociales continúan hasta la fecha.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Mientras que para los criollos y sus descendientes la
demanda de justicia se entiende como herencia de privilegios; para indígenas,
afroamericanos, y sus descendientes en las distintas expresiones mestizas
justicia significa el fin de estas desigualdades. Para los primeros la
aplicación de la justicia debe proteger las libertades individuales, pero sin
afectar la jerarquía económica y social; mientras que para los segundos ésta no
puede entenderse sin el reconocimiento del despojo, la esclavitud y la
explotación; dos lecturas distintas de lo que se requiere para alcanzar la paz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Otro aspecto a considerar para nuestro análisis tiene que
ver con lo que cada uno de estos colectivos significa por nación. La élite
criolla y sus descendientes la entienden en términos de la herencia cultural
hispana, cristiana y la blanquitud de la piel; mientras que para los demás el
referente genealógico se ubica en otra parte. Para los descendientes de las
culturas originarias sus lenguas, tradiciones culturales y el color moreno de
la piel los excluye, al igual que a los afroamericanos, de los elementos que
configuran el imaginario nacional. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt;">Conclusiones<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En este breve recorrido hemos recuperado algunos aspectos de
la manera en la que la historiografía historicista nos presenta lo que
considera los dos momentos fundacionales de lo que se entiende como
Latinoamérica: el de la Conquista y el de la Independencia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los hemos revisado a partir de lo que
definimos como ‘memoria crítica’ en contraposición a lo que denominamos ‘memoria
empática’. Para este ejercicio nos apoyamos en las <i>Tesis de filosofía de la
historia </i>de Walter Benjamin y las aportaciones de Theodor W. Adorno y Max
Horkheimer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">A manera de conclusión queremos dejar apuntadas algunas reflexiones
que fueron surgiendo en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el desarrollo.
La primera tiene que ver con la crítica a las narrativas historicistas que
presentan las experiencias humanas como una suma de datos y en las que se evita
metodológicamente la consideración de la barbarie que acompaña todo documento
de cultura. En segundo término problematizamos las aproximaciones al
sufrimiento que plantea la memoria empática y que de alguna manera se pone al
servicio de los procuradores del progreso. Por último, presentamos una revisión
‘a contra pelo’ de la historiografía historicista recurriendo a la memoria
crítica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Una de las conclusiones que resultan de este modesto análisis
se relaciona con la aparición y proliferación de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">espacios de memoria</i> que pueden ser museos, archivos, centros de
exposiciones, cátedras, sólo por mencionar algunos ejemplos. Una lectura
equivocada de este fenómeno social podría suponer que por fin existe un
reconocimiento de la necesidad de replantear el quehacer histórico y mirar al
pasado, al sufrimiento de las víctimas del progreso, re-pensar el presente y
vislumbrar un futuro más prometedor. Nuestra lectura es contraria a este
optimismo generalizado ya que lo que podemos observar es que por medio de estas
estrategias se promueve una empatía que termina neutralizando la posibilidad de
una auténtica emancipación. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En los estudios sobre la configuración de los imaginarios
latinoamericanos pudimos observar como la empatía acrítica con las víctimas
refuerza las prácticas de exclusión y se articula como uno de los mecanismos de
poder de un grupo que se sigue proclamando heredero del sufrimiento ajeno y
legítimo dueño de ‘patrimonio cultural’ que, como escribió Walter Benjamin, no
es más que el botín de los vencedores que siguen desfilando triunfalmente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: -36.0pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Bibliografía citada</span></b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt 1.0cm; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Adorno
W. Theodor y Max Horkheimer. 1994. <i>Dialéctica de la Ilustración; Fragmentos
Filosóficos; Introducción y traducción de Juan José Sánchez</i>, primera
edición en alemán 1947 en la editorial Querido de Ámsterdam y se reeditó en
1969. Madrid: </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Editorial Trota.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt 1.0cm; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Anderson,
Benedict. 1993. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Reflexiones sobre el
origen y la difusión del Nacionalismo</i>, traducción de Eduardo L. Suárez.
México: Fondo de Cultura Económica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt 1.0cm; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Arendt Hannah 1999. <i>Eichmann, en Jerusalén; Estudio
sobre la Banalidad del Mal</i>, traducción de Carlos Ribalta, (segunda edición)
publicado en inglés en 1963. Barcelona: </span><span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Editorial Lumen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt 1.0cm; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Brading David. 1980. <i>Los orígenes nacionalismo del
mexicano,</i> traducción Soledad Loaeza Gave. México: Ediciones Era.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt 1.0cm; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Gruzinski Serge. 1980. <i>La colonización de lo
imaginario: Sociedades indígenas y occidentalización en el México español
Siglos XVI-XVIII,</i> <span style="mso-bidi-font-style: italic;">traducción
Soledad Loaeza Gave</span>, Ediciones Era.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt 1.0cm; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Las
Casas, Fray Bartolomé. 1965. “<span style="mso-bidi-font-style: italic;">De la
Brevísima relación de la destrucción de las Indias”</span>, Colegiada por el
obispo don Fray Bartolomé de las Casas o Casaus, de la Orden de Sancto Domingo,
año 1552, en Bartolomé de las Casas, <i>Tratados I</i>. 3-173. México: Fondo de
Cultura Económica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt 1.0cm; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Mate,
Reyes. 2006. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Medianoche en la historia.
Comentarios a las Tesis de Walter Benjamin ‘Sobre el concepto de Historia’</i>.
Madrid: Trotta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt 1.0cm; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">__________. 2018. <i>El tiempo, tribunal de la Historia. </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">Madrid: </span>Trotta.</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt 1.0cm; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Metz
Johannes Baptist Metz, 1999. <i>Por una cultura de la memoria; presentación y
epílogo de Reyes Mate. </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">Barcelona: </span>Ánthropos<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt 1.0cm; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ginés
de Sepúlveda Juan,</span><b><i><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"> “</span></i></b><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Prólogo del
doctor Sepúlveda a los señores de la congregación” en: </span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Bartolomé de las Casas, <i>Tratados
I. </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">287-329.<i> </i>México: </span>Fondo
de Cultura Económica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Hobsbawm Eric.
2000. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Naciones y nacionalismo desde 1780.</i>
Barcelona: Crítica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -1.0cm;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Teresa de
Mier, Fray Servando. 1997. <i>Los imprescindibles; selección y prólogo Héctor
Perea. </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">México:<i> </i></span>Ediciones
Cal y Arena.<o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Benjamin Walter, “Tesis sobre
filosofía de la historia”<i>, en </i></span>Mate, Reyes. 2006. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Medianoche en la historia. Comentarios a las
Tesis de Walter Benjamin ‘Sobre el concepto de Historia’</i>, Madrid: Madrid
(Tesis número IX).<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
“Sólo puede recordar Auschwitz una memoria capaz de atender los gritos
inauditos de dolor de millones de víctimas inocentes con el ánimo de que no se
repita. A eso le llama Metz ‘una memoria moral’ que puede interpretarse
filosófica o teológicamente. Ejemplo de la interpretación filosófica es la
constitución de recuerdo de Auschwitz en el nuevo imperativo categórico, por
parte de Adorno. Para el teólogo, a su vez, recordar es reconocer que el
pasado está pendiente y lo seguirá estando mientras la redención llega. Esa
esperanza contra toda esperanza se activa con cada recuerdo moral. Cada vez que
nos negamos a reconocer como prescritos los derechos de las víctimas (recuerdo
moral), se pone en juego, añade el teólogo, la esperanza de la resurrección, al
invocar el nombre del Dios de Israel o de Jesús (teología). El sufrimiento de
las víctimas exige hablar de Dios pues sin él el recuerdo sería vano, sería
reducible a un cálculo racional, a costumbre ritual, al olvido. Se ve la
diferencia. La interpretación filosófica de la ‘memoria moral’ apunta en
dirección histórica: que no se repita. La interpretación teológica, por el
contrario, mira de frente los ojos de las víctimas y responde a la misteriosa
pregunta del cara a cara” (Reyes Mate en Metz, 1999, pág. 181). <o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Un ejemplo de esto lo podemos ver en la justificación que hacen los españoles
de la conquista de sus colonias en el siglo XVI cuando minimizan el número de
víctimas adjudicando sus muertes a las enfermedades, presentan la parte
civilizatoria ‘evangelizadora’ que al cristianizar terminó con los sacrificios
humanos que hacían los pobladores de los territorios conquistados y muestran a
las víctimas como victimarios aduciendo que liberaron a los pueblos sometidos
de sus dominadores como por ejemplo en el Imperio Azteca.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Un ejemplo de estas contradicciones lo encontramos en los discursos
norteamericanos en los años de la Guerra Fría donde justificaron su apoyo a las
dictaduras militares de América Latina a nombre de la defensa de la libertad.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Un ejemplo de esta situación podemos encontrarlo en el debate que se abrió
sobre la colaboración de las autoridades judías en el Holocausto ver: <span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Arendt Hannah. 1999. <i>Eichmann, en
Jerusalén; Estudio sobre la Banalidad del Mal</i>, traducción de Carlos Ribalta
Segunda edición. Publicado en inglés en 1963. Barcelona: Editorial Lumen.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
En estos días (noviembre de 2018) miles de inmigrantes hondureños, salvadoreños
y guatemaltecos se encuentran en la ciudad de Tijuana al norte de México
tratando de cruzar hacia los Estados Unidos de Norteamérica y una parte de la
población de esa ciudad se está manifestando para que el gobierno mexicano los
deporte con el argumento que son extranjeros y no hay porque recibirlos ni
ayudarles. <o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Incluso aquellos cuyos descendientes llegaron después de lo que se conoce como
la Conquista identifican este elemento como constitutivo de la narrativa
amalgamadora de la identidad colectiva. <o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Nos referimos a Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Haití, Jamaica, Las
Guyanas, Trinidad y Tobago<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
La explicación de esta diferenciación es compleja y no será tratada en este
espacio por tratarse de otro tema que si bien no es del todo ajeno tampoco es
necesario para el desarrollo de esta exposición.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
“<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De una población de quizás 25.2
millones de habitantes (según los investigadores de Berkeley), el centro de
México había descendido en 1532 a 16.8 millones, luego a 6.3 en 1548, antes de
alcanzar los 2.6 millones en 1568. En 1585, el país ya sólo contaba con 1.9
millones de indígenas y, sin embargo, el estiaje todavía estaba lejos de
alcanzarse”. (Gruzinski, 1980, pág. 87)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFootnoteText"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
José Antonio Sánchez, quien fue responsable de la Radio y Televisión Española
RTVE afirmó el 6 de abril de 2017 que: “Lamentar la desaparición del imperio
azteca es como mostrar pesar por la derrota de los nazis en la Segunda Guerra
Mundial” como uno de sus argumentos para probar que “que la misión de los
españoles que colonizaron América fue ‘evangelizadora y civilizadora’”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="https://verne.elpais.com/verne/2017/04/06/mexico/1491435975_945457.html">https://verne.elpais.com/verne/2017/04/06/mexico/1491435975_945457.html</a>
<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn12" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Argentina 1810, Bolivia 1809, Brasil 1822, Chile 1810, Colombia 1818, Ecuador
1809, México 1810, Paraguay 1811, Perú 1811, Uruguay 1825, Venezuela 1810.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn13" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/CALI/Entre%20la%20memoria%20cr%C3%ADtica%20y%20la%20emp%C3%A1tica%20final.docx#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
En México se minimiza la participación demográfica de los negros y mulatos y se
les confunde con los llamados mestizos que se presentan como mezcla de español
con indígena.<o:p></o:p></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">Publicado en: Delfin Ignacio Grueso y Carlos Andrés Tobar Tovar compiladores, <i>Conflicto, memoria y justicia. Repensando las vías para la paz en Colombia</i>, <b>Universidad del Valle, Pontificia Universidad Javeriana de Cali</b>, Cali, 2022. pág. 315-334. </p>
</div>
</div>Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-4457220665399300762020-09-02T15:05:00.000-07:002020-09-02T15:05:22.252-07:00El lugar de los judíos en el tribunal de Reyes Mate<p> Publicado como:</p><p><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: georgia, serif; font-size: small;">Mauricio Pilatowsky, "El lugar de los judíos en el tribunal de Reyes Mate" en: Francisco José Martín (Ed.) </span><i style="background-color: white; color: #222222; font-family: georgia, serif; font-size: small;">Antes de que decline el día: Reflexiones filosóficas sobre otro mundo posible (diálogos de y con Reyes Mate)</i><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: georgia, serif; font-size: small;">, Ánthropos, Madrid, 2020. págs. 241-252</span></p><p><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: georgia, serif; font-size: small;"><br /></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p></p><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> Mauricio Pilatowsky</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 5.0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> “El Mesías llegará apenas sea posible el
ilimitado individualismo de la fe, apenas nadie piense en destruir tal
posibilidad; nadie tolerará tal destrucción, de manera, en suma, que se puedan
abrir los sepulcros.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[1]</span></sup><!--[endif]--></sup></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 5.0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">(Franz Kafka, <i>Consideraciones
acerca del pecado, el dolor, la esperanza y el camino verdadero</i>)<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l1 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">1.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Presentación<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Hace un par de décadas, en la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Nacional Autónoma de México, Reyes Mate presentó su libro <i>Memoria de Occidente, Actualidad de pensadores
judíos olvidados</i><b>.</b><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 12pt;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a><b> </b>Su propuesta tuvo entonces una resonancia limitada para los filósofos
mexicanos alejados de la temática que abordó, el pensamiento judío europeo y
las reflexiones sobre el Holocausto no se encontraban en el horizonte temático
de la academia mexicana. Más de veinte años después las cosas han cambiado y en
gran medida gracias a la difusión de la obra de este gran filósofo español.
Esta situación se replica en muchos países de Hispanoamérica, a Reyes Mate se
le estudia en Argentina, Colombia, Perú y Chile es ya un referente para
investigaciones académicas y en seminarios de investigación.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">En este volumen podemos encontrar una prueba
del alcance de sus enseñanzas ya que es el resultado de un encuentro donde
acudimos investigadores de varios países a rendirle homenaje. Nuestra
contribución parte del análisis de su su última obra: <i>El tiempo, tribunal de
la historia<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><b><sup><span style="color: black; font-size: 12pt;">[3]</span></sup></b><!--[endif]--></sup></a></i> en donde encontramos
una articulación de las ideas centrales de su pensamiento desde una perspectiva
donde se revalora el papel de la religión frente a las demandas modernas de
secularización. En este singular tribunal, donde el acusado es el quehacer
filosófico después de Auschwitz, citaremos a declarar a Reyes Mate como un
testigo de la defensa. En la primera
parte y de manera muy resumida presentaremos las líneas generales de su obra
filosófica y en la segunda daremos cuenta de su reflexión sobre las distintas
concepciones del tiempo en la modernidad
y en el lugar que para él ocupan los judíos en la posibilidad de un futuro
mejor para la humanidad. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">2.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Bosquejo general
de las aportaciones de Reyes Mate<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">En un bosquejo preliminar se podría describir la obra de Reyes Mate como
un rico compendio de variaciones que responden a la aporía que el mismo define
como el imperativo de la filosofía después del Holocausto<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 12pt;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>:
pensar lo impensable o reconocer que Auschwitz fue un evento impensable que da
para pensar. Es a partir de esta paradoja que recupera la propuesta de su
maestro Johannes Baptist Metz que considera a la memoria como una categoría
central de la filosofía.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 12pt;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 28.3pt; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Este hiato
entre previsión y acontecimiento, entre campo de concentración y Auschwitz,
significa que podemos considerar Auschwitz como el caso singular de una teoría
sino como algo impensable por la teoría y, por tanto, algo que da que pensar
por sí mismo. Lo impensable del acontecimiento para la teoría es lo que al
mismo tiempo constituye a Auschwitz como acontecimiento que inaugura una
reflexión. Propia de esta reflexión es la referencia a un acontecimiento que
está detrás de nosotros, que ya ha sido y que, precisamente por eso, por su
carácter fontanal que ya ha tenido lugar, es objeto de la memoria. La memoria
surge del hiato entre incomprensibilidad y conocimiento y es la categoría
adecuada al carácter inaugural, originario del acontecimiento. Si Auschwitz es
lo que da que pensar, lo es debido a la presencia constante en nuestro presente
de un acto pasado que está presente a la razón gracias a la memoria. <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 28.3pt; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Desde esta
postura, que define como un imperativo para la filosofía después del Holocausto,
Reyes Mate introduce, o más bien rearticula, otro ámbito de la experiencia
humana: el sufrimiento. En este sentido se propone recoger los testimonios de
las víctimas del proceso civilizatorio en general y el de la catástrofe de la
Ilustración en particular<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>. La memoria de la que habla está ligada al
sufrimiento y por lo mismo, a su entender, debe recuperar lo que los excluidos
tienen que decir con respecto al progreso.</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">En Auschwitz
murieron millones de personas de muchas naciones y creencia, sin dejar de
reconocer este hecho, Reyes Mate centra el genocidio Nazi en su carácter
antisemita y por lo mismo les pone particular atención a las víctimas judías. La
<i>Shoah</i>, por utilizar el término hebreo, debe entenderse como el trágico
desenlace de un proceso de exclusión que acompaña la convivencia milenaria
entre cristianos y judíos pero que a partir de la Ilustración se vuelve
virulentamente asesina. La memoria de Auschwitz, según el filósofo español,
debe articularse recogiendo el testimonio de las víctimas de este proceso de
exclusión y exterminio y son los llamados “pensadores judíos” los elegidos para
esta tarea, para “conjurar la amenaza
que gravita sobre una crítica frívola de la Modernidad.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Para justificar
esta manera de hacer memoria Reyes Mate nos advierte que “lo de menos es que
los pensadores que animan esta reflexión sean judíos. Lo realmente importante
es su experiencia como judíos.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a> Esta afirmación es central ya
que lo que motiva su revisión, según nos aclara el autor, no tiene que ver con
su identidad en sí y por lo mismo tampoco se trata de hacer un estudio del
judaísmo como tal, sino con el lugar desde donde reflexionan, es decir que el
valor de sus contribuciones está determinado por su condición de víctimas. “No
se trata, por supuesto, de añadir un capítulo más a la metafísica occidental.
[…]Basta la autoridad de los sueños marchitos. Basta la autoridad del
sufrimiento.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a>En su
compromiso por recoger los testimonios de los pensadores judíos, Reyes Mate nos
introduce a un universo conceptual de una riqueza incalculable son muchos y muy
variados los autores que revisa y dentro de todos al que le dedica un lugar
especial es a Walter Benjamin y en particular a sus tesis sobre la filosofía de
la historia.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">La propuesta
filosófica de revisar el saber a partir de la autoridad de la víctima y por
medio de la memoria no se limita al campo epistemológico va más bien dirigido
al de la ética y la política, en ese sentido podemos afirmar que una de las
principales preocupaciones de Reyes Mate es la justicia. Su posición al respecto
va en consonancia con lo que ya hemos expuesto: con la autoridad de la víctima.
A diferencia de otras teorías políticas en donde se parte de un análisis del
concepto, él propone partir de la interpelación del sufrimiento, es decir de la
injusticia que no busca consensos racionales sino acciones prácticas y
respuestas inmediatas. “La reflexión sobre la justicia, en este contexto, no
podría darse en clave de consenso, pues faltan las condiciones sociales y
políticas para un lenguaje común, sino de interpelación desde la experiencia de
injusticia. El que sufre la injusticia no plantea consensos, sino que exige
respuestas.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Para finalizar
este bosquejo de la obra de Reyes Mate es necesario señalar que su aproximación
parte de una postura religiosa católica que siendo poco ortodoxa y radicalmente
crítica no deja de reivindicar que a final de cuentas no es posible responder a
la interpelación de las víctimas y hacer justicia excluyendo a la religión.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 35.35pt; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> “Mantener al tipo de hombre que hemos conocido
ese que se pregunta alguna vez en la vida qué debo hacer, que puedo conocer o
qué me cabe esperar; ese hombre, el mismo que frente a las víctimas de
Auschwitz, reconoce que tiene que hacerse cargo del daño que causa el hombre,
ese tipo de hombre no puede pensarse, ni seguramente mantenerse, al margen de
lo religioso. Al menos, deberíamos discutirlo por si acaso”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 35.35pt; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> </span></b></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l1 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">3.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">El lugar de los
judíos en la teología cristiana de Reyes Mate<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Reyes Mate, en
su obra <i>El tiempo tribunal de la historia,</i> coloca como eje central las
concepciones del tiempo que, a su entender, han determinado la organización de
la vida colectiva: la apocalíptica y la gnóstica<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Debemos aclarar que su
aproximación parte de un análisis teológico de la tradición judeo cristiana
cuya dialéctica ha desembocado en la catástrofe<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a> y por lo mismo la posibilidad
de terminar con la barbarie y reconstituirnos como una humanidad fraterna debe
transitar por esta misma vía con la mirada puesta en el pasado, en el origen. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Para el
filósofo español “aunque el concepto de tiempo existe en Roma y en Grecia, es en
Israel donde adquiere una significación singular, de tal suerte que plantearse
hoy la recuperación del tiempo es tanto como reivindicar el espíritu de
Israel.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a> Lo
que a su juicio determina la concepción del tiempo en los orígenes de la
religión judía en la apocalíptica y mesiánica: la primera “es el desvelamiento
de una realidad (o del sentido de la realidad) que se realiza en el tiempo y
el espacio que habita, pero que trasciende su manifestación”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a> y la segunda que “el sentido
del tiempo tiene que realizarse aquí y ahora. Esta materialidad o
predisposición antiidealista y antimítica del pueblo judío alcanza a la
justicia y a la salvación.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a> Esta idea del tiempo de
origen judío es la que recoge Pablo de Tarso para fundar el cristianismo
incluyendo un sentido escatológico:<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">El concepto de escatología se refiere al final del hombre
individual y también al del mundo, es decir, al de la historia. […] Pues bien,
lo propio de la apocalíptica judeocristiana es que tiene que vivir la vida
teniendo presente su final y eso consiste en anticiparlo. Si el final del
tiempo apocalíptico es la plenitud del tiempo, anticiparlo significa vivir
fraternalmente. […] El otro no es alguien que necesite de nosotros, sino
<<la puerta por donde pasa el Mesías>>, esto es, el acceso a una
humanidad lograda. <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> </span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Es importante recordar que la traducción de la palabra hebrea </span><i><span dir="RTL" lang="HE" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">משיח</span></i><span dir="LTR"></span><span dir="LTR"></span><span lang="HE" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"><span dir="LTR"></span><span dir="LTR"></span> </span><i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Meshiaj</span></i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> el ungido al
griego es <i>Χριστός</i> <i>Cristo</i>, de tal manera que el origen del
cristianismo está en la concepción judía del Mesías y lo que Reyes Mate expone
como “el espíritu de Israel”. En este
sentido podemos afirmar que, para el filósofo cristiano, Jesús el Cristo es el <i>Meshiaj</i>
judío en el que el espíritu divino encarna para materializar el mandato de
hacer al hombre responsable de sus actos. El advenimiento de Cristo debe
entenderse, según su propuesta, como la manifestación de lo que fue un elemento
central de la tradición judía que entendía que “el mal en el mundo no es
natural, sino histórico y que tiene que encontrar una respuesta en la historia.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a> Eso fue, a su entender, lo
que creyeron los fundadores del cristianismo originario pero el cambio no sucedió
y lo que causo la decepción y la frustración fue la creación de una nueva
concepción del tiempo que le diera respuesta a las expectativas de salvación en
un mundo donde siguió habiendo sufrimiento e injusticia: el tiempo gnóstico.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> </span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Pero el mismo Pablo estaba tan persuadido de que el Mesías estaba a
punto de llegar que acariciaba la idea de poder asistir en persona a su venida
(1 Tesalonicenses 4,17). Aquella generación expectante, sin embargo, murió y no
ocurrió nada. La historia siguió su marcha, de espaldas a sus expectativas, y la
desilusión fue grande. La consiguiente frustración dio pie a una revolucionaria
revisión del tiempo que dura hasta hoy. El tiempo apocalíptico fue demolido y
sustituido por una concepción gnóstica del tiempo que ha sido la auténtica
protagonista de la historia. Hablemos, pues, del tiempo gnóstico.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> </span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Este tiempo
gnóstico, que tiene su origen en el siglo II con Marción,<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a> no renuncia a la promesa de
salvación, ni al fin del sufrimiento o a la justicia, elementos centrales del
cristianismo originario, pero lo que hace para responder a la desilusión que
generó su incumplimiento fue la creación de un mundo imaginario ubicado fuera
de este mundo concreto. “Característico
del gnosticismo es su desinterés por el mundo convencido de que en él no se
encuentra la salvación.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a> Para Reyes Mate esta
concepción del tiempo, que sustituyó a la apocalíptica, se convirtió en la
manera en la que occidente eludió el mandamiento mesiánico que exigía del
hombre hacerse cargo del mal en el mundo y de responder por su prójimo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">El gnosticismo
transfirió la salvación al interior de cada individuo cancelando así la
posibilidad de una justicia universal y la desplazó a otro mundo imaginario lo
que lleva a considerar el sufrimiento real como un mal natural que no puede
remediarse en lo concreto, sólo en lo trascendente. Lo que propone Reyes Mate
es que debemos entender la idea moderna del “progreso” como una secularización
de la propuesta teológica del tiempo gnóstico.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a> “Para el progreso, la felicidad no está aquí
y ahora, sino que hay que buscarla en el instante siguiente, tan huidizo como
el presente”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Finalmente nos dice el autor que “el progreso no es malo porque nos lleve a la
catástrofe final, sino porque en sí es catastrófico, pues solo puede mantenerse
destruyendo especies, contaminando los mares, polucionando el aire y, sobre todo,
produciendo víctimas.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">La propuesta de
Reyes Mate para enfrentar la catástrofe es volver a lo que considera el
espíritu del judaísmo en la figura del Cristo de Pablo. “Para hablar, pues, de que otro mundo es
posible, hay que hablar de rescate del tiempo apocalíptico, es decir, hay que
volver a cargar el tiempo real con la dimensión mesiánica. Aquí sí que tiene
sentido hablar de un cambio radical.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></a> Para esta tarea, que se
podría definir como un re-encarrilamiento del cristianismo en la vía de la que
se apartó con la gnosis, el filósofo recurre a los pensadores judíos que a su
entender conservaron el espíritu del tiempo mesiánico aunque no hayan
reconocido el mensaje universalista de Pablo y se hayan obstinado en seguir
excluyendo a los demás a partir de su “sangre”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Las características de una historia basada en el tiempo
apocalíptico son las siguientes. En primer lugar, ser una <i>historia de
salvación.</i> Pablo estableció un decurso del tiempo que va del primer Adán al
segundo <<ya que si por Adán llegó la muerte, por otro vendrá la
salvación>>, dando origen a un nuevo concepto de historia cuyo objetivo
es responder desde el segundo Adán a las preguntas que plantea el primero. En
este sentido es una historia salvífica. Necesidad, en segundo lugar, de<i>
identificar el sujeto capaz de realizar ese proyecto histórico. </i>Tenía que
ser universal, esto es, tenía que llevar a su realización al hombre sin más.
No podía ser ya el pueblo judío, limitado en su capacidad de representación al
hecho de nacer judío, es decir, a la sangre, sino un nuevo pueblo sin
exclusiones, un pueblo al que pudiera pertenecer cualquiera que quisiera. No
podía ser el pueblo judío, pero tenía que ser su heredero porque de alguna
manera ya, en el origen, era manifiesto el alcance general de la salvación
prometida inicialmente al pueblo judío. En la designación del nuevo sujeto
histórico tenía que verse la continuidad en la discontinuidad. <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> </span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Es desde esta perspectiva que Reyes Mate rescata a los pensadores
judíos ya que son ellos los portadores del mensaje mesiánico y los que
comprenden lo que significa el tiempo apocalíptico. Lo que no dice el filósofo
cristiano es cómo transitar del sentido excluyente de su tradición al
universalismo planteado por Pablo o en otras palabras: cómo y cuándo podrían
dejar de ser judíos por nacimiento y participar de la fraternidad que se
anuncia con el final de los tiempos. En un pasaje del libro nos encontramos con una
afirmación que podría ayudarnos a comprender el lugar que el filósofo cristiano
les confiere a los judíos. Al referirse al mensaje paulino y a su propuesta de
que “lo fundamental del mesianismo de los nuevos tiempos era la sustitución de
la ley por la libertad del espíritu,<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a> hace la aclaración que “el
cristianismo de Pablo es algo más que interiorización, puesto que quiere
influir en la historia.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn30" name="_ftnref30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></a> Para apuntalar está defensa
de Pablo frente a la sospecha de su posible contribución al gnosticismo recurre
a uno de los pensadores judíos predilectos:<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Para Franz Rosenzweig, el pensador alemán que liberó a los intelectuales
judíos europeos del complejo asimilacionista, lo que distingue al cristianismo
del judaísmo es precisamente la voluntad cristiana de influir en la historia,
un rasgo muy poco gnóstico. Decía que el cristiano está siempre en camino,
mientras que el judío ya ha llegado. Es una forma de decir que lo propio del
cristiano es transformar las estructuras del mundo escatológicamente, es decir,
adelantando ese final reconciliado que nos empuja a vivir fraternalmente. El
judío, que ya descansa en el final, es la garantía de que la promesa se cumple.
El cristianismo, dice es camino; el judaísmo, vida.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn31" name="_ftnref31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> </span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Para comprender
está afirmación es pertinente recuperar parte de la biografía del citado
filósofo judeo-alemán. Franz Rosenzweig (1886-1929) en 1913 decidió convertirse
al cristianismo pero unos días antes de la fecha establecida decidió mantener
la fe judía y renunció al bautizo<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn32" name="_ftnref32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Unos años después, en 1921, publicó <i>La
Estrella de la Redención<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn33" name="_ftnref33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[33]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></i>donde
reconstruyó la teología judía como un sistema filosófico alternativo al que ofreció
Hegel a partir de la racionalidad cristina.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Otro término
que requiere de una breve aclaración es “asimilación”. En el contexto en el que
lo presenta Reyes Mate se entiende como la respuesta de millones de judíos que
después de haber sufrido durante siglos la exclusión por parte de la sociedad
cristiana y a partir del cambió que generó la Ilustración, buscaron integrarse
a la mayoría rebelándose contra el mandamiento religioso judío de evitar la
integración. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Cuando Reyes
Mate afirma que Rosenzweig “liberó a los intelectuales judíos europeos del
complejo asimilacionista” está
identificando el deseo de convertirse al cristianismo de forma negativa, como
una actitud sicológica que parecería responder más a un sentimiento que a una
convicción razonada. Dicho en otras palabras, para el filósofo español, un
judío que pretenda integrarse al colectivo mayoritario y se identifique con el
proyecto universalista ilustrado responde a una imposición que ha sido
interiorizada inconscientemente y de la que hay que liberarlo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Se entiende que
la postura de Reyes Mate parte de una genuina demanda de respeto por la
diversidad de creencias y que cuestiona el limitado sentido universalista de la
ilustración cristiana por lo que se opone a que los judíos tengan que renunciar
a su fe para poder ser parte de la comunidad de los hombres. Lo que sucede es
que termina, indirectamente, reproduciendo el sistema de diferenciaciones y poniéndoles
el sambenito de “asimilacionistas” a los judíos que buscan integrarse a la
mayoría. La defensa del derecho de los judíos por mantener su fe se convierte,
paradójicamente, en una condena. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">El filósofo
cristiano necesita que los judíos sigan conservando su tradición para que, con
su ejemplo, saquen al cristianismo de su interpretación gnóstica y lo conduzcan
a sus orígenes paulinos apocalípticos y mesiánicos. Lo que sucede es que esta
operación teológica- pedagógica se ve amenazada por el justo deseo
emancipatorio de las víctimas de gnosticismo cristiano que condujo a muchos a
la conversión y llevó a otros a exigir una universalidad real en este mundo
concreto a partir de la superación de las exclusiones religiosas. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Desde la
perspectiva de un creyente cristiano, Reyes Mate pierde de vista lo que a
nuestro juicio fue la mayor contribución de estos judíos asimilados: su
compromiso con un universalismo radical que trascienda los límites inherentes a
la adscripción colectiva. Lo que no alcanza a dimensionar el filósofo español
es que todos estos pensadores se apartaron del mundo tradicional judío y al ser
rechazados por el cristiano se abocaron a pensar en un mundo concreto que no le
demandará al individuo: ni el bautizo ni el regreso al Gueto. Es cierto que la
mayoría abrevaron de sus fuentes judías así como lo hicieron de las cristianas
pero al mismo tiempo rompieron con ambas, en eso radica su singularidad. Y ya
que de un tribunal se trata, que mejor abogado que Franz Kafka que fiel a su
condición de procesado le puede responder a </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Reyes Mate
con otra de sus sentencias paradójicas: “</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">El Mesías llegará sólo cuando no
haga ya falta, llegará sólo un día después de su propia llegada, no llegará en
el último día, si no en el ultimísimo.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftn34" name="_ftnref34" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="color: black; font-size: 12pt;">[34]</span></sup><!--[endif]--></sup></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> </span></p><p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: -.55pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">4.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Bibliografía
citada:<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">1.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Kafka
Franz, <i>Consideraciones acerca del pecado, el dolor, la esperanza y el camino
verdadero. </i>Buenos Aires, Editorial Alfa Argentina, 1975<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 7.1pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">2.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Mate Reyes, </span><i><span lang="ES" style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">A contraluz de las ideas
políticamente correctas</span></i><span lang="ES" style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">, Barcelona, Ánthropos, 2005</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 7.1pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">3.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">__________“</span></i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Aut lex, aut
vis valet<i>”, en </i>Revista Anthropos<i>;
huellas del conocimiento, Reyes Mate; Memoria histórica, reconciliación y
justicia</i><b><i>,</i></b><i> </i>Número 228, julio-septiembre, 2010,
Barcelona. pp. 56-66. </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 7.1pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">4.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">__________<i>El
tiempo, tribunal de la historia</i>, Madrid, Trotta, 2018.</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 7.1pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">5.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">__________“En
torno a la justicia anamnética” en José Mardones y Reyes Mate (Eds.), <i>La
ética ante las víctimas</i>, Barcelona, Anthropos, 2003</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 7.1pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">6.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">_________</span><i><span lang="ES" style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></i><i><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Medianoche en la historia. Comentarios a
las Tesis de Walter Benjamin <<Sobre el concepto de Historia>></span></i><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">,<b> </b>Madrid, Trotta, 2006.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 7.1pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">7.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">_______</span><i><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> <span lang="ES">Memoria de Auschwitz; Actualidad Moral y Política</span></span></i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">, Madrid,
Trotta, 2003</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraph" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 7.1pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">8.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i><span style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">_______Memoria de Occidente, Actualidad de
pensadores judíos olvidados</span></i><b><span style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">, </span></b><span style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Barcelona, Anthropos, 1997.</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 21.3pt; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">9.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Metz Johannes Baptist, <i>Por una cultura
de la memoria, Presentación y epílogo de
Reyes Mate, </i>Barcelona, Ánthropos, 1999.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">10.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Pilatowsky Mauricio, <i>La autoridad del exilio; Una aproximación
al pensamiento de Cohen, Kafka, Rosenzweig y Buber</i>. México, UNAM y Plaza
Valdés, 2008. </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 21.25pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">11.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Rosenzweig Franz, <i>La estrella de la redención</i>, Salamanca,
Sígueme, 1997</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 5.0cm; text-align: justify;">
</p><div><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> F. Kafka, <i>Consideraciones
acerca del pecado, el dolor, la esperanza y el camino verdadero. </i>Buenos
Aires, Editorial Alfa Argentina, 1975. p. 64.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2">
<p class="MsoNormal" style="tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><span style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">R. Mate, <i>Memoria de Occidente, Actualidad de
pensadores judíos olvidados</i><b>, </b>Barcelona,
Anthropos, 1997.</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> R. Mate, <i>El
tiempo, tribunal de la historia</i>, Madrid, Trotta, 2018.</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> Sobre este
imperativo comenta: “Adorno ha expresado al momento inaugural de Auschwitz como
la propuesta de un nuevo imperativo categórico.” En R. Mate, <i>Memoria de
Auschwitz; Actualidad Moral y Política</i>, Madrid, Trotta, 2003. p. 188</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">J. B. Metz, <i>Por una cultura de la memoria, Presentación y epílogo de Reyes Mate, </i>Barcelona,
Ánthropos, 1999.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> R. Mate, <i>Memoria
de Auschwitz, op. cit., </i>pp. 118-119</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> La condición
de víctima de la que nos habla Reyes Mate está vinculado con las acciones de
los hombres al respecto comenta: “Sin pretender una definición de algo tan
polisémico como la víctima, digamos al menos, que cuando de ello hablamos en
sentido moral estamos señalando, en primer lugar, al sufrimiento de un inocente
voluntariamente infligido. No hablamos de las víctimas de una catástrofe
natural. Sino de las que provoca el hombre, voluntariamente gratuitamente.” R.
Mate, “En torno a la justicia anamnética” en J. Mardones y R. Mate (Eds.), <i>La
ética ante las víctimas</i>, Barcelona, Anthropos, 2003, p. 100</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Reyes Mate, <i>Memoria de
Occidente, op. cit. </i>p. 13<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> p. 14<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn10">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">281<i><o:p></o:p></i></span></p>
</div>
<div id="ftn11">
<p class="MsoNormal" style="tab-stops: 7.1pt 14.2pt; text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-GB" style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Mate Reyes. </span><i><span style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Medianoche
en la historia. Comentarios a las Tesis de Walter Benjamin <<Sobre el
concepto de Historia>></span></i><span style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">,<b> </b>Madrid, Trotta, 2006. </span><span lang="ES" style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: windowtext; font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></p>
<p class="MsoFootnoteText"><span lang="ES-TRAD"> </span></p>
</div>
<div id="ftn12">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> R. Mate, “Aut lex, aut vis valet”<i>,</i> en <i>Revista Anthropos; huellas del conocimiento, R. Mate; Memoria histórica,
reconciliación y justicia</i><b>,</b> Número 228, julio-septiembre, 2010,
Barcelona. pp. 56-66. p.58<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn13">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> R. Mate, <i>A
contraluz de las ideas políticamente correctas</i>, Barcelona, Ánthropos, 2005.
P. 186</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn14">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> “En realidad
han sido dos las filosofías de la historia. La primera fracasó estrepitosamente
y fue sustituida por otra que con muchos altibajos sigue siendo la nuestra,
nuestro marco de referencia a la hora de interpretar el sentido de la vida. La
primera fue pensada desde una concepción apocalíptica del tiempo y, la segunda,
desde un tiempo gnóstico.” R. Mate, <i>El tiempo, tribunal de la historia</i>, <i>op.
cit. </i>p. 37<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn15">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Recordemos que el término hebreo para catástrofe es <i>Shoah.<o:p></o:p></i></span></p>
</div>
<div id="ftn16">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">p. 35<i><o:p></o:p></i></span></p>
</div>
<div id="ftn17">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">p. 37<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn18">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> p. 39<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn19">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">p. 40<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn20">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">p. 19<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn21">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">p. 45<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn22">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">p. 47<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn23">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">p. 58<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn24">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">p. 47<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn25">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> p. 61<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn26">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> p. 60<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn27">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">p. 114<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn28">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">pp. 41-42<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn29">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">pp.48-49<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn30">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref30" name="_ftn30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> </span><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> p. 49<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn31">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref31" name="_ftn31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> <i>Ibídem.</i></span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn32">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref32" name="_ftn32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> La vida y
obra de Rosenzweig fue analizada con mayor detenimiento en: M. Pilatowsky, <i>La
autoridad del exilio; Una aproximación al pensamiento de Cohen, Kafka,
Rosenzweig y Buber</i>, México, UNAM y Plaza Valdés, 2008. </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn33">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref33" name="_ftn33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> F.
Rosenzweig, <i>La estrella de la redención</i>, Salamanca, Sígueme, 1997</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn34">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/ARTICULOS/SORIA/El%20lugar%20de%20los%20jud%C3%ADos%20en%20el%20tribunal%20de%20Reyes%20Mate.docx#_ftnref34" name="_ftn34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10pt;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> p. 65.</span><span lang="EN-GB"><o:p></o:p></span></p>
</div>
</div><div><div id="ftn32">
</div>
</div><div><div id="ftn34">
</div>
</div>Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-17525935031416231632020-05-28T08:57:00.009-07:002020-05-28T09:10:23.971-07:00Sucasas Alberto, Shoah, El campo fuera del campo, Cine y pensamiento en Claude Lanzmann, Encuadre Shangrila, Madrid 2018. Publicado en Revista de filosofía Dianoia, Vol. 65, Núm. 84 (2020)<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -36pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span>1.<span style="font: 7pt "times new roman";">
</span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Presentación</b><b><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">El libro de Alberto Sucasas que
tiene como título: <i>Shoah, El campo fuera
del campo, Cine y pensamiento en Claude Lanzmann </i>es un texto que analiza
una película y a su productor desde la mirada de un filósofo que se ha ocupado
de los<span> </span>temas del Holocausto por un lado
y del cine por el otro. Es una obra que invita al lector a entrar por varias
puertas a un laberinto que seduce con el peligro de perderse en la travesía
pero que ya iniciado el trayecto<span> </span>se
transforma en una experiencia donde el filósofo acompaña al cineasta en su
recorrido por los avernos poniendo a su servicio una lúcida reflexión que nos
va mostrando el camino a una salida que al inicio parecía clausurada. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Cuando leemos el título no
sabemos a ciencia cierta de qué nos va hablar: de la <i>Shoah </i>como suceso histórico, de la película con ese nombre o de
Claude Lanzmann<span> </span>en cuanto cineasta o
pensador. Lo interesante es que todas estas expectativas quedan cubiertas ya
que Sucasas consigue articularlo todo de una manera magistral agregando otro plano
al “campo fuera del campo”: el de su aportación filosófica.<span> </span>En este sentido una primera conclusión a
manera de presentación: este libro debe quedar registrado como un tratado
filosófico sobre la rememoración en tiempos de la reproductibilidad técnica,
como un desafío creativo a los que consideran que el pensamiento crítico debe
cederle su lugar al efecto arrollador de la transmisión audiovisual.<b><o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -36pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span>2.<span style="font: 7pt "times new roman";">
</span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Dimensión del reto que enfrenta el libro.</b><b><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Alberto Sucasas es un filósofo
riguroso que no conoce los atajos, donde encuentra una aporía se detiene, la
expone y se aboca a resolverla. En cierto sentido se podría decir que las
paradojas del pensamiento se convierten en su objeto de estudio y el motor de
sus reflexiones. Éste es su “campo fuera del campo” que lo lleva a una
fructífera identificación con el cineasta que él mismo reconoce cuando escribe:
“Aproximarse al filme de Lanzmann obliga a adentrarse en su universo
cinematográfico presidido por la paradoja y la aporía”. <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn1" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[1]</span></sup></span></sup></a>
<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;"><span> </span>No son pocas ni sencillas las aporías a las
que se enfrenta; las enumeraremos para luego exponerlas y dar algunas pistas de
sus posibles soluciones. El primer reto tiene que ver con la <i>Shoah</i> como suceso histórico, el cómo
pensar lo impensable y, en ese sentido, plantear si es posible rescatar el proyecto
ilustrado después de Auschwitz. El segundo tiene que ver con el tema de la
memoria y la recuperación del sufrimiento ajeno desde una aproximación que no
esté instrumentalizada por la industria cultural o por el sionismo. Un tercero
se presenta cuando se plantea el recurso cinematográfico para abordar el tema
de la <i>Shoah</i> en dos distintas
direcciones: el que sea un producto del mercado cultural que debe cumplir con
las exigencias del espectáculo o dejará de ser exhibido y, por otro lado, el
tema de la imagen que pareciera ir en un sentido opuesto al de la reflexión
crítica.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -36pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span>3.<span style="font: 7pt "times new roman";">
</span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>La <i>Shoah</i> como evento
histórico:<span> </span>Pensar lo impensable</b><b><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">El tema de la <i>Shoah</i> como suceso histórico ha sido
abordado por estudiosos de la mayoría de las áreas del conocimiento y ha inspirado
obras artísticas en todas sus expresiones. La filosofía no se ha quedado atrás
y en algunas de sus corrientes a colocado este evento en el centro de sus
consideraciones. En Madrid, el filósofo Manuel Reyes Mate hace ya varias
décadas recogió lo que ya se estaba gestando en Alemania y con el nombre:<span> “La Filosofía después del Holocausto”<span> </span></span>desarrolló esta corriente en España.
El autor del libro que hoy presentados ha sido integrante de este colectivo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Uno de los aspectos
centrales que plantea esta corriente filosófica está relacionado con la
denuncia de la complicidad del pensamiento en la articulación de la barbarie.
En una recuperación hispana de la propuesta de los filósofos de la <span>Escuela de Frankfurt</span> los
participantes del grupo de Madrid reconocen la dialéctica de la misma
Ilustración que, en vez de conducir a la emancipación terminó en los
crematorios de Auschwitz, en los escombros de Hiroshima o los gulags
soviéticos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Los filósofos que nos identificamos
con este análisis crítico del pensamiento ilustrado estamos atrapados en una
paradoja difícil de resolver ya que es por medio de este instrumento, cómplice
de la barbarie, que buscamos exonerarlo del crimen y seguirlo utilizando en la
búsqueda de una emancipación real. Dicho en otras palabras: sin renunciar a
pensar pretendemos acercarnos a lo impensable, o como considera Reyes Mate,
cuando considera que “lo impensable del acontecimiento para la teoría es lo que
al mismo tiempo constituye a Auschwitz como acontecimiento que inaugura una
reflexión”.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn2" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[2]</span></sup></span></sup></a> <b><o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -36pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span>4.<span style="font: 7pt "times new roman";">
</span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>La Shoah</i> y los usos de la
memoria</b><b><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Para Reyes Mate el elemento que
debe considerarse para resolver la dialéctica de la Ilustración, <span> </span>y en particular el de la posibilidad de pensar
en lo impensable, es el de la memoria. Al respecto comenta: “La memoria surge
del hiato entre incomprensibilidad y conocimiento y es la categoría adecuada al
carácter inaugural, originario del acontecimiento. Si Auschwitz es lo que da
que pensar, lo es debido a la presencia constante en nuestro presente de un
acto pasado que está presente a la razón gracias a la memoria”.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn3" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[3]</span></sup></span></sup></a><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Sucasas comparte esta idea pero
no está dispuesto a sepultar a la razón ilustrada, ya que él considera que ésta
pudo sobrevivir al genocidio y que la memoria de Auschwitz tal y como la
plantea Reyes Mate no escapa a la dialéctica de la Ilustración y a las mismas
dinámicas de aquello que Mate define como pensamiento teórico.<span> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">En su libro aborda este tema ubicando
tres distintos periodos.<span> </span>Nos comenta que,
“en un primer momento, los tres lustros inmediatamente posteriores al fin de la
II Guerra Mundial, el exterminio judío entró en una fase de latencia; el
proceso Eichmann supuso un punto de inflexión”.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn4" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[4]</span></sup></span></sup></a>
Recordemos que este juicio se llevó a cabo<span>
</span>en 1961 y, según nos dice el autor, a partir de entonces<span> </span>“alcanza una proliferación inaudita”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn5" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[5]</span></sup></span></sup></a> que condujo a una tercera
etapa que llega hasta nuestros días y en la que <span> </span>se ha producido una crítica a la utilización
desmedida de la memoria con fines comerciales o políticos que se caracteriza
por “la banalización<br />
mediática (a cargo, sobre todo, de la industria cinematográfica) y la
instrumentalización propagandística (protagonizada por el sionismo, israelí y
extra israelí) del acontecimiento.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn6" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[6]</span></sup></span></sup></a> El autor coincide con sus
reservas a estas críticas pero sostiene que:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 6pt 28.25pt 6pt 1cm;">Esa mutación de la sensibilidad,
alegando cansancio o denunciando los efectos de un cultivo obsesivo del
recuerdo, promueve un distanciamiento crítico, más atento a desactivar los
efectos sacralizantes que a preservar la memoria del exterminio. Diríase que,
en un efecto pendular, abundan, de manera creciente, los síntomas de que se
vuelve a cierta amnesia inducida.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn7" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[7]</span></sup></span></sup></a> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 6pt 28.25pt 6pt 1cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Sucasas no está dispuesto a
renunciar al pensamiento ilustrado ni tampoco a la memoria como instrumento de
la justicia, pero es conciente que frente a las nuevas expresiones de la
barbarie que fomentan la irracionalidad y la amnesia se requiere de una
respuesta que esté a la altura del reto y ahí es donde la reflexión fílmica que
ofrece la película <i>Shoah</i> adquiere
relevancia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -36pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span>5.<span style="font: 7pt "times new roman";">
</span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>La película Shoah y el mercado cultural</b><b><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Sucasas pone sobre la mesa
otro asunto polémico con el que, a su juicio, tuvo que lidiar Lanzmann al
realizar una obra cinematográfica sobre <i>la
Shoah</i>, a saber, el de la comercialización de la tragedia. En su exposición
advierte que uno de los ingredientes centrales a los que recurre la industria
cultural para comercializar el suceso es la explotación del morbo.<span> </span>Lo describe de la siguiente manera: “Nunca
ausentes de la pantalla, los estímulos de carácter sadomasoquistas se han
adueñado, de manera creciente, del imaginario cinematográfico, convirtiendo la
visión del sufrimiento ^ ajeno en fuente de placer para el insaciable<span> </span>voyeurismo del espectador”.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn8" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[8]</span></sup></span></sup></a> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Lo que sostiene el autor es
que la obra del cineasta busca una comunicación con el espectador que no transite
por la vía de una seducción desde la satisfacción de esta patología y, “ante
tal peligro, <i>Shoah</i> reacciona de forma
drástica: renuncia incondicional a la visualización del espanto.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn9" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[9]</span></sup></span></sup></a> En toda la proyección se
habla del horror pero no hay una sola imagen del extermino, <span> </span>se hace presente <span> </span>a partir de la narrativa de los
sobrevivientes, los victimarios o los testigos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -36pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span>6.<span style="font: 7pt "times new roman";">
</span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>La película Shoah y el sionismo</b><b><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">La defensa de Sucasas en
relación a la instrumentalización de <i>Shoah</i>
en términos políticos no es tan contundente como en lo relativo a la industria
cultural. Considera que la película se inclina por la salida que ofrece el
sionismo a la cuestión judía. Para comprender lo que esta postura significa es
pertinente señalar los términos del debate. Lo primero se relaciona con la
diferencia fundamental que se plantea para la condición judía entre los que
proponen la concentración territorial en un Estado nación y aquellos que
consideran la vida diaspórica como una experiencia colectiva. Y lo segundo
tiene que ver con dos lecturas contrarias del mesianismo judío, incluso
secularizado, el del guerrero frente al juez.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Con respecto a lo primero,
Sucasas sostiene que el juicio de Eichmann en Jerusalén y la polémica que
suscitó marcaron un punto de inflexión en lo relativo al uso político del
Holocausto por el Estado de Israel.<span> </span>Para
los sionistas, lo que sucedió demuestra que la sobrevivencia del colectivo
judío solamente puede garantizarse en el esquema de una concentración
territorial a partir de un Estado que disponga de los recursos militares que lo
defiendan. En este sentido, se plantea como inviable la continuidad de la
milenaria experiencia diaspórica y la asimilación de los judíos a las culturas
donde viven como una fantasía letal. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">En contraposición a está
apropiación política de la memoria están aquellos que consideran Auschwitz<span> </span>un crimen contra la humanidad y sostienen que,
para evitar que algo así se repita se debe transitar en el sentido opuesto a la
lógica excluyente que legitima la segmentación de la humanidad en Estados
nación. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Con relación al uso de la
violencia en defensa de la supervivencia y frente al reclamo sionista de que
los judíos exterminados se dejaron llevar a la muerte como “ovejas al
matadero”, Sucasas nos dice que la postura de Lanzmann está claramente
definida: <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 14.05pt 0cm 1cm;">Aventuremos una
hipótesis: entre los supuestos antropológicos que subyacen al trabajo del
cineasta estaría ese carácter “fundacional”, por lo que la denuncia de la
violencia exterminadora no apuntaría a un más allá de la violencia, sino más
bien a la posibilidad de su inversión; de ser así, el imaginario mesiánico
implícito remitiría en menos medida a una existencia pacificada que a la figura
del rey-guerrero (su traducción contemporánea, el Israel militarizado)
convocado a subvertir, de forma violenta, una situación de violencia y
opresión. Conjetura capital para entender un lema recurrente en Lanzmann – y
que, a nuestro entender, ningún análisis de <i>Shoah</i>
debiera omitir-, el de la <i>reapropiación
judía de la violencia.</i><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn10" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[10]</span></sup></span></sup></a> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">En la interpretación que
hace el autor sobre la postura de cineasta con respecto al sionismo encontramos
cierta incomodidad ya que, por un lado, se identifica con cierto uso político a
favor del sionismo y por el otro existe una clara identificación con el mensaje
universalista y pacifista que se produce a partir de la experiencia diaspórica.
La manera de resolver esta dificultad es resaltando en la película la
transmisión de está ambivalencia citando al mismo Lanzmann cuando afirma: “No,
Israel no es la redención del Holocausto. Esos seis millones no murieron para
que Israel exista. La última imagen de <i>Shoah</i>
no es eso. En un tren que rueda, interminablemente. Para decir que el
Holocausto no tiene fin.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn11" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[11]</span></sup></span></sup></a> En este sentido, lo que le
parece importante a Sucasas del mensaje de la película es que la condición
judía contemporánea está signada por estás ambivalencias no resueltas y que,
por ello, toda postura aporta sin buscar ser definitiva.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><span>7.<span style="font: 7pt "times new roman";"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Imagen y reflexión</b> </p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Por último, <span> </span>abordaremos la problemática que se podría
caracterizar como el debate en torno a la transmisión de imágenes frente a la
argumentación racional, <span> </span>lo que Sucasas
identifica con la crítica que hace Reyes a la razón teórica y recoge el guante
sobre la posibilidad que abre el recurso de la memoria. Lo que entiende el
autor de este libro es que el pasado se presenta a la conciencia por el
mecanismo de la rememoración como imagen y no como pensamiento, <span> </span>y que sólo después de su elaboración es
factible verbalizarla. En este sentido, <span> </span>afirma que “en la experiencia imaginaria
correspondería al pasado cierto privilegio sobre el futuro: imaginar es, ante
todo, recordar”. <a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn12" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[12]</span></sup></span></sup></a> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Pero está operación no es la
que suele hacerse. Por lo general, lo que queda inscrito es la representación
que más bien sirve como un dique que no permite que la razón crítica desmantele
sus cargas emocionales y permite su comprensión. Sucasas sostiene que en el
cine existe una “ proliferación de una imagen sumisa a la lógica de la
espectacularización [que] conlleva una <i>pérdida
de lo real</i>; a mayor reproducción del mundo en imágenes, hipérbole de la
visualización, mayor invisibilidad de lo real mismo. Metamorfosis de la ventana
transparente en pantalla opaca, que una ética de la mirada documental está
llamada a impugnar.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn13" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[13]</span></sup></span></sup></a> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">Aquí radica, según el autor,
la gran aportación de Lanzmann en su propuesta cinematográfica: utilizar la
imagen como una herramienta para desmantelar la carga ilusoria que ésta
transmite al mostrar lo sucedido sin mostrarlo explícitamente. En la película
no hay una sola imagen del pasado, todo se evoca por la proyección del presente
que testimonia cómo lo sucedido se ha borrado, cómo está ausente y cómo esta
ausencia lo hace presente a partir de la narración de los testigos que dan cuenta
de él discursivamente a pesar de no existir ya para la representación. En esta
operación el espectador no puede reproducir imágenes pero si elaborar
racionalmente lo que se le transmite por las narrativas en las que, según
afirma Sucasas, la ausencia se presenta incluso en el plano verbal. En este
sentido comenta:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 21.15pt 0cm 1cm;">La ausencia de
imagen deviene imagen de la ausencia. Cabría incluso ir más allá y sostener que
la ausencia del objeto (cámara de gas) no sólo es visual, sino también verbal:
abundan en el file, es cierto, testimonios sobre el proceso del gaseamiento,
referidos a los preparativos previos o al resultado (cadáveres y operaciones
destructivas a las que eran sometidos), pero no sobre el gaseamiento
propiamente dicho, excepto lo que auditivamente pudieron haber percibido los
testigos.<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn14" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[14]</span></sup></span></sup></a> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 21.15pt 0cm 1cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 6pt 0cm;">El autor de este libro
encuentra en la película de Lanzmann una expresión contemporánea de la
ancestral prohibición judía de la representación pero dándole una vuelta muy
creativa al neutralizar su efecto amenazador por medio del uso de la oralidad
de los testigos. En su interpretación llega a afirmar que en la “alquimia
lanzmanniana” existe “un ingrediente nuclear del espíritu judío: sólo la
interpretación -en la tradición religiosa, el infinito trabajo de lectura de la
Escritura- redime lo icónico de la amenaza idolátrica que le es inherente.” De
acuerdo a esto Sucasas sostiene que “en <i>Shoah,</i>
la inmediatez del lugar visible sufre la mediación de la voz testimonial y, con
ello, la palabra libera la imagen de su estatus meramente óptico.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn15" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[15]</span></sup></span></sup></a> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -36pt;"><!--[if !supportLists]--><b><span>8.<span style="font: 7pt "times new roman";">
</span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Conclusiones:</b><b><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><a name="_gjdgxs"></a>Para concluir
esta presentación no queda más que hacer una doble recomendación: ver la
película <i>Shoah</i> y leer este
extraordinario texto. Con respecto a la primer experiencia reproducimos la
valoración del filósofo cuando escribe que: “El filme de Lanzmann sería, ante
todo, una escuela de la visión, formadora de un sujeto capaz no sólo de ver y
oír (algo que ya no va de suyo) sino <i>de
ver y de oír los límites del ver y del oír.</i> Un espectador crítico.”<a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftn16" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[16]</span></sup></span></sup></a> Y con respecto al libro de
Alberto Sucasas podemos afirmar que es un lúcido planteamiento sobre la
posibilidad de rescatar la razón crítica a partir de una reflexión sobre los
peligros de una rememoración que se queda anclada en las ilusiones que
enriquecen el mercado cultural y la industria del espectáculo.</p>
<div><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref1" title=""><sup><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;"><font>[1]</font></span></sup></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> Sucasas Alberto, <i>Shoah, El
campo fuera del campo, Cine y pensamiento en Claude Lanzmann, </i>Encuadre
Shangrila, Madrid 2018. p. 217<o:p></o:p></span></font></p>
</div>
<div id="ftn2">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref2" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[2]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> Mate Reyes, <i>Memoria de
Auschwitz; Actualidad Moral y Política</i><b>,
</b>Trotta, Madrid, 2003 p.119<o:p></o:p></span></font></p>
</div>
<div id="ftn3">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref3" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[3]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i>Ibidem<o:p></o:p></i></span></font></p>
</div>
<div id="ftn4">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref4" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[4]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> Sucasas Alberto, <i>Shoah, El
campo fuera del campo, Cine y pensamiento en Claude Lanzmann, </i>Encuadre
Shangrila, Madrid 2018. p.430<o:p></o:p></span></font></p>
</div>
<div id="ftn5">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref5" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[5]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i><span lang="PT">Ibidem<o:p></o:p></span></i></span></font></p>
</div>
<div id="ftn6">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref6" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[6]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i><span lang="PT">Ibidem<o:p></o:p></span></i></span></font></p>
</div>
<div id="ftn7">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref7" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[7]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i><span lang="PT">Ibidem<o:p></o:p></span></i></span></font></p>
</div>
<div id="ftn8">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref8" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[8]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i><span lang="PT">Ibid. </span></i><span lang="PT">89<o:p></o:p></span></span></font></p>
</div>
<div id="ftn9">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref9" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[9]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i><span lang="PT">Ibidem<o:p></o:p></span></i></span></font></p>
</div>
<div id="ftn10">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref10" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[10]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i><span lang="PT">Ibid</span></i><span lang="PT">. 53-54<o:p></o:p></span></span></font></p>
</div>
<div id="ftn11">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref11" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[11]</span></sup></span></sup></a><span lang="FR" style="color: black; font-size: 10pt;"> LANZMANN, Claude, <i>La tombe du divin plonger, op., cit., </i>p.402
en Sucasas, <i>op. cit. </i>p. 272<o:p></o:p></span></font></p>
</div>
<div id="ftn12">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref12" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[12]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB"> p.72<o:p></o:p></span></span></font></p>
</div>
<div id="ftn13">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref13" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[13]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid</span></i><span lang="EN-GB">. 186<i><o:p></o:p></i></span></span></font></p>
</div>
<div id="ftn14">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref14" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[14]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB"> 214<o:p></o:p></span></span></font></p>
</div>
<div id="ftn15">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><font color="#ffffff"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref15" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">[15]</span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"> <i><span lang="EN-GB">Ibid.</span></i><span lang="EN-GB"> 418<o:p></o:p></span></span></font></p>
</div>
<div id="ftn16">
<p class="MsoNormal" style="border: none;"><a href="file:///C:/Users/mauri/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/PRESENTACION%20LIBROS/PRESENTACION%20SUCASAS%20SHOAH%20ELCAMPO.docx#_ftnref16" title=""><sup><span><sup><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;"><font color="#ffffff">[16]</font></span></sup></span></sup></a><span style="color: black; font-size: 10pt;"><font color="#ffffff"> <i>Ibid.</i> 443</font><o:p></o:p></span></p>
</div>
</div><br />Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-45226420094734713782019-12-24T09:10:00.000-08:002019-12-24T09:10:07.759-08:00Del destierro de Dios a una Ilustración universal: La contribución de los pensadores judíos ateos.<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;">
<b>Publicado en: </b>Lizaola Julieta coordinadora, <i>Religiosidad y cultura. El fenómeno religioso y la concepción del mundo, </i><b>FFYL UNAM</b><i>, </i><b>México</b><i>, </i>2019<i>. </i>pp. 293-312</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; mso-list: l3 level1 lfo1; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Presentación </b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Siempre es difícil determinar el
peso que tienen las ideas de los pensadores en la vida concreta de los
colectivos, estará abierto siempre el debate sobre el vínculo de las
expresiones culturales y las relaciones concretas de producción, lo que se
acepta mayoritariamente es que los desarrollos conceptuales articulan la manera
en la que los hombres nos organizamos como sociedad. Es en este ámbito donde
podemos encontrar una pléyade de figuras destacadas que con sus aportaciones
revolucionaron por completo la manera en la que el hombre se entiende a sí
mismo y al mundo que lo rodea. Es difícil catalogarlos o adscribirlos a una agrupación
claramente demarcada, vivieron en naciones distintas y no siempre coincidieron
en el tiempo, tampoco hablaron el mismo idioma y algunos ni siquiera se
llegaron a conocer a pesar de esto podemos encontrar un hilo conductor que
ayuda también a comprender su manera de pensar; nos referimos a su condición de
judíos “sin Dios”. Por desconcertante que parezca encontramos que en los dos
últimos siglos se crearon las condiciones para que una minoría se definiera a
sí misma a partir de esta aparente contradicción; identificados con una condición
anclada en la fe pero al mismo tiempo a partir de la negación claramente
articulada de cualquier creencia o religión.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>A estos hombres los denominaremos <<pensadores agn="" ateos="" jud="" os="" sticos="" y="">> para diferenciarlos de los creyentes.<o:p></o:p></pensadores></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
La lista de nombres es extensa y
abarca personalidades importantes de las distintas áreas de la ciencia, la
filosofía y el arte por lo que sería difícil ofrecer un análisis que los
abarque a todos por esta razón optaremos más bien por describir las
características de este particular grupo recogiendo los planteamientos de
algunos de ellos para ejemplificar. Para poder comprender cómo se llegó a
conformar este grupo haremos una breve recuperación de las condiciones
históricas en las que surge; veremos cómo la Ilustración cristiana en su
dinámica de inclusión-exclusión generó este espacio paradójico donde una tradición
religiosa se resignificó a partir del exilio de Dios que condujo a la exigencia
de una visión universal de lo humano. <b><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-list: l3 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span lang="ES">El
desarrollo histórico<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%; margin-left: 21.3pt; mso-list: l3 level2 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">2.1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">La Ilustración</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
La “Ilustración” es el nombre con el que la historia
de occidente “bautizó” su voluntad de entenderse sin la necesidad de recurrir a
lo divino. Es también el término con el que se define un proceso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>emancipatorio,<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
remite a un episodio de la vida política europea en el que se escenificó una
revolución, tanto en el sentido político como en el conceptual, y que tuvo
lugar a finales del siglo XVIII. La propuesta que surgió en la oposición al
Absolutismo buscó responder a la “igualdad” desde la “vigilancia” crítica de la
razón. El reto consistió en ofrecer una nueva concepción del poder donde estos
principios pudieran conservarse e incluso procurarse.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 21.3pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l3 level2 lfo1; mso-pagination: none; text-autospace: none; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>Los judíos y la Ilustración<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES">Antes de la Ilustración los judíos vivían
segregados. Esta política generalizada debe entenderse dentro de un abanico de
situaciones. Desde un extremo donde se presentaban expulsiones, conversiones
forzadas y matanzas. A una convivencia pacífica de intercambio y aceptación.
Entre estos dos extremos existía una realidad donde<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se toleraba su presencia y se les permitía
vivir dentro de restricciones particulares. A lo largo de los siglos los judíos
sobrevivieron en este universo cristiano, dentro de los límites, que en cada
caso, se iban estableciendo. La propuesta emancipatoria surgió en el seno de la
sociedad cristiana, la libertad fue una concesión del opresor, ante las
demandas del oprimido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<b><i><span lang="ES">2.3. Los contextos teológicos<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES">Para comprender esta situación es necesario
recordar que las dos tradiciones refieren a un mismo origen y aluden a un mismo
texto sagrado: <i>La Biblia</i>.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Los cristianos se entendían como continuadores del judaísmo, fundamentaban su
religión en la interpretación de sus textos considerando que Jesús es el Mesías<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
anunciado en ellos. Los judíos, en cambio, se oponían a esta lectura y no
reconocían<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al redentor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<b><span lang="ES">2.3.1<i>. La lectura Cristiana<o:p></o:p></i></span></b></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES">Cuando el cristianismo pasó a ser de una fe perseguida en el Imperio
Romano a una religión del poder<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la
Europa Medieval<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, los
judíos fueron segregados por negar a Cristo.<span class="MsoFootnoteReference"> </span>Desde
el discurso teológico no eran acreedores del perdón universal<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que otorgaba la fe en Cristo como el Dios encarnado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La aplicación social y política fue la de una
segregación de las estructuras sociales que se regían por los principios
cristianos,<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> la
tolerancia a los judíos se fundaba en la esperanza de que admitieran su error o
en la profecía de que vivirían para atestiguar que siempre estuvieron
equivocados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;">
<b>2.3.2<i>. La lectura judía<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 3pt 0cm; text-align: justify;">
La explicación judía para su desventurada
condición, a partir del primer siglo de la era cristiana, nada tiene que ver
con Jesús o con la nueva doctrina. La <i>Galut </i>o diáspora se produjo
después que los romanos sometieron la rebelión judía en Palestina, junto con la
destrucción del Segundo Templo en el año 70 D. C. se exilió a los líderes
políticos y religiosos, con lo cual se destruyó la entidad nacional judía.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 3pt 0cm; text-align: justify;">
La dispersión de las sectas de cristianos por
todo el Imperio Romano, responde al mismo patrón de las<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>judías, ya que en un principio no existía una
ruptura. Con la destrucción del centro político y religioso, y sin la
conducción de sus líderes, los grupos de judíos fueron construyendo una nueva
forma de explicar y dirigir su vida; <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mientras que los judíos-cristianos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>crearon una nueva religión con un nuevo
centro político y religioso los judíos se organizaron en torno a una cultura
diaspórica y a una vida en el exilio.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En
la interpretación judía, la <i>Galut</i>, representa un castigo y una
posibilidad de expiación. De acuerdo con esta explicación los judíos que
vivieron en la tierra de Israel no cumplieron con las obligaciones que su ley
les exigía, se dejaron corromper por el poder, la ambición, y la entrega a los
placeres materiales.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Los judíos le dieron
una explicación expiatoria a su segregación y sufrimiento, relacionando esto
con su carácter singular como pueblo elegido. Como resultado de esta nueva
lectura desplazaron los centros de autoridad, de las estructuras político
religiosas, de su vida como nación en su Estado antes del exilio al estudio de
las escrituras y a la adaptación de las leyes escritas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;">
<b>2.4. <i>La salida del gueto</i><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Un espacio
emblemático donde se materializó la lectura teológica cristiana en el
“tratamiento” de los judíos y que coincidió con la explicación metafísica que
hicieron estos últimos de su condición fue el Gueto<i>. </i>Este espacio se comprende
como sinónimo de reclusión, aislamiento o negativa a la integración; por lo
mismo se utiliza para señalar una inclinación contraria a lo universal, a la
apertura y a la convivencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">El origen de la
palabra, al parecer es italiano, y viene de <i>getto</i> (fundiciones) que
describe la ubicación del Gueto de Venecia<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que se hizo tristemente célebre por la comedia de Shakespeare (1564-1616)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El Mercader de Venecia.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
El término describía un espacio físico dentro de las ciudades medievales donde
vivían los judíos. En cada una de las poblaciones se destinaban algunas calles
dentro de una misma zona para que ahí vivieran solamente ellos. Al comienzo de
la Edad Media se agrupaban por sus propias necesidades religiosas y sociales,
“posteriormente, en el período del gueto, la convivencia enclaustrada les fue
impuesta por una legislación”<span class="MsoFootnoteReference"> </span></span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-GB" style="font-weight: normal; mso-ansi-language: EN-GB;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 35.45pt; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; mso-list: l0 level3 lfo2; text-align: justify; text-indent: -35.45pt;">
<!--[if !supportLists]--><i><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">2.4.1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></i><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i><span lang="ES">La
emancipación napoleónica<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">A finales del siglo
XVIII y principios del XIX se produjo un cambio en esta relación y fue en la
figura de Napoleón que se personifico el proceso, para él, el sistema
autonómico judío representaba un riesgo estructural dentro de su Imperio
Ilustrado.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Por
imposición se convocó a una simulación de parlamento judío el “Gran Sanedrín”
en París en febrero de 1807; a este evento acudieron rabinos de muchas partes
de Europa. La emancipación forzada se extendió a grandes sectores de la Europa
Occidental.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Ante
la presión, los líderes judíos tuvieron que renunciar a la autonomía en lo
referente a leyes civiles, comerciales y políticas, se comprometieron a servir
en el ejército, renunciando al cumplimiento de las leyes religiosas que
dificultaran su servicio.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Con una nueva
estrategia política e ideológica, la judería europea fue “emancipada”,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>recibió la libertad condicional con más
promesas que soluciones, fue obligada a renunciar a su protección<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en contra de su voluntad autónoma. Las
“puertas” del gueto se “tiraron” desde afuera y sus habitantes fueron
“arrojados” a un mundo que distaba mucho de ser ilustrado. “La imagen de la
“fractura de la estructura” representa lo que sucedió a la sociedad tradicional
a mediados del siglo XVIII en Francia (Alsacia), en Alemania, en Bohemia, en
Moravia, y después de una o dos generaciones, también en Hungría. En los
lugares donde actuó y se extendió el movimiento ilustrado y de ciudanización.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn15" name="_ftnref15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; tab-stops: 49.65pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES">2.4.2. <i>El desmoronamiento
de las estructuras comunitarias judías; el doble sentido del término
“emancipación”</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">En su propuesta
positiva la Emancipación se entendió como la universalización de los derechos
civiles, políticos y comerciales; dicho de otra forma, como la cancelación de
todas las medidas restrictivas y discriminatorias. De acuerdo con los
principios ilustrados, era inadmisible que en una sociedad existieran
ciudadanos de segunda clase; “todos los hombres tienen los mismos derechos” así
reza el “coro igualitario” de los emancipadores ilustrados. Para fines
prácticos este lema significaba el cambio estructural de la relación del poder
hacia la minoría judía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">En el ámbito de los
derechos civiles significaba quitar las restricciones medievales.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn16" name="_ftnref16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Con respecto al libre tránsito y asentamiento el judío podía abandonar el Gueto
y vivir en dónde le pareciera, también podía viajar libremente como cualquier
otro ciudadano: podía comprar en cualquier tienda, vestirse como todos, casarse
con quien fuese su elección, acudir a los tribunales para solucionar sus
conflictos, tenía derecho a gozar de la protección de la ley y era libre de
profesar su religión. En cuanto a sus derechos políticos se supone que los
judíos podían aspirar a ocupar cualquier puesto dentro de la burocracia o a
participar de los procesos democráticos, ya sea como elector o como candidato. “En
todo caso, la “Emancipación” se convirtió en la consigna de los combatientes
liberales por la causa judía, que arguyeron que la Emancipación judía
significaba dejar sin efecto las limitaciones políticas impuestas a una minoría
religiosa a la que se había hecho sufrir debido a su rebeldía.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn17" name="_ftnref17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">En el aspecto
comercial o profesional, la Emancipación parecía ofrecer el fin a las prohibiciones,
el mercado laboral debería abrirse para el judío; las universidades recibirían
estudiantes judíos y los profesionistas egresados podrían ejercer sin
restricciones. En el comercio, la propuesta no podía ser menos abierta, todos
los ramos de la industria, los servicios y el comercio podían ser atendidos por
judíos. “Pero cuando comenzó a ser vista la sociedad como una composición de
individuos que gozaban de movilidad social; la participación de los judíos en
un número limitado de ocupaciones fue considerada anormal.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn18" name="_ftnref18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">En el universo de
los derechos, las bondades de la Emancipación significaban una bendición para
la minoría judía, la posibilidad de vivir en libertad, con garantías y
protección legal, significaba el fin del sufrimiento milenario, la promesa de
una convivencia pacífica y respetuosa. Si bien en otras épocas y lugares se
alcanzó esta situación, nunca se reguló jurídicamente de tal manera que no
dependiera de condiciones contingentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Sin embargo, desde
la perspectiva de grandes sectores de la sociedad cristiana, el término
“emancipación” seguía remitiendo al contexto teológico de la evangelización, en
otras palabras, se entendía el “contrato de libertad” con cláusulas implícitas,
y supuestamente aceptadas por ambas partes. “Para muchos cristiano, (...) la
emancipación de los judíos no era considerada por ellos como la fase final de
un proceso, sino como el primer paso hacia el bautismo de los obstinados, que
debía ser la única rúbrica definitiva de su total asimilación a la sociedad circundante.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn19" name="_ftnref19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Antes de ser considerados ciudadanos de primera y recibir todos los derechos
prometidos, los judíos debían renunciar a sus antiguos “privilegios autonómicos
comunitarios”: rechazar sus sistemas judiciales comunitarios, sus
procedimientos civiles, desconocer a sus autoridades tradicionales y repudiar
los elementos de su fe que no compaginaran con la sociedad cristiana en esta
lectura de la Ilustración.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Es importante
remarcar que el desarrollo histórico del proceso emancipatorio se presentó de acuerdo
a este mecanismo, los derechos prometidos se fueron otorgando en forma gradual
e incompleta mientras que las exigencias de renunciar a las particularidades
culturales y religiosas se fueron volviendo cada vez más intensas. Mientras más
se integraban los judíos a la sociedad cristiana más evidentes aparecían las
particularidades y más fuertes eran las presiones para que renunciasen a ellas.
Estas presiones venían de sectores intolerantes que conservaban la formula
contextual teológica donde universalidad significaba evangelización. Desde la
perspectiva de la mayoría cristiana, las reivindicaciones de particularidad de
los judíos “violaban” las bases del acuerdo que permitía el ingreso a la
sociedad. “Todos los que propugnaban la emancipación exigían la asimilación, es
decir, el acoplamiento y la recepción por parte de una sociedad, considerados o
bien condición preliminar de la emancipación judía o como su consecuencia
automática.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn20" name="_ftnref20" style="mso-footnote-id: ftn20;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> En
los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>países de la Europa Occidental se
presionó a los judíos para que renunciaran a sus tribunales comunitarios, para
que abandonaran sus costumbres en cuanto a la alimentación, se les pedía que
trabajaran en sábado, lo cual iba en contra de su religión, se les condicionaba
su participación dentro de empresas, universidades o puestos de gobierno, a su
cristianización.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES">2.4.3. <i>El compromiso con el proyecto
ilustrado como garantía exclusiva de supervivencia.</i></span><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; font-weight: normal; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Desde la óptica de
la minoría judía, el proceso emancipatorio planteado por la Ilustración debía
examinarse con una actitud precavida y diferenciadora, todo lo referente a los
derechos y libertades era bienvenido y se entendía como extensión de las
manifestaciones de tolerancia con las que los judíos se encontraron a lo largo
de su historia dentro de la sociedad cristiana. En cuanto a las condiciones que
había que ir cumpliendo para recibir los derechos, la postura fue de precaución
y recelo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esta actitud debe entenderse
también a la luz de la experiencia histórica del desencuentro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Los judíos ya no
contaban con una comunidad orgánica que los orientara para poder adaptarse a
esta nueva situación, sin el marco tradicional dejaron de tener una forma de
vida donde la particularidad se manifestara<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>prácticamente. Como resultado se creó una población que buscaba
parecerse a la mayoría, integrarse, social y políticamente, pero conservando
una particularidad que pasó a ser más de corte psicológica que cultural. En su
negativa de cristianizarse, los judíos asimilados mostraron una oposición vital
a las estrategias homogenizadoras, al defender su derecho a la diferencia se
convirtieron en una amenaza para todo sistema totalizador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Por un lado, la
Emancipación los empujaba a sumarse al proyecto de una humanidad universal <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en el sentido laico de la salvación
evangelizadora, por el otro, los rechazaba por no querer renunciar a sus
particularidades y aceptar la conversión laica. Para ser aceptado como hombre,
el judío debía dejar de ser judío, pero si lo intentaba hacer sin asimilarse se
le colocaba en un “subgrupo” humano junto con otros “subgrupos” igualmente
discriminados y perseguidos. Esta dinámica negativa fue radicalizando la
intolerancia antisemita,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo “judío” dejó
de ser una religión, una nación o un pueblo, y pasó a definir un defecto, una
anomalía o un vicio. “Los judíos habían podido escapar del judaísmo mediante la
conversión; de la judeidad no había escape. Además, un delito tropieza con el
castigo; un vicio sólo puede ser exterminado.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn21" name="_ftnref21" style="mso-footnote-id: ftn21;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Los judíos, por su
parte, reaccionaron de diferentes formas: una parte decidió cristianizarse para
poder obtener su emancipación completa, otra buscó construir un gueto
“conceptual” donde las “paredes” consistían en prohibiciones y radicalización
de los rituales religiosos, este se definió como “Ortodoxo”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn22" name="_ftnref22" style="mso-footnote-id: ftn22;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
otra se pronunció por una definición nacionalista de la cuestión judía, de aquí
nació el movimiento Sionista. Un grupo reducido conformado por pensadores y
estudiosos, se caracterizó por su identificaron con los principios de la
Ilustración, su propuesta fue buscar una solución para la situación a partir de
los principios de la razón, he aquí la génesis de lo que llamamos “pensamiento
judío”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level2 lfo2; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -36.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;"><span style="mso-list: Ignore;">2.5.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i><span lang="ES">El judaísmo sin Dios</span></i><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">La Ilustración
condujo a un sector importante de los judíos a vivir una cierta paradoja: por
un lado buscaron asimilarse a la cultura cristiana reproduciendo la mayoría de
sus hábitos, costumbre y formas de vida pero por el otro se resistieron a
llegar a una conversión al cristianismo. Al adoptar la cotidianidad de los
cristianos asimilados rompieron con muchas de las reglas rituales judías:
dejaron de comer comida <i>Kosher</i>, trabajaron los sábados, se vistieron con
las indumentarias gentiles, se casaron con parejas cristianas, a sus hijos ya
no los educaron en la tradición judía, aprendieron los idiomas locales, etc. Ya
que la religión judía se práctica a partir de todos estos rituales y de forma
colectiva al dejar de cumplir con los mandamientos se produjo una ruptura con
esta tradición. La conversión al cristianismo fue un fenómeno muy común en esta
población pero para algunos existía un rechazo a la cristianización que les
impedía hacerlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Por otra lado la
violencia del antisemitismo creciente ya no refería las creencias y por lo
mismo no se podía frenar mediante la conversión, apuntaba más bien a lo que se
definió como <<raza>> donde lo judío se definía y trasmitía de
forma genética por lo que los asimilados que querían integrarse a la sociedad
no eran aceptados y quedaban en un no-lugar que de alguna manera se constituía
la <<condici a="" jud="" n="">. Sartre lo define de la siguiente manera: “Como
acabamos de comprobar, y contrariamente, en efecto, a una idea muy extendida,
no es el carácter judío el que provoca el antisemitismo, sino que, y por el
contrario, es el antisemita el que crea al judío.” <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn23" name="_ftnref23" style="mso-footnote-id: ftn23;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Y lo crea cuando primero lo cuestiona por su particularidad y le exige su
integración al colectivo universal y después, cuando éste lo trata de hacer es
rechazado aduciendo una incapacidad fisiológica de integración creando una
identidad vacía de contenido.<o:p></o:p></condici></raza></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">“Así pues, los
datos sobre la cuestión nos indican que: una comunidad histórica concreta es en
primer lugar una comunidad <i style="mso-bidi-font-style: normal;">nacional y
religiosa</i>; más, la comunidad judía, que fue ambas, se ha vaciado poco a
poco de estas características concretas. De buen grado la denominaríamos una
comunidad histórica abstracta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">(…) Lo que une a
los hijos de Israel no es ni su pasado, ni su religión ni su tierra. Pero si
todos ellos tienen un nexo común, si todos merecen su nombre de judío, es
porque comparten su situación común de judíos, es decir, porque viven en el
seno de una comunidad que los tiene por tales.” <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn24" name="_ftnref24" style="mso-footnote-id: ftn24;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">Sin un vínculo con
el Dios de sus padres y el rechazo al de sus vecinos estos pensadores adoptaron
un agnosticismo e incluso un ateísmo; sin poder vivir cómo judíos tampoco
pudieron hacerlo como cristianos, es aquí donde se gesta está expresión
cultural tan enriquecedora. A continuación presentaremos los elementos con los
que rompen estos pensadores: <<dios>>, <<tradici n="">> y
<<naci n="">>.<o:p></o:p></naci></tradici></dios></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES">La Ruptura</span><span lang="ES" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-weight: normal;">En
el prólogo que escribió Sigmund Freud a la traducción hebrea de su libro <i>Tótem
y Tabú</i> en el año de 1930 expresa, al hablar de sí mismo, lo que de alguna
manera caracteriza a este grupo de científicos, intelectuales y artistas que
hemos definido como <i>Pensadores Judíos.</i> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Ninguno de los lectores de
este libro podrá ponerse con facilidad en la situación afectiva del autor,
quien no comprende la lengua sagrada, se ha enajenado por completo de la
religión paterna –como de toda otra-, no puede simpatizar con ideales
nacionalistas y, sin embargo, nunca ha desmentido la pertenencia a su pueblo,
siente su especificidad de judío y no abriga deseos de cambiarla.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn25" name="_ftnref25" style="mso-footnote-id: ftn25;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; tab-stops: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-MX;">En estas líneas, el fundador del Psicoanálisis reconoce su
ruptura con la religión, la tradición y los elementos nacionales y sin embargo
afirma seguir conservando un elemento de identificación. Esta situación se
repite con algunos matices como veremos a continuación.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 57.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level2 lfo3; tab-stops: 21.3pt; text-align: left; text-indent: -57.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">3.1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span lang="ES">Dios<o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Con respecto a
la creencia en Dios nos encontramos en todos ellos un claro rompimiento, no
solamente con la fe en Jehová, sino más bien con la idea misma de un ser
trascendente. La definición que hace Freud de los aspectos psicológicos que
llevan a los hombres a creer en seres metafísicos lo deja muy claro, en <i>Tótem
y Tabú</i> escribe: “</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Ni la
angustia ni los demonios pueden considerarse en la psicología como unos
elementos últimos que desafiarían toda reconducción ulterior. Distinto sería si
los demonios existieran realmente; pero ellos, como los dioses, son creaciones
de las fuerzas anímicas del hombre; han sido creados por algo y desde algo”.</span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn26" name="_ftnref26" style="mso-footnote-id: ftn26;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Albert Einstein<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nos expone una
postura muy parecida a la de Freud en un texto titulado <i>Mis Creencias </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>escribe: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 6pt 30.8pt 6pt 1cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Durante la etapa primitiva de la evolución espiritual del género humano, la
fantasía de los hombres creó dioses a su propia imagen que con su voluntad
parecían determinar el mundo de los fenómenos, o que hasta cierto punto
influían en él. El hombre intentaba atraerse la voluntad de estos dioses en su
favor a través de la magia y la oración. La idea de Dios dé las religiones que
se enseña hoy es una sublimación de ese antiguo concepto de los dioses. Su
carácter antropomórfico lo muestra, por ejemplo, la circunstancia de que los
hombres apelen al ser divino con oraciones y súplicas para obtener sus deseos.</span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn27" name="_ftnref27" style="mso-footnote-id: ftn27;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En esta declaración el científico nos deja claro que no se identifica con
ninguna de las versiones de la divinidad que se enseñaba en las distintas
religiones. En Franz Kafka encontramos una declaración que de alguna manera va
en el mismo sentido que las del médico y del físico, en un texto que escribió
como una confesión leemos: “</span><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">No me condujo
por la vida la mano del Cristianismo, por otra parte en pesada mengua como
Kierkegaard, ni pude tampoco aferrar el último borde del abrigo de la plegaria
hebrea, que ya se iba, como los sionistas. Yo soy principio y fin.</span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn28" name="_ftnref28" style="mso-footnote-id: ftn28;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> Podemos ver como en el escritor reconoce que no
cree ni en el Dios judío ni en el cristiano.</span><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: left; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">3.2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i><span lang="ES">Tradición</span></i></span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Otro aspecto que caracteriza a estos
hombres además de su ruptura con la creencia en Dios fue el de su
distanciamiento con la tradición que rigió la vida de los judíos durante
siglos. Muy a su manera Kafka lo expreso en una carta que le escribió a su padre
y que éste nunca leyó, en ella escribe: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 30.8pt 0.0001pt 1cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">“Tampoco encontré salvación de ti en el judaísmo.
(...) hubiera sido imaginable que ambos nos encontrásemos en el judaísmo, o
que, más aún, de él saliésemos de acuerdo. ¡Pero qué judaísmo era ese que
recibía de ti! […] <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 30.8pt 0.0001pt 1cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Más tarde, como
adolescente, no comprendía cómo, con esa nada de judaísmo de que tú disponías,
podías hacerme reproches de que yo (aunque fuese por '‘piedad”, según te
expresabas) no me esforzara por ejecutar una nada similar. Era realmente, por
cuanto yo alcanzaba a ver, una nada, una broma, ni siquiera una broma. Cuatro
días por año ibas al templo, allí te hallabas cuando menos más cerca de los
indiferentes que de aquellos que tomaban la cosa en serio, despachabas
pacientemente las oraciones como una formalidad, a veces me asombrabas
pudiéndome señalar en el devocionario el lugar que precisamente se estaba
recitando, y, por otra parte, con tal de que estuviese en el templo (esto era
lo principal), podía yo escurrirme donde quisiera.”</span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn29" name="_ftnref29" style="mso-footnote-id: ftn29;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Lo interesante en las palabras que
Kafka le escribe a su padre es que en ellas podemos encontrar una descripción
de la manera en la que su progenitor se relacionaba con la fe, al igual que
muchos de los judíos de esa época ya no era un creyente devoto que cuidaba
todos los aspectos de la tradición judía. Este es un buen ejemplo de como en el
proceso emancipatoria de la Ilustración el rompimiento con las antiguas
tradiciones y costumbre se trasmitió de una generación a otra. El filósofo
Walter Benjamin en unos escritos de juventud trasmite este distanciamiento con
los elementos tradicionales que definían a los judíos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 6pt 30.8pt 6pt 1cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Tal vez sería bueno que le repita, para
comenzar, cómo se originó mi postura ante el judaísmo. No fue por cierto a
través de alguna experiencia de vida específicamente judía. En rigor, no fue a
través de ninguna experiencia de este tipo, sino puramente gracias a la única
experiencia práctica importante: el hecho de que cuando me abrí, al mundo de
las ideas, al mundo exterior, tanto en el ámbito espiritual como en el ámbito
práctico los que me salían al encuentro casi siempre eran judíos. [...] Esta
experiencia me reveló lo siguiente: los judíos conforman una élite entre la
muchedumbre de los intelectuales. [...] Pues el judaísmo no es para mí de ninguna
manera un fin en sí mismo, sino un portador y un representante de lo
espiritual.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn30" name="_ftnref30" style="mso-footnote-id: ftn30;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Como puede observarse el filósofo
reconoce que no recibió ningún tipo de educación tradicional judía y no tuvo
experiencias que lo ligaran con la comunidad, lo que identificó como un
elemento común fue una afinidad de los que identificaba como judíos con las
actividades intelectuales pero de carácter universal. <o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 57.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level2 lfo3; tab-stops: 1.0cm; text-align: left; text-indent: -57.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">3.3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Nación</span></i></b><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Otro de los factores que podemos encontrar en estos <i>pensadores judíos</i>
es su distanciamiento con cualquier fórmula nacionalista. Kafka lo expresa
recurriendo a la imagen religiosa del Mesías para expresar su claro rechazo a
cualquier tipo de imposición desde el colectivo, en su diario escribe: “</span><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">El Mesías llegará apenas sea posible el ilimitado individualismo de la
fe, apenas nadie piense en destruir tal posibilidad; nadie tolerará tal
destrucción, de manera, en suma, que se puedan abrir los sepulcros.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn31" name="_ftnref31" style="mso-footnote-id: ftn31;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>
En un sentido radicalmente opuesto al que le da la religión o el nacionalismo
judíos, lo que él anhela es el “absoluto individualismo de la fe”, ninguna
imposición a partir del colectivo. Cómo vimos anteriormente, Freud también
afirma no “simpatizar con ideales nacionalistas”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En este rubro, es pertinente citar al historiador Eric Hobsbawm quien a
lo largo de su vida se dedicó a investigar el fenómeno del nacionalismo. En sus
escritos autobiográficos hace una relación entre su proyecto intelectual y su
propia condición judía, de manera muy clara se deslinda de toda adscripción
religiosa o nacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 6pt 30.8pt 6pt 1cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">No
tengo ninguna obligación moral de observar las prácticas de una religión
ancestral y mucho menos de servir a la pequeña nación-Estado, militarista,
culturalmente decepcionante y políticamente agresiva, que pide mi solidaridad
por una cuestión racial. Ni siquiera debo encajar con la postura mucho más en
boga de este comienzo de siglo, la de «víctima», la del judío que con la fuerza
de la Shoah (y en una época única y sin precedentes de logros mundiales, éxitos
y aceptación generalizada de los judíos), afirma ante la conciencia mundial
unos derechos exclusivos como víctima de<b> </b>persecución. El bien y el mal,
la justicia y la injusticia, <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">no puede,
abande</span>rarlos ni una sola raza ni una única nación. […].<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn32" name="_ftnref32" style="mso-footnote-id: ftn32;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">La postura del historiador coincide con la del médico y la del
escritor, se define al margen de las fe, de la tradición y del nacionalismo
judío. Una posición similar podemos encontrar en el filósofo Jaques Derrida
quién nació en la Argelia francesa en el seno de la comunidad judía pero que
elaboro sus planteamientos filosóficos a partir de su distanciamiento con todas
las expresiones de comunitarismo. En una conferencia que pronunció en París en
diciembre de 1998 en el Coloquio de intelectuales judíos en lengua francesa declaro
lo siguiente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 6pt 30.8pt 6pt 1cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">A propósito del
<<declararse jud="" o="">>, prefiero confiarles, y quizá confesar, que
esas necesidades filosóficas que se me han impuesto en primer término a través
de la modesta experiencia de alguien que, antes de convertirse en lo que llaman
ustedes un <<intelectual de="" francesa="" jud="" lengua="" o="">> fue un joven
judío de la Argelia francesa […] Si no me prohibiese a mí mismo todo discurso
largo en primera persona[…], describiría el movimiento contradictorio que, en
el momento del celo antisemita de las autoridades francesas en Argelia durante
la guerra, ha empujado a un niño, expulsado del colegio sin comprender nada, a
sublevarse, para siempre, contra dos maneras de <<vivir juntos="">>: a
la vez contra la gregariedad racista, y así, la segregación antisemita, pero
también, más oscuramente, más inconfesablemente sin duda, contra el encierro de
conservación, de autoprotección de una comunidad judía que, pretendiendo
naturalmente, legítimamente, defenderse, constituir o reconstituir su conjunto
frente a esos traumatismos, se replegaba sobre sí misma, afanándose en lo que
yo resentía ya como una especie de comunitarismo exclusivo, incluso funcional.
Creyendo empezar a comprender lo que podía querer decir <<vivir juntos="">>, el niño del que hablo tuvo que romper entonces, de forma tanto
irreflexiva como reflexiva, por los dos lados, con esos dos modos de
pertenencia exclusivos, y en consecuencia excluyentes.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn33" name="_ftnref33" style="mso-footnote-id: ftn33;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> <o:p></o:p></vivir></vivir></intelectual></declararse></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 18.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 57.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level2 lfo3; tab-stops: 1.0cm; text-align: left; text-indent: -57.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">3.4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Compromiso con lo Universal</span></i></b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; tab-stops: 1.0cm; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Sin un
Dios a quién venerar y obedecer ni una tradición que impusiera sus mandamientos
estos </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">pensadores judíos</span></i><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> se encontraron al margen de una vida comunitaria endogámica o de un
nacionalismo excluyente. Desde este no-lugar la única identificación factible
fue con la de una figura universal de la humanidad compuesta por individuos. La
defensa de este peculiar espacio vital fue para todos ello una actividad
prioritaria la cual desarrollaron desde sus distintas áreas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En Kafka
encontramos una definición de su compromiso con los valores universales cuando
escribe:</span><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">"Jamás
pesó sobre mí otra responsabilidad que las impuestas por la existencia, por la
mirada, por el juicio del prójimo.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn34" name="_ftnref34" style="mso-footnote-id: ftn34;" title=""><sup>"</sup></a><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn35" name="_ftnref35" style="mso-footnote-id: ftn35;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><sup>
</sup>Hobsbawm al introducir su estudio sobre el nacionalismo señala que su
condición judía atea y crítica de las adscripciones nacionales le permite
realizar una investigación profunda del tema, al respecto comenta: <sup>“</sup></span><b><i><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Finalmente</span></i></b><i><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">,</span></i><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> no puedo por menos de añadir que
ningún historiador serio de las naciones y el nacionalismo puede ser un
nacionalista político comprometido, […]<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">
Por suerte, al disponerme a escribir el presente libro, no he necesitado
olvidar mis convicciones no históricas”.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn36" name="_ftnref36" style="mso-footnote-id: ftn36;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[35]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> Freud
en el último libro que publico llega a la conclusión que el mito judío sobre el
éxodo de Egipto descrito en la Biblia esconde el hecho de que Moisés no fue
hebreo sino más bien egipcio, abre su texto con la siguiente declaración:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 6pt 30.8pt 6pt 1cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Quitarle a un
pueblo el hombre a quien honra como al más grande de sus hijos no es algo que
se emprenda con gusto o a la ligera, y menos todavía si uno mismo pertenece a
ese pueblo. Mas ninguna ejecutoria podrá movernos a relegar la verdad en
beneficio de unos presuntos intereses nacionales, tanto menos cuando del
esclarecimiento de un estado de cosas se pueda esperar ganancia para nuestra
intelección.</span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn37" name="_ftnref37" style="mso-footnote-id: ftn37;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Calibri;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin-left: 18.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><i><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span></i><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Conclusiones<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Como resultado de las condiciones históricas
concretas que se presentaron en la Europa post ilustrada</span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftn38" name="_ftnref38" style="mso-footnote-id: ftn38;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Calibri;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> surgió un
grupo de intelectuales, científicos y artistas que encontraron en los valores
universales un espacio de identificación. En sus distintas áreas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dieron expresión al anhelo de ser parte del
colectivo humano sin las limitantes que se generaron a partir de la creencia en
un Dios, los mandatos de una tradición o la exclusión inherente a todo nacionalismo.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Lo que resulta paradójico es que como respuesta a la
imposición de la sociedad cristiana que entendió la universalización como una
secularización cristiana y no les permitió dejar de ser judíos si no se
integraban a esta demanda se siguieron considerando judíos aunque está
demarcación ya no tuviera ninguna de los elementos centrales de esta tradición.
Marginados del colectivo mayoritario se rehusaron a una identificación con los
contenidos excluyentes de sus ancestros regalándonos una interpretación
singular y muy esperanzadora de la condición humana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 150%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Bibliografía citada:<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Arendt Hanna, <i>Los Orígenes del Totalitarismo, </i><b>Taurus
Ediciones</b><i>, </i>Madrid<i>, 1974</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Benjamin Walter, “Carta a Ludwig Strauss, Berlín 1912”.
en: <i>Pensamiento de los confines, número 1, cuatro cartas sobre judaísmo y
sionismo (1912-1913), </i>Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, , 1998<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Derrida Jacques, “Confesar- Lo Imposible.
<<retornos>>Arrepentimiento y Reconciliación<i>”</i> en,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">La Filosofía después del Holocausto; Edición
Confiada al Cuidado de Alberto Sucasas</span></i>, Riopiedras Ediciones,
Barcelona 2002. pp. 149-181<o:p></o:p></retornos></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Dubnov Simón, “El precio de la Emancipación – El decreto
de 1806<i>”</i><b>, </b>en<i> Historia Universal del Pueblo Judío</i>, Tomo
VIII, pp. 55-69, Editorial S. Sigal, Buenos Aires, 1951.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Einstein Albert, <i>Mis creencias
</i>[en línea], 2000. Disponible en: </span><a href="http://www.google.com/url?q=http%3A%2F%2Fwww.sld.cu%2Fgalerias%2Fpdf%2Fsitios%2Fbmn%2Fmis_creencias.pdf&sa=D&sntz=1&usg=AFQjCNH1b3S8qpeJzqATKE0iAgREBMh4Hw" target="_blank"><span lang="ES" style="color: #263238; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/bmn/mis_creencias.pdf</span></a><span lang="ES" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">.</span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">6.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Sigmund Freud,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Moisés y la religión monoteísta</i>, en <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Obras Completas</span></i>, Vol. <span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">XXIII</span>, Buenos Aires, Amorrortu
Editores, 2004<span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">7.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">____________, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tótem
y Tabú</i>, en </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="PT-BR" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: PT-BR; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Obras Completas; Ordenamiento, </span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">comentarios</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="PT-BR" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: PT-BR; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> y notas de James Strachey, con
la colaboración de Anna Freud<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">,</b></span></i><span lang="PT-BR" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: PT-BR; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> Amorrortu Editores, Buenos Aires, 2002, </span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">tomo 13. pp. 1-164.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="EN-GB" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">8.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="EN-GB" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Hirsch Rafael S., <i>The Nineteen Letters About Judaism</i>, Feldheim
Publishers Jerusalén-Nueva York, 1995. </span><span lang="EN-GB" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">9.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Hobsbawm Eric, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Años interesantes; Una vida en el XX</i>,
Traducción Castellana de Juan Rabasseda-Gascón, Crítica, Barcelona, 2003. </span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">10.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">______________</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Naciones y nacionalismo desde 1780, </span></i><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Crítica,
Barcelona, 200<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.</i></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">pp</span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; tab-stops: 21.3pt; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">11.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Kafka Franz, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Carta al Padre</span></i>, La Nave de los
Locos, México 1977</span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; tab-stops: 21.3pt; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">12.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">__________, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Consideraciones acerca del pecado, el dolor,
la esperanza y el camino verdadero</i>, Buenos Aires, Alfa Argentina, 1975</span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; tab-stops: 21.3pt; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="EN-GB" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">13.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="EN-GB" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Katz Iacob, <i>Exclusiveness and
Tolerance; Studies in<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jewish-Gentile
Relations in Medieval and Modern Times</i>, Berhrman House, Nueva York, 1961<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">14.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">________,<b><i> </i></b><i>H´et ljjkor ve h´et<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>leh’itbonen; masah’ h’ist´orit h’al darco
shel beit Ishrael mehaz´ zeható meharzove h´ad shubo helea</i><b> </b><i>(Tiempo
para Investigar y Tiempo Para Reflexionar; Un Ensayo Histórico sobre el pueblo
de Israel, desde su Salida de su Tierra hasta su Retorno)</i>, Mercaz Salman
Shazar, Jerusalén, 1999.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">15.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">_________ “La Emancipación Judía y los Estudios
Judaicos<i>”, </i>en <i>Dispersión y Unidad, No. 15</i>, Organización Sionista
Mundial, Jerusalén, 1975, pp. 118-126</span><b><span lang="ES" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">.</span></b><span lang="ES" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> </span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">16.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">_______, </span><i><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Masoret ve
mashber; h’ajebrah’ h’ayeh’udit ve mozaeh’i yemei h’abeinaym (Tradición y
Crisis; La Sociedad Judía al final de la Edad Media) Mosad Bialik, Jerusalén,
1963.</span></i><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo4; tab-stops: 1.0cm; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">17.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><i><span lang="ES" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Enciclopedia Judaica Castellana; En Diez Tomos,</span></i><span lang="ES" style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tomo V, México, 1949. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">18.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Javier Mugerza, “Kant y el Sueño de la Razón<i>”,</i> en:
<i>Kant: de la Crítica a la Filosofía de la Religión, En el Bicentenario de </i>La
Religión en los Límites de la Mera Razón<i>, </i>Anthropos y UAM, Barcelona,
1994,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pp.125 –159<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">19.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Sartre Jean-Paul, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Reflexiones sobre la cuestión Judía</span></i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">,</b> Traducción del francés por Juana Salabert, Seix Barral,
Barcelona, 2005.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>p.159<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpLast" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo4; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-list: Ignore;">20.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="line-height: 115%; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">William Shakespeare, “El Mercader de Venecia<i>”, </i>en
Obras Completas de William Shakespeare, Aguilar, Madrid, 1961, pp. 1045-1089<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;">
<br /></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: -7.1pt;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Javier Mugerza, “Kant y el Sueño de la Razón<i>”,</i> en: <i>Kant: de
la Crítica a la Filosofía de la Religión, </i></span><i><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En el </span><span lang="ES">Bicentenario
de La Religión en los Límites de la Mera Razón</span></i><span lang="ES">,
Barcelona, Anthropos y UAM, 1994,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pp.125
–159, p. 130<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: -7.1pt;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Debemos aclarar que los judíos llaman Biblia a lo que los Cristianos
consideran solo una parte y que denominan<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><i>El Antiguo Testamento</i> la segunda llamada <i>El nuevo Testamento</i>
es para ellos también parte de la <i>Biblia </i>y es rechazada por los judíos.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 7.1pt; text-indent: -7.1pt;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> La traducción griega de Mesías es Cristo.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> En el año 323 D.C. el Emperador Constantino se convierte al
cristianismo, que se instaura como la religión oficial del Imperio Romano.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De acuerdo con las
interpretaciones que hicieron de los evangelios, los que sostenían esta forma
de segregación.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: EN-GB;"> </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;">Iacob Katz, <i>Exclusiveness and Tolerance;
Studies in<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jewish-Gentile Relations in
Medieval and Modern Times</i>, Nueva York, Berhrman House, 1961. p. 4.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Iacob Katz,<b><i> </i></b><i>H´et ljjkor ve h´et<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>leh’itbonen; masah’ h’ist´orit h’al darco
shel beit Ishrael mehaz´ zeható meharzove h´ad shubo helea</i><b> </b><i>(Tiempo
para Investigar y Tiempo Para Reflexionar; Un Ensayo Histórico sobre el pueblo
de Israel, desde su Salida de su Tierra hasta su Retorno)</i>, Jerusalén, Mercaz
Salman Shazar, 1999.<b> </b>pp.48-53. <b><i><o:p></o:p></i></b></span></div>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Iacob Katz, “<i>La
Emancipación Judía y los Estudios Judaicos”, </i>en <i>Dispersión y Unidad, </i>No.
15, Organización Sionista Mundial, Jerusalén, 1975, pp. 118-126</span><b><span lang="ES">.</span></b><span lang="ES"> p. 119.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> <i>Enciclopedia Judaica Castellana; En Diez Tomos</i>,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tomo V, México, 1949. p.68<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> William Shakespeare, “El Mercader de Venecia”<i>, </i>en <i>Obras
Completas de William Shakespeare</i>, Madrid, Aguilar, 1961, pp. 1045-1089. Lo
calificamos de “desafortunado” por que reproduce el estereotipo del judío que
maneja el antisemitismo. Al final de la comedía Shylock, el prestamista judío,
recibe el perdón del cristiano misericordioso a cambio de su conversión al
cristianismo.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: EN-GB;"> </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;">Iacob Katz, <i>Exclusiveness and Tolerance</i>,
<i>op. cit</i><b>.</b>, pp. 132-3. </span><span lang="ES">La traducción del
inglés es nuestra responsabilidad<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn12" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Simón Dubnov, “El precio de la Emancipación – El decreto de 1806”<b>, </b>en<b>
</b><i>Historia Universal del Pueblo Judío,</i> Tomo VIII, pp. 55-69, Buenos
Aires, Editorial S. Sigal, 1951.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn13" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem.</i><b><o:p></o:p></b></span></div>
</div>
<div id="ftn14" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><b><span lang="ES"> </span></b><i><span lang="ES">Ibidem. </span></i><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn15" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref15" name="_ftn15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Iacob Katz, </span><i><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Masoret ve
mashber; h’ajebrah’ h’ayeh’udit ve mozaeh’i yemei h’abeinaym (Tradición y
Crisis; La Sociedad Judía al final de la Edad Media), Jerusalén, Mosad Bialik,
1963<b>. </b></span></i><span lang="ES">p. 264. La traducción del hebreo es
nuestra responsabilidad.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn16" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref16" name="_ftn16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Iacob Katz, <i>H´et lajkor<b>,</b></i><b> </b><i>op. cit</i><b>. </b>pp.
53-59. El autor presenta las condiciones<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>de los judíos, en los ámbitos social, político y económico, antes del
periodo de la Emancipación.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn17" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref17" name="_ftn17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Iacob Katz, “La Emancipación judía y los estudios judaicos”,<i> op.
cit</i><b>. </b>p. 121.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn18" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref18" name="_ftn18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Iacob Katz, <i>Masoret ve mashber<b> , </b>op. cit</i><b>.</b>
pp.298-299. La traducción del hebreo es nuestra responsabilidad.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn19" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref19" name="_ftn19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Iacob Katz, “La Emancipación judía y los estudios judaicos”<i>, op.
cit</i><b>. </b>p.122.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn20" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref20" name="_ftn20" style="mso-footnote-id: ftn20;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES-MX;"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Hanna Arendt, <i>Los Orígenes del Totalitarismo, </i>Madrid, Taurus
Ediciones<i>, 1974.</i><b> </b>p.107.<b><o:p></o:p></b></span></div>
</div>
<div id="ftn21" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref21" name="_ftn21" style="mso-footnote-id: ftn21;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Arendt,
<i>op. cit</i><b>. </b>p. 140.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn22" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref22" name="_ftn22" style="mso-footnote-id: ftn22;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Para ilustrar como surge este movimiento y cuales son sus argumentos
ver: Rafael S. Hirsch <i>The Nineteen Letters About Judaism</i>, Feldheim
Publishers Jerusalén-Nueva York, 1995. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn23" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref23" name="_ftn23" style="mso-footnote-id: ftn23;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Sartre Jean-Paul, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Reflexiones
sobre la cuestión Judía</span></i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">,</b>
Traducción del francés por Juana Salabert, Barcelona, Seix Barral, 2005.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>p.159</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn24" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref24" name="_ftn24" style="mso-footnote-id: ftn24;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> </span><i><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Ibid. </span></i><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">p.75<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn25" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref25" name="_ftn25" style="mso-footnote-id: ftn25;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> S. Freud, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tótem y Tabú</i>, en </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="PT-BR" style="mso-ansi-language: PT-BR;">Obras Completas; Ordenamiento, </span><span lang="ES">comentarios</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="PT-BR" style="mso-ansi-language: PT-BR;"> y notas de James Strachey, con la colaboración de Anna Freud<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">,</b></span></i><span lang="PT-BR" style="mso-ansi-language: PT-BR;"> Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2002, </span><span lang="ES">tomo 13. pp. 1-164. p.9<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn26" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref26" name="_ftn26" style="mso-footnote-id: ftn26;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES" style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> <i>Ibid.
</i>p.33<i><o:p></o:p></i></span></div>
</div>
<div id="ftn27" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref27" name="_ftn27" style="mso-footnote-id: ftn27;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES" style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">
Einstein Albert, <i>Mis creencias </i>[en línea], 2000, p. 28. Disponible en: </span><span lang="ES"><a href="http://www.google.com/url?q=http%3A%2F%2Fwww.sld.cu%2Fgalerias%2Fpdf%2Fsitios%2Fbmn%2Fmis_creencias.pdf&sa=D&sntz=1&usg=AFQjCNH1b3S8qpeJzqATKE0iAgREBMh4Hw" target="_blank"><span style="color: #263238; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/bmn/mis_creencias.pdf</span></a></span><span lang="ES" style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">.</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn28" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref28" name="_ftn28" style="mso-footnote-id: ftn28;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-latin;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES" style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> Kafka
Franz, <i>Consideraciones acerca del Pecado, el Dolor, la Esperanza y el Cambio
verdadero, </i>Buenos Aires, Editorial Alfa Argentina, 1975, p.87-88.
Recordemos que Kafka le pidió a su amigo Max Brod que al morir quemara todos
sus escritos lo cual no hizo, de tal suerte que no podemos saber con precisión
que escribió para ser leído por los demás.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn29" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref29" name="_ftn29" style="mso-footnote-id: ftn29;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Kafka Franz, <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Carta al Padre</span></i>, México, La Nave de
los Locos, 1977. p.54<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn30" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref30" name="_ftn30" style="mso-footnote-id: ftn30;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a> <span style="font-size: 10.0pt;">Walter Benjamin, “Carta a Ludwig Strauss, Berlín 1912,
cuatro cartas sobre judaísmo y sionismo (1912-1913)”. en: <i>Pensamiento de los
confines</i>, número 1, Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires 1998<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn31" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref31" name="_ftn31" style="mso-footnote-id: ftn31;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Franz Kafka, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Consideraciones acerca del pecado, el dolor,
la esperanza y el camino verdadero</i>, <i>op.cit.,</i> pp. 87 – 88.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn32" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref32" name="_ftn32" style="mso-footnote-id: ftn32;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Eric Hobsbawm, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Años
interesantes; Una vida en el XX</i>, Traducción Castellana de Juan
Rabasseda-Gascón, Barcelona, Crítica, 2003. p.33<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn33" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref33" name="_ftn33" style="mso-footnote-id: ftn33;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Jacques Derrida, “Confesar- Lo Imposible.
<<retornos>>Arrepentimiento y Reconciliación ” en,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">La Filosofía después del Holocausto; Edición
Confiada al Cuidado de Alberto Sucasas</span></i>, Barcelona, Riopiedras
Ediciones, 2002. pp. 149-181. pp. 162-163<o:p></o:p></retornos></span></div>
</div>
<div id="ftn34" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 36.0pt 43.5pt 72.0pt; text-autospace: none;">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn35" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref35" name="_ftn35" style="mso-footnote-id: ftn35;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Kafka, <i>Consideraciones, op cit</i>. </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">p. 177.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn36" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref36" name="_ftn36" style="mso-footnote-id: ftn36;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"> E. Hobsbawm, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Naciones y nacionalismo desde 1780, </span></i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Crítica, Barcelona, 200<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.</i></span>pp. 20-21<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn37" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref37" name="_ftn37" style="mso-footnote-id: ftn37;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Sigmund Freud,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Moisés y la religión monoteísta</i>, en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Obras Completas</b>, Vol. </span><span lang="ES">XXIII</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">, <i>op. cit.</i> p.7<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn38" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 7.1pt; text-indent: -7.1pt;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/JULIETA/Del%20destierro%20de%20Dios%20a%20una%20Ilustraci%C3%B3n%20universal.docx#_ftnref38" name="_ftn38" style="mso-footnote-id: ftn38;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Si bien es cierto que
Derrida nació en Argelia hay que recordar que fue en los tiempos del
colonialismo francés por lo que el fenómeno de la Ilustración cristiana también
influyó en sus posiciones.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
<br />Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-71437366656971142932018-07-28T09:48:00.002-07:002018-07-28T09:48:36.318-07:00Hannah Arendt y la elaboración teórica de su propio exilioPublicado en: <b>Las Torres de Luca Revista Internacional de Filosofía Política</b><br />
<b>Universidad Complutense de Madrid </b><a href="http://lastorresdelucca.org/index.php/ojs/issue/view/15" style="background-color: white; color: #b00009; font-family: Arial, Helvetica, Verdana; font-size: 14px; text-decoration-line: none;" target="_parent">Vol 7, No 12 (2018)</a><span style="background-color: white; color: #111111; font-family: Arial, Helvetica, Verdana; font-size: 14px;">: pp. 41-68 </span><br />
<span style="background-color: white; color: #111111; font-family: Arial, Helvetica, Verdana; font-size: 14px;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<i>Hannah Arendt y la
elaboración teórica de su propio exilio </i>Mauricio Pilatowsky<i><o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Resumen<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Es difícil separar el
exilio material que sufrió Hannah Arendt del modo en que lo convirtió en uno de
los ejes de su pensamiento;</span> <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">en su
caso específico este tema significó una bitácora de sus vivencias. La
contribución de esta excepcional pensadora fue el resultado de la elaboración
de su desgarradora experiencia en claves de una condición universal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">En este ensayo la
acompañaremos en su travesía por los distintos lugares y momentos que recorrió
para darle un sentido a su situación de exiliada, atendiendo el contexto que
marcó su condición judía como paria, para luego ver la forma en la que se lo
explicó a sí misma en dos temas centrales en su vida: la libertad para la
condición humana y las distintas formas en la que los judíos podían regresar al
mundo después de haber sido segregados.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-font-weight: bold;">Abstract<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-font-weight: bold;">One cannot separate
the material exile suffered by Hannah Arendt from the way she transformed it
into one of the central themes of her thought. In her specific case this topic
meant a recount of her experiences. The contribution of this exceptional
thinker was the outcome of the elaboration of her heartbreaking experience in
terms of a universal condition for human beings.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-align: left;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-font-weight: bold;">In this paper we will join her on her journey through different places
and moments in order to give sense to her situation as an exiled person, taking
into consideration the context that marked her Jewish condition as a pariah. We
will see afterwards how she explained this to herself in two main topics of her
life: freedom for the human condition and the different ways in which the Jews
could return to the world after being segregated.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Palabras clave: Arendt,
exilio, exilio judío, paria-advenedizo, condición humana, libertad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Presentación<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Es difícil separar el exilio material
que sufrió Hannah Arendt de la manera en que lo convirtió en uno de los ejes de
su pensamiento. Toda aproximación al complejo entramado de las ideas requiere
de una contextualización tanto histórica como biográfica; en el caso específico
de Arendt este tema significó, de alguna manera, una bitácora de sus propias vivencias.
La contribución de esta excepcional pensadora fue el resultado de la
elaboración de su desgarradora experiencia en claves de una condición universal.
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
En este ensayo la acompañaremos en su
travesía por los distintos lugares y momentos que recorrió para darle un
sentido a su situación de exiliada. Lo primero será entender el contexto que
marcó su condición judía como paria para luego ver la forma en la que se lo
explicó a sí misma en dos temas que fueron centrales en su vida: el papel de la
libertad para la condición humana y las distintas formas en la que los judíos
podían regresar al mundo después de haber sido segregados.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Contexto histórico y
biográfico<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Hannah Arendt nació en la ciudad de Hannover,
Alemania, en 1906. Cuando tenía tres años su familia se mudó a la ciudad de Königsberg<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>; sus abuelos habían salido de
Rusia debido a los brotes antisemitas. Es importante señalarlo para comprender
cómo en la tradición familiar la movilidad se entendía como una experiencia
conocida lo cual se podía enmarcar también como parte de una cultura colectiva
a la que pertenecía Arendt: la de los judíos de Europa Central a principios del
siglo XX.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Antes de continuar con la
descripción de los elementos biográficos nos detendremos brevemente para
exponer la situación de los judíos en esa época y en esa zona del mundo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">A finales del siglo XVIII en
la ciudad de Königsberg Kant acuñaba el término </span><i><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Aufklärung</span></i><span style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> <span lang="ES">(<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Ilustración</span>) mientras que su
contemporáneo Moisés Mendelssohn presentaba su versión judía: la <i>Haskalah. </i>Antes
de la emancipación los judíos vivían en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ghettos,</i>
término que describía un espacio físico dentro de las ciudades medievales y también
la condición de segregación a la que fueron condenados. La Ilustración planteó
terminar con ellos. Las nuevas estructuras políticas no podían permitir la
existencia de islas particularistas en la propuesta de una extensión universal
y homogeneizadora. La exigencia de terminar con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ghetto</i> fue motivada por el reordenamiento de las estructuras
sociales. Fue Napoleón (Dubnov, 1951) quien instrumentó este proceso al
expandir su imperio, decretando el fin de la segregación y la incorporación de
los judíos al mundo cristiano. Con una nueva estrategia política e ideológica,
la judería europea fue emancipada, recibió la libertad condicional con más
promesas que soluciones y fue obligada a renunciar a la relativa protección
medieval en contra de su voluntad autónoma. Las puertas del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ghetto</i> se tiraron desde afuera y sus
habitantes fueron arrojados a un mundo que distaba mucho de ser ilustrado. La
forma radical en la que se aplicó la Ilustración dentro del Imperio Napoleónico
violentó el proceso. En otros países el tránsito fue gradual, sin embargo, en
lo esencial, no fue distinto (Katz, 1975, p.120). En Prusia no fue hasta la
Reforma Hardenberg – 1812 – que se planteó una integración completa de los
judíos, pero, incluso en esta legislación, no se les permitía ocupar puestos de
gobierno (p.120). <span style="mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En su propuesta positiva,
la emancipación se entendió como la universalización de los derechos civiles, políticos
y comerciales; dicho de otra forma, fue, en teoría, la cancelación de todas las
medidas restrictivas y discriminatorias. Desde la perspectiva de grandes
sectores de la sociedad cristiana, la palabra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">emancipación</i> seguía remitiendo al contexto teológico de la
evangelización. “Para muchos cristianos, […] la emancipación de los judíos [era]
considerada por ellos […] como el primer paso hacia el bautismo de los
obstinados” (Katz, 1975, p.122).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Es importante remarcar que
el desarrollo histórico del proceso emancipatorio se presentó de acuerdo con
este mecanismo. Los derechos prometidos se otorgaron en forma gradual e
incompleta, mientras que las exigencias de renunciar a las particularidades culturales
y religiosas se volvieron cada vez más intolerantes; cuando más se integraban
los judíos a la sociedad cristiana, más evidentes aparecían las
particularidades y más fuertes eran las presiones para que renunciasen a ellas.
La propia Hannah Arendt (1974) lo definió de la siguiente manera: “Todos los
que propugnaban la emancipación exigían la asimilación, es decir, el
acoplamiento y la recepción por parte de una sociedad, considerados o bien
condición preliminar de la emancipación judía o como su consecuencia automática”
(p.106).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Como resultado de este
proceso se presentó una paradoja ya que, para ser aceptado como hombre, el
judío debía dejar de ser judío, pero si intentaba hacerlo se le colocaba en un subgrupo
humano que no era aceptado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta
dinámica de exclusión se radicalizó poco a poco, generando así un odio cargado
de prejuicios que ya no hacían referencia únicamente al rechazo de corte
teológico, sino que se configuraban a partir de contenidos económicos – se les
tildaba de usureros y agiotistas – y biológicos – como miembros de una raza
indeseable –. Arendt lo explicó de la siguiente manera: “Lo ‘judío’ dejo de ser
una religión, una nación o un pueblo, y paso a definir un defecto, una anomalía
o un vicio. Los judíos habían podido escapar del judaísmo mediante la
conversión; de la judeidad no había escape. Además, un delito tropieza con el
castigo; un vicio sólo puede ser exterminado” (Arendt, 1974, p.140).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Para los judíos ya no había
vuelta atrás ya que sus estructuras medievales habían sido desmanteladas. Una
parte de ellos decidió cristianizarse para poder obtener su emancipación
completa. Otro grupo – definido como Ortodoxia<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> –<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>buscó
construir un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ghetto</i> conceptual en
donde las paredes consistían en prohibiciones y radicalización de los rituales
religiosos. También surgió el movimiento reformista, que buscó adaptar las
tradiciones judías medievales a las costumbres de la sociedad cristiana para
asimilarse sin tener que cristianizarse. Otro sector se pronunció por una
definición nacionalista de la cuestión judía, de aquí nació el movimiento sionista.
Dentro de esta variedad de respuestas surgió también una expresión cultural que
fue determinante para el desarrollo de Occidente: el de los individuos que se
volcaron a la transformación de las ideas y las prácticas que los excluían. Es
así como nos encontramos con las aportaciones de pensadores, artistas, científicos
y luchadores sociales – <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>todos de origen
judío –<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que promueven una auténtica
revolución cultural.</span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En este último grupo
podemos ubicar a Hannah Arendt, quien </span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">tuvo una dura infancia ya que su padre enfermó de sífilis y falleció cuando
era muy pequeña; este hecho debió haber sido muy traumático, pues la enfermedad
fue acabando gradualmente con él y hacia el final de su agonía ya no podía
reconocerla. Su madre fue una figura central en su desarrollo: una mujer
liberal que de joven perteneció al partido socialista alemán (</span>Young-Bruehl,
2004, p.9)<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"> y gran admiradora de Rosa
Luxemburgo (pp.27-28). El ambiente familiar en el que creció fue el de una
familia judía emancipada, bien acomodada, en la que la educación en temas
universales se consideraba un valor fundamental. Los abuelos de ambos lados se
identificaban con la <i>Haskalah</i> y pertenecían al judaísmo reformista
conducido en </span>Königsberg<span style="mso-ansi-language: ES;"> <span lang="ES">por el rabino </span></span>Hermann Vogelstein<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">, un hombre de ideas liberales (p.8). Los padres
frecuentaban un círculo de profesionales de clase media (p.10). Debido a que
sus abuelos eran liberales y no pertenecía a una familia religiosa, Hannah no
sufrió experiencias antisemitas fuera de algún comentario en la escuela al que
no le dio demasiada importancia en su momento (p.11). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A los 18 años dejó la casa materna para iniciar sus estudios de filosofía
en Marburgo, Heidelberg y Friburgo (Kohn, 2009, p.12). Durante este periodo
conoció a dos figuras que habrían de ser determinantes para el resto de su
vida: Martín Heidegger y Karl Jaspers quienes, sin lugar a dudas, fueron de los
pensadores alemanes más importantes del siglo XX. Con el primero tuvo un amorío
y, a pesar de que él fue miembro del partido Nazi en 1933, mantuvo el contacto aun
después de la guerra (</span>Young-Bruehl<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">, 2004, 69); con el segundo tuvo una relación académica ya que fue su
asesor del doctorado en la realización de su tesis titulada <i>El concepto del
amor en San Agustín: ensayo de una interpretación filosófica</i>. Su admiración
por Jaspers se mantuvo durante toda su vida, hecho reflejado en unas palabras
que le escribió como homenaje: “Él pudo ser luz en la oscuridad, que alumbraba
desde alguna fuente oculta de luminosidad, porque la pasión por la luz gobernaba
su existencia” (Arendt, 2001, p.84). </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
En septiembre de 1929 se casó con el filósofo Günther Stern – quien
más tarde cambiaría su nombre por el de Günther Anders –, comunista amigo de
Bertolt Brecht, en una ceremonia civil en la ciudad de Nowawes (Young-Bruehl,
2004, p.78). El matrimonio duraría poco – hasta 1937 –; sin embargo, fue una
relación de amistad y de intercambio intelectual (p.115). Con el ascenso de
Hitler al poder la pareja tuvo que salir de Alemania; este fue el inicio de una
travesía al exilio de la que Arendt nunca regresaría. Se mudó a París, en donde
permaneció hasta que los alemanes la tomaron en 1939, y después de permanecer
una temporada en un campo de internamiento logró escapar a los Estados Unidos
en 1941. Durante esta temporada la relación con Stern se fue debilitando. En la
primavera de 1936 conoció a Heinrich Blücher, quien sería su segundo esposo
(p.122). <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
Estos años fueron determinantes para la comprensión de Arendt
de la situación de los exiliados, ya que lo experimentó en carne propia. Miles
de refugiados alemanes se vieron de pronto en una condición excepcional, pues
su ciudadanía alemana les fue retirada por los nazis y en Francia vivieron a
merced de las concesiones de un gobierno que finalmente sería derrocado y
pasaron a ser ciudadanos no deseables y apátridas (Kohn, 2009, p.20) a los que
internaron en campos de reclusión. En esta época Arendt trabajó para varias
organizaciones sionistas ayudando a sacar a los niños judíos alemanes de su
país para enviarlos a Palestina. Fue hacia el final de su estadía cuando se
encontró con el filósofo Walter Benjamin quien le confió unos manuscritos para
que se los entregase a Th. W. Adorno en Nueva York, gracias a este servicio se
rescataron las famosas <i>Tesis sobre la filosofía de la historia </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">(Young-Bruehl, 2004, p.162)<i>. </i></span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
En mayo de 1941 pudo llegar a la ciudad de Nueva York junto
con Heinrich Blücher; escaparon a través de la frontera con España, de ahí a
Lisboa y de ahí a Estados Unidos (p.113). Con 25 dólares en mano y un apoyo de
70 dólares mensuales que les proporcionó la Organización Sionista de América
comenzaron sus nuevas vidas en condición de apátridas (p.164). Para comprender
la postura de Arendt con respecto a las políticas norteamericanas no podemos
perder de vista que este fue el país que la acogió y al que le debió su vida ya
que en Europa no hubiera podido sobrevivir. Pero no fue sino hasta 1951 que
recibió la ciudadanía norteamericana; durante una década vivió como apátrida;
además, si consideramos que perdió su ciudadanía alemana en 1933, podemos
concluir que experimentó por casi 18 años lo que significó ‘<span style="mso-bidi-font-style: italic;">no tener derecho a tener derechos’<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<i>
</i></span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
Otro momento determinante en la vida de Hannah Arendt ocurrió
en 1960 cuando el servicio secreto israelí – <i>Mosad</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> –</span> capturó a Adolf Eichmann en Buenos
Aires y lo llevó a Jerusalén para juzgarlo como el responsable nazi del
exterminio judío. El diario <i>New Yorker</i> la contrató para cubrir el
proceso que duró hasta la ejecución del acusado el 31 de mayo de 1962<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. En un libro que titularía <i>Eichmann
en Jerusalén. Estudio sobre la banalidad del mal</i><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><i> </i>podemos dar
seguimiento a lo que expuso la autora. Sus reportajes causaron una gran
polémica y en los medios judíos fue prácticamente marginada (Feldman, 2009,
p.44).<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Para entender por qué las posturas de
Arendt provocaron reacciones negativas tan virulentas en los medios judíos
debemos primero comprenderlas. Unas de ellas se referían al proceso judicial
mismo y a la manera en la que el gobierno israelí lo instrumentó y las segundas
se relacionan con las conclusiones a las que llega la autora en cuanto a la
responsabilidad de los líderes comunitarios judíos europeos en el exterminio de
sus comunidades. Lo primero se relaciona más con el debate en torno al sionismo
y el Estado de Israel, mientras que lo segundo es, de alguna manera, el
corolario de su análisis del judaísmo diaspórico donde hace la diferencia entre
el paria y el <i>parvenu </i>(advenedizo)<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. De
manera muy esquemática trazaremos las líneas generales de los argumentos que
generaron las polémicas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En cuanto al juicio instrumentado por
el Estado de Israel la posición de Arendt no cuestionaba la culpabilidad de
Eichmann; para ella no existía ninguna duda al respecto ni tampoco sobre el
derecho que tenían los judíos de enjuiciarlo por su participación en la
maquinaria nazi, ni que al final fuese ejecutado; los cuestionamientos se
dirigían a lo que se buscaba con el proceso, ya que a su entender lo que debió
ser "el objeto del juicio fue la actuación de Eichmann, no los
sufrimientos de los judíos, no el pueblo alemán, ni tampoco el género humano,
ni siquiera el antisemitismo o el racismo" (Arendt, 1999, p.15). Como
filósofa política, la autora nos va mostrando cómo el proceso se fue
convirtiendo en un espectáculo político más que un tribunal de justicia. Una de
las estrategias consistía en exhibir al monstruo sádico y despiadado, al
ejemplo del mal radical que fue capaz de instrumentar el exterminio, sin
embargo, lo que en realidad se mostraba en la persona decrépita del hombrecito
encerrado en una cabina de cristal<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[8]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>; era la
imagen de un burócrata cuya personalidad quedó enmarcada por una frase de su
propio abogado defensor – Servatious – quien declaró, incluso antes del juicio,
que la personalidad de su cliente era la propia de un “vulgar cartero”( Arendt,
1999, p.220).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Para Eichmann la Solución Final era una
tarea asignada que había que cumplir; en él no había un odio furioso a los
judíos, ni un fanatismo por cumplir la limpieza racial. Los líderes del Estado
de Israel utilizaron el proceso dentro de sus prioridades políticas, cosa que
la autora lamentó porque ofrecía una oportunidad para que las víctimas y sus
representantes elevaran su clamor de justicia a un nivel internacional y
lograran trascenderlo en la constitución de un auténtico reclamo universal. El
gobierno de Israel, en su voluntad de revindicar sus argumentos nacionalistas,
desdibujó la auténtica dimensión del crimen perpetrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Lo que también generó polémica fue lo
que envolvió aquello que la autora definió con un término que quedó acuñado como
principio para comprender la ética a partir de Auschwitz: <i>la banalidad del mal</i>.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[9]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> Arendt
sostiene que en la sociedad contemporánea los mecanismos del poder funcionan
gracias a que le asignan un lugar a cada individuo; a todos y cada uno se les
exige una dosis de maldad que, vista por separado, aparece como tolerable pero
que es parte de una compleja articulación devastadora. En este mecanismo del poder
incluso las víctimas son enroladas en la producción de su propio exterminio. En
uno de los capítulos más controvertidos de su reporte aborda el tema de la
participación de las organizaciones judías dentro del mecanismo del exterminio.
Nos dice:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Allí donde había
judíos había asimismo dirigentes judíos, y estos dirigentes, casi sin
excepción, colaboraron con los nazis, de un modo u otro por una u otra razón.
La verdad era que, si el pueblo judío hubiera carecido de toda organización y
de toda jefatura, se hubiera producido el caos, y grandes males hubieran
sobrevivido a los judíos, pero el número total de víctimas difícilmente se
hubiera elevado a una suma que oscila entre los cuatro millones y medio y los
seis millones (Arendt, 1999, pp.190-191).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Hannah Arendt fue cuestionada duramente
por sus posturas frente a lo acontecido con el juicio de Eichmann. Los
sionistas consideraron que sus críticas a la forma en la que se manejó el
proceso sirvieron para alimentar a sus detractores y enemigos, mientras que
entre los judíos se le acusó de sugerir que las víctimas fueron tan
responsables de su exterminio como los criminales que lo perpetraron. El debate
que surgió tiene muchas aristas y requiere de un análisis extenso y cuidadoso
que dejaremos pendiente puesto que nos alejaría del tema central de este
ensayo; lo que sí nos parece importante señalar es que a raíz de esto Arendt
fue marginada por las instituciones judías tanto en Israel como en la diáspora<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">Hannah Arendt falleció el 4 de
diciembre de 1975 en la ciudad de Nueva York a los 69 años de edad. En sus
últimos años se dedicó a enseñar en varias instituciones, pero el lugar en donde
se centró su actividad docente fue en <i>The New School for Social Research</i>
en Nueva York. Esta universidad se fundó en 1919 como una propuesta para el
desarrollo del pensamiento crítico y en 1933 – con el ascenso de Hitler al
poder – acogió a muchos científicos y pensadores que buscaban refugio<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. El recibir
a refugiados de distintos países del mundo constituye una de sus políticas por
lo que se le conoce como “<i>La Universidad del Exilio”</i>. </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">La condición judía entre
paria y <i>parvenu</i> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Las reflexiones de Arendt sobre el exilio
parten de una problemática que la atraviesa de forma personal, es decir, en su
propia condición singular. La persona Hannah se vio a sí misma desterrada de su
país, rechazada por sus compatriotas y excluida de la cultura en la que se
había formado. Por otro lado, se encontró a sí misma en la misma encrucijada
que la mayoría de los judíos alemanes que se habían distanciado de su tradición
religiosa y buscaban asimilarse: no se identificaba por completo con el
comunitarismo judío ni tampoco con su versión nacionalista. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
En la búsqueda de una explicación para lo que
le tocó vivir a principios del siglo XX en Alemania y utilizando las
herramientas filosóficas que adquirió en las instituciones en donde estudió logró
explicar en términos histórico-sociales lo que no podía reducirse a una vivencia
individual. En la revisión de sus hallazgos es importante no perder esta
perspectiva ya que, sin dejar de ser rigurosas, sus aproximaciones contienen
elementos subjetivos; se podría decir que sus experiencias pasaron a ser
evidencias que confirmaban sus posturas teóricas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
La figura que para Arendt expresa la
condición en la que fueron colocados los judíos después de la Ilustración fue
la del <span style="mso-bidi-font-style: italic;">paria,<i> </i></span>la cual
alude a la casta de la India compuesta por personas consideradas indeseables
que estaban excluidas y segregadas sin derechos civiles. Como respuesta a esta
figura ubica al <i>parvenu </i>o advenedizo. En un texto que se tradujo al
español como <i>La Tradición Oculta</i><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><i>
</i>recupera las propuestas del pensador francés Bernard Lazare, quien después
del caso Dreyfus utilizó estos términos para describir las distintas formas en
las que los judíos de su época se ubicaban socialmente:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ahora bien, si como parásito el paria pierde
su dignidad no es porque el parásito sea pobre o ni siquiera porque mendigue sino
porque mendiga a aquellos contra los que debería luchar y porque mide su
pobreza con el baremo de los que son sus culpables. Como parásito, el paria se
convierte en uno de los soportes de la sociedad sin que lo admitan en ella.
Igual que no puede vivir sin benefactores, éstos no pueden vivir sin él.
Mediante la caridad organizada los parvenus del pueblo judío no sólo consiguen
el poder sino también establecer los valores de todo el pueblo. El parvenu, que
teme secretamente volver a convertirse en paria, y el paria, que espera poder
aún llegar a parvenu, están de acuerdo y tienen razón de sentirse unidos. De
Bernard Lazare, el único que intentó hacer una nueva categoría política del
hecho elemental de la existencia política del pueblo, ni siquiera ha quedado el
recuerdo (Arendt, 2004, p.50).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Para comprender a lo que se refiere Arendt
con estas figuras que recoge de Lazare es necesario reconstruir el contexto
histórico. Durante la Edad Media los cristianos toleraron a los judíos y, como
explicamos anteriormente, los confinaron a las zonas de exclusión, limitando
también sus actividades económicas al comercio, la usura y el cobro de
impuestos. Para los señores feudales los judíos estaban bajo su custodia y
servicio, desarrollando actividades proscritas y mal vistas por el cristianismo;
a los judíos no les quedaba otra alternativa para sobrevivir más que cumplir
con lo que se les asignaba. En la transición del feudalismo al capitalismo las
actividades comerciales, financieras e impositivas se convirtieron en los ejes
centrales de la economía y las nuevas estructuras del poder en donde se fueron
amalgamando las monarquías, las cuales habrían de convertirse en los
Estados-nación. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
En las comunidades judías que vivían gracias
a la protección de los gobernantes cristianos también hubo una transformación
en cuanto a las formas de autoridad: tradicionalmente eran los rabinos – conocedores
de las leyes, estudiosos y hombres de fe – los que fungían como líderes, pero
con el desarrollo del capitalismo, y a partir de la centralización del poder en
el mundo cristiano del que dependían para sobrevivir; éste cambió, para el siglo
XVII los nuevos líderes eran los dueños del capital conocidos como <span style="mso-bidi-font-style: italic;">judíos cortesanos</span>. La sobrevivencia
de las comunidades dependía de la relación entre los gobernantes cristianos y
los financieros judíos que los apoyaban (Feldman, 2009, p.51). El <i>parvenu</i>
o advenedizo se convirtió en un personaje que mendigaba el reconocimiento al
estar al servicio del gobernante y que, por lo mismo, dependía de él; se
convirtió en un engranaje del mismo sistema que lo sometía y explotaba, un
defensor del poder que lo denigraba. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
La encrucijada económico-política de los
judíos después de la emancipación se convirtió en un tema central de la
sociedad europea; así es como lo expuso Karl Marx en una respuesta a Bruno Bauer
publicada bajo el título <i>Sobre la cuestión judía</i><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a>
entre 1843 y 1844. En esta breve reflexión podemos observar cómo el tema se
desplaza del ámbito teológico al económico y cómo deja de ser una cuestión de
libertades religiosas para convertirse en un debate sobre el funcionamiento del
capitalismo. Es así como lo expone: “Como vemos, Bauer convierte aquí el
problema de la emancipación de los judíos en una cuestión puramente religiosa.
El escrúpulo teológico de quién tiene mejores perspectivas de alcanzar la
bienaventuranza, si el judío o el cristiano, se repite bajo una forma más
esclarecida: ¿cuál de los dos es <i>más capaz de llegar a emanciparse?</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">” (Marx, 1967, p.38) </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Para Marx la cuestión judía en la sociedad
europea de mediados del siglo XIX debía abordarse a partir del análisis del
capitalismo y comprender la manera en la que el poder resignificó el judaísmo a
partir de la función que le fue asignada como administrador y generador de capital.
Lo que afirma el autor es que el “fundamento secular del judaísmo [es] la
necesidad <span style="mso-bidi-font-style: italic;">práctica, el interés egoísta</span>,
su culto secular, l<span style="mso-bidi-font-style: italic;">a usura,</span> y
su dios secular, el <span style="mso-bidi-font-style: italic;">dinero</span>”
(p.40). Para cerrar esta serie de afirmaciones nos dice que “la emancipación de
la <span style="mso-bidi-font-style: italic;">usura</span> y del <span style="mso-bidi-font-style: italic;">dinero</span>, es decir, del judaísmo
práctico, real, sería la auto-emancipación de nuestra época” (p.40). <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Así, la conclusión a la que llega Marx es que
“La emancipación <span style="mso-bidi-font-style: italic;">social</span> del
judío es la <span style="mso-bidi-font-style: italic;">emancipación de la
sociedad del judaísmo</span>” (p.44). A la luz de lo ocurrido en el siglo XX y
de la manera en la que el antisemitismo se alimentó de estos estereotipos – como
en los <i>Protocolos de los Sabios de Sion </i>o en <i>El judío internacional:
el primer problema del mundo</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> –</span>
las afirmaciones de Marx crean un rechazo justificado, pero sirven para
comprender por qué para Arendt el tema de la condición de paria del judío y su
expresión en forma del advenedizo se volvió tan importante. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Otra de las razones por las que nos pareció
importante recuperar las posturas de Marx en este texto está relacionada con la
biografía de Arendt. Como se expuso en el primer apartado sus padres fueron
socialistas, sus dos esposos comunistas y muchos de sus amigos y conocidos – <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como, por ejemplo, Walter Benjamin – eran
marxistas, lo cual hace pensar de forma razonable que para ella la lectura y
debate de la obra <i>Sobre</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la
cuestión judía<span style="mso-bidi-font-style: italic;"> </span></i>estuvo muy
presente al elaborar su propia teoría sobre los judíos europeos después de la
Ilustración.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Es importante hacer una aclaración teórica
antes de analizar las figuras a las que recurre Arendt para explicar la
condición de los judíos en su época. Se deben diferenciar dos ámbitos
completamente distintos: uno es el de las experiencias reales y concretas de
los individuos que conforman cualquier colectivo y otro el de los espacios
imaginarios que se crean en los planos discursivos y con los que se busca identificar
a los miembros de estos grupos. Al hablar del judío como <i>paria</i> o como <i>advenedizo</i>
se analizan los elementos que constituyen el referente imaginario con el cual
se configuran las identificaciones tanto de los sujetos que buscan agruparse en
torno a ello como a los ajenos que los colocan en esta demarcación. Cuando se
afirma que los judíos son egoístas o que los alemanes son superiores se está
apelando a la configuración del espacio imaginario y no a una característica
esencial de cada uno de los miembros del colectivo. El que se defina a un
calificativo como imaginario no significa que no sea determinante a nivel
práctico ya que a partir de su aceptación se generan prácticas políticas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Lo que Hannah Arendt explora en su análisis
de la condición judía en la sociedad europea después de la Ilustración es la
configuración de estos espacios imaginarios a partir de los cuales se
instrumentaron las prácticas políticas; esto explica el que recurra a la
literatura de la época. En las figuras creadas por la ficción literaria o en la
imagen cinematográfica la filósofa encuentra una expresión de los entramados
discursivos. Es así como rescata algunos personajes emblemáticos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Uno de ellos proviene de la poesía de Henrich
Heine, quien “<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">nació, según la mayoría de las fuentes, el 13
de diciembre de 1797, aunque él insistió siempre en la fecha 1799. Descendía de
dos familias judías de raigambre burguesa” (Balzer, 1995, pp.16-17), su
conversión al cristianismo en 1825 se produce al terminar sus estudios de Derecho
y responde, en alguna medida, a su deseo de ejercer ya que a los judíos les
estaba prohibido hacerlo (p.20). Hannah Arendt sostiene que: “Heine es el único
ejemplo importante de asimilación exitosa que puede exhibir la historia entera
de la asimilación” (Arendt, 2004, p.56). Para la cultura alemana su
contribución es incuestionable y se le considera uno de sus principales poetas;
pero, a pesar de su conversión, no rechazó su origen judío y abrevó de su
tradición. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para Arendt la manera en la
que Heine rescató el lugar de los judíos en la cultura alemana fue al escribir
sus poemas con términos de origen judío que ya eran reconocidos y utilizados
por el resto de los alemanes como propios y de esa manera puso de manifiesto
cómo eran parte de una misma cultura: “Heine puso en práctica, medio en serio
medio en broma, aquello sobre lo que los otros sólo parloteaban: una verdadera
amalgama” (p.56).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">La
figura que rescata Arendt de la poesía de Heine fue la del <i>Schlemihl</i> que
significa desgraciado<i>, </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">desafortunado<i>,
</i></span>aquel al que le tocan los males sin ser culpable. Esta figura es
utilizada por Heine para describir la condición del judío europeo después de la
Ilustración como un ser desdichado al que se le margina y quitan sus derechos, pero
que, a pesar de ello, no pierde su alegría y fuerza vital. La filósofa ve en
esta caracterización lo que denomina <span style="mso-bidi-font-style: italic;">paria
inconsciente</span>, es decir, un desclasado que acepta su condición y responde
a su marginación riéndose de ella. “El paria, que queda fuera de las jerarquías
sociales y no tiene la menor gana de integrarse en ellas, se vuelve con el
corazón confiado a lo que el pueblo y la sociedad ignoran, quieren y disfrutan,
aquello que les preocupa y divierte; se aleja de las dádivas del mundo y se
solaza con los frutos de la Tierra” (p.53). Lo que Arendt recupera de la
propuesta de Heine es la imagen del hombre que produce el capitalismo en la
sociedad europea después de la Ilustración: un ser desclasado que ha perdido
todos los derechos y ha sido absolutamente marginado. “El paria trae las ganas
de broma y la risa a una humanidad que quiere competir con un patrimonio
divino-natural que ningún ser humano puede discutir a ningún otro (a no ser que
lo mate)” (p.53).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">La
imagen que mejor representa al paria inconsciente del <i>Schlemihl</i> según
Arendt fue llevada a la pantalla por Charles Chaplin en su vagabundo. Hasta
donde se tiene información – ya que se sabe poco de los orígenes del creador
del <i>Vagabundo</i> – él no era judío, pero Arendt sostiene que comprendió
mejor que nadie la figura del paria inconsciente. Al ver las imágenes
cinematográficas el espectador se ríe de la situación desesperada de un
desclasado al que la pobreza lo lleva a comerse su zapato y que deambula
buscando una mejor suerte en un mundo sin esperanza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Al lado
del paria inconsciente que aparece en la cultura en las figuras del <i>Schlemihl</i>
o del <span style="mso-bidi-font-style: italic;">vagabundo</span> y la del <i>parvenu</i>
o advenedizo que busca su lugar en la sociedad de clases emulando al poderoso y
cumpliendo sus exigencias, existe otra figura que logró exponer Bernard Lazare.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Bernard
Lazare, a quien la Francia de la época del caso Dreyfus descubrió que la
cualidad de paria era específica de la existencia del pueblo judío, intentó
hacer realidad dicho derecho en el mundo de la política europea. Con el
concepto del ‘paria consciente’-que definía la situación de los judíos
emancipados contraponiéndola a la existencia inconsciente de paria de las masas
judías no emancipadas del Este-, el judío como tal debía convertirse en un
rebelde, en representante de un pueblo oprimido que asocia su lucha por la
libertad con la lucha por la libertad nacional y social de todos los pueblos
oprimidos de Europa (Arendt, 2004, p.58) <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 23.55pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Lo que
sostiene este pensador francés es que el paria debía entrar en la vida política
y que al hacerlo se hacía consciente de su condición y se rebelaría contra
ella; el <i>Schlemihl </i>debía abandonar ese mundo ilusorio de los cuentos de
hadas y no dejarse llevar por la ingenuidad que lo hacía reírse de su situación
para convertirse en un sujeto político que lucha por sus derechos (p.58).<sup> </sup>De
este pensador abreva Arendt<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
para buscar una salida a la situación en la que la sociedad ilustrada había
sometido al judío como un paria inconsciente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La condición humana</i> Arendt deja para el
final al que considera “la figura del paria en su versión más reciente y de
momento última: […] la obra de Kafka” (Arendt, 2004, p.64).<sup> </sup>Recordemos
que este texto forma parte de una colección de ensayos que Arendt terminó de
redactar en 1940 y las obras de Kafka se publicaron en 1926, por esta razón
ella habla de la versión más reciente. El tiempo le ha dado la razón y las
obras del escritor checo se han convertido en unos de los referentes de la
literatura universal al punto que en la actualidad el término <i>kafkiano</i>
se utiliza en la mayoría de las lenguas para describir lo absurdo de una
situación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Para
comprender la interpretación que hace Arendt de la figura del personaje de
Kafka en su novela <i>El Castillo</i> recordemos en líneas generales algunos
trazos de la narración. El personaje al que el escritor nombra con la pura letra
“K” llega a una aldea que está gobernada por un señor que vive en un castillo
al que se describe como la aldea misma. No nos describe nada sobre las
características de este forastero que se presenta como agrimensor supuestamente
contratado por el Señor del castillo. A lo largo de la novela este individuo es
mal recibido por los habitantes que desconfían de él y lo asocian con el poder
que los oprime. Lo que va reproduciéndose en la historia es una autoridad que
se pierde en un laberinto de subalternos que impiden el contacto con el Señor,
la desconfianza de los habitantes hacia todo aquel que no es miembro de su
aldea y la descripción de un advenedizo que deposita en el poder su única
posibilidad de sobrevivir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Para
Arendt esta es la descripción de la figura del paria advenedizo al que ha sido
reducido el judío en la sociedad europea ilustrada. En el personaje no hay
ningún vínculo con ninguna tradición (p.64) ya que se le ha despojado de todo;
esta misma es la condición de los judíos asimilados que ya no se identifican
con el judaísmo, son rechazados por los demás que desconfían de ellos y los
consideran extranjeros cuestionando sus intentos por asimilarse. También se
reproduce lo que la filósofa define como <i>parvenu</i> o advenedizo ya que se
busca la protección del gobernante sirviéndole como instrumento del poder en
una situación en donde es doblemente excluido tanto por el gobernante como por
sus súbditos. “K. es un extraño que nadie puede clasificar porque no pertenece
ni al pueblo ni al gobierno” (p-67). El personaje de Kafka simboliza para
Arendt al hombre sin lugar que es prescindible y por lo mismo exterminable. “Por
él habla el judío que no quiere sino sus derechos como ser humano: hogar,
trabajo, familia, ciudadanía” (p.68). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">La
figura de “K” en la novela <i>El Castillo</i> de acuerdo con la interpretación
de Arendt representa la del individuo que se encuentra exiliado del mundo y que
ya no tiene lugar en él. Depende de un poder que lo considera una pieza
prescindible y por lo mismo exterminable y que, por lo mismo, lo ha desterrado
del mundo o, en otras palabras, le ha negado todos sus derechos. Este es el
lugar que el totalitarismo en sus diversas expresiones ha reservado para todos
los miembros de la sociedad; en ese sentido la ficción literaria de Kafka
terminó describiendo lo que estaba por suceder en Europa pocos años después de
su muerte. Para Arendt lo que logra el escritor checo es aleccionar al mundo
haciendo ver en qué medida al aislar al individuo y al negarle todos sus
derechos se cancela su propia humanidad que, según ella, sólo es asequible
viviendo en un pueblo y en comunidad con otros pueblos (p.74). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">La condición humana<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Para poder comprender la manera en la
que Arendt entendió el exilio es necesario detenernos y analizar, aunque sea
brevemente, su definición de la condición humana y el lugar que le asignó a la
participación de los individuos en el espacio público. Durante su formación
como filósofa su estudio del mundo antiguo fue fundamental. Como ya hemos
mencionado, en su tesis doctoral trabajó a San Agustín asesorada por Karl
Jaspers, para quien el pensamiento griego y latino fueron fuentes de
inspiración. En un texto escrito en 1958 y que tituló <i>La condición humana,</i>
Arendt (2016) se adentró en este universo histórico-conceptual para buscar
claves que le permitieran ofrecer una forma de entender la condición del hombre
en la actualidad y la manera en la que debía entenderse su actividad política.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
No es
nuestra intención presentar aquí un resumen de este texto, únicamente
destacaremos los elementos que nos permitan comprender la manera en la que la
autora entendió el exilio. En este trabajo Arendt rescata de la Antigüedad el
significado de los conceptos políticos del que abreva la tradición filosófica;
la filósofa nos recuerda que para los griegos lo que diferenciaba a los hombres
de los animales era su capacidad de lidiar con las condicionantes que la propia
naturaleza imponía para construir un mundo que respondiera al ejercicio de su
libertad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 432.35pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">La distinción entre hombre
y animal se observa en la propia especie humana: sólo los mejores (<i>aristoi</i>),
quienes constantemente se demuestran ser los mejores (<i>aristeuein</i>, verbo
que carece de equivalente en ningún otro idioma) y “prefieren la fama inmortal
a las cosas mortales”, son verdaderamente humanos; los demás, satisfechos con
los placeres que les proporciona la naturaleza, viven y mueren como animales
(Arendt, 2016, pp. 31-32). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Lo que la autora recoge del origen de la tradición
filosófica tiene que ver con la manera en la que los hombres libres se
entendieron a sí mismos y cómo definieron la actividad que los diferenciaba de
los animales. Arendt es consciente de que estos <i>aristoi</i> eran una minoría
privilegiada compuesta por los hombres libres y griegos que excluía a las
mujeres, los esclavos y a los <span style="mso-bidi-font-style: italic;">bárbaros</span>
– es decir, los extranjeros – pero su propuesta no reivindica la exclusión, al
contrario, proponía que este espacio debía entenderse para todos los seres
humanos sin distinción. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">La acción, única actividad que se da entre los hombres
sin la mediación de cosas o materia, corresponde a la condición humana de la
pluralidad, al hecho de que los hombres, no el Hombre, vivan en la Tierra y
habiten en el mundo. […] La pluralidad es la condición de la acción humana
debido a que todos somos lo mismo, es decir, humanos, y por tanto nadie es
igual a cualquier otro que haya vivido, viva o vivirá (p. 22).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Es claro que para Arendt la única manera de poder
construir un mundo que permita al hombre desarrollarse sin estar condenado a la
infelicidad por las limitaciones de la naturaleza es la creación de un espacio
público constituido por seres libres que abonen con sus acciones y pensamientos
a la defensa de la libertad como un bien colectivo. En esto consiste la <i>vita
activa</i> que nace con el pensamiento político y que a su juicio “surgió de
una concreta constelación histórica: el juicio a que se vio sometido Sócrates y
el conflicto entre el filósofo y la <i>polis</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">”<i> </i>(p.25)<i>.</i></span><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>En este origen de la tradición política de Occidente existía una clara
distinción entre lo privado y lo público: lo primero estaba relacionado con la
solución de las necesidades vitales y lo segundo con el ejercicio de la
libertad. </span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">A pesar
de existir una relación entre estos dos espacios “la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">polis</i> se diferenciaba de la familia en que aquélla sólo conocía ‘iguales’,
mientras que la segunda era el centro de la más estricta desigualdad. Ser libre
significaba no estar sometido a la necesidad de la vida ni bajo el mando de
alguien y no mandar sobre nadie, es decir, ni gobernar ni ser gobernado”
(Arendt, 2016, p.45)<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn15" name="_ftnref15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">[15]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">En este
rastreo genealógico Arendt destaca cómo a partir del debilitamiento de la <i>polis
</i>y con el surgimiento de las estructuras imperiales, las dinámicas
familiares fueron invadiendo y resignificando el espacio púbico; los lazos sanguíneos
se convirtieron en los lazos de la sociedad y la legitimidad de la autoridad
política. Con el establecimiento y consolidación del feudalismo lo político se
entendió a partir de la lógica de las necesidades y se fue cancelando el
espacio público y la procuración de la libertad como meta suprema de la <i>vita
activa.</i> En esta nueva manera de entender la vida colectiva también cambió
la forma de valorar el trabajo. Para los antiguos griegos había una distinción
entre las actividades que se realizaban para satisfacer las necesidades básicas
y aquellas en donde se construían y elaboraban objetos y espacios en la
procuración de un mundo alejado de la naturaleza; lo primero era considerado un
mal necesario, lo segundo una expresión de las virtudes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Los
ideales políticos de la antigua <i>polis</i> griega se transvaloraron a partir
de la consolidación de las estructuras feudales basadas en lazos sanguíneos y
la priorización de las tareas destinadas a satisfacer las necesidades básicas
como eje central de la vida comunitaria.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Las ideas filosóficas respondieron también a estas transformaciones y,
con el surgimiento y consolidación del cristianismo, dejaron de atender los
problemas de este mundo para preocuparse más por lo que sucedía en el otro; la <i>vita
activa </i>cedió su espacio a la <i>vita contemplativa</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> (Arendt, 2016, p.27).</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Con la revolución industrial y el tránsito del feudalismo
al capitalismo las ideas políticas del mundo antiguo regresaron, pero ya
transvaloradas en varios sentidos. El Estado-nación que se proponía como el
heredero de la<i> polis</i> griega no consiguió romper con las determinantes de
la dinámica familiar. En este sentido Arendt sostiene que “</span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">la aparición de la esfera social, que
rigurosamente hablando no es pública ni privada, es un fenómeno relativamente
nuevo cuyo origen coincidió con la llegada de la Edad Moderna, cuya forma
política la encontró en la nación-estado” (p. 41). Las propuestas ilustradas no
consiguieron desprenderse de las condicionantes ligadas a la resolución de las
necesidades de corte biológico y entendieron al hombre como un ser laborante
más que en un ser político; por esta razón “la Edad Moderna trajo consigo la
glorificación teórica del trabajo, cuya consecuencia ha sido la transformación
de toda la sociedad en una sociedad de trabajo” (p.17)</span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Lo que Arendt sostiene es que tanto en las propuestas
liberales como en las comunistas los ideales políticos se entienden a partir de
la esfera económica. Para los primeros la función primordial del Estado-nación es
garantizar el derecho al trabajo y la defensa de la propiedad privada, mientras
que para los comunistas lo es la satisfacción de las necesidades básicas,
aunque esto signifique el sacrificio de las libertades individuales. No es que
la filósofa estuviese en contra de la idea de propiedad, el derecho al trabajo
o la justa distribución de la riqueza, lo que ella sostiene es que tales
aspectos han de atenderse, pero su procuración no debe justificar la
cancelación los derechos políticos. El resultado de estas transvaloraciones
ideológicas nos ha llevado a coartar las libertades fundamentales y la
cancelación del espacio público para defender la propiedad privada o para
sustituirla por la estatal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">El concepto del Estado-nación como el </span><i><span lang="LA" style="mso-ansi-language: LA; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">pater</span></i><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> familias</span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"> que se ocupa de las
necesidades de sus gobernados como miembros de una gran familia y la
comprensión de lo humano en términos de las variables económicas dan como resultado
que </span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">“la sociedad de masas, en la que el hombre como
animal social rige de manera suprema y donde en apariencia puede garantizarse a
escala mundial la supervivencia de la especie, es capaz al mismo tiempo de
llevar a la humanidad a su extinción” (Arendt, 2016, p.56). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l2 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">El sionismo para Arendt <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Como
mencionamos en el primer apartado, las reacciones que surgieron después del
reporte que hizo Arendt del juicio de Eichmann en Jerusalén crearon la
impresión de que ella era una pensadora antisionista, lo cual dista mucho de
ser verdad. Las críticas de Arendt al manejo del proceso – y su cuestionamiento
de las políticas israelíes hacía la población palestina – <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de ninguna manera pueden entenderse como una
descalificación al propósito del pueblo judío – del que siempre se sintió parte
– de constituirse como entidad política autónoma en su lucha por obtener los
derechos humanos fundamentales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">La
postura de Arendt con respecto al sionismo responde a lo que ella entendía como
la recuperación del espacio público desde la participación colectiva en los
términos del apartado anterior. La situación de los judíos presentaba sus
particularidades al haber estado segregados por los cristianos durante dos
milenios. En este largo periodo la forma en la que este colectivo elaboró su
situación fue enajenándose del mundo. Es en el <i>Talmud</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">, en donde </span>encontramos un mandamiento
que expresa esta manera de organizar su vida comunitaria y que es citado por el
filósofo Emile Fackenheim</span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">:</span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 21.6pt; margin-right: -4.7pt; margin-top: 0cm;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";">En este Midrash se relata que el Santo Bendito Sea, después de la
destrucción del segundo templo, hizo jurar tres promesas; una a los gentiles y
dos a los judíos. A los gentiles que no perseguirían a los judíos con demasiada
dureza porque éstos quedarían sin tierra y desprotegidos. A los judíos les hizo
jurar que no se opondrían más a los que los persiguieran y (...) que no
regresarían a Jerusalén antes de tiempo (Fackenheim, 1997, p.6).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">La
vinculación con la Tierra de Israel de la que fueron expulsados por los romanos
en el siglo I D.C. se convirtió en referente imaginario al que se recordaba en
las plegarias; el hebreo pasó a ser una lengua ritual cuyo uso se reservaba
para ese fin y, antes que participar en la vida política y luchar por sus
derechos, los judíos debían soportar las persecuciones o migrar a otros lugres
donde se tolerara su presencia; todo esto mientras no llegara el Mesías y la
redención prometida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Arendt
consideraba que esta solución había provocado una suerte de desmundanización<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn16" name="_ftnref16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">[16]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> de los
judíos, quienes para sobrevivir renunciaron a la actividad política y se
concentraron en una versión propia de la <i>vita contemplativa</i>. Con la Ilustración,
como ya se señaló en los apartados anteriores, se desmantelaron los espacios de
segregación y los judíos se vieron forzados a la asimilación que condujo a una
nueva forma de exclusión. El surgimiento del sionismo como una búsqueda de
autonomía política dentro de la nueva configuración en el entorno de los Estados-
nación fue vista por Arendt como un retorno al mundo y a la <i>vita activa</i>.
La idea de crear una entidad política en donde el destino del pueblo estuviera
regido por sus propias decisiones le pareció la forma adecuada de salir del
encierro e integrarse al conjunto de las naciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Para la
filósofa el pueblo judío debía constituirse como un pueblo entre los pueblos y
luchar como colectivo para la creación de un espacio público en donde los
individuos pudieran ejercer sus derechos en forma plena y sin restricciones en
el respeto de la pluralidad tanto al interior como con los demás colectivos. Lo
que sucedió fue que la versión del sionismo que prevaleció y que llevó a la
creación de un Estado judío no respondió a este ideal ya que el asentamiento en
Palestina llevó a los judíos a un conflicto con los colonizadores británicos y
a una lucha con los árabes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Con el
ascenso de Hitler al poder y su expulsión de Alemania, Hannah Arendt se instaló
en Francia y se vio a sí misma como refugiada. Durante este periodo – que
terminaría con su escape de los nazis que se apoderaron de ese país – trabajó
en distintas organizaciones sionistas que ayudaban a los refugiados judíos a
inmigrar a Palestina (Young-Bruehl, 2004, p.120). Sus posturas deben entenderse
como respuestas prácticas a la catástrofe que experimentaron millones de judíos
europeos. La lectura que ella hizo entonces de la situación atiende una
conclusión de sus análisis sobre la condición judía después de la Ilustración; consideraba
que la situación de parias-<i style="mso-bidi-font-style: normal;">parvenus</i>
los colocó en una indefensión que en alguna manera era también su responsabilidad.
La propuesta sionista en esos momentos se centró en la concentración de los
refugiados en Palestina dejando a un lado la intervención directa en los
procesos que estaban dándose en el resto del mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Lo que
Arendt consideraba necesario era que los judíos del mundo se abocaran a una
lucha contra el antisemitismo desde distintos frentes: el boicot a los
productos alemanes, la presión a los gobiernos de los lugares en los que vivían
para que recibieran a los refugiados y se opusieran a las políticas de Hitler e
incluso la formación de un ejército judío autónomo que peleara contra los
nazis. Pero lo que sucedió fue distinto: los dirigentes en Palestina se preocuparon
más por defender los intereses de su población y por la búsqueda de la independencia,
los jóvenes se alistaron en el ejército británico para intervenir en la guerra
y los líderes comunitarios en los países que lucharon contra Alemania se
plegaron a las políticas de sus países con respecto a los refugiados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Lo que
concluyó Arendt fue que la dinámica de los judíos advenedizos fue la que
prevaleció ya que no estuvieron dispuestos a un verdadero enfrentamiento con
los gobiernos de los países en los que vivían. En cuanto a las políticas de los
dirigentes en Palestina lo que entendió fue que actuaron siguiendo la lógica
del Estado-nación, en donde el acceso a los derechos fundamentales solamente
podía obtenerse con la obtención de la ciudadanía. La fórmula territorial
incluía la instauración de un idioma nacional, un ejército que cuidara sus
fronteras y el establecimiento de políticas que protegieran el interés del Estado.
Tanto la posición de los líderes comunitarios del mundo como la de los de
Palestina se guió por la lógica del advenedizo: buscaron sus alianzas y
definieron sus estrategias de acuerdo a la lógica del poder en lugar de
apoyarse en el pueblo judío dispersado en el mundo y en los pobladores árabes
que eran también víctimas del colonialismo europeo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 2.4pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 432.35pt;">
El programa
político sionista se convirtió en una <i>realpolitik</i> muy poco realista. En
lugar de organizar un potente movimiento popular de la comunidad judía mundial,
apoyándose en su propio poder para alcanzar sus metas, y aliándose con los
pueblos oprimidos de Oriente Próximo, Arendt piensa que el movimiento sionista
“se entregó inmediatamente a los poderosos” (Feldman, 2009, p.57). <span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Hannah
Arendt siempre se vio a sí misma como judía – se sentía parte de este pueblo –
pero su identificación nada tenía que ver con aspectos religiosos o con
supuestas herencias étnicas: “al distinguir entre judaicidad – una condición
existencial dada a la que no se puede escapar – y judaísmo – un sistema de
creencias que se puede aceptar o rechazar –, ella firmemente aceptó uno y
rechazó el otro” (p.46). El sionismo que ella defendió y del que fue activista
era uno que respondía a esta condición existencial y no el que buscaba en los
elementos tradicionales una judaicidad que convirtiera a los judíos en súbditos
de un Estado-nación que, en nombre de una tradición ancestral, se abrogara el
derecho de negar derechos tal y como ocurre actualmente.</span><sup> </sup><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn17" name="_ftnref17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><sup><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">[17]</span></sup><!--[endif]--></span></span></sup></a><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">Hannah
Arendt fue víctima de una doble marginación; la del antisemitismo europeo que
la persiguió por el solo hecho de ser judía y la de los mismos judíos que
cuestionaron su vínculo con su propio judaísmo. Gershom Scholem (1897-1982) – <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el renombrado historiador de las ideas, quien
fuera gran amigo de Walter Benjamin – en una carta que le envió a su también
amiga Hannah Arendt para reprocharle sus posturas con respecto al juicio de
Adolf Eichmann, le escribió lo siguiente: “En la tradición judía hay un
concepto difícil de definir pero de suficiente concreción, que conocemos como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ahabath Israel,</i> ‘amor al pueblo judío’.
En ti, querida Hannah, como en tantos intelectuales provenientes de la
izquierda alemana, no queda ya rastro de él” (Scholem, 1998, p.14).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">La misma
Arendt (1999) en el <i>Post Scríptum</i> de su libro da cuenta de las
descalificaciones que sufrió después de la publicación, en las cuales ciertos
comentaristas argüían que ella había afirmado que los judíos se habían
asesinado a sí mismos. Esto era, por supuesto, totalmente falso y al respecto
escribe la autora de forma sarcástica: “Y ¿por qué razón dije yo tan monstruosa
e inverosímil mentira? Por ‘odio hacia mí misma’, naturalmente” (pp.428-429). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">El
último punto que queremos resaltar de la postura crítica de Arendt al sionismo
estatista es el de la opresión de los palestinos. En artículos y entrevistas la
filósofa condenó la política militarista y anexionista del Estado de Israel,
así como la opresión de los palestinos. Desde su perspectiva el proyecto
estatista del sionismo llevó a que los judíos pasaran de ser un colectivo
perseguido a convertirse en uno opresor; de ser un pueblo al que se le negaba
el derecho a tener derechos a volverse uno que se los negaba a otro. Para
comprender cómo se produjo esta situación, la autora sostiene que fue la lógica
del advenedizo y no la del paria consciente la que prevaleció al punto de crear
un Estado que depositó su seguridad en la protección de los Estados Unidos
hasta llegar a la situación de quedar aislado del resto de la comunidad
internacional y al grado de convertirse en la nación paria del mundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">6.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Conclusiones<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Hannah Arendt vivió la experiencia del
exilio como algo personal ya que tuvo que salir de Alemania cuando le fueron
arrebatados sus derechos fundamentales. Vivió como refugiada en Francia varios
años hasta que tuvo que huir para salvar su vida y finalmente se estableció en
Estados Unidos donde vivió como apátrida mucho tiempo hasta que le fue otorgada
la ciudadanía. También fue marginada y duramente cuestionada por el pueblo
judío – del que siempre se sintió parte – debido a sus ideas y posturas, A lo
largo de su vida fue elaborando esta condición a partir de sus análisis <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en los que recurrió a la filosofía, la
historia, la literatura y las ciencias sociales. Lo que fue descubriendo es que
el exilio no se reduce a la separación de la tierra en la que se nació o al
idioma que se habla<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftn18" name="_ftnref18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, sino más bien, al hecho de
perder el derecho a tener derechos, es decir, a ser marginada de la comunidad
de los hombres. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
En su búsqueda intelectual por entender
cómo llegó a esta situación hizo una exploración genealógica de los valores humanos
fundamentales desde la Antigüedad hasta la actualidad, pasando por la
Ilustración, y encontró que en la consolidación del Estado-nación la creación
de parias se convirtió en una de sus operaciones fundamentales. Millones de
seres humanos viven como personas a las que los derechos fundamentales les son
negados y son víctimas de explotaciones y vejaciones. Estos son para Arendt los
exiliados del mundo, tal y como lo fueron los judíos después de la Ilustración.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; tab-stops: 14.2pt;">
Lo que descubre Arendt es que el paria
reacciona de distintas maneras a su condición: se desentiende del mundo, se
convierte en un <i>parvenu</i> o se vuelve conciente de su situación y se
rebela contra ella, demandando que le sean reconocidos sus derechos
fundamentales. Es con esta última postura con la que se identificó y destinó
todos sus esfuerzos para luchar por un mundo en el que nadie fuera exiliado a
no tener derecho a tener derechos. En este sentido podemos describir su obra
como una suerte de bitácora en la que nos es posible leer las experiencias de
una viajera que descubrió que su hogar era el mundo y sus compatriotas todos
los seres humanos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">7.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Bibliografía citada<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Arendt,
Hannah (1974) Orígenes del totalitarismo, Madrid: Taurus Ediciones<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">_____________
(1999) <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Eichmann en Jerusalén. Estudio
sobre la banalidad del mal<i> </i></span>(Ribalta, Carlos, Trad.) Barcelona:
Lumen.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">____________ (2001) <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Hombres en tiempos de oscuridad, Edición Completa y Revisada (Ferrari,
Claudia y Serrano de Haro</span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">,
Agustín. Trad.) Barcelona: </span>Gedisa</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoListParagraph" style="mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">____________ (2004) La tradición oculta. (Carbó,
R.S. Trad.) Barcelona: Paidós<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">____________
(2016) <span style="mso-bidi-font-style: italic;">La condición humana, (Cruz</span>,
Manuel, Intr.) México: Paidós, México.<i><o:p></o:p></i></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">6.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Balzer
B. (1995) Introducción. <i>Henich Heine, Gedichte – Auswahl</i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">,</span> Antología Poética, Edición bilingüe,
(Balzer B. Trad. E Intr.) (pp-9-64), Madrid: Ediciones de la Torre <o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">7.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Dubnov,
Simón (1951) El precio de la Emancipación – El decreto de 1806<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">, </span><span style="mso-bidi-font-style: italic;">Historia Universal del Pueblo Judío</span>, (Tomo VIII) (pp. 55-69)
Buenos Aires: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Editorial S. Sigal, <o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">8.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Fackenheim
Emile (1997) La Shoah como evento sin precedentes en la historia, la filosofía
y la teología (en hebreo) <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Reflexiones
Filosóficas y Teológicas sobre la Shoah- I; cuaderno de fuentes para el seminario
del profesor Eliezer Schwied </span>(en hebreo) (pp.1-7) Jerusalén: Universidad
Hebrea<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">9.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Feldman
Ron H. ((2009) Introducción<i>, </i>Arendt, Hannah. <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Escritos Judíos, (Kohn Jerome y Feldman</span>, Ron H. Edit.)
(pp.42-76) Madrid: Magnum. <o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="EN-GB" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">10.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="EN-GB" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Hirsch, Rafael S. (1995) <span style="mso-bidi-font-style: italic;">The Nineteen Letters About Judaism</span>, Jerusalén-Nueva York: Feldheim
Publishers <o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">11.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="EN-GB" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">History (2017) The New School for Social Research. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Recuperado
de </span><a href="https://www.newschool.edu/nssr/history/"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">https://www.newschool.edu/nssr/history/</span></a><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"> <o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">12.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Katz,
Jacob (1975) La Emancipación judía y los estudios judaicos. <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Dispersión y Unidad</span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">, </span>No. 15, Organización Sionista
Mundial, Jerusalén, (pp. 118-126).<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">13.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Kohn,
Jerome (2009) Prefacio. Arendt, Hannah<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">Escritos Judíos (Kohn, Jerome y Feldman, Ron
H., Edit.)</span>, (pp.11-32) Madrid: Magnum, Madrid, 2009.pp. 11-32.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">14.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Marx, Karl
(1967) Sobre la cuestión judía. <span style="mso-bidi-font-style: italic;">La
Sagrada Familia y otros escritos filosóficos de la primera época,</span> (Roces,
Wenceslao. Trad.), (pp. 16-44). México: Grijalbo<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">15.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Pilatowsky
Mauricio (2014) <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Las voces desterradas:
Reflexiones en torno a los imaginarios judíos, México: </span>UNAM Plaza y
Valdés<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">16.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="EN-GB" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Scholem, Gershom (1998) Gershom Scholem a Hanna
Arendt. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Intercambio epistolar entre Gershom Scholem y
Hanna Arendt con motivo de la publicación de Eichmann en Jerusalén (Serrano de
Haro, Agustín. Trad.) Raices N° 36 (pp.12-15) Madrid <o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l4 level1 lfo3; text-align: left; text-indent: -21.8pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="EN-GB" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">17.<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="EN-GB" style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: major-latin; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Young-Bruehl, Elisabeth, Hannah Arendt: <i>For the
Love of the World</i>, Yale University Press, New Haven and London, 2004.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
<br /></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Para los datos biográficos hemos consultado una de las biografías más
autorizadas: Young-Bruehl, Elisabeth (2004) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hannah
Arendt: <span style="mso-bidi-font-style: italic;">For the Love of the World</span></i>,
New Haven and London: Yale University Press.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 9.0pt; text-indent: -9.0pt;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Para ilustrar cómo surge este
movimiento y cuáles son sus argumentos ver: Hirsch, Rafael S. (1995) <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">The
Nineteen Letters About Judaism</span></i>, Jerusalén-Nueva York: Feldheim
Publishers. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Tan solo algunos nombres pueden ejemplificar este movimiento; Albert Einstein,
Sigmund Freud, Karl Marx, Walter Benjamin, Hermann Cohen, Franz Rosenzweig,
Martín Buber, León Trotsky, Rosa Luxemburgo, Franz Kafka, Heinrich Heine,
Gershom Scholem, y, por supuesto, la misma Hannah Arendt.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Expresión utilizada por Arendt en muchos de sus escritos<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Este aspecto de la vida de Arendt fue tratado en el capítulo Pilatowsky,
Mauricio (2014) “<i>Hannah Arendt: una luz en tiempos de oscuridad”. Las voces
desterradas: Reflexiones en torno a los imaginarios judíos</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">, (pp.95-99)<i> </i>México: </span>UNAM
Plaza y Valdés<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Hannah Arendt (1999) <i>Eichmann en Jerusalén. Estudio sobre la banalidad del
mal</i> (Ribalta, Carlos, Trad.)<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Barcelona: Lumen<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Más adelante le dedicaremos un espacio especial a estos dos temas.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Eichmann participó en el juicio sentado dentro de una cabina de cristal
blindado para evitar que fuera víctima de un atentado. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-fareast-language: ES-TRAD;"> Este término compone el subtítulo del
libro sobre el reporte del juicio.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Un claro ejemplo de esto fue la negativa a traducir sus obras al hebreo. En el
año 2010, sesenta años después de su publicación se tradujo <i>Los orígenes de
Totalitarismo.</i><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"> History (2017) The New School for
Social Research. </span>Recuperado de <a href="https://www.newschool.edu/nssr/history/">https://www.newschool.edu/nssr/history/</a>
<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn12" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="tab-stops: 5.0cm;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Hannah Arendt (2004) <i>La
tradición oculta</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> (Carbó, R.S,
Trad.)</span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">, Barcelona: </span>Paidós,
Barcelona. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn13" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 7.1pt; text-indent: -7.1pt;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Karl Marx (1967) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sobre la cuestión judía. <span style="mso-bidi-font-style: italic;">La Sagrada Familia y otros escritos
filosóficos de la primera época</span></i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> (pp.16-44) </span>(Roces, Wenceslao, Trad.) México: Grijalbo<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn14" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
En los términos del punto de vista del que hace gala Arendt a lo largo de los
ensayos de este volumen, la importancia de Lazare como modelo de lo que
significa ser un paria político, difícilmente puede sobreestimarse. Es
importante señalar que Hannah Arendt editó la primera recopilación de los
ensayos de Lazare traducidos al inglés. <i>Job’s Dungheap </i>(1948), y
escribió una pequeña biografía para que acompañase a dicho volumen. Arendt no
solamente extrajo de la obra de Lazare muchas de sus propias ideas acerca de la
historia judía y del sionismo (es de él de quien Arendt toma prestados los
términos “paria” y “advenedizo”), sino que la experiencia de aquél, como judío
declarado y que es expulsado de la comunidad judía por su posición crítica,
guarda un estrecho paralelismo con la experiencia de la propia Arendt (Feldman,
2009, p.59).<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn15" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref15" name="_ftn15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
La cita está tomada de Hobbes, <i>Leviatán</i>, parte I, cap. 13.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn16" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref16" name="_ftn16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Si los judíos estaban tan ciegos políticamente que no comprendieron las
implicaciones de sus propias acciones y de las de sus oponentes, ello fue el
resultado de lo que Arendt considera que es la clave de la historia judía en el
periodo moderno: la <i>desmundialización </i>de los judíos. <span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;">(Feldman 2009, pp.48-49) <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn17" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref17" name="_ftn17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-GB;"> <span lang="EN-GB">“</span></span><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">Arendt was a Zionist for practical
political reasons, because she knew that her people needed a place to live, and
not for religious or cultural reasons. She was enthusiastic about the social
and political opportunities Palestine offered Jewish settlers, but she opposed
what she later called “Palestine-centered Zionism” (</span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;">Young-Bruehl, 2004, p.139)<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn18" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/TORRES%20DE%20LUCA/Hannah%20Arendt%20y%20la%20elaboraci%C3%B3n%20te%C3%B3rica%20de%20su%20propio%20exilio.docx#_ftnref18" name="_ftn18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-language: HE; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Ella escribió una parte importante de su obra en inglés.<o:p></o:p></div>
</div>
</div>
<span style="background-color: white; color: #111111; font-family: Arial, Helvetica, Verdana; font-size: 14px;"></span>Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-76094724778182610792017-12-24T12:46:00.002-08:002017-12-24T12:46:46.234-08:00Bajo Palabra. Revista de Filosofía. Universidad Autónoma de Madrid. ISSN-1576-3935 La violencia en México y los itinerarios de su memoria; algunos apuntes para la reflexión<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<h2 style="color: #111111; font-family: Georgia, "Times New Roman", Times, serif; font-weight: normal; margin: 0em 1em 0.5em 0em; padding-top: 0.5em;">
Publicado en:</h2>
<div>
Bajo Palabra enlace: https://revistas.uam.es/bajopalabra/article/view/8995/9251</div>
<h2 style="color: #111111; font-family: Georgia, "Times New Roman", Times, serif; font-weight: normal; margin: 0em 1em 0.5em 0em; padding-top: 0.5em;">
Núm. 15 (2017)</h2>
<h3 style="color: #111111; font-family: Georgia, "Times New Roman", Times, serif; font-weight: normal; margin: 0em 1em 0.5em 0em; padding-top: 0em;">
Monográfico: La Violencia y sus Formas</h3>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span class="MsoHyperlink"><b>Resumen<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span class="MsoHyperlink">En el siguiente
trabajo se aborda el tema de la violencia en México a partir de dos teorías complementarias:
el psicoanálisis y la memoria histórica. Siendo éste un tema muy vasto y
complejo no se pretende un análisis que reúna todos los elementos que confluyen
en la manera y la intensidad con la que se expresa la violencia: es más bien el
bosquejo de algunas posibles pistas que ayuden a comprender lo particular de
este tipo de expresión en un país como México. Del psicoanálisis rescatamos el
papel que se le confiere al binomio padre-madre como elemento represor de la
agresión; de la historia particular de México destacamos cómo para la
configuración del imaginario nacional se recurre a la imagen de un padre
violento, abusivo y explotador y una madre sumisa, sometida y deteriorada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span class="MsoHyperlink"><b>Palabras clave<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span class="MsoHyperlink">Violencia,
psicoanálisis, historia de México<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span class="MsoHyperlink"><b>Abstract<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span class="MsoHyperlink"><span lang="EN-GB">The
following paper addresses the subject of the violence in Mexico from the
perspective of two complementary theories: psychoanalysis and historical
memory. Because this is a very vast and complex subject it is not our intention
to offer here an analysis that gathers all the elements which converge in the
way and intensity with which violence is expressed: it is rather the outline of
some possible hints that could help to understand the peculiarities of this
type of expression in a country like Mexico. From the psychoanalysis we recover
the role which is given to the pairing father-mother to repress the aggression;
from the History of Mexico we underline how the figure of a violent, abusive
and exploitive father and a submissive, obedient and deteriorated mother is
used to build the national imaginary. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span class="MsoHyperlink"><b><span lang="EN-GB">Keywords<o:p></o:p></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span class="MsoHyperlink"><span lang="EN-GB">Violence,
psychoanalysis, History of Mexico<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i>No vale nada la
vida<br />
la vida no vale nada<br />
<br />
comienza siempre llorando<br />
y así llorando se acaba<br />
por eso es que en este mundo<br />
la vida no vale nada <o:p></o:p></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
(José Alfredo Jiménez)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 14.2pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><b>1.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Presentación<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
La noche del
26 de septiembre del 2014, en un poblado mexicano llamado Ayotzinapa que se
encuentra en el Estado de Guerrero, desaparecieron 43 estudiantes normalistas<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Este crimen tuvo una difusión internacional, se realizaron manifestaciones de
repudio en muchos países del mundo incluyendo a España. Desgraciadamente lo
ocurrido entonces no fue un caso aislado, en la última década se estima que han
sido asesinadas más de cien mil personas en México. El gobierno alega que son
menos, todos los reportes de organizaciones no gubernamentales aseguran que son
más. El discurso oficial adjudica la violencia a lo que llaman “crimen
organizado” sin embargo, es de todos conocido que entre las víctimas nos
encontramos a dirigentes políticos, activistas de organizaciones civiles,
reporteros, inmigrantes centroamericanos y muchos civiles. Las redes de
corrupción y las complicidades desdibujan las fronteras entre las autoridades y
los criminales; en todos los niveles de gobierno la violencia es una forma de
administrar el poder.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
No queda
claro por qué el crimen de Ayotzinapa generó una reacción tan virulenta
mientras que el resto de los asesinatos no han despertado la misma indignación.
Esto por sí mismo podría ser tema de un extenso análisis que dejaremos
pendiente por economía de espacio, pero que no deja de ser relevante para
comprender la manera en la que se reacciona frente a las expresiones de la violencia
en el caso de México. Tampoco pretendemos en un espacio tan limitado el dar
cuenta de un problema tan complejo que ha sido estudiado desde diversas
perspectivas sin haberlo agotado. Nuestra intensión en esta breve intervención
es trazar algunas líneas a manera de bosquejo para contribuir con algunas ideas
que ayuden a su mejor comprensión.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
De manera un
poco esquemática iremos de lo general a lo particular: primero presentaremos
algunas de las contribuciones centrales que aporta el psicoanálisis para la comprensión
de la violencia tanto en las formaciones individuales como en las colectivas;
luego abordaremos muy someramente lo relativo a la configuración de los
imaginarios sociales y el papel de la narrativa en éstas construcciones
sociales y finalmente, a partir de lo recuperado en las dos primeras partes,
buscaremos identificar algunos de los ingredientes particulares de la violencia
en México y su forma de expresarse. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><b>2.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Debate sobre el origen de la violencia<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
En los
debates sobre la violencia nos encontramos generalmente con dos posturas: la
que sostiene que el hombre no es violento por naturaleza y la que asume que
ésta es parte estructural de su ser. En 1989 la <b>Organización de la Naciones
Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura</b> (UNESCO) publicó una
declaración que afirma: “Algunos mantienen que la violencia y la guerra no
cesarán nunca, porque están inscritas en nuestra naturaleza biológica. Nosotros
decimos que no es verdad.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a>
En esta declaración se hace también la siguiente afirmación en la segunda
cláusula: “Científicamente es incorrecto decir que nunca se podrá suprimir la
guerra porque forma parte integrante de la naturaleza humana.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Este documento se ha convertido en un lugar común de referencia por lo que
consideramos conveniente ponerlo como representativo de los que niegan que exista
una base natural en el comportamiento violento del ser humano.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
En el marco
de este debate sobre el lugar que ocupa la violencia en la estructura del ser
humano nos encontramos con un intercambio epistolar entre dos de los
científicos más importantes del siglo pasado: Albert Einstein y Sigmund Freud.
Este diálogo fue motivado por la <b>Liga de las Naciones</b> que en 1932 le
pidió al físico alemán elegir a otro científico para desarrollar un intercambio
de ideas y escogió al médico austriaco. Para introducir la misiva, Einstein le
escribe a Freud que lo invita a pensar juntos si: “¿Hay algún camino para
evitar a la humanidad los estragos de la guerra?”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Como parte de la justificación le comparte su opinión sobre las razones que
llevan a la guerra: <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 59.1pt; margin-top: 6.0pt;">
¿Cómo es que estos procedimientos logran despertar en
los hombres tan salvaje entusiasmo, hasta llevarlos a sacrificar su vida? Sólo
hay una contestación posible: porque el hombre tiene dentro de sí un apetito de
odio y destrucción. En épocas normales esta pasión existe en estado latente, y
únicamente emerge y se desencadena como acto efectivamente destructivo en
circunstancias inusuales; pero es relativamente sencillo ponerla en juego y
llevarla hasta su exaltación en el poder de un delirio o una psicosis colectiva.
Aquí radica, tal vez, el quid de todo el complejo de factores que estamos
considerando, un enigma que el experto en el conocimiento de las pulsiones
humanas puede resolver.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
En su misiva
de invitación al fundador del psicoanálisis como un “experto” en las pulsiones
para que se pronuncie sobre el tema, el físico comparte que en su opinión la
violencia está siempre latente y que se manifiesta en circunstancias
“inusuales”, o dicho en otras palabras, sostiene que por lo general el ser
humano no es violento y que esto es lo natural. Como comenta uno de sus
biógrafos a “Freud no le entusiasmo mucho la tarea”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>
pero aun así le respondió y dejó muy clara su postura con respecto a la
naturaleza de la violencia: <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 6.0pt;">
Pues bien, los conflictos de intereses
entre los hombres se zanjan en principio mediante un expediente somero: la
violencia, es decir el recurso a la fuerza impositiva sobre otro u otros. Así
es en todo el reino animal, del que el hombre haría bien en no excluirse tan
fácilmente; además en el caso del animal humano se suman todavía conflictos de
opiniones, que pueden alcanzar incluso hasta el máximo grado de la abstracción
y que como tales parecerían requerir de otros expedientes para resolverse. […]
Al introducirse las armas, ya la superioridad intelectual o simplemente mental
empieza a ocupar el lugar de la fuerza muscular bruta e incluso a la habilidad,
el más listo sustituye entonces al más hábil o al más fuerte; pero, el
propósito último [el objetivo final] de la lucha o de la disputa sigue siendo
el mismo.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
La respuesta
de Freud no deja lugar a dudas, si realmente buscamos contener la violencia
debemos partir del reconocimiento del lugar que ocupa en la conformación de la
naturaleza humana tanto en lo individual como en lo colectivo. Un análisis
profundo sobre sus causas así como todo tratamiento de sus manifestaciones debe
partir de esta consideración. De acuerdo a esto veamos someramente cómo lo
expone el psicoanálisis.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-indent: -36.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><b>3.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>La contribución del psicoanálisis al tema de la violencia<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
El psicoanálisis surgió en el ámbito de la medicina. Tanto
Sigmund Freud como sus colaboradores más cercanos eran médicos que se
especializaron en los trastornos mentales. Este es un hecho fundamental que no
hay que perder de vista cuando se recuperan sus teorías sobre el ser humano.
Las conclusiones a las que se han llegado en estos cien años de práctica
psicoanalítica provienen fundamentalmente de los consultorios médicos, de la
información que se obtiene en las terapias clínicas. En congresos y
publicaciones los especialistas comparten sus hallazgos y van contribuyendo al
mejor entendimiento de la psique humana.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
A partir de las herramientas analíticas que se utilizan en el
trabajo clínico el psicoanálisis ha podido observar que las narrativas sociales
pueden ser estudiadas como las de los pacientes. Los mitos, las fábulas, la
literatura, o las imágenes o formas que se expresan en el arte pictórico o en
esculturas, monumentos o edificios; expresiones de la vida cotidiana como
refranes o chistes, todos estos aspectos que conforman lo que conocemos como
patrimonio cultural puede ser analizado con las técnicas del psicoanálisis. En
los trabajos de Freud vemos innumerables ejemplos de esto, entre los más
conocidos son sus estudios sobre la mitología griega de donde tomó los nombres
para describir los procesos psíquicos como es el caso del “complejo de Edipo”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a>;
también hizo estudios muy profundos sobre las obras de Shakespeare, o las de
Leonardo Da Vinci o Miguel Ángel. Al final de sus días se abocó al análisis de
los mitos hebreos, en particular la figura de Moisés. En todos estos ejemplos
podemos observar cómo las expresiones culturales se convirtieron en material de
análisis y contrastación con la información que provenía de las terapias. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Para poder realizar estos estudios culturales el fundador de
psicoanálisis se apoyó en el cúmulo de información que provenía de todos los
ámbitos de saber, su gran erudición lo llevó también a las aportaciones de la
arqueología, antropología y biología. Es así como encontró en los hallazgos de
estos saberes confirmaciones para lo que descubrió en el tratamiento de los
trastornos individuales. Los estudios sobre las culturas primitivas y en
particular lo relativo al totemismo junto con los avances en las teorías de la
evolución en el campo de la biología le permitieron construir una hipótesis
sobre el surgimiento de la civilización que correspondiera a los resultados que
observaban, él y sus colegas, en los pacientes que trataban. En su libro <b>Tótem
y Tabú<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[9]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></b>
podemos dar seguimiento a esta investigación. En el centro de su incursión por
la antropología se encontraba una situación que aparecía en las narrativas de
los pacientes, en la interpretación de sus sueños y como factor fundamental de
todos los trastornos: <<el del="" incesto="" tab="">>.<o:p></o:p></el></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Por medio de la terapia psicoanalítica los pacientes remiten a
una ambivalencia con respecto al incesto: por un lado se relacionan a este tipo
de deseos con un rechazo que contiene repulsión y mucha ansiedad y por el otro,
y en forma ambivalente dan cuenta en sus recuerdos de la infancia de momentos de deseo por los miembros del
primer círculo familiar lo cual se acompaña de sentimientos de culpa y
negación. A partir de esta ambivalencia se desarrolla toda la teoría del
psicoanálisis sobre la estructura edípica haciendo alusión a la tragedia
griega.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Al revisar las expresiones culturales el fundador del psicoanálisis encontró cómo
esta ambivalencia con respecto a los deseos incestuosos y su represión estaba
siempre presente. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Para el científico la explicación debía encontrarse en el
proceso evolutivo del ser humano en algún momento remoto de su desarrollo como
especie. Con esta inquietud estudio las aportaciones en este campo y llegó a la
conclusión de que debió haber habido una adaptación de ciertos primates en el
que para responder a ciertas demandas circunstanciales se prohibieron el tener
relaciones sexuales con el primer círculo familiar. Lo que encontramos en la
naturaleza es que en este tipo de animales hay manadas donde un macho acapara a
las hembras y expulsa a los machos. Cuando uno de los hijos es más fuerte, mata
al padre, generalmente se lo come, y repite el ciclo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Freud construye una situación hipotética, imposible de probar,
más bien una especie de mito que ayude a comprender la estructura de la psique
de esta especie de primates que somos nosotros. A partir de las conclusiones en
la clínica, los estudios de las expresiones culturales y con la información de
antropólogos y biólogos supone que a lo largo de miles de años, en ciertas
manadas, los machos jóvenes fueron rompiendo el ciclo e instaurando una nueva
dinámica de comportamiento. En su narración del mito del parricidio original
nos comenta lo siguiente:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto;">
Un
día los hermanos expulsados se aliaron, mataron y devoraron al padre, y así
pusieron fin a la horda paterna. Unidos osaron hacer y llevaron a cabo lo que individualmente les habría sido
imposible. (Quizás un progreso cultural, el manejo de un arma nueva, les había
dado el sentimiento de superioridad.) Que devoraran al muerto era cosa natural
para unos salvajes caníbales. El violento padre primordial era por cierto el
arquetipo envidiado y temido por cada uno de los miembros de la banda de
hermanos. Y ahora, en el acto de la devoración, consumaban la identificación
con él, cada uno se apropiaba de una parte de su fuerza.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
Con esta
descripción Freud expone lo que localiza en los pacientes en una proyección
hipotética que facilita la comprensión y de alguna manera sirve para imaginar
cómo debió haber sido el proceso evolutivo. Supone que lo que rompió el ciclo
de la violencia original fue una especie de acuerdo o pacto pulsional de los
hermanos que se unieron para matar al padre y que después de hacerlo y
comérselo desarrollaron una “conciencia” de lo que hicieron. Esta “desviación”
explica el surgimiento del “sentimiento de culpa” en los seres humanos y su
poder de control sobre las pulsiones. De vuelta al mito del parricidio lo que
supone el psicoanalista es que al matar al padre se presenta la conciencia de la propia muerte y
se teme la retaliación del progenitor, pero como también se le admira y se le
consideraba un protector, el sentimiento es ambivalente; amor-odio, rechazo y
veneración. Para evitar que la violencia se reproduzca sin control los hermanos
pactan restringir la sexualidad y prohibirse las relaciones con las hembras de
la manada instituyendo el tabú del incesto como ley y colocando al padre
ingerido como vigilante de este control. Por esto es que Freud considera al
padre muerto como el vigilante del cumplimiento de la ley<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
Con la
descripción de esta situación hipotética Freud explica lo que se encuentra en
la estructura básica de la psique humana: una ambivalencia con respecto al
deseo incestuoso donde se puede observar una atracción-repulsión a la madre y
un amor-odio al padre. Es importante señalar que para Freud estas ambivalencias
se presentan tanto en los hombres como en las mujeres aunque de manera
distinta. En cada caso singular las atracciones, repulsiones, afecciones y
odios se manifiestan con sus particularidades y dependiendo de las experiencias
concretas de los analizados. No existe un esquema aunque si podemos localizar
ciertas constantes. Las pulsiones
sexuales constituyen un elemento central del organismo y son parte de nuestra
naturaleza desde el nacimiento aunque existen distintas intensidades y manifestaciones
dependiendo del desarrollo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-right: 30.75pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<span lang="ES-TRAD">Los
hallazgos extraordinariamente frecuentes de mociones sexuales que se creían
excepciones y casos atípicos en la infancia, así como la revelación de los
recuerdos infantiles de los neuróticos, hasta entonces inconcientes,<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[13]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
permiten quizá trazar el siguiente cuadro de la conducta sexual en ese período:
Parece seguro que el neonato trae consigo gérmenes de mociones sexuales que
siguen desarrollándose durante cierto lapso, pero después sufren una progresiva
sofocación; esta, a su vez, puede ser quebrada por oleadas regulares de avance
del desarrollo sexual o suspendida por peculiaridades individuales. Nada
seguro se conoce acerca del carácter legal y la periodicidad de esta vía
oscilante de desarrollo. Parece, empero, que casi siempre hacia el tercero o cuarto año de vida del niño su
sexualidad se expresa en una forma asequible a la observación. <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Las conclusiones de los psicoanalistas sobre la configuración de
la psique humana en general y de la naturaleza de las pulsiones violentas en
particular que surgen en las prácticas terapéuticas se ven respaldados por los hallazgos
históricos y antropológicos así como por los estudios en el ámbito de la
cultura. En mitos, leyendas, sagas, expresiones artísticas, poemas y
narraciones populares podemos encontrar ciertos elementos que confirman lo que
ya hemos señalado: que la violencia sí es parte constitutiva de la naturaleza
humana y que la sociedad surge y se desarrolla a partir de los mecanismos que
el hombre instrumenta para controlarla aunque no consiga erradicarla. Lo que
también encuentra el psicoanálisis es que existe un determinado progreso en el
manejo de estás pulsiones que se va trasmitiendo de generación en generación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-right: 30.75pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Si
los procesos psíquicos no se continuaran de una generación a la siguiente, si
cada quien debiera adquirir de nuevo toda su postura frente a la vida, no
existiría en este ámbito ningún progreso ni desarrollo alguno. En este punto
surgen dos nuevas cuestiones: conocer el grado de continuidad psíquica que se
puede suponer en la serie de las generaciones, y los medios y caminos de que se
vale una generación para trasferir a la que le sigue sus estados psíquicos.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[15]</span></sup><!--[endif]--></sup></a> <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-right: 30.75pt; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
La transferencia de la que habla Freud nos remite al desarrollo
cultural donde el lenguaje ocupa un lugar central, por medio de la palabra el
hombre consigue una trasmisión intersubjetiva incorporándose colectivamente a
las normas y transgeneracional ya que se pasa de una generación a otra. La
estructura familiar ocupa un lugar central en esta transferencia y por lo mismo
en la forma en la que se manejan las pulsiones violentas. En la formación de la
psique individual el lugar que ocupan los padres es fundamental. El que aparece
en el imaginario como el que establece y vigila el cumplimiento de la <<ley>
es el <<padre>>, temido y admirado su papel en el desarrollo
individual y colectivo es fundamental. El lugar que ocupa la
<<madre>> no es menos importante, <<objeto de="" deseo="" reprimido="">>,
imagen de la que da la vida y la procura es la que se identifica como la
trasmisora de la tradición y la que legitima al <<padre>> como
guardián de la <<ley>>. Es importante recalcar que se habla de
figuras construidas y no de realidades objetivas, no se hace una clasificación
empírica ni una generalización a partir de un modelo, hombres y mujeres concretos
que se convierten en padres y madres dentro de un marco cultural y que educan a
sus hijos dentro de una tradición trasmitida en una lengua, desde una narrativa
que contiene ingredientes nacionales, religiosos y culturales se conviertes en
<<padres>> y <<madres>> dentro del imaginario
colectivo.<o:p></o:p></madres></padres></ley></padre></objeto></madre></padre></ley></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
En este sentido debemos advertir que la configuración de los
imaginarios colectivos es diferente en cada formación cultural, su manera de
operar no es la misma. A continuación apuntaremos algunos de los elementos
centrales que se encuentran en la configuración de los imaginarios mexicanos
relativos a los papeles del <<padre>> y la <<madre>> en
el manejo de la violencia.<o:p></o:p></madre></padre></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b>4.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>La colonización del
imaginario mexicano <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-indent: -36.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><b>4.1.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b> Las comunidades
imaginarias<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Para el análisis de algunos ingredientes particulares de las
manifestaciones de la violencia en México relativos a la transferencia
cultural habrá que identificar cómo se
configuraron los papeles del <<padre> y <<madre>> a partir
de la narrativa que <<hermana>> a los miembros de este
colectivo. Antes de adentrarnos en esta
empresa sería propicio aclarar que nos referimos a <<m xico="">> como
<<naci imaginaria="" n="">>, aquí tomamos el término de Benedict Anderson
cuando dice:<o:p></o:p></naci></m></hermana></madre></padre></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<span lang="ES">Así pues,
con un espíritu antropológico propongo la definición siguiente de la nación:
una comunidad política imaginada como inherentemente limitada y soberana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<span lang="ES">Es <i>imaginada</i>
porque aun los miembros de la nación más pequeña no conocerán jamás a la
mayoría de los miembros, no los verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero
en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a></span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Lo que nos dice el autor puede aplicarse a cualquier nación donde
la inmensa mayoría de sus habitantes no se conocen y no podrán hacerlo nunca,
de hecho se <<hermanan>> con personas que vivieron antes que ellos
sin ser sus familiares y se comprometen con aquellos que vendrán después de su
muerte. A diferencia de los vínculos concretos donde existe una relación
existencial real como con los familiares, vecinos, compañeros de escuela, trabajo,
iglesia o centro social, las comunidades imaginarias sólo existen en las
narrativas, en las mentes y en los relatos. Sin embargo, su carácter virtual no
las hace menos significativas, de hecho los llamados sentimientos nacionales se
fomentan y movilizan a partir de esta vinculación imaginada. Las personas
sacrifican sus vidas por la nación imaginaria, desarrollan filias y fobias
donde se protege a los <<propios>> y se excluye a los
<<ajenos>>; para millones de seres humanos que escapan de la
persecución o buscan mejorar sus condiciones de vida en otros países el ser o
dejar de ser parte de un colectivo imaginario es determinante. El historiador
Eric Hobsbawm busca darle una respuesta a la interrogante sobre la
configuración de las naciones y hace suya la definición de Anderson para ir más
allá de ella. En su análisis del
surgimiento de los nacionalismos nos comenta:<o:p></o:p></ajenos></propios></hermanan></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Utilizando
la útil expresión de Benedict Anderson, diremos que es una «comunidad
imaginada» y sin duda puede hacerse que esto llene el vacío emocional que deja
la retirada o desintegración, o la no disponibilidad, de comunidades y redes
humanas<i> <b>reales</b></i>, pero sigue en
pie el interrogante de por qué la gente, después de perder las comunidades
reales, desea imaginar este tipo concreto de sustituto. Puede que una de las
razones sea que en muchas partes del mundo los estados y los movimientos
nacionales podían movilizar ciertas variantes de sentimientos de pertenencia
colectiva que ya existían y que podían funcionar, por así decirlo, potencialmente
en la escala macropolítica capaz de armonizar con estados y naciones modernos.
A estos lazos los llamaré «protonacionales».<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Para fomentar una unión artificial con personas desconocidas y
que no se conocerán jamás las narrativas que se trasmiten colectivamente y de
generación en generación recurren a distintos referentes: territorios, lenguas,
personajes míticos, divinidades, ideales, entre otras cosa. En ocasiones se
mezclan elementos dependiendo las particularidades del colectivo en cuestión. El
nacionalismo judío se configuró recurriendo a la creencia de una promesa divina
ligada a un territorio mientras que los estadounidenses configuraron su
nacionalismo a partir del ideal abstracto de la <<libertad>>. Para
los alemanes la <<lengua>> y la <<raza>> fueron
determinantes mientras que para los españoles el catolicismo fue fundamental.
En cada caso concreto podemos identificar los elementos protonacionales que se
utilizaron en la configuración de los imaginarios, en este sentido pasaremos al
caso concreto del nacionalismo mexicano.<o:p></o:p></raza></lengua></libertad></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-indent: -36.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><b>4.2.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b> El imaginario de <<la mexicana="" n="" naci="">><o:p></o:p></la></b></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
El nacionalismo mexicano se configuró a partir de la narrativa
del <<encuentro culturas="" de="" fusi="" n="" y="">>: por un lado la de los
habitantes que vivían en parte de actual territorio norteamericano, en lo que
hoy es México y en lo que actualmente ocupan algunos de los países
centroamericanos y por el otro la de los españoles que llegaron en el siglo
XVI. En esta construcción de la <<naci mexicana="" n="">> el componente
central es el de la <<mezcla>> que se describe como
<<mestizaje>>, con este término se pretende unificar
imaginariamente a los miembros de este colectivo. José Vasconcelos (1882-1959),
quién fue Rector de la UNAM, Secretario de Educación Pública, impulsor de las
misiones educativas, creador de un sistema de bibliotecas públicas y quién
apoyo a los muralistas mexicanos, escribió un texto en el año de 1925 donde
buscó darle un sentido trascendente al mestizaje como elemento configurador del
nacionalismo mexicano. En su obra que tituló <i>La raza cósmica</i> escribió lo
siguiente:<o:p></o:p></mestizaje></mezcla></naci></encuentro></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-right: 30.6pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<span lang="ES">Comienza a advertirse este mandato de la Historia
en esa abundancia de amor que permitió a los españoles crear una raza nueva con
el indio y con el negro; prodigando la estirpe blanca a través del soldado que
engendraba familia indígena y la cultura de Occidente por medio de la doctrina
y el ejemplo de los misioneros que pusieron al indio en condiciones de penetrar
en la nueva etapa, la etapa del mundo Uno. La colonización española creó
mestizaje; esto señala su carácter, fija su responsabilidad y define su
porvenir. (...) El objeto del continente nuevo y antiguo es mucho más
importante. Su predestinación obedece al designio de constituir la cuna de una
raza quinta en la que se fundirán todos los pueblos, para reemplazar a las
cuatro que aisladamente han venido forjando la Historia. En el suelo de América
hallará término la dispersión, allí se consumará la unidad por el triunfo del
amor fecundo, la superación de todas las estirpes.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a>
</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
En esta visión romántica de la colonización se exalta el hecho
mismo de la mezcla dándole una dimensión <<c smica="">>; se califica
como un acto <<amoroso>> y se coloca del lado masculino al soldado
español y del femenino a la mujer indígena. La conquista se presenta como una
<<empresa>> cuya violencia se justifica como parte de un plan
divino que permitió el fin de la dispersión y la configuración de una <<quinta raza="" universal="">>. Vasconcelos le da una interpretación a los sucesos
históricos que dista mucho de la realidad pero que consigue resignificar la
conquista en términos positivos para brindarle al miembro del imaginario mexicano
un elemento de cohesión.<o:p></o:p></quinta></empresa></amoroso></c></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Es importante hacer hincapié en el aspecto de la sexualidad
reproductiva que Vasconcelos describe como <<amorosa>>. Según su
relato el soldado español “engendraba familia indígena”, es decir que los
papeles de <<padre>> y <<madre>> están claramente
asignados desde el punto de vista cultural. <<la mexicana="" n="" naci="">>
tiene como padre al soldado español, como <<madre>> a la indígena,
como ejemplo a los misioneros y los <<hijos>> indígenas tienen como
destino predestinado “penetrar en la etapa del mundo Uno.” Es decir, y aunque
no esté dicho explícitamente aquí<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a>:
la de la fe católica. <o:p></o:p></hijos></madre></la></madre></padre></amorosa></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
En toda narrativa nacionalista se enmascaran los hechos reales y
se adaptan para poder configurar los imaginarios, en estos relatos se encubren
cosas y se resaltan otras llegando a distorsionar los hechos históricos. El
caso de México no es la excepción, en la descripción que hace Vasconcelos
podemos ver cómo opera este mecanismo, es importante señalar que su descripción
refleja lo que a nivel general se acepta
como parte de la narrativa sobre la genealogía de lo mexicano. A continuación
nos detendremos en algunos de estos aspectos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-indent: -36.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><b>4.3.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>El papel de la violencia en La Conquista y la Colonización <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Lo que conocemos como <<la conquista="">> y <<la colonizaci="" n="">> de la que se llamó <<nueva a="" espa="">> fue una
empresa de carácter militar en la que se sometió a los pobladores que se
encontraban asentados por medio de la fuerza y se les mantuvo dominados al
servicio de los conquistadores. Durante tres siglos se mantuvo esta situación
donde España como potencia Imperial impuso su gobierno, esclavizó a sus
habitantes despojándolos de sus tierras y los obligó a trabajar para ellos.
Durante este periodo se explotaron las minas y se apropiaron de las riquezas
naturales. Se calcula en millones el número de muertos durante La Colonia, ya
sea por las matanzas, las enfermedades o por la miseria, para poder satisfacer
la demanda de esclavos se trajeron a pobladores
de África. <o:p></o:p></nueva></la></la></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Los mecanismos que utilizaron los españoles se podrían agrupar
en dos estrategias paralelas y complementarias: la del <<terror militar="">>
y la de la <<evangelizaci n="" religiosa="">>. La primera consistía en el
ejercicio de una violencia desmedida que rompiera cualquier forma de rebelión
mientras que la segunda consistía en hacerlos parte del Imperio como creyentes
de la misma fe de sus conquistadores merecedores de mundo eterno. Para
ejemplificar cómo funcionaba el primero recuperamos una descripción que hizo
Fray Bartolomé de las Casas:<o:p></o:p></evangelizaci></terror></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-right: 30.75pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Entre otras matanzas hicieron ésta en una ciudad
grande, de más de treinta mil vecinos, que se llama Cholula: que saliendo a
recibir todos los señores de la tierra e comarca, e primero todos los
sacerdotes con el sacerdote mayor a los cristianos en procesión y con grande
acatamiento e reverencia, y llevándolos en medio a aposentar a la ciudad, y a
las casas de aposento del señor o señores della principales, acordaron los
españoles de hacer allí una matanza o castigo (como ellos dicen) para poner y
sembrar su temor e braveza en todos los rincones de aquellas tierras. […]Todos
ayuntados e juntos en el patio con otras gentes que a vueltas estaban, pónense
a las puertas del patio españoles armados que guardasen y todos los demás echan
mano a sus espadas y meten a espada y a lanzadas todas aquellas ovejas, que uno
ni ninguno pudo escaparse que no fuese trucidado. A cabo de dos o tres días
saltan muchos indios vivos, llenos de sangre, que se habían escondido e
amparado debajo de los muertos (como eran tantos); iban llorando ante los
españoles pidiendo misericordia, que no los matasen. De los cuales ninguna
misericordia ni compasión hubieron, antes así como salían los hacían pedazos.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[20]</span></sup><!--[endif]--></sup></a> <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Lo que nos dice el narrador, que fue testigo de los hechos, es
que las matanzas tenían el propósito de sembrar el terror en los conquistados y
que en ese sentido no existía misericordia alguna.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Es importante contrastar esta descripción con la imagen del padre amoroso del
que habla Vasconcelos, está es una de las fabricaciones que se requieren para
ajustar la narrativa a las necesidades del protonacionalismo y que remite, de
alguna manera, al mito del parricidio original ya que se busca borrar en el
recuerdo colectivo la violencia, la crueldad desmedida, la explotación y el
despojo sustituyéndolas por la de una figura paterna amorosa y compasiva. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
La justificación que presentan los defensores de la causa
imperial española es su <<misi evangelizadora="" n="">>, es decir la
cristianización de los pobladores de las tierras conquistadas que tenían cultos
paganos. En el debate que Sepúlveda mantiene
con de las Casas con respecto al trato a los indígenas podemos constatar cómo
aparece el aspecto de la evangelización. Lo que comenta es que: “Cuanto más que
nosotros no decimos que a estos indios idolatras se les ha de hacer guerra para
matarlos y destruirlos: como a los de tierra de promisión: sino para subjectarlos
y quitarles la idolatría y malos ritos, y quitar los impedimentos de la
predicación evangélica.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a>
En el imaginario de nacionalismo español lo que justifica el asesinato masivo,
la esclavización y el despojo es la conversión de los paganos a la fe
cristiana. Sepúlveda lo explica de la siguiente manera:<o:p></o:p></misi></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
A
lo que dice: que por librar de muerte a los inocentes que sacrificaban era
justa la guerra, pero no se debe hacer porque de dos males se ha de escoger el
menor, y que son mayores los males que se siguen desta guerra que las muertes
de los inocentes: muy mal hace su señoría la cuenta, porque en la nueva España
a dicho de todos los que de ella vienen y han tenido cuidado de saber esto: se
sacrificaban cada año más de veinte mil personas: el cual numero multiplicado
por treinta años que ha que se ganó y se quitó este sacrificio: serían ya seis
cientos mil: y en conquistarla a ella toda: no creo que murieron más número de
los que ellos sacrificaban en un año. Y también por esta guerra se evita la
perdición de infinitas ánimas de los que convertidos a la fe se salvaran
presentes y venideros. Y como dice Sant Agustín en la Epístola 75. Mayor mal es
que se pierda un ánima que muere sin baptismo: que no matar innumerables
hombres aunque sean inocentes.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Por supuesto que los números que maneja Sepúlveda nada tienen
que ver con la realidad pero a pesar de ello hay algo que destacar: el
argumento de <<la almas="" de="" las="" n="" salvaci="">> el cual se va a repetir a lo largo de los tres
siglos de colonización. La violencia que
acompañó la empresa <<evangelizadora>> se disculpa y de alguna
manera se disfraza con el argumento de la salvación cristiana de los condenados
por su ignorancia. Así se justifica también la conversión forzada que obedece a
la política imperial española y que tiene dos momentos de violencia: el de la
conversión misma y el de la persecución a los que se alejaban de las normas de
la religión impuesta. <o:p></o:p></evangelizadora></la></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
En el imaginario que planteó Vasconcelos y que refleja lo que
constituye el andamiaje identitario mexicano se habla del soldado español que
engendra indígenas evangelizados: un “acto de amor cristiano” como lo define el
que se autodenominó Ulises Criollo. Sin embargo la realidad fue otra, las
mujeres que fueron tomadas por los españoles y con las que tuvieron hijos
fueron convertidas por la fuerza y no recibían el mismo trato que las españolas
como tampoco sus hijos. Durante la Colonia se estableció un sistema llamado de
<<castas>> estableciendo jerarquías y derechos a partir del origen
étnico y las distintas combinaciones. Lo blanco era considerado lo más honrado
y privilegiado mientras que lo oscuro lo más bajo. La cristianización de los
indios y negros no significó su emancipación. En el estudio que presenta
Humboldt se da cuenta de esta situación:<o:p></o:p></castas></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Es
claro que en un país gobernado por los blancos, las familias que se cree tienen
menos porcion de sangre negra ó mulata, son naturalmente las mas honradas. En
España es una especie de título de nobleza el no descender ni de judíos ni de
moros: en América la piel, mas ó menos blanca, decide de la clase que ocupa el hombre
en la sociedad. Un blanco aunque monte descalzo á caballo, se imagina ser de la
nobleza del pais. El color constituye hasta cierta igualdad entre unos hombres,
que allí, como en todas partes donde la civilización está poco adelantada, ó
que retrocede, se complacen en apurar las mas pequeñas prerogativas de raza y
origen. Cuando un cualquiera del pueblo tiene algún altercado con uno de los
señores de título del pais, suele muy comunmente decir el primero ¿pues que
cree vmd ser mas blanco que yo? expresión que caracteriza perfectamente el estado
y origen de la aristocracia actual. Hay pues un grande interes de vanidad y
aprecio público en valuar exactamente las fracciones de sangre europea, que han
cabido á cada cual de las diversas castas. <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
La valoración del individuo a partir den el color de la piel que
se convirtió en un elemento determinante para la obtención de privilegios y
respeto social parece contrastar con la propuesta del mestizaje como
ingrediente central en la configuración del imaginario mexicano. En la
propuesta que hace Vasconcelos podemos ver cómo existe un encubrimiento del racismo; lo que
realmente se propone es el “blanqueamiento” de las “razas inferiores”. Lo que
propone el Ulises Criollo es que a partir de las mezclas y por medio de la
elección de pareja en la procreación se irá dando una selección estética porque
“<span lang="ES">donde
manda la pasión iluminada no es menester ningún correctivo. Los muy feos no procrearán”.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a></span><span lang="ES"> </span>En el mismo lugar nos comenta que en esta “eugénica misteriosa del
gusto estético”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a>
se podrán ir descartando <span lang="ES">“la pobreza, la educación defectuosa, la escasez de tipos bellos, la
miseria que vuelve a la gente fea, todas estas calamidades desaparecerán del
estado social futuro”. <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></a>
En este sentido podemos ver como lo que nos narra Humboldt prevalece en
Vasconcelos al asociar al color de la piel, la situación económica y la
educación. Es una versión moderna con un “barniz científico” ya que dice
sostenerse sobre las teorías de Darwin<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a>
o de Mendel<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a>
pero que a final de cuentas sostiene que el resultado del mestizaje es la
“depuración”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<span lang="ES">Existe cierta confusión con respecto a este propósito “depurador” de
carácter racista ya que Vasconcelos habla de una “quinta raza en la que se
fundirán todos los pueblos”,<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn30" name="_ftnref30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></a>
y que “ya no será la raza de un solo color […] lo que allí va a salir es la raza
definitiva, la raza síntesis o raza integral, hecha con el genio y con la
sangre de todos los pueblos y, por lo mismo, más capaz de verdadera fraternidad
y de visión realmente universal”.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn31" name="_ftnref31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a>
En este sentido se podría entender que a lo que se refiere es realmente a un
situación idílica en la que no existan diferenciaciones por el color de la piel
pero él mismo se ocupa de desmentir esta conclusión al afirmar que “quizá entre
todos los caracteres de la quinta raza predominen los caracteres del blanco,
pero tal supremacía debe ser fruto de elección libre de gusto y, no resultado
de la violencia o la presión económica.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn32" name="_ftnref32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Lo que explica es que a final de cuentas
“los tipos bajos de la especie serán absorbidos por el tipo superior. De esta suerte podría redimirse, por ejemplo,
el negro, y poco a poco, por extinción voluntaria, las estirpes más feas irán
cediendo el paso a las más hermosas”.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn33" name="_ftnref33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<span lang="ES">La propuesta racista de Vasconcelos recoge lo que se fue imponiendo
durante la Colonia y pasó a ser una parte central de la configuración del
imaginario mexicano. A esto responde un refrán popular que reza así: “vas a
mejorar la raza” y se dice cuando una persona de piel más oscura se relaciona
con una de tez más clara. Estudios de mercado recogen esta valoración positiva
que se tiene a las personas blancas y en los anuncios publicitarios se utilizan
modelos con estas características para promover mercancías que serán utilizadas
por compradores morenos. El mecanismo psicológico que aquí se ve reflejado es
que más allá de todo discurso político en la percepción de los individuos se
asocia la belleza, la educación y el éxito económico con el color de la piel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<span lang="ES">Para recoger lo expuesto en este apartado podemos afirmar que la
construcción del imaginario colectivo de <<lo mexicano="">> recurre a
la <<conquista>> como el momento fundador, al español, católico y
blanco como << El Padre>> y a la
indígena, bautizada por la fuerza, sumisa e ignorante como <<la madre="">>. Mientras que el estudio de la realidad nos muestra como los
invasores se apropiaron de mujeres y recursos y como despojaron a los nativos
de sus bienes y cultura imponiendo su gobierno, lengua y religión; la
recreación mítica de la narrativa nacional los presenta como valientes
misioneros que vinieron a civilizar. Como resultado de un duro proceso de
colonización se consiguió implantar una visión legitimadora de la barbarie y
una admiración distorsionada de las figuras del <<padre>> y de la
<<madre>>. En este sentido no resulta sorprendente lo que nos
comenta Antolín Sánchez Cuervo sobre la posición del filósofo Eduardo Nicol con
referencia a la Conquista y la Colonia:<o:p></o:p></madre></padre></la></conquista></lo></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-right: 30.75pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<span lang="ES-TRAD">El viejo vínculo colonial -que Nicol en todo caso
no deja de retratar con ingenua arrogancia, obviando la dimensión violenta de
la conquista y celebrando la «asimilación» del indígena a la cultura
«superior» del europeo mediante un proceso colonizador no imperialista sino
evangelizador- se transformaría entonces en un vínculo reflexivo, caracterizado
por la interdependencia.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn34" name="_ftnref34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 0cm 35.4pt 70.8pt;">
<span lang="ES">La configuración de la nación mexicana remite al momento de la mezcla
como elemento protonacional y se expresa en términos que recoge de la
estructura familiar para poder unir afectivamente a los miembros del colectivo
imaginario. Lo que sucede con estas recreaciones es que en su afán de amalgamar
distorsionan los hechos y al hacerlo inciden en la conformación de la psique
individual de los miembros del colectivo. Como veremos a continuación el
sistema de identificaciones de miembros de la <<naci mexicana="" n="">>
los hace ser hijos de un conquistador que se impone por la fuerza, asesina y
viola impunemente y se apropia de lo ajeno sin dar explicaciones y de una madre sometida y menospreciada que
obedece a la fuerza y anhela que sus hijos sean como el padre y educa a las
hijas a ser como ella.<o:p></o:p></naci></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 0cm 14.2pt 35.4pt 70.8pt; text-indent: -36.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><span lang="ES">5.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><span lang="ES">El resultado de la configuración de lo mexicano en el manejo de la
violencia</span></b><span lang="ES">. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
En el inicio
de esta reflexión recuperamos los elementos fundamentales que el psicoanálisis
encuentra en la psique humana como controladores de la violencia pulsional
natural. Estos están estrechamente
ligados con el papel que se les asigna al <<padre>> y a la
<<madre>>. El deseo incestuoso y junto con él el impulso homicida
se refrenan a partir de dos elementos que operan en el aparato psíquico: el
miedo a la muerte y el sentimiento de culpa. La madre, que atiende al recién
nacido y se hace cargo de sus necesidades, se convierte en el objeto primario
de deseo pero al mismo tiempo trasmite la prohibición del incesto y coloca al
padre como la figura vigilante que amenaza con ejercer su violencia si no se
respeta esta restricción. La interiorización de este complejo sistema de
afectos y miedos tiene como resultado el autocontrol por medio de la conciencia
moral y la aparición del sentimiento de culpa en caso de cualquier transgresión
que amenace el equilibro entre deseo y temor. <o:p></o:p></madre></padre></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm;">
En el <i>Malestar
de la Cultura</i> Freud aborda esta cuestión y responde a la pregunta: “¿De qué
medios se vale la cultura para inhibir, para volver inofensiva, acaso para
erradicar la agresión contrariante?”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn35" name="_ftnref35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></a>, su
respuesta es que “la agresión es introyectada, interiorizada, pero en verdad
reenviada a su punto de partida; vede decir: vuelta hacia el yo propio.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn36" name="_ftnref36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></a>El
control de la violencia en el individuo es factible ya que, como parte del
aparato psíquico, existe una instancia que opera en este sentido y que recibe
el nombre de “superyó”:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 23.65pt; margin-top: 0cm;">
Llamamos «conciencia de culpa a la tensión
entre el superyó que se ha vuelto severo y el yo que le está sometido. Se exterioriza
como necesidad de castigo. Por consiguiente, la cultura yugula el peligroso
gusto agresivo del individuo debilitándolo, desarmándolo, y vigilándolo
mediante una instancia situada en su interior, como si fuera una guarnición
militar en la ciudad conquistada.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn37" name="_ftnref37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 23.65pt; margin-top: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 56.9pt;">
De llegar a existir cualquier desviación en la formación de esta
conciencia moral y por lo mismo de la formación del superyó lo que aparecerán
son patologías de diversos órdenes. El vínculo con la madre, por su naturaleza
es más primario y está mediado por el universo afectivo y sensorial en cambio
la identificación con el padre, a partir del cual se desarrolla la conciencia moral,
es más elaborado y se produce en una fase posterior del crecimiento. Es la
madre la que señala al padre y lo “inviste” como autoridad para hacer cumplir
la “ley” que en lo fundamental consiste en el control de la violencia y los
deseos prohibidos. La identificación con
el padre que surge también de su cariño y admiración es lo que permite la
interiorización de sistema de represión: la ley se respeta por convicción y se
teme el castigo por su violación. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 56.9pt;">
En el caso de la transferencia de la tradición cultural en el
desarrollo del imaginario mexicano sucede algo muy particular ya que la figura
del <<padre conquistador="">> en la narrativa colectiva desplaza y
sustituye al <<guardi del="" n="" orden="">>. <<el padre="">> en el
imaginario nacional no se somete a ninguna ley, se apropia por la fuerza,
abusa, explota, despoja, impone sus normas y creencias sin respetar lo que ya
estaba. <o:p></o:p></el></guardi></padre></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 56.9pt;">
A este imaginario debemos añadirle otras características, su ser
extranjero fundamentalmente español, blanco y con rasgos europeos, con respecto
a su relación imaginaria con las mujeres, no es de respeto, al contrario, éstas
están para satisfacer sus necesidades y no tiene por qué rendirles cuentas como
tampoco reconocer y encargarse de los hijos que tiene con ellas. En esta
representación de la figura paterna se valora la violencia, el desprecio por la
ley, la satisfacción irresponsable de los deseos así como lo extranjero en su
expresión española y lo blanco como distintivo de esta figura distante y
admirada. La interiorización de este <<padre>> no contribuye a la
formación de una conciencia moral en el sentido que Freud describe con respecto
a la familia europea, lo que resulta es algo distinto que para poder comprender
es necesario ver cómo interactua con el de la <<madre>>.<o:p></o:p></madre></padre></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 56.9pt;">
De vuelta a los imaginarios de la narración
colectiva y ahora para ver cómo se transfiere el papel de la
<<madre>> recordemos que el mito remite al encuentro de las dos culturas
donde lo femenino se asocia con lo nativo. En esta construcción la mujer se
entrega al conquistador, tiene sus hijos y les enseña a servir al padre que por
ser español y blanco no los considera como a sus hijos europeos. La identificación con ella es con la
sumisión, el servilismo y la autodevaluación. Octavio Paz lo explica de la
siguiente manera: “Si la Chingada es una representación de la Madre violada, no
me parece forzado asociarla a la Conquista, que fue también una violación, no
solamente en el sentido histórico, sino en la carne misma de las indias”.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn38" name="_ftnref38" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></madre></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 56.9pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 56.9pt;">
Samuel Ramos en su libro <i>El
Perfil del Hombre y la Cultura en México</i><b> </b>sostiene que el
sentimiento de inferioridad debe considerarse un elemento constitutivo de la
cultura del mexicano reconoce que en todos los países existen personas que se
sienten inferiores “pero, mientras en otras partes ese sentimiento se
presenta en casos individuales más o menos numerosos, pero siempre limitados,
en México asume las proporciones de una deficiencia colectiva.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn39" name="_ftnref39" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></a>
El filósofo mexicano, recurriendo al psicoanálisis encuentra que a este
sentimiento de inferioridad lo acompañan otros elementos dignos de destacar, lo
que comenta es que:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-right: 30.75pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 56.9pt;">
<span lang="ES-TRAD"> El sentimiento de inferioridad no se manifiesta
a la conciencia del individuo tal como es. Lo que se hace consciente son las
reacciones que involuntariamente nacen para compensar aquel sentimiento, que,
al establecer hábitos, van formando los rasgos del carácter. […] Las
manifestaciones de ese estado inconsciente son, pues, muy variadas y a menudo
opuestas: desde el atrevimiento, el cinismo, la falsa valentía, hasta el
apocamiento o la timidez. Lo cierto es que todas estas heterogéneas
manifestaciones tienen un fondo común más o menos visible: la afirmación de
la propia individualidad a costa de los demás. El mismo impulso de orgullo
mueve al retraído que se aparta de todos con desprecio, que al hombre que busca
la sociedad para exhibir vanidosamente sus pretendidos méritos. La obsesión de
sí mismo, la constante atención por el propio yo, implican, como es natural,
una falta correlativa de interés por los demás, una incomprensión por la vida
de los prójimos. En una palabra, las reacciones del carácter frente al
sentimiento de inferioridad conducen todas al individualismo y lesionan en
mayor o menor grado los sentimientos hacia la comunidad. No se puede negar el
hecho de que en México es débil el espíritu de cooperación y la disciplina a
la colectividad. En conjunto, nuestra vida tiende a la dispersión y la anarquía
con menoscabo de la solidaridad social. <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftn40" name="_ftnref40" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 56.9pt;">
La identificación
del individuo con la <<madre imaginaria="">> del relato colectivo es
con la servidumbre y el aislamiento pero sin dejar de tener el referente del
<<padre conquistador="">> que rige desde su ausencia. El resultado de
esta combinación es la de individuos que viven sometidos, temerosos y serviles
pero que ante cualquier oportunidad de tener un poco de autoridad se traduce en prepotencia, abuso de poder y
ejercicio desmedido de la violencia. El tránsito del <<individuo sometido="">> al <<peque o="" tirano="">> se produce en forma radical
y sin límites, no hay un superyó que dosifique, la imagen del
<<depredador>> ha ocupado su lugar. <o:p></o:p></depredador></peque></individuo></padre></madre></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 56.9pt;">
La madre le
trasmite al hijo que se someta al igual que ella pero que aproveche cualquier
oportunidad para ser como su padre y a la hija le enseña a ser como ella, una
mujer que se entrega al hombre aunque la abandone esperando que sus hijos
consigan lo que a ella le está negado. Este esquema se reproduce de generación
en generación. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt 56.9pt; text-indent: -36.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><b>6.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Conclusiones <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 56.9pt;">
En este breve ensayo hemos analizado de forma un poco esquemática la
manera en la que el ser humano controla sus pulsiones agresivas. El
psicoanálisis nos ha permitido identificar el papel central que ocupan las
funciones del <<padre>> y de la <<madre>> en la
represión de estás pulsiones naturales. También hemos destacado la manera en la
que se logran transferir de generación en generación los procesos culturales y
cuál es el sitio que ocupa el lenguaje en general y las narrativas en
particular como mecanismos de transferencia.<o:p></o:p></madre></padre></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 56.9pt;">
En segundo término abordamos de manera general la manera en la que se
configuraron los imaginarios nacionales mexicanos y el papel central que ocupo
el elemento de la reproducción expresada como mestizaje para formar un sistema
de identificaciones colectivas. En esta
narrativa el <<padre>> imaginario se identifica con el conquistador,
abusivo y explotador y la <<madre>> con la sumisa, entregada y
explotada. Al relacionar la teoría psicoanalítica con la forma particular en la
que se configuro el nacionalismo mexicano llegamos algunas conclusiones que
pueden permitir pensar las particularidades en la que la violencia se expresa
en este país.<o:p></o:p></madre></padre></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; tab-stops: 56.9pt;">
Sin pretender regresar sobre lo ya expuesto nos limitaremos a dejar
subrayado lo que consideramos el factor más importante: el del vínculo del
padre- madre en la psique colectiva. De alguna manera, la identificación social
con la imagen del conquistador lleva al hombre a desear estar por encima de la
ley, abusar, explotar y violar todo acuerdo, en la mujer el buscar parir a su
conquistador y someterse a sus demandas.
El terror que se transmite por la sumisión de la madre genera personalidades
reprimidas pero que no han interiorizado el aspecto positivo del control
pulsional por lo que, ante cualquier oportunidad emerge el ser cruel, egoísta,
despiadado e inclemente que sin un superyó que lo controle internamente es
capaz de liberar su violencia sin restricciones. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 56.9pt;">
Debajo del estereotipo del enorme sombrero
que cubre al mestizo dormido e inofensivo hay fosas y fosas de cientos de miles
de muertos. Este desprecio por la vida, tanto la propia como la del prójimo,
así como la macabra convivencia con la muerte, han convertido las palabras del
cantor de “la vida no vale nada” José Alfredo Jiménez en un triste testimonio
de cómo la violencia es parte integral del imaginario nacional mexicano. <o:p></o:p></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"><br clear="all" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 56.9pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 56.9pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><b>7.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Bibliografía
citada<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: 14.2pt 56.9pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->1.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Anderson, Benedict, <i>Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo</i>,
traducción de Eduardo L. Suárez, México, Fondo de Cultura Económica 1993.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: 14.2pt 56.9pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->2.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>De las Casas, Bartolomé
Fray, “Brevísima relación de la destrucción de las Indias, Colegiada por el
obispo don Fray Bartolomé de las Casas o Casaus, de la Orden de Sancto Domingo,
año 1552” en <i>Tratados I</i>, México, Fondo de Cultura Económica, 1965, pp.
3-173. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: 14.2pt 56.9pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->3.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Freud, Sigmund, “La interpretación de los sueños (primera
parte)” en <i><span lang="PT-BR">Obras
Completas.</span></i><span lang="PT-BR"> <i>Tomo
IV,</i> ordenamiento, comentarios y notas de James Strachey, con la
colaboración de Anna Freud, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2002</span>.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->4.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>_____________, “<span lang="ES-TRAD">Tres
ensayos de teoría sexual (1905)”</span> en <i>Obras Completas</i>. <i>Tomo VII,</i> <span lang="PT-BR">ordenamiento, comentarios y notas de James
Strachey, con la colaboración de Anna Freud</span><span lang="PT-BR"> </span>Benos
Aires, Amorrortu Editores, 2002. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: 14.2pt 56.9pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->5.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>____________, “Tótem y
tabú” en <i><span lang="PT-BR">Obras
Completas</span></i><span lang="PT-BR">. </span><i>Tomo
XIII</i>, <span lang="PT-BR">ordenamiento,
comentarios y notas de James Strachey, con la colaboración de Anna Freud,
Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2002.<i> </i></span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: 14.2pt 56.9pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->6.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>_______________, “El malestar en la cultura” en <i>Obras
Completas.</i> <i>Tomo XXI</i>,<span lang="PT-BR">
ordenamiento, comentarios y notas de James Strachey, con la colaboración de
Anna Freud, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2002.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->7.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>________________,<i> </i>“¿Por
qué la guerra? (Einstein Freud)(1933[1932])” en <i><span lang="PT-BR">Obras Completas.</span></i><span lang="PT-BR"> </span><i>Tomo
XXII, </i>o<span lang="PT-BR">rdenamiento,
comentarios y notas de James Strachey, con la colaboración de Anna Freud, Buenos
Aires, Amorrortu Editores, 2002</span>. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: 14.2pt 56.9pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->8.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Hobsbawm, Eric, <i>Naciones y nacionalismo desde 1780,</i>
Crítica, Barcelona, 2000.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: 14.2pt 56.9pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->9.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Humboldt, A. el Barón de, <i>Ensayo
Político sobre la Nueva España,</i> Segunda edición corregida y aumentada ,
adornada con mapas; traducción al castellano por Don Vicente González Arnao,
Tomo I. París, Casa de Jules Renouard, 1827. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->10.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span>Paz Octavio, <i>El laberinto de la soledad</i>, México, Fondo
de Cultura Económica, 1981.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->11.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span> Ramos Samuel, <i>El perfil del hombre y la cultura
en México</i>, México, Austral, 1998. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->12.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span> Sánchez Cuervo Antolín, “<span lang="ES-TRAD">Fuera de lugar, en otro tiempo. El exilio
como figura política” en</span> Aguirre Arturo, Sánchez Cuervo Antolín y Roninger
Luis, <i>Tres estudios sobre el exilio; condición humana, experiencia
histórica y significación política, Prólogo de Leonardo Senkman, </i>Puebla,<i> </i>EDAF
/ BUAP, 2014, pp. 107-193. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]-->13.<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES">Vasconcelos José, <i>La raza cósmica</i>, México, Editorial Porrúa, 2001.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; tab-stops: 14.2pt 21.3pt;">
Página
Web:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<i>El
manifiesto de Sevilla contra la violencia</i>: <i>preparar el terreno para la
construcción de la paz</i> [en línea]<i>,
</i>presentado y comentado por David Adams, Barcelona, UNESCO, 1992.
Disponible en: <a href="http://unesdoc.unesco.org/images/0009/000943/094314so.pdf">http://unesdoc.unesco.org/images/0009/000943/094314so.pdf</a><span class="MsoHyperlink">.</span><o:p></o:p></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> Al escribir estas líneas
todavía no se sabe con certeza qué fue lo que sucedió, pero todo hace pensar
que estos jóvenes fueron asesinados. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoFootnoteText">
En las Escuelas Normales se prepara a los profesores
de nivel básico. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>El
manifiesto de Sevilla contra la violencia</i>: <i>preparar el terreno para la
construcción de la paz</i> [en línea]<i>,
</i>presentado y comentado por David Adams, Barcelona, UNESCO, 1992, p.
10. Disponible en: <a href="http://unesdoc.unesco.org/images/0009/000943/094314so.pdf">http://unesdoc.unesco.org/images/0009/000943/094314so.pdf</a><span class="MsoHyperlink">.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ídem.</i><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a> Carta de Einstein a
Freud en: Freud, Sigmund, “¿Por qué la
guerra? (Einstein y Freud) (1933 [1932]9”, <i>Obras
completas. Tomo XXII, </i>ordenamiento, comentarios y notas de James Strachey,
con la colaboración de Anna Freud, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2002, p.
183.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid. </i>p.185.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a> Strachey, James, “Nota introductoria” <span lang="DE">en: Freud, S., <i>op. cit.,</i> p.182. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a> Carta de Freud a Einstein en: Freud, S, <i>op. cit.,</i> p.188.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a> “<span lang="ES-TRAD">Cuando insisto ante mis pacientes en la
frecuencia del sueño edípico de comercio sexual con la madre propia, obtengo
esta respuesta: «No puedo acordarme de un sueño semejante». Mas poco después
emerge el recuerdo de otro sueño, irreconocible e indiferente, que en la
persona en cuestión se repitió a menudo; y el análisis muestra que ese sueño
tiene idéntico contenido, vale decir, es un sueño edípico. Puedo asegurar que
entre los sueños de comercio sexual con la madre son muchísimo más frecuentes
los disfrazados que los francos”. Freud, Sigmund, “La interpretación de los sueños
(primera parte)”, <i>Obras completas. Tomo
V, </i>ordenamiento, comentarios y notas de James Strachey, con la colaboración
de Anna Freud, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2002</span>, p. 400.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a> Freud,
Sigmund, “Tótem y tabú”, <i>Obras completas.
Tomo XIII, </i><span lang="ES-TRAD">ordenamiento,
comentarios y notas de James Strachey, con la colaboración de Anna Freud,
Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2002.</span><i><span lang="DE" style="display: none; mso-ansi-language: DE; mso-hide: all;">,eud, S鵪妞鵪</span></i><span dir="RTL"></span><i><span dir="RTL" lang="AR-SA" style="display: none; mso-ansi-language: DE; mso-hide: all;"><span dir="RTL"></span>﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽</span></i><i><span lang="DE" style="display: none; mso-ansi-language: DE; mso-hide: all;">ca, México, Tomo I,, s, traduccicon la colaboraci,eud,
S鵪妞鵪</span></i><span dir="RTL"></span><i><span dir="RTL" lang="AR-SA" style="display: none; mso-ansi-language: DE; mso-hide: all;"><span dir="RTL"></span>﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽</span></i><i><span lang="DE" style="display: none; mso-ansi-language: DE; mso-hide: all;">ca, México, Tomo I,, s, traduccicon la colaboraci</span></i><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a> Nos debemos disculpar por
no hacer un desarrollo que haga justicia a este aspecto central del
psicoanálisis pero por razones de límite en la extensión del texto lo dejaremos
solamente señalado invitando al lector a su revisión en los trabajos de Freud
que citamos. Además ver: Freud, Sigmund, “Tres ensayos sobre teoría sexual
(1905)” en <i>Obras completas. Tomo VII, </i>ordenamiento,
comentarios y notas de James Strachey, con la colaboración de Anna Freud,
Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2002. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a> Freud,
Sigmund, “Tótem y tabú”, <i>op. cit</i>.<span lang="PT-BR">, </span>pp. 1-164, 143-144.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a> La obediencia al muerto
es uno de los elementos fundamentales de la construcción social y el manejo de
las pulsiones. Después de cierto desarrollo el que ocupa este espacio y
personifica al padre muerto idealizado es Dios, de ahí que las leyes sean dictadas por Él y su
rompimiento sancionado por su juicio. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">Este último material se vuelve utilizable por
la justificada expectativa de que la infancia de los que después son
neuróticos no puede diverger <i>esencialmente</i> de la infancia de los después
normales <i>[agregado</i> en 1915:], sino sólo en cuanto a la intensidad y
claridad de los fenómenos involucrados. Esta nota aparece en el texto citado
de Freud.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a> Freud, S., “Tres ensayos
sobre teoría sexual (1095)”, <i>op. cit. </i>pág.160.<i><o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a> Freud, S., “Tótem y
tabú”, <i>op. cit., </i>p. 159.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a> Anderson, Benedict, <i>Reflexiones sobre el origen y la difusión
del nacionalismo</i>, traducción de Eduardo L. Suárez, México, Fondo de Cultura
Económica, 1993. p. 23.<span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a> Hobsbawm, Eric, <i>Naciones y nacionalismo desde 1780,</i> Barcelona,
Crítica, 2000, p. 55.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES">Vasconcelos, José<b>, </b><i>La raza cósmica</i><b>, </b>México,
Editorial Porrúa, 2001, pp. 14-15.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a> En otras de sus obras
Vasconcelos habla explícitamente de la importancia de la fe católica en la
configuración del nacionalismo mexicano. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: major-bidi;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a> De las
Casas, Bartolomé Fray, “Brevísima
relación de la destrucción de las Indias, Colegiada por el obispo don Fray Bartolomé de las Casas o Casaus, de
la Orden de Sancto Domingo, año 1552”, <i>Tratados I</i>, México, Fondo
de Cultura Económica, 1965, pp. 3-173, p. 69.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a> Así
que, desde la entrada de la Nueva España, que fue a dieciocho de abril del
dicho año de dieciocho, hasta el año de treinta, que fueron doce años enteros,
duraron las matanzas y estragos que las sangrientas e crueles manos y espadas
de los españoles hicieron continuamente en cuatrocientas e cincuenta leguas en
torno cuasi de la ciudad de Méjico e a su alrededor, donde cabían cuatro y
cinco grandes reinos, tan grandes e harto más felices que España. <i>Ibid.</i>
pp. 64-65.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a><span lang="ES">Sepúlveda, Juan Ginés,
“Prólogo del doctor Sepúlveda a los señores de la congregación”<b><i>, </i></b></span><span lang="ES">en De
las Casas, B., <i>op. cit., </i>p. </span>291.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a><i>Ibid</i>. p. 315. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a> Humboldt, A., el Barón de, <i>Ensayo Político
sobre la Nueva España. Tomo I, </i>segunda
edición corregida y aumentada, adornada con mapas, traducción al castellano por
Don Vicente González Arnao, Paris, Casa de Jules Renouard, 1827, pp.
261-262. Se reproduce el texto tal y como fue traducido en su momento por lo
que aparece con lo que hoy se consideran errores ortográficos. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn25">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a> Vasconcelos, J., <i>op.
cit.</i> pág. 26.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn26">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ídem<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn27">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ídem<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn28">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 27.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn29">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p.32.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn30">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref30" name="_ftn30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid.,</span></i><span lang="EN-GB"> p. 14.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn31">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref31" name="_ftn31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid.,</span></i><span lang="EN-GB"> p. 17.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn32">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref32" name="_ftn32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid.,</span></i><span lang="EN-GB"> p. 21.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn33">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref33" name="_ftn33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 27.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn34">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref34" name="_ftn34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sánchez Cuervo, Antolín, <a href="https://www.blogger.com/null" name="bookmark0">“</a><span lang="ES-TRAD">Fuera de lugar, en otro tiempo. El exilio
como figura política</span><span lang="ES-TRAD">” en</span> Aguirre, Arturo, Sánchez Cuervo, Antolín y Roninger,
Luis, <i>Tres estudios sobre el exilio; condición humana, experiencia
histórica y significación política, </i>prólogo
de Leonardo Senkman<i>, </i>Puebla,<i> </i>EDAF / BUAP, 2014, pp.
107-193, pp.148-149.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn35">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref35" name="_ftn35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10.0pt;"> </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Freud, Sigmund, “El malestar en la
cultura”, <i>Obras completas. Tomo XXI, </i></span><span style="font-size: 10.0pt;">ordenamiento, comentarios y notas de James Strachey,
con la colaboración de Anna Freud, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2002,</span><i><span style="font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></i><span style="font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">p. 119.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn36">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref36" name="_ftn36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ídem<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn37">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref37" name="_ftn37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>pp.119-120.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn38">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref38" name="_ftn38" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></a> Paz, Octavio, <i>El laberinto de la soledad</i>, México, Fondo
de Cultura Económica, 1981, p. 94.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn39">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref39" name="_ftn39" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></a>Ramos, Samuel, <i>El perfil del hombre y la cultura en México</i><b>, </b>México, Austral, 1998. p. 111.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn40">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/BAJO%20PALABRA/La%20violencia%20en%20Me%CC%81xico%20y%20los%20itinerarios%20de%20su%20memoria_%20algunos%20apuntes%20para%20la%20reflexio%CC%81n%20final.docx#_ftnref40" name="_ftn40" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></a><i>Ibid., </i>p.112.<i><o:p></o:p></i></div>
</div>
</div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-31967364635458832122017-02-17T16:19:00.003-08:002017-02-17T16:19:40.078-08:00Reseña del libro de Alberto Sucasas, La Shoah en Lévinas: Un eco inaudible[1]<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Si de justicia se pudiese hablar en el
peculiar proceder del mundo intelectual, el premio y la publicación del trabajo
de Alberto Sucasas titulado: <i>La Shoah en Lévinas: Un eco inaudible</i>
debería entenderse como un acto de esta naturaleza. El ayuntamiento de Bilbao
en España le ha otorgado el<b> XV Premio Internacional de Ensayo Miguel de
Unamuno 2014</b> y la editorial <b>Devenir El Otro </b>lo ha publicado. Es un
reconocimiento a la trayectoria de uno de los representantes más
destacados de la filosofía española
contemporánea y a su contribución en el ámbito de pensamiento y la educación.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Para el lector del libro estas palabras
podrían resultar sospechosas ya que el autor, en su dedicatoria, ha dejado muy
claro que existe un lazo afectivo con el que escribe:<i> “A Ricardo Forster y
Mauricio Pilatowsky, desde la amistad y la complicidad intelectual.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></i>
Sin embargo desde la mirada crítica que uno le debe al que no sólo<span style="color: red;"> </span>aprecia sino que además respeta, se puede reconocer
el alcance del pensador que no compite con el amigo; en este mismo tenor
algunas palabras sobre el autor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">En 1992 se doctoró en la Universidad de
Santiago de Compostela con una tesis titulada <i>E. Lévinas: Judaísmo y filosofía
</i>y desde entonces ha escrito varios libros entre los que destacan <i>El
rostro y el texto: La unidad de ética y hermenéutica </i>(2001); <i>Memoria de
la Ley: Ensayos sobre pensamiento judío </i>(2004); <i>Levinas: lectura de un
palimpsesto </i>(2006) y <i>Celebración de la alteridad: Cinco ensayos
levinasianos </i>(2014). Su interés por la obra de Lévinas es más que evidente
lo mismo que su contribución en la tarea hermenéutica, no sería para nada una
exageración el afirmar que es uno de los especialistas a nivel internacional
del pensamiento levinasiano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD"> En el
prólogo del libro Sucasas nos cuenta cuál fue la motivación para escribirlo.
“Este texto nació de un sentimiento de deuda: en aproximaciones anteriores a
Lévinas, me empeñé en tematizar el papel fundante de lo judío en su
pensamiento, pero apenas abordé el influjo específico de la Shoah. Con toda
razón, me lo recordaba Reyes Mate en el
prólogo a <i>Levinas: lectura de un palimpsesto</i>.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Para comprender esta aclaración es pertinente detenernos en otro aspecto de la
trayectoria intelectual del autor: su participación en el seminario de la <i>Filosofía
después del Holocausto</i> que fundó y dirigió el filósofo Reyes Mate en el <b>Instituto
de Filosofía del CSIC </b>en Madrid España. En este proyecto participaron investigadores de varios países respondiendo
a una convocatoria que su fundador explica de la siguiente manera en un libro
colectivo donde Sucasas aparece como autor y a quien se le confía su cuidado:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 26.2pt; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES-TRAD">El
genocidio nazi no es un hecho más de la historia contemporánea, sino que, aunque
la polémica (no solo historiográfica) sobre su unicidad siga abierta,
constituye un acontecimiento determinante que parece dividir, con la violencia
de una brutalidad sin límites, la historia en dos mitades: <i>antes y después</i>
de Auschwitz. Nada queda intacto, nada debe quedar intacto, tras el seísmo,
cuya onda expansiva se expresa en el espanto y la indignación de quienes, sin
haberlo vivido, tenemos noticias de él.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 26.2pt; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">El “sentimiento de adeudo” al que debemos
este ensayo se inscribe en lo que Reyes Mate</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 22.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> </span><span lang="ES-TRAD">ha definido a grandes rasgos
como “memoria de Auschwitz.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Para los asistentes al seminario la reflexión sobre lo sucedido en Europa a
mediados del siglo pasado no sólo tiene una importancia para el conocimiento
sino también contiene cargas de índole moral, de ahí que se desprenda un
término muy utilizado en ese ámbito: el <i>deber de memoria</i>. Escribir un
ensayo para saldar un compromiso y como un acto de reparación no es poca cosa y
más aún si el tema del libro tiene que ver con un autor que considera que la
“responsabilidad funda la vocación ética de la subjetividad.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Para comprender mejor a qué tipo de adeudo se refiere el filósofo gallego
veamos lo que le escribió Reyes Mate en el prólogo aludido:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 26.2pt; margin-top: 0cm;">
<span lang="ES-TRAD">Sucasas va dejando a lo largo de su escrito
huellas suficientes que avalan la importancia que daba Levinas al holocausto
judío. Lo que hay que preguntarse es su lugar en la filosofía de Levinas. Es un
lugar importante, sin duda; claro que podemos interpretar esa importancia de
dos maneras muy distintas: a) como un acontecimiento que expresa de modo
químicamente puro la violencia latente en la racionalidad occidental o en la
modernidad; b) como algo impensable, inimaginable para el pensamiento
occidental; algo, por tanto, que se ha producido al margen de él y que hay que
tomar como un punto absoluto, como la referencia de todo pensar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 26.2pt; margin-top: 0cm; text-indent: 7.05pt;">
<span lang="ES-TRAD">Así como Emil Fackenheim
representa el segundo punto de vista, Levinas se inscribe entre los primeros.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 26.2pt; margin-top: 0cm; text-indent: 7.05pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Lo que el prologuista le señala al autor es
que hay dos formas distintas de abordar el Holocausto: como un suceso más en la
historia de Occidente o como un punto de
inflexión, un <i>antes y después</i> para el pensamiento; además coloca a
Lévinas en el primero de los grupos y con ello lo ubica entre los pensadores
que no comparten las premisas que inspiran a los participantes del seminario.
Este señalamiento alcanza también a Sucasas ya que su dedicación al estudio de
Lévinas no parece abonar a la tesis central de la convocatoria madrileña, de
ahí que la pregunta por el lugar que ocupó la Shoah en el filósofo lituano sea
también un cuestionamiento por su propio involucramiento: el arrancarle la
confesión a Lévinas es una manera de aclarar su pertenencia. Este es el reto
que inspira este lúcido ensayo, el de hacer hablar a un pensador obstinado en
guardar silencio, el de resignificar la omisión confiriéndole un sentido
opuesto es decir el de un clamor que denuncia desde lo que no dice: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 26.2pt; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES-TRAD">Esa
será la hipótesis de lectura que pondrá a prueba lo que sigue. La convicción de
fondo puede enunciarse así: la escritura de Lévinas solo puede ser
adecuadamente encarada si, junto a lo que expresamente dice, se atiende
también a lo que tan solo sugiere, sin nunca enunciarlo plenamente. Estaríamos
ante una lengua filosófica que contiene, bajo la superficie de lo dicho, una
presencia encriptada, un secreto que se resiste a proferir... pero que no deja
de musitar. <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Lo que el autor nos dice es que todas las
interpretaciones que se han hecho hasta ahora y que entienden el silencio
filosófico<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a>
de Lévinas con respecto a la Shoah como un distanciamiento no han sabido
escuchar el “eco inaudible” de aquello que está encriptado; sostiene que a partir de ciertas claves
hermenéuticas él ha podido descifrar el corpus levinasiano de la posguerra y que “la ruptura de Lévinas con, para
decirlo con sus propias palabras, «la filosofía que nos ha sido transmitida»
responde al designio de repensar, desde la atrocidad concentracionaria, una <i>humana
conditio </i>de cuya consistencia forma parte la posible perpetración de lo
inhumano.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Esta ruptura de la que habla el filósofo lituano convierte la dialéctica
lenguaje-silencio en una suerte de paradoja irreconciliable:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 26.2pt; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES-TRAD">En
el trasfondo de esa meditación debió jugar un papel preponderante uno de los
legados decisivos de lo acontecido en los campos de exterminio: nos referimos a
la tensión entre la tentación del silencio (la barbarie perpetrada condenaría
el lenguaje, impotente para hacerse cargo del acontecimiento, a la irrisión,
induciendo al mutismo, a la afasia voluntaria) y el imperativo de oponer la
palabra al silencio de lo inhumano (guardar silencio sobre Auschwitz
equivaldría a perpetuar el designio genocida, o sea, contribuir a la expansión
de la inhumanidad).<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 26.2pt; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Es momento de detenerse y no estropearle al
lector el interés por el libro; no le contaremos cómo consigue Sucasas
responder a este reto, lo que sí podemos adelantar es que no escatima esfuerzos
y despliega todo su arsenal
hermenéutico. En su tarea nos demuestra sus conocimientos filosóficos, su
erudición en lo concerniente al judaísmo y la profundidad con la que explora la
obra y la vida del filósofo lituano. En un lenguaje filosófico de matriz
castellana fluyen términos, expresiones y metáforas que arropan al lector en
esta compleja travesía, nos hace sentir la seguridad de tenerlo como guía. Lo
cierto es que Lévinas escribió en francés y las referencias judías nos hablan
desde el hebreo, esto no parece ser un impedimento para la comprensión de las
posturas levinasianas y esto se lo debemos a otra de las virtudes del filósofo
gallego: la de traductor.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">De vuelta a
los argumentos del libro podríamos decir que Sucasas no le acepta a Lévinas su aparente
omisión en el tratamiento de la Shoah y para hacerlo hablar desde su silencio
lo confronta con su propia propuesta radical sobre la responsabilidad; y no se
detiene ahí, va más allá y le recuerda que fue un sobreviviente y por lo mismo
lo sube al estrado a declarar como testigo:<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 26.2pt; margin-top: 6.0pt;">
<span lang="ES-TRAD">Nuestra
hipótesis es la siguiente: el tratamiento levinasiano de la intersubjetividad
encierra, junto a su rendimiento conceptual y sus raíces en la tradición
religiosa del judaísmo, un momento de esa ética de la memoria que la Shoah
reclama: el superviviente, abrumado por el recuerdo de la barbarie perpetrada y
urgido a contraer su responsabilidad, es el Mismo obligado para con el Otro que
representa la masa de exterminados.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 26.2pt; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">La interpelación surte efecto, al colocar al
sobreviviente ante su propia <i>responsabilidad infinita</i> el silencio se
vuelve elocuente y entonces, gracias y por medio del intérprete, se escucha el
eco inaudible. Lo que sucede con este interrogatorio es que el testigo se
convierte en inculpado y su testimonio una defensa. Por la pluma de Sucasas
Lévinas nos explica el profundo significado de su silencio y cómo éste es la
única expresión que desde lo imposible puede responder al genocidio. En la
Shoah se han radicalizado las cosas a extremos que parecen fracturar la
condición humana de forma irremediable. La sublimación del sufrimiento de las
víctimas que caracterizó la narrativa diaspórica judía y que ocupó y determinó
el pensamiento levinasiano parece ya insostenible frente al exterminio en las cámaras de gas. La imagen de los miles de seres humanos
desfilando indefensos como <i>corderos al matadero</i> persigue al filósofo
Lituano, de ahí que en el texto </span><i><span lang="ES">Amar a la Torá más que a Dios<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[16]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></span></i><span lang="ES-TRAD"> defienda la postura de los
miembros de la resistencia judía del Gueto de Varsovia que se levantaron en
armas contra los nazis. <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Sucasas no muestra ninguna compasión
levinasiana con el lituano y arremete en su interrogatorio; ahora es el turno
de examinar sus propuestas sobre la humanización del victimario a partir de una
fórmula de arrepentimiento, expiación y perdón que no parece sostenerse frente
a las atrocidades de Auschwitz. El autor no tiene consideraciones con su
testigo y no le permite evadir su responsabilidad. ¿No es acaso su increpado el
adalid de la responsabilidad por el otro? “Queda por dar el paso decisivo: en
uno de esos gestos hiperbólicos que parecen situar el extremismo ético más allá
de los límites de cualquier racionalidad práctica, la pasividad de la
persecución obliga al perseguido a responsabilizarse de la persecución que
sufre; el yo es responsable de su perseguidor, la víctima ha de hacerse cargo
de la acción del victimario.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[18]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
Esta postura a la que conduce la filosofía de Lévinas se complica aún más ya
que la mayoría de las víctimas han sido exterminadas, ya no pueden hacerse
responsables de sus victimarios, solo quedan algunos sobrevivientes. Ante esto,
Lévinas no tiene otra salida, debe asumir su responsabilidad por el crimen
cometido: “En tanto que rehén del Otro que le persigue, la víctima debe expiar
la propia violencia que sufre. Extraditado, el yo ético hace donación a su
verdugo del propio sufrimiento.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[19]</span></sup><!--[endif]--></sup></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Es entonces cuando se puede escuchar la voz
silente del sobreviviente que asume “el mandato de testimoniar en nombre de
millones de muertos.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Y aunque Sucasas no lo dice de esa manera, lo que no puede eludirse con
facilidad es la carga que le imprime el sentimiento de adeudo a este eco
inaudible, culpa por sobrevivir y también por haber reivindicado una apología
del sufrimiento que le parece dar un sentido a su exterminio en la
santificación del sacrificio; culpa también por pedirle a esos millones de
hermanos cremados que le vean el rostro humano a sus verdugos. Desde ese
profundo sentimiento de adeudo, según el autor, Lévinas se transforma
radicalmente y sin decirlo en forma explícita le da un vuelco a su pensamiento.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Al final del libro nos encontramos con un
epílogo que según nos advierte el autor responde a que “cuando las páginas
precedentes ya estaban concluidas, se publicó, a finales del año 2013, el
tercer volumen de la edición francesa de las obras completas de Lévinas.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Esta parece ser la única justificación para su incorporación, el mismo Sucasas
comenta “que, en lo esencial, no obligan [estas páginas] a reconsiderar ninguna
de las tesis principales expuestas en el cuerpo del texto.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Al parecer nos encontramos más con un <i>anexo</i>
que con un <i>epílogo</i> y de primera instancia surge una confusión, ya no
parece haber una conclusión, un resumen o una última palabra; pasamos de la
intriga, el interrogatorio y el confesionario a otro tema que, sin dejar de ser
importante, no parece tener una relación directa con lo anterior aunque su
relación indirecta le parece justificación suficiente para su inclusión. “La
erótica levinasiana es parte esencial de su programa ético-metafísico; en
realidad, vía de acceso a la heterología. Por tanto su elucidación nunca
debiera perder de vista el vínculo que mantiene, aunque sea indirecto, con la
reacción ante la catástrofe civilizatoria que la guerra trajo consigo.” <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Esta afirmación del autor queda como una
invitación que no recibe mayor tratamiento;
<i>Eros</i> y <i>Tánatos</i> son
pulsiones que asocia con la Shoah y que a su entender son parte integral del
pensamiento levinasiano: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 33.25pt; margin-top: 0cm;">
<span lang="ES-TRAD">La elucidación levinasiana de lo erótico
ofrece un buen ejemplo de su metódica de la constelación conceptual. No es
posible aprehender la sustancia amorosa mediante una sola noción, en la que se
concentrase la integridad de su sentido; es necesario elaborar un conjunto
articulado de ideas de cuya recíproca interacción brote el sentido buscado:
caricia, carne, misterio, pudor, virginidad, voluptuosidad y paternidad.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 33.25pt; margin-top: 0cm; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">¿Qué habrá querido decirnos Sucasas al
colocar como epílogo una aproximación al tratamiento levinasiano del erotismo y
al vincularlo indirectamente con la postura de Lévinas con la Shoah? ¿Qué
relación existe entre las pulsiones de vida y de muerte con el sentimiento de
adeudo del sobreviviente y de su intérprete? Por supuesto que no hay una
respuesta en el texto, no olvidemos que nos habla desde un eco inaudible que
Sucasas hace suyo y consigue transmitir sin traicionar el pacto de silencio sin
el cual no tendría sentido la filosofía.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-TRAD">Para los lectores de habla hispana que
buscan compenetrarse con el pensamiento
de Lévinas y que se interesan por la memoria del Holocausto este libro de
Alberto Sucasas es imprescindible. Al descifrar la obra del filósofo a partir
de su confrontación con la realidad que le tocó vivir nos enseña que el
pensamiento y la escritura reposan sobre ese silencio que convierte la lectura
en un gozo irrenunciable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">Alberto Sucasas, <i>La Shoah en Lévinas: Un
eco inaudible, </i>XV Premio Internacional de Ensayo Miguel de Unamuno 2014<b> </b>del
Ayuntamiento de Bilbao, <b>Devenir el Otro,<a href="https://www.blogger.com/null" name="bookmark2"> </a></b>Madrid, 2015.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> Alberto Sucasas se ha
dedicado toda su vida a la enseñanza de la filosofía en el nivel medio superior
y en el superior.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">Alberto Sucasas, <i>La Shoah en Lévinas: Un
eco inaudible, </i>XV Premio Internacional de Ensayo Miguel de Unamuno 2014<b> </b>del
Ayuntamiento de Bilbao, <b>Devenir el Otro, </b>Madrid, 2015. p. 7. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><i><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[4]</span></b></span><!--[endif]--></i></span></a><i> Ibid</i>.,
p.16. Más adelante citaremos este comentario de Reyes Mate.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a> Reyes Mate , “Introducción” en,
<b>La Filosofía después del Holocausto; Edición Confiada al Cuidado de
Alberto Sucasas</b>, Riopiedras Ediciones, Barcelona 2002.<span style="font-size: 12.0pt;"> </span>pp.11- 20, p.12.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Reyes Mate</span><span lang="ES">, <b>Memoria de Auschwitz; Actualidad Moral y
Política, </b>Trotta, Madrid, 2003.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">A. Sucasas, <i>La Shoah en Lévinas, op. cit.,
</i>p. 115.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a> R. Mate, <i>prólogo</i>
en: A. Sucasas, <i><span lang="ES-TRAD">Levinas:
lectura de un palimpsesto, Prologo de Reyes Mate, </span></i><span lang="ES-TRAD">Ediciones Lilmod, Buenos Aires,<i>
</i>2006. p. 17-18.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a> A. Sucasas, <i>op.cit., </i>p.<i>
</i>51.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a> Con este término
recuperamos la distinción hecha por Reyes Mate. Lévinas <span style="font-size: 12.0pt;">sí </span>habla del Holocausto pero según él no lo llevó a un
replanteamiento de su filosofía. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a> A. Sucasas, <i>op .cit., </i>p.
88.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>pp. 38-39.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a> Entre sus traducciones
tenemos: <span style="background: white; letter-spacing: .8pt;">Paul Giniewski,<b> </b><i>Simone
Weil y el judaísmo</i>, (1999); Paul Ricoeur, <i>De Otro modo; Lectura de De
Otro modo de ser o más allá de la esencia de Emmanuel Lévinas,</i>1999;
François Jullien, <i>La propensión de las cosas:</i></span><i> <span style="background: white; letter-spacing: .8pt;">Para una historia de la eficacia
en China Presentación de Reyes Mate</span></i><span style="background: white; letter-spacing: .8pt;">(2000);</span> <span style="background: white; letter-spacing: .8pt;">Élie Benamozegh, <i>Israel y la humanidad,</i>(2003); Élie Benamozegh,</span>
<i><span style="background: white; letter-spacing: .8pt;">Moral judía y moral
cristiana,</span></i><span style="background: white; letter-spacing: .8pt;">
(2006); Pierre Bouretz; <i>Testigos del
Futuro, Filosofía y mesianismo</i> (2012).</span> <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a> Como lo indica el autor,
Lévinas estuvo preso en un campo de prisioneros y no en uno de concentración y
aunque fue una experiencia muy dura no o fue al extremo de lo que
experimentaron sus familiares y amigos. El tema de valor epistemológico de los
testimonios ha sido abordado por varios de los integrantes del proyecto de la <i>Filosofía
después del Holocausto</i> ya mencionado.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sucasas. <i>op. cit.</i>
p. 54<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES">Lévinas Emmanuel, <i>Amar a la Torá más que a
Dios, </i>en Kolitz Zvi, <b>Iosl Rákover
Habla a Dios, </b>Traducido del francés por Alejandro Katz, Fondo de Cultura
Económica, Buenos Aires 1998. págs. </span>79-85<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a> En este texto, que
también cita Sucasas, Levinas analiza un relato ficticio en el que un
combatiente de la resistencia del Gueto de Varsovia habla con Dios antes de
morir y le confiesa, entre otras cosas, que ha disfrutado el matar a los alemanes.
Aunque ese levantamiento terminó sin mayores efectos en la guerra o en la
suerte de los judíos y para nada representó la actitud de los millones de
víctimas, se volvió emblemático para el nacionalismo judío que cuestiona el que
los judíos no hayan presentado resistencia.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid. </span></i><span lang="EN-GB">p.<i> </i>83<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid.,</span></i><span lang="EN-GB"> p. 84.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid.,</span></i><span lang="EN-GB"> p. 107.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid.,</span></i><span lang="EN-GB"> p. 131.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid.,</span></i><span lang="EN-GB"> p. 132.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid.,</span></i><span lang="EN-GB"> p. 147.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/RESE%C3%91AS%20Y%20PRESENTACIONES/rese%C3%B1a%20de%20La%20Shoah%20en%20Levinas%20(Mauricio).doc#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid.,</span></i><span lang="EN-GB"> p. 143.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-42905376409661619102016-01-24T11:10:00.000-08:002016-01-24T11:10:02.176-08:00El hombre Freud y su psicoanálisis del judaísmo.<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Mauricio Pilatowsky<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> Se publicó en el Libro: </span><span style="background-color: white; font-family: Arial; font-size: 13.3333px;">SUCASAS, Alberto y TAUB, Emmanuel (Editores). </span><i style="background-color: white; font-family: Arial; font-size: 13.3333px;">Pensamiento judío contemporáneo</i><span style="background-color: white; font-family: Arial; font-size: 13.3333px;">, Buenos Aires: Lilmod-Prometeo, 2015 (ISBN: 978-987-574-679-4).</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo5; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">1.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Presentación<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
tema de la relación de Freud con el judaísmo ha sido tratado por diversos
autores desde múltiples perspectivas; frente a esta situación nos pareció
propicio definir los alcances de esta modesta contribución. No es nuestra
pretensión hacer un recuento o compendio de este vasto universo de posturas; el
espacio no lo permite. Lo que ofrecemos es una revisión de algunos de los
elementos más importantes de este debate.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En líneas muy generales lo que se preguntan
algunos de los lectores de Freud es el lugar que ocupó el judaísmo para él y,
siguiendo en esta misma dirección, la influencia de la tradición en la
configuración del psicoanálisis. Uno de los debates más enriquecedores en los
que se trató este tema<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> tuvo
como protagonistas a Yosef Hayim Yerushalmi y a Jacques Derrida.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> Más
adelante recuperaremos algunos aspectos de este intercambio, a manera de
introducción comenzaremos por señalar que el texto de Freud que ambos tomaron
como referencia fue el último de sus escritos: </span><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Moisés y la
religión monoteísta.</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> El fundador del psicoanálisis abre esta obra con una
afirmación desconcertante y de alguna manera enigmática:</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Quitarle a un pueblo el
hombre a quien honra como al más grande de sus hijos no es algo que se emprenda
con gusto o a la ligera, y menos todavía si uno mismo pertenece a ese pueblo.
Mas ninguna ejecutoria podrá movernos a relegar la verdad en beneficio de unos
presuntos intereses nacionales, tanto menos cuando del esclarecimiento de un
estado de cosas se pueda esperar ganancia para nuestra intelección.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="es" style="font-size: 12pt;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 30.9pt; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">En este
estudio, que comienza en 1932 y que se fue presentando por partes hasta su
publicación final en 1939, Freud sostiene que Moisés no era judío sino más bien
egipcio.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Lo escribió al final de su vida, ya muy enfermo y en un momento en el que el
antisemitismo se estaba constituyendo como una ideología de estado hasta
desembocar en el nazismo y el exterminio de millones de judíos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 30.9pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> Por lo que el autor afirmaba, estaba
perfectamente consciente de la repercusión que tendría su investigación en el
ánimo de una minoría que en esos momentos estaba siendo perseguida; entendía
también que sería muy difícil mantener una identificación con este colectivo
después de haber rechazado el elemento estructural de su narrativa identitaria,
y sin embargo se define a sí mismo como perteneciente a ese pueblo. La
justificación que presenta no es fácil de entender; nos habla de privilegiar la
verdad por encima de los intereses nacionales y al mismo tiempo nos da a
entender que sus hallazgos, que presentan la narrativa judía como un mito, no
lo llevan a renunciar a su identificación con los hebreos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 30.9pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Lo que
Freud nos dice al final de su vida y como corolario de sus investigaciones en
el campo del psicoanálisis podría presentarse de la siguiente manera: el
sustento de lo que se entiende como identidad judía es imaginario, esta
conclusión afecta a los miembros de esta colectividad que están siendo perseguidos,
y a pesar de ello se siente parte de este pueblo pero no por eso está dispuesto
a renunciar a la verdad. Lo enigmático es que si sus estudios evidencian que no
hay un sustento real para la identificación colectiva, ¿cómo, y a partir de qué
elementos se sintió judío al final de su vida? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 30.9pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">En este
ensayo buscaremos claves que nos permitan acercarnos lo más posible a la respuesta
de este cuestionamiento. En la misma exposición que hace Freud nos ofrece una
pista que podría orientarnos, en ella encontramos que hay más de una voz. Primero
habla el detractor de la tradición, aquél que le quita al colectivo su base
identitaria, después se traslada al otro extremo y se identifica con el
colectivo agraviado y por último aparece la voz del hombre universal, aquél que
puede distanciarse de los intereses sectarios y buscar una marco general donde
reina la verdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 30.9pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">No es
fácil distinguir cada una de estas posiciones que se encuentran a lo largo de
toda su obra y también en sus cartas. Para comprender al hombre Sigmund Freud
en el contexto que le toco vivir sería necesario utilizar las herramientas de Freud
el científico ya que es lo que él mismo se propuso desde el inicio. Para
abordar el tema trazaremos varios planos de análisis, comenzaremos por ubicar
al autor en el contexto histórico y biográfico, luego recuperaremos algunos de
los elementos de su teoría que nos ayuden a comprender su aproximación al
judaísmo para entrar de lleno a este aspecto desde dos aproximaciones; su
estudio del judaísmo como expresión de la cultura y su análisis de su relación
personal con su propio judaísmo. Para finalizar buscaremos responder, aunque
sea parcialmente, a la cuestión que nos convoca: la relación de Sigmund Freud
con el judaísmo.</span><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo5; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">2.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-weight: normal;">
</span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Contexto
histórico<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Las </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">coordenadas</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
biográficas de Sigmund Freud lo ubican en un determinado espacio cultural y en
un momento de la historia europea en la que el </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">ser
judío</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> tenía un significado existencial particularmente
relevante. Con la finalidad de exponer lo más claramente posible esta situación
trazaremos primero el contexto general para luego pasar a los aspectos
singulares de la vida del autor. Él mismo nos relata lo siguiente: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">“Nací el 6 de mayo de 1856 en Freiberg, Moravia, un
pequeño poblado de lo que hoy es Checoslovaquia. Mis padres eran judíos, y yo
lo he seguido siendo. Acerca de mi familia paterna creo que durante una larga
época vivió junto al Rin” […] “en el siglo XIV o en el XV huyó hacia el Este a
causa de una persecución de los judíos, y luego, en el curso del siglo XIX,
emprendió la migración de regreso a Lituania, pasando por Galitzia, hasta
instalarse en la Austria alemana.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El fundador del psicoanálisis falleció en
Londres en 1939 después de haber podido escapar de la Austria nazi en 1938,
vivió 83 años, la mayoría de ellos en Viena en un periodo en el que la
desintegración del Imperio austrohúngaro se acompañó de dos guerras mundiales y
de las expresiones más violentas del nacionalismo europeo. Se podría decir que
nació en el momento y en el lugar en el que el feudalismo agonizaba mientras
que el totalitarismo apenas se estaba incubando. En esta transición el
antisemitismo fue uno de los componentes centrales, fue tan importante que
podríamos afirmar que para un judío, por más apartado que estuviera de sus
tradiciones, no había forma de evadirse de la señalización; </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">ser
judío</span> » <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">no era una elección, era una condición de la que no
se podía escapar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">2.1.
La Emancipación Ilustrada<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
situación de los judíos en el Imperio austrohúngaro en la época en la que vivió
Freud se debe entender como parte del proceso que siguió a la Ilustración.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Muy someramente debemos recordar que durante los dos milenios que van de la
expulsión de los judíos de su entidad nacional en Palestina a la llamada </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Emancipación
Ilustrada</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">, la convivencia entre judíos y
cristianos estuvo determinada por la segregación. Los cristianos consideraban a
los judíos responsables de la muerte de Cristo y de negarse a reconocerlo como el
Mesías anunciado, por lo que no les
permitieron integrarse a la vida económica, política y social.</span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[7]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
su lado, los judíos explicaron su exilio como una prueba divina a la que fueron
sometidos para expiar sus pecados y se organizaron viviendo en los centros
urbanos en zonas de exclusión conocidas como <i>ghettos.</i></span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[8]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
Las actividades económicas que les fueron permitidas fueron el comercio, la
usura, algunos servicios que podían ejercer al interior de la comunidad y en
ocasiones el cobro de impuestos para los gobernantes que les permitían vivir
bajo se tutela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> </span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">A finales del siglo XVIII, como parte de las trasformaciones que se
generaron cuando la burguesía fue desplazando políticamente a los
representantes y las instituciones del </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">viejo régimen feudal</span> »<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">, cambió
radicalmente la situación de los judíos en Europa. Esta transformación se
reflejó en una resignificación del sistema de privilegios y exclusiones
medievales. Fue Napoleón quien instrumentó el cambio;<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[9]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
convocó a una simulación de parlamento judío llamado </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Gran Sanedrín</span> »<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> en París, en
febrero de 1807 a la que acudieron rabinos de muchas partes de Europa. Lo que se
determinó en ese evento tuvo una repercusión en la mayoría de los judíos de la
Europa central;<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[10]</span></sup><!--[endif]--></sup></a> a
grandes rasgos se podría decir que los judíos tuvieron que renunciar a su
autonomía civil, política y comercial, se comprometieron a desmantelar sus
instituciones comunitarias por lo cual se vieron forzados a romper con sus
ordenanzas religiosas.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[11]</span></sup><!--[endif]--></sup></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> El
rompimiento de las estructuras medievales judías no fue correspondido con una
apertura en la sociedad cristiana. A pesar de los discursos ilustrados la
mayoría de las restricciones en todos los ámbitos de la vida continuaron y su
apertura fue muy lenta e insuficiente; a los judíos no se les permitió el libre
desplazamiento, ni se les contrató en los puestos de gobierno, se les fue
admitiendo muy lentamente en las universidades.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[12]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
Muchos judíos optaron por su conversión al cristianismo, ésta era una de las
mejores maneras de romper el </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">cerco</span> »<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> de la nueva forma de exclusión ilustrada, situación que fue bien vista por
algunos sectores de la sociedad cristiana ya que remitía a la idea
evangelizadora. </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Para muchos cristianos, [...] la
emancipación de los judíos no era considerada por ellos como la fase final de
un proceso, sino como el primer paso hacia el bautismo de los obstinados, que
debía ser la única rúbrica definitiva de su total asimilación a la sociedad
circundante.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[13]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Esta respuesta masiva ante la
dialéctica negativa que produjo la </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">emancipación</span> »<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> generó una nueva fórmula de
exclusión donde los aspectos religiosos pasaron a un segundo plano. Para
amplios sectores de la sociedad cristiana la conversión no eliminaba el
judaísmo; es aquí en donde surge el aspecto racista en términos modernos. </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Los judíos habían podido escapar del judaísmo
mediante la conversión; de la judeidad no había escape. Además, un delito
tropieza con el castigo; un vicio sólo puede ser exterminado.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[14]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Arendt nos explica cómo se buscaron
explicaciones pseudocientíficas para mantener la segregación; frente a esta
situación la conversión religiosa no era una solución lo cual explica el surgimiento
de otras respuestas como el Sionismo,<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a>
la Ortodoxia judía<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[16]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
y la proliferación de científicos y pensadores de origen judío que buscaran
nuevas fórmulas de convivencia; en este último grupo podemos ubicar a Freud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En cada
uno de los países de Europa la Ilustración llegó de distinta manera lo mismo
que la dialéctica </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">emancipación- exclusión</span> »<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> con respecto a los judíos. Para abordar el tema que nos convoca nos limitaremos
al caso del Imperio austrohúngaro particularmente a lo que vivió Freud en la ciudad
de Viena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<b><i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">2.2. La Viena
de Freud<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Austria, Budapest y Praga eran las ciudades más
importantes del Imperio austrohúngaro que, a mediados del siglo XIX, ocupaba un
vasto territorio de Europa Central. </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">E</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">l levantamiento de 1848
llevó al trono imperial a Francisco José, que sólo contaba dieciocho años de
edad;</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> la política del joven emperador con respecto al movimiento emancipatorio
de los judíos inspirado en las ideas ilustradas fue tolerante aunque tuvo
distintos momentos. </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Apenas en 1848 los judíos fueron agraciados con la
emancipación total, que por cierto les volvería ser retirada por un nuevo
periodo poco tiempo después. Sólo con el triunfo del liberalismo político en
1867, los judíos fueron beneficiados con plena igualdad de derechos civiles.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Aun en los periodos en los que había una igualdad
formal la discriminación estuvo siempre presente y al igual que en otros países
el fenómeno de la conversión al cristianismo fue un factor notable.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a> La
ciudad de Viena recibió, por parte del Emperador Francisco José, un tratamiento
especial; entre 1858 y 1888 la reedificó para convertirla en una metrópoli
cosmopolita.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a> Como sucedió en otras
partes de Europa, estos desarrollos se acompañaron de inversiones y
concentración de capitales; la inmigración de las zonas rurales trajo a la
ciudad a miles de judíos que llegaban huyendo de la pobreza y la segregación.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a> Los
judíos que iban llegando se asimilaban y en un par de generaciones veían con rechazo
a los recién llegados; </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">el efecto de la invasión judía
(como les gustaba llamarla a los antisemitas de todo tipo) enfrentó a los
judíos asimilados de Viena con un dilema que sus hermanos de otras partes, […]
también afrontaban en esos años,</span> »<span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[22]</span></span><!--[endif]--></a></span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
Freud no estuvo exento de tales sentimientos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Al
fin de la Primera Guerra Mundial y como
consecuencia de su derrota, el Imperio austrohúngaro se desintegró y Viena pasó
a ser la capital de la nueva República de Austria. </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Para los austríacos, aún más que para la mayoría de
los demás europeos, la guerra del 14 fue un trauma y punto de inflexión […]</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> La situación
de Austria podría compararse de alguna manera con la de Rusia; </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">en ambos países la dinastía reinante había mantenido
el poder durante tanto tiempo que parecía encarnar la identidad nacional; mas
por el 1914 su autoridad se había endurecido dando lugar a una autocracia
petrificada que había perdido toda la capacidad.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> La diferencia fue que en Rusia hubo una revolución
socialista y la dinámica no puede compararse con lo que sucedió en Austria
donde siguió existiendo una tradición feudal que iba cediendo espacios a la
burguesía en el marco de un sistema liberal no del todo consolidado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En esta ciudad de contrastes el antisemitismo no
desapareció nunca pero sí se fue transformando. Mientras que el antijudaísmo de
Karl Lueger, que fue el alcalde de Viena de 1895 a 1910, </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">era
más oportunista y propagandista que fanático o doctrinario –era social y
económico más bien que racista o religioso;</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
el nacionalsocialismo que le siguió era </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">viral</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
y terminó desembocando en el genocidio. En 1938 las tropas alemanas invadieron
Austria, la anexaron al Estado alemán y exterminaron a los judíos. Freud pudo escapar pero parte de su familia
cercana fue exterminada por los nazis.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo5; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">3.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-weight: normal;">
</span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Contexto
biográfico<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Después
de haber bosquejado el contexto general en el que los judíos austriacos
vivieron de mediados del siglo XIX hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial,
pasaremos a los aspectos biográficos de Sigmund Freud relacionados con su </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">ser
judío</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">. Lejos de pretender hacer un estudio exhaustivo del
tema, nos limitaremos a trazar algunas de las líneas que consideramos podrían
ayudarnos en la exploración que nos hemos propuesto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">3.1.
Sobre su formación judía <o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Freud llegó a Viena
cuando era muy pequeño. Sobre su familia </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">sabemos que
Jacob [su padre] nació en Tysmenitz, Galitzia; creció en un medio jasídico
(cosa que Sigmund Freud atestiguó); viajó periódicamente a Moravia, primero con
su abuelo y luego solo, en giras de negocios; se instaló en Freiberg,</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
población del Imperio austrohúngaro que más tarde pasó a ser parte de la
República Checa con el nombre de Pribor. Del primer matrimonio de su padre lo
que se conoce es que Sigmund </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">tuvo hermanos que se
vieron envueltos en dudosos asuntos con dinero falsificado, por lo que uno de
ellos fue a la cárcel.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
Del segundo matrimonio de Jacob, Sigmund fue el mayor de cinco hermanas y un
hermano. Al llegar a Viena tenía tan sólo tres años, lo que está registrado es
que:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Cuando los Freud llegaron a Viena, se
establecieron en el barrio tradicional judío, Leopoldstadt, que se extendía a
través del extremo noroeste de la ciudad. Alguna vez había sido el gueto de
Viena y, al absorber el flujo creciente de inmigrantes judíos de la Europa
oriental, de nuevo se estaba convirtiendo en algo así como un gueto. Casi la
mitad de los 15000 judíos que vivían en Viena hacia 1860 se arracimaban en el
barrio. Leopoldstadt no era exactamente un barrio paupérrimo; algunas familias
judías prósperas habían optado por vivir allí. Pero la mayoría se amontonaban
en viviendas atestadas y desagradables. Los Freud pertenecían a esa mayoría.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sobre
la educación judía que recibió Sigmund en su infancia lo que sabemos es lo que
él mismo afirma, que su formación fue limitada,<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a> y
que no fue educado en la tradición judía. Por otro lado, también sabemos que una
figura muy importante en su formación temprana fue la de su nana, una mujer
católica que buscó acercarlo a este credo. Sin embargo este aspecto es
cuestionado por Yerushalmi, quien en su estudio afirma que: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
esencia, Freud proyectó en su vida adulta tres imágenes […]. Primero, que sólo
había recibido la más magra educación religiosa judía. Segundo, que el hogar de
sus padres sólo había habido una mínima y rutinaria observancia judía. Tercero,
que no sabe y, por implicación, nunca supo verdaderamente hebreo o yiddish.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn30" name="_ftnref30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
Lo que sostiene el historiador es que estas afirmaciones deben tomarse con reservas
y al respecto aclara: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ahora
bien, yo no trato de convertir a Freud, y ni siquiera a su padre, en judíos
piadosos o eruditos, pero incluso a la luz de la fragmentaria información de
que disponemos cada una de estas aseveraciones es problemática, para decir lo
menos.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn31" name="_ftnref31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
En este punto coincidimos con Yerushalmi ya que sabemos que </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">durante
su educación media, Freud estudió paralelamente el <i>Tanakh </i>[nombre de la Biblia hebrea]<i> </i>y adquirió nociones de hebreo con el maestro Samuel Hammerschlag,
de quien más tarde se hizo amigo personal.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn32" name="_ftnref32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
padre de Sigmund Freud, al igual que muchos de los judíos que buscaban
asimilarse a la cultura europea pero que aún mantenían un vínculo con su
tradición, quería ver a su hijo integrado a la sociedad cristiana pero sin promover
un total rompimiento con la tradición. Yerushalmi recoge un episodio
significativo para dar fuerza a sus argumentos. Describe como en </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">1891,
cuando Freud cumplió 35 años, su padre le hizo un regalo inusual. Había
reencuadernado en cuero la Biblia Philippsohn que Sigmund estudió en su niñez y
ahora se la daba con una elaborada inscripción hebrea compuesta por él.</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn33" name="_ftnref33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></a> El
historiador explica que la dedicatoria escrita en hebreo tiene un estilo muy
particular que en la tradición judía se conoce como <i>Melitzah</i> que consiste en </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">un mosaico de
fragmentos y frases de la Biblia hebrea así como de la literatura y la liturgia
rabínica, unidos para constituir una nueva exposición de los que el autor
pretende expresar en el momento.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn34" name="_ftnref34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
No citaremos aquí la dedicatoria completa pero es digno de resaltar que Jacob
se dirige a su hijo como </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Hijo que es querido
para mí, <i>Shelomoh</i>.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn35" name="_ftnref35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Queda
claro que a pesar de haberlo registrado con un nombre cristiano se dirigía a él
con el nombre hebreo <i>Shelomoh</i>
(Salomón) y que le escribió en este idioma y no en alemán por medio de citas de
la Biblia. Lo que también sabemos es que: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por su parte,
Amalie Freud [la madre] se encargó de la transmisión del judaísmo a sus hijos
por medio de la tradición oral: habla y comida. Organizaba todas las fiestas
religiosas en las cuales se conmemoraban sucesos de la historia del pueblo
hebreo a través de la preparación de comidas especiales.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn36" name="_ftnref36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
Parece evidente que Freud sí recibió por parte de sus dos padres una trasmisión
de las tradiciones judías y también escuchó desde niño el yiddish y el hebreo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Otro
dato que puede mostrar hasta qué punto la relación personal de Freud con
respecto a su tradición judía fue compleja tiene que ver con su matrimonio.
Decidió casarse con Martha Bernays, una mujer judía de familia practicante pero
le exigió renunciar a la tradición y educar a sus seis hijos sin religión.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn37" name="_ftnref37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></a> Lo
que podemos concluir con respecto su
formación judía es que sí la recibió, más de lo que estaba dispuesto a
reconocer, pero que decidió no trasmitírsela a sus hijos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">3.2. Frente al
antisemitismo</span></i></b><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
<i>anterior al Nacionalsocialismo<o:p></o:p></i></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La relación de Freud
con el judaísmo no se limitó a su formación como tal, hubo otro aspecto que es
pertinente analizar: el que responde al antisemitismo. Debemos diferenciar, en
la medida de lo posible, la recepción del judaísmo por medio de la trasmisión
de una serie de contenidos culturales como la lengua, la historia, los
rituales, el arte o la gastronomía, de la marca que deja la señalización que
viene del exterior. Durante toda su vida el fundador del psicoanálisis tuvo que
lidiar con la discriminación a la que fue objeto; es importante señalar que
parte de la trasmisión del judaísmo consiste en posicionar a los hijos ante
este aspecto negativo del </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">ser judío</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">.
En su libro <i>La interpretación de los sueños</i> Freud da cuenta de esta recepción y
narra lo siguiente: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 45.0pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt 1.0cm;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Y sólo ahora tropiezo con aquella vivencia de niño
que todavía hoy exterioriza su poder en todos estos sentimientos y sueños.
Tendría yo diez o doce años cuando mi padre empezó a llevarme consigo en sus
paseos y a revelarme en pláticas sus opiniones sobre las cosas de este mundo.
Así me contó cierta vez, para mostrarme cuánto mejores eran los tiempos que me
tocaba a mí vivir, que no los de él: </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Siendo yo muchacho, me paseaba por las calles del pueblo donde tú
naciste, un sábado; llevaba un lindo traje con un gorro de pieles nuevo sobre
la cabeza. Vino entonces un cristiano y de un golpe me quitó el gorro y lo
arrojó al barro exclamando: “¡Judío, bájate de la acera!”</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">. </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">¿Y tú
qué hiciste?</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">. </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Me bajé a la calle y recogí el gorro</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">, fue la resignada respuesta.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn38" name="_ftnref38" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></a></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Freud
estudió medicina en la Universidad de Viena bajo la dirección de Ernst Wilhelm von Brücke. Resulta muy
interesante observar su desarrollo profesional y cómo fue adentrándose en el
estudio de la mente humana y de ahí al estudio de la Civilización. </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
la Universidad de Viena, Freud pronto tropezó con el irritante factor del
antisemitismo;</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn39" name="_ftnref39" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
en esa misma época fue víctima de una agresión en un viaje en tren<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn40" name="_ftnref40" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></a> y
unos años después, salió en defensa de sus hijos ante las agresiones
antisemitas de una pandilla en Thumsee, un pueblecito de veraneo bávaro.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn41" name="_ftnref41" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[41]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Con respecto a su vida profesional sabemos que </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">necesitó
esperar diecisiete años para ser nombrado profesor de La Facultad de Medicina
de Viena. En la Austria de aquel entonces, la regla llamada </span><i><span lang="LA" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: LA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">numerus</span></i><span lang="LA" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span><i><span lang="LA" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: LA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">clausus</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> limitada al
número de profesores judíos al 2% del total de profesores universitarios.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn42" name="_ftnref42" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[42]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Freud tuvo
que enfrentarse a lo que significaba </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">ser judío</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> en la Viena
católica, lo interesante fue que </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">durante</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> la Primera Guerra Mundial, su patriotismo, su lealtad austríaca, le
colocaron por encima de cualquier otra consideración.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn43" name="_ftnref43" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[43]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Su identificación con los intereses de los germanos, cuyas muestras
podemos encontrar en su correspondencia, dan muestra de cómo en esos años
todavía no había llegado a comprender lo que realmente significaba el
antisemitismo en la versión genocida que aparecería después.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">3.3. Ante el antisemitismo nacional socialista<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Después de la Primera Guerra Mundial Austria se convirtió en una república;
en esos años el antisemitismo tradicional no desapareció, pero se podía </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">vivir</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> con él; sin embargo, a
partir de la invasión alemana en 1938 todo cambio. Freud da cuenta de esta
diferencia cuando presenta la versión final de su texto <i>El hombre Moisés y la religión monoteísta</i> en Londres después de
haber escapado de los nazis. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 16.65pt; margin-top: 0cm; mso-outline-level: 2; mso-pagination: widow-orphan lines-together; page-break-after: avoid;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="bookmark2"><i><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; letter-spacing: -.5pt; mso-ansi-language: #0400; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Advertencia preliminar II </span></i></a><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">([Londres] Junio de 1938)</span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> </span><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; letter-spacing: -.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: #0400;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 16.65pt; margin-top: 0cm; text-indent: 9.0pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Las particularísimas
dificultades que me asediaron durante la redacción de este estudio referido a
la persona de Moisés —reparos íntimos y disuasiones exteriores— hicieron que
este tercer ensayo, el de conclusión, lleve dos diversos prólogos que se
contradicen y aun se anulan entre sí. En efecto, en el breve lapso que media
entre ambos han variado radicalmente las circunstancias externas del autor. En
aquel tiempo vivía bajo la protección de la Iglesia Católica y con la angustia
de perderla con mi publicación y provocar, para los seguidores y discípulos del
psicoanálisis, una prohibición de trabajar en Austria. De pronto sobrevino la
invasión alemana; el catolicismo reveló ser, para decirlo con palabras bíblicas,
una </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">caña
flexible</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">. En la
certidumbre de que ahora no me perseguirían sólo por mi modo de pensar, sino
también por mi </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">raza</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">, abandoné con muchos amigos
la ciudad que había sido mi patria desde mi temprana infancia y durante 78
años.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn44" name="_ftnref44" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[44]</span></span><!--[endif]--></span></a></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Freud temía que la identificación del psicoanálisis con el judaísmo en el
ambiente que prevalecía en Viena antes de la invasión alemana impidiera su
desarrollo. Eso explica la elección de Carl Jung, el único cristiano en su
círculo cercano, como su sucesor. En una carta que le escribe a Abraham
comenta: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">su adhesión es sumamente valiosa. Casi
diría que sólo su aparición ha podido salvar al psicoanálisis del peligro de
convertirse en una preocupación nacional judía.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn45" name="_ftnref45" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[45]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
Finalmente Freud y Jung tuvieron un rompimiento y sus intenciones nunca se
realizaron pero en algo tuvo razón: el psicoanálisis sí fue identificado como
una </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">ciencia judía</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">. El 10 de mayo
de 1933 los nazis quemaron libros en varias ciudades de Alemania, la gran
mayoría de autores judíos entre los que se encontraban los de Freud. En una
carta a Ernst Jones le comenta: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¡Qué progreso estamos
haciendo! En la Edad Media me habrían quemado a mí, hoy en día se contentan con
quemar mis libros.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn46" name="_ftnref46" title=""><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-size: 12pt;">[46]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
Peter Gay comenta que </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">ésta debió de ser la menos
clarividente de todas sus agudezas,</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn47" name="_ftnref47" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[47]</span></span><!--[endif]--></span></a> si
hubiera vivido unos años más y se hubiera quedado en Viena los nazis lo
hubieran quemado también a él en los hornos crematorios como sucedió con
algunos de sus familiares. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo5; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">4.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Introspección
o autoanálisis como método científico</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Después
de haber trazado, en líneas muy generales, el contexto histórico y la biografía
de Freud en torno a su </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">ser judío</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
nos detendremos en su propuesta científica. Debemos señalar que lo que se
presenta a continuación no pretende
agotar, ni siquiera resumir, el psicoanálisis; la aproximación que haremos al
método terapéutico se limita a recuperar algunos elementos que nos permitan comprender
la relación del médico austriaco con su judaísmo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Después
de estudiar a los invertebrados, Freud se interesó por las enfermedades </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">mentales</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
por lo que incursionó el ámbito psiquiátrico. Antes de desarrollar el psicoanálisis
recibió una formación de corte empirista, en la cual la figura de Ernst Brücke
fue determinante, ya que él fue </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">el maestro en quien
Freud reconoció “la más alta autoridad” que nunca había encontrado.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn48" name="_ftnref48" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[48]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
Junto con Du Bois- Reymond y de Hermann Helmholtz aportaron los fundamentos del
movimiento científico de Alemania y de Austria. </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El más célebre de entre ellos, Helmholtz, de quien
Freud decía: “Es uno de mis ídolos”, entre otras cosas [fue] el promotor del
sistema energético, nacido a raíz del descubrimiento del principio de
conservación de la energía.</span> »<span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn49" name="_ftnref49" title=""><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[49]</span></span><!--[endif]--></a></span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <span lang="ES-TRAD">Es importante tener esto en
cuenta para poder comprender desde qué principios epistemológicos se desarrolla
el estudio médico realizado por el fundador del psicoanálisis.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En busca de las causas de las patologías
relacionadas con el funcionamiento de la mente, Freud desarrollo un método
cuyas bases teóricas se sustentaban en lo que aprendió de sus maestros y lo que
lo condujo siempre fue la observación y el seguimiento clínico de sus
pacientes. En la introducción al <i>Proyecto
de psicología </i>escrito en 1895 abre con la siguiente aclaración: </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El propósito de este proyecto es brindar una
psicología de ciencia natural, a saber, presentar procesos psíquicos como
estados cuantitativamente comandados de unas partes materiales comprobables, y
hacerlo de modo que esos procesos se vuelvan intuibles y exentos de contradicción.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn50" name="_ftnref50" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[50]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> En la presentación de estos </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">procesos psíquicos</span> » <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">describe el sistema neuronal y habla en términos
biológicos de la relación de este sistema con la producción de placer,
displacer, dolor, </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">yo</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> y </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">conciencia</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">, también describe funciones como el pensamiento o
los sueños.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn51" name="_ftnref51" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[51]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Este texto forma parte de un intercambio con </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Wilhelm</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <span lang="ES-TRAD">Fliess<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn52" name="_ftnref52" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[52]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
lo escribe cuando tenía 39 años de edad. En 1900, tan solo unos años después,
publica <i>La Interpretación de los Sueños. </i>Pocos
años separan la preparación de los dos textos, es una etapa muy importante en
la que se estaba definiendo su metodología. </span></span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En esos años en que escribe estos textos, Freud no
posee todavía una terminología específica psicoanalítica completa.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn53" name="_ftnref53" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[53]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Sería un error considerar que los marcos conceptuales
ya estaban claramente definidos. </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Son textos psicoanalíticos que fueron y seguirán
siendo el resultado de trayectorias singulares, intermitencias, elaboraciones,
y en razón también de una retracción, de una espera, de una dilación.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn54" name="_ftnref54" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[54]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> En este contexto de exploración, Freud realizó una
incursión metodológica fundamental: el análisis sobre su propia experiencia
personal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 16.65pt; margin-top: 0cm; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">De tal suerte, en el otoño de 1895 —de regreso de su
primer viaje al norte de Italia y de un estimulante congreso con Fliess en Berlín—,
Freud redactó exaltado su primer esquema teórico, publicado póstumamente con el
título de <i>Esbozo de una psicología científica.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn55" name="_ftnref55" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[55]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></i>
Sintiendo que ese esquema le servía de garantía en el plano de la objetividad
científica, después de la muerte de su padre, en octubre de 1896, pudo vivir
profundamente el trabajo de duelo y a la vez tomar consciencia de la fábula
depresiva que en ese trabajo se representaba: al ser que amaba, lo había
destruido. Entonces modificó su esquema —pues la interacción dialéctica de la
teoría y la clínica fue en él incesante—, denominó “aparato psíquico” lo que
hasta entonces había llamado, como sus maestros, “sistema nervioso”, y lo
organizó en tres sistemas de “trascripción”: el inconsciente, el preconsciente
y la consciencia. Entonces pudo emprender una nueva zambullida regresiva,
rememorar sus recuerdos infantiles más precoces, revivir sus deseos eróticos
relativos a su madre y su niñera y descubrir el complejo de Edipo.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn56" name="_ftnref56" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[56]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La muerte de su padre fue determinante en la
dirección que tomó Freud y la utilización de la </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">introspección</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> o </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">autoanálisis</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> como herramienta metodológica. Para comprender lo
que significó nos detendremos en lo que podría considerarse uno de los grandes
descubrimientos científicos que hizo en esta época y que prácticamente dio
origen al psicoanálisis: la función fisiológica de los sueños.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn57" name="_ftnref57" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[57]</span></span><!--[endif]--></span></a>
El médico austríaco encontró que la actividad onírica era una parte fundamental
del aparato psíquico y que la salud mental del individuo dependía de ella. En
su investigación buscó comprender, a partir de la estructura de los sueños y de
la forma en la que se presentan, su razón de ser en el funcionamiento corporal.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Los sueños están vinculados con la estructura de la
psique que según Freud no se limita a la conciencia; existe otro plano al que
se le denomina inconsciente [</span><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Unbewusst</span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">]<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn58" name="_ftnref58" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[58]</span></span><!--[endif]--></span></a>
y al que la conciencia no tiene un acceso directo </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">« </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">si no es por vía del preconsciente.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> »</span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn59" name="_ftnref59" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[59]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> En otras palabras, lo que propone es que existe una
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">« </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">escisión</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> »</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> en el individuo y que las energías pulsionales
inconscientes operan a partir de una dinámica distinta a la estructuración
racional de la conciencia. El control de estás fuerzas primarias es fundamental
y le permite al individuo desarrollarse como </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">ser</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> social porque dar rienda suelta a los deseos
implicaría la ruptura de las normas básicas que regulan la convivencia. Por
otro lado, la represión absoluta o excesiva de estos deseos es también </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">perjudicial</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> para el desarrollo de la vida y produce malestar.
La función de los sueños es encontrar una canalización mesurada de esta energía
de forma equilibrada donde una parte de los deseos prohibidos llegue a la
conciencia y otra quede censurada. En <i>La Interpretación de los sueños </i>lo
expone de esta manera:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Resumamos los principales
resultados que nuestra investigación nos procuró hasta aquí. El sueño es un
acto psíquico de pleno derecho; su fuerza impulsora es, en todos los casos, un
deseo por cumplir; el que sea irreconocible como deseo, así como sus múltiples
extravagancias y absurdos, se deben a la influencia de la censura psíquica que
debió soportar en su formación; además del constreñimiento a sustraerse de
esta censura, cooperaron en su formación un constreñimiento a la condensación
del material psíquico, un miramiento por su figurabilidad en imágenes sensibles
y —aunque no como regla— un miramiento por dar una fachada racional e
inteligible al producto onírico.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn60" name="_ftnref60" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[60]</span></span><!--[endif]--></span></a>
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La razón por la que los sueños se presentan como
imágenes con </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">múltiples
extravagancias y absurdos</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> es por el mecanismo de </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">censura psíquica</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> de los deseos. El material onírico no obedece a los
parámetros espacio temporales de la realidad, no opera con los principios de la
lógica o la concordancia con las identificaciones. Estas alteraciones consiguen
que los deseos sean </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">irreconocibles</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> para el que sueña y de esta manera pueda procesar
lo que se encuentra vedado para su conciencia. Así sucede con los deseos
incestuosos, con los relacionados con impulsos homicidas de los miembros de la
familia o con sucesos traumáticos de la infancia que han sido reprimidos, por
mencionar algunos ejemplos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Lo que también encontró Freud es que las imágenes de
los sueños se forman con elementos que se toman de la conciencia, sucesos,
recuerdos, fantasías o incluso material que ya se ha presentado en otros sueños
y se ha fijado en la conciencia. </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La fuerza impulsora del sueño es aportada por el
inconsciente</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn61" name="_ftnref61" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[61]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> pero el material con el que se presenta proviene de
la deformación que se hace de lo que se presentó a la conciencia. </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La experiencia nos enseña que durante el día la
censura de la resistencia les ataja a los pensamientos oníricos este camino que
lleva a la conciencia pasando por el preconsciente. En la noche se abren acceso
a la conciencia, pero debemos averiguar por qué camino y merced a qué
alteración.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn62" name="_ftnref62" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[62]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Lo que Freud descubrió es que este mecanismo permite
transitar, por decirlo de alguna manera, en el sentido contrario; mediante el
análisis consciente de las </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">múltiples extravagancias y absurdos</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> se puede acceder al preconsciente y comprender el
mecanismo </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">desfigurador</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> y a partir de aquí es factible desentrañar la
lógica de la censura y comprender el origen del trauma. En su consultorio,
tratando a los pacientes, acompañándolos en la interpretación de sus sueños,
llegó a la conclusión que al reorganizar el material onírico que se recuerda
desde la conciencia se mitigaba la angustia, se superaban los miedos, se podía
salir de las depresiones y a grandes rasgos se les proporcionaba una </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">cura</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> para malestares que de otra forma no habían podido
sanarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Otra cosa que
descubrió al analizar a sus pacientes fue la existencia de una relación entre
las formulaciones discursivas en el consciente y las energías pulsionales que
se encuentran en el inconsciente. La interpretación que los pacientes hacían de
sus propios sueños estaba fuertemente determinada por la misma censura que los había </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">protegido</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">. Siguiendo con esta lógica, Freud comprendió que lo
mismo le sucedía a él, que su estructura psíquica funcionaba igual que la de
los pacientes por lo que tendría que encontrar la manera de reconocer sus propios
mecanismos de censura. Es así como llegó a la conclusión de someterse al
análisis de sí mismo con las mismas
herramientas que utilizaba con los pacientes. Este autoanálisis tenía como
propósito fortalecer el sentido singular de cada individuo y evitar la
formulación de patrones o generalizaciones.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 16.65pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Es que mi procedimiento no es tan cómodo como el del
método popular del descifrado, que traduce el contenido dado del sueño de
acuerdo con una clave establecida; más bien tiendo a pensar que en diversas
personas y en contextos diferentes el mismo contenido onírico puede encubrir
también un sentido disímil. Por eso mis propios sueños se me recomiendan como
un material rico y cómodo, procedente de una persona más o menos normal y
referido a múltiples ocasiones de la vida cotidiana. Es seguro que se me
opondrá la duda en la confiabilidad de tales «autoanálisis». En modo alguno
está excluida, se diría, la arbitrariedad. A mi juicio, la situación es más
favorable en la observación de sí que en la observación de otros; comoquiera
que sea, es lícito tentar hasta dónde se llega en la interpretación de los
sueños con el autoanálisis</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn63" name="_ftnref63" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[63]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 16.65pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
autoanálisis le permitió a Freud explorar en su propia experiencia la manera en
la que funciona el aparato psíquico y la función de los sueños. Se podría
objetar que la reflexión que no se comparte con un </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">otro</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
no consigue librarse de los mecanismos represivos. Pero lo que encontró el
fundador del psicoanálisis es que el método de análisis requiere de un
interlocutor y si se ejerce en forma crítica tiene la capacidad de desarticular
los mecanismos de censura. </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">No hay autoanálisis serio si no es hablado con alguien: esto es algo
que, al término del presente estudio sobre Freud, nos resulta capital. Cuando
Fliess dejó de desempeñar el papel de “único público”, fue Minna, la cuñada de
Freud, quien se tornó su interlocutor privilegiado.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn64" name="_ftnref64" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[64]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La introspección o autoanálisis que realizó Freud
para comprender, a partir de su propia experiencia, el funcionamiento de la
estructura psíquica lo confrontó con su condición judía. Mediante la
interpretación del material onírico fue descubriendo que en sus recuerdos de
infancia habían elementos que se relacionaban con su </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">ser judío</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">; fue en la etapa en la que se conformó su sistema
de identificaciones.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn65" name="_ftnref65" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[65]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Freud fue descubriendo cómo su </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">condición judía</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> en la Viena de finales del siglo XIX fue
determinante en su biografía y cómo
ocupó un lugar importante en su formación como individuo desde su
temprana infancia. Después de habernos detenido en algunos aspectos de su
propuesta científica retomaremos el estudio de su </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">ser judío</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> considerando que para él nunca dejó de ser material de autoanálisis y
que sus parámetros de judío oscilaron en términos de salud y enfermedad o para
ser más precisos de vida y muerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 32.2pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo5; tab-stops: 14.2pt; text-indent: -32.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">5.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Freud y la investigación
científica del judaísmo </span></i></b><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Ahora podemos comprender mejor la formulación con la
que inicia su <i>Moisés y la religión monoteísta.</i>
Primero aparece la voz del Freud que comparte el resultado de lo que investigó
durante toda su vida y lo que esto representa para él: </span>« <span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #0400;">Quitarle a un pueblo el hombre a quien honra como al
más grande de sus hijos no es algo que se emprenda con gusto o a la ligera</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">;</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn66" name="_ftnref66" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[66]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> después viene la voz que da cuenta de su método de
introspección o análisis propio: </span>« <span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #0400;">y menos todavía si uno mismo pertenece a ese pueblo</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn67" name="_ftnref67" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[67]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <span lang="ES-TRAD">y por último la confesión de lo
que buscó con respecto al judaísmo, el poder transitar a lo universal y superar
las limitaciones sectarias: </span></span>« <span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #0400; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Mas ninguna ejecutoria podrá movernos a relegar la verdad en
beneficio de unos presuntos intereses nacionales</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn68" name="_ftnref68" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[68]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">5.1.
Psicoanálisis del monoteísmo</span></i></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Los hallazgos de Freud en la <i>Interpretaciones de los sueños</i> con respecto a sus </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">registros</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> infantiles en torno al judaísmo lo llevaron a la
exploración del origen de la formación social en el individuo. Al respecto se
le abrieron dos planos distintos pero que finalmente convergían: el del
desarrollo de la religión y el del nacionalismo. Como miembro del colectivo
judío que vivía en una sociedad católica y con una postura científica atea, la
opción de convertirse al cristianismo estaba descartada, lo mismo que la
continuación de la tradición religiosa judía. Sin embargo, había dos situaciones
con las que tenía que lidiar: desde el mundo cristiano un antisemitismo que no
le permitía asimilarse y desde el judío una exigencia de permanecer siendo
judío a pesar de su deseo de asimilación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> En 1913 se
publicó </span><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Tótem y Tabú<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn69" name="_ftnref69" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><b><sup><span style="font-size: 12pt;">[69]</span></sup></b><!--[endif]--></sup></a>
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">como
resultado de sus investigaciones sobre la formación de la conciencia social en
el individuo, apoyándose en estudios antropológicos buscó darle una explicación
al material que obtuvo en su clínica y la de los demás psicoanalistas que ya
para entonces constituían un nutrido grupo que compartía sus
descubrimientos. La influencia de Darwin
y de Atkinson<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn70" name="_ftnref70" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[70]</span></span><!--[endif]--></span></a> fueron también
determinantes para la elaboración de una hipótesis sobre el momento en el que
una horda de primates pudo haber evolucionado en seres humanos. Lo que sostiene
es que en estos animales se puede observar que un macho tiene el dominio y
expulsa a los otros para quedarse con todas las hembras hasta que uno de los
jóvenes lo mata y lo reemplaza. El autor
sostiene que podemos suponer que: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Un día los hermanos expulsados
se aliaron, mataron y devoraron al padre, y así pusieron fin a la horda
paterna. Unidos osaron hacer y llevaron
a cabo lo que individualmente les habría sido imposible.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn71" name="_ftnref71" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[71]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
El asesinato del padre y su devoración
no es algo inusual entre los animales, lo que si representó una situación
distinta fue la alianza, pues requería de cierto grado de comunicación y
complicidad. Siguiendo con el desarrollo del </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">mito<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn72" name="_ftnref72" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[72]</span></span><!--[endif]--></span></a>
nos comenta que:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">[…]Odiaban a ese padre que tan gran
obstáculo significaba para su necesidad de poder y sus exigencias sexuales,
pero también lo amaban y admiraban. Tras eliminarlo, tras satisfacer su odio e
imponer su deseo de identificarse con él, forzosamente se abrieron paso las
mociones tiernas avasalladas entretanto. Aconteció en la forma del
arrepentimiento; así nació una conciencia de culpa que en este caso coincidía
con el arrepentimiento sentido en común. El muerto se volvió aún más fuerte de
lo que fuera en vida; todo esto, tal como seguimos viéndolo hoy en los destinos
humanos. Lo que antes él había impedido con su existencia, ellos mismos se lo
prohibieron ahora en la situación psíquica de la “<i>obediencia de efecto retardado {</i></span><i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">nachträglich</span></i><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">}”
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">que
tan familiar nos resulta por el psicoanálisis. Revocaron su hazaña declarando
no permitida la muerte del sustituto paterno, el tótem, y renunciaron a sus
frutos denegándose las mujeres liberadas. Así, desde la <i>conciencia de culpa del hijo varón</i>, ellos crearon los dos tabúes
fundamentales del totemismo, que por eso mismo necesariamente coincidieron con
los dos deseos reprimidos del complejo de Edipo. Quien los contraviniera se
hacía culpable de los únicos dos crímenes en los que toma cartas la sociedad
primitiva.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn73" name="_ftnref73" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[73]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span style="color: red;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La vida colectiva se explica a partir de la
renuncia y el control de los deseos y al miedo a la acción punitiva del padre
idealizado e interiorizado después de muerto. </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
eso a los hermanos, si querían vivir juntos, no les quedó otra alternativa que
erigir – acaso tras superar graves querellas –la prohibición del incesto, con
la cual todos al mismo tiempo renunciaban a las mujeres por ellos anheladas.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn74" name="_ftnref74" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[74]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
De esta manera explica Freud el tabú del incesto, la organización de la vida
primitiva en torno al totemismo y los orígenes de las creencias animistas que
fueron evolucionando para convertirse en sistemas religiosos. No nos
detendremos más en este aspecto, solamente señalaremos que la explicación que
encuentra el autor para las creencias se relaciona con aspectos evolutivos de </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">animal</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
hombre y por lo mismo no consideran ningún tipo de creencia metafísica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En los trabajos que siguieron a <i>Tótem y Tabú </i>Freud fue definiendo el
papel de las creencias religiosas en la configuración de la estructura
psíquica; apoyándose en el material clínico pudo determinar que el lugar que se
le asigna a Dios corresponde al del padre asesinado en el mito del parricidio
original. La amenaza de una retaliación reprimía los deseos incestuosos y los
impulsos homicidas, al miedo se le sumaba una admiración excesiva al padre
muerto fomentada por la madre, está relación de miedo-amor forma parte del
núcleo del complejo edípico tanto el masculino como el femenino. La fuerza que
ejerce la creencia en los poderes del padre muerto es, según Freud, el origen y
porvenir de la creencia religiosa y en particular del monoteísmo. </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
religión sería la neurosis obsesiva humana universal; como la del niño,
provendría del complejo de Edipo, del vínculo con el padre.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn75" name="_ftnref75" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[75]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El lugar que las religiones monoteístas le
asignan a Dios responde a la de la figura del padre, en el judaísmo se dice en
el rezo: </span>« <i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Avinu
Malqueinu</span></i> »<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">,
</span></i>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Nuestro Padre, nuestro Rey</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">,
en el cristianismo: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Padre nuestro que estás en el cielo</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">. Este padre celestial nos vigila, castiga y
perdona, es omnipotente, omnisapiente, eterno, justo y misericordioso. Para
Freud estas creencias fueron importantes en el desarrollo de la civilización ya
que sirvieron para frenar los impulsos destructivos, pero también afirma que a
un costo muy alto y que su preservación conlleva un triste porvenir para la
humanidad. Sus posturas como un científico ilustrado ateo son claras y de
acuerdo a ellas establece el análisis racional
como único medio para alcanzar la felicidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 23.7pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Haber discernido
el valor histórico {<i>historisch</i>} de
ciertas doctrinas religiosas acrecienta nuestro respeto hacia ellas, pero no
invalida nuestra propuesta de retirarlas de su papel de motivación de los
preceptos culturales. ¡Al contrario! Con ayuda de estos retos históricos {<i>historisch</i>}, hemos llegado a concebir
las enseñanzas religiosas como unos relictos neuróticos y ahora tenemos derecho
a decir que probablemente sea ya tiempo de sustituir, como se hace en el
tratamiento analítico del neurótico, los resultados de la represión por los del
trabajo intelectual acordé a la <i>ratio</i>.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn76" name="_ftnref76" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[76]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El análisis crítico del monoteísmo ocupó un lugar central en las
investigaciones de Freud; como parte de éstas surgió el tema de la relación del
cristianismo con el judaísmo y también su explicación psicoanalítica del
antisemitismo. Su tratamiento de este tema se acompañó de una constante
autocensura ya que en la Viena en la que vivió era muy delicado externar
críticas al cristianismo y particularmente si provenían de un judío; a pesar de
esto, en sus escritos podemos encontrar suficiente material para recuperar sus
posturas. El fundador del psicoanálisis sostiene que el desarrollo del
monoteísmo tal y como llegó a expresarse en la Europa del siglo XX, tiene tres
momentos: su gestación en el Egipto antiguo, su propagación posterior por los
hebreos y su reinterpretación por el cristianismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">El monoteísmo fue una creencia instituida por el faraón Akenatón, que reinó
de 1377 a 1358 a.C. su Dios era Atón que representaba al sol, fue un culto que
se acompañó de la imposición de duras normas políticas y morales y con una
condena a la representación de imágenes.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn77" name="_ftnref77" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[77]</span></span><!--[endif]--></span></a> Lo
que Freud propone como hipótesis es que Moisés era uno de los cercanos a
Akenatón, una especie de virrey que huyó de Egipto ante las persecuciones
entre 1358 y 1350 a. C., que se llevó con él a una tribu semita y que para
formar la alianza impuso la costumbre egipcia de la circuncisión. A partir de
sus interpretaciones de la Biblia y con el apoyo de estudios históricos llega a
la hipótesis que Moisés fue asesinado en el desierto y que los hebreos
continuaron su camino en el desierto conducidos por los ayudantes del líder
conocidos como levitas y que en el camino se aliaron con otra tribu semita que
adoraba a un Dios guerrero llamado Yahvé. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Con las herramientas descubiertas en la clínica Freud
buscó reproducir lo que sucedió en con el encuentro de estas tribus; sostiene
que en este momento se produjo una nueva
narrativa que combinaba y distorsionaba las historias, se borró el asesinato, se
hebraizó al Moisés egipcio y se unificó con un segundo Moisés que realmente
era un sacerdote del Dios Yahvé. </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Utilizando las teorías psicoanalíticas sobre los orígenes
de la psique, tanto individual como colectiva, Freud explica el judaísmo a
partir de la elaboración de la culpa por el asesinato de Moisés que relaciona
con la estructura del parricidio original. No se reconoce abiertamente el
crimen y se le disfraza en los relatos como se hace con los sueños. La
distorsión se amplía a otros factores; se coloca el origen del monoteísmo en la
figura ficticia de Abraham quién supuestamente nace en Ur y abandona la casa de
sus padres para fundar la nación judía en la tierra de Israel muchos años antes
de la salida de los judíos de Egipto. Se hace de Moisés un hijo de esclavos
judíos que libera a su pueblo y se niega por completo la experiencia monoteísta
egipcia así como se les quita la autoridad sobre la práctica de la
circuncisión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">La adjudicación que hacen los judíos del origen del
monoteísmo así como de la identidad de Moisés se acompaña con una autovaloración
de ser el pueblo elegido por Dios. Lo que destaca Freud es que para elaborar la
culpa colectiva por el asesinato del hombre que les trasmitió los principios
morales y de acuerdo a la estructura del pacto pulsional que se encuentra en la
psique individual y colectiva desarrollaron una legislación muy avanzada para
su época y apoyándose en el principio anti-idolatra y la prohibición de hacer
imágenes de Dios, impulsaron la búsqueda de la verdad y la justicia que no se
limitara a la obediencia ciega y en las creencia mágicas. Para Freud, la
aportación de este grupo en el progreso del conocimiento fue fundamental aunque
no hayan sido los que crearon el monoteísmo y sus normas morales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; text-indent: 11.0pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-family: "Century Schoolbook"; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Y entonces, de las filas
del pueblo se elevar</span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">on, e</span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-family: "Century Schoolbook"; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">n</span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> un</span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-family: "Century Schoolbook"; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">a serie que ya no se </span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">interrumpiría
más, hombres que no estaban ligados con Moisés por su origen, pero sí
cautivados por esa tradición </span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-family: "Century Schoolbook"; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">grande</span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> y poderosa que había crecido poco a poco en la sombra; y esos
hombres, los profetas, fueron los infati</span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-family: "Century Schoolbook"; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">gables</span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> heraldos de la vieja enseñanza mosaica: la divinidad desdeña el
sacrificio y el ceremonial, sólo demanda fe </span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-family: "Century Schoolbook"; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">y una vida en verdad y en
justicia (Maat). Los empeños </span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">de los
profetas tuvieron éxito duradero; las enseñanzas con </span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-family: "Century Schoolbook"; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">que restauraron la vieja</span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> fe se convirtieron en </span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-family: "Century Schoolbook"; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">el contenido </span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #0400; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">permanente de la religión judía. Inmensa gloria es para el pueblo
judío haber conservado una tradición así y producido hombres que le dieran su
voz, por más que la incitación a ello viniera de afuera, de un grande hombre
extranjero.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn78" name="_ftnref78" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="es" style="font-size: 12pt;">[78]</span></span><!--[endif]--></span></a>
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 9.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm; text-indent: 11.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">5.2. El
cristianismo y el antisemitismo<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Su
posición con respecto al monoteísmo cristiano es lo que consideró un retroceso
en el camino a la verdad científica, o lo que en términos psicoanalíticos se
denomina « retorno de lo reprimido ».
Para explicar el surgimiento del cristianismo
recurre nuevamente al origen psíquico del parricidio y comenta que: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Parece
que una creciente conciencia de culpa se había apoderado del pueblo judío,
acaso de todo el universo de cultura de aquel tiempo, como precursora del
retorno del contenido reprimido.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn79" name="_ftnref79" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[79]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> Se
refiere a lo que se nos relata en los evangelios, donde un sector del pueblo
judío que se encontraba sometido por el Imperio Romano respondió al sentimiento
de culpa con una propuesta que cambió por competo la dinámica:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> Pablo, un
judío romano de Tarso, aprehendió esta conciencia de culpa y la recondujo
certeramente a su fuente en el acontecer histórico primordial. La llamó el </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">pecado original</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">, era un crimen contra Dios que
sólo se podía expiar mediante la muerte. […] Un Hijo de Dios se había hecho
matar siendo inocente, y así tomaba sobre sí la culpa de todos.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn80" name="_ftnref80" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[80]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">La
figura de Cristo como el hijo de Dios que se sacrifica por los pecados de todos
los hombres representa, desde el análisis que hace Freud, el sacrificio de uno
de los hermanos del pacto pulsional cuya muerte
sirve para pagar por el crimen: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">El “redentor” no podía ser otro
que el principal culpable, el caudillo de la liga de hermanos que había
avasallado al padre;</span> »<span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn81" name="_ftnref81" title=""><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[81]</span></span><!--[endif]--></a></span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">el asesinato del hijo </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">salda</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> la deuda
con el padre y libera a los hombres de su compromiso, relajando la ley.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">El antijudaísmo cristiano se explica a partir de este </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">retorno de lo reprimido</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">, los que ven en la figura de Cristo la encarnación de Dios
que se sacrifica para liberar a los hombres del pecado original, encuentran en
la negativa judía de aceptar esta creencia un obstáculo para liberarse de su
sentimiento de culpa. Mientras que los judíos elaboran la culpa del parricidio
original y de su repetición en el asesinato de Moisés por medio del
cumplimiento de la ley. Los cristianos admiten el homicidio pero lo
distorsionan al sostener que Dios mismo se ha sacrificado cobrando la vida de
uno de ellos y así relajan el cumplimiento de las leyes que emanan del pacto
pulsional. Al negarse a creer en la muerte y resurrección de Dios en Cristo los
judíos no les permiten a los cristianos escapar de la culpa y cumplir con el
pacto pulsional y de ahí que el odio se vuelva tan destructivo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El pobre pueblo judío, que con una obstinación consuetudinaria
siguió desmintiendo el asesinato del padre, lo pagó con dura penitencia en el
curso de las épocas. Una y otra vez se le reprochó: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Habéis muerto a nuestro Dios</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">. Y este reproche es verdadero si se
lo traduce correctamente. Reza, en efecto, referido a la historia de las
religiones: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">No queréis <i>admitir</i>
haber dado muerte a vuestro Dios (la imagen primordial de Dios, el padre
primordial, y sus posteriores reencarnaciones)</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">. Un agregado debiera enunciar: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Nosotros, en cambio, hemos hecho lo
mismo, pero lo hemos <i>confesado, </i>y
desde entonces quedamos sin pecado</span>. »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn82" name="_ftnref82" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[82]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">La creencia cristiana se sostiene en la liberación del
compromiso colectivo de vigilar el cumplimiento del pacto original; en términos
psicoanalíticos significa un relajamiento del superyó.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn83" name="_ftnref83" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[83]</span></span><!--[endif]--></span></a> Al
disculpar el cumplimiento de la ley a nombre de un supuesto amor que viene del
perdón divino lo que se despertó fue aquello que estaba latente en el
inconsciente de los hombres; sus deseos violentos lejos de llevarlos a
construir una sociedad tolerante e incluyente los convirtió en victimarios
inclementes:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Así, el pueblo judío, disperso por todo el orbe,
tiene ganados loables méritos frente a las culturas de los pueblos que lo
hospedaron; lástima que todas las matanzas de judíos en la Edad Media no
consiguieron hacer gozar a sus compatriotas cristianos de una paz y una
seguridad mayores en esa época. Después
que el apóstol Pablo hizo del amor universal por los hombres el fundamento de
su comunidad cristiana, una consecuencia inevitable fue la intolerancia más
extrema del cristianismo hacia quienes permanecían fuera.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn84" name="_ftnref84" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[84]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> Para Freud la
manera de progresar tiene que ver con ir desmascarando los mitos, tanto los
judíos como los cristianos. Reconocer que el origen de las creencias
monoteístas está en las estructuras psíquicas y que Dios no existe. El
reconocimiento del origen violento de la conformación social es fundamental
para la construcción de un orden social que permita a sus integrantes una vida
donde la felicidad sea posible y el odio pueda controlarse por medio de una ley
que se reconozca como producto de un acuerdo social mediado por la razón. Para
lograr este objetivo tenía que mostrar como el judaísmo se había constituido a
partir de una distorsión de la realidad al hacer al Moisés egipcio un judío y
al negar su asesinato y luego exponer a la doctrina cristiana como resultado de
un retorno de lo reprimido. El desmantelamiento de la forma en la que se había
desarrollado el monoteísmo era primordial para el fundador del psicoanálisis ya
que lo que veía venir era una catástrofe, y
no estaba nada equivocado. En su <i>Moisés</i>
escribió: </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 23.7pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Vivimos en una época muy curiosa. Descubrimos con asombro que el
progreso ha sellado un pacto con la barbarie. En la Rusia soviética se han
lanzado a la empresa de elevar a unos cien millones de seres humanos,
mantenidos en la sofocación, hasta formas de vida mejores. Se tuvo la osadía
suficiente para quitarles el «opio» de la religión, y se fue lo bastante sabio
para concederles una medida razonable de libertad sexual. Pero, en cambio, se
los sometió a la compulsión más cruel, y se les arrebató toda posibilidad de
pensar libremente. Con parecida violencia, el pueblo italiano es educado para
el orden y el sentimiento del deber. Uno se siente casi aliviado de una
aprehensión oprimente viendo, en el caso del pueblo alemán, que la recaída en
una barbarie poco menos que prehistórica puede producirse sin apuntalamiento en
ideas progresistas.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn85" name="_ftnref85" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[85]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> A partir de sus investigaciones sobre el
origen y desarrollo del monoteísmo, Freud llegó a la conclusión que lo que vendría
sería un retorno a la barbarie, recordemos que murió antes de ver lo que
sucedería durante la Segunda Guerra Mundial. Como ya hemos visto, para la
desarticulación de este peligro, era fundamental evidenciar los elementos
reprimidos en la narrativa judía; esto explica su postura firme de publicar su <i>Moisés</i> a pesar de las solicitudes de
amigos y renombrados intelectuales que le pedían no hacerlo. Sin lugar a dudas
se sentía amenazado por el antisemitismo y sentía que su solidaridad con los
judíos era incuestionable pero entendía que había un peligro mayor que el
antisemitismo, el del exterminio total de lo humano, y en eso tampoco estaba
tan equivocado, y que para evitarlo era fundamental comenzar por exponer los
mecanismos que llevaron a la configuración del monoteísmo y era inevitable hacerlo
con el judaísmo también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="margin-left: 32.2pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo5; tab-stops: 14.2pt 1.0cm; text-indent: -32.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">6.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-weight: normal;">
</span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">El psicoanálisis
de su judaísmo<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
el comienzo del descubrimiento del psicoanálisis Freud desarrollo la técnica
del autoanálisis conforme fue desarrollando su <i>Interpretación de los sueños. </i>Al revisar sus propios recuerdos y
los registros de su propia sexualidad infantil aparecieron los elementos
judíos; en eso momento entendió el lugar central que ocupaban en sus
identificaciones. En la construcción de su identidad persona </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">lo
judío</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> era un componente integral. Para el científico esto
representó un factor de análisis ya que su parte racional crítica no conseguía
conciliar su cuestionamiento de los elementos irracionales de estas
identificaciones con las afinidades afectivas que le despertaban. En el prólogo
a la traducción hebrea de <i>Tótem y Tabú </i>escrito
en 1930 da cuenta de esta situación:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.9pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Ninguno de los
lectores de este libro podrá ponerse con facilidad en la situación afectiva del
autor, quien no comprende la lengua sagrada, se ha enajenado por completo de la
religión paterna –como de toda otra-, no puede simpatizar con ideales
nacionalistas y, sin embargo, nunca ha desmentido la pertenencia a su pueblo,
siente su especificidad de judío y no abriga deseos de cambiarla. Si se le
preguntara: </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Qué
te queda entonces de judío, si has resignado todas estas relaciones de comunidad
con tus compatriotas?</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> Respondería: </span><span lang="FR">« </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Todavía
mucho, probablemente lo principal</span><span lang="FR"> »</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">.
Pero en el presente no podría verter lo esencial con palabras claras. Es seguro
que alguna vez lo conseguirá una intelección científica.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn86" name="_ftnref86" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[86]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.9pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 14.2pt 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Para
esclarecer este punto es pertinente retomar lo que se señalaba al principio de
esta exposición; Freud nos habla con varias voces desde lugares distintos. Está
el hombre que no se identifica con el colectivo al que analiza: </span>« <span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #0400;">Quitarle a un pueblo el hombre</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">…</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn87" name="_ftnref87" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[87]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">,
luego está el que sí se identifica; </span>« <span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #0400;">si uno mismo pertenece a ese pueblo</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn88" name="_ftnref88" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[88]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
y por último el que busca posicionarse más allá de estas fronteras por medio
del establecimiento de criterios universales: </span>« <span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #0400;">Mas ninguna ejecutoria podrá movernos a relegar la
verdad en beneficio de unos presuntos intereses nacionales</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn89" name="_ftnref89" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[89]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En los comentarios que le hace Derrida a
Yerushalmi, de los que ya se habló anteriormente, hay un argumento que nos
parece de suma importancia; el filósofo argelino escribe, aludiendo a los del
historiador: </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Querer hablar del psicoanálisis,
pretender hacer la historia del psicoanálisis desde un punto de vista puramente
a-psicoanalítico, puro de todo psicoanálisis, hasta el punto de creer borrar de
ella las huellas de toda impresión freudiana, es como si se reivindicase el
derecho de hablar sin saber de lo que se habla, sin ni siquiera querer oír
hablar de ello.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn90" name="_ftnref90" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[90]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> La pregunta psicoanalítica sobre el judaísmo
del psicoanálisis remite al autoanálisis de su fundador y de los distintos
registros que encontró en esta introspección. Freud descubre que hay planos afectivos de
identificación pero también de rechazo, localiza sus vínculos patológicos y
también identifica aquellos aspectos que le parecen positivos. Sin
embargo, al igual que lo que encontró
con sus pacientes, fue capaz de entender que sobre estos aspectos no hay una
postura clara, que más bien una parte queda oculta a la comprensión de la
conciencia. El que aparezcan contradicciones en el análisis del origen de las
identificaciones es esperable y se considera parte del proceso, de ahí que para
Freud sea importante entender sus propias reacciones frente a lo judío. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> A partir del psicoanálisis logra
identificar en su persona los registros que tienen que ver con lo judío y que
se presentan de distintas maneras y que son de alguna manera contradictorias.
Por un lado el imperativo de </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">seguir siendo
judío</span> »<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> que se expresa en el recuerdo
del obsequio que le hace su padre;<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn91" name="_ftnref91" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">[91]</span></span><!--[endif]--></span></a>
por el otro, está el mandato en el sentido opuesto </span>« <span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">convertirse en un médico austriaco reconocido</span> »<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> y dejar atrás la forma de vida tradicional. Una muestra de su antipatía
por el judaísmo la podemos encontrar en la respuesta que dio a los
cuestionamientos que le hizo Martin Buber a su <i>Moisés. </i></span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Las
frases piadosas de Martin Buber no harán mucho daño a <i>La</i> <i>interpretación de los sueños.</i> El <i>Moisés</i> es mucho
más vulnerable, y estoy preparado para [resistir] todos los asaltos judíos.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn92" name="_ftnref92" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[92]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">De la misma forma logró comprender que la sociedad católica en la que vivía
no le permitiría asimilarse y lo vería siempre como judío a pesar de no ser
creyente y de no identificarse con el nacionalismo judío. </span><span lang="FR">« </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Mi lengua es el alemán. Mi cultura, mi realización es alemana. Yo me
considero un intelectual alemán, hasta que percibí el crecimiento del
preconcepto antisemita en Alemania y en Austria. Desde entonces prefiero
considerarme judío.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn93" name="_ftnref93" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[93]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Las dos
posturas contrarias; la del imperativo de </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">seguir siendo judío</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> y la de su rechazo a este mismo mandamiento las
localizaba en su estructura individual y entendía que debía buscar cómo lidiar
con ellas. Su propia experiencia médica le proporcionaba los elementos
necesarios para comprender la fuerza de estas identificaciones y lo difícil que
era superarlas. Sin embargo no cabe duda que el hombre Sigmund Freud sabía que debía
buscar los mecanismos para conseguirlo y poder así entenderse como un ser
humano en términos universales y emanciparse de las determinaciones que le
fueron impuestas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 32.2pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo5; tab-stops: 14.2pt; text-indent: -32.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">7.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La recuperación de su condición judía<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El psicoanálisis fue, para su fundador, el método
científico que le permitió entender lo complejo del sistema de identificaciones
y también las vías para su superación; desde este hallazgo revaloró su
adscripción al judaísmo. Es a partir de su autoanálisis y del estudio del
desarrollo de la cultura hasta su tiempo que pudo llegar a la conclusión que el
descubrimiento del psicoanálisis fue factible dada su condición judía en la
Viena católica de finales del siglo XIX y principios del XX. Marthe Robert cita
una carta de Freud a la Asociación judía B’nai B’rith en la que escribe: </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Siendo judío, me encontraba exento de numerosos
prejuicios que limitaban a los demás en el uso de sus facultades intelectuales;
como judío, estaba igualmente preparado a pasarme a la oposición y a renunciar
a cualquier forma de inteligencia con la «mayoría compacta.</span> »<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn94" name="_ftnref94" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[94]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Desde esta
condición logró identificar un legado que le permitió revalorar su </span>« <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">ser judío</span> »<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">, el del desarrollo de una actitud crítica que
condujo a los judíos al fomento del estudio y de escritura. Para el científico
ilustrado ésta era una tradición con la que buscó identificarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Los judíos conservaron la orientación hacia
intereses espirituales; el infortunio político de la nación les enseñó a
estimar en todo su valor el único patrimonio que les había quedado: su
escritura. Inmediatamente después de la destrucción del templo de Jerusalén por
Tito, el rabino Johanán ben Zákkai obtuvo el permiso para inaugurar la primera
escuela de la Torá en Iabne. En lo sucesivo fueron la Sagrada Escritura y el
empeño espiritual en torno de ella lo que mantuvo cohesionado al pueblo
disperso. <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftn95" name="_ftnref95" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[95]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.8pt; margin-top: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 2.55pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> Al final de su vida y como
conclusión de sus investigaciones, Freud encontró un factor de identificación
positivo, consciente y racional con el legado de la tradición que había
cuestionado en forma radical; este tenía que ver con el del pensamiento
crítico, la escritura y el estudio. El judaísmo ilustrado que se alejaba de las
creencias religiosas permitía el surgimiento de una investigación científica
frente al cristianismo que había engendrado con su secularización una mutación
al totalitarismo en sus diversas manifestaciones. Su análisis de su misma
condición y de su propia forma de responder a las determinaciones de su época
lo llevaron a revalorar su judaísmo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 2.55pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> Dicho en otras palabras se podría
concluir que el fundador del psicoanálisis consideraba que el judaísmo, tal y
como se le presentó a él, era la plataforma cultural fecunda para poder superar
los elementos restrictivos del monoteísmo. La posibilidad de alcanzar una
identificación universal de lo humano basada en la verdad científica era el
legado de su generación que tenía la oportunidad de denunciar la </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">impostura
del padre</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">. Su
identificación con </span>« <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">lo judío</span> »<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> no consistía en una religación
con la creencia en un Dios, tampoco en una adscripción nacional basada en
supuestos raciales o derechos territoriales heredados, su identificación fue
con la tradición desmitificadora renuente a toda manifestación de idolatría y
paganismo que llegó, después de la Ilustración, a un nivel de cuestionamiento
capaz de trascender el monoteísmo, incluso el judío, a nombre de una verdad
surgida de la razón crítica. Freud se identificó con ese judaísmo ilustrado,
ateo y antinacionalista que le permitía dejar de ser austriaco y judío, para
convertirse en hombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><br clear="all" style="page-break-before: always;" />
</span></i></b>
<br />
<div class="MsoNormal">
<b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Bibliografía citada:</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">1.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Anzieu Didier, <i>El autoanálisis de Freud; El descubrimiento
del psicoanálisis, </i>trad. de<i> </i>Ulises Guiñazú, México, Siglo XXI, 1979<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">2.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Arendt Hannah, </span><i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Los Orígenes del
Totalitarismo<b>,</b></span></i><b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"> </span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">trad. Guillermo Solana, Madrid, Taurus, 1974<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">3.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;">Castro Roberto ed.,</span><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-weight: bold;"> Espectros del
Psicoanálisis</span></i><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">, </span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-weight: bold;">número 9, invierno de
2012, México. pp. 7-19.</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">4.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Castro
Roberto, <i>Notas sobre el Proyecto de
Psicología (Entwurf einer Psychologie) de Sigmind Freud, </i>México, Siglo XXI Editores, 2011.</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">5.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;">Derrida Jacques, <i>Mal de archivo; Una impresión Freudiana,</i></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"> trad. Paco Vidarte, Madrid, Editorial Trota, 1997.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">6.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Dubnov Simón, « El precio de la Emancipación –
El decreto de 1806 »<b>, </b>en <i>Historia
Universal del Pueblo Judío</i>, Tomo VIII, Buenos Aires, Editorial S. Sigal,
1951.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">7.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;">Freud Sigmund, <i>El malestar en la Cultura</i>, en <i>Obras
Completas</i>, vol. XXI, trad. José Luis Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu
Editores, 2004. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">8.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Freud Sigmund, <i>El
Porvenir de una Ilusión</i>, en <i>Obras
Completas</i>, vol. XXI, trad. José Luis Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu
Editores, 2004. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">9.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Freud Sigmund, <i>La
Interpretación de los sueños (primera parte)</i>, en <i>Obras Completas</i>, vol. IV, trad. José Luis Etcheverry, Buenos Aires,
Amorrortu Editores, 2004. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">10.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Freud Sigmund,<i>
La interpretación de los sueños (segunda parte)</i>, en <i>Obras Completas</i>, vol. V, trad. José Luis Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu
Editores, 2004.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">11.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Freud Sigmund,<i> Moisés y la religión monoteísta</i>, en
Obras Completas, vol. </span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">XXIII</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">, trad. José
Luis Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2004. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">12.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Freud Sigmund, <i>Tótem y Tabú</i>, en </span><i><span lang="PT-BR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR;">Obras Completas,
</span></i><span lang="PT-BR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-style: italic;">vol. XIII</span><i><span lang="PT-BR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR;">, </span></i><span lang="PT-BR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-style: italic;">trad. José Luis Etcheverry,</span><i><span lang="PT-BR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR;"> </span></i><span lang="PT-BR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR; mso-bidi-font-style: italic;">Buenos Aires, </span><i><span lang="PT-BR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR;"> </span></i><span lang="PT-BR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: PT-BR;">Amorrortu
Editores, 2004, </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">tomo
13. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">13.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Freud Sigmund,<i> </i></span><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Proyecto de psicología</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">, en <i>Obras Completas,</i> vol. </span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">I</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">,
trad. José Luis Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2004. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">14.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Fuks Betty Bernardo, <i>Freud y <st1:personname productid="la Judeidad" w:st="on">la Judeidad</st1:personname>; La vocación del
Exilio</i>, trad. Sonia Radaelli
México, Siglo XXI, 2006. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">15.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Görlich Ernst J., <i>Historia del Mundo</i>, trad. Mariano Orta
Manzano Madrid, Martínez Roca, Madrid,
1972<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">16.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">Hirsch Rafael S., <i>The Nineteen Letters About Judaism</i>,
Jerusalén-Nueva York, Feldheim Publishers, 1995. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">17.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Gay Peter, <i>Freud, Vida y Legado de un precursor, </i>Traducción Jorge Piatigorsky,
Madrid, Paídos, 1989.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">18.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Janik Allan y Toulmin Stephen, <i>La Viena de Wittgenstein, </i>trad.
Ignacio Gómez de Liaño<i>, </i>Madrid, Taurus, 1974. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">19.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">Katz Iacob, <i>Exclusiveness and Tolerance; Studies in Jewish-Gentile Relations in Medieval and
Modern Times</i>, Nueva York, Berhrman House, 1961. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">20.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Katz Iacob, “<i>La Emancipación
Judía y los Estudios Judaicos”, </i></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;">en <i>Dispersión y Unidad</i><b>, </b>No.
15, Jerusalén, Organización Sionista Mundial, 1975.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">21.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Pilatowsky Mauricio, </span><i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">La Autoridad del
Exilio: Una Aproximación al Pensamiento de Cohen, Kafka, Rosenzweig y Buber,</span></i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"> México, </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">UNAM-Plaza y Valdés, 2008.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">22.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Pilatowsky Mauricio, « N</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">acionalismo judío y antisemitismo ilustrado</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;"> »</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-style: italic;">
en </span><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Raíces; Revista judía de cultura</span></i><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-style: italic;">, </span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-style: italic;"> año xx, no. 68.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">23.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Pilatowsky Mauricio, “Memoria,
identidad y sujeto; debate sobre el Moisés de Freud” en María González Navarro,
Betty Estévez, Antolín Sánchez Cuervo (eds.), <i>Claves actuales de
pensamiento, </i>Madrid - México,<i> </i>CSIC - Plaza Valdés, 2010.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">24.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Robert Marthe; <i>Acerca de Kafka.
Acerca de Freud, </i>trads. José Luis Giménez-Fontin, “Acerca de Kafka”, Jaume
Pomar, “Acerca de Freud”<i> </i>Barcelona, Editorial Anagrama, 1970. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">25.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Robert Marthe. <i>Freud y la conciencia judía; de Edipo a
Moisés,</i></span> trad. <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Concha
San-Valero<i> </i>Barcelona,<i> </i>Ediciones
Península, 1976. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">26.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Yerushalmi Yosef Hayim, <i>El
Moisés de Freud; Judaísmo Terminable e Interminable</i>, trad. Horacio
Pons, Buenos Aires, Nueva Visión, 1996.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><br clear="all" style="page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Apéndice:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Datos
biográficos del autor<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sigmund Freud nació el
6 de mayo de 1856 en Freiberg Moravia, entonces una población del Imperio
Austro Húngaro que hoy en día está en la Republica Checa y se llama Príbor;
cuando tenía tres años de edad sus padres se instalaron en la ciudad de Viena.
Sobre su padre lo que sabemos es que nació
en Tysmenitz, Galitzia, de una familia judía jasídica y que antes de casarse
con la madre de Sigmund tuvo otro matrimonio y dos hijos. De su madre lo que
conocemos es que venía también de una familia judía, él fue el mayor de cinco
hermanas y un hermano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Estudió medicina en la Universidad de Viena en 1873, se
graduó en 1881 y se especializó como neurólogo. En 1886 se casó con Martha
Bernays una mujer judía con la que tuvo tres hijos y tres hijas. En 1896
falleció su padre lo cual fue un evento determinante en su vida, a partir de su
elaboración del duelo y continuando con sus investigaciones descubrió una nueva
metodología de análisis; por medio de la interpretación de sus propios sueños
encontró las bases de lo que definiría como la <<ciencia del="" lisis="" psicoan="">>. <o:p></o:p></ciencia></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Durante la Primera Guerra Mundial se identificó con el
nacionalismo germano pero al finalizar el conflicto y con el aumento del
antisemitismo se fue alejando de estas posturas. Se declaró ateo pero se
consideraba judío. Freud se dedicó a la práctica terapéutica toda su vida y en
paralelo se abocó al estudio de la Cultura con las herramientas metodológicas
que le proporcionó la clínica. En 1923 se le diagnósticó un cáncer de paladar
que le causó mucho sufrimiento, se sometió a varias intervenciones quirúrgicas
y tuvo que utilizar una prótesis bucal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En el año de 1933, con la subida al poder de Hitler en
Alemania se recrudeció el antisemitismo en Viena, en el año de 1938 los
alemanes se anexaron Austria e implantaron las leyes nazis, gracias a la ayuda
de sus amigos Marie Bonaparte y Ernest
Jones Freud logró escapar y radicarse en Londres. El 23 de septiembre de 1939
con la asistencia de su amigo Max Schur se quitó la vida con una sobredosis de
morfina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Entre sus obras más importantes podemos destacar <i>La interpretación de los sueños </i>(1900),<i> Tótem y tabú </i>(1913),</span> <i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Más allá del principio de placer </span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(1920),<i> Psicología de las masas y análisis del yo </i>(1921),<i> El porvenir de una ilusión </i>(1927),<i> El
malestar en la Cultura </i>(1930)<i> y
Moisés y la religión monoteísta </i>(1939).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<b><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Bibliografía recomendada:</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">27.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Anzieu Didier, <i>El autoanálisis de Freud; El descubrimiento
del psicoanálisis, </i>trad. de<i> </i>Ulises Guiñazú, México, Siglo XXI, 1979<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">28.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Bernstein Richard, <i>Freud y el Legado de Moisés,</i> Siglo XXI,
México, 2002.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">29.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Castro
Roberto, <i>Freud Mentor, Trágico y
Extranjero; Aproximaciones al pensamiento Freudiano. </i>Siglo XXI, México,
1999.</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">30.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;">Castro Roberto, </span><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Notas sobre el Proyecto de Psicología (Entwurf einer
Psychologie) de Sigmind Freud, </span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">México, </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Siglo XXI, Editores, 2011.</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">31.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;">Derrida Jacques, <i>Mal de archivo; Una impresión Freudiana,</i></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"> trad. Paco Vidarte, Madrid, Editorial Trota, 1997.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">32.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;">Freud Sigmund, <i>Obras Completas</i>, en XXIV tomos. trad. José Luis Etcheverry, Buenos
Aires, Amorrortu Editores, 2004. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">33.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Fuks Betty Bernardo, <i>Freud y <st1:personname productid="la Judeidad" w:st="on">la Judeidad</st1:personname>; La vocación del
Exilio</i>, trad. Sonia Radaelli
México, Siglo XXI, 2006. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">34.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Gay Peter, <i>Freud, Vida y Legado de un precursor, </i>Traducción Jorge Piatigorsky,
Madrid, Paídos, 1989.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">35.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Janik Allan y Toulmin Stephen, <i>La Viena de Wittgenstein, </i>trad.
Ignacio Gómez de Liaño<i>, </i>Madrid, Taurus, 1974. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">36.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Pilatowsky Mauricio,<i> Las voces desterradas; reflexiones en torno
al imaginario judío,</i> prólogo de Alberto Sucasas, México,<i> </i>UNAM -
Plaza Valdés, México, 2014.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">37.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Robert Marthe; <i>Acerca de Kafka.
Acerca de Freud, </i>trads. José Luis Giménez-Fontin, “Acerca de Kafka”, Jaume
Pomar, “Acerca de Freud”<i> </i>Barcelona, Editorial Anagrama, 1970. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">38.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Robert Marthe. <i>Freud y la conciencia judía; de Edipo a
Moisés,</i></span> trad. <span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Concha
San-Valero<i> </i>Barcelona,<i> </i>Ediciones
Península, 1976. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-list: l5 level1 lfo13; tab-stops: 21.3pt; text-indent: -21.3pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">39.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Yerushalmi Yosef Hayim, <i>El
Moisés de Freud; Judaísmo Terminable e Interminable</i>, trad. Horacio
Pons, Buenos Aires, Nueva Visión, 1996.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> Este tema fue tratado
parcialmente en el ensayo: Mauricio Pilatowsky, « Memoria, identidad y sujeto; debate sobre el Moisés de Freud »,
en María González Navarro, Betty Estévez, Antolín Sánchez Cuervo (eds.), <i>Claves
actuales de pensamiento, </i>Madrid - México,<i> </i><span style="font-variant: small-caps;">CSIC</span> - Plaza Valdés, 2010, pp. 91 – 106.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoNormal">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Yerushalmi escribió en 1991</span><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> El Moisés
de Freud. Judaísmo terminable e interminable. </span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">Derrida dictó una conferencia
en Londres, el 5 de junio de 1994, en un coloquio internacional titulado</span><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> Memory:
The Question of Archives. </span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">La conferencia se publicó un año más tarde con el título <i>Mal de
Archivo. Una Impresión Freudiana</i>.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud,<i> Moisés y la religión monoteísta</i>, en <i>Obras
Completas</i>, Vol. <span lang="ES">XXIII</span>, trad.
José Luis Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2004, p. <span lang="es">7</span>.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a> Esto se tratará con mayor
amplitud más adelante.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a> Citado por: Betty Bernardo
Fuks, <i>Freud y <st1:personname productid="la Judeidad" w:st="on">la Judeidad</st1:personname>; La vocación del
Exilio</i><b>, </b>trad. Sonia Radaelli, México, Siglo XXI, 2006, p. 20. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a> El tema se trata
ampliamente en el libro Mauricio Pilatowsky, <i><span lang="ES">La Autoridad del Exilio: Una
Aproximación al Pensamiento de Cohen, Kafka, Rosenzweig y Buber, </span></i><span lang="ES">México,</span><span lang="ES"> UNAM-Plaza y Valdés, 2008.<i><o:p></o:p></i></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a><span lang="EN-GB"> Iacob Katz, <i>Exclusiveness and Tolerance;
Studies in Jewish-Gentile Relations in Medieval and Modern Times</i>,
Nueva York, Berhrman House, 1961. p. 4.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a> Iacob Katz, « La
Emancipación Judía y los Estudios Judaicos »,<i> </i><span lang="ES">en <i>Dispersión y Unidad</i><b>, </b>No. 15, Jerusalén, Organización
Sionista Mundial, 1975, pp. 118-126, </span>p. 119.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a> Simón Dubnov, « El
precio de la Emancipación – El decreto de 1806 »<b>, </b>en <i>Historia
Universal del Pueblo Judío</i>, Tomo VIII, Buenos Aires, Editorial S.
Sigal, 1951, pp. 51-69.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a><i> Ibid. <o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a><i> Ibid.</i><b><o:p></o:p></b></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a> Iacob Katz, <i>La
Emancipación judía y los estudios judaicos, op. cit</i>.,<b> </b>p.122.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a> Hannah Arendt, <i><span lang="ES">Los Orígenes del
Totalitarismo<b>,</b></span></i><b><span lang="ES"> </span></b><span lang="ES">trad. Guillermo Solana, Madrid, Taurus, 1974, </span>p. 140.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a> Ver Mauricio Pilatowsky, « <span lang="ES-TRAD">Nacionalismo judío y
antisemitismo ilustrado</span> »<span lang="ES-TRAD">, en <i>Raíces; Revista judía de cultura</i><b>, </b> año
xx, no. 68.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 9.0pt; text-indent: -9.0pt;">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a> Para
ilustrar como surge este movimiento y cuáles son sus argumentos ver: Rafael S.
Hirsch, <i>The Nineteen Letters About Judaism</i>, Jerusalén-Nueva York,
Feldheim Publishers, 1995. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a><span lang="FR"> Allan Janik
y Stephen Toulmin, <i>La Viena de
Wittgenstein, </i>trad. </span>Ignacio Gómez de
Liaño<i>, </i>Madrid, Taurus, 1974, p.
45.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a> Betty Bernardo Fuks, <i>Freud y <st1:personname productid="la Judeidad" w:st="on">la Judeidad</st1:personname></i>, <i>op.
cit., </i>p. 28.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">Marthe Robert, <i>Acerca de Kafka. Acerca de Freud, </i>trads. José Luis Giménez-Fontin,
“Acerca de Kafka”, Jaume Pomar, “Acerca de Freud”, Barcelona, Editorial Anagrama, 1970, p. 118. </span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a> Allan Janik y Stephen
Toulmin, <i>La Viena de Wittgenstein, op.
cit.,</i> p. 49.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a> Peter Gay, <i>Freud, Vida y legado de un precursor, </i>trad.
Jorge Piatigorsky, Madrid, Paídos, 1989, p. 42.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid. </i>Las
propuestas sionistas de Teodoro Herzl, otro judío austríaco asimilado, deben
entenderse en el marco de esta dinámica que produjo la inmigración judía a
Viena.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a> Allan Janik y Stephen
Toulmin, <i>La Viena de Wittgenstein, op.
cit., </i>p. 303. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn25">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 65.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn26">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a> Yosef Hayim <span lang="ES">Yerushalmi, <i>El Moisés de Freud; Judaísmo Terminable e
Interminable</i>, trad. Horacio Pons, Buenos Aires, Nueva Visión, 1996,
p.</span>134.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn27">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="ES">Ibid.</span><o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn28">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a> Peter Gay, <i>Freud, </i>p. 36.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn29">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a> Ver nota número 85. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn30">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref30" name="_ftn30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></a> Yosef Hayim Yerushalmi, <i>El
Moisés de Freud, op. cit., </i>p. 140.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn31">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref31" name="_ftn31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid. <o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn32">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref32" name="_ftn32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></a> Marthe Robert, <i>Freud y la conciencia judía; de Edipo a
Moisés, </i>trad. Concha San-Valero,<i> </i>Barcelona, Ediciones Península, 1976,
p. 27<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn33">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref33" name="_ftn33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></a> Yosef Hayim Yerushalmi, <i>El
Moisés de Freud, op. cit.,</i> pp. 152-153.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn34">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref34" name="_ftn34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 153<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn35">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref35" name="_ftn35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn36">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref36" name="_ftn36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></a> Betty Bernardo Fuks, <i>Freud y la Judeidad, op. cit., </i>p. 23.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn37">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref37" name="_ftn37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></a> « <span lang="ES-TRAD">Cruelmente, Freud acabó con la
ortodoxia juvenil de su esposa, a pesar de la pena que le provocaba a ella.</span> »
Peter Gay, <i>Freud, op. cit., </i>p. 666. E<span lang="ES-TRAD">ste autor recoge una cita del
hijo de Freud donde comenta: </span>« “<span lang="ES-TRAD">Nuestras fiestas – recordó
Martin Freud- eran la Navidad, con regalos bajo un árbol con lucecitas, y la
pascua cristiana, con huevos pintados llamativamente. Yo nunca había estado en
una sinagoga, ni tampoco, por lo que sé, mis hermanos o hermanas”.</span> »
<span lang="EN-GB">Martin Freud, « Who Was
Freud? », en <i>The Jews of Austria, </i> comp. de Fraenkel, 203. Nota 43, p.808<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn38">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref38" name="_ftn38" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></a> Freud Sigmund, <i>La Interpretación de los sueños (primera parte)</i>,
en <i>Obras Completas</i>, vol. IV, trad.
José Luis Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2004, p. 211.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn39">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref39" name="_ftn39" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></a><span lang="EN-GB"> Peter Gay, <i>Freud,
op. cit., </i>p. 51.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn40">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref40" name="_ftn40" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn41">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref41" name="_ftn41" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[41]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 52.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn42">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref42" name="_ftn42" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[42]</span></span><!--[endif]--></span></a> Betty Bernardo Fuks, <i>Freud y la Judeidad, op. cit. </i>p. 35.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn43">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref43" name="_ftn43" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[43]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">Marthe Robert, <i>Acerca de Kafka. Acerca de Freud, op. cit., </i>p. 114.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn44">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref44" name="_ftn44" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[44]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud,<i> Moisés y la religión monoteísta</i>, <i>op.
cit., </i>p. 55.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn45">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref45" name="_ftn45" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[45]</span></span><!--[endif]--></span></a> Citado por Peter Gay, <i>Freud, op. cit., </i>p. 241.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn46">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref46" name="_ftn46" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[46]</span></span><!--[endif]--></span></a><span lang="EN-GB"> Peter Gay, <i>Freud,
op. cit., </i>p. 658.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn47">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref47" name="_ftn47" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[47]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn48">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref48" name="_ftn48" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[48]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">Marthe Robert, <i>Acerca de Kafka. Acerca de Freud, op. cit., </i>p. 119.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn49">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref49" name="_ftn49" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[49]</span></span><!--[endif]--></span></a><i><span lang="ES-TRAD">Ibid., </span></i><span lang="ES-TRAD">p. 120.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn50">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref50" name="_ftn50" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[50]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud,<i> </i><i><span lang="ES-TRAD">Proyecto de psicología</span></i>,
en <i>Obras Completas,</i> Vol. <span lang="ES">I</span>, trad. José Luis Etcheverry, Buenos
Aires, Amorrortu Editores, 2004, p. 339.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn51">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref51" name="_ftn51" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[51]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>pp.
378-389.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn52">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref52" name="_ftn52" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[52]</span></span><!--[endif]--></span></a> Roberto Castro, <i>Notas sobre el Proyecto de Psicología
(Entwurf einer Psychologie) de Sigmund Freud, </i>México, Siglo XXI, 2011, p. 7. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn53">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref53" name="_ftn53" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[53]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid. <o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn54">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref54" name="_ftn54" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[54]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 8. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn55">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref55" name="_ftn55" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[55]</span></span><!--[endif]--></span></a> También conocido como <i>Proyecto de psicología </i>citado
anteriormente.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn56">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref56" name="_ftn56" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[56]</span></span><!--[endif]--></span></a> Didier Anzieu, <i>El autoanálisis de Freud; El descubrimiento
del psicoanálisis, </i>trad. de<i> </i>Ulises Guiñazú, México, Siglo XXI, 1979,
pp. 630-631.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn57">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref57" name="_ftn57" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[57]</span></span><!--[endif]--></span></a> « <i>La interpretación de los sueños </i>[…]
constituye el libro primero del psicoanálisis y el programa de los siguientes
libros de Freud y sus colaboradores. » <i>Ibid., </i>p. 507. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn58">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref58" name="_ftn58" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[58]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud,<i> La interpretación de los sueños (segunda
parte)</i>, en <i>Obras Completas</i>, Vol. <span lang="ES">V</span>, trad. José Luis Etcheverry,
Buenos Aires, 2004, p. 534. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn59">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref59" name="_ftn59" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[59]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 535.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn60">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref60" name="_ftn60" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[60]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 527.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn61">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref61" name="_ftn61" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[61]</span></span><!--[endif]--></span></a><i>Ibid., </i>p. 535.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn62">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref62" name="_ftn62" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[62]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 535.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn63">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref63" name="_ftn63" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[63]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud,<i> La interpretación de los sueños (primera parte)</i>,
en <i>Obras Completas</i>, Vol. I<span lang="ES">V</span>, trad. José Luis Etcheverry,
Buenos Aires, 2004, p. 126.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn64">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref64" name="_ftn64" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[64]</span></span><!--[endif]--></span></a> Didier Anzieu, <i>El autoanálisis de Freud, op. cit., </i>p. 624.
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoFootnoteText">
En una entrevista Freud comentó lo siguiente: <o:p></o:p></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<span lang="ES-TRAD">G.
S. V.: <i>¿Usted ya se analizó a sí mismo?</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<span lang="ES-TRAD">S.
F.: Ciertamente. El psicoanalista debe constantemente analizarse a sí mismo.
Analizándonos a nosotros mismos, estamos más capacitados para analizar a otros.
El psicoanalista es como un chivo expiatorio de los hebreos, los otros
descargan sus pecados sobre él. Él debe practicar su arte a la perfección para
liberarse de los fardos cargados sobre él. [George Sylvester Viereck, </span>« <span lang="ES-TRAD">Entrevista
a Sigmund Freud: El valor de la vida</span> »<i> </i><span lang="ES-TRAD">(1926)</span> »<i><sup><span lang="ES-TRAD">*</span></sup></i><span lang="ES-TRAD">, en<b><i> </i></b><i>Espectros
del Psicoanálisis</i><b>, </b>número 9 invierno de 2012, México. pp. 7-19, p. 12.]<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<span lang="ES-TRAD">*</span><span lang="ES-TRAD"> </span>Ofrecemos aquí
una entrevista realizada a Sigmund Freud, que nos ha hecho llegar gentilmente
nuestra colega Rosa Liguori. Esta entrevista fue concedida al periodista George
Sylvester Viereck en 1926 en la casa de Sigmund Freud en los Alpes suizos. Se
creía perdida pero en realidad se encontró que había sido publicada en el
volumen de <i>Psychoanalysis and the Fut</i>, en Nueva York en 1957. Fue
traducida del inglés al portugués por Paulo César Souza y al castellano por
Miguel Ángel Arce.<span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn65">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref65" name="_ftn65" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[65]</span></span><!--[endif]--></span></a>Como en el análisis de un
sueño donde viajaba a Roma lo lleva al recuerdo de cuando tenía 12 años y su
padre le contó de cómo lo habían bajado de la acera. Ver nota. 37<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn66">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref66" name="_ftn66" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[66]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud,<i> Moisés y la religión monoteísta</i>, <i>op.
cit.,</i> p. <span lang="es">7</span>.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn67">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref67" name="_ftn67" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[67]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn68">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref68" name="_ftn68" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[68]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn69">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref69" name="_ftn69" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[69]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud, <i>Tótem y Tabú</i>, en <i><span lang="PT-BR">Obras Completas</span></i><i><span lang="PT-BR">, </span></i>Vol. <span lang="FR">XIII, trad. José Luis Etcheverry, Buenos Aires,
2004, pp. 1-164.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn70">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref70" name="_ftn70" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[70]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.,</i> p. 128.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn71">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref71" name="_ftn71" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[71]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>pp. 143-144.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn72">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref72" name="_ftn72" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[72]</span></span><!--[endif]--></span></a> No es demostrable
históricamente parte de una hipótesis para explicar lo que aparece en la
clínica con el apoyo de los estudios antropológicos y biológicos.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn73">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref73" name="_ftn73" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[73]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud, <i>Tótem y Tabú. </i>op. cit. p.145<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn74">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref74" name="_ftn74" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[74]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 146.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn75">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref75" name="_ftn75" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[75]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud, <i>El Porvenir de una Ilusión</i>, en <i>Obras Completas</i>, vol. XXI, trad. José
Luis Etcheverry Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2004, p. 43.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn76">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref76" name="_ftn76" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[76]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 44.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn77">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref77" name="_ftn77" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[77]</span></span><!--[endif]--></span></a> Ernst J. Görlich, <i>Historia del Mundo,</i> trad. Mariano Orta
Manzano, Madrid, Martínez Roca, 1972, p.
13. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn78">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref78" name="_ftn78" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[78]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud,<i> Moisés y la religión monoteísta</i>, <i>op.
cit., </i>p. 49.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn79">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref79" name="_ftn79" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[79]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 83.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn80">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref80" name="_ftn80" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[80]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn81">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref81" name="_ftn81" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[81]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn82">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref82" name="_ftn82" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[82]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>pp. 86-87.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn83">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref83" name="_ftn83" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[83]</span></span><!--[endif]--></span></a> Para comprender como
funciona esta estructura psíquica Freud nos dice: « Nos acude otra
pregunta más cercana. ¿De qué medios se vale la cultura para inhibir, para
volver inofensiva, acaso para erradicar la agresión contrariante? Ya hemos
tomado conocimiento de algunos de esos métodos, pero al parecer no de los más
importantes. Podemos estudiarlos en la historia evolutiva del individuo. ¿Qué
le pasa para que se vuelva inocuo su gusto por la agresión? Algo muy asombroso
que no habíamos colegido, aunque es obvio. La agresión es introyectada,
interiorizada, pero en verdad reenviada a su punto de partida; vede decir:
vuelta hacia el yo propio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoFootnoteText">
Ahí
es recogida por una parte de yo, que se contrapone al resto como superyó y entonces,
como « conciencia moral », está pronta a ejercer contra el yo la
misma severidad agresiva que el yo habría satisfecho de buena gana en otros
individuos, ajenos a él. Llamamos «conciencia de culpa a la tensión entre el
superyó que se ha vuelto severo y el yo que le está sometido. Se exterioriza
como necesidad de castigo. Por consiguiente, la cultura yugula el peligroso
gusto agresivo del individuo debilitándolo, desarmándolo, y vigilándolo
mediante una instancia situada en su interior, como si fuera una guarnición
militar en la ciudad conquistada. » [Sigmund Freud, <i>El malestar en la cultura</i>, en <i>Obras
Completas</i>, vol. XXI, trad. José Luis Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu
Editores, 2004, p. 119-120.]<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn84">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref84" name="_ftn84" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[84]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid., </i>p. 111. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn85">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref85" name="_ftn85" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[85]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud,<i> Moisés y la religión monoteísta</i>, <i>op.
cit., </i>p. 52. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn86">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref86" name="_ftn86" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[86]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud, <i>Tótem y Tabú, op. cit., </i>p. 9.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn87">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref87" name="_ftn87" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[87]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud,<i> Moisés y la religión monoteísta</i>, <i>op
cit., </i>p. <span lang="es">7</span>.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn88">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref88" name="_ftn88" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[88]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.<o:p></o:p></i></div>
</div>
<div id="ftn89">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref89" name="_ftn89" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[89]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.</i> Freud se
refiere a la identificación con el colectivo judío en general y no al sionismo
aunque al respecto también se pronunció: « S<span lang="ES-TRAD">u comentario más extenso sobre el sionismo se
encuentra en una carta a Albert Einstein. Aparentemente Einstein le pidió que
se pronunciara públicamente sobre el tema, y<b> </b>Freud se negó: </span>« <span lang="ES-TRAD">Quien quiera influir en una multitud debe
tener algo valioso y<b> </b>entusiasta
que decir, y mi<i> </i>sobria
evaluación del sionismo no permite esto</span> »<span lang="ES-TRAD">. Declaraba simpatizar con el movimiento y<b>
</b>estar </span>« <span lang="ES-TRAD">orgulloso</span> »<span lang="ES-TRAD"> de </span>« <span lang="ES-TRAD">nuestra</span> »<span lang="ES-TRAD"> Universidad de Jerusalén; le
agradaba que florecieran </span>« <span lang="ES-TRAD">nuestros</span> »<span lang="ES-TRAD"> asentamientos. </span>« <span lang="ES-TRAD">Por otro lado, no creo que Palestina se convierta nunca en Estado
judío, ni que el mundo cristiano o el islámico estén alguna vez dispuestos a
permitir que sus lugares sagrados queden en manos judías. Para mí habría sido
más comprensible fundar una patria judía en un territorio nuevo, sin trabas históricas.</span> »<span lang="ES-TRAD"> Sabía que una actitud </span>« <span lang="ES-TRAD">racional</span> »<span lang="ES-TRAD"> como ésa nunca lograría </span>« <span lang="ES-TRAD">el entusiasmo de las masas y<b> </b>los recursos de los<b> </b>ricos.</span> »<span lang="ES-TRAD"> Pero lamentaba que </span>« <span lang="ES-TRAD">el fanatismo antirrealista</span> »<span lang="ES-TRAD"> de sus hermanos judíos despertara
la sospecha de los árabes. </span>« <span lang="ES-TRAD">No puedo experimentar ninguna simpatía por una piedad<b> </b>extraviada que convierte en religión nacional un
fragmento del muro de Herodes, y por él desafía los sentimientos de los nativos
del lugar.</span> » »<span lang="ES-TRAD"> (Freud a Einstein, 26 de febrero 1930, Freud Collection, B3, LC.) en:
</span>[Peter Gay, <i>Freud,op. cit. </i>pp.
663-664.]<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn90">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref90" name="_ftn90" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[90]</span></span><!--[endif]--></span></a> Jacques <span lang="ES">Derrida, <i>Mal de archivo; Una impresión Freudiana,</i>
trad. Paco Vidarte, Madrid, Editorial Trota, 1997, p. 62.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn91">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref91" name="_ftn91" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[91]</span></span><!--[endif]--></span></a> Yosef Hayim Yerushalmi, <i>El
Moisés de Freud, op. cit., </i>pp. 152-153.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn92">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref92" name="_ftn92" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[92]</span></span><!--[endif]--></span></a> En: Peter Gay, <i>Freud, op. cit., </i>p. 714.<span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn93">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref93" name="_ftn93" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[93]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">George Sylvester Viereck, </span>« <span lang="ES-TRAD">Entrevista
a Sigmund Freud: El valor de la vida (1926)</span> »<span lang="ES-TRAD">, <i>art.
cit., </i>pp. 7-19, p.12. </span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn94">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref94" name="_ftn94" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[94]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">Marthe Robert, <i>Acerca de Kafka. Acerca de Freud, op. cit., </i>pp. 88-89.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn95">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/LILMOD/EL%20HOMBRE%20FREUD.doc#_ftnref95" name="_ftn95" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[95]</span></span><!--[endif]--></span></a> Sigmund Freud,<i> Moisés y la religión monoteísta</i>, <i>op
cit., </i>p. 111. <o:p></o:p></div>
</div>
</div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-74601735074745039002015-12-20T10:04:00.000-08:002015-12-20T10:04:31.244-08:00Reseña del Libro Las Voces Desterradas; reflexiones en torno a los imaginarios judíos por Juan Antonio Delgado de la Rosa.<h2>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; line-height: 15.96px;">Publicado en la revista: </span><span style="border-image-outset: initial; border-image-repeat: initial; border-image-slice: initial; border-image-source: initial; border-image-width: initial; border: 0px; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-stretch: inherit; line-height: 15.96px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><span style="color: black;"><a href="http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=12788" style="border-image-outset: initial; border-image-repeat: initial; border-image-slice: initial; border-image-source: initial; border-image-width: initial; border: 0px; cursor: pointer; font-family: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: none 0px; padding: 0px; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">Bajo palabra. Revista de filosofía</a>,</span> <acronym style="border-image-outset: initial; border-image-repeat: initial; border-image-slice: initial; border-image-source: initial; border-image-width: initial; border: 0px; cursor: help; font-family: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;" title="International Standard Serial Number" xml:lang="en">ISSN</acronym> 1576-3935, <a href="http://dialnet.unirioja.es/ejemplar/409260" style="border-image-outset: initial; border-image-repeat: initial; border-image-slice: initial; border-image-source: initial; border-image-width: initial; border: 0px; cursor: pointer; font-family: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: none 0px; padding: 0px; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">Epoca 2, Nº. 10, 2015</a>, <abbr style="border-image-outset: initial; border-image-repeat: initial; border-image-slice: initial; border-image-source: initial; border-image-width: initial; border: 0px; cursor: help; font-family: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;" title="páginas">págs.</abbr> 385-387 de la Universidad Autónoma de Madrid España.</span></span></h2>
<div>
<span style="border-image-outset: initial; border-image-repeat: initial; border-image-slice: initial; border-image-source: initial; border-image-width: initial; border: 0px; font-stretch: inherit; line-height: 15.96px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"></span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="border-image-outset: initial; border-image-repeat: initial; border-image-slice: initial; border-image-source: initial; border-image-width: initial; border: 0px; font-stretch: inherit; line-height: 15.96px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El libro nos ofrece un argumento taxativo de cómo poder evolucionar en el</span></span></div>
<span style="border-image-outset: initial; border-image-repeat: initial; border-image-slice: initial; border-image-source: initial; border-image-width: initial; border: 0px; font-stretch: inherit; line-height: 15.96px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">
<div style="text-align: justify;">
conocimiento del judaísmo contemporáneo desde la perspectiva de los intelectuales,</div>
<div style="text-align: justify;">
equilibrando dos fuerzas fundamentales: La razón y la tradición. Para ello, también nos</div>
<div style="text-align: justify;">
sitúa todo este entramado ante la clave de la resistencia en conciencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Este ensayo del profesor Pilatowsky pone de relieve autores en los que la adhesión al</div>
<div style="text-align: justify;">
judaísmo es crítica y son capaces de cribar los elementos que no dejan margen a la libertad</div>
<div style="text-align: justify;">
de expresión y de conciencia moral.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El primer intelectual que trata es a Baruch Spinoza (capítulo primero), recordando que</div>
<div style="text-align: justify;">
fue el primer judío emancipado. Ciertamente no pertenece como el resto de autores a la</div>
<div style="text-align: justify;">
historia contemporánea pero es el que abrió el camino rebelándose contra la edad media</div>
<div style="text-align: justify;">
judía y por ello fue excomulgado de la comunidad judía en 1656. Pilatowsky hace una</div>
<div style="text-align: justify;">
disección de Spinoza extraordinaria en relación a su pensamiento teológico-filosófico,</div>
<div style="text-align: justify;">
sobre todo su estudio de la ética (sería muy interesante comparar estos datos con la tesis</div>
<div style="text-align: justify;">
doctoral del ya fallecido profesor César tejedor Campomanes). Como segundo capítulo del</div>
<div style="text-align: justify;">
libro el profesor Pilatowsky ofrece un enfoque de la obra de Franz Kafka a partir de la</div>
<div style="text-align: justify;">
influencia que tuvo en la mística judía. Desde estas coordenadas el autor del ensayo</div>
<div style="text-align: justify;">
profundiza en el contexto que se vivió en Europa, dedicando un trabajo importante a la</div>
<div style="text-align: justify;">
comprensión de la cábala española antes de la expulsión de los judíos (1492). Otro</div>
<div style="text-align: justify;">
elemento que analizará antes de la expulsión de los judíos en España, es la relación entre el <span style="line-height: 15.96px;">Creador y la creatura y la responsabilidad que tiene el hombre para con la creación. Esta</span></div>
<div style="text-align: justify;">
situación y tensión de conversiones violentadas por la fuerza traerán la figura del</div>
<div style="text-align: justify;">
marranismo o criptojudaísmo. Tampoco olvida Pilatowsky el jasidismo y las <span style="line-height: 15.96px;">consecuencias que se traducen de esta identidad errante (en su soledad) en las nuevas</span></div>
<div style="text-align: justify;">
lecturas del mesianismo y el mesías. Como tercer capítulo, nos plantea Pilatowsky el</div>
<div style="text-align: justify;">
Kafka de W. Benjamin, es decir, trata de presentar lo que un filósofo piensa de la obra de</div>
<div style="text-align: justify;">
un literato. Pilatowsky encuentra al menos tres concomitancias entre ambos intelectuales:</div>
<div style="text-align: justify;">
provienen de familias judías en la que sus padres se habían alejado de la religión: los dos</div>
<div style="text-align: justify;">
tienen una relación compleja con el judaísmo y finalmente en ambos casos, participar de</div>
<div style="text-align: justify;">
una vida judía no se conciliaba con el sentido de pertenencia a un proyecto universal.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ambos mueren muy jóvenes: “sin tierra, sin aire, sin leyes”. Se dieron cuenta que había</div>
<div style="text-align: justify;">
esperanza pero no para ellos. Para el cuarto capítulo, el profesor Pilatowsky nos presenta el <span style="line-height: 15.96px;">Benjamin de Reyes Mate. Es muy interesante esta reflexión porque parte de un autor</span></div>
<div style="text-align: justify;">
español que no es judío y que tuvo una vinculación con el cristianismo. Es una perspectiva</div>
<div style="text-align: justify;">
muy diferente a las anteriores: “Reyes Mate sostiene que hay que recuperar las fuentes</div>
<div style="text-align: justify;">
judías y el reconocimiento de sus manifestaciones antijudías”. El profesor Pilatowsky</div>
<div style="text-align: justify;">
desenvuelve de forma sintética pero brillantemente la obra de Reyes Mate. Sobresale la</div>
<div style="text-align: justify;">
idea de hacer justicia mediante la memoria recogiendo testimonio de las personas que han</div>
<div style="text-align: justify;">
sido víctimas de persecución y exterminio. Esto se funda para reyes Mate en la ética y la</div>
<div style="text-align: justify;">
política. Es muy interesante esta propuesta epistemológica en aras a superar el</div>
<div style="text-align: justify;">
eurocentrismo. Termina el capítulo con matizaciones del profesor Pilatowsky a algunas</div>
<div style="text-align: justify;">
consideraciones de Reyes Mate. El capítulo quinto, está dedica a Walter Benjamin,</div>
<div style="text-align: justify;">
presentando el pensamiento de Benjamin en torno a la dialéctica emancipación sometimiento. <span style="line-height: 15.96px;">Invita el ensayo a poner la mirada de nuevo en el estudio de Marx como</span></div>
<div style="text-align: justify;">
herramienta para comprender el sistema capitalista. El capítulo sexto, presenta el</div>
<div style="text-align: justify;">
pensamiento de Hanna Arendt como luz en tiempos de oscuridad. Una luz llena de</div>
<div style="text-align: justify;">
intencionalidad hacia la justicia. Se narra cómo Hanna Arendt en 1960 es enviada a</div>
<div style="text-align: justify;">
Jerusalén por el diario New Yorker para informar del juicio del militar Eichmann (Otto</div>
<div style="text-align: justify;">
Adolf Eichmann fue un teniente coronel de las SS nazis. Fue el responsable directo de la</div>
<div style="text-align: justify;">
solución final, principalmente en Polonia, y de los transportes de deportados a los campos</div>
<div style="text-align: justify;">
de concentración alemanes durante la segunda guerra mundial). Estos hechos produjeron un <span style="line-height: 15.96px;">gran impacto en Hanna Arendt y a partir de ellos hace una profunda reflexión y revisión: La </span><span style="line-height: 15.96px;">banalidad del mal. El capítulo siete, nos sitúa antes las voces de Celan, Heidegger y Grass. </span><span style="line-height: 15.96px;">Celan, poeta que recrea el lugar de lo siniestro: “La muerte es un maestro venido de</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Alemania”; Heidegger afiliado al nacionalsocialismo: Grass premio nobel de literatura,</div>
<div style="text-align: justify;">
reconoció que el holocausto causaba vergüenza por ser algo monstruoso. El capítulo ocho,</div>
<div style="text-align: justify;">
el profesor Pilatowsky pone en el candelero a Emmanuel Levinas a partir del tratamiento</div>
<div style="text-align: justify;">
que le han dado algunos pensadores católicos. Destacando entre estos autores al ya</div>
<div style="text-align: justify;">
fallecido José María Mardones (Formado en Alemania, profesor de Sociología en la</div>
<div style="text-align: justify;">
Universidad del País Vasco e investigador del CSIC en el Instituto de Filosofía, compañero</div>
<div style="text-align: justify;">
de Reyes Mate en el mismo) y también se destaca el estudio de Levinas por parte del</div>
<div style="text-align: justify;">
profesor Sucasas (prologuista de este libro). El capítulo nueve, nos presenta el pensamiento <span style="line-height: 15.96px;">de J.P. Sartre, recuperando reflexiones filosóficas del mismo, con respecto a la cuestión </span><span style="line-height: 15.96px;">judía, el antisemitismo y el odio al extranjero. Sartre sostenía que al hombre había que </span><span style="line-height: 15.96px;">entenderlo en su situación existencial concreta y desde aquí parte el profesor Pilatowsky </span><span style="line-height: 15.96px;">para desarrollar en este capítulo el binomio: hombre y libertad, que proyectará la</span></div>
<div style="text-align: justify;">
consustancialidad de la autenticidad y la responsabilidad del sujeto en sus momentos <span style="line-height: 15.96px;">kairológico, criteriológico y proyectual. El capítulo décimo, Derrida y Yerushalmi, </span><span style="line-height: 15.96px;">presentan un diálogo en torno a la identidad, la memoria y el papel del investigador. De </span><span style="line-height: 15.96px;">fondo de todo ello la figura de Sigmund Freud. El capítulo décimo primero, plantea la </span><span style="line-height: 15.96px;">muerte de Jacques Derrida. Reflexiones muy hondas al respecto de situarse ante la </span><span style="line-height: 15.96px;">muerte: “En esta frontera, en donde el deseo de permanencia se rebela contra la conciencia </span><span style="line-height: 15.96px;">del fin absoluto”. ¿Derrida en sus planteamientos ante la muerte se equivocó de época? No </span><span style="line-height: 15.96px;">lo sabríamos a ciencia cierta, pero sí intuimos que Derrida, siguiendo el ensayo del profesor </span><span style="line-height: 15.96px;">Pilatowsky, aceptará ser considerado como judío: “sólo si entendemos el judaísmo como </span><span style="line-height: 15.96px;">espacio histórico de resistencia (criptojudaísmo). Todo esto, ¿será una aporía?</span></div>
</span></span></div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-43077095431017002942015-12-18T10:33:00.001-08:002015-12-18T10:33:20.515-08:00La izquierda quiere ¿y debe? dejar de llamarse así. Por Eynel Pilatowsky y Alfredo Mora PavónPublicado en: <b>Mexican Times, Piensaglobal Opinalocal</b> 17 de diciembre 2015<br />
http://themexicantimes.mx/dejar-de-llamarse-izquierda/<br />
<br />
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
El partido político español<em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;"> Podemos</em> no es el primero en el mundo que surge como resultado de un movimiento social. Existen casos en prácticamente todas las latitudes que han logrado participar o incidir de manera directa en las estructuras partidistas.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
Es posible afirmar, sin embargo, que <strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;"><em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Podemos </em>es el primer partido en el orbe, capaz de lograr un éxito de grandes dimensiones al poco tiempo de haberse constituido</strong>. Con apenas seis meses de existencia, las encuestas le dan a Podemos un reñido segundo lugar en intención de voto para las elecciones generales que se celebrarán en unas cuantas horas.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
¿A qué se debe el gran arrastre de Podemos en España?</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
Parte del éxito se debe a que <strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Podemos ha logrado capitalizar el desencanto de diferentes sectores con la izquierda tradicional española</strong>, representada mayoritariamente por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
Como gobierno <strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">entre 2004 y 2011, el PSOE implementó medidas que pusieron en entredicho su denominación de origen</strong>. Frente a una de las peores crisis económicas de la historia, José Luis Rodríguez Zapatero decidió socializar las pérdidas de las élites económicas mediante el rescate financiero de instituciones de crédito y ahorro. de los bancos. Con la puesta en marcha de políticas de austeridad se desmantelaron programas sociales, se redujeron salarios y beneficios, y se restringieron negociaciones laborales colectivas. Finalmente, en coalición con la derecha, representada por el Partido Popular (PP), el PSOE aprobó la reforma constitucional al artículo 135 mediante la cual se prohíbe el déficit presupuestal.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
Con la llegada del PP al gobierno español en 2012, el PSOE debió asumir una gran derrota como resultado de las políticas aplicadas. Mientras tanto las manifestaciones sociales en contra de las medidas implementadas, del bipartidismo y del dominio de bancos y corporaciones, se convirtieron en génesis de la formación de <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Podemos</em> en 2014.</div>
<figure class="wp-caption aligncenter" id="attachment_20876" style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; clear: both; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; font-style: italic; line-height: 18px; list-style: none; margin: 0px auto 5px; max-width: 100%; outline: none; padding: 0px; width: 653px;"><a href="http://themexicantimes.mx/wp-content/uploads/2015/12/Mov15M-asamblea.jpg" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #444444; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration: none; transition: all 0.2s ease-in-out;"><img alt="Asamblea del Movimiento 15 M en la Puerta de Sol. Foto: movimiento15.org " class="wp-image-20876 tie-appear" height="400" src="http://themexicantimes.mx/wp-content/uploads/2015/12/Mov15M-asamblea.jpg" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; height: auto; list-style: none; margin: 0px; max-width: 100%; opacity: 1; outline: none; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: middle;" width="653" /></a><figcaption class="wp-caption-text" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Asamblea del Movimiento 15 M en la Puerta de Sol. Foto: movimiento15.org</figcaption></figure><div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Juan Carlos Monedero, principales fundadores de <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Podemos</em>, se han distinguido claramente por una activa participación en la izquierda de España y América Latina.</strong> En algún momento, los tres han declarado públicamente su militancia. Sin embargo, en su corta existencia,<strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;"><em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Podemos </em>ha evitado arduamente posicionarse ideológicamente y ha establecido una lejanía nominal con la izquierda</strong>. Nada de esto, lo ha hecho por casualidad.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
Al percatarse del rechazo, desprestigio y aislamiento que, entre la sociedad española, generaba autodenominarse de izquierda<strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">, los dirigentes de <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Podemos</em> comprendieron la necesidad de encarar su participación política en un espacio y con un perfil que ningún otro partido político pudiera disputarles</strong>. Es por ello que el joven partido ha apelado a un nuevo concepto: el de la “mayoría social” que busca adueñarse del voto moderado y recoger el descontento social sin importar el espectro ideológico.</div>
<figure class="wp-caption aligncenter" id="attachment_20877" style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; clear: both; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; font-style: italic; line-height: 18px; list-style: none; margin: 0px auto 5px; max-width: 100%; outline: none; padding: 0px; width: 710px;"><a href="http://themexicantimes.mx/wp-content/uploads/2015/12/Li%CC%81deresPodemos.jpg" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #444444; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration: none; transition: all 0.2s ease-in-out;"><img alt="Líderes fundadores de Podemos. Foto: laizquierdadiario.com " class="wp-image-20877 tie-appear" height="400" src="http://themexicantimes.mx/wp-content/uploads/2015/12/Li%CC%81deresPodemos.jpg" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; height: auto; list-style: none; margin: 0px; max-width: 100%; opacity: 1; outline: none; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out; vertical-align: middle;" width="710" /></a><figcaption class="wp-caption-text" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Líderes fundadores de Podemos. Foto: laizquierdadiario.com</figcaption></figure><div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
¿Cómo ganar votos sin ideología de por medio?</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
La clave de <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Podemos</em> no fue solamente dejar de llamarse de izquierda. Sin duda, el mayor talento radicó en generar una plataforma con temas que permitir cubrir la disimulada ausencia ideológica. En un artículo publicado este mismo año, <strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Pablo Iglesias definió claramente que la estrategia de su partido sería la de construir liderazgo mediático basado en el discurso de rechazo y denuncia a las élites políticas percibidas como corruptas, la defensa de la justicia, las políticas redistributivas y los derechos sociales, y la reivindicación de la soberanía como base de la democracia</strong>.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
Mediante esta ruta, <strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;"><em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Podemos</em> buscó sacudirse de los viejos ropajes identitarios de la izquierda</strong>, como el propio Iglesias los llamó. Es muy probable que el 20 de diciembre, el partido no logre una mayoría suficiente para alcanzar la presidencia del Gobierno Español. Sin embargo, su presencia en el Senado y el Congreso de Diputados, así como en diferentes municipalidades será de gran relevancia y le significará una gran proyección en futuros procesos electorales.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">La evolución de <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Podemos</em> es un caso paradigmático que en las próximas semanas y meses arrojará muchas lecciones y elementos de análisis. Por lo pronto, permite afirmar que su distanciamiento nominal con la izquierda la ha favorecido electoralmente</strong>, sin importar si este acto responde a intenciones pragmáticas o ideológicas.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Sans', Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin-bottom: 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
¿Estará <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Podemos </em>generando una nueva fórmula que deben seguir las izquierdas en otras partes del mundo? <strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">¿La izquierda quiere y debe dejar de llamarse así?</strong> ¿Se trata de una lección que aplica también para las izquierdas partidistas mexicanas?</div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-60333635510226386212015-12-12T10:29:00.000-08:002015-12-12T10:29:24.421-08:00Reseña del libro de Mauricio Pilatowsky, Las voces desterradas: reflexiones en torno a los imaginarios judíos,UNAM y Plaza y Valdés, México, 2014 por Miguel Ángel Sánchez Fuentes<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Publicada en la revista <i>Foro Interno. Anuario de teoría política.</i><b>Universidad Complutense de Madrid</b>. Volumen 14. Diciembre 2015. pp. 245-249</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Si se tratase de una obra musical quizás sería la forma <i>suite</i> la más adecuada para describir esta composición de Mauricio Pilatowsky. En ella el principal sustento es la diferencia rítmica y tonal, importando el fondo común pero destacando el dinamismo de sus formas. Y es que la cultura judía muestra muy diferentes formas en su resistencia a la asimilación, a ese “perturbador... cierre identitario” (p. 18). es ello lo que hace que esta obra no consista en una sistematización del pensamiento de los diferentes filósofos judíos contemporáneos, sino en un análisis casi biográfico de</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">melodías que fueron condenadas a ser errantes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> La construcción de la identidad judía, marcada por la sospecha continua de los poderes inquisitoriales, quedó en muchos momentos relegada a ser un juego de apariencias (p. 45), lo que provocó una identificación de lo judío a partir de su propia negación. Este hecho resulta aterrador porque “lo que hace a los judíos ser judíos...es el enfrentarse a la imposibilidad de dejar de serlo” (p. 128). esta situación se convierte en un canto a la tentación esquizoide, siendo una forma de intentar superarla representar una farsa a modo de escudo, según nos cuenta Franz Kafka (1883-1924), contra el silencio de las sirenas 1. Como bien indica Pilatowsky, los judíos son “ciudadanos de la <i>polis</i> y eternos exiliados”(p. 24), cada uno en su propia isla. Si bien ninguna comunidad ha sufrido una </span><span style="font-size: large;">persecución tan incesante, esto no quiere decir que este pueblo sea inmune a una inversión de los papeles (p. 14). Esta vida constante de terror y amenaza culminaría a mediados del siglo veinte con la <i>Shoah</i>, transformando los deseos de liberación en una fantasía identitaria de grandeza y poder.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Desde finales del siglo diecinueve se fueron sucediendo una serie de migraciones masivas (<i>aliyá</i>), de judíos que huían del creciente antisemitismo violento europeo hacia Palestina, convertida en un sueño mesiánico con un alto contenido cabalístico (p. 39). Por ello, para Walter Benjamin (1892-1940), “viajar a Palestina...significaba claudicar al sueño de una cultura universal” (p. 68), a la emancipación. Esta idea de universalismo fue muy común entre los autores judíos contemporáneos analizados en el presente libro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Para hacer comprender esta idea, el autor se permite una licencia histórica al incluir a Baruch Spinoza (1632-1677), que si bien no es contemporáneo, se le considera el “primer gran judío emancipado” (p.31). Ese silencio al que los proscritos habían sido obligados fue insoportable para el </span><span style="font-size: large;">holandés de origen sefardí y en su imaginario, fundamentado sobre una serie de leyes de la naturaleza e ideales universales, así lo hizo saber. su huida de la presión insoportable de una identidad relegada a la domesticidad y la apariencia derivó en el sueño de “un espacio ficticio que aboliera las identidades y los privilegios...que negara en forma rotunda la voluntad caprichosa y la libertad arbitraria” (p. 33). Lo más importante para él era la capacidad de cada hombre de juzgar libremente debido a una luz racional presente en todos los cuerpos, un individualismo radical que nos ayuda a </span><span style="font-size: large;">entender al pensador judío moderno en la parte occidental.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> En la parte oriental de europa la deriva es algo diferente, al producirse una secularización de la mística. La ilusión por la llegada de un Mesías que conducirá a su pueblo a la salvación fue fundamental para la cotidianidad de las comunidades judías. Ante el horror que debía suponer transgredir la fe para mantener una apariencia que te librase de la persecución, la mística les permitió convencerse de que el mal en el mundo “oculta una realidad sagrada que debe buscarse en la introspección” (p.49)2. Esta nueva forma de relacionarse con la religiosidad de los criptojudíos dio lugar a la aparición del jasidismo como movimiento de exaltación de la cotidianidad. en un mecanismo masivo de trasmisión de la Cábala. Por un lado, esta corriente ayudó a gran parte de los judíos a luchar contra la adversidad de la persecución y la vigilancia constante; por el otro, al unirse esta tradición oriental con la occidental, la identidad ‘emancipada’ judía se convirtió en un instrumento de control de voluntades (p. 54), materializándose en su posterior construcción imperial.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Este encuentro de tradiciones fue el que vivió Kafka en su seno familiar y de amistades. el escritor checo bebió de esa tradición cabalista por parte de su madre, de su amigo Isaac Löwy (1793-1847) y de Dora Dymant (1898-1952). en su literatura se puede observar esta tradición. A pesar de ello, Kafka no se siente identificado con esa identidad judía y su identidad comienza y acaba en él mismo (p. 60). resistiéndose a la tentación nacionalista, pensaba que el Mesías “llegará sólo cuando </span><span style="font-size: large;">no haga ya falta, llegará sólo un día después de su propia llegada” (p. 61). y algo similar le sucedió a Walter Benjamin. Nos dice Pilatowsky que tanto Kafka como Benjamin entienden el mesianismo en un sentido opuesto al de la tradición y consideran que dejar de esperar es la única esperanza. no por ello dejaban de ser judíos sino que, en el sentido que nos dice Hannah Arendt (1906-1975), “todas las </span><span style="font-size: large;">tradiciones y culturas así como todo pertenecer era igualmente cuestionable para ellos”3. Por eso vivieron y crearon en soledad, y como nos dice el autor, “la profanación de la identidad es la única verdad” (p.87), para ellos, que puede devolver la esperanza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Esa deriva nacionalista que tornaba omnipotente a una supuesta identidad judía es la misma que desoló a Arendt. Arrestada por la gestapo, obligada a exiliarse de Francia hacia estados unidos por la ocupación alemana, habló de fracaso al referirse a Israel tras el juicio a Adolf Eichmann (1906-1962), “un espectáculo político más que un tribunal de justicia” (p. 97). Sin poner en duda la culpabilidad </span><span style="font-size: large;">de Eichmann, ni poner en duda el derecho a juzgarlo, entiende que lo que se ponía de manifiesto era una justificación del Estado de Israel realizada hacia sí misma, más que hacia el hecho de establecer justicia. Se trataba de un cierre identitario </span><i style="font-size: x-large;">absolutizante, </i><span style="font-size: large;">fundamentado sobre aquello que los pensadores judíos que se recogen en este libro rechazan, la dialéctica amigo-enemigo, un </span><i style="font-size: x-large;">nosotros </i><span style="font-size: large;">por siempre estigmatizado frente a un </span><i style="font-size: x-large;">otros</i><span style="font-size: large;"> como encarnación del mal (p. 14). esta es la base del distanciamiento frente a la construcción de un imaginario colectivo fundado por identidades sedentarias.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> En este punto cabe destacar la introducción,por parte del autor, de Jean Paul Sartre (1905-1980) que, pese a no ser judío, ayuda a interpretar mejor estas voces desterradas. Sartre nos asiste a la hora de entender como estos pensadores, al igual que una parte de la comunidad judía, deben aprender a moverse en ese territorio fronterizo, en esa tierra de nadie (p. 18). En una indeterminación que permite revelarse contra la cosificación que se realiza en instituciones que buscan “apropiarse de la libertad de cada individuo para convertirlo en un objeto controlable” (p.125). Esa cosificación es un mecanismo que se acepta como forma de evitar nuestra responsabilidad, un mecanismo de justificación de la injusticia, y es por ello que el autor de esta partitura nos muestra la obra de Emmanuel Lévinas (1906-1995). Para el autor lituano es fundamental comprender que es en “la responsabilidad hacia el otro donde la trascendencia se presenta” como forma de evitar mecanismos </span><span style="font-size: large;">que justifiquen los privilegios (p. 118). Es al negar la forma del ídolo que se ocupa de la totalidad, cuando el hombre se entiende con el deber de responder “por las injusticias de este mundo” (p. 115).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Como puede escuchar el público, a lo largo de toda la obra, el pensamiento judío parece interpelarnos constantemente, con independencia de nuestra confesión. Esa universalidad que parece recorrer toda la composición es explicada por Pilatowsky incluyendo a otro pensador no judío, Reyes Mate.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Para el pensador español los problemas que en muchos momentos se circunscriben a los judíos son problemas que afectan a occidente. Es más, llega a afirmar que “los ingredientes que pueden salvar a occidente de sí mismo se encuentran en la tradición judía” (p. 77). y es que esta universalidad </span><span style="font-size: large;">que parece tener el pensamiento judío era una cuestión necesaria porque les iba la vida en ello. esa era la manera que los pensadores de esta obra tenían de “disimular” sus orígenes judíos, y fue también su forma de rechazo hacia el movimiento sionista.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Fueron muchos aquellos que no entendieron, y quizás no entienden, cómo unos pensadores pertenecientes a un pueblo históricamente perseguido y arruinado rechazaban tan fervientemente la instauración de un Estado Judío, que se mostraba como el garante de su integridad, física claro está. y rizando más el rizo, no se entendía incluso cómo Paul Celan (1920-1970), por ejemplo, seguía escribiendo en alemán. Para el poeta, la lengua alemana era aquella que podía ser el medio para interpretar a aquellas otras lenguas que habían sido desterradas, confinadas al olvido. La lengua que permitiese escuchar que “el idioma es cómplice de la barbarie” (p. 108) y que se produjo una “imperdonable complicidad entre el arte y el crimen” (p. 103). La fantasía omnipotente del nacionalsocialismo asoció el exterminio con la música, “con el triste y dulce sonido de los violines” </span><span style="font-size: large;">(ibidem). Para Celan esa lengua era la forma de comunicar a los alemanes su dolor, de evocar lo que Martin Heidegger (1889-1976) y Günter Grass (1927-2015) no supieron entender: los males de cualquier nacionalismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> El autor del libro nos recuerda una cuestión esencial para entender el desarrollo cultural de occidente: la confluencia de tradiciones. El saber que proviene de la tradición griega está ligado a la <i>polis</i>, al territorio, a una realidad sedentaria; pero esta entra en convergencia con la tradición judía, una realidad nómada, de voces desterradas. Una parte de nosotros busca un nombre y una identidad, pero al mismo tiempo, otra se resiste a verse limitada por “contornos fijos de un mundo pétreo” (p.24). Este, nos recuerda, sigue siendo actualmente un asunto central en el desarrollo de las políticas públicas, tanto de los países de emigración como de los de llegada. Las ideologías nacionalistas otorgaron mucha mayor importancia a la visión sedentaria grecolatina, y para construir un <i>nosotros</i> necesitaron de un <i>no-otros</i>, colocando en este grupo a “los supuestos herederos de la tradición nómada” (p. 26). Es bajo esta construcción cuando se entiende, en la visión de Jacques Derrida (1930-</span><span style="font-size: large;">2004), que los judíos se convirtiesen en <i>criptojudío</i>s, un “espacio histórico de resistencia” (p. 153).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">Después de la Shoah, los términos de la</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">exclusión han cambiado, por lo menos en</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">apariencia: los que reivindican su judaísmo</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">no logran encontrarlo, lo visten de</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">patriotismo, de fervor religioso, de tradicionalismo</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">o de erudición cultural. los que</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">lo niegan no logran explicarse por qué le</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">confieren a esta negación el principio de</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">identidad. la violencia de este destierro se</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">articula en una identidad donde, finalmente,</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">todos somos judíos mientras nadie sea</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">judío (p. 143).</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Pilatowsky nos recuerda que el leer estas voces desterrados nos sirve para intentar librarnos de “la manipulación de los miedos que hacen los distintos administradores de la fe” (p. 88), ya sea fundamentalismo religioso, fascismo, comunismo o liberalismo. Este libro se muestra como la semilla de una alternativa que pueda ofrecernos una salida a esta modernidad fundamentada en la <i>dialéctica de los contrarios</i>. la similitud con una <i>suite</i> que se realizaba al principio de esta crítica se hacía con el objetivo de mostrar que el libro, a pesar de estar formado por textos muy diferentes, con diferentes ritmos y tonalidades, tiene un objetivo y un trasfondo común. Algunas piezas podrían reelaborarse, </span><span style="font-size: large;">otras incluso podrían quitarse, pero una vez escuchada la obra en su conjunto se interioriza ese dinamismo que caracteriza al pensamiento judío. Es, por lo tanto, un libro necesario.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
1 Kafka comenzó su cuento <i>El silencio de las sirenas</i> con la siguiente frase: “Existen métodos<br />
insuficientes, casi pueriles, que también pueden servir para la salvación”. Franz KaFKa, <i>Carta al</i><br />
<i>padre. Relatos</i>, colección Antares, Libresa, Quito, 2005, p. 178. en él cuenta como Ulises se tapó<br />
los oídos para no escuchar el aterrador silencio de las sirenas, en un intento de poner cerrojo a su<br />
mundo interno y hacerlo impenetrable. Del mismo modo, un gran número de judíos se negaron su<br />
tradición como forma de paliar su desangro en el escenario corpóreo de la vida. ambos casos<br />
representan una solución desesperada. De no tener un carácter temporal, supondría una imposibilidad<br />
de vivir en libertad.<br />
<span style="text-align: justify;"><br /></span>
<span style="text-align: justify;">2 Resulta llamativo el hecho de que se introduzca la introspección como forma de encontrar</span><br />
<div style="text-align: justify;">
una verdad en aquello que “se halla fuera de la vista y de la consciencia”, pero con el único objetivo</div>
<div style="text-align: justify;">
de “mejorar la vida del yo consciente”. Se trata de una solución propia de la sociedad vigilante</div>
<div style="text-align: justify;">
que provoca una “intensa politización del mundo interno” para un control total del individuo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Javier roiz, <i>La recuperación del buen juicio</i>, editorial <i>Foro Interno</i>, Madrid, 2003, p. 327.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
3 Hannah Arendt, <i>Hombres en tiempos de oscuridad,</i> Gedisa, Barcelona, 2001, p. 197.</div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-7225804811922086762015-10-09T19:18:00.000-07:002015-10-09T19:18:20.323-07:00La violencia contra las mujeres «aquí entre nos» En torno al potencial crítico del psicoanálisis por Adriana Flórez López<br />
Publicado en : Asociación Analisis Freudiano, Catriel, Madrid 2011, ISBN: 978-84-87688-33-1<br />
A Luis G. Ruiz Flores in memoriam<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
Si el análisis tiene importancia es</div>
<div style="text-align: right;">
porque la verdad del discurso del</div>
<div style="text-align: right;">
amo está enmascarada.</div>
<div style="text-align: right;">
Lacan</div>
<div style="text-align: left;">
<b>La flauta mágica</b></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Seguramente ya le consideraban uno más entre ellos cuando por fin, aquí entre nos, se lo</div>
<div style="text-align: justify;">
dijeron. No se trataba de cualquier cosa, fue la revelación de su secreto más secreto, y para</div>
<div style="text-align: justify;">
Godelier el descubrimiento más importante de sus 30 años de trabajo etnográfico entre</div>
<div style="text-align: justify;">
los baruya de Nueva Guinea. Aquel día único le hicieron saber que en los primeros</div>
<div style="text-align: justify;">
tiempos un baruya —aprovechando que las mujeres habían dejado sola su casa comunal—</div>
<div style="text-align: justify;">
entró en ella. Ahí, entre la ropa teñida con sangre menstrual, encontró el instrumento</div>
<div style="text-align: justify;">
que ellas habían creado: la flauta. Desde entonces es patrimonio de los hombres. «Un</div>
<div style="text-align: justify;">
puro a veces es sólo un puro» —dijo Freud en un momento dado. Una flauta a veces</div>
<div style="text-align: justify;">
también es sólo una flauta, pero esto no es así en «la casa de los hombres baruya». Por eso</div>
<div style="text-align: justify;">
la protegen de la visión de los niños y de las mujeres, es su valuarte más sagrado:</div>
<div style="text-align: justify;">
representa su masculinidad.</div>
<br />
Este mito fundacional de los baruya, es traído a cuento por la autora de «La<br />
escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez»1 en su artículo<br />
«Antropología y psicoanálisis. Posibilidades y límites de un diálogo»2 donde con el ánimo<br />
de defender y criticar a Lacan en un solo movimiento, sugiere que el hallazgo de Godelier<br />
es la mejor refutación a las críticas que él mismo hace al pensamiento de Lacan, pero<br />
también la evidencia de «la célula violenta [contra las mujeres] que Lacan no vio».<br />
<br />
Los trabajos de la antropóloga son tan sugerentes como la «anécdota» que nos<br />
regala, pero al examinar el camino que utiliza para mostrar lo que a su juicio «Lacan no<br />
vio», nos encontramos con la confusión conceptual que reina en los planteamientos de<br />
algunos feminismos cuando hablando del «falocentrismo» de Freud o de Lacan para<br />
criticarlos, muestran una insuficiente comprensión de «La significación del falo» que les<br />
lleva —entre otras cosas— a desconocer la distinción entre su dimensiones imaginaria y<br />
simbólica.<br />
<br />
El desconocimiento de la distinción referida se articula con la necesidad que han<br />
sentido algunos feminismos, de probar que la subordinación de las mujeres en nuestras<br />
sociedades, se debe a factores «meramente culturales» que nada tienen que ver con la<br />
diferencia biológica entre hombres y mujeres. Al parecer, lo han considerado<br />
imprescindible para justificar sus denuncias y reivindicaciones. La idea subyacente parece<br />
ser que si la subordinación de las mujeres se debiera a su diferencia anatómica con los<br />
hombres, al no ser ésta responsabilidad de nadie, ni la indignación, ni la lucha por un<br />
cambio, ni la esperanza en conseguirlo tendrían sentido. Atendiendo a esta idea y con el<br />
ánimo de distinguir lo meramente cultural de lo biológico o natural, se construye el<br />
concepto de 'género', que a partir de entonces se utilizará en contraposición al de 'sexo'.<br />
Las identidades de género son entendidas como construcciones culturales, y el sexo como<br />
un rasgo anatómico dado por naturaleza. Es así como —en aparente paradoja— su<br />
intención liberadora les lleva a adoptar una postura que retrocede en relación con<br />
aquellas aportaciones revolucionarias del psicoanálisis que ampliaron y profundizaron<br />
nuestra concepción de la sexualidad dejando completamente trastocado el dualismo entre<br />
el soma y la psique, entre «lo natural» y «lo cultural». El concepto psicoanalítico de 'libido' (trieb) que se contrapone al de 'instinto' es elocuente en este sentido. El cuerpo humano y<br />
todos los fenómenos que le animan, es humano en la medida en que es un cuerpo<br />
subjetivado. En 1925 Freud escribe sobre «Algunas consecuencias psíquicas de la<br />
diferencia anatómica de los sexos» aludiendo precisamente a los procesos de subjetivación<br />
de los que es objeto esta diferencia. La idea del sexo como aquello que refiere a lo<br />
«meramente biológico» en el ser humano es también —como señala Judith Butler— una<br />
construcción conceptual de la que habría que dar cuenta, sobre todo en vista del<br />
retroceso dualista que implica y de la tendencia a ignorar lo sexual que al parecer ha<br />
traído consigo, pues resulta que cuando se habla de la relación entre hombres y mujeres<br />
en términos de género, no se toca el sexo, o al menos no con la profundidad que<br />
corresponde después de los hallazgos freudianos. En este sentido, habiendo surgido de<br />
una intención liberadora, a fuerza de la más pudorosa corrección política, el concepto de<br />
género, ha venido a cumplir en la teoría —metaforiza Fraisse— con la misma función que<br />
una hoja de parra sobre el cuerpo. Una hoja de parra hecha a la medida de la angustia<br />
que produce aquello que intenta encubrir: el deseo, la inexistencia de un objeto que lo<br />
colme y la manera irreductiblemente singular con que irrumpe en cada quien. «La<br />
sexualidad —es decir— el destino de las pulsiones, los objetos de placer, las condiciones<br />
eróticas; es múltiple y no puede dar cuenta de ello ni la dualidad de los sexos ni la de los<br />
géneros. […] Para las perspectivas de género, la identidad es un punto de partida; para el<br />
psicoanálisis, [es] una defensa frente al enigma de la diferencia entre los sexos, […que<br />
intenta eliminar mágicamente…] las contradicciones inherentes al sujeto.»3<br />
<br />
'Hombre'/'mujer', 'masculino'/'femenino', no son conceptos que se correspondan<br />
unívocamente. A partir de la diferencia sexual se da el proceso de sexuación en el que nos<br />
posicionamos como sujetos deseantes del lado femenino o masculino, de un modo más o<br />
menos claro, siempre con algún grado de ambigüedad e independientemente de lo que<br />
marca nuestra anatomía, pero —por supuesto— no sin que ésta cumpla una función<br />
crucial en semejante avatar. La diferencia sexual se entiende en psicoanálisis como uno de<br />
los rasgos característicos de nuestra especie, tan característico como el lenguaje que viene<br />
a significarla en términos de presencia o ausencia, atendiendo a lo que aparece en el<br />
campo de visión: la imagen.<br />
<br />
El falo imaginario, es aquél que encarna en la fase del espejo cuando el niño<br />
consigue narcisizarse, identificándose con la imagen de un cuerpo perfecto que es lo que<br />
le refleja la mirada de la madre ante su imagen en el espejo, apareciéndole así, su propia<br />
imagen, como si fuera la del objeto que colmaría el deseo de ésta. El triángulo madre–<br />
niño—falo imaginario se deshace cuando el niño se percata de que el deseo de su madre<br />
se dirige hacia algo que está más allá de él —idealmente hacia un padre al que el niño<br />
también pueda amar. Esto permite al niño caer del lugar imaginario de objeto y<br />
constituirse como sujeto mediante el proceso de simbolización que implica la metáfora<br />
paterna. Antes de este proceso es presa de una captura imaginaria, se encuentra celoso del<br />
reflejo de su propia imagen en la que encuentra esa perfección que él no tiene. En el<br />
espejo ve su cuerpo como un todo perfecto iluminado por la sonrisa y la mirada amorosa<br />
de su madre; en cambio, más acá de la imagen «en sus carnes», la falta de control motriz<br />
hace que perciba su cuerpo desmembrado. En el plano imaginario la alternativa es «o tú o<br />
yo» —por eso es terreno fértil para la violencia. En este sentido, podríamos pensar que al<br />
menos en algunos casos, el amante celoso que agrede a su pareja, lo hace siendo presa de<br />
una captura imaginaria una vez que ha creído ver el reflejo de «el otro» en los ojos de su<br />
pareja. La situación es otra cuando se ha realizado con éxito la metáfora paterna, el falo<br />
viene a representar aquello que le falta a la madre causando su deseo y entonces ya no hay<br />
falo a la vista que valga. El falo imaginario deviene simbólico, no ocupa un lugar en el<br />
campo de visión sino que ejerce una función, es «[ … ] un significante […] destinado a<br />
designar en su conjunto los efectos del significado […]»4 Designa una ausencia que<br />
permite la constitución del sujeto como tal, sujeto dividido, sujeto deseante. Así pues, si<br />
lo que se representa con la flauta entre los baruya es algo que se puede robar y hay que<br />
proteger de la visión, sería una representación paradigmática del falo imaginario en su<br />
irreductible diferencia con el simbólico.<br />
<br />
Volviendo a Nueva Guinea y escuchando el mito secreto de los hombres baruya<br />
como si de un sueño se tratara, primeramente tenemos que un baruya trasgresor entra en<br />
la casa comunal de las mujeres y ahí encuentra un falo envuelto en telas teñidas de sangre<br />
… ¿menstrual? Partiendo de los hallazgos freudianos podríamos preguntarnos si no será<br />
que aquí la sangre menstrual representa —más bien— el rastro de la tan temida castración<br />
que el niño supone ha tenido que sufrir cualquier semejante que no tenga aquel pedacito<br />
de carne que él sí tiene y tanto gustito le da; temida como el riego al que cree le expone su<br />
deseo de entrar en donde no debe, identificándose con el objeto que colmaría el deseo de<br />
su madre (falo imaginario). Se podría tratar entonces, de la transformación del falo<br />
imaginario en falo simbólico: gracias a la angustia de castración el intrépido baruya<br />
consigue renunciar a ser el falo de mamá; salir de la casa comunal de las mujeres —como<br />
quien vuelve a salir del vientre materno— pero ahora como sujeto y con la flauta en la<br />
mano (falo simbólico). Ahora bien, los hombres baruya dicen en su mito secreto que esta<br />
flauta había sido originalmente creada por las mujeres. Esto nos hace pensar en el hecho<br />
de que es la madre —o quien cumpla su función– quien con su mirada hace aparecer ante<br />
el niño en el espejo «la flauta mágica»; es ella quien convierte eso que de él se refleja en el<br />
espejo, en la imagen del falo «tomando cuerpo». Si esto no ocurre, nada podrá ocurrir<br />
después. Es también la madre quien crea para su hijo todo un mundo cuando le deja ver<br />
que su deseo se dirige hacia algo que está más allá de él, haciendo posible la<br />
transformación del falo imaginario en falo simbólico. Hay entonces muchos nacimientos,<br />
el real, cuando el bebé se abre paso desde el vientre de su madre para venir por primera<br />
vez a ver la luz; el imaginario, mediante el cual consigue encarnar en el espejo como falo<br />
imaginario; y el simbólico, por el que nace como sujeto. En cualquier caso no es tanto por<br />
ello que la flauta envuelta en las ropas teñidas de sangre podría ser también un falo bajo<br />
la forma de un recién nacido, sino porque resulta que en el mito baruya hay todavía un<br />
cuarto nacimiento: gracias al robo fundacional de la flauta «los hombres pueden<br />
reengendrar a los niños fuera del vientre de las mujeres, pero deben mantenerlas<br />
separadas de sus propios poderes […] »5<br />
<br />
Cabe mencionar que no resulta anodino el hecho de que sea una flauta lo que<br />
representa al falo. Se trata de un falo hueco por el que transita, nada más y nada menos<br />
que la voz de los espíritus. En un texto de Godelier posterior al que cita Segato, se<br />
entiende que el robo fundacional no es tanto de la flauta como de la capacidad de sacar<br />
sonido a este instrumento, tal como hacen los baruya en las ceremonias de iniciación<br />
masculinas. Las mujeres oyen su música a los lejos, y los hombres les hacen creer que es la<br />
voz de los espíritus comunicándose con ellos. La importancia que tiene esta mentira<br />
«institucional» puede calibrarse por el hecho de que para el baruya que la revele está<br />
establecida la pena de muerte.6 Al parecer, este pacto secreto que permite a los hombres<br />
manipular el imaginario de las mujeres, apareciendo frente a ellas como quienes tienen el<br />
falo y se comunican con los espíritus, es fundamental para mantenerlas bajo su dominio.<br />
Por otra parte, pudiera pensarse que una vez que el falo ha devenido simbólico haciendo<br />
posible el pacto entre los hombres baruya, dada la pérdida que ello les implica, fantasean<br />
con su «reencarnación» en el hijo cuya propiedad se aseguran reengendrándolo fuera del<br />
vientre de las mujeres. Fantaseando de este modo renegarían de la pérdida preservando la<br />
ilusión de que es posible detentar el falo (representado por la propiedad de los hijos y<br />
también de las mujeres) creyéndolo existente más allá de su función simbólica; un intento<br />
por salvar la fantasía que —confundiendo la imposibilidad con prohibición— enmascara<br />
«la verdad del discurso del amo»: su división subjetiva. Pero … habría que seguir<br />
escuchando a los baruya.<br />
<br />
El psicoanálisis propone escuchar los mitos como si de un sueño se tratara. A su<br />
vez nuestra autora propone leer las teorías como si de mitos se trataran atendiendo a su<br />
función social y nos dice que es un mérito de la mitología baruya contar entre su haber —<br />
aunque sea en el baúl de los secretos— con un mito que registra el hecho de que los<br />
hombres han usurpado a las mujeres lo que ellas crearon. El robo que revela la mitología<br />
baruya secreta es —según Segato— la célula originaria de la violencia contra las mujeres<br />
que sostiene al patriarcado y que —a su entender— Lacan no registra. Pero como se dijo<br />
más arriba, en su crítica distorsiona los conceptos que creó Lacan a partir de su lectura de<br />
Freud. En estas circunstancias el intento de señalar las limitaciones y paradojas que de<br />
hecho existen en el campo psicoanalítico, tiene pocas posibilidades de acertar,<br />
independientemente del valor de su apuesta transdisciplinar y de la lucidez de las<br />
intuiciones que le animan. Nuestra autora acusa a Lacan de haber hecho de sus teorías un<br />
mito en el que «[…] tanto la trasgresión o crimen masculino que da inicio al tiempo<br />
actual, como el acto violento fundacional y la violencia permanente requerida para<br />
reproducir la ley […] se encuentran forcluidos […] » 7<br />
<br />
Resulta sorprendente esta acusación, cuando es partiendo del descubrimiento de<br />
la pulsión de muerte que Freud consigue develar la imbricación indisoluble entre la ley y<br />
la violencia, el amor y el odio, el sentimiento de comunión con los semejantes y la<br />
segregación del otro distinto, etc. y es precisamente el de la pulsión de muerte uno de los<br />
descubrimientos freudianos que Lacan reivindica con su «retorno a Freud»,<br />
profundizando además en la concepción de la función significante que tiene la mujer en<br />
relación con la diferencia sexual y con lo femenino. En este sentido Lacan señala que «a<br />
todo ser que habla esté o no provisto de los atributos de la masculinidad —aun por<br />
determinar— le [es posible] tal como lo formula expresamente la teoría freudiana,<br />
inscribirse [en el lado femenino]. Si [lo hace —por definición—] vetará toda universalidad<br />
[…]»8 apuntando a «un goce adicional, suplementario respecto a lo que designa como goce<br />
la función fálica»9 un goce que —en esa medida— escapa a la simbolización y a la<br />
regulación de la ley con que se instaura el pacto entre los hombres, el lazo social. Se trata<br />
—entonces— de la excepción que hace la regla. Lo que queda fuera del conjunto y permite<br />
la existencia del mismo como tal.<br />
<br />
<b>La violencia del lazo social contra lo femenino</b><br />
<br />
La violencia en que se cimienta el lazo social ha sido tematizada en muchos momentos de<br />
la historia del pensamiento desde diversos campos de reflexión. «El hombre es el lobo del<br />
hombre» dice Hobbes para dar cuenta del lazo social. Desde las ciencias políticas se sabe<br />
que «el estereotipo por excelencia en las situaciones de polarización social es el de 'el<br />
enemigo'. Sirve para encarnar la causa de todos los males sociales y para justificar las<br />
acciones en su contra, que, de otro modo, resultarían inaceptables ética y políticamente<br />
[…] El enemigo […] permite afirmar la propia identidad […] y ser esgrimido como amenaza<br />
permanente para movilizar los recursos sociales hacia los objetivos buscados por el poder<br />
político establecido […].»10<br />
<br />
Desde la perspectiva psicoanalítica que parte de la escucha de lo más íntimo,<br />
también ha quedado muy claro. Para cohesionarse no hay nada mejor que un enemigo<br />
común. «[La] religión, incluso cuando se llame la religión del amor, tiene que ser dura y<br />
distante con quienes no pertenecen a ella»11, dijo Freud en uno de aquellos momentos en<br />
los que tanto nos recuerda a Nietzsche. Hablamos «aquí entre nos» del otro distinto… mal<br />
—por supuesto. De un modo más o menos discreto, más o menos cínico, más o menos<br />
intelectual, con más o menos saña, con más o menos humor, con más o menos<br />
hipocresía, incluso —cuando se trata de un otro muy próximo— alegando que lo hacemos<br />
«por su bien». Una manera de refrendar las amistades, las relaciones de pareja, de trabajo,<br />
la alianza entre familiares, etc. Una manera aparentemente inofensiva, pero que no<br />
obstante comparte modus operandis con expresiones más brutales que —carentes de toda<br />
simbolización— lo muestran al desnudo. Hace algún tiempo se presentó en la televisión<br />
un video en el que se ve a un hombre huir corriendo, le persiguen varios hombres —cada<br />
uno con un palo en la mano— lo alcanzan y derrumban a golpes acabando de ese modo<br />
con su vida, y lejos de lo que cabría esperar, su muerte no bastó para detener a los demás<br />
hombres que venían detrás y no habiendo llegado a tiempo para participar en su<br />
asesinato fueron —cada uno en su turno— dando al cadáver el golpe correspondiente para<br />
refrendar así su lazo con los que lo habían perpetrado.<br />
<br />
En el mejor de los casos —si ha tenido lugar un proceso de simbolización— los<br />
seres humanos nos agrupamos alrededor de un ideal rechazando todo lo que no coincide<br />
con él. Cuando el ideal encarna en un líder revestido por la imagen del padre, la<br />
fraternidad del grupo se sostiene mediante el intento de ser todos iguales ante este padre.<br />
La culpa y el miedo a perder su amor aparecen cuando no se cumple con el ideal que éste<br />
representa. En la medida en que se trata de una formación reactiva contra los celos, la<br />
envidia y la rivalidad, tiende a fracasar. Pero mientras dura se obedece al mandato de la<br />
igualdad alrededor de una misma idea —significante amo— que lleva a perseguir un mismo<br />
objetivo y a hablar el mismo idioma. Por eso «una palabra que rompa el sentido habitual<br />
va a ser rechazada [ … ] se trata de que todo se comprenda, [ … ] de que todo esté<br />
abarcado, de que todo esté sobre entendido [ … ] algo que viene a romper el sentido es<br />
rápidamente eliminado o absorbido [ … ] ‘No, lo que vos querés decir es [en realidad] tal<br />
cosa’»12 En el mejor de los casos decía, pues gracias a la simbolización no se hace<br />
necesaria la liquidación literal del otro, el conflicto se tramita en el plano de las palabras<br />
—aunque no sin consecuencias que en ocasiones las trascienden— es ahí donde se efectúa<br />
la eliminación o absorción del otro distinto requerida para la preservación del grupo. La<br />
violencia contra las mujeres podría explicarse entre otras cosas, precisamente en la<br />
medida en que representan aquello que no se puede simbolizar, con lo cual, su absorción<br />
dentro de un discurso es imposible. Por eso estaría fuera de lugar decirle a un místico que<br />
nos intentase transmitir su experiencia de goce femenino, «No, lo que vos querés decir es<br />
[en realidad] tal cosa»; tampoco se lo podríamos decir a la Santa Teresa de Bernini, si una<br />
vez pasado el trance, tratara de explicarnos qué le pasaba, por qué ponía esa carita.<br />
Como se sabe, el mito que utiliza Freud para explicar lo que subyace al lazo social<br />
—y que puede considerarse como otra versión del Edipo freudiano— no es precisamente<br />
idílico: en la horda primitiva un padre que goza sin límite alguno y posee a todas las<br />
mujeres, es asesinado por sus propios hijos que —acto seguido— ingieren sus restos para<br />
sellar mediante ese rito un pacto entre ellos. Le odiaban por la violencia con la que se<br />
oponía a su deseo de poderío y a sus apetencias sexuales, pero al mismo tiempo, le<br />
amaban y admiraban al creerlas en él realizadas, así las cosas, habiendo consumado su<br />
asesinato surge en los hijos el remordimiento y el sentimiento de culpabilidad que hacen<br />
del padre muerto, ahora idealizado, una instancia con mucho mayor poder que cuando<br />
aún vivía, en lo que toca a la represión de aquellas mismas necesidades de poderío y de<br />
aquellas apetencias sexuales que les habían llevado a su asesinato.13 La ingestión del<br />
cadáver del padre, remite al proceso de identificación y a la introyección de la ley que se<br />
produce con su asesinato, a partir de la ambivalencia de sentimientos que éste suscita,<br />
tanto en la horda fraterna rebelde como en el neurótico. El asesinato del padre de la<br />
horda primitiva y la consecuente instauración de la ley, representa en otra escena el<br />
drama íntimo del neurótico, es decir, del ser humano. Los dos tabúes fundamentales del<br />
totemismo se corresponden con los dos deseos correlativos reprimidos en el Edipo: el<br />
asesinato del padre y el incesto.14 La psicología individual es también psicología social, en<br />
la medida en que 'el otro' es un elemento indisociable de la vida anímica individual, dirá<br />
Freud al inicio de su Psicología de las Masas.15 Las instituciones sociales pueden entenderse<br />
como réplica de las instituciones psíquicas que rigen en la vida anímica más íntima de los<br />
individuos que las conforman. Hay un mecanismo común que rige tanto en el grupo<br />
como en el individuo, una misma estructura, un mismo discurso, dirá Lacan.<br />
Son tres las versiones más importantes del Edipo freudiano; la que remite a la<br />
tragedia griega y que aparece en La Interpretación de los sueños, el mito del padre de la<br />
horda primitiva que aparece en Tótem y Tabú y finalmente, la que aparece en Moisés y la<br />
religión monoteísta. En esta última, el proceso por el que se vuelve a instaurar la religión<br />
monoteísta después de haber pasado por un periodo de latencia es entendido por Freud<br />
como una reedición del asesinato del padre de la horda primitiva, una reedición que<br />
considera ejemplo histórico del retorno de lo reprimido y que alude a la necesidad de<br />
reiterar la violencia originaria del lazo social para perpetuarlo. La propuesta de Lacan para<br />
«historizar» y «desmitoligizar» estas tres variantes narrativas es escucharlas como si se<br />
tratara del contenido manifiesto de un sueño cuyo análisis nos lleva a un contenido<br />
latente en el que se puede reconocer «ya no un mito, ni siquiera una historia, tampoco<br />
una genealogía, sino una estructura esencialmente política [ … ] la ejemplificación por<br />
antonomasia del discurso del amo o de la metáfora paterna en tanto que efecto del<br />
lenguaje y principio fundamental de la subjetivación.»16<br />
<br />
Así pues, el interés de estos mitos no radica en la dudosa realidad histórica del<br />
hecho que relatan, sino en la verdad inconsciente que denuncian escondida detrás de<br />
todo lazo social. La pulsión de muerte está imbricada en la propia ley. Las tendencias<br />
agresivas del ser humano requieren desahogo y la condición del vínculo amoroso entre los<br />
hombres es que queden fuera de este vínculo otros contra los que esta agresividad pueda<br />
descargarse. («Contra Franco vivíamos mejor», se escucha decir entre broma y broma.)<br />
Pero ¿y las mujeres? Dado que para hacer lazo «aquí entre nos» se requiere segregar al otro<br />
distinto, si el «nos» del que se trata es el de los hombres; nada mejor que las mujeres para<br />
cumplir con esta función.<br />
<br />
La diferencia sexual implica un tránsito distinto por el Edipo. En las mujeres está<br />
ausente la angustia de castración, no temen perder aquel pedacito de carne que ven en los<br />
niños, se preguntan —en cambio— por qué ellas no lo tienen y fantasean con haberlo<br />
perdido. La ausencia de la angustia de castración en las mujeres viene a determinar una<br />
relación diferente con la ley que el Edipo instaura. Desde una perspectiva psicoanalítica<br />
esto explica —al menos en parte— por qué aquel goce que excede a las posibilidades de<br />
simbolización, el goce femenino, se asocia de manera unívoca con las mujeres,<br />
estableciendo una falsa equivalencia entre lo femenino y las mujeres, cuando —tal como<br />
lo describió Freud— el posicionamiento de una mujer en el lado femenino es más bien de<br />
carácter contingente. En cualquier caso, la cuestión es compleja y espinosa, entre otras<br />
cosas porque una cierta manera de entender «lo femenino» instrumentalizada como ideal<br />
o exigencia dirigida hacia las mujeres, ha tenido una función muy clara en su<br />
dominación. (Ya lo sabemos, «calladitas nos vemos más bonitas»). Por eso resulta tan<br />
oportuno abordarla desde distintos campos de reflexión. Aquí apenas se aspira a dejar<br />
entrever algunos de los aspectos que la conforman y a esbozar algunos de los elementos<br />
que aporta el psicoanálisis, para entender algo de lo que podría estar ocurriendo en la<br />
violencia contra las mujeres hoy.<br />
<br />
Si el padre muerto de la horda primitiva representa la instancia psíquica que<br />
aparece impidiendo a sus hijos el goce del que ellos creen que él disfrutaba, habiendo<br />
sido la excepción a la regla prohibidora que viene a instaurarse aun con más fuerza<br />
después de su asesinato; y —al mismo tiempo— las mujeres representan un goce que escapa<br />
al universal de la ley, que es lo mismo que representaba aquel padre al que en su día hubo<br />
que asesinar para instaurar el lazo entre hermanos; empieza a resultar legible la idea de<br />
que la violencia contra el cuerpo de la mujer pueda —en un momento dado— hacer ley. Es<br />
el tema de un trabajo que —junto con los trabajos de Segato— motivó el texto que aquí<br />
presento.<br />
<br />
El trabajo aludido fue una de las participaciones de las Jornadas que —a su vez—<br />
dieron origen a este libro. En ella se habló de cómo la vigencia e incluso el<br />
recrudecimiento que muestra la violencia contra las mujeres hoy, viene a contrariar<br />
nuestras expectativas después de lo que habíamos entendido como grandes avances<br />
históricos en este rubro. Al parecer, siempre se ha tratado y se trata de someter «la<br />
heterogeneidad absoluta» que ellas representan tal como lo evidencia —entre otras cosas—<br />
el hecho de que su pertenencia al genero humano haya sido cuestionada en diversos<br />
momentos de la historia, nos dice su autor. Los ejemplos abundan. El racismo y la<br />
violación se dan la mano en los crímenes de guerra desde siempre y de manera muy clara<br />
cuando de lo que se trata es de deshacer el linaje del enemigo17. La moda musical de<br />
nuestros días pareciera basar su éxito en un renovado encarnizamiento contra las mujeres.<br />
Los chicos jóvenes se refieren a ellas con mayor desprecio que nunca y de un tiempo a<br />
esta parte, en la periferia de París se realizan una especie de «ritos iniciáticos» conocidos<br />
como «la tournante» en los que los miembros de una banda abusan colectivamente de una<br />
chica. Lo más sorprendente —señala Lévy— es que en ocasiones la chica, novia de uno de<br />
ellos, consiente con ser el objeto del ritual para formar, también ella, parte de la banda.<br />
<br />
Al parecer —concluye— estamos frente a «un nuevo amo» que no se ha simbolizado<br />
«donde la violencia contra el cuerpo de la mujer haría ley. [Donde se hace] necesario que<br />
todos hayan violado en lugar de haber todos matado al padre que ya está muerto.» 18<br />
Así pues, hay motivos para afirmar que la explicación psicoanalítica del lazo social<br />
y su consideración de la diferencia sexual —entendida como diferencia anatómica<br />
subjetivada— y del goce femenino, lejos de encubrir revela en qué medida, la violencia<br />
contra las mujeres puede ser —al menos entre otras cosas— el sostén pulsional del<br />
patriarcado. Por eso resulta sorprendente la acusación que hace Segato, más aun cuando<br />
la hipótesis que ofrece para explicar los enigmáticos feminicidios de Ciudad Juárez guarda<br />
una tan llamativa afinidad con la explicación psicoanalítica del lazo social y de la función<br />
que para su preservación tiene la segregación a partir de la diferencia sexual; y a pesar de<br />
que ella misma considera que partiendo de múltiples hallazgos etnográficos, puede<br />
reconocerse la universalidad con la que el « […] drama simbólico [… del …] proceso<br />
edípico y la emergencia del sujeto al mundo humano de La Ley es repetido por […las<br />
diversas comunidades humanas estudiadas hasta hoy… ]».19 Al parecer nuestra autora ha<br />
pasado por alto la relación —que Freud establece y que Lacan formaliza con su teoría de<br />
los discursos— entre el Edipo y el mito de la horda primitiva. De otro modo es difícil<br />
entender por qué está ausente toda referencia a las aportaciones del psicoanálisis en el<br />
desarrollo de una hipótesis tan cercana a este campo de reflexión. Un hecho elocuente de<br />
que el diálogo transdisciplinar que nos propone es tan oportuno como incipiente.<br />
<br />
<b>Un amo sin nombre «aquí entre nos»</b><br />
<br />
Entre girasoles se hallaba el cuerpo de Alma Brisa ya sin vida, en el mismo solar en que<br />
había sido hallado antes el cuerpo de Brenda Berenice. Un solar en pleno centro de<br />
Ciudad Juárez (Chihuahua, México) ubicada en una de las fronteras más grandes del<br />
mundo, no sólo por su dimensión en kilómetros, sino por la distancia de los extremos de<br />
opulencia y pobreza que separa20, por su peligrosidad, por el lucro de los negocios ilícitos<br />
que en ella se practica (tráfico de drogas y cuerpos), por la transferencia de plusvalor que<br />
representa toda vez que deja en uno de sus lados a una de las manos de obra más baratas<br />
del mundo, y en el otro a una de las más caras, etc. —apunta Segato en su artículo ya<br />
citado sobre este tema. Es precisamente esta frontera la que presta su escenario a la<br />
«mayor y más prolongada […serie…] de ataques y asesinatos de mujeres con modus operandi<br />
semejante de que se tiene noticia en "tiempos de paz"». Las mujeres agredidas son<br />
extremadamente jóvenes, de un mismo tipo físico y la mayor parte de ellas trabajadoras o<br />
estudiantes humildes. En cuanto al modus operandi, se trata del secuestro, tortura,<br />
violación tumultuaria, mutilación, estrangulamiento y muerte segura. No es el tipo de<br />
feminicidio más numeroso que se realiza en esta ciudad, pero sí el más enigmático. Una<br />
vez perpetrado el crimen las pistas son extraviadas por las fuerzas de la ley. Las<br />
autoridades presionan para inculpar a ciudadanos marginales claramente inocentes.<br />
Abogados y periodistas sufren amenazas y atentados. Los crímenes se perpetran desde<br />
1993 hasta la fecha sin que ninguna línea de investigación muestre resultados.21<br />
Grandes propietarios, respetados jefes de familia parecen estar involucrados en el<br />
horror. ¿Cuál podría ser su móvil? se pregunta nuestra autora22, y formula una hipótesis a<br />
partir de una investigación que había dirigido anteriormente acerca de la idiosincrasia de<br />
los condenados por violación. En ella pudo confirmar el descubrimiento de Menacher<br />
Amin (1971) de que, la mayoría de las veces —contrariamente a lo que solemos pensar—<br />
los violadores que realizan ataques de manera anónima a víctimas desconocidas no actúan<br />
en soledad. El hecho reviste una gran importancia pues deja claro que son dos los<br />
destinatarios del mensaje que emite con su acto, que su «conducta antisocial» de<br />
antisocial tiene muy poco. De acuerdo con lo que Segato pudo escuchar en la<br />
penitenciaria de Brasilia; mientras el mensaje que el violador dirige a la víctima es de<br />
carácter punitivo, actuando como representante de una moral social en la que está<br />
prescrito que «el destino de la mujer es ser contenida, censurada, disciplinada, reducida»;<br />
el que dirige a sus pares es de carácter burocrático —por decirlo de algún modo— a fin de<br />
cuentas, se trata de la solicitud de ingreso a la sociedad de los hombres. Estamos frente a<br />
dos mensajes que pertenecen a un mismo discurso —podemos decir con Lacan— un<br />
discurso dentro del cual el violador busca su lugar. La violación hace las veces de un ritual<br />
iniciático en el que la mujer violada cumple la función de víctima sacrificial, concluye<br />
nuestra autora. Se trata entonces, como en «la tournante», de la afirmación de un lazo<br />
social regido por un amo que al no estar simbolizado hace necesario «haber todos violado<br />
en vez de haber todos matado al padre que ya está muerto», en palabras de Lévy. Esto es<br />
así para el violador aparentemente «solitario» que ya sea de manera literal o imaginaria, se<br />
hace acompañar por un testigo.<br />
<br />
Estudios transculturales —nos informa Segato— dan evidencias de que la<br />
masculinidad es un status «condicionado a su obtención» y revalidación continua. (Esto<br />
recuerda al «Moisés y la religión monoteísta» de Freud que —como se dijo anteriormente—<br />
habla de la necesidad de reiterar la violencia originaria del lazo social para preservarlo.) Se<br />
trata de un status que —como cualquier otro— existe en la medida en que otro no lo tiene.<br />
(En la dialéctica del amo y el esclavo que describe Hegel y retoma Lacan, el amo sólo<br />
puede serlo en la medida en que el esclavo lo reconoce como tal. Los hombres baruya lo<br />
tienen muy claro, por eso mantienen en secreto, con tanto celo, su pacto engañador<br />
frente a las mujeres.) «Para que un sujeto adquiera su status masculino […] es necesario<br />
que otro sujeto no lo tenga pero que se lo otorgue a lo largo de un proceso persuasivo o<br />
impositivo que puede ser […] descrito como tributación. En [las] condiciones sociopolíticamente<br />
[…imperantes…] nosotras, las mujeres, somos las dadoras del tributo; ellos,<br />
los receptores y beneficiarios. [En esa medida, además de la violencia explícita … ] todas<br />
las [ … ] escenas de la vida social [están] regidas por la asimetría de una ley de status».23<br />
Así pues, partiendo de estas premisas, Segato defiende la hipótesis de que la serie<br />
de feminicidios que se han llevado a cabo impunemente en Ciudad Juárez desde 1993<br />
hasta la fecha con el modus operandis ya descrito, cumplen con la función de un ritual<br />
sacrificial que busca «sellar […] un pacto de silencio [y] lealtad inviolable a cofradías<br />
mafiosas que operan a través de la frontera más patrullada del mundo [rituales como los<br />
que] cimentan la unidad de sociedades secretas y regímenes totalitarios donde el valor<br />
más martillado es el nosotros […] La víctima [ … ] parte de un territorio dominado, es<br />
forzada a entregar el tributo de su cuerpo a la cohesión y vitalidad del grupo y la mancha<br />
de su sangre define la […] pertenencia al mismo por parte de sus asesinos [ … ] un pacto<br />
de sangre en la sangre de las víctimas.»24<br />
<br />
Además, en la capacidad de cometer crímenes de lesa humanidad impunemente<br />
durante años y años, quien los lidera da muestras inequívocas —a socios y competidores—<br />
del enorme grado de «cohesión, vitalidad y control territorial de la red corporativa que<br />
comanda» ejerciendo mediante el terror el poder disciplinario de la «ley paralela» que de<br />
este modo instaura. Estamos frente al poderío de un «grupo o red que administra los<br />
recursos, derechos y deberes propios de un Estado paralelo» que domina claramente en la<br />
región, y que también tiene ingerencia en las cabeceras del país. Los crímenes que comete<br />
son típicos de los abusos del poder político: el sujeto que los comete no aparece<br />
personalizado y la víctima carece de identidad singular, no se ataca a una mujer por ser<br />
quien es, sino porque ciertas características la convierten en un determinado tipo de<br />
mujer, nos dice Segato haciendo además dos señalamientos que nos resultan<br />
particularmente significativos. Por una parte —creemos que desmarcándose de una teoría<br />
conspirativa— aclara que su hipótesis no precisa de «una conciencia discursiva<br />
intencional» por parte de los que lideran y/o participan en la trama macabra. Habla más<br />
bien de «acciones constitutivas de su mundo. […] un universo de sentidos entrelazados y<br />
motivaciones [implícitas pero] inteligibles.» Por otra parte, al caracterizar los enigmáticos<br />
feminicidios de Ciudad Juárez como crímenes de un Estado paralelo, señala que este<br />
segundo Estado es un Estado sin nombre. La falta de nombre para Segato es relevante en<br />
la medida en que implica la carencia de categorías jurídicas que pudieran encarar<br />
legalmente a sus dueños y a toda la red que gobiernan. Desde una perspectiva<br />
psicoanalítica, la falta de palabras o de lo que nuestra autora llama «un discurso<br />
consciente intencional», la falta de explicitud en relación con las motivaciones y —más<br />
claro aún— la falta de un nombre para referir a ese organismo cuasi-estatal responsable de<br />
los crímenes; puede asociarse a la figura del nuevo amo no simbolizado en una versión<br />
aterradora.<br />
<br />
¿Cuáles son las condiciones de posibilidad de esta falta de simbolización? Es la<br />
pregunta que aparece de manera casi automática. Por una parte, nuestra autora señala<br />
que la descentralización, en un contexto de desestatización y de neoliberalismo puede<br />
estar en el origen de lo que caracteriza como un «totalitarismo de provincia» provocando<br />
«una conjunción regresiva entre postmodernidad y feudalismo, donde el cuerpo femenino<br />
vuelve a ser anexado al dominio territorial» recordando el «derecho de pernada» al que<br />
también aludió Lévy. Se trata —agrega— de una situación de desigualdad extrema por la<br />
extracción desregulada de ganancia, una asimetría sin la cual la impunidad distintiva de<br />
los enigmáticos crímenes de Ciudad Juárez no se podría explicar. Pero, por la otra, más<br />
allá de estos señalamientos marxistas que considero tan oportunos, Segato avanza una<br />
propuesta explicativa que muestra —una vez más— gran afinidad con la perspectiva<br />
psicoanalítica. En primer lugar nos dice que quien lidera estos crímenes tendría que<br />
valorizar la ganancia y el control territorial por encima de todo, incluso por encima de su<br />
propia felicidad, y como es sabido, este tipo de renuncia es característica del amo tal como<br />
—retomando a Hegel— es descrito por Lacan. En segundo lugar nos dice que habida<br />
cuenta de que el capital se caracteriza por una búsqueda de ganancia sin límite que a su<br />
vez produce una segregación también sin límite, y de que sería tautológico explicar la<br />
búsqueda de ganancia por la ganancia misma; podríamos concebir la segregación, no<br />
como consecuencia accidental del capital, sino como su «telos» más profundo. Desde esta<br />
perspectiva, las mujeres asesinadas impunemente en Ciudad Juárez, no nos estarían<br />
hablando —como suele pensarse— de la barbarie propia del subdesarrollo que aqueja a<br />
tierras distantes, entendido como daño colateral del capitalismo; sino de su éxito más<br />
rotundo, que hace de sus cuerpos torturados e inertes, su mayor trofeo, el más<br />
emblemático. «¿[Q]ué lugar podría ser más emblemático del sometimiento que el cuerpo<br />
de la mujer mestiza, de la mujer pobre, de la hija y hermana de los otros que son pobres y<br />
mestizos? ¿Dónde podría significarse mejor la otredad producida justamente para ser<br />
vencida?» pregunta nuestra autora.<br />
<br />
En consonancia con esta idea —de acuerdo con Lacan— creer que la abolición de<br />
la propiedad privada de los medios de producción puede poner fin a la explotación, es no<br />
saber lo que es la plusvalía —además del plus que trabajando puede producir un ser<br />
humano, más allá del valor de cambio necesario para reponer su valor de uso— es no<br />
saber lo que con la plusvalía se expolia, ni para qué. «No por nacionalizar los medios de<br />
producción […] se acaba con la plusvalía, si no se sabe qué cosa es.»25 dice Lacan en 1969,<br />
para quien «lo que Marx […] denuncia en la plusvalía, es la expoliación del goce».26<br />
<br />
En un sentido análogo, en relación con la violencia contra las mujeres, podríamos<br />
decir que no por decretar «tolerancia cero» se va a eliminar un machismo, sin inaugurar<br />
otro ismo27, si no se sabe lo que es; si no se vislumbra algo de lo que cada «macho» deja<br />
fuera para hacer ismo con todos los demás. Y aún sabiéndolo; dada la complejidad del<br />
fenómeno de la violencia contra las mujeres, dada la profundidad con que está enraizado<br />
—tanto la violencia «impersonal» que se da en el terreno público, como la que se da en las<br />
relaciones «amorosas» en el ámbito privado— es difícil ser optimista. Quisiéramos ver en la<br />
educación la gran esperanza, en la igualdad de oportunidades y el resquebrajamiento del<br />
«techo de cristal» la solución definitiva, y en las leyes una herramienta eficaz. De hecho,<br />
hay todavía mucho por hacer dentro de estos ámbitos. Tan sólo en lo que toca a las leyes<br />
todavía «en el año 2000 había menos de 30 países que tenían leyes contra la violación<br />
conyugal. Más de 700 países siguen sin contar con leyes contra la violencia doméstica.<br />
Más de 120 países carecen de leyes contra el acoso sexual, y más de 50 países tienen leyes<br />
que discriminan activamente a la mujer. […]»28 Ahora bien, una vez reconocida la enorme<br />
importancia que tienen la educación, las leyes y su correcta administración, los recursos<br />
de atención social, las condiciones objetivas de igualdad para las mujeres en todos los<br />
ámbitos que inciden en su desarrollo, resultaría ingenuo —por decir lo menos— cerrar los<br />
ojos a la inquietante realidad de la que habló Lévy en su presentación. El registro de<br />
agresiones contra mujeres ha crecido en los últimos años en países tan desarrollados<br />
como Suecia. Ello frustra nuestras expectativas en un sentido muy específico. Cuestiona,<br />
no la pertinencia, pero sí el alcance de las soluciones que se pueden implementar<br />
partiendo de esa base; hace sentir que a pesar de los recursos más avanzados, de los<br />
mayores esfuerzos y de las mejores voluntades … hay algo que se nos escapa.<br />
Con una guerra en sus espaldas y otra en el horizonte, Freud se declara falto del<br />
ánimo necesario para erigirse como profeta y ofrecer algún consuelo.29 Volviendo a él,<br />
Lacan dirá que lo más subversivo del psicoanálisis es no ofrecer ninguna solución.30 Se<br />
cuida de no hacerlo —entre otras cosas— porque en el momento en que lo hiciera estaría<br />
enarbolando un ideal, haría lazo entre quienes lo compartieran dejando fuera a quien no<br />
se identificase con él, a quien representase la diferencia, a quien —por decirlo del algún<br />
modo— le tocase «hacer de mujer». Con todo, tal vez no hay ideal más ambicioso que<br />
carecer de ideales. Por eso creo que tanto el valor de la apuesta psicoanalítica, como la<br />
magnitud de sus contradicciones, es directamente proporcional al afán de imposible que<br />
le anima, aunque este consista precisamente en dejar —a ver cómo— de aspirar a lo<br />
imposible. Se trata de un ideal peculiar que reniega de su condición como tal y sin<br />
embargo, se mueve.<br />
<br />
Recordarnos que estamos divididos entre lo que queremos decir y lo que —sin<br />
querer— decimos, o entre lo que queremos hacer y lo que —sin querer— hacemos;<br />
recordarnos que el querer y el desear no suelen ir de la mano, que estamos divididos<br />
entre lo que quisiéramos desear y lo que —en el fondo, sin saber y sin querer— deseamos;<br />
es parte de la labor crítica —diría autocrítica— del psicoanálisis. La distinción entre el<br />
sujeto del enunciado y el sujeto de la enunciación desemboca en la teoría de los discursos<br />
de Lacan que vehiculiza buena parte del potencial crítico del psicoanálisis. El valor de<br />
acto de una enunciación determinada, depende más de la posición subjetiva de quien lo<br />
emite que de los significantes que lo constituyen. Se pueden decir cosas completamente<br />
distintas y sin embargo estar funcionando dentro de una misma estructura discursiva. Por<br />
la misma razón, un mismo enunciado puede tener en su enunciación valores de acto<br />
distintos al ser distinta la estructura discursiva en la que se inscribe.<br />
Así pues, queda pendiente analizar hasta qué punto la caracterización de las<br />
diversas modalidades de lazo social en términos de estructuras discursivas que propone<br />
Lacan —el discurso del amo, el discurso universitario, el discurso de la histérica, el<br />
discurso capitalista y el discurso del analista— permite develar funcionando estructuras<br />
discursiva idénticas o equiparables en fenómenos de violencia contra las mujeres que de<br />
otro modo podrían percibirse disociados entre sí: las violaciones tumultuarias, la agresión<br />
que comete el violador «solitario», la violencia del hombre que ataca a su pareja, la<br />
manera de entender el amor de quien recibe la agresión admitiéndola como ingrediente<br />
de su relación, y —en un momento dado— la manera que tuviera de actuar en la clínica, el<br />
profesional de la «salud mental» al que ella tal vez acuda un día. En el mismo sentido,<br />
queda pendiente ver de qué manera el discurso analítico se desmarca de estas<br />
modalidades de lazo social pudiéndose caracterizar —tal como lo hace Lacan— como<br />
«reverso del discurso del amo» que es matriz de todos los demás31, y hasta qué punto esto<br />
tiene que ver precisamente, con la semejanza que guardan entre sí la posición del analista<br />
y la posición femenina. Habiendo iluminado estas cuestiones podría calibrarse con mayor<br />
precisión «el potencial crítico del psicoanálisis».<br />
<br />
Y por último, queda abierta la pregunta en relación con la posible especificidad de<br />
algunos episodios de violencia contra las mujeres particularmente enigmáticos, dentro del<br />
discurso capitalista que impera hoy, tal como lo concibe Lacan. Una hipótesis —afín a la<br />
de Segato— podría ser, que dado que la estructura del discurso capitalista más que<br />
instituir disuelve el lazo social, las nuevas ediciones de violencia contra la mujer podrían<br />
entenderse como síntoma de esta disolución y de la consecuente falta de simbolización<br />
que caracteriza a aquél «nuevo amo» del que nos habló Lévy. Un nuevo amo sin nombre<br />
del cual serían una versión monstruosa los totalitarismos de provincia a que Segato alude,<br />
refiriéndose a la violencia criminal contra las mujeres que reina hoy todavía impune en<br />
Ciudad Juárez32.<br />
<br />
En el camino resultaría iluminador hacer interactuar la concepción psicoanalítica<br />
del lazo social con otras teorías, que en su diferencia se encuentran preñadas de<br />
aportaciones; pues —tal como lo advirtió su creador— el psicoanálisis ni pretende, ni<br />
puede ser una concepción totalizadora del mundo. Por ahora ojalá al menos se haya<br />
podido mostrar cómo, la hipótesis psicoanalítica que vislumbra una misma estructura<br />
subyacente a todo lazo social, aunada a la concepción del cuerpo de la mujer como<br />
significante de la diferencia y del goce femenino, tiene gran afinidad con lo que se está<br />
diciendo desde otros campos de reflexión. Y —más importante aún— cómo nos deja sentir<br />
algo de la violencia contra las mujeres que habita «aquí entre nos», permitiéndonos<br />
sospechar —al menos— que en nuestro hermoso jardín también se tocan flautas y crecen<br />
girasoles.<br />
<br />
1 Segato, Rita Laura, «Territorio, soberanía y crímenes de segundo estado: la escritura en el cuerpo de las mujeresasesinadas en Ciudad Juárez», Números 362 de la Serie de Antropología del Instituto de Ciencias Sociales de laUniversidad de Brasilia, 2004<br />
2 Segato, Rita Laura, «Antropología y psicoanálisis. Posibilidades y límites de un diálogo», Número 330 de la Serie deAntropología del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Brasilia, 2003<br />
3 Tubert, Silvia (ed.) Del sexo al género. Los equívocos de un concepto, Serie Feminismos, Cátedra, Universitat de València,Instituto de la mujer, Madrid, 2003.<br />
4 Lacan, Jaques, Escritos, Siglo Veintiuno Editores. México, D.F. 1984, p. 670<br />
5 Godelier citado por Segato, Ibidem. 2003.<br />
6 Godelier, Maurice. Cuerpo, parentesco y poder: Perspectivas antropológicas y críticas, Cap I: Cuerpo, Abya-Yala, Ecuador,2000<br />
7 Segato, Rita Laura, Ibidem. 2003<br />
8 Lacan, Jaques, Seminario XX, Aun, Piadós, Buenos Aires, 1975, p. 97<br />
9 Ibidem, p. 89<br />
10 Concha, Miguel, «El catolicismo y la violencia», en Adolfo Sánchez Vázquez (Editor), El mundo de la violencia, UNAM y FCE. México, D.F. 1998<br />
11 Freud citado por Peter Gay en Freud. Una vida de nuestro tiempo, Piadós Barcelona, 1989, p. 455<br />
12 Álvarez, Alicia La teoría de los discursos en Jaques Lacan. La formalización del lazo social. Letra Viva. Buenos Aires, 2006, p. 40<br />
13 Es esta paradoja y la pérdida que implica lo que podrían estar intentando eludir los baruya con aquella fantasía en la que reengendran a los hijos fuera del vientre de las mujeres.<br />
14 Freud, Sigmund, <i>Tótem y Tabú</i>, Trad. López Ballesteros. Alianza Editorial, Madrid,1970<br />
15 Freud, Sigmund, <i>Obras Completas</i>, Trad. López Ballesteros. Biblioteca Nueva, Madrid, 1974, p. 2563<br />
16 Arribas, Sonia, «Edipo sin complejos: la ley en crisis bajo los efectos del capitalismo» en la revista Arbor, CSIC. Madrid, 2007, pp. 45-7<br />
17 Y si «el enemigo» son las mismas mujeres, habría de buscarse la manera de reengendrar a los hijos fuera de su vientre, tal como —al parecer y como se recordará— piensan los baruya.<br />
18 Lévy, Robert, «La inactualidad de la violencia contra las mujeres», Jornadas internacionales. La violencia contra las mujeres hoy. ¿Quién bien te quiere te hará sufrir? Aportaciones desde el psicoanálisis y otros campos de reflexión, organizadas por Análisis Freudiano con la colaboración de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, 2007.<br />
19 Segato, Rita Laura, Ibidem. 2003, p. 14<br />
20 «En los primeros siete meses del año, 246 [personas (contando sólo mexicanos)] fallecieron [por deshidratación] en su intento por cruzar la frontera con Estados Unidos sin documentos» Georgina Saldierna, La Jornada, 30 de agosto de 2009.<br />
21 Dos periodistas, Diana Washington —a quien el FBI no permite cruzar la frontera sin escolta— y Sergio González — autor de «Huesos en el Desierto» que fue brutalmente golpeado por guaruras anónimos en los días que realizaba su investigación— recogieron datos muy interesantes que han sido sistemáticamente desestimados por la policía a lo largo de los años.<br />
22 Que también tuvo que salir de Ciudad Juárez antes de lo previsto para proteger su vida pues la señal de televisión se calló —con precisión aterradora— en el momento que iba a iniciarse la transmisión en vivo de un programa donde iba a presentar su hipótesis.<br />
23 Segato, Ibidem. 2004.<br />
24 Ibidem.<br />
25 Lacan, Jaques, Seminario XVII «El reverso del psicoanálisis», Paidós, Buenos Aires, 1996, pp. 113.<br />
26 Ibidem. P. 85<br />
27 «-ismo. (del gr. -ισμος. a través del lat. ismus.) suf. de sustantivos que suelen significar doctrinas, sistemas, escuelas o movimientos […]» es decir, modalidades de lazo social. (Diccionario de la lengua española. RAE, Espasa Calpe, 1998.)<br />
28 Irene Khan, Secretaria General de Amnistía Internacional, «Una Guerra Secreta», La insignia, marzo, 2006.<br />
29 Freud, Sigmund, Ibidem. 1974, p. 3067.<br />
30 Lacan, Jaques, Ibidem. 1996, p. 74<br />
31 Aunque el caso del «discurso capitalista» tenga que considerarse aparte, puesto que la imposibilidad —elemento estructural de todos los demás discursos— en el discurso capitalista no se inscribe.<br />
32 «Durante el pasado fin de semana los cadáveres de cuatro mujeres fueron encontrados en distintos puntos de Ciudad Juárez, Chihuahua, con lo que el número de feminicidios cometidos en esa ciudad fronteriza [de 1,313,338 habitantes] asciende a 62 en lo que va del año, es decir, prácticamente una víctima cada cuatro días.» En «Ciudad Juárez: violencia eclipsa violencia.» Editorial del diario mexicano La Jornada del 17 de agosto de 2009.Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-44266194273242505572015-05-10T12:23:00.000-07:002015-05-10T12:23:14.199-07:00Auschwitz: en el umbral de la posmemoria <span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span>
<span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;"><b>Por Reyes Mate</b>:</span><br />
<span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span>
<span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">Publicado en <b>Babelia</b>,
<b>El País</b>, 9 de mayo del 2015, páginas 10-11</span><br />
<span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;">Gracias a Claudia Larios por su ayuda en la edición</span></span><br />
<span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;"><br /></span></span>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hace 20 años, cuando Europa recordaba el medio siglo de Auschwitz, de
España se decía que no había cultura del Holocausto. Se conocía el diario de
Ana Frank y poco más. Hoy la situación es diferente. Nombres como Levi,
Antelme, Wiesel, Lanzmann, Celan, Kertész, Borowski, Hillesum, Arendt, Adorno o
Rosenzweig forman parte de nuestro paisaje intelectual. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nos hemos apropiado de los nombres y obras imprescindibles. Lo que pasa
es que Auschwitz, a diferencia de cualquier otro gran acontecimiento histórico,
es algo más que un hecho datado en el tiempo y el espacio. La Primera Guerra
Mundial, por ejemplo, es uno de esos grandes hechos que conocemos y que siempre
podemos conocer mejor, pero cuyo conocimiento consistirá en remitirse a lo que
ocurrió. Auschwitz, sin embargo, demanda nuestra atención no sólo por lo que
ocurrió entonces, sino por lo que va significando a partir de ese momento. Esto
explica que el flujo de obras sobre el plan nazi de destrucción de los judíos
europeos sea imparable. Sin llegar a las cifras de Alemania o Francia también
resulta apreciable la producción hispanohablante. Y ya no se trata sólo de
traducciones, aunque estas dominen claramente, sino de una creación propia que
cuanta en algunos campos con notables contribuciones. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si tenemos en cuenta la producción del último decenio hay que señalar,
en el campo de la historia, además de la imprescindible obra de Raul Hilberg <i>La
destrucción de los judíos europeos</i> (2005), el libro de G. Bensoussan <i>Historia
de la Shoah </i>(2005), breve pero de una precisión matemática. Recientemente,
Enzo Traverso ha hecho llegar a las librerías el título <i>El fin de la
modernidad judía. Historia de un giro conservador </i>(2014), en la que el
historiador italiano desarrolla la provocativa tesis de que lejos quedan los
tiempos del judío como “pueblo paria”. Después de la guerra se convirtió en una
minoría distinguida, ubicada normalmente del lado de los dominadores, y ese
giro a afectado su capacidad creativa, claramente disminuida desde el fin de la
guerra hasta hoy. Reseñable es también la publicación <span lang="ES">de <i>Behemoth. Pensamiento y
acción en el nacional-socialismo, 1933-1944</i>, de Franz Neumann. Se trata de
una de las obras pioneras sobre el nazismo, publicada en 1944, que a decir de
Hilberg “debe ser estudiada y no sólo leída”. Defiende la idea de que el Tercer
Reich es un producto de aluvión y no posee una estructura coherente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Por lo que respecta a la producción fílmica, el espectador
español ha podido conocer, además de la obligada película de Claude Lanzmann <i>Shoah</i>,
su última producción, <i>El último de los injustos</i>, donde se plantea el
espinoso asunto de la responsabilidad de los “consejos judíos”: ¿colaboradores
o resistentes? Es un diálogo sin concesiones entre Lanzmann y Benjamin
Murmelstein, el presidente del consejo judío de Terezin. Juzgado por
colaboracionista y absuelto, aunque anatemizado por Israel, el filme coloca al
espectador ante dilemas irresolubles que dejan en ridículo las simplezas de
Arendt o Scholem sobre la culpabilidad de estos consejos judíos. Hace unos meses
nos enteramos de que Alfred Hitchcock filmó ya en 1945 la liberación de 11
campos de concentración, entre ellos Dachau, Buchenwald y Mauthausen. Con aquel
material – “más atroz que lo peor de un filme de terror” – compuso una película
que los aliados no quisieron que se viera para no molestar ni distraer la
atención de los alemanes, concentrados en reconstruir el país. Esas imágenes,
perdidas en el Imperial War Museum de Londres, han salido a la luz con el
título <i>Memory of the Camps</i>. Otro filme reseñable es el polaco <i>Ida</i>,
de Pawel Pawlikowski. También Moscú ha rescatado una docena de películas que
por razones políticas fueron borradas de la historia. Muchas de ellas tratan de
lo que se ha dado en llamar “holocausto con balas”. Se refiere a los asesinatos
de judíos de primera hora
cometidos por los <i>Einsatzkomandos</i> a punta de pistola. Stalin las
prohibió, en parte para no dejar protagonismo a las víctimas judías, en parte
porque aquello sólo fue posible con la complicidad de los soviéticos, un
detalle que la propaganda estalinista negaba de plano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Habría que hablar también de teatro. En salas minoritarias
se ha podido ver la obra clásica de Peter Weiss <i>La indagación</i>. Mejor
suerte ha tenido la pieza de Juan Mayorga <i>Himmelweg</i>, representada en 18
países y actualmente en cartelera en Parma, Italia. El autor enfrenta el
teatro, buscador de la verdad, con la teatralización de la vida en el campo de
Terezin, cuyo objetivo era engañar al mundo falsificando la realidad. El mismo
autor vuelve sobre el tema en <i>El cartógrafo (Varsovia, 1:400.000)</i>, que
será próximamente representada en Francia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Dado que en Auschwitz nade un deber de memoria que obliga
a repensar nuestro tiempo a la luz de la barbarie, numerosos son los ensayos
que de una manera u otra se aproximan a esta preocupación. Georges
Didi-Huberman, autor de <i>Cortezas </i>(2014) y <i>Pueblos expuestos, pueblos
figurantes </i>(2012), es un ensayista francés que piensa con imágenes. Le
preocupa cómo escapar de la industria cultural de la memoria y cómo denunciar
el turismo </span>memoralístico. La imagen sería el camino para que el
espectador de hoy experimente el horror de algo que no ha vivido. Santiago
Kovadloff, un brillante escritor argentino, se plantea, en <i>La extinción de
la diáspora judía </i>(2013), el sentido de la diáspora después de la
existencia del estado de Israel. La diáspora – esto es, el exilio como forma de
existencia y la renuncia a construir un Estado – ha marcado la identidad del
pueblo judío durante milenios. La cosa cambia al tener un estado propio. El
autor se pregunta si el judaísmo, que sobrevivió a la destrucción del antiguo
reino de Israel, podrá sobrevivir a la construcción de un Estado nacional. Por
el libro desfilan las opiniones de intelectuales como Lévinas, Rozitchner,
Goldmann, Misrahi, Finkielkraut, Jean Daniel o George Steiner. Entiende que ya
no procede caracterizar como diaspórico al judaísmo posisraelí, una tesis con
consecuencias si tenemos en cuenta que
se ha asociado el genio judío a la cultura diaspórica. Del exilio también habla
Mauricio Pilatowsky, otro autor judío mexicano, en <i>Las voces desterradas.
Reflexiones en torno a los imaginarios judíos </i>(2014), donde la figura del
exilio aparece como fuente de identidades y nacionalismos. De interés es
igualmente la obra de Ricardo Forster <i>Los hermeneutas de la noche</i>, con
prólogo de Alberto Sucasas (2009), en la que el autor, de la mano del poeta
Celan, del escritor Borges, del crítico Steiner, del místico Scholem y de los
filósofos Benjamin y Adorno, se adentra en los laberintos de la barbarie para denunciar
las ambiguedades de una modernidad que incubó Auschwitz. El colectivo de
enseñantes Eleuterio Quintanilla es autor de <i>Pensad que esto ha sucedido.
Guía de recursos para el estudio del Holocausto</i> (2009), de gran valor
pedagógico, que se suma a unos textos pioneros como <i>Educar contra Auschwitz </i>(2004),
de J. F. Forges, y <i>La lección de Auschwitz </i>(2004), de J. C. Mèlich. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La memoria de Auschwitz se
sustenta fundamentalmente en testimonios que se expresan en diarios o en
relatos novelados apoyados en experiencias reales, modalidad en la que
sobresalió Jorge Semprún. La significación moral de Auschwitz vive de la
memoria. El croata Miljenko Jergovic es el autor de una de esas novelas, <i>Ruta
Tannenbaum </i>(2014), inspirada en la historia de Lea Deutsch, una joven judía
que murió en el vagón de ganado que la trasladaba, junto con toda su familia, a
Auschwitz. Es un conmovedor relato escrito para salvar a Lea de un olvido
injustificable, pero sobre todo para poner en estado de alerta al lector de
nuestro tiempo con preguntas tan oportunas como ¿somos tan diferentes de los
que asistieron indiferentes a aquel genocidio?, ¿no es acaso Guantánamo una
modalidad del universo concentracionario? Ante el peligro de que el lector se
identifique con la víctima, el autor nos hace veer que la protagonista es
condenada por los nuestros. Más importante que la empatía o la compasión es la
interpelación. Ese formato de novela construida libremente sobre un episodio
real es el de Javier Cercas en <i>El impostor </i>(2014): un caso real de falsificación
del pasado nazi, el de Enric Marco, le da pie para cuestionar abusivamente los
usos de la memoria en España. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Vasili Grossman, el autor del
inolvidable <i>Vida y destino</i>, es, junto a Ilya Ehrenburg, titular de <i>El
libro negro </i>(2012), una recopilación de testimonios llevada a cabo en 1945
por los aliados a instancia de Albert Einstein sobre el exterminio de los
judíos soviéticos. El material, de primera mano, fue utilizado en el juicio de
Núremberg, pero no pudo ser publicado en Rusia hasta 1993 por suspicacias del
Kremlin. Es un relato estremecedor pues late en él la primera impresión, la
sorpresa incontenible de estar ante algo que ni en sueños se había imaginado la
humanidad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Con el paso del tiempo han
aflorado contenidos nuevos, como el de las mujeres en el campo (las obras <i>Auschwitz
y después, </i>de C. Delbo, 2004; <i>Prisionera de Stalin y de Hitler</i>, de
M. Buber-Neumann, 2005, y <i>Una vida conmocionada</i>, de E. Hillesum, 2007) y
temas que antes no eran posibles, como considerar víctimas a los alemanes (<i>A
paso de cangrejo, </i>de G. Gras [sic], y <i>El ángel caído</i>, de W. G.
Sebald). Hubo víctimas alemanas, pero ¿cuándo hay que hablar de ellas? <o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La desaparición de los testigos
inaugura un tiempo nuevo, el de la
posmemoria. No el de la sustitución de la memoria por la historia, como dice
Paul Ricœur, sino el de llevar a la práctica el significado del deber de
memoria, que Adorno lo resumía así: “Dejar hablar al sufrimiento es la
condición de toda la verdad”. Esa sería la lección de Auschwitz y esa sería la
gran tarea pendiente. Porque es verdad que en nuestra cultura el sufrimiento
incita a la compasión, pero no es el máximo indicador a la hora de pensar la
política, ni siquiera la ética. Este imperativo categórico, formulado por los
supervivientes y por los intelectuales responsables en la primera hora, justo
en el momento en el que lo que primaba era la autoridad del sufrimiento y no
todavía el del cálculo político, es lo que al cabo de 70 años sigue pendiente.
La mayoría de las obras aquí mencionadas nace de una forma más implícita que
explícita de llenar este vacío del que el futuro deberá hacerse cargo. <o:p></o:p></div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-58466478304474218342015-01-18T10:01:00.001-08:002015-01-18T10:01:41.630-08:00Contra el prejuicio, el odio y la ignorancia. Por Ricardo Forster. Publicado en Página 12 el sábado 17 de enero de 2015<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Por Ricardo Forster</span></b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">“El primer gran foco de cultura de la Edad Media
occidental es Toledo. La historia se repite: en el siglo XII, lo que Toledo fue
para el mundo cristiano, lo fue Bagdad para el mundo musulmán (...). Es
suficiente recordar que es Toledo donde Avicena fue traducido al latín, esto
es, por un pequeño grupo compuesto, como mínimo, por Ibn Daud, judío arabófogo,
que aseguraba la traducción del árabe al castellano; y Domingo Gundisalvo,
cristiano, que aseguraba la traducción del castellano al latín (...). En realidad,
si en el siglo XIII hubo una filosofía y una teología llamadas ‘escolásticas’,
es ante todo porque Avicena fue leído y explotado desde finales del siglo XII.
Es Avicena, no Aristóteles, quien inició a Occidente en la filosofía.” Alain de
Libera, Pensar la Edad Media.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Me pareció oportuno comenzar estas reflexiones
sobre la tragedia de Charlie Hebdo, con la que tantas páginas e imágenes se han
multiplicado a lo largo de los últimos días y a través de todas las geografías
del planeta, citando al filósofo francés y eminente especialista en pensamiento
medieval, Alain de Libera. Con erudición y elegancia conceptual destruye un
acendrado y persistente prejuicio que supone que la tradición occidental se
continuó ininterrumpidamente desde Grecia y Roma, atravesando la Edad Media,
para llegar a nosotros pura de toda influencia, en especial la que provendría
del Oriente islámico. No hay, desde esta concepción autoctonista y
antimusulmana, contaminación en la línea que va de Aristóteles a Santo Tomás o
en la que va de Platón a Marcilio Ficino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Bajo la estructura de la autorreferencialidad
cultural (punto de partida del esencialismo nacionalista), Europa quiso, desde
que buscó limpiar su genealogía, desprenderse de esa verdad que cualquier
erudito medieval sabía sin siquiera tener que investigarlo: que el pensamiento
filosófico, que las grandes tradiciones que alimentaron a la escolástica
cristiana, tenían una estación ineludible en los filósofos y pensadores de
origen árabe, persa y musulmán. Que sin Avicena y Averroes, sin Farabi e Ibn
Sina, sin Ghazali e Ibn Rusd, y –claro– sin la enorme influencia sobre el
filósofo judío Maimónides de la tradición árabe, seguramente Santo Tomás de
Aquino –que leyó a Aristóteles a través de musulmanes y judíos, y que se detuvo
particularmente en la Guía de los perplejos del rabino cordobés– nunca hubiera
podido escribir su Suma Teológica. Extraordinaria genealogía que hace añicos
cualquier intento por borrar las huellas de las influencias y, sobre todo,
demuestra la estupidez de los ontologismos nacionalistas que buscan encontrar
la esencia incontaminada de su verdadera lengua cultural.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Un viaje cultural que atravesó siglos y continentes
para desmentir el relato de una Europa sólo deudora de sí misma; eje alrededor
del cual se desplegó la civilización científico-técnica y cuna de los ideales
filosóficos y políticos fundados en una racionalidad exclusivamente afincada en
su territorio. Lo que nos señala con énfasis Alain de Libera es precisamente la
potencia de los intercambios culturales, lingüísticos, religiosos y filosóficos
que fueron preñando el complejo camino de la propia Europa, un continente que
prefiere escribir la historia del mundo desde una particularidad, la suya,
convertida en universalidad y, para ello, borra las huellas de sus propias
deudas. En ese gesto omniabarcativo lo que es destituido es aquello que marca
la diferencia en el interior de la supuesta univocidad. Las herencias nacidas y
provenientes del Islam, aquellas que también a su vez recibieron las
influencias de los griegos de la época clásica, están en la base de la
reapropiación europea de su “olvidada” tradición filosófica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Sin ese camino laberíntico que se inició en la
lejana Persia allá por el siglo IX, que continuó por la península arábiga y se
materializó en la gran Siria de los siglos XI y XII, y que ingresaría a Europa
por diversas vías; atravesando las llanuras búlgaras; siguiendo las huellas de
innumerables caravanas capaces no sólo de llevar mercancías de Oriente a
Occidente sino también ideas, herejías y libros; cruzando el Mediterráneo desde
el norte del Africa musulmana hasta llegar a la España de las tres culturas, un
territorio de las mezclas y los intercambios que, como ya vimos, permitió que
en una ciudad como Toledo traductores judíos de lengua árabe y cristianos que
dominaban el latín le devolvieran a la cristiandad occidental un tesoro
rescatado desde Oriente y, claro, profundamente contaminado por la civilización
mahometana. Una genealogía vergonzante para una Europa que no podía aceptar que
fueran los árabes y persas, además de los judíos, los responsables de
reconstruir los puentes con el pensamiento antiguo. Extraña filiación a los
ojos de quienes, en otro tramo de su historia, no dudaron en ejercer una
violencia homicida sobre los que se encargaron de proteger de la oscuridad de
la Alta Edad Media aquellos legados filosóficos y científicos. Al pueblo de
Maimónides casi lo exterminaron en los campos de la muerte forjados por el
régimen nazi; y a los descendientes de Avicena y Averroes los sometieron al
dominio colonial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Un breve paréntesis para pensar, nuevamente y con
un relato más detallado, el absurdo de la autoctonía nacionalista y de las
tradiciones que se cierran sobre sí mismas, tratando de expulsar la memoria de
las herencias, las influencias y las contaminaciones. Maimónides, como señalé
líneas arriba, nació y vivió parte de su vida en Córdoba, la ciudad de
Averroes, ese gran filósofo árabe que intentó ir más allá, de la mano de su
lectura herética de Aristóteles, de las religiones abrahámicas. Al que
probablemente conoció al escucharlo en la famosa biblioteca de Córdoba, siendo
apenas un niño casi adolescente, y cuyo pensamiento dejó algunas huellas en sus
reflexiones filosóficas. Es también factible que quizás hayan compartido el Jardín
de los Naranjos de la biblioteca que, según cuenta la tradición, llegó a tener
más volúmenes que la famosa Biblioteca de Alejandría, compartiendo el mismo
trágico destino: la de ser quemada junto con todos sus incontables libros y
papiros, esos que guardaban las más diversas tradiciones de Oriente y de
Occidente, capaces de unir Bizancio, Bagdad e Islamabad con la península
ibérica para luego alcanzar, cruzando los Pirineos, Francia y, más lejos, las
tierras germanas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">La lectura que Maimónides hizo de la tradición
filosófica, particularmente de la tradición aristotélica, estuvo absolutamente
impregnada por los grandes reintroductores de los griegos y sobre todo del
aristotelismo en la tradición de Occidente que fueron los árabes. Por un lado,
la tradición persa de la escuela de Avicena, y por el otro la de la escuela
averroísta. Maimónides escribió su obra filosófica –por ejemplo, la fundamental
Guía de perplejos– en árabe. Por supuesto, también escribió sus obras de
interpretación de la Mishná y del Talmud en hebreo. Y a su vez, obviamente,
podía utilizar sin inconvenientes el castellano. Es deudor de gran parte del
trabajo de los traductores que se realizó sistemáticamente, como señalaba Alain
de Libera, en esos siglos en Toledo; traducciones en las que trabajaron judíos
y cristianos llevando el árabe, pasando por el castellano, al latín, y
construyendo los puentes indispensables para la recuperación de la tradición
griega por el mundo cristiano-latino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Se conoce que Santo Tomás de Aquino no sabía
griego, y que leyó a Aristóteles a través de transcripciones hechas por
traductores árabes, judíos y cristianos españoles, y que a través de la Guía de
perplejos de Maimónides, profundamente influenciado por ella, construyó su
propia visión de Aristóteles. Con lo que uno podría decir que la Suma
Teológica, fundamento de la teología de la escolástica cristiana, fundamento
arquitectónico clave de la visión católica del mundo, se sustenta en un árabe
herético que ni siquiera creía en Alá –como era Averroes– y en un judío que
leyó a Aristóteles a través de Averroes y Avicena, que escribió en árabe y que
sin embargo fue un fiel seguidor del Talmud. Y así volvió a Occidente el núcleo
de la tradición griega; así volvió Hipócrates, corazón de la tradición médica:
árabes y judíos fueron sus custodios y difusores. Médicos persas y médicos
judíos fueron la esencia de la tradición médica que retornó a Occidente. Y así
regresó gran parte de la tradición filosófica helenística en el enclave
renacentista italiano que se abriría apenas iniciada la decadencia de la Edad
Media a través de la escuela de traductores de Toledo que cumplieron un papel
fundamental como puentes entre dos mundos, impregnando a ambos con su propia
visión filosófica y cultural.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Esto muestra la mediocridad, la estupidez enorme,
de “civilización o barbarie”, del “choque de civilizaciones”, o de un mundo que
guarda y posee la cultura y el otro que es el lugar de la barbarie. Para
cualquiera que haya tenido la oportunidad de estar en Córdoba, hay una imagen
muy impresionante: uno entra a la Mezquita de las Mil Columnas, que es una obra
maravillosa, y en medio de la mezquita está la catedral. Construyeron la
catedral en el medio de la mezquita, y hubo una rebelión del pueblo de Córdoba,
porque la idea era derruir la mezquita. Y el pueblo de Córdoba, el pueblo
cristiano de Córdoba –estamos hablando del siglo XVI– se rebeló contra la
decisión de destruir la mezquita, porque sabía que era una obra única y
emblemática. Y cualquiera que haya tenido la oportunidad de pasarse un rato
inolvidable en la Alhambra, sabe que los bárbaros eran otros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Un largo camino histórico, un desvío por el tiempo,
para escapar del más brutal de los reduccionismos, que intenta convertir la
cultura musulmana en una cultura de bárbaros, mientras que hace de Europa la
cuna de toda civilización posible. Un prejuicio montado, a su vez, sobre la
expansión imperial de esa misma Europa que supo, a sangre y fuego, llevar “su
cultura” a ese otro mundo considerado como tierra de idólatras. Revisar los
legados y las confluencias, hurgar en los tesoros de un pasado que nos ofrece
otra realidad muy distinta de la que los vencedores nos han contado, significa
romper los prejuicios y aprender a mirar de otro modo la compleja urdimbre de
nuestras sociedades y de nuestras concepciones religiosas y filosóficas. Y
también hoy, cuando la ceguera y el prejuicio se despliegan en el interior de
la ignorancia, se vuelve decisivo refundar la tradición de un humanismo
silenciado y desguarnecido.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.5pt; mso-bidi-language: HE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Y este intento por reivindicar la memoria de los
desplazados y de los olvidados, por reconstruir las rutas de las culturas y sus
intercambios, no busca exculpar el horrendo crimen cometido contra los miembros
de la revista Charlie Hebdo. Apenas si constituye un intento por romper el cerco
del prejuicio y de la islamofobia que parece desplegarse en una Europa
aterrorizada ante la barbarie terrorista. Una barbarie, me apresuro a escribir,
que nada tiene que ver con esa enorme tradición cultural a la que intenté hacer
presente a lo largo de un artículo que nació de la necesidad de romper el cerco
de violencia y odio que amenaza con hacer cada día más invivible nuestro tiempo
histórico. No son los centenares y centenares de millones de musulmanes de todo
el mundo los asesinos de periodistas y dibujantes, ellos también son las
víctimas del integrismo fanático amparado por los dueños árabes de las riquezas
petroleras y socios de Estados Unidos, y de una sociedad, la europea
occidental, que no ha sabido o no ha querido romper las barreras de la desigualdad
y el prejuicio. El mejor homenaje que les podemos rendir a las víctimas de
Charlie Hebdo y de tantos otros asesinados por el odio y la injusticia, por la
ceguera del fanatismo y por la avidez desenfrenada del capital, es sostener,
hoy más que nunca, su mirada desprejuiciada y capaz de ejercer el más puro
espíritu libertario.<o:p></o:p></span></div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-31042129240551344722014-11-19T18:45:00.000-08:002014-11-19T18:51:15.492-08:00Ayotzinapa, entre marginalización y violencia de Estado; a cuarenta años del asesinato de Lucio Cabañas. Por Eynel Pilatowsky. Publicado en Los Hijos de la Malinche http://www.loshijosdelamalinche.com/opinion/ayotzinapa-entre-marginalizaci%C3%B3n-y-violencia-de-estado-18112014<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">Por Eynel Pilatowsky</span><br />
<span style="background-color: black; color: white;"><br /></span>
<span style="background-color: black; color: white;">La violencia sistemática e impune que se apodera de nuestro país nos despoja como individuos de nuestro pacto social, dejándonos completamente vulnerables. La desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa nos lastima como sociedad. La posible explicación sobre su desaparición proporcionada por el procurador resulta aterradora. “México, me dueles” se han dejado leer miles de pancartas en las marchas multitudinarias. Los acontecimientos violentos en contra de los normalistas nos dejan perplejos, imposibilitando el tránsito del dolor desgarrador a una comprensión racional de los hechos. Racionalizar lo ocurrido exige despojarnos de nuestra capacidad afectiva de indignación, y no hay nada peor para una sociedad que perder la capacidad de indignación. Cuando dejemos de indignarnos, no tendremos nada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">Por otro lado, demonizar el acontecimiento como incomprensible y fuera de la capacidad del raciocinio implica una aceptación de la barbarie como tal, ignorando las causas estructurales que se esconden detrás de la abominable desaparición de los 43 jóvenes, el asesinato de seis y la aparición de tantos cuerpos en fosas comunes, que murieron en el anonimato. Estos acontecimientos terroríficos no son hechos aislados producto de la crueldad y la locura humanas. Son la consecuencia racional de una lógica económica que ha golpeado al campo mexicano por más de doscientos años.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">Las normales rurales de Guerrero tienen una historia combativa. Pareciera que intrínseco al nombre del estado está la personalidad de muchos de sus habitantes. Un ejemplo de esta historia es Lucio Cabañas, un estudiante egresado de la normal de Ayotzinapa, posteriormente profesor de la escuela de Atoyac y líder del Partido de los Pobres en Guerrero, quién a final de los años sesenta, indignado por la masacre de varios de sus compañeros en la manifestación del 18 de mayo de 1967, dejaría la protesta pacífica para comenzar a organizar la guerra de guerrillas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">Basado en la teoría revolucionaria del Che Guevara, Lucio Cabañas, como tantos otros guerrilleros en Latinoamérica, consideraban que esperar las condiciones adecuadas para que se encendiera la revolución podía mermar la lucha. El “foquismo” guevarista planteaba que las condiciones debían ser propiciadas a través de pequeños asaltos, principalmente contra el ejército, que poco a poco debilitarían al Estado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">La “Guerra Sucia,” como es conocido el movimiento campesino, es el resultado de un proceso histórico de marginalización del sector rural que comenzara treinta años antes del estallido de la guerrilla en Guerrero. Ante el auge industrial de los años treinta y cuarenta, se implementó en México un plan económico conocido como el “Desarrollo Estabilizador”. En paralelo a otros países latinoamericanos, los intelectuales, industriales y gobernantes mexicanos creían que el desarrollo económico sólo se lograría protegiendo a la industria local de la competencia internacional. Mediante la sustitución de importaciones industriales, modelo productivo que imperó en México hasta los años setenta, se protegió, a través de incentivos fiscales, aranceles, y beneficios sociales, a todo el sector industrial, incluidos a los trabajadores obreros. Con la convicción ideológica de que era la industria, no el campo, la que llevaría a México al desarrollo, se terminó de consolidar en las zonas urbanas el desprecio por lo rural y lo indígena heredado desde la colonia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">A finales de los años sesenta, el modelo proteccionista implotó, pero la crisis fue mitigada por el boom petrolero. A pesar del decrecimiento en el sector productivo, el aumento en los precios internacionales del petróleo permitió al gobierno mantener la contención social. Los “petrodólares” ayudaron a palear la transición de un modelo proteccionista a la apertura del mercado orquestado por la clase capitalista sin una clara oposición de las clases medias. Por otra parte, la crisis económica no fue tan aguda como en el resto de Latinoamérica, lo cual explica por qué en aquellos países hubo movimientos contestatarios mejor organizados.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">En este contexto, la guerilla guerrerense surge como respuesta a la crisis en el sector más golpeado por el “Desarrollo Estabilizador” y excluído del boom petrolero. Lucio Cabañas y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, nombre de la organización de lucha, buscaban la instauración de los principios plasmados en el ideario del Partido de los Pobres. Su objetivo principal era la socialización de los medios de producción hasta ese momento controlados por las “clases capitalistas.” Exigían un gobierno formado por los trabajadores y el fin de la estructura vertical latifundista que explotaba al campo. Lucio Cabañas muere en diciembre de 1974 en uno de los muchos enfrentamientos entre el ejército y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento. Su asesinato estuvo acompañado de un discurso incriminador: Había muerto el peligroso guerrillero. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">La muerte de Lucio simboliza la muerte de todos los otros movimientos sociales. A finales de los setenta comienza la transformación “liberalizadora” del país, proceso que dura más de treinta años y está vigente hasta nuestros días. Políticamente, se transitó a una apertura del sistema partidista a través de la cual grupos diferentes al PRI ganaban representación. Económicamente, se terminó con el modelo de sustitución de importaciones. También el agro mexicano se vio obligado a competir con productos extranjeros, muchos de ellos genéticamente modificados. Debido a la emigración a Estados Unidos de millones de campesinos muchos cultivos quedan abandonados y las comunidades comenzaron a depender del envío de remesas, aniquilando a la producción agrícola del país.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">Con el cambio de siglo, un nuevo sector productivo se apoderó del campo. Hasta los noventa, el narcotráfico mexicano estaba controlado principalmente por dos cárteles, divididos geográficamente. Con la fragmentación de las organizaciones delictivas, surgen en México nuevas estructuras ocupacionales. Los cárteles, que producen dinero no sólo del narcotráfico, sino del cobro de plazas, de la reventa de armas, del cobro por cruce de fronteras, entre otras actividades, ofrecen una oportunidad de trabajo a los millones de campesinos desplazados, incluidos muchos de los más de dos millones de deportados de Estados Unidos que al regresar ya no tienen tierra, ni productos, ni mercado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">Pasamos de los “petrodólares” a los “narcodólares. ” El desarrollo en este sector ha sido tan prolífero que financia campañas de todos los partidos y apoya gobiernos en todos niveles. Estado y crimen están co constituidos. La realidad de nuestro país no es una historia de buenos y malos, sino un problema sistémico de violencia que soporta nuestra economía. No hay un aumento en las exportaciones petroleras, las remesas decayeron con la crisis en Estados Unidos y la violencia ha frenado al turismo. La relativa estabilidad económica de México se la debemos, en gran medida, al narcotráfico, que ofrece millones de empleos en el sector informal.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">Detrás de nuestro goce urbano coexiste en México un campo azotado por los procesos modernizadores. Es en las escuelas normales rurales, como la de Ayotizinapa, donde convergen los sectores más lastimados del país: el agrícola y el educativo. Es ahí donde se cultivan las condiciones objetivas necesarias para alzar la voz.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">Desafortunadamente, en México las voces contestatarias se silencian violentamente. Esta reacción estatal se presenta como el resultado de las acciones del enemigo construido discursivamente. Lo que en los años setenta asesinó a Lucio Cabañas como “guerrillero,” hoy calla a los 43 desaparecidos y a los muchos otros asesinados como el resultado de las actividades “criminales.” La violencia que vivimos no es consecuencia de la locura humana, aberrante e inexplicable, sino de un proceso histórico cuyo objetivo ha sido perpetuar el bienestar económico de las clases dominantes. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">Los últimos acontecimientos nos desgarran como sociedad y nos aterrorizan como individuos. A casi cuarenta años del asesinato de Lucio Cabañas sorprende dónde estamos parados. Aquel Estado autoritario que mataría a balazos a los guerrilleros es hoy cómplice de la desaparición y presunto asesinato de 43 estudiantes. Es un Estado que asesina al servicio del capital, legal e ilegal, reivindicado por las voces que se privilegian de este sistema y temen por su <em>status quo</em>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">La aceptación de este hecho resulta agobiante.Implica reconocer que las causas estructurales de la violencia están fincadas en un sistema de desigualdad que be<span style="line-height: 1.7em;">neficia a unos, mientras excluye a otros porque no, #NoTodosSomosAyotzinapa. La paz sólo se construye a partir de la igualdad económica, igualdad que únicamente puede lograrse afectando directamente a la población urbana privilegiada. Es esta población que, en los últimos días, hemos visto indolente; más agobiada por las marchas que por los motivos que las generan. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;"> ¿Qué podemos hacer? La pregunta que nos hacemos muchos que, a diferencia de Lucio Cabañas, no estamos dispuestos a iniciar la lucha armada. Ahora más que nunca, como sociedad debemos conservar la indignación colectiva cuestionando lo que nos vulnera evitando la normalización de la violencia. Como individuos, debemos atrevernos a reconocer nuestro dolor; preguntarnos cómo y desde dónde nos beneficiamos en este esquema y evitar las prácticas con las que reproducimos la desigualdad, el desprecio y la enajenación social.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black;"><span style="color: white;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: 'Century Gothic'; font-size: 14px; line-height: 1.7em; text-align: justify;">
<span style="background-color: black; color: white;">*Agradezco infinitamente a Marián Gulías Ogando por las pláticas y reflexiones que hicieron posible la conclusión de este artículo.</span></div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-34033935156003898062014-11-06T09:07:00.000-08:002014-11-06T09:07:19.999-08:00Encuentro con Carmen Rovira, Antolín Sánchez Cuervo y Horacio Cerutti en Ciudad Universitaria<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigeGuZQixIFitzizs1z_b24T8_7Wo_jdmqWY6lDCUoHXdWBgVXckBCi85EeJx0bAmg-h0t6ftdzvitoMw4Jxuuqum0XoKHeoh9NSYu7bzqdfADAt4SOrlPLC95u1bHCjPzIHvFeJk3YA6B/s1600/Carmen,+Antol%C3%ADn+y+Horacio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigeGuZQixIFitzizs1z_b24T8_7Wo_jdmqWY6lDCUoHXdWBgVXckBCi85EeJx0bAmg-h0t6ftdzvitoMw4Jxuuqum0XoKHeoh9NSYu7bzqdfADAt4SOrlPLC95u1bHCjPzIHvFeJk3YA6B/s1600/Carmen,+Antol%C3%ADn+y+Horacio.jpg" height="360" width="640" /></a></div>
<br />Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-31983993794018316232014-09-15T11:21:00.002-07:002014-09-15T11:41:45.441-07:00El acercamiento de José Vasconcelos al Nazismo y su dirección de la revista El Timón.Publicado en La Revista Estudios: Filosofía Historia y Letras del ITAM número 110.<br />
Mauricio Pilatowsky<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -14.75pt;">
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b><i>1.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal;">
</span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>Presentación</i><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto;">
En el primer semestre de 1940 Europa se encontraba en los
inicios de lo que se habría de conocer como la Segunda Guerra Mundial; en México
el Presidente Lázaro Cárdenas terminaba su gestión. En esos momentos la guerra
europea estaba muy lejos de las calles de la Ciudad de México por las que
circuló una publicación que se llamaba <i>El
Timón, Revista Continental</i> cuyo director era José Vasconcelos. Han pasado
más de setenta años desde entonces y este episodio sigue enterrado en la
Hemeroteca Nacional, oculto entre los anaqueles y restringido para su consulta
esperando que el tiempo termine de desintegrar su recuerdo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto;">
José
Vasconcelos es considerado en la historiografía oficial uno de los próceres de
la educación en México, y no sin razón, ya que al final de la revolución
impulsó una campaña de alfabetización, promovió bibliotecas públicas y fue el
impulsor del muralismo mexicano. Sin embargo la lectura de su texto <i>La Raza Cósmica</i>, su trabajo intelectual
al servicio de los nazis y sus apoyos a Franco o los regímenes dictatoriales en
América Latina nos llevan a cuestionar los valores humanistas que se le
adjudican por sus defensores.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto;">
No es nuestra
intensión abordar en este breve ensayo todos los aspectos que envuelven la
polémica en torno a la persona y la obra de José Vasconcelos, nos limitaremos a
recoger algunos de los elementos más relevantes que encontramos en la revista <i>El Timón</i> y trataremos de entenderlos a partir de su
ubicación en el contexto histórico del México de 1940. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: 14.2pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES-TRAD">2.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>Información sobre la publicación</i>:</b><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto;">
<span lang="ES-TRAD"> </span><span lang="ES-TRAD">Héctor Orestes Aguilar en un
ensayo que tituló: <i>Ese olvidado nazi
mexicano de nombre José Vasconcelos<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></i>
nos ofrece un estudio muy completo de la publicación, recogeremos algunos de
los datos que nos proporciona; en cuanto a su presentación nos comenta:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 44.95pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;">Su
proyectado nicho de mercado era el mismo que el de los magazines de moda y las
revistas deportivas. Su presentación era muy semejante a las de las publicaciones
semanales en boga por esos años en Estados Unidos: formato tabloide, portada a
colores, 48 páginas impresas en offset que utilizaban al menos tres familias
tipográficas diferentes y ocho planas enteras de publicidad; en cuanto a la
distribución de contenidos, se favorecía la fluidez de la lectura con un orden
basado en el equilibrio entre la longitud y la densidad de los materiales
escritos: un editorial, seis secciones fijas, diez articulistas invitados en
promedio, una serie de “cartones de la guerra”, caricaturas políticas, columnas
irregulares de moda, deportes, salud, consejos para la vida familiar, un
apartado literario y una miscelánea variable sobre cine, religión, ciencia,
ópera, filatelia, toros, escultura y pintura. Ya que los periódicos de la
época costaban en promedio 3 centavos, podemos decir que <i>Timón</i>, por
contenido, precio (50 centavos) y periodicidad (semanal), cabalmente era un
lujo destinado para la alta clase media.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
La revista se publicó semanalmente del 22
de febrero al 15 de junio de 1940, en total 17 números. La razón por la que
dejó de publicarse fue la censura, por órdenes del gobierno se prohibió su
edición. El responsable era José Vasconcelos y también aparece como el editor y
aporta algunos ensayos, los otros colaboradores eran simpatizantes del nazismo
y del franquismo, pero también de otras ideologías que aceptaban colaborar.
Entre los que se destacan podemos encontrar a: Andrés Henestrosa, Alfonso
Junco, Eduardo de Otañon, Rafael Aguayo Spencer, David Niño Arce, Adolfo León
Osorio, Guillermo Haro, Gabriel García Cuevas, Carlos Roel, Islas Bravo, Efraín
Ancona Rosas, Antonio López Estrada, José Calero, Fernando de Euzcadi, Wilhem
Ziegler, Enrique Monasterio, Francisco Struck, Jorge Paganael, Pable Herrera
Carrillo, Raymundo Pardo, Francisco Margal, El Dr. Atl, María Elena Sodi de
Pallares, Teodoro Schumacher y Francis de Miomadre.<o:p></o:p></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD">La revista no era autofinanciable se requirió de un fuerte subsidio
para mantenerla. Hector Orestes Aguilar
encontró que el dinero provenía directamente de Alemania de su maquinaria de
propaganda ; para llegar a esta conclusión cita un informe confidencial que
obra en el Archivo General de la Nación, <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">[3]</span></sup><!--[endif]--></sup></a> según explica, en el apartado dedicado a la
“Propaganda destinada a Mexicanos” inciso ‘Publicaciones Propias’: <o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"> La tercera y a la vez más hábil publicación de esta naturaleza es la
nueva revista “Timón” cuyo director es José Vasconcelos y cuyo “gerente” (pero
extra-oficialmente en funciones de director) es el cubano César Calvo. El
periódico dedica el 80% de su espacio a propagar las tesis alemanas. En el
número antepasado se publican fotografías de un fraternal téte-á-téte entre
Vasconcelos y Dietrich.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">[4]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
La presentación de la revista es excelente, y después de “Hoy” es la más
costosa de México. Todavía no tiene circulación ni anuncios que valgan la pena,
por lo que es casi totalmente costeada por la Legación Alemana. César Calvo ha
dicho públicamente que la revista “Timón” tiene todo el dinero que necesita
para mucho tiempo. El compañero Rubio ha sabido que la Legación Alemana se ha
comprometido a pagar el costo de la revista durante seis meses, para
encarrilarla.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-TRAD;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 1.0cm;">
Del contenido
hablaremos más adelante, lo que queda claro fue que Vasconcelos, al ser el
director general de la revista, conocía perfectamente de dónde provenía el
financiamiento y por lo que sabemos hoy en día la postura de Hitler con
respecto a la propaganda era muy clara y no dejaba margen para la “libre
expresión”, en otras palabras podemos estar seguros que el Ulises Criollo
recibía instrucciones precisas de lo que debía publicar. Sobre el título de la
revista sabemos lo que escribió el propio Vasconcelos en el primer número: <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> En las marejadas y
torbellinos del momento actual, más que época alguna, hace falta, a la nave de
los destinos colectivos, un timón que la dirija en la marcha. Pero el manejo
del timón supone conocimiento de la ruta, firmeza de puño y audacia de la
voluntad.[...] Por el momento nuestro interés reside en el debilitamiento de la
hegemonía anglosajona en el Planeta. [...] Detrás de nuestras fracasos se ha
alzado sonriente el poinsetismo, más poderoso cada día. Por eso mismo nuestro
esfuerzo combativo ya no se limitará al presente y a la situación local, sino
que buscará más bien la raíz de nuestros males para prender en ella el fuego
purificador.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[6]</span></sup><!--[endif]--></sup></a><sup><o:p></o:p></sup></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 200%; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt 21.3pt; text-indent: -14.7pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i> 3.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>Contexto
Mexicano</i><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
El escenario político en México durante el
primer semestre de 1940 correspondía al último año de la presidencia de Lázaro
Cárdenas quién había expropiado el petróleo a las compañías norteamericanas y
británicas el 18 de marzo de 1938; esto es un factor importante que nos ayuda a
comprender porque Vasconcelos y sus colaboradores pensaron que la propaganda
antibritánica tendría buena recepción.
Para justificar la expropiación el gobierno cardenista utilizó una
estrategia nacionalista que se acompañó de una postura anti sajona, un buen
caldo de cultivo para el fomento de una germanofilia. A esto habría que
añadirle lo que nos comenta Alicia Gojman con respecto a la relación de México
con Alemania en esos años. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 44.95pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<span style="font-size: 10.0pt;">El acercamiento temporal entre
los dos países, a raíz de la expropiación petrolera en 1938, fue posible por el
distanciamiento que hubo entre estados Unidos y nuestro país y por el boicot
inglés. La postura de Roosvelt permitió un mayor marco de acción política al
gobierno mexicano, y la actitud intransigente de las compañías expropiadas
obligó a los mexicanos a vender su crudo al mejor postor, que en esos momentos
fue el Tercer Reich.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
Para
1940 ya había en México espías alemanes que trabajaban con simpatizantes
mexicanos. Lázaro Cárdenas le dio instrucciones al Secretario de Gobernación
para que investigara a estos grupos. <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Hoy sabemos que el gobierno Alemán consideraba a México un punto estratégico
dada su colindancia con los Estados Unidos y por su petróleo, de ahí que haya
invertido en la infiltración de agentes y reclutamiento de simpatizantes
locales;<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Vasconcelos fue uno de ellos y sin lugar a dudas uno de los más importantes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 42.55pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt 49.65pt; text-indent: -7.65pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i>4.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>Contexto Mundial<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
Ya se ha señalado que tan sólo se pudieron
publicar 17 números de la revista antes de ser retirada por el gobierno, y fue
del 22 de febrero al 15 de junio de 1940. Para comprender el giro que tomó la
propaganda para la que fue creada la revista es importante tener muy presente
lo que estaba sucediendo en Europa. El ejército alemán invadió Polonia en
septiembre de 1939 forzando a Inglaterra y Francia a responder. Debemos
puntualizar que Hitler había firmado un pacto de no agresión con Stalin el 23
de agosto de 1939 y que los Estados Unidos no entraron a la guerra hasta
diciembre de 1941, México entró a la guerra del lado de los norteamericanos el
22 de mayo de 1942.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
Estos
datos son importantes para comprender cómo se manejaba la propaganda Nazi. El
enemigo en esos momentos era Inglaterra, sí bien había una fuerte antipatía
hacia los Estados Unidos por razones estratégicas no se le atacó francamente,
los alemanes no estaban interesados en ese momento en abrir ese frente; algo
similar sucedía con la Unión Soviética, al tener firmado un pacto de no
agresión no querían provocarlos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
Otro
aspecto que podemos observar en esos cinco meses del año 1940 fue la velocidad
con la que las tropas alemanas se apoderaron de la Europa Occidental;
conquistaron Dinamarca y Noruega en abril y Luxemburgo, Holanda, Bélgica y
Francia en mayo. En la historia militar se conoce la estrategia utilizada para
este éxito militar como <i>blitzkrieg</i> o <span style="font-family: Symbol; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-symbol-font-family: Symbol;"><<</span>guerra
relámpago<span style="font-family: Symbol; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-symbol-font-family: Symbol;">>></span>,
a diferencia de la Primera Guerra Mundial donde las tropas estaban
atrincheradas y los avances eran muy lentos, en el inicio de la Segunda Guerra
Mundial, los militares alemanes utilizaron unidades bélicas motorizadas como
tanques, vehículos blindados, cañones sobre ruedas, y apoyo aéreo para una
rápida y eficiente movilización. En
pocos meses, los británicos vieron como los alemanes estaban muy cerca de
invadirlo y lo que los separaba era el canal de la mancha.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
Estos
datos son relevantes porque nos explican el sentimiento de triunfo que
prevalecía entre los aliados mexicanos de los nazis; Vasconcelos y sus colaboradores
veían muy próxima la victoria de los alemanes y esperaban ser recompensados por
su participación. Las ambiciones presidenciales del Ulises Criollo, frustradas
en 1929, podrían verse realizadas si los germanos ganaban la guerra.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b><i>5.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>Algunos
de las líneas ideológicas de la revista</i><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
A continuación presentaremos en
forma breve algunos de los aspectos de la propaganda nazi realizada por
Vasconcelos como editor y de su círculo de colaboradores. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 1.0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; text-indent: -14.15pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i>5.1.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal;"> </span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b>Catolicismo<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 1.0cm; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto;">
El catolicismo conservador de José Vasconcelos fue un factor
determinante en sus posturas políticas desde su infancia, tal y como lo relata
en sus memorias. En ellas narra que
cuando era niño se fueron a vivir al norte del país y que existía un miedo a
que los indios apaches secuestraran a los niños por lo que su madre le decía: <i>“</i>Si vienen los apaches y te llevan consigo,
tú nada temas, vive con ellos y sírvelos, aprende su lengua y háblales de
Nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros y por ellos, por todos los
hombres. Lo importante es que no
olvides; hay un Dios Todopoderoso y
Jesucristo, su único hijo. Lo demás se
irá arreglando solo.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[10]</span></sup><!--[endif]--></sup></a><i>
</i>Ya de adulto nos encontramos otra clara manifestación de su postura
católica y de su admiración por la empresa de la conquista española; en el
discurso que pronunció cuando fue nombrado Rector de la Universidad Nacional en
1921 relacionó el proyecto educativo con la evangelización, fue en ese momento
en el que se acuño el conocido lema “Por mi raza hablará el espíritu”. Entonces
dijo lo siguiente:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic;"> Seamos
los iniciadores de una cruzada de educación pública, los inspiradores de un
entusiasmo cultural semejante al fervor que ayer ponía nuestra raza en las
empresas de la religión y la conquista</span><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES;"> […]esto
que teóricamente parece muy sencillo es, sin embargo, una de las más difíciles
empresas, una empresa que requiere verdadero fervor apostólico. Para resolver de verdad el problema de
nuestra educación nacional, va a ser necesario mover el espíritu público y
animarlo de un ardor evangélico, semejante, como ya se ha dicho, al que llevara
a los misioneros por todas las regiones del mundo a propagar la fe<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[11]</span></sup><!--[endif]--></sup></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES">En el número siete de la revista Vasconcelos reivindica el Fascismo de
Mussolini y el nacionalsocialismo de Hitler desde una postura católica. Sus
argumentos son interesantes porque primero descalifica a los franceses por
haber hecho una revolución liberal, la cual, según él, permitió que los países hicieran
reformas religiosas. Para el editor de la revista <i>El Timón, </i>el liberalismo anticlerical debe entenderse como el
causante del “tumor capitalista”. Como
conclusión lo que propone es un retorno a la estructura católica tradicional
tal y como la planteaba Franco. De aquí podemos colegir cuál era el proyecto
político que planteaba para México en caso de que los nazis triunfaran. Por eso
lo que escribe en la revista, y que a continuación reproducimos se titula <i>La expectativa.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto;">
<i><span style="font-size: 10.0pt;"> La
expectativa<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 44.95pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto;">
<span style="font-size: 10.0pt;"> Y todos los pueblos del mundo tendrán que agradecer a
Mussolini y a Hitler el haber cambiado la faz de la historia, el habernos
libertado de toda esa conspiración tenebrosa que a partir de la Revolución
Francesa, fue otorgando el dominio del mundo a los imperios que adoptaron la
Reforma en religión, la engañifa del liberalismo en política. Un liberalismo
que les dio, nos dio a todos, como tumor el capitalismo.[…]<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 44.95pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-size: 10.0pt;">Comprenderemos por fin que,
a menos de esperar a que nuestra patria torne a ser cristianizada, pero en
inglés y por misioneros irlandeses, deberemos dejar en libertad al clero
católico para que sea él quien continúe, en español, la cruzada civilizadora
que ya en el siglo dieciocho estuvo a punto de crearnos una patria?<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 44.95pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
Lo que en esa época era importante para
Vasconcelos y sus colaboradores era presentar al nazismo como un movimiento católico
y pretender desmentir los argumentos donde se le presentaba como
antirreligioso. Uno de los colaboradores llamado <span lang="ES-TRAD">Fernando de Euzkadi en el número 12 de la
revista escribió un artículo titulado <i>judaísmo
vs catolicismo: quince millones contra dos mil millones</i> en donde presenta
una extraña vinculación entre la expulsión de los judíos de España a finales
del siglo XV y el antisemitismo de Hitler. Lo que escribe es lo siguiente:</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <span lang="ES-TRAD">[…], cuando los Reyes Católicos,
con clarividencia magnifica del peligro, los expulsan para siempre de España [al
judío]. Se marcharon; pero conservaron las letras de cambio a largo plazo, que
habían de cobrarse […]<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Alemania fue Meca fácil para el judaísmo. […] Fue el judaísmo germano
el que, pactando tenebrosamente con las grandes organizaciones bancarias y políticas,
permitió una paz vergonzosa y refrendó unas deudas de guerra, que iban de
bolsillo en bolsillo, hasta llenar las arcas, al final de la cadena, de las
grandes empresas judaicas. […]<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El Fuehrer de la Magna Alemania [Hitler], clarividente hombre de acción,
no tuvo temblores en el pulso ni debilidades en la conciencia cuando repitió
el gesto gallardo de Isabel y de Fernando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">[…] La cruzada antisemítica, no es airón flotante al viento de una
religión. Es el valladar sólido de siglos de civilización, es la lucha por las
convicciones que mansamente oímos en la cuna de labios maternales, es la
gallardía de la virilidad ante la bajeza zigzagueante del reptil.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
Está presente el tema del
antisemitismo, del que hablaremos con mayor amplitud más adelante. Lo que nos
parece importante destacar es la forma en la que se construye una narrativa
histórica que justifica la expulsión de los judíos que hicieron los reyes
católicos y de ahí se reivindican también las acciones antisemitas del tercer
Reich. Si bien es cierto que todavía no se había iniciado el exterminio masivo
ya para entonces los alemanes habían comenzado su plan de deportaciones persecución
y expropiaciones. El contenido religioso no deja de estar presente cuando al
final de la cita vemos como se asocia a los judíos con “el reptil” haciendo
alusión a la serpiente que tienta a Eva en el paraíso para que convenza a Adán
a pecar y frente a este se presenta al nazi con su “gallarda virilidad”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 1.0cm; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b><i>5.2.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal;"> </span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>Vasconcelos a favor del fascismo y contra la democracia demócrata:</i><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 1.0cm;">
La postura de Vasconcelos a favor del
fascismo y contra la democracia es un tema que la historiografía oficial
mexicana ha querido borrar; se hace siempre hincapié en la derrota que sufrió
en las elecciones de 1929 frente a Pascual Ortiz Rubio quien era el candidato de
Calles. Lo que encontramos en <i>El Timón</i> desmiente por completo la
postura oficial, en el número cinco y como parte de su valoración del fascismo
alemán crítica la democracia asociándola con lo que los antisemitas de la época
llamaban <i>mafias judeomasónicas</i>. Lo
que escribió entonces fue lo siguiente:<b><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 1.0cm;">
<i><span style="font-size: 10.0pt;"> Ante el destino:</span></i><span style="font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Los
acontecimientos bélicos se precipitan con tal rapidez, que nada puede
pronosticarse con una hora de anticipación. Pero lo que sí va apareciendo
evidente, aun para los empecinados, es el triunfo de Alemania sobre sus
rivales. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">[…]<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hasta las piedras saben ya, que la democracia quedó enterrada desde el
día en que los principales pueblos de la época entregaron sus destinos, ya no a
la libertad del sufragio, como en las pequeñas repúblicas medioevales de
Italia, o de España, sino de las maffias [sic] judeomasónicas que han venido
explotando el afán y la angustia, la inocencia y la desventura de las naciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">[…] Desde una desunión y anarquía parecidas a la que hoy padecemos las
naciones españolas de América. Alemania se levantó a la voz de sus poetas y sus filósofos para constituir
lo que será, ya mañana, el primer imperio de la época.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD">En este pasaje se puede ver como José Vasconcelos habla del fascismo y
la agresión de Hitler como la construcción de un imperio frente a lo que
estábamos viviendo en Hispanoamérica lo cual describe como "<desuni a="" anarqu="" n="" y=""><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">desunión y anarquía"</span>. Otro elemento digno de
destacar es su aseveración de la inminente victoria de Alemania, lo cual
coincide con lo que ya se había expuesto anteriormente. Lo que refleja este extracto
son dos cosas; que Vasconcelos y sus colaboradores veían próximo el triunfo
nazi lo cual los llevaría al poder, y que lo que pensaban instaurar en México
era un régimen de corte fascista. <o:p></o:p></desuni></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD">Para reforzar esta aseveración encontramos un artículo en el número 15
de la revista donde agrega otro elemento a lo anteriormente expuesto y es su
emulación por el franquismo que era más cercano a sus creencias católicas
conservadoras que el nazismo pero que seguía siendo un estado de corte fascista
y aliado de Hitler. En este ensayo reitera su convicción de la inminente
victoria de Alemania y en ese sentido prepara a la población mexicana a recibir
con buen agrado a lo que descrito como el nuevo Imperio Germano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-size: 10.0pt;">Vivir engañado, Debemos estar preparados para el
futuro<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">No se nos oyó cuando advertimos hace pocos años, que el mosaico de los
partidos republicanos españoles perdería la guerra que llevaba adelante Franco.
Y de igual manera, ante el conflicto europeo actual, no ha faltado quien se
irrite por la seguridad con que nosotros enfocamos, desde el principio, la
situación internacional. […] <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Porque desde el principio creímos que ganaría Alemania, nos hemos
dedicado a preparar los ánimos para la actitud que habrá de adoptarse al final
del conflicto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">[…]<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Decirle por lo mismo a una nación, que va a suceder tal cosa, que va a
ganar Alemania y que se prepare para aprovechar ese evento hasta donde pueda
ser aprovechable, no es hacer propaganda por Alemania.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD">Por supuesto que la última línea del texto no es más que una
confirmación de lo que niega; frente a nosotros un clara muestra de un panfleto
propagandístico financiado directamente por el aparato de propaganda
nacionalsocialista. Lo que no podemos perder de vista es el momento en el que
se escriben estas líneas; el número 15 fue distribuido en el mes de junio de
1940 para entonces los alemanes ya habían invadido Francia y se especulaba
sobre la posibilidad de que Inglaterra frenara su avance. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 21.3pt; text-indent: 7.1pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i>5.3.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></i></b><b><i>Propaganda
nazi<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
El régimen nacionalsocialista estaba
construido a partir del culto y seguimiento de su líder Adolfo Hitler; su
figura se asociaba con la de un redentor
que llegó para salvar al mundo de sus males. Ya que la revista estaba
financiada por los alemanes y su propósito era hacer propaganda, uno de los
aspectos centrales era la exaltación de la personalidad del <i>Füerer</i>. Uno de los colaboradores de
Vasconcelos, Antonio Islas Bravo dedicó un artículo completo a esta función,
con el título; <i>Adolfo Hitler</i> en el número 15 escribió lo siguiente:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 1.0cm;">
<span style="font-size: 10.0pt;"> Ese hombre es Adolfo Hitler, el
destinado por la Providencia, como éste mismo lo ha afirmado tantas veces, para
sacar a su pueblo de la esclavitud y llevarlo, al cumplimiento de sus altos
destinos. Cuando las pasiones políticas, desencadenas hoy por causa de la
guerra, hayan sido apagadas, cuando todas las conciencias hayan llegado a su
equilibrio y el pensamiento universal se eleve sobre la miseria humana, será
unánime el reconocimiento hacia Hitler. […] Hitler salvando a Alemania ha
salvado un sector imprescindible en la obra del progreso del mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 1.0cm;">
<span style="font-size: 10.0pt;"> […] Inglaterra y sus
aliados están frente a un hombre: el más grande de todos los siglos, y frente a
un pueblo, el más poderoso de la historia. <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 0cm;">
En
donde podemos encontrar el matiz religioso en estas loas al dictador es cuando
se menciona que ha sido enviado por la providencia para sacar a su pueblo de la
esclavitud; se le equipara a Moisés en el libro de Éxodo. El discurso va
dirigido al pueblo mexicano y lo que se busca es trasmitir es la voluntad del
líder alemán de buscar la emancipación de los oprimidos. En el siguiente número
de la Revista, otro de los colaboradores, Francisco Struck continuo con el
mismo discurso y se encargó de complementarlo señalando a los culpables del
deterioro de las condiciones que hicieron necesaria la intervención del
salvador. “Hitler es la escoba de Dios que está barriendo de la superficie de
la Tierra todo lo malo que se había acumulado durante siglos, pero sobre todo,
la concepción judaica del mundo de aprovechar a la humanidad diezmando sus
legítimas riquezas mediante la usura y la creación de valores ficticios.”<span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn17" name="_ftnref17" title="">[17]</a></span></span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><!--[endif]--></a></span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 0cm;">
<span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><br /></span></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 21.3pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b><i>5.4.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal;"> </span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>Antisemitismo <o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
El antisemitismo fue un tema recurrente que
apareció en la revista editada por Vasconcelos. No es de extrañar en una
publicación financiada por los nazis; ya lo hemos visto en varias de las citas
que hemos presentado, hay también caricaturas donde esto puede observarse.
Encontramos una mezcla de las descalificaciones utilizadas generalmente por los
antisemitas, la de haber sido los asesinos de Dios, su carácter de usureros, la
de conspiradores internacionales para apoderarse del mundo o la de ser dueños
de los medios y controlar la información. En un artículo escrito por el mismo
Vasconcelos con el título <i>Contra los
planes ocultos, la luz de la verdad,</i> y que escribió en el número 16 podemos
leer:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 45.1pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Los estorbos a
la circulación de las revistas que no son del agrado del judaísmo, fue una de
las causas determinantes del antisemitismo alemán. Durante muchos años, un
monopolio de los kioskos de publicaciones, permitía a cierta maffia berlinesa
excluir de la circulación, condenar a extinción a todos aquellos órganos de publicidad
que caían bajo la corona del Sanedrín. […]Ya no es hoy la acción gubernamental
quien se opone, sino la audacia de ciertas maffias [judíos] que aprovechan la
hospitalidad del país para enriquecerse a costa de los trabajadores y en
seguida para poner mordaza disimulada a las publicaciones independientes.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 44.95pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<span lang="ES-TRAD"> A la propaganda antisemita
se sumó otro aspecto fundamental, evitar que el gobierno mexicano recibiera a
los refugiados judíos que huían de la
persecución nazi. Según una investigación que realizó Daniela Gleizer, justo en
el primer semestre de 1940 el gobierno mexicano se decidió aceptar a los
refugiados españoles republicanos que huían del franquismo<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a> ya
para agosto se les autorizó y miles de ellos lograron entrar al país. Lo que sucedió con los judíos fue diferente
“Del total de medio millón de refugiados que intentaron escapar de la suerte
que les esperaba dentro del Tercer Reich, México recibió durante los años que
corresponden al nazismo cerca de 2000.” <a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<span lang="ES-TRAD"> Vasconcelos utilizó la
revista <i>El Timón</i> como un medio de
presión para que el gobierno mexicano les negaras el asilo a los refugiados
judíos. Más allá de la influencia efectiva de la publicación, lo que nos parece importante es destacar la
posición del Ulises Criollo en este debate. En el número 8 escribe un artículo con
el título </span><i>¡Hay que hacer limpieza!</i>
Donde se pronuncia al respecto:<span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 37.85pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto;">
<span style="font-size: 10.0pt;"> […]el buen tino de los países que, como Alemania, han
sabido lanzar un torrente de desinfectante sobre estas gentes[judíos],
poniéndolas en las fronteras y obligándolas a que busquen otros horizontes y
otros ambientes para su equívoco modo de vivir. […]Hace pocos días se ha
hablado de la expulsión de gentes llegadas de no sé qué judería, permitiéndoles
contraer matrimonio, fuera de toda ley, con súbditas mexicanas. No podemos
consentir que este país […] se transforme en la cloaca máxima de todos los
detritus que arrojan los pueblos civilizados […] ¡Hay que hacer limpieza a
tiempo, porque quizá después sea tarde!>><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 0cm;">
<span lang="ES-TRAD"> En estas líneas
podemos observar su lenguaje agresivo y de descalificación de carácter
antisemita; los llama </span><i>detritus</i>
que significa desperdicio resultado de la descomposición y al asociarlo con la
palabra <i>cloaca</i> los asocia con los
desechos humanos. Otro elemento que podemos observar proviene de las leyes
raciales promulgadas en Núremberg por los nazis el 15 de septiembre de 1935 donde
se prohibía el matrimonio entre alemanes cristianos y judíos. Esto puede
entenderse como un anuncio de lo que se proponía hacer si los alemanes ganaban
la guerra ya que en México no existía ninguna ley que prohibiera el matrimonio
entre miembros de religiones distintas. A la luz de lo que sucedió años después
la frase “¡Hay que hacer limpieza!” no puede considerarse solamente una
expresión desafortunada.<span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level2 lfo1; tab-stops: 21.3pt; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><b><i>5.5.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal;"> </span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i>Anti-indigenismo<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
En el imaginario colectivo, Vasconcelos es
considerado un defensor del mestizaje y por lo mismo sorprende a muchos el que
se le considere un racista. Esta percepción responde a la interpretación
equivocada que se le ha dado en la historiografía oficial a su texto <i>La Raza Cósmica<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[22]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></i>
en donde sugiere que la humanidad debe aspirar a la formación de una <i>quinta raza</i> que supuestamente sería el
producto de la mezcla de las que él entiende por las otras cuatro: "<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 200%; text-indent: -14.75pt;">la
blanca", "la roja", "la amarilla" y "la
negra"</span><a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn23" name="_ftnref23" style="line-height: 200%; text-indent: -14.75pt;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[23]</span></span></span></a><span style="line-height: 200%; text-indent: -14.75pt;">. La razón por la que afirmamos que la interpretación
oficial distorsiona la propuesta original se basa en lo que escribe el autor en
este texto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES">Lo que sostiene
es que gracias a las mixturas existe un proceso de “depuración”, que permite
que las “inferiores” reciban los atributos de las “superiores” y se alcance una raza cósmica con atributos
universales. Este proceso de “depuración”, según Vasconcelos, obedece al gusto
estético, él considera que la elección de la pareja para el matrimonio va
conservando lo bello y descartando lo feo. Lo estético está determinado también
por lo económico; la belleza, riqueza y educación son elementos que se
relacionan en oposición a la fealdad, miseria e ignorancia. La selección por medio del buen parecer, la
ubicación social y la educación va permitiendo que se alcance un ideal de
perfección que desemboca en lo que vendría a ser la quinta raza:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 26.95pt; margin-right: 36.85pt; margin-top: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Donde manda la pasión
iluminada no es menester ningún correctivo.
Los muy feos no procrearán, ¿Qué importa entonces que todas las razas se
mezclen si la fealdad no encontrará cuna? La pobreza, la educación defectuosa,
la escasez de tipos bellos, la miseria que vuelve a la gente fea, todas estas
calamidades desaparecerán del estado social futuro. Se verá entonces repugnante, parecerá un
crimen el hecho hoy cotidiano de que una pareja mediocre se ufane de haber
multiplicado miseria. El matrimonio
dejará de ser consuelo de desventuras, que no hay por qué perpetuar, y se
convertirá en una obra de arte<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES">En este "<racismo est="" tico=""><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">racismo estético"</span> no hay una
misma manera de valorar a cada raza, según el Ulises Criollo<i> </i>“los tipos bajos de la especie serán
absorbidos por el tipo superior. De esta
suerte podría redimirse, por ejemplo, el negro, y poco a poco, por extinción
voluntaria, las estirpes más feas irán cediendo el paso a las más hermosas”.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
En este sentido vemos como no está hablando de una mezcla equitativa de todas
las razas aunque afirme que propone una “raza síntesis o raza integral, hecha
con el genio y con la sangre de todos los pueblos y, por lo mismo, más capaz de
verdadera fraternidad y de visión realmente universal”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></sup><!--[endif]--></sup></a> ya que
sostiene que “quizá entre todos los caracteres de la quinta raza predominen los
caracteres del blanco, pero tal supremacía debe ser fruto de elección libre de
gusto y, no resultado de la violencia o la presión económica.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></sup><!--[endif]--></sup></a><i><o:p></o:p></i></racismo></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
En
la revista <i>El Timón</i>, escrita quince
años después de <i>La raza cósmica</i>, las
posturas racistas de Vasconcelos se expresan en forma más radical y sin
ambigüedades como pudimos constatar cuando se refiere a los judíos. En el
número 10, y con el título <i>Indigenismo
político,</i> escribe un artículo donde se pronuncia con respecto al
indigenismo; afirma que <span lang="ES-TRAD">“en
México el problema de 1a educación del indio se vuelve desconsolador, si se
reflexiona en que no acertamos a dar escuela a toda la población infantil de
las ciudades principales, mucho menos podemos atender la educación rural, de la
cual es el indio porción [sic] la más difícil de alcanzar, si no es que también
la más numerosa.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Es interesante este comentario si recordamos que en 1921 impulso una ambiciosa
campaña de alfabetización en la que
llegó también a las áreas rurales y la que le granjeo un reconocimiento en la
historiografía oficial. La forma en la que lo presenta da la impresión de
reconocer que su campaña no tuvo éxito y desalienta a los que se lo propongan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<span lang="ES-TRAD"> Como parte de sus
consideraciones sobre la imposibilidad de educar a los “indios” encontramos una
postura antirrevolucionaria en el Ulises Criollo que responde a la ideología
fascista que inspiraba la publicación. En esta faceta vemos como sus posturas
antidemocráticas se acompañan de una descalificación de las revoluciones como
medios para conseguir cambios sociales y en el caso de México el sostiene que
los “indios” mal educados se vuelven una amenaza para la estabilidad; nos
comenta que “de nuestra impotencia para educar a las masas rurales, procede ese
pavoroso riesgo que cada revolución agrava, en vez de corregir, el riesgo
implícito en el hecho de que se arme y gane el poder, la porción impreparada,
que por lo mismo, en vez de construir logra únicamente destruir.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<span lang="ES-TRAD"> De acuerdo a los mismos
programas de los nazis y de los fascistas italianos hay una invitación a que el
proletariado se sume a la causa. Lo que le agrega Vasconcelos tiene que ver con
su racismo y su exaltación de la cultura española ya en 1925 en la multicitada <i>Raza Cósmica</i> escribió: “</span>nosotros no seremos grandes mientras el
español de <st1:personname productid="la Am←rica" w:st="on">la América</st1:personname>
no se sienta tan español como los hijos de España.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn30" name="_ftnref30" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[30]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
En este artículo hace una diferenciación entre el proletariado mestizo de las
ciudades y los “indios” de las zonas rurales.<span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 21.3pt; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 21.3pt; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> De allí también que, quien va mereciendo con mayor justicia que el
indio la piedad de los observadores, es precisamente toda esta leve capa de
sangre española o semiespañola que constituye nuestra clase media de ciudad y
campo. Clase con más necesidades que el indio y tan proletarizada, y a veces
más aún que el aborigen. […]<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 21.3pt; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Pues a propósito de esta
tan pregonada explotación del indio, cabe aclarar que no existe hoy en México
clase acomodada que se dedique a explotar indios o criollos, como no sea la
clase de los políticos y los líderes. Lo cierto es que nadie explota al indio
con preferencia de otro sector de la población. La calamidad principal del
indio está en la pobreza de sus tierras, la escasez de su técnica y su
miseria.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn31" name="_ftnref31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 21.3pt; margin-right: 30.75pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<span lang="ES-TRAD"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 21.3pt;">
<span lang="ES-TRAD"> Lo que también podemos observar en esta postura antiindigenista de
Vasconcelos es su profunda admiración por el proyecto colonial español y en
particular por la evangelización. “Por otra parte, el desamparo del indio y su
ignorancia han aumentado desde que quitamos a la Iglesia el derecho de educar y
con ello interrumpimos la labor gloriosa de tres siglos de coloniaje que logró
ella sí, la incorporación del indio a lo mexicano, es decir, a lo español mismo.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn32" name="_ftnref32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></a>
La conclusión en este rubro es que de haber triunfado los alemanes el que fuera
Rector de la <i>Universidad Nacional</i> y Secretario
de Educación hubiera restablecido el sistema de privilegios que tenía la
Iglesia Católica antes de la Reforma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: -.55pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES-TRAD">6.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span lang="ES-TRAD">El Vasconcelos de
la posguerra<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD"> Al finalizar la segunda guerra mundial Vasconcelos no abandonó sus
posturas, al contrario se radicalizó aún más. Prueba de ello es un prólogo que
escribió en el año de 1955 al libro de Salvador Borrego <i>Derrota Mundial; Supracapitalismo y Marxismo en Pareja Globalizadora<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn33" name="_ftnref33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[33]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></i>.
En este libro lo que se argumenta es que lo sucedido en La Segunda Guerra
Mundial no es lo que todos conocemos, que los aliados distorsionaron todo e
inventaron una versión ajena a la realidad. Según se relata, Alemania nunca
quiso invadir Polonia, que los que realmente sucedió fue que “el movimiento
político judío decidió asirse firmemente del último obstáculo y convertirlo en
un ‘casus belli’ para desencadenar la guerra entre Alemania y los países
occidentales. La comunidad israelita radicada en Polonia jugó en esa maniobra
un papel decisivo.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn34" name="_ftnref34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD"> Otra de las cuestiones que
se sostienen en este texto es la negación del Holocausto que se presenta como
una invención de los judíos, el argumento es que durante la guerra, los judíos
buscaron debilitar la moral de los alemanes por medio de “pinturas
estrambóticas, la música sensualista, los bailes vulgares, la pornografía y las
teorías disolventes y debilitadoras de los valores morales eternos.” Es
entonces, según este texto “cuando a los líderes hebreos se les impidió seguir
realizando esa hábil política, sus monopolios de propaganda gritaron
mundialmente que eran objeto de persecución.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn35" name="_ftnref35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Así como estas afirmaciones, el libro acusa a los judíos de haber conspirado
para unir a norteamericanos, ingleses y rusos contra los alemanes, italianos y
japoneses. Se recurre a la acusación de utilizar sus recursos y la prensa y de
ser prácticamente los líderes del bolchevismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD"> Vasconcelos escribe el
prólogo a la segunda edición y en el comenta que “la obra de Salvador Borrego
E., que hoy alcanza su segunda edición, es una de las más importante que se
hayan publicado en América.”<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn36" name="_ftnref36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></a> Y
más adelante agrega: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 44.95pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> “La difusión del libro de Borrego es del más alto interés patriótico
en todos los pueblos de habla española. Herederos, nosotros, de la epopeya de
la Reconquista que salvó el cristianismo de la invasión de los moros, y de la
Contra –Reforma encabezada por Felipe II, que salvo al catolicismo de la
peligrosa conjuración de luteranos y calvinistas, nadie está más obligado que
nosotros a desenmascarar a los hipócritas y a contener el avance de los
perversos.<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftn37" name="_ftnref37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 44.95pt; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 14.2pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: -.55pt;">
<!--[if !supportLists]--><b><i><span lang="ES-TRAD">7.<span style="font-size: 7pt; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></i></b><!--[endif]--><span dir="LTR"></span><b><i><span lang="ES-TRAD">Conclusiones<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD"> En 1940 José Vasconcelos fue un colaborador de los nazis en México,
recibió financiamiento y apoyo logístico para promocionar la ideología nacionalsocialista
y preparar el terreno para una eventual conquista alemana. En sus postulados
queda claro que era fascista, anti demócrata, anti indígena, católico
fundamentalista y antisemita. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD"> Como lo señalamos al inicio
de estas líneas, los hechos están a las vista de todos. A los que buscan
rescatarlo aduciendo la temporalidad del documento frente a la exaltación de su
contribución en el pasado como educador humanista y democrático, basta con leer
lo que escribe en <i>La Raza Cósmica </i> en 1925, o en sus discursos y memorias, para
confirmar sus posturas racistas y católicas fundamentalistas desde entonces. Para
los que sostienen que hubo un cambio después de la Segunda Guerra Mundial hemos
presentado su prólogo al libro de Borrego donde se confirman sus posturas
racistas, antisemitas y de un catolicismo conservador de extrema derecha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD"> No es nuestra intención
reducir la obra de este autor a ese momento de su vida; por esta razón
invitamos al lector a que lea las otras obras de su autoría así como sus
memorias para que pueda percatarse que hay una continuidad en su manera de
pensar. Queda abierta una pregunta que no tendrá nunca respuesta: ¿Qué hubiera
sucedido con Vasconcelos si Hitler hubiera ganado la guerra? Sólo queda especular
que nuestro ilustre <i>Ulises Criollo</i> se
sentiría orgulloso del lema que acuñó para la UNAM. <i>¡Por nuestra raza hablará el espíritu!</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> <a href="http://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=2153947"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">Héctor
Orestes Aguilar</span></a>; <i>Ese olvidado
nazi mexicano de nombre José Vasconcelos </i><a href="http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=10898"><b><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">Istor: revista de historia internacional</span></b></a>, <a href="http://dialnet.unirioja.es/servlet/listaarticulos?tipo_busqueda=EJEMPLAR&revista_busqueda=10898&clave_busqueda=185638"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">Año 8, Nº.
30, 2007</span></a>, págs.148-157. Quiero agradecer a Priscila Pilatowsky
por haberme proporcionado esta referencia bibliográfica.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid</i>.
152<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoNormal">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt;"> “El
nazismo en México”, expediente 704.1/174-1, reporte de los inspectores PS-10 y
PS-24 con fecha del 23 de mayo de 1940. Grupo documental: Archivo
Administrativo Lázaro Cárdenas. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 7.5pt;">AGN.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt;">Hace
referencia al número 12 de <i>Timón,</i> del 11 de mayo de 1940, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'MS Mincho';">p. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt;">2. “Dietrich” es Arthur Dietrich, antiguo
Ortsgruppenleiter del Partido Nacional .Socialista Obrero Alemán en México,
agregado de prensa de la Embajada Alemana y el agente más importante en todo lo
concerniente a propaganda, espionaje y sabotaje en el país (nota de Héctor
Orestes Aguilar).</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a> En
H. Orestes Aguilar, <i>op.cit. </i>pp.
156-157 <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.5pt;">“Timón se
define”, en la revista <i>Timón,</i> volumen I, número 1, 22 de febrero de
1940, p. 5.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Gojman Alicia, <i>Camisas, escudos y
desfiles militares; Los Dorados y el antisemitismo en México (1934-1940),
prólogo de Friedrich Katz,</i> 2000, México, UNAM, Fondo de Cultura
Económica, p.268<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Ibid. p. 284.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a> A.
Gojman, “Judíos y alemanes durante la Segunda Guerra Mundial en México. Lugares
de descanso y esparcimiento, distintos enfoques, en A. Gojman (coord.) <i>La Memoria Archivada; Los Judíos en la Configuración del México Plural</i>,
2011, México, UNAM, CDICA, ,. pp. 257-280 Ver también Cedillo Juan Alberto, <i>Los Nazis en México,</i> 2007, México,
Debate. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a> J. Vasconcelos,<i> Ulises Criollo, prólogo
de Sergio Pitol, </i>2001, México, Editorial Porrúa, p.5<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES">J. Vasconcelos <i>Discursos 1920-195</i>0,<b> </b>1950, México,
Ediciones Botas, </span>, p.12<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a>
José Vasconcelos, <i>La expectativa,</i> en <b>Timón Revista Continental, </b>Vol. 1-num
7-México D.F. 6 de abril 1940, p.5<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">Fernando De Euzkadi</span>, <i><span lang="ES-TRAD">judaísmo vs catolicismo: quince
millones contra dos mil millones</span>,</i> en <b>Timón Revista Continental, </b>Vol. 2-num 12-México D.F. 11 de mayo
1940, p.34-35<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a> José
Vasconcelos, <i>Ante el destino,</i> en <b>Timón Revista Continental, </b>Vol. 2-num 14-México
D.F. 25 de mayo 1940, p.5<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a> José
Vasconcelos, <i>Vivir engañados , Debemos
estar preparados para el futuro, </i> en <b>Timón Revista Continental, </b>Vol. 2-num 15-México
D.F. 1 de junio 1940, p.5<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Antonio Islas Bravo, <i>Adolfo Hitler,</i>
en <b>Timón Revista Continental, </b>Vol.
2-num 15-México D.F. 1 de junio 1940, <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Francisco Struck,<i> Hitler,</i> en <b>Timón Revista Continental, </b>Vol. 2-num 16-México
D.F. 8 de junio 1940 p.22<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a> José
Vasconcelos, <i>Contra los planes ocultos,
la luz de la verdad,</i> en <b>Timón
Revista Continental, </b>Vol. 2-núm 13-México D.F. 18 de mayo 1940, p.11<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a> Gleizer Daniela, <i>El exilio incómodo.; México y los refugiados judíos 1933-1945, </i>2011,
México, COLMEX, UAM,. pp.180-183<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.</i> p.307<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a> José
Vasconcelos, <i>¡Hay que hacer limpieza!,</i>
en <b>Timón Revista Continental, </b>Vol. 1-num
8-México D.F. 13 de abril 1940, p.44<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES">Vasconcelos José<b>, </b><i>La
Raza Cósmica</i><b>, </b>2001, México, Editorial Porrúa,</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-GB">Ibid</span></i><span lang="EN-GB">. p.5<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-US">Ibid. p.26</span></i><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn25">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i><span lang="EN-US">Ibid.</span></i><b><span lang="EN-US"> </span></b><span lang="EN-US">p. </span><span lang="EN-US">27<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn26">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.</i> p. 17<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn27">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.</i><b> </b>p. 21<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn28">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a> José
Vasconcelos, <i>Indigenismo político,</i> en
<b>Timón Revista Continental, </b>Vol. 1-num
10-México D.F. 27 de abril 1940, p.7<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn29">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibidem</i><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn30">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref30" name="_ftn30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> </span>Vasconcelos, <i>La
raza cósmica, </i>op. cit.<b> </b>p.
7.<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn31">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref31" name="_ftn31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a> José
Vasconcelos, <i>Indigenismo político,</i> en
<b>Timón Revista Continental, </b>Vol. 1-num
10-México D.F. 27 de abril 1940, p.7<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn32">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref32" name="_ftn32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></a> José
Vasconcelos, <i>Indigenismo político,</i> en
<b>Timón Revista Continental, </b>Vol. 1-num
10-México D.F. 27 de abril 1940, p.7<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn33">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref33" name="_ftn33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Salvador Borrego<span lang="ES-TRAD">, <i>Derrota Mundial; Supracapitalismo y Marxismo
en Pareja Globalizadora</i>, 1955, México, Tipografías Editoriales.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn34">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref34" name="_ftn34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid</i>. p.121<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn35">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref35" name="_ftn35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.</i> p.308-309<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn36">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref36" name="_ftn36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></a>
José Vasconcelos, <i>Prólogo a la segunda
edición</i> en Borrego, o<i>p. cit.</i> p. 5<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn37">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Mauricio/Documents/Google%20Drive/ARTICULOS/ITAM/El%20acercamiento%20de%20Jos%C3%A9%20Vasconcelos%20al%20Nazismo%20y%20su%20direcci%C3%B3n%20de%20la%20revista%20El%20Tim%C3%B3n.docx#_ftnref37" name="_ftn37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i>Ibid.</i> p.6<o:p></o:p></div>
</div>
</div>
</div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-71757756430205931022014-08-20T10:51:00.003-07:002014-08-20T10:52:42.676-07:00Participación de Eynel Pilatowsky en Foro TVComparto el video de la participación de Eynel Pilatowsky sobre el conflicto en Gaza.<br />
<a href="http://noticieros.televisa.com/foro-tv-sin-filtro/1408/filtro-10-agosto-2014/">http://noticieros.televisa.com/foro-tv-sin-filtro/1408/filtro-10-agosto-2014/</a><br />Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-80875336600212126762014-08-05T12:59:00.003-07:002014-08-05T13:03:07.602-07:00Israel, lo judío, los palestinos y los dilemas de la historia Ricardo Forster<h2 align="center" style="text-align: center;">
<b style="text-align: justify;"><span lang="ES">Escrito por el filósofo argentino Ricardo Forster</span></b></h2>
<h2 align="center" style="text-align: center;">
<b style="text-align: justify;"><span lang="ES">1</span></b></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">En un ensayo medular, George Steiner despliega una honda
y perturbadora reflexión alrededor del equívoco inevitable que atraviesa de
lado a lado a esa extraña nación que llamamos Israel (digo extraña porque se la
suele medir con una vara muy distinta a la que se utiliza con el resto de las
naciones del mundo, una vara signada por lo absoluto, por la pureza total de la
que debería dar cuenta por su origen o la del más brutal de los envilecimientos
que acaba por transformarla en la patria diabólica, en la nueva encarnación del
mal; nada, cuando se habla de Israel, es directo ni ingenuo). Cito, entonces, a
Steiner: “En el manifiesto fundacional y secular del sionismo, el Judenstaat de
Herzl, el lenguaje y la visión imitan orgullosamente al nacionalismo de
Bismarck. Israel es una nación en grado máximo: vive armada hasta los dientes.
Para sobrevivir día a día, ha obligado a otros hombres a vivir sin hogar, los
ha convertido en seres serviles, desheredados (durante dos milenios, la
dignidad del judío consistía en ser demasiado débil para hacer que otro ser
humano viviese de forma tan inhóspita y difícil como él mismo). Las virtudes de
Israel son las de la sitiada Esparta. Su propaganda, su retórica del autoengaño
son tan desesperadas como las de cualquier nacionalismo de la historia. Bajo
una presión externa e interna, la lealtad se ha atrofiado dando paso al
patriotismo, y el patriotismo ha dado paso al chovinismo. ¿Qué lugar, qué
excusa cabe en esa plaza fuerte para la ‘traición’ del profeta, para el rechazo
de Spinoza a la tribu? El humanismo, dijo Rousseau, es ‘un hurto cometido
contra la patrie’. Bien cierto”. (“El texto, tierra de nuestro hogar”). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Desde la lejanía de su historia, el pueblo de Israel ha
sabido atravesar diversas vicisitudes tanto espirituales y materiales como
políticas, culturales y sociales; ha conocido al dios de la guerra y de la
venganza del mismo modo que supo escuchar la voz clara y potente de los
profetas que clamaban contra las injusticias cometidas en su nombre; conoció el
reino davídico-salomónico, ese que sería convertido en leyenda y en promesa
restitutivo-mesiánica olvidando las penurias de los “constructores de los
palacios”, esas masas anónimas que siempre fueron explotadas a lo largo de la
historia, para enaltecer la majestuosidad de los poderosos amparados por el
“brazo fuerte” de Yahvé; pero también conoció el exilio, la dispersión de las
tribus, el sometimiento a los distintos imperios de la antigüedad; supo de la
resignación y de la rebeldía; conoció la palabra única y desafiante de Amós y
de Isaías que supieron desgarrar los velos de las mentiras y de las injusticias
fundando una tradición que se continúa hasta nuestros días; desplegó los
lenguajes de una nueva ética que supo hacer del huérfano, de la viuda, del
pobre y del extranjero el eje central de la hospitalidad y del acogimiento del
otro; supo construir la patria en el Libro cuando perdió la tierra natal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">En su seno convivieron el deseo tribal, ese que recogía
los mitos y los símbolos de un pueblo único, fuerte, capaz de someter a otros
pueblos y de erigirse en una nación poderosa, junto con la universalización de
la promesa mesiánica, esa que se transformaría en el humus de las siembras más
significativas que se hicieron en nombre de la libertad y de la igualdad de
todos los seres humanos. Pueblo girado sobre sí mismo, enclaustrado en su
autorreferencialidad; pueblo de la escritura y de lo abierto, hijo de un nuevo
cosmopolitismo asociado a la interpretación interminable del libro; pueblo del
desarraigo convertido, por los poderosos de ayer a lo largo de dos milenios, en
extranjero eterno, en paria, en labrador de palabras en el viento porque
carecía de tierras para cultivar. Pero pueblo también, ahora que encontró su
propia pesadilla nacionalista, capaz de ejercer formas brutales de violencia y
sometimiento contra otro pueblo. Dilema que desgarra una historia que no le ha
ahorrado ninguna dificultad incluyendo la de poner un límite a sus propios
extravíos. Auschwitz, ese nombre maldito, no puede ser convertido en
justificador eterno ante acciones que en el presente cuestionan sus mejores
tradiciones humanistas y libertarias. La razón de Estado acaba transformándose,
y con Israel está sucediendo, en el pantano de los ideales. Cada quien tendrá
que dar cuenta de su propia miseria moral. Y hoy los palestinos, en especial
los que mal viven en Gaza, son las víctimas de una terrible injusticia. Que
otros se ocupen de analizar los males ajenos (que están allí y no pueden ni
deben ser minimizados), a mí me preocupa y me ocupa cuestionar una violencia
que no sólo le hace daño al pueblo palestino sino que termina por dañar
profundamente al propio Israel. Difícil regresar del envilecimiento militarista
y del poder brutal de las armas cuando la asimetría es imposible de ocultar. Un
pueblo-paria capaz de convertirse en su antípoda.</span><span class="fgprincipal2"><b><span lang="ES"><o:p></o:p></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<span class="fgprincipal2"><b><span lang="ES">2.</span></b></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Un pueblo, como escribía –en 1916 y desde el frente de
batalla- el filósofo judeo-alemán Franz Rosenzweig en <i>La estrella de la redención</i>, que al renunciar a dar la sangre en
defensa de la tierra se convirtió en el pueblo de la eternidad del tiempo (por
esas paradojas de la historia y de las pasiones, Rosenzweig pensaba que el
destino del judaísmo se había sellado con esa renuncia que le había permitido
sustraerse al olvido que la historia les tenía reservados a la mayoría de los
pueblos de la antigüedad que decidieron dar sus vidas, derramar sus sangres,
para defender un pedazo de tierra o un Estado, lo mismo da, transformándose
apenas en una nota a pie de página en los libros de historia. Renunciando a ese
acto guerrero los judíos se transformaron radical y absolutamente haciendo de
la diáspora y de la lectura el laberinto inconcluso de una patria sin dominios
ni violencias que se fue construyendo alrededor y en el interior de ese libro
quemado por los poderes cristianos a lo largo de siglos y siglos y que lleva el
nombre de Talmud –libro sin potestades definitivas ni principios de autoridad
demarcatorios y censores; libro de márgenes y glosas, de interpretaciones
inacabables, de discusiones que subvierten la continuidad del tiempo–). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">A la sombra de ese libro inabarcable y de las escrituras
bíblicas se levantaría, en los años dominados por la cristiandad medieval, la
sabiduría de los cabalistas, maestros no sólo del lenguaje y de sus misterios
sino portadores de una interrogación inagotable capaz de hurgar en los secretos
del mundo mientras la hostilidad y la violencia se cegaban con los cuerpos y
los libros del pueblo errante. De esa saga de lectores infatigables, de
buceadores de perlas en los fondos oceánicos de la vida y de las escrituras,
saldrían los heterodoxos y los herejes, los fieles cultores del ritual y los
forjadores de nuevas sendas. Allí se inscribirían los nombres de Maimónides y
de Spinoza, de Mendelsohn y de Marx, de Rosa Luxemburgo y de Walter Benjamin,
de Sigmund Freud y de Franz Kafka. Nombres para recordar la rama dorada de un humanismo
en vías de extinción, amenazado desde adentro y desde afuera por una sociedad
de la depredación económica, cultural, militar y social. Hace tiempo que Israel
ya no responde a esas tradiciones sino a la reinante razón de Estado, como la
mayoría de las naciones del planeta. La vía nacional-militar que viene
emprendiendo con mayor intensidad desde la Guerra de los Seis Días ha herido
muy duramente a lo mejor que esa sociedad guardaba dentro de sí. Lo que le
queda ahora es la mitificación y la sordera ante el dolor del otro, del
despojado, del expropiado, del nuevo paria. ¿Era esa la razón de ser de los
sueños de Martin Buber y de Gershom Scholem, de Ahad Haam y de Leibowitz?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Para Rosenzweig, que escribió y vivió antes de la Shoá,
la alternativa planteada por el sionismo se desviaba de lo que él consideraba
las fuentes y las riquezas del judaísmo diaspórico, esa extraordinaria cualidad
de habitar la eternidad del tiempo sin plegarse a las idolatrías nacionales.
Discutió amargamente con Gershom Scholem quien, en esos años previos al
nazismo, eligió dirigir sus pasos hacia Jerusalén para defender allí, junto a
algunos otros entre los que se encontrarían el fundador de la Universidad
Hebrea y Martin Buber, la idea de una nación para dos pueblos, la búsqueda de
la convivencia judeo-palestina. Los sueños de Scholem y de Buber, también en
parte los de Einstein, de aquello que se llamó el sionismo cultural y que
aspiraba a un hogar compartido, quedarían seriamente dañados por el triunfo de
la opción de un sionismo nacionalista y signatario de la Realpolitik que se
apresuró a aniquilar cualquier posibilidad de diálogo y de entrelazamiento con
las poblaciones árabes nativas, que también guardaban en su seno sectores que
se oponían a cualquier acuerdo (vale la pena recordar las negociaciones con la
Alemania hitleriana del muftí de Jerusalén –máximo representante palestino–
para no pecar de ingenuidad histórica volcando la balanza y la responsabilidad
de un solo lado). Un corte trágico se iniciaba, un corte que volvía a
confrontar, en el interior de la experiencia judía, su núcleo tribal-nacional
con su otro núcleo cosmopolita-universalista. En estos días de violencia
despareja parecería que el primero de esos núcleos terminará por anular sin
piedad al segundo. </span><span class="fgprincipal2"><b><span lang="ES"><o:p></o:p></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<span class="fgprincipal2"><b><span lang="ES">3.</span></b></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Hace unos pocos años, sacudido por la guerra del Líbano
escribí las siguientes líneas que quisiera volver a citar: “Toda guerra es
miserable y dolorosa; nada justifica la muerte de civiles, la destrucción de
ciudades, el horror del bombardeo permanente. Matar en nombre de cualquier fe,
religiosa o secular, es, siempre, un crimen. El ejército israelí mata, Hezbolá
mata, Hamas mata, Siria mata, Irán mata, Estados Unidos mata... y la lista es
mucho más larga, casi inacabable, y atraviesa la geografía entera del planeta.
La guerra, en sus múltiples versiones y justificaciones, nos deja desamparados
en tanto que seres humanos, nos comunica con la crueldad que llevamos muy
dentro de nosotros. Por supuesto que no todas las guerras son iguales, ni todas
las muertes representan lo mismo. Ha habido guerras inevitables, guerras
brutales, guerras en nombre de la libertad que acabaron por expandir la
opresión, guerras contra el totalitarismo, guerras de liberación nacional que
expulsaron al opresor para imponer otro régimen de dominación tanto o más cruel
y represivo. Israel no es la excepción, ni es la cenicienta de las naciones ni
es el diablo, ese monstruo en el que lo quieren convertir algunos de nuestros
progresistas. Israel ha librado distintas guerras, ha matado y ha sufrido, ha
intentado tejer la paz y también la ha boicoteado, ha tenido en su interior
voces ejemplares que llamaron y lo siguen haciendo insistentemente a la
concordia entre los pueblos, que reclaman el derecho a un Estado palestino, y
voces reaccionarias que sueñan con el Gran Israel proyectado desde las
escrituras bíblicas y transformados, esos sueños, en delirios de dominación y
destrucción. Israel es un país complejo, abigarrado, pleno de contradicciones,
sus calles han sido y siguen siendo escenarios de debates políticos, de
manifestaciones de distinto tipo, de exigencias en nombre de la paz y de la
guerra”. Hoy, cuando escribo estas otras líneas mi pesimismo ha crecido
indignado y hondamente dolido ante lo que el ejército israelí, como fuerza de
opresión, está haciendo con el pueblo palestino y esto más allá de la excusa
que se llama “Hamas” (que no representa los valores democrático-humanistas que
ha sabido cultivar ese pueblo sufrido, que, antes bien, ha sido y sigue siendo
un factor de violencia en nombre de otras formas del fanatismo). Se trata,
ahora, en este preciso momento, de la supervivencia moral del pueblo y de la
sociedad israelí, que ha optado en su mayoría por cerrar los ojos ante el
sufrimiento del otro para cebarse en su propia ira profundamente atravesada por
el prejuicio, la intolerancia y el olvido de su propia historia. Sin paz, sin
derecho palestino a su Estado, sin abrir Jerusalén como ciudad de la
hospitalidad, todos, tarde o temprano, y en especial los judíos, volveremos a
ser extranjeros. Una supervivencia que, aunque lo niegue, depende de renunciar
al sometimiento de los palestinos en nombre de una seguridad nacional atrofiada
por una derecha nacionalista israelí que sólo parece querer buscar el camino de
la guerra asociándose a quienes, del otro lado, también desean su perpetuación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 9.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 9.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Publicado en la revista veintitrés de Buenos Aires<o:p></o:p></span></div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2901114281179700372.post-42361480105358038852014-08-04T11:13:00.000-07:002014-08-04T11:13:03.045-07:00El conflicto en Gaza; otro círculo en el infierno nacionalista<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: right; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 5.0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<i><span lang="ES-TRAD">Al que conquista el país
terminan por pertenecerle sus gentes; y no puede ser de otro modo, si éstas
están más apegadas al país que a su vida propia como pueblo. La tierra, así,
traiciona al pueblo que confió su duración a la de ella. Continúa, durando,
pero el pueblo que hubo sobre ella pasó.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 5.0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: center; text-autospace: none;">
<span lang="ES-TRAD">(Franz Rosenzweig <b><i>La Estrella de la Redención</i></b><i>)<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 5.0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 5.0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">En estos
días, en la frontera de una tierra donde el Dios único tiene varios rostros
antagónicos, israelíes y palestinos se
envuelven en el manto delirante del sacrificio; la muerte es la única vencedora
de esta estéril lucha por el reconocimiento del <i>Padre</i>. Mientras los proyectiles de Hamas detonan terror y muerte en
las ciudades hebreas y los soldados israelíes masacran a la población que vive
cercada en Gaza, se libra otra batalla: la de las filias y las fobias. En el
campo de los medios de comunicación y en los debates que surgen en las redes
sociales, el conflicto ha escalado y se encuentra en los enrarecidos aires de
los afectos maniqueos; el de los amores y odios acríticos donde se exigen
lealtades y se acusan traiciones. Es de ese lugar inhóspito del que se debería salir
acompañados del uso crítico de la razón como
un blindaje ante las metrallas de los sentimientos nacionales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Para los defensores
de las acciones del ejército israelí la justificación a la violencia, por más
desproporcionada que ésta resulte es <i>la
defensa de sus ciudadanos</i>, una apología que culpa a Hamás del asesinato de los propios civiles
palestinos argumentando que los utiliza como escudos humanos. En el otro bando
tenemos a los que acusan a Israel de asesinar a la población civil de forma
indiscriminada. Los hechos hablan por sí mismos, Hamás no ha conseguido matar a
cientos o miles de inocentes porque el sistema de defensa israelí no se lo ha
permitido, mientras que los israelíes tienen una fuerza militar que sí les ha
permitido hacerlo, no es un asunto de intenciones, lo es de eficiencia. De no
ser por el sistema antibalístico israelí lo que veríamos en los medios serían niños,
mujeres y ancianos muertos y heridos por cientos en ambos lados y no sólo en
uno. <span style="color: #7030a0;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">El que las
víctimas se produzcan mayoritariamente de un lado no se lo debemos adjudicar a
la maldad de unos y a la bondad de los otros, es cuestión de eficacia militar,
de pura, llana y cruda fuerza destructiva; Hamás no ha podido matar a más
israelíes porque no ha tenido el armamento adecuado, pero esa es su
intención. Y la razón por la que mueren
tantos civiles palestinos es cuestión de estrategia militar. El ejército israelí ataca con proyectiles los
lugares y edificios en donde puede haber combatientes de Hamás para no exponer
a sus soldados y evitar que éstos se aproximen demasiado a los enemigos
armados; el resultado es la masacre de
inocentes. Así actúan los ejércitos, el israelí no es el único; es el cálculo
crudo de la vida humana en las guerras; a nombre de la protección de los “míos”
no se repara en el exterminio de los “tuyos”. En los noticieros israelíes se trasmite con mucha tristeza el entierro de
cada una de sus víctimas mientras se está informando, con total frialdad, que
han matado del otro lado a cientos de inocentes. Del lado palestino sucede algo
parecido, se festeja el asesinato de los israelíes mientras se llora la muerte
de los propios. <span style="color: #7030a0;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Lo dantesco
de las imágenes que vemos por televisión se puede comparar con lo kafkiano de
la verborrea que se lee y se escucha en los medios y las redes sociales. El
análisis serio y bien informado es escaso, lo que abunda es un intercambio muy
burdo de acusaciones y descalificaciones en ambos lados en el cual
simpatizantes y detractores insuflados de patriotismo y cargados de mucho odio
al otro no están dispuestos a tomar distancia.
Para los proisraelíes todo lo que diga el gobierno israelí se toma por
bueno y lo contrario con los pro palestinos que sin entender lo complejo de la
situación se apresuran a equiparar a los judíos con los nazis. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Para el
lector que no está muy enterado de lo que sucede en Medio Oriente hay una
pregunta que parece no tener respuesta: ¿cuáles son los objetivos puntuales de
las partes en conflicto? Todos saben que estos dos colectivos, el israelí y el
palestino, llevan peleándose por décadas, ¿deberíamos entender esta guerra como
una búsqueda de triunfo de una de las partes sobre la otra? La verdad es que no
es así, ni los israelíes ni los
palestinos piensan que ésta es una lucha que se puede ganar; ninguno de los dos
considera seriamente la posibilidad de aniquilar al otro. Ni el más extremista
de los derechistas israelíes cree factible exterminar al pueblo palestino y del
otro lado ni el más radical de los combatientes palestinos piensa que está en
condiciones de derrotar al ejército de Israel. Estamos frente a un combate en donde
ambas partes luchan con la intención de dañarse mutuamente lo más posible sin
esperar aniquilar al otro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Nos
preguntamos entonces cuál es la lógica que subyace a esta macabra situación,
qué es lo que motiva a unos y a otros a luchar a sabiendas de que no habrá un
triunfador. Pensar solamente en el odio como razón nos llevaría a una
conclusión absurda: que los millones de habitantes de esa zona del planeta sólo
viven para matar y para morir; que en vez de personas, los que ahí radican son
verdaderos monstruos. Esto suena descabellado aunque eso suelen decirse los
radicales de un bando cuando hablan de los otros. En el lado israelí el
discurso extremista describe a los palestinos como antisemitas jurados que lo
único que buscan es el exterminio judío y del lado de los radicales palestinos
su visión de los israelíes<span style="color: red;"> </span>es la de seres abominables
sedientos de sangre palestina; por más ridículo que esto parezca es parte de la
verborrea propagandística de ambos lados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Lo que en verdad
encontramos en esos colectivos son personas normales, comunes y corrientes que
tiene familias y que trabajan para
mantenerlas; individuos que anhelan vivir en paz sin violencia ni odio. Estamos
frente a una situación que no podemos explicar fácilmente; dos pueblos
compuestos mayoritariamente por personas normales que apoyan a líderes que
mantienen un conflicto interminable donde nadie piensa que puede haber un
vencedor. Dos grupos que están dispuestos a morir y matar sin que les quede
claro para qué, así de irracional es la violencia que cobra la vida de miles de
inocentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Para los
habitantes de esa zona y para sus simpatizantes de otros lugares existen
justificaciones que de entrada parecen, en cierta medida, razonables. Los sionistas alegan que después de miles de
años de persecución la única manera de sobrevivir es agrupándose en una entidad
nacional moderna con un territorio propio y con un ejército que los defienda.
Los palestinos por su lado argumentan que tienen derecho a tener un Estado en
el territorio que les pertenece y que los sionistas les arrebataron sus tierras
y los tienen sometidos en un régimen militar sin garantías civiles
fundamentales, reivindican su derecho a defenderse del agresor y recuperar lo
que es suyo. La historia les da cierta
razón a los dos: la concentración territorial de los judíos en esa zona está directamente relacionada con las
persecuciones antisemitas, después del Holocausto llegaron cientos de miles de
refugiados provenientes de Europa que habían sido expulsados de sus países de
origen y otros tantos que venían de los países árabes de los que también huyeron.
Los palestinos también tienen razón en sus argumentos ya que llevan más de
medio siglo viviendo bajo la ocupación militar israelí y<span style="color: red;"> </span>los colonos israelíes se van apropiando sistemáticamente de sus
tierras por medio de asentamientos. <span style="color: #7030a0;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">El lector de
estas líneas se preguntará por qué no es factible dividir el territorio y
permitir que cada colectivo viva uno al lado del otro. Para responder a esta
pregunta debemos explorar lo que sucede en la configuración de las identidades
individuales y colectivas lo cual nos lleva a un ámbito donde ya no impera lo
racional sino más bien los mandatos inconscientes. <span style="color: #4f81bd; mso-themecolor: accent1;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES"> Los seres humanos nacemos y vivimos en
comunidad, en los primeros años de nuestras vidas y por medio de la trasmisión
familiar y cultural nos identificamos con un colectivo y nos diferenciamos de
otro. Como parte de esta educación se
nos instruye a valorar a los cercanos y a privilegiar su cuidado por encima de
los más lejanos. Mientras no existan situaciones conflictivas es factible
convivir con cierta paz, pero cuando los intereses de un grupo atentan contra
los de los otros el mandato de la tradición nos conduce a la guerra.<span style="color: #7030a0;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">El
movimiento nacional judío conocido como <i>Sionismo,</i>
en su parte afectiva, agrupa a los propios con el relato de la <i>Tierra Prometida</i> y por el <i>Dios único</i> que los considera el <i>Pueblo Elegido</i>. Para los musulmanes también existe una <i>Tierra Prometida</i> un <i>Dios único</i> y se consideran los <i>elegidos.</i>
Es aquí donde nos encontramos en el ámbito de lo irracional, de los afectos y
las creencias; una de las paradojas más siniestras del monoteísmo es que el <i>Dios único</i> es distinto para cada <i>pueblo elegido</i> pero la tierra prometida
es la misma; dos dioses, dos pueblos elegidos pero una sola tierra, ésta es la
fórmula con la que se cocina el odio exterminador en ambos lados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">En las
construcciones identitarias de las personas comunes y corrientes que conforman
los colectivos en ambos lados de la frontera del odio, existe un mandato
heredado de poblar la tierra que les dio su Dios y de no permitir que los
“otros” se apoderen de lo que no les pertenece. La gran mayoría de los judíos
consideran que tiene el derecho de reclamar la propiedad sobre el territorio
que en su Biblia les ha sido prometido; los musulmanes consideran lo mismo pero
desde su propia interpretación. Los individuos están dispuestos a “convivir”
con los miembros del otro colectivo siempre y cuando acepten someterse a sus condiciones. Los
israelíes quieren vivir en paz pero no están dispuestos a renunciar a una
Jerusalén judía ni a los territorios conquistados en 1967, los palestinos
quieren vivir en paz pero siempre y cuando los israelíes se salgan de sus
tierras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Las
tradiciones religiosas presentan siempre varios discursos, entre ellos podemos
localizar uno que habla de compasión, que predica el amor al prójimo, la
caridad y la paz universal; por otro lado está el de la imposición de la verdad
sobre los disidentes en el cual la persecución y muerte del llamado <i>infiel</i> instiga a la violencia. Tenemos
al Jesús de <i>la otra mejilla</i> al lado
del <i> del templo de los mercaderes</i>, a San
Francisco de Asís frente a los <i>cruzados</i>
y la <i>Inquisición</i>. Del lado judío está
el Dios de la <i>misericordia</i> y la <i>compasión</i> pero también el de los <i>ejércitos</i> y el de la <i>venganza.
</i>Del lado musulmán nos encontramos con algo similar; <i>Alá</i> es el Dios de la compasión pero también el que destruye sin
clemencia a los infieles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">La tradición
monoteísta se desarrolla en esta extraña paradoja; todos somos <i>hijos </i>de Dios pero algunos somos los
preferidos porque sabemos diferenciar al <i>Padre
real</i> del impostor. La lucha por su
amor y reconocimiento está cargada de envidia y celos por los otros <i>hijos </i>a los que consideramos ilegítimos
y por lo mismo indignos de nuestro amor y compasión. Un niño palestino no tiene
el mismo valor que uno judío para los creyentes en Jehová de la misma manera
que para un creyente en <i>Alá</i> un niño
judío no merece la vida como uno musulmán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">El lector de
estas líneas podrá objetar, y con razón, que no todos los que viven en esa zona
son creyentes y que no se puede reducir el conflicto a un asunto puramente
religioso. Para responder a esta justa objeción hay que recordar que a finales
del siglo XIX surgió una nueva forma de
vinculación entre los colectivos; el del nacionalismo. A partir de la
Ilustración se vivió un proceso de secularización donde los elementos
religiosos fueron reemplazados parcialmente por nuevos valores relacionados con
la <i>nación</i>. Pero como lo explica el
historiador Eric Hobsbawm, para la configuración de las identidades nacionales
se recurrió a elementos que ya existían y de ahí que los sentimientos
religiosos permanecieran en las nuevas construcciones sociales. En el caso de Israel-Palestina sus
nacionalismos dejarían de tener sentido sin el <i>Muro de los Lamentos y la Cúpula de la Roca,</i> respectivamente. Hamás
es un movimiento nacionalista islámico y el gobierno Israelí está conformado
por una derecha nacionalista con un discurso y prácticas religiosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">El conflicto
entre israelíes y palestinos debe entenderse en claves de dos nacionalismos que
abrevan de fuentes religiosas. Lo que está sucediendo ahí es un episodio más de
la triste condición humana; un colectivo busca destruir al otro para responder
a un mandato que ha recibido inconscientemente y donde la búsqueda del
reconocimiento del <i>Padre</i> implica la
imposición de su verdad sobre el otro. La gran mayoría de los pobladores de esa
zona, judíos y musulmanes, personas comunes y corrientes que dicen anhelar la
paz y no odiar al prójimo no están dispuestos a renunciar a lo que ellos
consideran que les pertenece, están dispuestos a matar y morir para conservar
unas tierras y poder adorar a sus <i>becerros
de oro</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">La gran
mayoría de los judíos sionistas no están dispuestos a permitir que se divida la
ciudad de Jerusalén y que ésta sea también la capital de Palestina, lo mismo sucede
del otro lado. No puede pensarse seriamente en ningún tratado de paz que no
contemple la división territorial, y ya que ninguno está dispuesto realmente a
que esto suceda lo que prevalece es una interminable guerra de desgaste donde
Israel se plantea mantener la ocupación indefinida de los territorios
palestinos en un lento proceso de anexión de sus tierras, y los palestinos,
llevados por la impotencia, recurren a la violencia como una vía para enfrentar
la ocupación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Habrá una
tregua, posiblemente ésta dure unos meses o años, pero el círculo del odio va
creciendo y el caudal de violencia se desborda inundándolo todo, es tan sólo un
cese al fuego temporal mientras las partes se arman nuevamente y elaboran
sofisticadas estrategias para causarse más daño. Las personas comunes y
corrientes que salen a trabajar todos
los días y que se cuentan a sí mismas que anhelan la paz y no odian al otro;
volverán a luchar, a llorar a sus muertos y a justificar la muerte de inocentes.<span style="color: #7030a0;"> <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">El lector se
preguntará si hay alguna esperanza de que este círculo trágico del horror
termine y realmente se consiga la paz. Ya que no podemos esperar milagros
porque no sabríamos a cuál de los dioses rezarle, y por lo que hemos expuesto
no es la razón la que priva, lo que podría llevar a las partes a una
negociación podría ser el agotamiento, la desesperación y el miedo. Es una
conclusión muy triste y desalentadora pero
no parece haber otra, parece que para decepcionarse de las promesas
divinas habría que vivir una larga temporada en el infierno. En esto sí han
contribuido israelíes y palestinos, se han esmerado lo suficiente para
recrearlo, en unas tandas más y con el apoyo tecnológico adecuado podrían
incluso llegar a conseguir que lo que aparece como una pesadilla se convierta
en realidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Gracias a Claudia Larios por su observaciones</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
Mauricio Pilatowskyhttp://www.blogger.com/profile/12681624930095655166noreply@blogger.com0